Disclaimer: Bleach y sus personajes no me pertenecen son propiedad de Tite Kubo, pero la historia es completamente mía.
Capítulo 10 listo. Quizá sea yo, pero el fandom parece estar reviviendo de las cenizas, o acaso ¿es la soledad la que llama a mi puerta? xD
"Antes de pelear piensa, ¡piensa en lo que puedes hacer!"
–Roronoa Zoro (Eiichiro Oda)
CAPITULO X – "Distintos"
Pov Kei
La presencia de ese hombre en casa le causaba miedo. No fueron más de dos horas en las que su padre había partido de su hogar, cuando ya Riruka había traído a un hombre desconocido. Era un sujeto alto y delgado. De tez blanca, ojos marrones y pelo oscuro.
Vigiló a Riruka por largo tiempo en la sala principal, su curiosidad no le permitía dejarles de ver. Riruka y ese hombre no se habían dado cuenta de su presencia, pero fue solo un instante, un momento en que vio como ambos se estaban besando en el sillón de la sala, que no pudo contenerse y salió de su escondite gritando.
–¡¿Que hacen?! Se supone que tu –Señalo con su pequeña mano a Riruka –¡Quieres a mi papá! Y… y te estas besando con ese señor.
Los mencionados se separaron sin mucha prisa y lo miraron fijamente.
–Vamos Ginjou no le prestes atención, es solo un mocoso
El hombre le miró directamente y se levantó. –Escucha bien niño, Riruka y yo tenemos una relación que no te importa en lo más mínimo, pero déjame decirte que si hay algo que debe de interesarte mucho y es el hecho de que si dices una sola palabra de lo que acabas de ver, yo mismo me encargare de cortarte la lengua, sacarte los ojos y asesinar a tu lindo padre con mis propias manos, quiero pensar que tú no quieres que pase eso. ¿Cierto?
¿Qué había dicho? Ese sujeto no podría matar a su papá y mucho menos lastimarlo o hacerle esas cosas tan horribles que decía –¡Mientes! ¡No puedes hacer eso, mi papá es muy fuerte y no lo permitirá!
El hombre sonrió mientras lo señalaba –¿Enserio quieres arriesgarte? Y culparte si le llega a pasar algo. Créeme niño que si me sigues molestando no solo me desharé de tu padre, sino también de la zorra de tu madre.
El pánico le invadió. –¡No! por favor no les hagas nada. –Ginjou asintió ante su cambio de actitud.
–Entonces lárgate y no vuelvas a molestarnos. No quiero verte cerca de nuevo.
La mirada tan amenazadora que le lanzó le hizo temblar de pies a cabeza, sintió como si varias estacas fueran clavadas en su persona y le lanzaran a un gran agujero. Corrió lo más rápido que pudo a su habitación, cerró la puerta, tomó al pequeño peluche de su madre de su cama y se escondió debajo de la misma.
Abrazó con fuerza el pequeño muñeco entre sus manos, el perfume de su madre había desaparecido por completo, se sentía tan solo y desprotegido. No quería ir a la escuela, no quería estar en casa, él solo quería que su papá lo escuchara y que su madre volviera.
Se hizo bolita mientras unas cuantas las lágrimas se escapaban de sus ojos. Se acurrucó debajo de la cama, cerró sus ojos, mientras sentía el frío calar su piel, de repente sintió varias lamidas en el rostro y al observar se encontró con su perro. Él era Kon y si al principio no lo quiso, ese labrador de había convertido en su mejor amigo y fiel compañero, casi nunca lo dejaba solo y eso de verdad lo agradecía. Abrazó al perro con insistencia. Él si lo escuchaba.
Miró al perro con anhelo. –Kon ¿Crees que cuando papá vuelva y mamá venga con él, todo mejorara?
Pov Riruka.
