Hola, chicos y chicas!

Quería recomendarles que, "ojo con lo que van a leer". No soy buena definiendo categorías, y soy muy protectora (y lo seguiré siendo) y como son mi responsabilidad (¿exagerado?) les debía advertir que tal vez me pase de "apasionada".

Nada ¿No?

Los quiero un montón, gracias por su apoyo.

... Ahora tengo la conciencia limpia.


Explosión

El mundo se puede dar vuelta con un solo movimiento: un beso.

Las prendas de la pareja estaban por los suelos, solo mantenían su ropa interior. Atrasando el momento tan deseado por ambos. El conjunto de encaje blanco de Hinata quería ser arrancado por los dientes del azabache, mientras él frotaba su parte inferior, cubierto por un bóxer negro, contra la de ella. Empujones simultáneos y consecutivos.

El ambiente se tornaba denso, aumentando el calor de la habitación. Hinata sentía que se asfixiaba cuando Sasuke recorría con las yemas de sus dedos sus piernas y se detenía, una y otra vez, cerca del área donde ella nunca hubiera creído que necesitaba que la tocaran. La mirada de lascivia del uno hacia el otro lo notaría cualquiera. Era demasiado intenso para Hinata, por eso se pasaba la mayor parte del tiempo con los ojos cerrados y produciendo sonoros sonidos de excitación. Sin que ella tuviera control de su cuerpo, se apegaba más a él, buscando un mayor contacto físico. Estaba demasiado concentrada en el acercamiento corporal que no se percató que Sasuke se las había arreglado para despojarla de su sostén. Los pechos rebotaban al compás de los movimientos de él; libres y rozando el aire concentrado de su respiración.

Primero, se dedicó a observarla, apreciar su más grande posesión. Y luego la arremetió con sus manos, las manoteó a su antojo hasta el cansancio, despues respiró sobre ellas, exhaló tres veces y las atacó con su boca. Hinata no soportaba tal bochorno que por unos segundos su sensatez y seriedad querían imponerse ante el deseo, estando a punto de parar todo. Sasuke hace un movimiento que ella no se esperaba. Detiene sus movimientos, se aparta de ella y se quita su calzoncillo.

Ella no podía estar más desorientada, no sabía qué hacer ni a donde mirar. No quería parecer una desvergonzada al quedarse mirándolo con el torso, o mejor dicho, todo él, desnudo frente a ella. Incitándola a ser algo que ella no sabía que podía ser. Su reacción inmediata, desde el fondo de su sencillez e inocencia fue cerrar sus piernas. Bloquear la entrada. Tenía miedo, sentía vergüenza. No quería cometer errores, no quería que el saliera perjudicado por su desconocimiento a tal situación "normal" y tan bien conocida por él. Pero Sasuke solo formó una sonrisa en su rostro, una que demostraba su emoción de comenzar la siguiente etapa.

Pasa su mano por su cabellera azabache, la manda hacia atrás. Esconde uno que otro mechón detrás de sus orejas y se acerca a ella de a poco. Coloca sus manos en las pálidas rodillas de su esposa, y con un leve esfuerzo las abre y se coloca entre ellas. La distancia de ambos se va acortando. Posiciona sus labios al lado de los oídos de la temerosa esposa y le susurra, algo que nunca pensó que le diría en su vida a una mujer.

- Hinata, todo está bien. No te haré daño - suspira y hinata siente un escalofrío en su nuca - Te aseguro que lo disfrutaras, porque yo ya lo hago.

- ¿Uchiha? - ella no sabía que debía decir, sus cabeza estaba por "apagarse."

- Me gustaría complacerte, esposa.

Sasuke no midió sus palabras y decidió dar fin al romanticismo antes de que se le escapara de sus manos. La besó con cuidado, y luego introdujo su lengua para hacerlo más pasional y adecuado al momento. Hinata rodea el cuello del azabache con sus brazos y empieza de tratar de seguir los movimientos del azabache para con ella. No podía evitar sonreír al escuchar los quejidos, gruñidos que ella lograba provocar en su "esposo".

El "marido excitado" empezó a descender del cuello hacia abajo, dejando huellas de su paso. Hasta que al final llegó a su objetivo inicial. Y Cuando comenzó con su propósito Hinata no pudo retener el grito de un no.

-No, no, no - ella no podía ni mirarlo a los ojos - Eso no es necesario, además de ser indecoroso.

El Uchiha suelta una pequeña carcajada.

- Es para ... - él no sabía cómo decirlo - Es para estimularte, Hinata.

- Yo ya estoy lo suficientemente estimulada. No te preocupes.

