Disclaimer: Bleach y sus personajes no me pertenecen son propiedad de Tite Kubo, pero la historia es completamente mía.

Que les puedo decir, estoy inspirada, así que aprovechemos los vientos y las olas en nuestro favor, para poder continuar con la historia en búsqueda de una conclusión ¿abierta?

"En un beso, sabrás todo lo que he callado."

– Pablo Neruda

CAPITULO XII – "Decisión"

Pov Grimmjow

La soledad le acompañaba mientras miraba con cuidado la lata de cerveza que sostenía en una de sus manos. Sentado a mitad de la noche en una banca de central park sin nadie alrededor, de seguro ya la pulga debía de estar preocupada, pero estaba demasiado abrumado con sus pensamientos. En esa situación no se sentía capaz de poder volver al departamento como si nada, necesitaba pensar a solas. La plática que Baraggan había tenido con él, realmente le había calado hondo, aunque en ese momento no sabía exactamente cómo interpretarlo. Apretó con más fuerza la lata de cerveza en su mano y después se dispuso a beberla de un solo trago, ya llevaba más de seis latas y hasta el momento agradecía que nadie en el lugar le hubiera molestado con el hecho de que estuviera bebiendo en un lugar público. ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que había bebido? Su mente viajo por sus recuerdos para encontrarse con la sorpresa que… no tenía ni la más mínima idea, solo recordaba un hecho, desde que Saito y Rukia habían empezado a frecuentar su departamento, las cervezas y comida chatarra de su refrigerador poco a poco fueron sustituidos por las provisiones de la despensa que Rukia compraba y posteriormente con algunos dulces o postres que Saito se esmeraba en hacer que tanto Rukia como él le compraran. Una sonrisa surco sus labios al recordar como ese mocoso chantajeaba a la chica para comprarle golosinas o cualquier otra cosa. Había algo en su mirada y en su actuar que obligaban a la pelinegra a ceder casi en todos sus caprichos, aunque debía de admitirlo la mayoría de las veces le encantaba ver como Rukia se las arreglaba con el chiquillo y con él mismo cuando se ponía del lado del pequeño. La pequeña mujer se enfadaba tanto con él por ponerse del "lado" de Saito que a veces no podía evitar terminar con uno o dos golpes en su rostro, pero ¡joder! los cachorros humanos tenían el derecho de comer dulces a montones al menos una vez en su vida, aunque a Rukia no le pareciera sano, sus discusiones llegaban a tal punto que en más de una ocasión la pulga termino golpeándolo repetidamente, era pequeña pero tenía lo suyo… y no solo en eso… desde el día de aquel beso en el hospital, no había podido sacar de su mente la silueta delicada de Rukia en esa cama. La realidad era que en muchas ocasiones había evitado mirarla al rostro para no recordar verla entre sus brazos después de besarla en la clínica. La necesidad férrea de protegerla y tenerla en sus brazos se hacía cada vez más grande y eso le asustaba, jamás había sido un hombre de relaciones humanas, simplemente le daban igual las personas a su alrededor, la mayoría de las amoríos que tenía eran aventuras de una noche, el simple hecho de coger y saciar sus instintos, un acuerdo entre su pareja en turno se lo permitía, no había sentimientos de por medio, solo sexo. También tenía raros casos de amistad, como lo eran Ulquiorra o Baraggan. ¿Pero cómo enfrentarse a esta nueva sensación? Sentirse atraído por el aura pura de una persona, carácter, acciones, expresiones y el calor que esparcía por su cuerpo. Era simplemente imposible no estar fascinado…

Pero... ¿Cómo no sentirse atraído? Con una combinación de fuerza, delicadeza, perseverancia, valor y belleza en una sola persona, era algo abrumador. ¡Con una puta mierda! Tiró la cerveza con fuerza.

No podía seguir negándolo. Con una de sus manos se cubrió el rostro y soltó una risa amarga, él sabía justo la mierda que le estaba pasando y por más que quería negarlo una y otra vez no podía seguir haciéndolo, no después de haberla besado. La realidad era muy clara…

Estaba enamorado de Rukia.


Pov Ichigo

Tener a su mujer entre sus brazos era una sensación casi celestial, sus labios danzaban y se movían en el mismo compás, mientras sus manos recorrían el cuerpo de su compañera de arriba abajo, metiéndolas entre su ropa buscando la piel expuesta ¿Cómo había podido sobrevivir tanto tiempo sin el calor de su esposa?

Los besos subieron de tono rápidamente, haciéndose cada vez más profundos y constantes. Sus manos empezaron a tocar los pechos de Rukia, la escucho gemir ante su contacto y eso lo encendió aún más. Mientras su excitación se hacía visible continúo tocando a su compañera, ya tenía una necesitada erección que luchaba por salir de su pantalón y no tardo en restregarla contra Rukia en varias ocasiones. Ella le correspondía de una manera casi necesitada, sin embargo fue poco el gusto de su cuerpo cuando intento deshacerse de la ropa de la chica, solo entonces Rukia se alejó súbitamente y le propino una fuerte cachetada haciendo que ladeara su cabeza y su contacto terminara.

–¡¿Qué carajos crees que haces?! ¡¿Cómo puedes venir aquí a amenazarme y después tocarme como si nada?!

Volteó y miró fijamente los ojos violetas de Rukia, era tan profunda su mirada y aun así podía ver claramente destellos azules en su pupila, como una chispa de fuego a punto de desatar un incendio. Sin embargo incluso su imagen furiosa, agitada y revuelta solo hacían que aumentara su deseo. Se acercó de nuevo y la volvió a acorralar contra su cuerpo y aquel sillón, la sujeto fuertemente por una de sus muñecas. Hablo con voz grave y firme. – ¿Acaso lo olvidas Rukia? Eres mi esposa, puedo tocarte o besarte cuando yo lo desee.

La chica se resistía a su contacto y al ver su rostro reflejando en la pupila de la pelinegra se dio cuenta de lo que estaba haciendo, la soltó rápidamente y se alejó. No era el momento adecuado para comportarse de esa forma, ya se encargaría de ella después. –¡Eres un maldito Ichigo! ¿Cómo es posible que te transformaras en semejante bestia? No puedo reconocer en lo más mínimo al hombre del que me enamore.