Le sorprendió en demasía, el como Ginjou supo manejar la situación cuando el mocoso fastidioso de Ichigo apareció molestando. Las palabras que el pelinegro pronuncio fueron perfectas, con eso tendrían suficiente para no tener problema con que al niño se le escapara alguna palabra, realmente todo estaba resultando demasiado sencillo.
Se recostó en el sillón de nuevo mientras esperaba a que Ginjou continuara con lo que estaban haciendo. El pelinegro no perdió tiempo y se puso encima suyo mientras empezaba a repartir besos por todo su cuerpo, sus manos tomaron su pechos y los apretaron con bastante fuerza. Todo estaba tan bien en el ambiente, hasta que el estúpido sonido del teléfono sonando los volvió a complicar. Aunque Ginjou no quería volver a detenerse, ella tuvo que acabar el contacto en el acto. Probablemente se trataría de Ichigo y si no contestaba, podrían complicarse las cosas.
Empujó al pelinegro y se dirigió al aparato –Espera un segundo Ginjou, te prometo que después de esto nos tomaremos toda la noche. –Vio como el hombre bufó con molestia.
Tomó el teléfono entre sus manos –Bueno, residencia Kurosaki. Riruka habla.
Se escuchó un suspiro largo al otro lado de la línea. –Hola querida, soy Masaki. Quería saber ¿cuándo vuelve Ichigo con Rukia?, estamos un poco ansiosos, también queríamos avisarte que Isshin y yo pasaremos a ver a Kei el día de hoy. Queremos estar con él en la ausencia de Ichigo, debe sentirse muy solo ahora que no están ninguno de sus padres.
Apretó con fuerza el aparato en su mano. –¡No por favor! No se molesten, yo estoy cuidado bien del pequeño, de hecho no creo que puedan venir hoy, vamos de salida para que vaya a jugar futbol a la casa de uno de sus amiguitos. Espero lo entiendan. Por cierto Kei ya está dirigiéndose a la puerta, así que nos vemos.
Colgó el teléfono. En definitiva todos los Kurosaki eran una bola de imbéciles. Observó cómo Ginjou le esperaba en el sillón y sin prisa se dirigió hacia él. Esos serían un día y noche agitados.
Pov Masaki.
El sonido de espera del teléfono, le hizo saber que le habían colgado la llamada. No supo interpretar el gesto de Ichigo, ¿cómo su hijo prefirió dejar a Kei con una mujer que solo él conocía?, darle favoritismo a ella que a sus propios abuelos, incluyendo a los Kuchiki´s. Sabía que ambas familias estaban preocupadas por el infante después de la partida de Ichigo y no solo por eso, sino también por el hecho de que el niño había estado lejos de su madre por mucho tiempo. Al inicio se molestó bastante con Rukia por su acto tan imprudente, pero luego pensó con más claridad. ¿Qué madre dejaba por propia voluntad a su hijo tanto tiempo? Y la respuesta llego igual de rápido que un relámpago… NO, NO HABIA NINGUNA. Menos la pequeña pelinegra que conoció desde que era una indefensa niña. Esos pensamientos solo alimentaron su preocupación al máximo. ¿Qué había pasado? Había algo más de por medio.
–¿Qué sucede Masaki? ¿Podemos ir a ver Kei.? –La voz de su esposo le distrajo.
Negó con la cabeza. –Al parecer Riruka llevara a Kei con un amigo.
Vio en los ojos de su esposo molestia, mientras se exaltaba –El estúpido de mi hijo dejo al pequeño Kei con una de sus "amigas", mientras nosotros estamos inquietados. De verdad merece una buena tunda, cuando lo vea yo… –El semblante de Isshin cambio a uno más triste –Nosotros… nosotros no lo criamos así.
Ella lo sabía muy bien... pero su pequeño hijo había cambiado mucho, todo a partir de la muerte de su hermano. Rodeó a Isshin con un fuerte abrazo. –Esperemos que Ichigo pronto abra los ojos.
