Disclaimer: Bleach y sus personajes no me pertenecen son propiedad de Tite Kubo, pero la historia es completamente mía.
Existió un gran obstáculo para actualizar rápido y ese fue mi perrito reclamando atención y cariñitos de mi parte. Fue difícil pero lo logre xD Disfruten el capítulo y nos vemos más abajo.
"La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio."
– Cicerón
CAPITULO XI – "Insight"*
Pov Ichigo
Salió del edifico lo más rápido que pudo y limpio con su mano un hilo de sangre que empezaba a escurrir por sus labios, el imbécil ese le había asestado un golpe en la cara, suficiente para abrirle el labio considerablemente. Miró hacia los lados buscando a Urahara a la distancia y lo pudo distinguir en una banca cerca de varios arbustos cruzando la calle aledaña al edificio. Caminó directamente hacia él.
–Urahara, vámonos.
El rubio lo miro con interés –¿Te encuentras bien Ichigo?
No estaba de humor para sus charlas –Solo encárgate de que no huya, mantenla vigilada bajo cualquier costo. –Después de hablar, siguió caminando con dirección fija al hotel, necesitaba descansar urgentemente.
Pov Urahara
Vio como Ichigo se adelantaba rápidamente y supo que no podía dejar solo al muchacho, ya que en su estado era factible que podría cometer una idiotez. Solo espero unos cuantos segundos más a que Starck saliera del edificio, él nombrado no tardo en localizarlo y acercarse.
–Urahara, el edificio es bastante viejo y con poco vigilancia, puedo suponer que los propietarios son personas con poca experiencia en administración o sin dinero suficiente para darle un buen mantenimiento, hay bastantes huecos donde escabullirse. No me será difícil mantenerme cerca del lugar, nadie notara que estoy aquí.
Asintió con la cabeza. –Escucha Starck no solo debes vigilarla, quiero que también investigues todo lo que puedas de las personas que le rodean y de este lugar. Toda la información nos será de gran utilidad.
Starck bostezo y estiro los brazos perezosamente. –Que jodido problema son todos tus trabajos.
Levantó una ceja interrogativo. –¿Acaso esperabas que esto fuera igual de fácil que dispararle a alguien y ya?
Lo vio rascarse la cabeza y desviar la mirada –A veces eso era más fácil.
Sonrió y le dio varias palmadas en la espalda a su viejo amigo –Vamos Starck sé que estas oxidado pero da un último esfuerzo. Ahora, creo que es momento de que me vaya, pero ya sabrás de mí, mantén tu celular en alerta.
Dejo al castaño en aquel lugar, mientras se apresuraba a alcanzar al pelinaranja.
Pov Ichigo
Llego al hotel rápidamente, refunfuñando sonoramente golpeo a varias personas al entrar al hotel, pero simplemente no le importo, su mente estaba nublada y tenía unas enormes ganas de matar a cualquiera que se le pusiera en el camino.
Localizó la habitación que compartía con el rubio y entro sin más, fue directamente al baño, abrió el grifo del agua y empezó a empaparse la cara. Se sentía tan perdido. ¿Por qué actuó tan impulsivamente cuando vio a Rukia? Simplemente las palabras salieron más rápido de su boca de lo que esperaba, ni siquiera las pensó, más aún después de ver a ese imbécil a lado de la pelinegra, fue en ese momento que se dejó llevar por la ira. Sabía que debía actuar diplomáticamente para traerla de vuelta… pero luego salió con toda esa mierda del divorcio que simplemente, no supo cómo actuar. Levantó la mirada y se encontró con su propia imagen siendo reflejada en el simple espejo de baño, le tomó un segundo ver su semblante y notar que en su chaqueta un papel sobresalía del bolsillo superior de su pecho, algo que le atrapó por sorpresa ya que raramente él lo usaba. Con una de sus manos sacó con cuidado el papel y lo desdoblo lentamente. Abrió los ojos desmesuradamente cuando se encontró con la fotografía de él y Rukia el día que le pidió matrimonio, esa noche bien rememoraba había sido magnifica, un recuerdo que mantenía intacto en su corazón y le llenaba de calidez cada vez que se sentía caer, perdió el aliento por varios segundos antes de preguntarse ¿Cómo había llegado esa foto ahí?
Los recuerdos se clavaban en su pecho como dagas, comparar la mirada que Rukia le dirigía en ese entonces con la actual, era muy difícil… pero el golpe fue mínimo a comparación de lo que vio después, una frase. Escrito con garabatos infantiles reconoció la letra de Kei, "Regresa rápido con mamá, la extraño" pocas palabras y un mensaje sencillo, pero muchos sentimientos expresados ¿Cómo había sido tan estúpido al pensar que su hijo no extrañaría a Rukia? Ningún niño podía estar feliz con la larga ausencia de su madre… apretó la fotografía entre sus manos, ¿Por qué había tardado tanto en localizar a Rukia? ¿Qué estaba haciendo? Fijó de nuevo su mirada en su reflejo y sin medir sus acciones golpeo con su puño derecho el espejo, haciendo que este se rompiera en varios fragmentos. La sangre empezó a correr lentamente por su puño, pero no le importo. Llevo sus manos a la cabeza y jaló de sus cabellos fuertemente.
