Disclaimer: Bleach y sus personajes no me pertenecen son propiedad de Tite Kubo, pero la historia es completamente mía.
¡He vuelto de la tumba! Ser adulto es difícil :'v el trabajo a veces no deja tiempo, ustedes disculpen, ya estoy retomando el ritmo para publicar, ya saben, lento pero seguro, yo estaré publicando c:
"El lugar donde nacen los niños y mueren los hombres, donde la libertad y el amor florecen, no es una oficina ni un comercio ni una fábrica. Ahí veo yo la importancia de la familia"
– Gilbert Keith Chesterton
CAPITULO XV – "Familia"
Pov Grimmjow
Primero fue impaciencia, después fue incertidumbre he incomodidad, diez, quince, veinte minutos y así pasó a una hora. No era posible que Rukia tardara tanto tiempo en arreglar unos malditos papeles, más aun cuando podía hacerlo con su ayuda. ¿Cuánto más tenía que esperar? Se estiró en el pequeño sofá que tenía en el departamento y se levantó lentamente, él no era muy paciente y estaba seguro que ya le había dado suficiente tiempo a la pulga para que pudiera ordenar sus dichosa papelería, algo no estaba bien. Era tarde para que Rukia estuviera preocupada por asuntos del trabajo y aunando al hecho de que el estado de salud de la pelinegra no era el mejor, no sentía que fuera correcto dejarla desgastarse de esa manera, ¡JODER! simplemente no podía permitir que Rukia siguiera desvelándose sin razón alguna. Se dirigió a su habitación para asegurarse de que Saito estuviera profundamente dormido y fue en búsqueda de la pequeña chica.
Antes de salir de la habitación miró de lejos al niño, el pequeño dormía con brazos extendidos en la gran cama, se acercó con lentitud y lo arropó con cuidado. Tenía un ronquido apenas perceptible y una cara de tranquilidad. Abrazaba el muñeco de felpa de ese feo conejo que Rukia le había regalado y en la otra mano tenía su muñeco de plástico con forma de pantera. Sonrió inconsciente. Su propio padre le había regalado una colección completa de animales de plástico cuando era niño, sin embargo al pasar de los años estos se fueron perdiendo, aunque el cariño que le tenía a dichos objetos jamás desapareció. Cuando vio aquella pantera en el escaparate del zoológico le fue imposible no comprársela a Saito. Salió de la habitación en silencio. Traería a rastras a Rukia si era necesario. Sonrió zancarrón al imaginarse peleando con la pulga y ganándole sin mayor problema. A escasos centímetros de salir de su departamento se detuvo pensante… ¿desde cuándo sonreía tan seguido? Agitó la cabeza de un lado al otro para despejar sus pensamientos, era raro admitir que desde que Rukia y Saito habían llegado a su vida, las sonrisas en su rostro eran algo más común.
Entró en el departamento de la pelinegra, lo encontró con las luces apagadas y extrañamente en silencio. Era algo muy extraño y no pudo evitar que una sensación de preocupación se expandiera por todo su cuerpo. Algo no olía bien, para nada bien. Prendió rápidamente las luces y miró a su alrededor, encontrando un vacío total tanto en la pequeña sala como en la cocina adjunta. No veía a la pulga por ningún lado en la sala y el comedor. Lo primero que se le vino a la mente fue buscarla en su habitación, encontrándose con un resultado similar, llevo una mano a su pecho al sentir un tirón y apretó su camisa en un puño. Busco rápidamente en el baño y lo encontró igualmente vacío. En ese punto la sensación de vacío en su pecho había crecido exponencialmente, se llevó una mano a la altura del corazón intentando calmar los latidos desbocados del mismo. ¿En qué momento había empezado a temblar? Se talló los ojos con insistencia y volvió a buscar en todo el lugar. No… no podio ser posible.
Gritó con fuerza antes de sentir un nudo en su garganta –¡Joder! ¡Esto no puede estar pasando…!
Corrió con todas sus fuerzas fuera del departamento hasta la entrada principal del edificio. En la calle buscaba desesperado con la mirada. Tal vez… tal vez la pulga había salido a comprar a la tienda a última hora. ¡Claro eso era lo más seguro! Un extraño miedo se estaba apoderando de él y no podía dejar que tomara el control. ¿Qué estaba pasando? Estaba a punto de correr a buscarla a las tiendas más cercanas cuando una voz le llamó mencionando su nombre.