Gruño con fuerza y sintió su sangre hervir. Toda la excitación se había esfumado de un momento para otro. –Tsk… ese hombre murió el día que asesinaste a Kaien y me engañaste con él. Tienes lo que te mereces y por eso mismo no me importaría dejarte abandonada a tu suerte –Que fácil es mentirle al corazón, cuando la ira ciega.

Se acercó de nuevo a la pelinegra pero ahora con una pose más intimidadora, cualquiera habría huido al sentir la presencia que irradiaba, sin embargo Rukia no se perturbo en lo absoluto. –¡Entonces déjame ir! ¡Nunca te mentí Ichigo!, es algo que me duele y me quemara por siempre el hecho de que jamás me creyeras, pero… no puedo cambiar el pasado. Así que por que no terminamos esto de una vez –La chica le desvió la mirada –No sé qué intentas, pero yo no iré contigo a ninguna parte, solo te acompañare al juzgado el día de nuestro divorcio.

Fueron pocas las palabras y sin embargo sintió como si varias espadas atravesaran su pecho. –¡NO! ¡No existirá ningún divorcio Rukia, debes entenderlo! Tú vendrás conmigo a Japón y es mi última palabra – Debía concentrase, primero tenía que sacarla de ese lugar y llevarla de nuevo a casa, recordaba fielmente que su hijo esperaba que su madre regresara pronto, así que tomo su carta del triunfo final y saco de su bolsillo la fotografía con el mensaje de Kei. –Escucha bien Rukia, te recuerdo que no solo la vida de los inútiles que te acompañan está en riesgo de desmoronarse solo por un capricho tuyo, sino que también esta esto. –Extendió la fotografía hacia Rukia, aunque la misma tardo un poco para tomarla con desconfianza.

Observó como la chica abrió los ojos sorprendida al ver la imagen. –Esto es...es una fotografía de nosotros el día…

La interrumpió antes de que terminara –Que te propuse matrimonio. No lo pudiste decir mejor, pero realmente no es la fotografía en si la que quiero mostraste. Ve su reverso.

La chica le obedeció sin dudar –No puede ser… –Rukia empezó a temblar levemente, pero fue suficiente para que lo notara, una parte muy dentro de él quería abrazarla y decirle que la llevaría al lado de su hijo, que ya todo estaría bien, pero eso no sería más que un error, solo se dispuso a observarla mientras ella se alejó aún más y se recargo en el brazo del sillón aledaño.

Sonrió inconscientemente al haber encontrado un punto de debilidad en el gran muro que Rukia había levantado ante él. Domaría a la bestia con todo lo que tenía. –Así es Rukia, mientras tú te fuiste de casa, nuestro hijo ha estado sufriendo por tu ausencia y ahora si no lo haces por el bienestar de los bastardos con los que vives –Sus palabras salieron ácidas pero en seguida cambiaron a unas más suaves y sinceras –al menos hazlo por Kei.

No permitiría que Rukia consiguiera el divorcio, no huiría a ninguna parte, ni estaría cerca de aquel bastardo de Grimmjow, simplemente no dejaría que ella se alejara de él y no le importaba tener que jugar sucio. Él simplemente actuaba por inercia.

La pelinegra se tambaleo y la vio sentarse en el sillón abruptamente. –Yo… iré contigo Ichigo.

Su sonrisa creció al escuchar semejantes palabras. –Bien. Entonces vámonos, no te preocupes por tus cosas mandare a alguien por ellas más tarde o simplemente te comprare otras después. Partiremos antes de que anochezca, mi avión ya está preparado.

Pov Rukia

El aliento le faltaba, su latido cardíaco había aumentado, su vista se nublaba por momentos y sin embargo un solo mensaje en una vieja fotografía había hecho que se sintiera peor que basura… toda la adrenalina acumulada se liberó en instante para permitirle seguir de "pie" frente a Ichigo. Nunca pensó que su hijo de verdad le extrañaba. Tanto dolor acumulado durante años, tanto desprecio de parte de Ichigo y de su pequeño hijo, le habían hecho creer que su pequeño Kei le odiaba, pero… ¿Cómo puede un hijo odiar a una madre que solo la ha dado amor? Sus padres y los padres de Ichigo siempre habían tenido una certeza segura y un ejemplo presente, algo que su hijo seguramente ya se habría dado cuenta, "la familia siempre debe estar unida"

No sabía exactamente cuál había sido la razón por la cual Kei había cambiado de parecer con respecto a su presencia, pero algo muy dentro de ella, un instinto primario de maternidad le decía que se debía a su larga ausencia y a pesar de que se alegraba de que su hijo la extrañara, no podía perdonarse el hecho de dejarlo tanto tiempo "solo", su mensaje en aquella fotografía era un grito silencioso que cualquier madre reconocería. Era solo un niño confundido al cual dejo a su suerte, pensando que era lo "mejor" para él, pero en realidad tal vez… solo era lo mejor para ella. ¡¿Cuan egoísta había sido?! Una lágrima traicionera quiso escapar, sin embargo la limpio tan rápido como esta salió. No permitirá que Ichigo la viera débil de nuevo. No entendía como podía seguir queriendo a ese cretino de cabello naranja, no después de todo lo que había pasado, pero… se mentiría a si misma si decía que no sentía algo por él, prueba de ello había sido el beso que minutos antes ambos habían compartido… su mente y corazón peleaban, destruyéndole lentamente. ¿Qué estaba bien? ¿Qué estaba mal? Maldecía al sentirse de esa manera…

–Dije que iría contigo, pero no aclare cuando. No pienso moverme de este lugar Ichigo, al menos no por ahora.

El pelinaranja alzó una ceja interrogativo y la observo fijamente. –¿Estás jugando conmigo? No digas estupideces y vayámonos de una buena vez. No tengo más tiempo para tus juegos. Kei nos está esperando.