Gruñó con fuerza – ¡¿Qué mierda estoy haciendo?! – Su objetivo en ese viaje se supone que ya estaba decidido, traer de regreso a Rukia y evitar que su familia estuviera de nuevo en el ojo del huracán ante el escándalo que podría armar el hecho de su ausencia, pero la nota de su hijo no hizo sino que mover aún más, la frágil plataforma en la que sus argumentos estaban basados. Sentía la rabia aumentar cada segundo, solo le bastaba la tortura mental que surgía cuando recordaba como Rukia se encontraba con ese idiota de pelo celeste. ¿Su esposa lo estaba engañando de nuevo? ¿Por qué había un niño que le llamaba mamá y al otro sujeto papá? Ella… ¡ella era su mujer! ¡Se juraron fidelidad! Sabía que eran pensamientos egoístas los que tenía, ya que el mismo había engañado a Rukia en varias ocasiones. Pero ella… ¡pero ella no era como él! Estaba seguro que en ese instante se volvería loco.
–Esa es una buena pregunta Ichigo, ¿Qué haces y por qué lo haces? –Tan enfrascado estaba en su diálogo interno que no notó la llegada de Urahara.
Su mirada destilaba furia, un mensaje de amenaza latente para que el rubio lo dejara solo. –¡¿Qué haces aquí?! ¡Lárgate! ¡No quiero hablar con nadie!
Sin embargo el detective no se vio afectado por sus palabras. Solo se recargó en la pared del gran baño mientras lo miraba de reojo. –Sabes Kurosaki, eres un buen hombre, pero uno muy estúpido e impulsivo. Tal vez la mejor palabra para describirte sea "idiota".
¿Qué estaba diciendo? –No tientes tu suerte Urahara, no estoy de humor para soportar tus incoherencias.
El rubio se llevó una mano a la barbilla y le miró fijamente. – ¿Incoherencias?... Eres tú el que no es coherente con lo que hace y lo que siente… No tienes claro si quiera tu meta y ¿sabes por qué?, eso es porque tienes miedo de todo lo que te rodea, de no poder controlar la situación y peor aún, te tienes miedo a ti mismo, porque la duda te carcome el alma desde dentro. Para cualquiera es fácil salir huyendo del gran Kurosaki Ichigo y su poderío empresarial, pero para alguien con experiencia no es difícil ver a un niño mimado que tiene terror de salir lastimado por equivocarse en sus acciones. ¿O me equivoco?
Lanzo un fuerte puñetazo contra el rubio. Pero este fue fácilmente detenido y desviado, mientras Urahara lo tiraba al suelo de un solo tirón aprovechado la fuerza de la inercia. No se levantó, solo golpeo con fuerza el suelo de manera frustrada -¡Desgraciado tu que sabes de mi vida!
Pov Urahara
No pudo más que mirar con tristeza y compasión al chico en el piso. –¿Crees que en todo este tiempo no averigüe la clase de persona para la que he estado trabajando? No soy un retrasado, se perfectamente quien eres, quien es tu esposa y tu hijo, pero sobre todo, se los detalles del caso del asesinato de tu hermano. –Suspiró antes de continuar, para él también era difícil ver a un hombre en el suelo, en la miseria –Jugaste de dos bandos por proteger a tu esposa, a pesar de que tu corazón estaba roto por la muerte de tu hermano, buscaste siempre la duda, luchaste por su inocencia, pero fue tanto tu enfrascamiento y te encontraste tantas veces con las mismas pruebas, el mismo testimonio y la misma conclusión, que la desesperación te hizo actual de mala manera.
El chico se quejó en el suelo, pero no le miró. –¡Maldición! Sabes acerca de Mayuri.
Asintió con la cabeza y se sentó en el suelo al lado del pelinaranja. –Claro que se de él, ¿Por qué otro motivo tu esposa no estaría en prisión después de todas las pruebas en su contra? No te culpo Ichigo, en ese momento debiste sentir un miedo terrible de perder a la mujer que amabas y sin tener siquiera una prueba para defenderla te debiste sentir perdido. Sabes… siempre he dicho que el amor nos hace actuar de formas estúpidas.
Lo vio golpear fuertemente de nuevo las losetas del baño. Las palabras del chico salían como lamentos. –¡Yo la amo! ¡Pero no puedo vivir con ello! ¡No después de lo que hizo!
De verdad era un idiota y se compadecía de él –Entonces, ¿Por qué no la dejas ir? Si la quieres, pero no puedes vivir más con ella, sería lo mejor para Rukia, para ti y para tu hijo.
El muchacho lo gruño en respuesta –¡NO! ¡No puedo hacer eso!
El chico de verdad era egoísta, pero en su situación, solo le daba tristeza y lastima verlo –Supongo que no solo es el hecho de lo que se "supone" hizo tu esposa, sino lo que te recuerda que hiciste para "protegerla" y lo que la "agenda pública" escribía de su persona. –Se levantó de nuevo y le dio la espalda dispuesto a irse. –Escucha Kurosaki, si ya una vez convenciste a tu corazón de su inocencia y te rendiste, entonces piensa con claridad quien es el culpable de tu situación.
El chico se levantó y le habló a pesar de que seguía dándole la espalda –¡No seas imbécil! ¡Ella es la culpable! ¡Y nada va a cambiar!