Isshin le correspondió el abrazo y la tomó con la misma fuerza e insistencia. –Espero que tengas toda la razón mi amada Masaki… por su propio bien, esperemos que así sea. Si esto continua así, me temó que tendremos que velar ante todo por nuestro nieto.
Pov Grimmjow
Sabía que tenía que contarle a Rukia lo antes posible, pero aquel día la pequeña muchacha había salido temprano del departamento por una cita con el médico, no le había dado tiempo de hablar con ella. No se quejaba en lo absoluto, sabía que Rukia había tenido problemas de salud desde que la conoció y ahora que por fin los estaba tratando, era una acción que le tranquilizaba.
Pero tarde que temprano le tendría que decir. Gruño y observó a Saito jugar con sus juguetes en la sala del pequeño departamento. Ese niño amaba los muñequitos de animales de plástico que él le había regalado, eran juguetes que se vendían bastante bien en el zoológico, cuando los vio a la salida del recinto, no lo pensó mucho antes de comprarlos para el pequeño, Saito a su vez los adoro desde que los vio por primera vez. Aunque también había un defecto en esos juegos… y era el hecho de que Rukia le había comprado al niño una especie mutante de peluche de un conejo, que por cierto Saito también amaba… ¡Por los demonios! Que esa cosa si estaba muy fea, no entendía como esa mujer podía cómprale eso a su hijo.
Sus pensamientos se detuvieron por un segundo y quedo paralizado con su propia reflexión. ¿Qué demonios había considerado? Se corrigió a sí mismo y siguió observando al niño jugar, mientras se mantenía sentado en el sillón de dicha sala. Rukia le había pedido de favor estar al pendiente de Saito mientras ella tenía su cita médica. Pero claro, el defecto estaba en que él no estaba acostumbrado a levantarse temprano. Bostezo largamente. ¿Sería muy malo si tomaba una pequeña siesta?
Llamó la atención del niño con un gesto de su mano –Saito, dormiré un poco en el sillón. Si necesitas algo, te sientes muy solo o Rukia vuelve, no dudes en despertarme.
El niño asintió con la cabeza. –Sip papá, no te preocupes yo te aviso.
Sabía que tal vez era imprudente dormirse mientras cuidaba al niño, así que puso su alarma para que sonara cada 15 minutos. Se despertaría intermitentemente para ver a Saito y si todo estaba bien, volvería dormir.
Entre la niebla la luna brillaba llamándolo a buscarla, caminaba con los pies descalzos. Miraba a lo lejos, el cielo amplio y el mar azul, la paz absoluta que extrañamente le embriagaba lo relajaban extendiéndose por su cuerpo. Hace mucho tiempo que no se sentía así, las nubes formaban varios animales, perdiéndose en el horizonte miró el océano, se vio así mismo en el reflejo del agua con una camisa blanca y unos pantalones cortos del mismo color, en su muñeca una pulsera de amatistas brillaba con fulgor, como si un universo entero estuviera en ella.
A pesar de sentirse tan bien en aquel instante, se distrajo por el fuerte tirón de uno de sus brazos… le fue imposible continuar con aquel sueño.
Se levantó rápidamente y observó como Saito jalaba su brazo con bastante insistencia. –¿Qué sucede? –Lanzó un largo bostezo mientras se rascaba la nuca. –¿Acaso Rukia ya volvió?
–¡Hay problemas papá! – El semblante preocupado del niño, lo despertó por completo.
–¿Qué paso? –Saito no dejaba de jalarle el brazo.
–¡Es mamá! Escuche un grito afuera. Creo que está peleando con un señor.
No fueron ni dos segundos y se levantó rápidamente del sofá. Su paso era apresurado mientras se dirigía a la puerta del departamento, la abrió con ímpetu y se encontró con la escena de Rukia aprisionada bajo el yugo de un pelinaranja.
–¡¿Qué demonios esta pasado aquí?! –Rukia y el sujeto, voltearon al escucharle. Ahora lo reconocía, ese sujeto… ¡Ese sujeto era el que estaba en las fotos de Rukia! Él debía de ser el esposo de la pelinegra.