Por un momento pensó que el chico incluso se veía más nervioso que ella, pero se reprochó mentalmente, ¿a qué le podría temer Ichigo? Si había manejado todas las cartas a su favor, técnicamente la estaba obligando a regresar a Japón. Aunque le dolía enormemente estar separada de Kei sabía que no podía irse como si nunca hubiera existido en aquel lugar, le debía mucho a Ulquiorra, Orihime, Grimmjow y a Saito, no podía dejarlos sin una explicación. Al pensar en Grimmjow y en Saito su corazón se acongojo y estrujo con bastante dolor, ¿Cómo lo tomaría Saito? ¿Cómo lo sobrellevaría Grimmjow? Ellos… –Me iré contigo Ichigo, pero necesito tiempo.

El chico bufó con fuerza –¿Tiempo? ¡¿De qué carajos hablas Rukia?!

La voz fuerte del muchacho era un claro signo de enfado –Si he logrado vivir medianamente bien estos últimos meses ha sido gracias a la ayuda de varias personas, te lo pido por favor, déjame despedirme de ellos.

Ichigo se quedó callado por varios segundos que se le hicieron eternos, su semblante duro cambio a uno más relajado aunque igualmente amenazante, mientras sus miradas se conectaban y tenían una lucha muda. Violeta y avellana chocaban con fuerza. El pelinaranja suspiró con fuerza. –Mañana vendré por ti, a las 11:59 de la noche. Arregla todo lo que tengas que hacer porque no esperare ni un minuto más, no importa que no estés lista y espero que no intentes huir por que me encargare de mantenerte vigilada todo el tiempo. ¿Entendido Rukia?

Asintió lentamente y se volvió a levantar con las pocas energías que le quedaban, sus fuerzas ya le estaban abandonando –Gracias Ichigo. Ahora vete, necesito hacer varias cosas. –Pasó al lado del pelinaranja mientras se dirigía a la puerta y la abrió lentamente. Sentía la mirada del muchacho clavada en su persona.

El chico se dirigió hacia ella y salió por la puerta, cuando iba a cerrar la misma Ichigo la jaló abruptamente contra su pecho, le robó un rápido y profundo beso, para después alejarse. La acción fue tan fulminante que ni siquiera pudo reaccionar. Cerró de nuevo la puerta y se dirigió de nuevo a aquel sillón que había sido fiel testigo de todo lo que había pasado en la habitación esa noche y se desplomó en él instantáneamente. Estaba muy cansada y no sabía que es lo que pasaría de ahora en adelante, llevó una mano en sus labios sintiendo aun el calor de los labios de Ichigo, cerró los ojos y se dejó llevar por todo.


Pov Grimmjow

Su reloj marcaban las 2:00 de la mañana en punto, Rukia de seguro estaría molesta por no avisarle que llegaría tan tarde. Saito siempre le esperaba despierto para platicar con él acerca del trabajo, de Nibelungo y de los animales, que bastardo debía de ser para dejarlo esperando. Entró en el edificio y de inmediato se dirigió a las escaleras, sin embargo no dio ni tres pasos cuando una mano cálida le sostuvo por uno de sus brazos y lo jaló rápidamente. Se volteó precipitadamente y se encontró con la mirada preocupada de Orihime.

–¡Qué bueno que volviste Grimmjow! ¡Estoy muy intranquila! ¡¿Sabes dónde está Rukia?! –La mujer hablaba tan agitadamente y rápidamente, que apenas y le entendía.

–¿Cómo, que donde está?, se supone que después del trabajo pasaría contigo por Saito y más tarde se quedaría en su apartamento. ¿Por qué lo preguntas? ¿La necesitas para algo? ¿Salió a la calle?

La chica negó rápidamente y le hablo de nuevo agitada –¡Justo es eso! Se supone que ella pasaría al departamento por Saito pero no lo ha hecho, incluso el pequeño ya se durmió. Al principio pensé que se le había hecho tarde a Rukia pero… al pasar las horas no pude quedarme con la duda, así que fui a buscarla a su departamento, las luces están prendidas pero ella no responde, no puedo entrar, intente contactar con Ulquiorra pero salió de última hora y no contesta, un vecino dice que por la tarde la vio entrar al departamento y un poco después vio entrar a un tipo raro de cabello naranja yo pienso qu….

No supo en que momento dejó de escuchar a la mujer enfrente de él, simplemente corrió con todas sus fuerzas al departamento de Rukia, fue tan rápido ascenso que subía las escaleras de dos en dos y estaba seguro que había recorrido toda la distancia en menos de 30 segundos, en cuanto llego a la puerta de la chica golpeo con fuerza y espero la contestación de la misma, pero al verse ignorado procedió a golpear con poderosas patadas la fuerte estructura de madera y metal que le separaba de la pelinegra. Una… dos… tres… sus patadas eran constantes y con todas sus fuerzas pero ¡LA PUTA PUERTA NO CEDÍA! Fue hasta el sexto golpe de sus piernas que por fin pudo echar abajo la estructura, sus ojos volaron por todo el apartamento mientras su mirada buscaba frenéticamente el cuerpo de su compañera, fue entonces cuando la encontró recostada en uno de los pequeños sofás que estaban en el departamento, de dos zancadas ya se encontraba al lado de la pelinegra. La vio reclinada con los ojos cerrados y después de comprobar su respiración constante se preocupó de sobre manera, no era posible que siguiera dormida después de todo el escándalo que había hecho al tirar la puerta.

La agitó con cuidado, pero fue aumentando la fuerza al ver que no se reanimaba, la desesperación se estaba haciendo presente y el miedo le seguía de cerca. No dejó de moverla aun cuando los pequeños susurros con que la llamaba se convirtieron en gritos suplicantes.

–¡RUKIA! ¡RUKIA DESPIERTA! ¡JODER REACCIONA! –Solo después de sus poderosos gritos observó como la chica empezaba a mover sus parpados, como intentando vencer al "sueño" profundo que le invadía. Lo que le permitió observarla más detalladamente, su rostro se veía pálido y cansado, cuando su mirada se posó en las manos de la pelinegra entonces lo notó, la silueta marcada de varios dedos en una de sus muñecas, un claro indicio de un apretón fuerte.