Miró al frente y camino a la salida –No le tengas miedo a equivocarte, si ella es culpable solo reafirmaras lo que "supones" es verdad, pero si es inocente… piénsalo… estoy seguro de que de alguna manera eso te hará feliz. Tal vez todo sea una ilusión. Mi informe sigue abierto por si quieres leerlo, por cierto no sé si te interese pero ya mande a investigar todo a su alrededor. –No espero respuesta del muchacho, levanto su mano en gesto de despedida, rápidamente salió del baño y del departamento. Necesitaba un vaso de leche y un buen pastel de chocolate.
Pov Ichigo
El solo pensar la posibilidad de que estuviera equivocado hacia que su alma temblara cual hoja en un huracán. Miró de nuevo la sangre en su puño, mientras pequeños vidrios salían del mismo.
¿Qué es lo que Urahara quería decirle? Y por qué ahora sentía le ferviente necesidad de escucharlo y con la misma intensidad de ignorarlo.
Se recargo en la pared y poco a poco se resbaló lentamente por la misma, mientras volvía a caer en el suelo. Una de sus manos rozó un vidrio y al voltear, se encontró de nuevo con la fotografía y el mensaje de Kei. Habían caído al piso cuando intentó golpear al rubio. La tomó entre sus manos haciendo que en el proceso se manchara un poco con su sangre. ¿Cómo Rukia y él habían terminado en esa situación? No podía mentir… él la amaba y ya había sido mucho tiempo de su ausencia, su alma y su cuerpo la necesitaban más que nunca. No quería pensar más en ello, pero las palabras de Urahara le habían dejado demasiado inquieto, y… ¿si se había equivocado?. Negó con la cabeza rápidamente y regreso su vista a la fotografía. La impresión y el mensaje, solo le habían dado un objetivo. Bajo cualquier costo primero se llevaría a Rukia de ahí, regresarían a casa con Kei y después se encargaría de lo demás.
Pov Grimmjow
No supo como terminaron en el hospital, la única certeza que tenía era que Rukia no estaba bien, su desmayo lo había tomado por sorpresa y también a Saito, el pequeño niño estaba bastante asustado. Al inicio espero que Rukia reaccionara durante unos segundos, pero al pasar el tiempo no le quedó otra opción que llevarla al hospital, eso era lo más prudente. Dejó a Saito bajo el cuidado de Ulquiorra y su esposa, a pesar que el niño quería acompañarlo.
Se encontraba sentado en una de esas sillas incomodas de hospital, fuera de la sala de urgencias, donde todo el ambiente era penetrado por el olor a alcohol y desinfectante que de verdad le asqueaban, ese tipo de lugares solo le producían una mala sensación, le erizaban la piel cual gato. Se distrajo al ver acercarse un médico a su persona y de inmediato se puso de pie.
Lo miró un instante antes de que hablaran. El médico de prominente barba se dirigió a él. –¿Usted es familiar de la señorita Rukia? Necesito que me proporcione algunos datos de registro.
¿Que decía ese tonto? Él no era tan paciente, simplemente quería saber cómo estaba la pelinegra. –¡Demonios! ¿Acaso eso no puede esperar? ¡Solo quiero que me diga cómo esta Rukia!
El médico no se intimido ante su rabieta. Paso una mano por su barba y murmuro por lo bajo. –Por favor tranquilícese, este es un hospital y no le puedo dar información a cualquiera, debe ser un familiar cercano, entienda eso, es un protocolo.
¿Familiar cercano? La chica no tenía a nadie así. Por un instante recordó al imbécil del esposo de Rukia, pero sabía que recurrir a él era una idea tan buena como meter la mano en una trituradora. –Ella solo me tiene a mí.
El medico lo observó y levantó una ceja interrogante –¿Y eso que significa? Necesito que sea un familiar cercano y usted no se parece en lo absoluto a ella.
¡Maldición! ¡A ese tipo que le importaba! –¡Con un demonio!, escuche medicucho yo soy su esposo, ¡¿Ahora me puede decir de una maldita vez, que es lo que tiene mi esposa?!
El medico lo siguió mirando por largo rato antes de llamar a una enfermera y pedirle algo, para después ver como esta se alejaba rápidamente. Lo vio suspirar antes de continuar. –Bien, en ese caso seré directo. Su esposa tuvo un desmayo debido a una bajada repentina de presión, no estamos seguros si sea por una deficiencia anémica, estrés de algún tipo o una patología enmascarada. Por el momento queremos descartar la patología o la anemia.
De inmediato recordó el incidente de Rukia e Ichigo. Era más que obvio que ese había sido el desencadenante de todo. –Lo entiendo. ¿Qué se supone que debo de hacer?
La misma enfermera regreso al lugar con varios papeles, los cuales entrego al galeno. –Manténgala en vigilancia, asegúrese que coma bien y no la presione, por su edad puedo suponer que son una pareja de ya algunos años, por favor no se deje llevar por sus emociones y sea prudente, arranques de ese estilo podrían ser muy perjudiciales para la salud de ambos. –El medico alzo los papeles en sus manos– Justo estas son las pruebas de su esposa, análisis básicos que se tenían que hacer, pero no se preocupe, de todos ellos, ella salió bastante bien.
¿Qué cosa decía ese hombre? El nunca lastimaría a Rukia, sin embargo el verdadero esposo de la chica, al parecer lo hacía con bastante facilidad y gracia. – ¿Exactamente que análisis básicos le hicieron?