Su enfado creció –¿Qué sucede Rukia?¿ Acaso este bastardo te esta molestado?
La pequeña mujer lo miró en inicio con un semblante de sorpresa –Grimmjow…
Saito no perdió oportunidad alguna antes de correr directo hacia Rukia y abrazarla fuertemente por la cintura, acción que hizo que el pelinaranja se alejara de Rukia. Aprovechó el momento, puso a Rukia y a Saito detrás de él mientras miraba a Ichigo amenazadoramente y con desprecio. Su respiración se estaba agitando y gruño por lo bajo. Debía controlarse.
El niño se aferró a los brazos de Rukia, mientras esta lo intentaba consolar. Ver dicha acción también le hizo sentir extrañamente seguro –¡Mamá! ¡Estaba asustado, te escuche discutir y desperté a papá!
Vio a Rukia hablarle tranquilamente –Tranquilo, todo estará bien. Entra y ve a tu habitación, en un momento te alcanzaremos.
El niño obedeció a Rukia a regañadientes y entro de nuevo al departamento, mientras esta se ponía delante de él. Asiéndolo a un lado.
–No es necesario que estés aquí Grimmjow, yo me hare cargo de esto.
Gruño con más fuerza. No dejaría a la chica sola. –Tsk… deja de decir estupideces Rukia, no te dejare sola con este imbécil.
–No te preocupes Ichigo ya se iba.
Se concentró tanto en ver el perfil decidido de la chica y la manera tan fuerte que le atraía verla actuar de esa manera, que ignoró por completo al estúpido del esposo de Rukia, hasta que lo volvió a escucharle hablar. –No podía esperar menos de una mujer como tu Rukia. Pero yo volveré, ya lo veraz. Esto no se quedara así.
Iba amenazar al maldito, pero Rukia se le adelanto al hablar. –Vete ya Ichigo y si nos volvemos a ver pronto, será en el juicio del divorcio.
No esperaba esa reacción de la pelinegra y menos sus palabras. Por un instante se sintió bastante satisfecho con el actuar de la chica.
–No sé qué mierda dices, pero tu… tu eres… ¡eres una ZORRA!
Fueron pocas las palabras que pronuncio aquel sujeto. Pero no necesito ninguna otra para que las contenidas ganas de acecinarlo florecieran y brotaran cual fuego en un incendio. Lanzó un golpe a su rostro con todas las fuerzas que en ese instante la ira le proporcionaba, tirándolo con estruendo.
Su respiración se hizo muy rápida. La ira salía literalmente por sus poros y rugió cual bestia salvaje. Simplemente no podía evitarlo. –¡Desgraciado bastardo! ¡¿Cómo te atreves a llamar de esa manera a Rukia?!
El idiota se levantó rápidamente del suelo y le miro penetrantemente, mientras limpiaba la sangre de uno de sus labios. –¡¿Quién mierda eres tú?! Los asuntos con esta zorra son solo míos, no tienen nada que ver con los imbéciles que se acuestan con ella. ¿Dime cuanto te está cobrando? Te pagare lo mismo si te largas.
Si creía que antes estaba molesto se había equivocado. Estaba alcanzando nuevos límites. Refunfuño sonoramente y mostró sus colmillos. Tal vez no lo pareciera, pero el inconscientemente había aprendido varias conductas de los felinos. No por nada había sido criado observándolos desde pequeño. Su expresión corporal era un mensaje claro. Una advertencia. "¡LÁRGATE AHORA MISMO O PAGARAS LAS CONSECUENCIAS!" Sin embargo al verse ignorado. Se lanzó hacia el pelinaranja encontrándose con una fuerte resistencia del mismo.
–¡¿QUIERES PELEAR IMBECIL?! ¡TE ENSEÑARE MODALES! ¡MALDITO BASTARDO! –Sujetó con fuerza al muchacho, pero la técnica de ambos era muy parecida. Él había aprendido judo, pero al parecer el estúpido ese, también había aprendido algún arte marcial, dado que sus llaves y movimientos eran esquivados continuamente.