La preocupación e ira no eran buena combinación. Apretó su quijada con fuerza hasta que sus dientes rechinaron, gruñidos ligeros pero constantes salían de su boca, sabía exactamente quién era el causante de esa herida en el brazo de Rukia y estaba seguro que de volver a verlo lo asesinaría sin ninguna duda.

Pronto sintió removerse a Rukia y entonces sus ojos violetas por fin hicieron contacto con los suyos. La voz de la chica era débil y suave –¿Grimm… Grimmjow? ¿Qué haces aquí? ¿No es muy temprano para que estés en casa?

¿Era una broma? –¡No me jodas Rukia!¡No me asustes de esa manera! –Estaba exaltado, furioso, asustado pero también aliviado, la chica había despertado – Rukia son las dos de la mañana, en realidad ya es muy tarde y tú no te despertabas a pesar de mis gritos, ni siquiera te despertó el sonido de cuando eché abajo la puerta de tu departamento. –Y eso no era nada normal –¿Qué diablos te paso?

La chica lo empujó con fuerza haciéndolo a un lado y salió corriendo. De inmediato fue tras ella, pero ambos se detuvieron súbitamente al ver la imagen de la mujer de Ulquiorra en los escombros de lo que había sido la puerta del departamento de Rukia. La pelinaranja tenía lágrimas en sus ojos y de inmediato se lanzó a abrazar a Rukia inmovilizándola entre sus grandes pechos, estaba seguro que debía estar asfixiando a la pequeña pelinegra.

–¡Rukia me alegro tanto de que estés bien! ¡Me asuste tanto! Ulquiorra no estaba y Grimmjow se tardó tanto en llegar. Pensé que te había pasado algo muy grave cuando no viniste por Saito. Tal vez que estabas comiendo y te habías ahogado con una papa o que un perro gigante de la esquina te había comido o que un extraterrestre te había abducido por la ventana secuestrándote y que te tenía completamente llena de sondas, examinándote y… y... ¡Tuve mucho miedo!

Un tic en su ojo se hizo presente. La imagen frente a él simplemente era insólita, la mujer de Ulquiorra de verdad era algo ¿sensible?¿tonta? ¿exagerada?, quien sabe solo se veía como un globo a punto de estallar por lo nervios, además todas las incoherencias que decía… sin embargo le sorprendió aún más ver que Rukia pese a su estado agitado del comienzo, se detuviera y estuviera consolando a la mujer voluptuosa, tal parecía que ahora ambas estaban más tranquilas.

–Siento preocuparte Orihime, no sé qué me paso… yo solo…

Ahora la pelinaranja hablaba con un hipo entre palabras debido al llanto, las lágrimas parecían haber cesado pero aun así se veía acongojada. –Por hip favor hip Rukia no vuelvas hip a asustarme así.

Rukia le sonrió –Te lo prometo, pero antes de eso Orihime salí corriendo por que estaba preocupada por Saito, ¿Dónde está él?

¿Saito? Con que esa era la razón por la cual la chica casi le había tacleado al despertar. Estaba preocupada por su cachorro. Suspiró –Tranquila pulga, esta mujer –señaló con su dedo a la pelinaranja– A estado cuidando de Saito, al parecer se encuentra dormido en su departamento, lo que realmente me preocupa ahora es el hecho de que estuvieras tan profundamente "dormida" –Hizo comillas con su dedos –No es normal lo que acaba de pasar. –Aunque claramente también le molestaba el hecho de que la chica tuviera su muñeca lastimada por un feo agarre, porque estaba seguro del responsable de toda la situación y con lo cual, cada momento, cada día y cada segundo solo encontraba más razones para asesinar al esposo de Rukia, no importándole que la chica le odiara, él de verdad quería darle su merecido a ese bastardo. Por el momento no la cuestionaría más, dejaría ese asunto para cuando ambos estuvieran solos, no quería que "otros" se enteraran.

Pov Rukia.

Simplemente no sabía cómo contestarle a Grimmjow, se había desvanecido por completo después de su encuentro con Ichigo, todo se había vuelto tan turbio. Esperaba hubiera sido solo acción del estrés de aquella tarde, pero incluso ella ya empezaba a dudar de ello. –Lo se… pero ¿crees que podamos dejarlo para después Grimmjow?, quiero ver a Saito y descansar, realmente ha sido un día fatal. –El peliceleste no dejaba de mirarla, pero estaba decidida, no cambiaría de opinión.

Después de una plática más corta con Orihime, logró tranquilizarla por completo aunque claro que le costó trabajo hacerlo, entendía completamente a la mujer y su preocupación, pero siempre había pensado que la chica era demasiado dulce y tranquila, algo que la hacían bastante nerviosa y a veces voluble.

Su corazón se tranquilizó aún más cuando vio a Saito dormido en la gran cama del departamento de Ulquiorra y Orihime, de seguro el pequeño debió sentirse muy solo y triste al ver que no llegaba. El niño sostenía aun dormido en una de sus manos el pequeño conejo de peluche edición especial de Chappy y en la otra mano sostenía una pequeña pantera de plástico, esa había sido un bello obsequio por parte de Grimmjow.

Intento cargar a Saito pero Grimmjow se le adelanto y lo tomó entre sus brazos llevándoselo, se despidió rápidamente de Orihime y le prometió hablar con ella después para contarle los detalles de lo que había pasado, lo que significaba que tendría que inventar una buena excusa.

Grimmjow caminaba rápido y por delante de ella, en ningún momento le dirigió la palabra, fue hasta que se dio cuenta que el gran hombre entraba a su propio departamento y no al de ella que la conversación volvió a fluir entre ambos.

–Lo mejor es que hoy duerman conmigo, la puerta de tu apartamento no está en condiciones y puede ser peligroso que te quedes ahí. Deberías ir por tus objetos de valor, tú y Saito pueden dormir en mi cama, yo dormiré en mi sillón.

El muchacho entro a su habitación y depositó a Saito en su cama mientras se dirigía a su armario para tomar unas mantas. –No es necesario Grimmjow de verdad agradezco tu gesto pero siento que me estaría aprovechando demasiado, tu puedes dormir con Saito yo dormiré en tu sofá.