Ese medico volvió a rascarse la barba. –Solo tomamos análisis de rutina como pruebas de toxicidad, un hemograma* para descartar la anemia en primer plano y una prueba de embarazo.
¿Em- embarazo? Se quedó pasmado un segundo… ¿Qué estaba insinuando? Como si Rukia y él… La voz fuerte del médico lo trajo de nuevo a la realidad. –Su esposa está en la habitación 108 B, está estable y en este momento está dormida. Puede pasar a verla, pero primero debe ir a recepción a proporcionar todos los datos que se necesitan para su afiche. Ahora si me disculpa, debo retirarme, tengo trabajo.
Así de rápido como el medico había aparecido, con la misma rapidez desapareció del lugar. Procesó la información y se apresuró a proporcionar sus datos a una enfermera de la recepción, fue bastante tardado y molesto pero se encargó de solo dar la información sensata, sabía que Rukia no quería dar más antecedentes que solo los necesarios. En las cajas del hospital pagó la cantidad debida por la atención de la chica y se dirigió a su habitación. Entró con seguridad y entonces la miró recostada en la pequeña cama vistiendo una blanca túnica de hospital, se veía tan tranquila… su semblante relajado parecía llamarlo y le hechizaba.
Se acercó a la cama lentamente, observó con cuidado su perfil y rasgos finos. ¡Vaya! la enana tenía lo suyo, no se veía nada mal. No supo que fue aquel impulso que lo llevo a acercarse al rostro de la pelinegra, nunca había estado tan cerca de ella, tan solo estaba a pocos centímetros, su mirada ahora posada en los labios rosados y carnosos de su amiga, los cuales le estaban convocando. Tragó grueso y se lamió los labios, su respiración se agitó, se acercó aún más, oliendo su fragancia y gruño, sus labios casi estaban rosando con los de Rukia y de un momento a otro, los unió con los de ella. Fue un contacto rápido y superficial al inicio, para después profundizarlo poco a poco, sin embargo fue él mismo el que término precipitadamente con aquel beso, mientras ponía una mueca de disgusto. ¿Qué diablos estaba haciendo? ¿Se estaba aprovechando de una mujer indefensa? Si bien la sensación fue bastante agradable y grata no debía… ¡CON UN DEMONIO! A quien le mentía, aquel beso le había hecho sentir una corriente eléctrica por todo su cuerpo, una sensación de bienestar y dicha pura, que era… tan adictivo. Pero no era correcto, no debía de haber hecho aquello. Vio como la chica se removía entre sueños y rápidamente la sostuvo fuertemente entre sus brazos, parecía querer despertar y entonces la escucho hablar. –Ichigo… te… te amo.
Rukia volvió a relajarse, mientras continúo dormida él la recostó con suavidad. Se alejó de la cama de la chica y se sentó en una silla aledaña, mientras clavaba con fuerza su agarre en los brazos de la misma. Extrañamente pasó de estar de muy buen humor a querer matar a alguien.
Pov Rukia
Se sintió caer por un largo precipicio, como si su cuerpo fuerza jalado hacia algún centro, se sentía tan ligera en aquel lugar, mientras las imágenes de su vida se proyectaban a su alrededor, al inicio fueron bellas escenas al lado de su madre y de su padre, después su convivencia de niña con Kaien e Ichigo, para finalmente encontrarse con la escena de Ichigo y ella en la hermosa cena que tuvieron cuando el muchacho le propuso matrimonio. El chico le hablaba tan dulcemente y se acercaba lentamente a ella. Se miró a sí misma y vio que tenía puestas las mimas ropas de aquella especial ocasión. Su vestido, su peinado… Ichigo se acercó y le ofreció su mano.
–¿Qué pasa enana? ¿Acaso has olvidado como bailar? Debí suponer que en algún momento las clases de baile del estirado de Byakuya debieron ser tan horribles que estabas destinada a olvidarlas.
Se olvidó de todo por un momento y una pequeña vena en su mente empezó a resaltar. –No seas idiota Ichigo, de seguro el hecho de ser tan alto a comenzado a afectarte, el oxígeno no llega en suficiente cantidad a tu cerebro.
El chico bufó molesto y estiró de nuevo su mano –Deja de parlotear Rukia y quieres bailar de una buena vez.
Sonrió complacida –¿Qué pasa Ichigo? Fuiste tú el que empezó. No me digas que ya no resistes lo que antes. No me imagino lo triste que estará tu padre al saber que su hijo no resiste estar junto a una mujer por más de tres minutos.
Ahora observaba como el pelinaranja fruncía con más fuerza el ceño. Tomó su brazo de un momento a otro y la empujó suavemente a su amplio pecho. Mientras la abrazaba fuertemente y le robaba un beso dejándole petrificada. –La venganza es dulce… ¿no enana?
No le contesto ninguna palabra más, ambos caían en la hermosa fantasía que suponía estar juntos mientras compartían aquel especial baile, las estrellas brillaban fuertemente y ellos se movían al compás de la noche, mientras el viento acariciaba suavemente su piel. De un lado al otro seguían el ritmo. Todo era tan hermoso y de repente Ichigo se detuvo en medio del baile.
