Encontrando lo olvidado
Es en estos momentos cuando recuerdo las palabras de mi padre, "careces de dignidad, no pareces una Hyuga". Mis mañanas después del festejo de la boda de mi cuñado, son pesadas y me hacen sentir estúpida. Empecé a odiar el amanecer.
Cada vez que observo mi reflejo en el espejo del baño, veo los ojos de todos ellos. Juzgándome, castigándome, odiándome. Una pregunta siempre me paraliza y me hace llorar mientras me ducho: ¿Por qué me enamoré justamente de quien no debía? Al parecer mi vida nunca fue destinada a conocer la felicidad. Luego de la ducha, hace su aparición la siguiente pregunta que me hace confirmar mi estupidez: ¿Por qué tenía que ser un Uchiha? Mientras me acomodo los mechones de mi pelo, mi cerebro me recrimina mis sentimientos hacia él. "él se casó contigo por un acuerdo, él se casó contigo porque lo obligaron". Mi corazón no pudo entender eso.
Odio este sentimiento en mi pecho, odio los recuerdos de sus besos, odio su calor, odio sus caricias, pero no puedo odiarlo. Lo amo tanto que mi cuerpo no puede contenerlo. Solo me queda odiarme por permitirme amarlo, sabiendo que él jamás lo hará. Soy solo deseo para él, no va más allá del sexo.
No pude hacer mucho con mis ojeras. Una vez lista, me dirijo a la sala para buscar mis llaves e ir al trabajo. Cuando estoy aparcando el auto en la empresa de mi padre, mi memoria empieza a trabajar, a recordarme el lugar que me corresponde: "Debes tener un hijo". Desde aquella noche, las palabras de Konan y Hanabi no dejan mi mente. Mis ojos se nublan y todo viene a mí.
En la noche del festejo, la novia vino a buscarme y ver su enorme sonrisa de recién casada me dio escalofríos. No quiero que me aparte de Sasuke. Sin poder resistir a su invitación de baile, la acompañé y después de unas vueltas en la pista. Me dijo su verdad.
- Sé que tienes problemas para envolver a Sasuke. - mis ojos se paralizaron en su mirada triste – pareces ser una buena mujer Hinata, de hecho, me atrevo a decir que eres demasiado buena para él.
- Me parece que es un atrevimiento osado decir eso. Sasuke tiene muchas cualidades favorables – no quería escuchar eso de alguien que no fue obligado a casarse. ES fácil para ella juzgarlo desde lo lejos. Además ¿A qué se refiere con envolver?
- Me hubiera gustado que me dieras la razón - toma mi mano con firmeza y con gentiliza me tira hacia ella y me susurra en el oído- Lo sé todo. Itachi me lo contó, sé que ustedes serán incapaces de ser felices.
Mis rodillas flaquearon y me apoyé en ella, su brazo se aferra a mi cintura y siguió acuchillando mi corazón.
- Sasuke es un hombre problemático, siempre lo fue. Tiene sus deseos de vivir la vida como un alma libre. Ese tipo de hombre nunca llegan a amar a alguien que no sean ellos mismos. - mis ojos se estaban inundando – Y parece que tú lo amas, por el breve tiempo que te conocí, puedo decir que es hasta tu primer gran amor y eso me da pena. Porque mereces ser feliz Hina-chan y es por eso que debes tener un hijo con él.
- ¿Qué? - mis lagrimas desbordaban de mis ojos, eran saladas. Las náuseas aparecieron.
- Para que Sasuke nunca se aparte de ti, para que tengas a tu primer amor contigo. Eso es lo que debes hacer, dale un primogénito.
- No puedo con esto, Konan. Discúlpame - salí apresuradamente de su agarre, de sus ideas absurdas.
Mientras avanzaba por el medio del salón, sin mirar a nadie. Lo veo, veo la espalda de Sasuke. "tu primer gran amor". Mi cabeza da vueltas, busqué la salida más cercana, una vez que pasé la puerta y me encontraba debajo del manto de la noche, mi llanto salió. Desbordó de mi alma, toda la angustia y resentimiento, mi corazón está repleto de esas emociones desde hace meses o, mejor dicho, hace exactamente ocho mil noches.
Desde niña me habían enseñado que toda decisión de padre debía ser acatada, pero ese día me negué. El día que mi padre me dijo que debía casarme con un desconocido, con el primogénito de la firma empresarial de los Uchiha, fue el primer día que no quería obedecerlo.
- Está bien, sí no es contigo será con Hanabi. Tendré que hacer los preparativos pertinentes ya que ella no tiene la edad para casarse. - mi padre Hiashi, el genio de la casa Hyuga no tenía ningún aprecio por sus hijas.
- No será necesario padre, yo lo haré. - con la cabeza gacha y mis piernas temblando le rogué que no le hiciera esto a Hanabi – Pero con una condición, sí es que me permite: prométame que Hanabi será libre de elegir con quien casarse.
Para mi sorpresa, el casamiento se llevó a cabo con el segundo hijo. Lo cual disgustó mucho a mi padre. A mí me daba igual, yo solo pensaba en ella. En la libertad de mi hermana.
Cuando finalmente pude recobrar la compostura, me dirigí al baño para retocar mi apariencia. Me decía que todo iba a estar bien, que Sasuke así me lo había prometido. Luego me fui a buscar a mi esposo, a mi falso esposo. Mi corazón ya no era el mismo después de Konan.