El chico le miró de manera enfadada, antes de contestarle la tomó por un brazo y la sacó de la habitación mientras cerraba la puerta. –No seas necia, es mi culpa que no puedan dormir en tu apartamento, es lo mínimo que puedo hacer.

Hizo una inclinación larga. –Supongo que no podré hacerte cambiar de opinión… no se de verdad como podré pagarte todo lo que has hecho por mí.

Grimmjow le observó y rápidamente le ayudó a incorporarse mientras su mirada antes tranquila cambiaba a una más severa. –Yo sé cómo puedes pagarme

Se sorprendió al escuchar las palabras de su amigo. Aunque si estaba en sus manos ayudar a Grimmjow en lo que fuera, lo haría con gusto. –Dime.

El peliceleste rascó su nuca con una de sus manos y desvió su mirada –No sé qué paso exactamente, todo lo que te sucedió hoy es para mí una laguna y tampoco te voy a exigir explicaciones, pero la marca en tu muñeca y el hecho de escuchar que el imbécil de tu marido estuvo por aquí, me hace imaginar a la perfección que paso.

No pensó que Grimmjow supiera que Ichigo había ido a verla, se petrificó al escucharle. –Yo…

Con un gesto de su mano detuvo sus palabras. –Ya te dije que no te estoy pidiendo explicaciones pulga y joder no te obligare a que me digas algo que no quieres. Es solo una advertencia –Su tono cambio a uno muy agresivo –si vuelvo a ver a ese imbécil lastimándote… no responderé, te juro que me le lanzare encima, lo moleré a golpes y le morderé la yugular hasta desangrarlo.

Ahora ella era la molesta, entendía que se preocupara, pero en definitiva ella no era nada débil para que se pusiera en esa postura –Estoy bien Grimmjow no es necesario que te inquietes por mí o por mis problemas, lamento causarte estos inconvenientes, de Ichigo no tienes que preocuparte ya te he dicho que lo único que me interesa de él es tenerlo lo más lejos posible y obtener su divorcio, te aseguro que pronto no tendrás que saber más de él –En parte verdad, en parte mentira ¿Qué más podía hacer? Pronto Ichigo la obligaría a irse de ese lugar y por tanto Grimmjow dejaría de verla y por tanto también dejaría de tener contacto con Ichigo, así que en teoría parte de lo que decía se cumpliría, por fin dejaría de molestar al peliceleste con sus problemas, aunque por otro lado… de verdad le dolía dejarlo a él y a Saito. –Si solo piensas reprocharme eso no entiendo cómo es que puedo pagarte un poco de lo que has hecho por mí. Creo que lo mejor será que me vaya a dormir.

Bajó el rostro y camino tan solo unos cuantos pasos en dirección de la salida para ir en busca de sus pertenencias de valor, pero no fueron los suficientes pasos para que Grimmjow no la alcanzara volteándola precipitadamente. –¡Joder! ese era solo parte de un punto de vista, lo siento pero en ese aspecto no puedo controlarme, pero dime ¡con una mierda! ¡¿Quién sería capaz de estar quieto mientras una persona que aprecia es lastimada frente a sus ojos?! Tú protegiste a Saito de aquellos drogadictos esa vez en el parque, aun cuando ni siquiera lo conocíamos y me dices a mí que me controle mientras veo cómo te destruye el bastardo de tu esposo, no solo psicológicamente sino físicamente. Perdona pero eso es algo que no puedo hacer y me importa una puta mierda tu opinión, no cambiare de idea. Ahora realmente lo que me gustaría pedirte de favor no es que me dejes protegerte, porque eso definitivamente lo haré aunque no quieras, lo que realmente quiero pedirte es… –El chico le desvió de nuevo la mirada y maldijo mientras tragaba grueso –Joder porque esto es tan difícil, me… me gustaría saber si tú… te gustaría… poder… salir… pronto a… cenar conmigo.

Le tomó un poco poder interpretar las frase inconclusa y con pausa que el peliceleste acababa de pronunciar, pero después de analizarlo rápidamente se dio cuenta que el chico le estaba ¿invitando a salir? –¡¿Que?! ´

Pov Grimmjow

Entendía la sorpresa de la chica, estaba seguro que ella no se esperaba esa petición de su parte. Tal vez no era el momento adecuado para invitarla a cenar, pero estaba seguro que al menos si aceptaba sería una buena excusa para hacer que se olvidara por un momento de los problemas que tenía, además de que también le podría dar una oportunidad… ¿De qué? Ni el mismo estaba seguro… pero por ahora quería tenerla cerca, la reflexión que había tenido junto con Barragan y su meditación posterior le habían convencido, un pensamiento llevo a otro y entendió que nunca antes pensó en algo así como tener una familia y la simple idea no le atraída en lo más mínimo, pero después de todo lo que había pasado en estos últimos meses al lado de Rukia y Saito, se dio cuenta de un momento a otro que la idea no le desagradaba en lo absoluto, claro siempre y cuando en el escenario plateado estuviera Rukia como madre de su futura descendencia. Una sensación cálida se expandió por todo su pecho al imaginarlo.

Volteó rápidamente y pasó de largo a la pequeña mujer –Es solo una propuesta… estoy seguro que después de todo lo que ha pasado no sería una mala idea para ambos descansar un poco, una buena distracción sería lo adecuado. Pero si no quieres lo enten… –No pudo terminar de hablar cuando fue interrumpido por Rukia.

–¡No! está bien, creo que es una buena idea. Que te parece mañana mismo, es más... tal vez deberíamos salir los tres juntos todo el día.

La actitud de la pulga no era normal, algo se lo decía, sin embargo lo dejó pasar, quizá era su imaginación –¿Estas segura? Yo no tengo problemas con el trabajo, le puedo pedir a alguien que me supla, pero en tu caso, ¿está bien que lo hagas? No deberías planear una cita con el medico lo antes posible, debemos asegurarnos que tu nuevo desmayo haya sido solo por estrés. –Sobó su cuello insistentemente –Podemos planearlo para después.