Sostuvo sus manos y la vio directamente a los ojos. –Sabes Rukia hemos estado juntos por largo tiempo en las buenas y las malas. Crecimos uno al lado del otro mientras los años pasaban e inevitablemente nuestros juegos cambiaron, al igual que nuestras actitudes y gustos, pero tanto para mí como para ti, nos fue difícil ocultar que sentíamos algo más allá de la amistad que tanto tiempo habíamos compartiendo. Aún recuerdo cuando te vi por primera vez, cuando llegaste a mi casa. Fue difícil al inicio pero al final todo salió bien, ahora después de tanto que hemos pasado, puedo meditarlo con tranquilidad, y la conclusión a la que llegue es que uno de los momentos más felices de mi vida, fue el instante cuando aceptaste ser mi novia pero… ahora me gustaría que ese sentimiento de dicha que experimento cuando estoy a tu lado fuera algo eterno.
Observó al pelinaranja buscar algo en su abrigo y sacar una pequeña caja. La soltó y se arrodillo frente a ella, mientras abría el pequeño objeto mostrando un anillo con un diamante. –Ichigo…
Le hizo callar con una señal de su mano. –Rukia… ¿Aceptarías ser mi esposa?
Sabía lo mucho que al chico se le dificultaban las palabras para demostrar sus sentimientos y el esfuerzo que debía estar poniendo en ello, ya que como él mismo decía, ese tipo de demostraciones no eran lo "suyo", así que no lo presiono más. Simplemente se lanzó hacia él y lo abrazo con fuerza, sus miradas chocaron y no tuvieron que decirse nada más. Se fueron acercando lentamente el uno al otro, hasta que sellaron su promesa con un cálido y profundo beso.
Un beso… un beso… un beso… tan cálido y lleno de amor…
Abrió los ojos poco a poco mientras las imágenes se empezaban a hacerse claras, la sensación en sus labios estaba a flor de piel y sentía la necesidad de estrecharse en los brazos de aquel hombre que le había regalado tanta dicha. Solo vio una silueta acercarse mientras la luz le cegaba. Estiro sus manos y sintió como era sostenida por unos fuertes brazos. Ahora volvía a sentirse segura.
–Ichigo… te… te amo. – Con la seguridad en su alma volvió a dejarse llevar por el cansancio, perdiéndose de nuevo en las tierras de Morfeo… de nuevo caía en el sueño.
Durmió tranquilamente antes de que sus ojos se fueran abriendo lentamente mientras sentía como las fuerzas regresaban a su persona, la luz se hacía cada vez más clara. Pronto se levantó lentamente de la cama y se sentó en ella, vio con claridad todo el lugar. No tardo en reconocer el lugar, una habitación de un hospital.
–Hasta que por fin despiertas pulga, creí que estarías dormida el resto del año y pensar que te quejas de mi por dormir una o dos horas más por la mañana.
La voz de Grimmjow fue fácilmente reconocible. Volteó y lo miró en una silla cercana. El chico se levantó y se dirigió hacia ella. Se sintió tan aliviada al ver a alguien conocido cerca, aunque la voz de su amigo se oía algo… ¿irritada? –Grimmjow… ¿Qué fue lo que sucedió?
El chico gruño –¿De verdad no recuerdas nada? Después del encuentro con tu marido, te desmayaste de repente cuando ibas a preparar la cena, al ver que no reaccionabas te traje la clínica y te hicieron un par de pruebas.
Pero si ella estaba bien, en su último chequeo médico le dijeron que estaba correcto, que solo faltaba que unos análisis específicos salieran del laboratorio para estar seguros que no tenía ningún problema. Por lo que le fue imposible no preguntar. –¿Pruebas?
El peliceleste le miro profundamente –Tranquila… fueron pruebas de rutina y saliste bien.
Suspiro aliviada y miró sus manos. –Gracias por ayudarme Grimmjow.
–Tsk… ni lo menciones pulga, tú me ayudaste cuando tuve la infección por la mordida de Nibelungo, además recuerda que te prometí que te protegería. ¿Acaso ya lo olvidaste?
Le sonrió cálidamente y hizo una leve inclinación de cabeza –Aun así gracias.
El chico le miró directamente y después desvió su mirada muestras cruzaba sus brazos. Parecía molesto. –Entonces larguémonos de aquí, los hospitales humanos no son exactamente el mejor lugar donde me gusta estar.
Se levantó de la cama ante la mirada del chico –Debemos pagar y…
El peliceleste le detuvo con un gesto de su mano–No te preocupes por eso, ya he pagado y está todo en orden. Ahora larguémonos de aquí, llamare a una enfermera para que te ayude a alistar y traiga tu ropa. –El chico de verdad parecía bastante enfadado. Supuso que al parecer, él odiaba los hospitales con bastante fuerza. El muchacho salió de la habitación y ella espero a que la enfermera regresara.
Grimmjow era un gran amigo, le había ayudado tanto que estaba segura que jamás haría suficiente para pagarle lo que había hecho por su persona. Después de buscar sus cosas y que la enfermera le ayudara, se vistió de nuevo con sus ropas y salió del hospital acompañada de Grimmjow. El chico le menciono con detalle todas las palabras del médico y que esperaba que su desmayo se debiera al intenso estrés sufrido a causa del reencuentro con Ichigo. Algo bastante lógico. Sin embargo ahora solo tenía en mente el estado de su hijo, aun no llamaba a su madre para saber de él y solo por algunos cortos instantes también se preguntaba por el estado del pelinaranja, estaría bien después de los golpes de Grimmjow y más aún… ¿volvería a verlo pronto? Esperaba que todo fuera tranquilo hasta el juicio del divorcio, que por cierto debía contratar lo antes posible un abogado a primera hora para empezar a tramitar los papeles.