Una vez mi cuerpo sintió su olor, su calor, el tacto de esta persona especial para mí. Mi corazón parecía recuperar esperanza. La forma en que me acaricia el cabello, se siente como si me apreciara. Mi débil deseo de ser amada apareció: Y sí me ama como yo lo amo a él, y si no es necesario la existencia de un hijo para que estemos juntos para siempre. Y si, ya es hora de que acepte lo que somos ahora y vivir de eso.
La voz de la pequeña Hyuga me saca de mis cavilaciones, la sigo con una débil, pero autentica sonrisa. Llegamos a un lugar apartado del salón, parecía un cuarto de descanso.
- Has crecido, Hanabi. Estas convirtiéndote en una hermosa señorita.
- ¿Así lo crees hermana mayor? - su voz parecía distante.
- Así es, lo digo desde mi corazón. Solo quiero lo mejor para mi pequeña Hanabi. -algo parecía estar mal con ella- ¿Algo sucedió con Padre?
- Todo es tu culpa – mi corazón se estrujó - Me quiere obligar a casar con un extraño.
- ¿Qué? ¿Por qué? - la angustia en el rostro de mi hermana me recordó a mí. Él me lo había prometido o eso quería creer.
- Dijiste que yo podría elegir a quien yo quisiera para casarme. Mentiste, hermana, como siempre mientes – mi mente quedó en blanco, cómo es que ella sabe de ese acuerdo.
- No, Hanabi yo no te miento – mis manos empezaron a temblar, necesitaba volver al calor de mi esposo - Yo le pedí. Le rogué a padre que yo debía ser la única que se casaría por un acuerdo de familias. Él me lo prometió Hanabi, yo me sacrificaba por ti.
Intento tomar sus manos para calmarme y ella se aleja, privándome de su cercanía.
- Cómo te atreves a mentirme, diciéndome que te sacrificas por mí. -ella sigue sin creerme- sí eso fuera cierto, entonces ya deberías estar embarazada.
- ¿Embarazada? ¿Qué? ¿Qué estás diciendo? - mi mente trae el rostro de konan - ¿Quién te metió esa idea en la cabeza?
- Sí realmente quieres que sea feliz, entonces ¡carga con toda la responsabilidad de la familia Hyuga! - ella salió corriendo con lágrimas en sus ojos y yo estaba perdida.
Estaba tan vacía y a la vez tan repleta de sentimientos, que llorar ya no me ayudaba. Sin rumbo, camino y llego al calor de mi esposo. A la raíz de todos mis problemas. Lo abrazo con las pocas fuerzas que tenía y le pido marcharnos. Mi mente estaba convulsionando de recuerdos, sueños, pesadillas, reclamos y obligaciones; solo un pequeño espacio era ocupado por la esperanza.
Tengo que hacerlo por Hanabi. Debo ser la hermana mayor que necesita.
Estoy arriba de la hombría de mi esposo. Estoy aplastando mis sueños para proteger los de mi hermana. Mientras me muevo y pienso en que tiré mis pastillas anticonceptivas por el desagüé. Sigo moviéndome como sé que a él le gusta, y le digo mi verdad. Porque al menos se merece eso, ya que le arrebaté un matrimonio feliz y ahora su paternidad deseada. Porque sé que después de que logre ser madre, él me odiará toda la vida. Sí no es que ya lo hace.
- (…) Porque te amo, Sasuke - él se aferra a mi cadera y sus movimientos se hacen más certeros, pero amo más a mi hermana.
Su semilla está dentro mío. Todas las noches él sigue buscando mi cuerpo y me deposita su líquido seminal una y otra vez. Me siento horrible, todas las mañanas cuando me despierto y pienso que él será siempre mi mentira más amada y yo seré siempre su mentira más odiada.
Me siento estúpida, sé que seguramente ya estoy en cinta. Me acaricio mi vientre mientras apoyo mi frente en el volante del auto. Ya llevo cinco minutos en el estacionamiento, cinco minutos lamentando mi existencia y la de mi futuro bebe. Pensar en nuestro futuro hace que mi corazón se haga añicos; una futura madre solitaria, una mujer que nunca será amada. Una mujer que se enamoró del hombre equivocado. No, de un hombre que la odia.
Mientras abandono al auto, abandono toda idea de ser feliz, y me doy cuenta que jamás volveré a ser la misma una vez que confirme mi embarazo. Quiero que esto termine de una vez.
Además de empezar a odiar el amanecer, también me pasa con mi reflejo. Me da rabia verme tan inútil, tan ingenua, tan rota. No puedo ser más patética, mi sonrisa ya no es la misma. Yo ya no soy la misma.
Hello Gente!
Bueno los derechos de los personajes son del autor Masashi Kishimoto y la historia es de mi autoría.
Una vez aclarado eso, debo decir que me desaparecí porque también perdí el rumbo como Hinata jajajja. Pero en estas fechas me siento mucho mejor y voy a finalizar mis historias porque no voy a olvidar jamás una historia que me enamoro y nunca pude leer su final, lloro de recordar. OK, finalizando ese tema, espero que este capitulo sea de su agrado. Los quiero mucho a todos y pasen linda lectura.