Rukia le miró y sonrió – Tengo una cita en el hospital la próxima semana, no creo que haya mucho problema si espero un poco y además tú también partirás pronto con Nibelungo, así que es una gran opción hacerlo mañana.

Su pecho se agitó y su corazón empezó a latir más rápido, estaba emocionando. Sonrió como hace mucho no lo hacía –Tsk… entonces será mañana.

La pelinegra asintió con la cabeza y posteriormente se fue a su departamento a buscar sus pertenencias. Esa noche Saito y Rukia se quedarían junto a él, pero esperaba que en un futuro no muy lejano siempre estuvieran juntos… como una manada, no más bien... como una familia.


Pov Urahara.

Había mantenido al margen la información que llegaba a oídos de Ichigo, aunque este se negara a escucharlo la mayoría de las veces, archivaba con cuidado y anhelo todos los papeles del expediente de Kaien y Rukia, papeles viejos y papeles muy nuevos. Esperaba que pronto el muchacho se animara a ojearlos, pues si bien hasta ahora no había podido cambiar su perspectiva, lo que realmente le preocupaba es que no fuera demasiado tarde si es que lo llegaba a hacer. Muchas veces las heridas creadas por un ser amado, jamás desaparecían y las cicatrices suelen ser muy dolorosas. Tomó su celular con cuidado y marco el primer número en la lista. El sonido de espera se hizo presente hasta que una fuerte voz se escuchó del otro lado.

–¡Kisuke! ¡Desgraciado! ¡¿Cómo te atreves a no haberme llamado en este tiempo?! ¡y pero aun a no contestar mis llamadas!

Marcó un largo silencio.

–¡Ey! ¡¿Kisuke, sigues ahí?! ¡Responde!

Sonrió nostálgico y contestó con tono cantarín y despreocupado – Lo siento tanto Yoruichi, he estado muy ocupado y me temo que no podía verme distraído con tu dulce voz.

–¡Deja de actuar como un estúpido Kisuke y explícame que ha pasado!

Su semblante cambio a uno más triste y melancólico –He tenido unos cuantos problemas con mi actual cliente, pero nada importante, lo que realmente necesito es qu…..

Se vio interrumpido –No me digas… ¿necesitas información cierto? –Escuchó el suspiro de su amiga al otro lado de la línea –¿Qué quieres que busque? Sabes que las fuerzas especiales no están para este tipo de trabajos.

–Lo sé. La empresa se llama Zeladon.

Escuchó como su amiga anotaba en lo que supuso sería una libreta. –Bien, tendrás la información mañana al atardecer.

Sonrió, ella nunca fallaba –No sé qué haría sin ti Yoruichi.

–Ni yo.


Pov Isshin

Al inicio pensó que le costaría mucho trabajo hacer que Kei se fuera con él y con Masaki, pero se dio cuenta lo equivocado que estaba, el niño al verlos llegar se abalanzó contra ellos y los abrazó con gran fuerza, lo visitaban constantemente y por las pláticas del niño sabían que también los Kuchiki lo hacían, tanto él como su esposa querían que su pequeño nieto estuviera con ellos en la ausencia de Ichigo. Al llegar al hogar de su hijo se encontraron con una Riruka prepotente y altanera, que a pesar de haberles dejado estar con su nieto, se negaba rotundamente a que se lo llevaran, con la excusa de que "Ichigo confiaba en ella como para que le faltara el respeto dejando que ellos se llevaran a Kei". Les costó mucho y una larga platica acerca de que ellos tomarían la responsabilidad de lo que pasara con el niño, para que por fin la mujer pelirosa dejara que Kei se fuera con ellos.

Suspiró un poco cansado y más que nada decepcionado, no entendía como Ichigo podía confiar más en esa mujer que en su propia familia. Pasó su mano por la barbilla mientras que esperaba que Masaki regresara con los bocadillos que había ido a buscar, la vista para él era hermosa y feliz, su nieto jugaba en el jardín con su gran perro, a decir verdad había sido un gran acierto por parte de su hijo el darle una mascota a Kei. Regresó de sus pensamientos cuando Masaki lo tomó por uno de sus hombros y le llamó la atención.

–¿Qué sucede querida Masaki?

La mujer dejó en la pequeña mesa del patio la charola con los pequeños tentempiés que había traído consigo, para después mirarle. –Isshin hay alguien en la puerta que quiere vernos.

Extrañado siguió a su esposa hasta la puerta de su gran casa, donde se encontró con una imagen que no pensó ver en mucho tiempo. Su esposa se mantenía aferrada a él, mostrando una de sus sonrisas sinceras. Frente a ellos se encontraba Hisana Kuchiki. Si bien su relación no era de odio entre las familias, después del incidente de Kaien, las cosas no habían vuelto a ser las mismas, la tensión entre ellos era fuerte e algo incomoda.

Su esposa fue la primera en tomar la palabra –¡Hisana que sorpresa!, hace mucho que no te veíamos, ¿Cómo está tu esposo?

La pelinegra no tardo en contestar, también con una sonrisa, pero un semblante de preocupación. –Bien, gracias por preguntar Masaki. Perdonen si los molesto, pero creen que sea posible que vea a mi nieto, hoy fui a su casa a buscarlo para salir con él, pero Riruka me ha contado que ustedes se lo habían llevado.

–Así es, Masaki y yo convencimos a esa mujer que nos dejara llevarnos a nuestro nieto, lo mejor es que este un ambiente familiar que con una desconocida, además nos llena de felicidad tenerlo con nosotros.

La Kuchiki suspiró largamente. –Tal vez yo no debería decírselos, pero gracias.

Tanto el cómo Masaki miraron confundidos a la mujer frente a ellos.