Aun se sentía un poco débil y en un instante se tambaleo levemente ante la mirada del peliceleste, aun así siguió caminando con un poco de dificultades hasta que un segundo tambaleo le invadió, aun así la acción fue suficiente para que Grimmjow le sostuviera con uno de sus brazos por la cintura y le apretara con fuerza haciendo que se sostuviera de él. El chico no le miró en ningún segundo solo la sostuvo fuertemente y continuo caminando. Se sentía un poco incomoda por la acción pero decidió que lo dejaría pasar por esta vez, ya que no se sentía lo suficientemente bien y estaba realmente cansada. Solo se sostuvo al muchacho, mientras avanzaban en dirección de su apartamento.
Una semana después…
Pov Grimmjow
Estaba trabajando en la jaula de los leones del zoológico de Central Park, a decir verdad estar ese día ahí no era su obligación, él simplemente estaba ayudando a un viejo amigo. Apaleaba con fuerza varios montículos de tierra que debían ser removidos para evitar que varias salidas de agua fueran tapadas. Se les debía dar mantenimiento a todo el perímetro de las instalaciones de los animales. Se detuvo un momento y se secó el sudor.
–Vamos niño apresúrate, deja de perder el tiempo.
Gruñó molesto –Deja de molestar anciano o te dejare que te termines de pudrir tu solo en este sol ardiente. Bien sabes que no tendría por qué estar ayudándote.
El viejo solo le miró y soltó a reír en grandes carcajadas –Jajajajaj… de verdad eres un niño muy especial Grimmjow. ¿Dónde quedo el pequeño mocoso que jugaba convertirse en un gran león?
Se sonrojo momentáneamente recordado su pasado. ¡Joder! Eso era normal él era solo un niño. –No molestes Baraggan.
–Jajaja, de verdad sigues siendo un mocoso a pesar de que has crecido tanto… –El anciano empezó a hablarle con nostalgia en su voz. –Tu padre y tu madre estarían orgullosos.
Su comentario movió una fibra sensible dentro de él y simplemente no pudo contestarle. Continúo trabajando ahora con una sensación extraña en el pecho.
Ese anciano era un viejo amigo de sus padres y lo conocía ya hace bastante tiempo. Su apariencia se caracterizaba por tener una piel oscura y un cuerpo marcadamente corpulento, al menos para la edad que aparentaba. Su cara estaba surcada por numerosas arrugas y dos grandes cicatrices, una en su barbilla, que se extendía por la parte izquierda de su tórax, y otra que atravesaba su ojo derecho, dejándolo tuerto, consecuencia del enfrentamiento con un oso salvaje. Poseía un enorme mostacho blanco y un cabello de igual color y escasa longitud.
Observó de reojo como Baraggan rascaba su bigote –Hace poco oí que el traslado de tu pantera sería pronto. Debes estar ansioso y tal vez confundido.
Levantó una ceja de manera interrogativa y se detuvo de hacer su trabajo. –Claro que estoy ansioso, me preocupa su traslado, sabes que es muy difícil coordinar y monitorear cuando un animal es trasferido, sobre todo cuando las distancias son tan largas, un error es muy fácil de suceder. Alguna falla en los cálculos de la anestesia o en el equipo que se encargue de vigilar sus signos vitales podría significar la muerte de Nibelungo.
El viejo tosió un poco antes de contestarle. –Claro que lo sé imbécil, te recuerdo que he paso toda mi vida en este trabajo y se exactamente lo que eso implica. Pero… realmente no me refería a eso.
Dejó la pala a un lado y encaro por completo a Baraggan – ¿Entonces a qué demonios te refieres? ¿Fondos? Tampoco tengo por qué preocuparme por el dinero, conseguí buenos patrocinadores esta vez. Sera justo el dinero exacto.
Observó al viejo negar con la cabeza. –Eres igual de estúpido que el ingenuo de tu padre, pero por esa misma razón desde su ausencia sabes que te considero como mi hijo y debo corregirte… No me refiero a eso Grimmjow.
Su respiración se aceleró, no le gustaba para nada hablar de sus fallecidos padres, aunque se tratara de un viejo amigo de ambos, alguien que incluso él podría considerar en algún momento como "familia" –Entonces dilo de una vez viejo, sabes que odio hablar del pasado.
–Me temo que esta vez tendrás que escuchar todo lo que te tenga que decir Grimmjow.
–Entonces no me creas tan estúpido, si desde un inicio querías platicar conmigo ¿Por qué obligarme a venir a hacer este "trabajo"?
Baraggan le miró fijamente y se acercó lentamente. –Por qué se la clase de bastardo que eres y por lo tanto sabía que no vendrías a menos que te pusiera alguna escusa de trabajo Grimmjow. Sé que no dejarías a este viejo ocuparse solo en una tarea tan pesada. Sin embargo me sorprende lo mucho que has crecido al pasar los años, al parecer te has hecho cada vez más analítico, tal vez con el paso del tiempo si tenemos suerte lo único que te quede de idiota será el rostro.