–¡NECESITARAS MÁS QUE ESO PARA DERROTARME IDIOTA! –En un descuido el pelinaranja lanzó un golpe a su mandíbula, dando certeramente en su objetivo. Se tambaleo por un instante, pero no toco el suelo.
Golpes cortos y largos fueron esquivados por ambos, pero fue solo un instante en el cual ambos terminaron teniendo un forcejeo cerrado y un agarre truncado. Ninguno se movía, mientras que intentaban desequilibrar a su oponente. En ese momento tomó la ventaja, no por nada había estado manejando a grandes felinos toda su vida. Tal vez en técnica estaban empatados, pero en fuerza… él era sería el claro ganador. El pelinaranja empezó a retroceder y verse acorralado contra una pared, todo gracias a la potencia que él estaba ejerciendo en el cuerpo del pelinaranja.
Jadeaba debido al cansancio, pero estaba visiblemente satisfecho. Una sonrisa cruzo por sus labios. –¿Qué pasa niño bonito? ¿Eso es todo? Eres muy hablador pero tienes poca fuerza. –Lo apretó con más fuerza contra la pared. Lo tenía arrinconado.
Sin embargo la mirada del pelinaranja no mostraba miedo o arrepentimiento. –¡Maldito!
Iba a apretar su agarre, pero sintió que alguien jalaba de su brazo. Al voltear miró a Rukia que le observaba preocupada. –¡Basta Grimmjow! ¡Es suficiente! Por favor detente.
Rukia no se lo tuvo que repetir aquellas palabras. Soltó al hombre y bajó sus manos mientras no perdía de vista a la chica. Su mirada violeta estaba enfadada y tenía una pisca de preocupación. –Lo siento pulga… yo solo…
Un golpe por la espalda lo tomó por sorpresa y lo tiró al suelo ante la mirada de Rukia. El pelinaranja se le lanzó encima aplicando una llave contra su cuello, imposibilitándole defenderse. El oxígeno empezó a faltarle y su fuerza se vio mermada poco a poco. Por más que quería intentar quitárselo de encima no podía y empezó a ver cada vez más borroso. ¡Maldita sea! Si no hacía algo perdería la conciencia… Su mirada empezó a nublarse, sin embargo de la nada se vio liberado de la llave. Rápidamente se recuperó, respirando rápidamente y poniéndose de pie tambaleantemente, intentaba recuperar oxígeno, estaba bastante aturdido, observó con cuidado su entorno. Ulquiorra sostenía al bastardo pelinaranja con una llave en uno de sus brazos. El pelinegro de ojos verdes había alejado al maldito bastardo de su cuello.
–¡ES SUFICIENTE! No sé qué este pasando aquí, pero este edificio no es solo suyo. Hay otras familias que viven aquí. –Ulquiorra soltó al pelinaranja y se dirigió al mismo.
–No sé quién seas. Pero no eres bienvenido aquí. Lárgate antes de que te eche. –Observó como ese imbécil miraba a Ulquiorra y como retrocedió.
–Me iré, pero te lo juro Rukia, voy a volver. ¡No habrá ningún maldito divorcio! –Lo volteo a ver –Y tu desgraciado, ya me encargare de ti.
Quería lanzarse de nuevo a pelear, pero al ver que el pelinaranja se retiraba, detuvo sus acciones. Miró de nuevo a Rukia y esta le pegó una fuerte bofetada haciéndole retroceder un poco. Estaba anonadado. Llevó una de sus manos al sitio del impacto, eso pequeña acción le había dolido más que los golpes del pelinaranja ese.