Pov Rukia

La noche había sido bastante difícil, a pesar de dormir a lado de Saito, algo que le causaba bastante intranquilidad, su mente no dejaba de darle vueltas a las amenazas de Ichigo y de la fotografía que él mismo le había entregado con el mensaje de Kei. Una parte de sus ser quería regresar lo antes posible, pero la otra muy a su pesar no quería moverse de ahí y dejar a Saito o a Grimmjow. También se preguntaba si Ichigo de verdad cumpliría su promesa y no lastimaría a nadie de ese lugar a cambio de que ella se fuera con él, después de todo el pelinaranja los últimos años se caracterizaba en buscar diversas maneras de lastimarla y ahora con todo ese escenario no dudaba que él utilizara lo que había pasado como una buena excusa para lastimar a aquellos que quería y por tanto herirla con mayor fuerza. Sin embargo no podía hacer mucho, sino se iba con él… definitivamente las personas que le habían ayudado serian heridas. Solo le quedaba aferrase a la posibilidad de que Ichigo cumpliera su palabra.

Después de observar en su reloj las 7:00 am en punto, no pudo continuar más tiempo en cama, tal vez no habría dormido, pero ese día lo aprovecharía al máximo, levantó a Saito y después fue a la sala para hacer lo mismo con Grimmjow, este sin embargo fue un gran reto hacerlo despertar, después de todo el peliceleste odiaba levantarse temprano. Fue a su apartamento a tomar un baño mientras Grimmjow se hacía cargo de Saito, él tomaría una ducha junto con el pequeño y la vería en su departamento después para preparar el desayuno.

Ese día no hubo tiempo que la limitara con escusas, preparó un gran desayuno con mucha comida tanto japonesa como americana, la cual fue rápidamente consumida por el apetito de los varones de la mesa, ellos de verdad disfrutaban sus preparaciones.

–¡Mamá esto esta delicioso! ¿Crees que pueda comer otro plato?

El niñito le hablaba aun con comida en sus mejillas, tenía la cara sucia con miel de los hot cakes que acababa de prepararle. Sonrió feliz de verlo contento, no pudo negarse a su petición.

–Claro enseguida voy por ellos.

Saito se levantó y le siguió. –Espera mamá quiero intentar hacerlos. ¿Puedo ayudarte?

Asintió con la cabeza y llevó al pequeño niño a la cocina. Ambos prepararon la comida y se preguntó, mientras miraba al pequeño llenarse las manos con la masa de los hot cakes ¿Cuánto tiempo tenía que no se sentía tan feliz?

–¡Ey ustedes dos! Por qué me dejaron solo. No es muy agraciado de su parte.

Grimmjow quería parecer rudo, pero en realidad asemejaba más a un mal berrinche. Cuando el peliceleste se encontraba cerca de Saito se controlaba bastante en cuanto a su lenguaje y lo que antes podría parecer una frase amenazadora llena de blasfemias para demostrar su furia o desacuerdo, se convertía en una frase divertida que simplemente no le quedaba en su personalidad.

–¡Papá! ¡Mira lo hice yo solo!

Miró a Saito cuando le mostró sus hot cakes a Grimmjow, tenían una forma irregular y todo el plato estaba lleno de miel por doquier, sin embargo para ser la creación de un niño de escasos siete años eran una verdadera obra de arte. Grimmjow observó al pequeño y su plato, mientras le robaba un pedazo de los hot cakes llevándolo a su boca.

Observó cómo el peliceleste masticaba y pasaba el bocado por su garganta con un sonido estrepitoso mientras se limpiaba con la palma de sus manos la miel restante. Ese gesto extrañamente le había parecido atrayente. Rápidamente desvió la mirada a otro lado –Esto esta delicioso Saito, tal vez deberías ser tu quien cocine a partir de ahora, Rukia se queda corta en cuanto a tus habilidades. —Los tres se miraron y comenzaron a reír. Que cálido se sentía aquello.

El resto del día los tres fueron al parque y se la pasaron jugando con Saito, mientras veía los esfuerzos enormes que hacia Grimmjow por no decir malas palabras cada vez que algo le salía mal o le molestaba. Realmente se olvidó de todo problema aquella tarde.

Regresaron al departamento ya pasadas las siete, Saito estaba completamente exhausto y se quedó dormido en el camino, incluso durante el trayecto no hubo momento alguno el que despertase. Pasaron al departamento de Ulquiorra y de Orihime para pedirle de favor a la misma que cuidara de Saito aquella noche, a lo que la misma no se negó en lo absoluto sino que les dijo que le encantaba tener al pequeño en su casa, ella amaba a los niños, algo que le hizo preguntar muy en el fondo si Orihime podría ser quien la supliera cuando desapareciera de ese lugar, Saito amaba su compañía y jugar con el hijo de la chica. Se puso triste al imaginarlos, pero supuso que era lo más probable que pasaría… Se despidió de Ulquiorra y de Orihime con un gran abrazo, recordándoles a ambos cuanto les agradecía por toda su ayuda.

Pov Grimmjow

No mentiría al decir que esa tarde había sido simplemente muy agradable, aunque le había constado el tener que estar controlando su lenguaje a cada segundo. Sabía que no era tan correcto que Saito lo escuchara hablar de esa manera tan "vulgar", sobre todo por petición de Rukia que meses atrás lo había amenazado con castrarlo si pronunciaba "malas palabras" frente al niño.

Después de dejar a Saito con Ulquiorra y su esposa, se cambiaron de nuevo y ambos se dirigieron a la calle. El opto por un traje formal pero bastante sencillo, herencia de su padre, era una camisa blanca con un chaleco negro, seguido de pantalones del mismo color, a decir verdad odiaba ese tipo de vestimenta. Por un instante al mirarse al espejo recordó a su padre, ya que la imagen era muy similar, por lo que bufó molesto al recordarlo, ese viejo hombre. Cuando se encontró con Rukia afuera de los departamentos quedo completamente embobado, la pelinegra vestía un vestido sin tirantes, de color rojo opaco con un pequeño cinturón dorado, aretes largos brillantes, todo acompañado de un sutil maquillaje con un labial igualmente rojo que simplemente le hacían sentir una atracción aún más grande por sus carnosos labios. Como quería besarla y hacer que se corriera ese labial por su contacto.

Sacó de la cochera comunal de los departamentos su motocicleta y junto con Rukia la montó con un destino en su mente, la llevaría a cenar a uno de los mejores restaurantes de la ciudad, Da Silvano restaurant. Normalmente no se pasaría por un lugar así, pero quería llevar a Rukia ahí para que se olvidara por completo de los problemas, sabía que el dinero que gastaría sería un tremendo golpe a su bolsillo y la poca economía que tenía, pero por esa noche realmente le importaba una mierda.