Sonrió altaneramente –Entonces habla anciano de pacotilla y deja de molestarme.
El viejo hombre le correspondió la sonrisa mientras asentía con la cabeza. –Bien, creo que es imposible no decir que el traslado de Nibelungo te obliga a irte de aquí por una larga temporada y yo sé que, aunque en el fondo amas tu trabajo, esta vez realmente no lo haces con la misma dicha que has hecho el resto de tus encargos. Lo veo reflejado en tus ojos, pero creo que me di cuenta de ello mucho tiempo atrás.
Se sorprendió un poco al no saber exactamente a donde se dirigía la conversación. –Deja de darle vueltas al asunto anciano.
Baraggan se sentó en el piso, secándose el sudor con una de sus manos –Eres tan fácil de leer, que te lo puedo decir con seguridad Grimmjow, desde aquella vez que trajiste a esa chica a trabajar aquí, me di cuenta que había algo diferente en ella a comparación de las otras pocas personas que habías ayudado antes, y tú y yo sabemos, que esas personas realmente no son muchas y se pueden contar con una mano. Pero creo que todo quedo completamente claro cuando hace poco te vi a ti y a ella traer a un niño aquí a pasearse en las instalaciones del zoológico.
Se tensó un poco y se puso a la defensiva – Tsk… ¿Y que con ello? Eso no tiene nada que ver con mi trabajo.
–Muy por el contrario. Se lo mucho que debe dolerte tener que alejarte de ellos en este momento, es más que obvio que nuestro trabajo nos obliga muchas veces a dejar de lado a nuestros seres queridos, abandonándolos por una larga temporada. Para muchos no es gran problema, pero al cabo de unos cuantos años se encuentran con la triste realidad de una soledad profunda y un "hogar" vacío. Ese es mi caso y lo cual no quiero que se repita contigo.
Su mente estaba confundida y se nubló por un segundo intentando hilar las palabras. Le fue imposible no pensar en Rukia y en Saito en esos momentos, muchos momentos que vivieron juntos pasaron por su mente, desde las comidas hasta sus paseos, y al volver a plantearse la situación de alejarse tanto tiempo de ellos se dio cuenta que se perturbo y en su pecho empezó a sentir un gran hueco. No había analizado realmente la situación. –¿Y que si fuera así? Por ningún motivo puedo abandonar a Nibelungo y… dejar mi trabajo a estas alturas es una completa tontería. ¡NO VOY A ABANDONAR MI SUEÑO! –Se exalto y de un momento a otro apretó con fuerza sus puños mientras su ritmo cardiaco se incrementaba. Era tan fácil decir esas palabras, pero por primera vez en muchos años dudaba de sus acciones. Como odiaba sentirse vulnerable.
El anciano se acercó a él y puso una de sus manos en su hombro, al parecer intentaba calmarlo. –No te estoy diciendo que abandones tus sueños Grimmjow, sino que crees uno más grande. Solo piénsalo un segundo, tus padres siguieron su sueño toda su vida y cuando tú naciste no te hicieron a un lado ni te abandonaron, sino que ellos te integraron en su propia aventura, te volviste parte de su mundo. ¿Por qué no intentas hacer lo mismo?
Esa conversación no tenía sentido alguno. Baraggan suponía muchas cosas de las que ni él mismo estaba seguro. Le estaba empezando a doler la cabeza y se estaba molestando, había una extraña sensación que no quería desaparecer de su pecho y entonces supo que todo aquello era reverenda mierda. No necesitaba pasar por todo eso, no debía confundirse a estas alturas, no le podía estar pasando lo que su idiota mente estaba pensando ¿verdad?, ¿no era ese estúpido sentimiento el que le está embargando?, no, no, no, NO, ¡NO! No debía pensar de esa manera de Rukia y de Saito ellos solo eran… solo eran… ¡¿QUÉ DIABLOS ERAN?! –Eres un desgraciado Baraggan, ¿Qué diablos me hiciste? –se llevó una mano a la cabeza intentando calmar el dolor y la realidad que le golpeaba.
El viejo volvió a reír, mientras él se hundía en dolor –Jajaja, Nada hijo, solo te estoy ayudando.
Pov Rukia
Así como su corta semana de vacaciones había iniciado, así de rápido había terminado. Agradecía haber descansado, ya que pudo estar más tiempo con Saito y había ayudado a Grimmjow con la preparación de Nibelungo, aunque… sentía que realmente le había faltado un poco más de tiempo para descansar. Después del incidente con Ichigo y de su recaída en el hospital, por suerte todo había estado muy tranquilo y esperaba que siguiera así, aunque la amenaza latente de que apareciera en cualquier momento la mantenían alerta. También había hablado con su madre acerca de la situación de Kei y ella le dijo que el niño era cuidado por Riruka, algo que le enfadó fuertemente pero se tranquilizó al escuchar que su madre haría hasta lo imposible por llevarse a Kei a la mansión Kuchiki, junto a ella y a su padre.
Salió del trabajo y se dirigió con rapidez al departamento, primero pasaría a dejar los papeles que había sacado del trabajo para adelantar parte de la contabilidad y después iría con Orihime para recoger a Saito, de verdad agradecía mucho que ella le ayudara con el cuidado del niño cuando salía a trabajar, aunque la misma siempre le decía que no había ningún problema con ello, que le encantaba cuidar a Saito por que le hacía compañía a ella y a su hijo al jugar. Siguió caminando hasta que llego a su destino.