–¡Idiota! ¿Qué crees que estabas haciendo? ¡Pudo lastimarte! Ichigo ha tomado clases de kick boxing desde pequeño. –La voz de la chica se hizo más baja –No tenías por qué haberte metido…
Ver la preocupación de la chica por su persona, lo vigorizo y le hizó actuar sin pensar. –Rukia… –La acurrucó entre sus brazos con todas sus fuerzas, se mantuvo pegado a ella a pesar de que el dolor de los golpes en su cuerpo ya empezaba a molestarle. Su olor a jazmín le embriagaba y era suficiente para que se olvidara de todo.
–Por favor si van a hacer eso, háganlo dentro de alguno de sus departamentos. Les repito que este edificio es de todos. –Se separó rápidamente de Rukia y miró Ulquiorra, no quería admitirlo pero le debía una a ese bastardo.
–Tsk… solo nos estábamos dando un abrazo.
El chico de ojos verdes no cambio su expresión. –No me importa que estaban haciendo, solo no quiero más escándalos. ¿Entendido?
¿Qué molesto era ese tipo? iba a responder, pero Rukia se le adelanto. –Sí, entendido Ulquiorra, de verdad sentimos los problemas. Por favor perdónanos, manda un saludo a Orihime y a tu hijo de mi parte.
El mencionado les dio la espalda dispuesto a marcharse.
–Vamos Grimmjow, hay que curar tus heridas.
Pov Rukia
Grimmjow estaba bastante golpeado, se había abierto una herida arriba de su ojo izquierdo, la cual estaba liberando bastante sangre. Se sentía culpable por las heridas del chico y una presión creció en su pecho. El peliceleste estaba sentado en el sillón mientras ella le limpiaba las heridas con un paño húmedo de alcohol. Saito observaba todas sus acciones atentamente, el niño se veía triste.
Por un momento su atención se desvió a un único pensamiento. ¿Ichigo estaría bien? Grimmjow también lo había atacado con bastante fuerza e insistencia. ¿Alguien curaría sus heridas? Se regañó a sí misma. ¿Qué tonterías estaba pensado? La melancolía la sorprendió por un segundo y le hizó preguntarse. ¿Cuánto había cambiado Ichigo en su ausencia? No se parecía nada al Ichigo que conoció de niña, con el cual creció y del que se enamoró. ¿Por qué su esposo no podía escucharla?
Un pensamiento la llevó a otro, si Ichigo estaba ahí ¿Quién cuidaba a Kei?, su preocupación aumentó y se puso como nota mental, hablar a su madre esa misma noche para asegurarse de la situación de su hijo. No quería que el pequeño estuviera sufriendo innecesariamente. ¿Cómo Ichigo se había atrevido a dejarle solo?
–¡Mierda! ¡Duele! Vamos Rukia ten más cuidado, que esa cosa duele como mil demonios.
Apretó con más fuerza en su herida –No seas llorón Grimmjow, esto es para que mejores.
–Tsk… No importa para que sea, no quita el hecho de que me duela.
Continúo con su labor, limpiando con esmero las heridas del chico. Le estaba poniendo una pomada para los hematomas, iniciando por sus brazos, después el chico se quieto la playera y ella empezó a atender los golpes por toda su espalda. Por un instante se puso bastante nerviosa al tocar aquellos músculos bien trabajados durante años de esfuerzo en el zoológico –Ya casi acabo.
El chico asintió –Oye Rukia… hay algo que debo decirte a ti y a Saito. Es acerca del trabajo, apenas ayer me entere y te lo iba a decir hoy en la mañana, sin embargo tu cita médica no me permitió sacar el tema a conversación.
Miró a Grimmjow con duda y empezó a preguntarse qué es lo que él chico tenía que decirle. Saito también le miraba expectante –¿Qué sucede Grimmjow?
Terminó de ponerle la pomada al chico, lo oyó suspirar y lo observo fijamente mientras este se ponía la camisa de nuevo. –Rukia, en el zoológico me informaron que Nibelungo ya tiene suficiente edad para ir a una reserva para continuar con su readaptación a la vida salvaje. –Se quedó callado por largo tiempo y ella empezó a ponerse nerviosa –Rukia, debo partir con Nibelungo a una reserva en China antes de que acabe el mes.