Llegaron al lugar y dejó su motocicleta al cuidado de un encargado del estacionamiento del sitio. Esperaba que a la pelinegra le gustara la comida italiana, al inicio pensó en llevarla a un restaurante de comida japonesa, pero descarto rápidamente la idea al pensar que probablemente un lugar así le recordaría a la pequeña mujer todos los problemas que arrastraba de las personas de ese país. Fue con el recepcionista y pidió su mesa, agradecía mucho que Barragán le hubiera conseguido una reservación en ese lugar, le debía una más a ese anciano decrepito. Rápidamente los llevaron a su mesa y ordenaron antipasti* del chef y un minestrone di verdura* como primo piatto* para ambos.

Estaba nervioso, era la primera vez que cenaba con Rukia de esa manera, la imagen sensual de la misma no le ayudaba a concentrarse y no sabía cómo proceder.

–Espero que te gustara la comida pulga, no sabía exactamente qué tipo de comida preferías así que escogí la italiana.

La pequeña chica le sonrió. –No tenías que hacer todo esto Grimmjow, era suficiente para mi ir a comer unas hamburguesas al puesto de la esquina. Todo esto es demasiado caro.

–Tsk… deja de pensar en eso tonta, aunque sea un miserable muerto de hambre, puedo darme lujos como estos debes en cuando.

Sintió un golpe por debajo de la mesa y se quejó de dolor. –No te creas tan impertinente para hablarme así perro rabioso, eso me gano yo por pensar en ti. En ese caso pediré lo más caro del menú.

Sonrió altanero al observarla, esa mujer era única, salvaje, fuerte, sensible y delicada, simplemente le encantaba cada una de sus facetas.

Regresaron al edificio de los departamentos a las 10:00 de la noche, había sido una buena velada, la comida había sido excelente y ambos estaban bastante satisfechos, después de guardar su motocicleta, se dirigio de nuevo a donde se encontraba Rukia, la observo mirando las estrellas y la luna, ella aun no notaba su presencia por lo que aprovecho para mirarla detalladamente a la luz de la luna, era jodidamente hermosa que estaba seguro hechizaría a cualquiera, no supo cómo paso, pero cuando se dio cuenta ya estaba detrás de Rukia abrazándola con fuerza, la chica se estremeció probablemente por su contacto sorpresivo y el frio de la noche, sin embargo no lo alejó en ningún momento. Algo en su interior le decía que no tenía que soltarla por ningún motivo, pero al final tuvo que hacerlo cuando ella se removió lentamente de entre sus brazos.

Rukia se dio la vuelta mientras lo miraba a los ojos, entonces se acercaron lentamente mientras unían sus bocas en un lento y profundo beso.


Pov Ichigo

Se encontraba sentado en la habitación del hotel en un pequeño escritorio de madera, ya tenía su equipaje listo para la partida, faltaba menos de dos horas para ir por Rukia. Por fin después de tanta búsqueda todo había terminado. Se llevaría de nuevo a su esposa a su hogar. Sacó un cigarrillo de su camisa y lo encendió mientras le daba varias caladas. Sobre ese escritorio estaba el archivo que Urahara le había insistido tanto que leyera, lo miró por largo rato hasta que decidió tomarlo entre sus manos. ¿Qué contenía aquello que según Urahara le haría cambiar de opinión? No estaba seguro que haría ahora que Rukia volvería con él y esperaba que esos papeles le dieran una idea, además ¿a qué le podía temer? Si estaba seguro que Rukia era una vil asesina, solo faltaba ponerle el último clavo al ataúd. No perdió más tiempo y abrió el gran folder que contenía todos los papeles de la investigación.


Notas:

Antipasti: Es un tipo de entrante propio de la gastronomía italiana. L'antipasto consiste en un aperitivo servido antes de comer los demás platos (primo piatto, secondo piatto y dolce)

Primo piatto: plato hecho típicamente de arroz o pastas que se consume en el comienzo de la comida, pero que puede ser, a veces, precedida por una o más entrantes.

Minestrone di verdura: Sopa típica italiana.


andy cma: De nada :'v

Yuki05: Espero que te agradara el cap, no importa cuánto tarden ahí estaré esperándoles : ´v el tiempo luego suele ser el factor limitante, tanto para escribir como para leer u-u En cuanto a las escenas, no he cambiado muchas cosas, en realidad el contexto es el mismo, he reescrito algunas escenas para que se entiendan mejor, pero más allá de eso no he hecho mucho, (creo yo xD) respecto a la escena de Ichigo y Rukia, pues... todo a su tiempo xD Pues la gente se fue cuando el fandom murió por aquel feo final, muchos se quedaron pero creo que poco a poco agonizamos en cierta medida u-u lo veo en la estadísticas del fic, antes llegábamos a más de 500 lecturas, hoy con suerte los capítulos llegan a 40 T-T pero yo escribo con mucho amor para esos 40 :'v Las ideas están a flor de piel y gracias por decirme lo de las faltas de ortografía, luego al pasarlo a la red algunas palabras cambian por el formato, ya las checare. No te fuerces si estas cansada y siempre que se pueda dejar tu valiosa opinión, (sino puedes ir acumulandolas :33 como la tómbola xD) Claro que no me haces leer de más xD siempre les leo con atención y entusiasmo, me da mucho ánimo saber de ustedes. Sin más, muchas abrazos y nos leemos pronto. Suertes infinitas y ánimo.

Hola a todos, espero disfrutaran del capítulo y no lo sintieran muy largo, son 15 hojas de Word a contar y por momentos siento que podría abrumar un poco, quizá la siguiente actualización ya tarde un poco más para darles tiempo a digerir las letras :P No olviden dejar un review con su opinión, para apoyarme y hacer que me apure a reeditar los capítulos faltantes xD Gracias por el ánimo. Nos leemos pronto y muchos buenos deseos. Vinsmoke fuera.