Suspiró largamente y entró al edificio. Subió hasta su departamento y accedió con cuidado, dejando la puerta abierta mientras ponía los papeles en la pequeña mesa de la sala. Se relajó un instante y pasó una de sus manos por su cuello intentando alejar el estrés.
–Parece que estas muy tensa Rukia, tal vez debería darte un masaje para ayudarte con esa tención. –Tragó grueso al reconocer la voz y volteo rápidamente para encontrarse con la imagen de Ichigo en el marco de la puerta.
Retrocedió instintivamente poniendo distancia entre ellos. –¿Qué haces aquí Ichigo? Te dije que nos volveríamos a ver hasta el divorcio y ya lo he empezado a hablar con un abogado, no tienes por qué estar aquí.
Él chico parecía estar extrañamente tranquilo, cerró la puerta del departamento y le puso el seguro de mano, sin perder tiempo recorto la distancia entre ambos. –Y yo recuerdo haberte dicho que no habría tal divorcio Rukia y sigo manteniendo mi palabra al respecto.
Se enfureció y sin pensarlo le echó en cara la situación. –¡No te parece poco Ichigo después de todo lo que hiciste! No puedes al menos dejarme en paz de una vez por todas. Si ya tienes a una mujer que te haga feliz. ¡¿Que rayos quieres de mí?! Ya no puedes destruirme más de lo que has hecho. –No quería romperse, pero la situación poco a poco la estaba consumiendo.
El pelinaranja suspiro y llevó igualmente una de sus manos a su cuello. Parecía enfadado, pero al mismo tiempo tal vez un poco triste… No, que idioteces estaba pensado, el chico debía estar más que contento. –Escúchame Rukia, no habrá ningún divorcio y lo pondré así de fácil. Si no vienes conmigo abra graves consecuencias, ya sabes… no me fue difícil averiguar con quienes estas relacionada y si bien ese imbécil de cabello celeste parece ser un "buen tipo", sería una pena que algunos activistas radicales le echaran abajo tanto a él como a sus amiguitos, sus programas de conservación y liberación de la vida salvaje, ya que para algunos podrían parecerles sumamente precipitados sus métodos y más aún el tener una pantera en un departamento sin supervisión alguna. –Palideció al escuchar a Ichigo, ¿Qué tanto sabia? –También sería fácil para mi dar una llamada a las autoridades para que investiguen el edificio, hay demasiados inmigrantes sin licencia viviendo en este lugar, y no solo será un gran problema para estas familias explicar su situación, sino también para los encargados del mismo lugar que les dio albergue. –¿La estaba amenazando con la seguridad de esas personas y con hacerle daño a Ulquiorra y Orihime? –Pero creo que lo más fácil para mí en este momento seria llamar a la policía diciendo que un niño sin documentos esta en este sitio, cuando su lugar obviamente debería ser algún viejo orfanato, del cual créeme que si no vienes conmigo, me asegure que sea el peor de todo New York. –Un temblor se hizo presente en su cuerpo al imaginar a Saito en semejantes condiciones.
La ira, la resignación, el miedo y la incertidumbre tenían una lucha en su interior y no sabía cuál de esas emociones exactamente era la que le estaba dominando en ese momento. Sintió la bilis subir por su garganta, unas nauseas enormes y su visión empezaba a fallar. ¡Maldición! No de nuevo… –¡Basta Ichigo no sigas! Yo… iré contigo, pero debes prometer que dejaras a estas personas en paz.
El chico se acercó de nuevo a ella y esta vez la acorralo. –No les haré nada, mientras cooperes conmigo. – La tomó por la cintura y se fundió con ella en un beso apasionado, mientras la depositaba con cuidado en el sofá cercano.
Notas:
Insight: Insight es un término utilizado en Psicología proveniente del inglés que se puede traducir al español como "visión interna" o más genéricamente "percepción" o "entendimiento". Mediante un insight el sujeto "capta", "internaliza" o comprende, una "verdad" revelada.
Hemograma: Es uno de los elementos de diagnósticos básicos. Es un cuadro de fórmulas sanguíneas en el que se expresan cantidad, proporción y variaciones de los elementos sanguíneos.
RhapSome: Sip, me encanta dejarlos en la intriga xD de hecho creo que es una de mis características al escribir, en fin, espero te gustara el capítulo y mira que ahora he roto el tiempo en actualizar rápido :33 Saludos!
KassfromVenus: Esta vez no tarde nada en actualizar :'v ahora que no digan que estoy rompiendo record, que pronto Ichigo se dará cuenta.
Hola chicos, ven que esta vez no tarde nada de nada en actualizar, me merco un triple review (por favor no olviden dejarme un cementerio con su opinión) xD o que comenten los fantasmones :'v como ven cada vez nos acercamos a la tan espera verdad revelada y ¿no sé si estén igual de ansiosos que yo? :33 en otros temas, Saint Seiya Next Dimension no ha sido publicado en más de 412 días y mi corazón duele :'v en fin si no tiene coherencia lo que digo es que ya tengo sueñito, ahora si muchos saludos y nos leemos pronto. Vinsmoke fuera.