¿Qué acababa de decir el chico? Antes de que acabara el mes… ¡Eso era en menos de dos semanas!
–¡No puedes irte papá! ¡¿Quién va a cuidar de mí y de mamá?! ¡No puedes abandonarnos!
No pronuncio palabra alguna, solo observó como Grimmjow intentaba consolar a Saito. –Tranquilo campeón, no me iré para siempre, solo serán unos meses… quizás un año. Pero prometo venir a visitarlos constantemente. No quiero irme créanme, pero es parte de mi trabajo, no puedo dejar a Nibelungo desamparado a estas alturas. Él me necesita.
El pequeño niño estaba empezando a llorar y a ella se le partía el corazón –¡Nosotros también te necesitamos papá!, por favor no te vayas– El niñito corrió a abrazar a Grimmjow, ella por su parte se sentía perdida y fuera de lugar.
Se acercó tranquilamente a Saito y lo abrazó. –Basta Saito, Grimmjow tiene razón, él no puede dejar a Nibelungo solo. –El nombrado los observo a ambos, se aproximó a ellos y les dio un gran abrazo, cubriéndoles protectoramente.
Se separaron lentamente –Ahora por qué no olvidamos el asunto por el momento y cenamos algo. Han sido demasiadas sorpresas por un día y tal vez primero necesitemos comer y dormir un poco antes de continuar el tema. –Se dirigió hacia la cocina, no avanzo más de tres pasos cuando todo empezó a darle vueltas. Se apagó todo en un instante, sintiendo como todo caía a su alrededor… a lo lejos, solo oyó dos voces gritándole en la obscuridad.
–¡Rukia!
–¡Máma!
Adelanto.
Capitulo XI " "
El solo pensar la posibilidad de que estuviera equivocado hacia que su alma temblara cual hoja en un huracán. Miró de nuevo la sangre en su puño, mientras pequeños vidrios salían del mismo.
¿Qué es lo que Urahara quería decirle? Y por qué ahora sentía le ferviente necesidad de escucharlo y con la misma intensidad sentía que debía ignorarle.
KassfromVenus: Se hace lo que se puede por actualizar rápido xD
RhapSome: Tomare con mucho gusto esas 5 estrellas, en verdad agradezco tu valiosa opinión.
Yuki05: Guenas, no te preocupes por el tiempo, yo soy la que se debe sentir mal por hacerlos esperar tanto tiempo para conocer el desenlace de la historia u-u :'v no sabes cuánto agradezco que esperes la historia, en el fondo pensé que cuando regresara con las actualizaciones ya nadie me leería xD Uff y no sabes las ideas que se me han venido a la mente, que espero nadie me odie al final. No duermas tarde que luego por eso estamos de zombies en la calle xD Te mando muchos abrazos, emociones positivas y ya nos leemos pronto. Saludos!
Nozomi-chan: Yap, tarde pero seguro seguimos avanzando en la actualización, pues solo diré que Urahara es pieza clave en todo xD Te mando saludos y nos leemos pronto.
Guest: No lo se :'v quizá fanfiction ya no me quiere y no les avisa de las actualizaciones u-u en cuanto a la trama, tarde por temprano caerá por su peso las piezas de las acciones de Ichigo y de Riruka dame tiempo :v Mil gracias por el review, muchos saludos.
Gracias a todos por seguirme en esta travesía de la historia, ya llevamos mucho tiempo con ella, pero como he prometido no le he abandonado ni la abandonare y en parte es por ustedes, recuerden que sin lectores no hay historia (les hablo a ustedes fantasmones :v) así que por favor no olviden dejarme un bonito review con su opinión, son el apoyo moral que necesito para actualizar más rápido (también es la manera de presionar a mi parte floja a trabajar :P) Les mando muchos saludos y nos leemos pronto. Vinsmoke fuera.