Después de aquella discusión, él deja su cometido y sin apuro alguno, le quita su braga. Un colutte blanco con bordados en lila. Ella se mantenía quieta y cohibida por sus pensamientos fugaces de presuntos dolores y paraísos y hasta de familias.

Sasuke se acomodaba para su entrada triunfal y anhelada por meses. La abstinencia no era para él ni para nadie que se atribuyera el "ser un hombre". Pero le molestaba de sobremanera que ella se petrificara. Él quería verla temblar por y para su presencia. Entonces con eso en mente la besa en su clavícula, luego en el cuello y terminar en sus labios. Se apodera de una de las piernas de su esposa y la coloca detrás de su masculina cadera. Hinata seguía sin reaccionar. Antes de dar comienzo a su travesía juntos, él le susurra que en sus manos iba a estar segura.

Entra en ella. Hinata abrió sus ojos con sorpresa, se contorsionó en la cama, se aferró a la espalda de su esposo y se mordió el labio inferior. A diferencia del azabache, que apretó su agarre a la cadera de su mujer, pronunció un quejido y cerró sus ojos. Al pasar unos segundos, Sasuke da comienzo con sus embistes.

Hinata no sabía que hacer, solo acallaba sus sonidos con el labio inferior siendo mordido y presionaba con todas sus fuerzas sus dedos contra la piel blanquecina de su esposo. Ya estaba siendo embestida por tercera vez, aunque esta vez la intensidad fue mayor al igual que su dolor. Porque Sasuke estaba siendo condescendiente al principio pero ella no lo sentía de tal modo.

Al pasar unos minutos (pocos para cualquiera pero eternos para Hinata), por fin empezó a sentir el tan mencionado clímax que muchos decían. Su cuerpo estaba ardiendo y los único que podía calmarla eran las seguidas entradas y salidas del azabache hacía ella. Aquel sentimiento los compartían los dos, Sasuke sentía el infierno en su cuerpo y el cielo en los dedos y labios de ella.

Hinata ya no lograba contener su agitada respiración con los continuos y fuertes movimientos del azabache. Su respiración se entrecortaba y debía abrir lo más grande su boca para tomar bocanadas de aire pero Sasuke lo dificultaba cuando la besaba por un prolongado tiempo. Él tampoco podía evitar querer ser más rudo con ella pero sabía que debía controlarse sino la lastimaría y no podrían hacerlo de nuevo. Y él no permitiría que eso sucediera, porque estaba decidido que esto se repetiría varias veces. Las veces que sean necesarios para que él estuviera satisfecho.

Mientras Sasuke aumentó el ritmo de sus embestidas a tal punto de que hinata se olvidara de su moral y decoro. Se aferró a él con tal fiereza, sus piernas enredadas a su cadera, los brazos a su espalda dejando líneas de sangre. Sus uñas arañaron la porcelana espalda de "su hombre". Y sus labios ya no podía resguardar sus gemidos. Ninguno de sus labios podían. Los quejidos y gruñidos de Sasuke se hicieron más sonoros acompañando los de su esposa.

Él sabía que estaba en su límite, al feroz ritmo que llevaba aquello estaba por acabar. Y hinata aumentó las posibilidades cuando lo besó con pasión y lo empujaba con sus piernas en sus certeros movimientos. Sasuke apoyó su frente en la de Hinata y dio sus embestidas finales. Mirando fijamente los inigualables ojos de su esposa, perdiéndose en ellos y en el libido que reflejaban pero también en aquel destello de inocencia inquebrantable.

Al incremnetar las embestidas y la intensidad provocó que Hinata pronunciara su nombre entre gemidos. Acción que enloqueció al Uchiha.

- Sasuke... ¡Sasuke!

Todo llegó a su fin y la pareja se sentía extraña. Demasiado para despues de tal hazaña.

Sasuke no podía creer lo que ella pudo producir en él. Aquel deseo voraz y compasión por la pureza de su cuerpo. Pero su mente estaba totalmente nublada como para estar reflexionando, hasta que escuchó algo que lo perturbo y asustó. Pero más que nada lo desconcertó por el efecto que tuvo en sus acelerados latidos del corazón. Se podría decir que sintió un sutil regocijo.

- Sasuke ... - a hinata le costaba respirar - Yo... Te... Quiero.

¡Boom! Su mente quedó en blanco. Hinata cayó rendida al cansancio y Sasuke sumergido en sus cavilaciones precipitadas.


Bueno este capítulo, como se habrán dado cuenta, se basó más en su momento íntimo.

Es un poco más corto (unas mil palabras menos) pero es porque estoy corta de tiempo. Pero como dicen, "es mejor que nada". Espero que piensen lo mismo.

Se los extraña.

See you later!