– Grimmjow... ¿Qué haces afuera a esta hora?
Volteó encontrándose con su interlocutor de ojos verdes. Ulquiorra lo miraba seriamente mientras sostenía una linterna en su mano. –¿Qué quieres bastardo? ¡No tengo tiempo para ti!
En lugar de que Ulquiorra se fuera dejándolo solo, lo tomó fuertemente por el brazo impidiendo que se moviera –Elegante como siempre Grimmjow. Sabes que no me incumbo en tus asuntos, pero no deberías dejar solo al niño que cuidas.
Detuvo su forcejeo al escuchar al pelinegro. ¿Cómo sabía que solo estaba él cuidado a Saito? –Yo… no es lo que… –Lo pensó rápidamente, y ¿si Ulquiorra había vista a Rukia? Trago fuertemente –Ey Ulquiorra ¿Acaso haz visto a Rukia? ¿No la haz visto por aquí? La he estado buscando, ya es tarde y…
Ulquiorra le interrumpió con un gesto de su mano –Salí a vigilar que todo estuviera en orden hace una hora. La gente del edificio ha estado comentando que un tipo a estado merodeando el edificio estos últimos días. –El ojiverde suspiró largamente antes de continuar –La vi subir a un coche negro y arrancar rápidamente en dirección norte. –Ulquiorra señalo con su linterna la trayectoria. – Creí que se trataba de algún asunto personal y decidí no meterme.
Su corazón se detuvo y el tiempo se vio paralizado. Abrió la boca intentando que el aliento entrara en él, pero aun así se sentía asfixiado. Tomó con ambas manos al pelinegro por el cuello y lo miró con furia.
–¡Desgraciado no lo entiendes! ¡Maldita sea, ¿no sabes que su esposo posiblemente la está casando?! ¡Con una mierda! ¡¿No pudiste hacer nada para evitar que subiera a ese maldito auto?!
Su agarre fue perdiendo fuerza y observó como Ulquiorra lo miraba sorprendido. Al parecer no tenía ni la más mínima idea. Estaba seguro que si lo hubiera sabido, no lo hubiera permitido. Ulquiorra protegía a cada persona de ese maldito edificio como si fuera su familia y ahora justamente, cuando más necesitaba que estuviera alerta, había permitido que Rukia callera en las garras del peligro.
El pelinegro no tenía culpa alguna, pero él necesitaba desquitarse con alguien. –Lo siento Grimmjow, pero ella no parecía irse en contra de su voluntad. Subió al coche con tanta tranquilidad que no pensé que pudiera estar en riesgo.
Su sangre hirvió con fuerza y la furia parecía escapar por cada fibra de su piel. –¡Mientes! Ella no se podría haberse ido sin decirnos nada. ¡Ella no podría dejar a Saito! – ¡Ella no lo podía dejarlo a él! No ahora… ¡No después de ese día! ¡No después de haber compartido aquel beso!... ¡No después de por fin haber aclarado sus sentimientos!
Su agarre disminuyo de fuerza y sus piernas le siguieron. Ulquiorra se mantenía firme mientras él iba cayendo soltándolo en el proceso. Lentamente se fue deslizando hasta el piso, terminando de rodillas en el duro asfalto. Miró el suelo frío de la noche y cerro rápidamente los ojos mientras hacía puños sus manos. ¿Por qué? Esa era la única pregunta que rondaba su mente en aquel amargo instante. Al abrir sus ojos de nuevo observó como una gota de agua caía en el dorso de su mano, dejando una marca profunda…
Pov Kei.
Jugar futbol con su abuelo en el jardín principal de la casa Kurosaki era uno de sus pasatiempos favoritos. Le encantaba que su abuelo fuera tan exagerado en sus reacciones, se moría de risa cuando metía un gol, literalmente el viejo hombre realizaba una rabieta cual niño pequeño para después abrazar a su abuela. Su abuela Masaki por otro lado los veía a ambos jugar y después de un rato les ofrecía algo de beber o un pequeño tentempié, incluso en algunos momentos se unía en sus juegos de escondidas o de atrapadas. Sus días con sus abuelos Kurosaki habían sido de los mejores días que había tenido en mucho tiempo, más aun se sintió más contento cuando un día sin previo aviso se unió su abuela Hisana a sus juegos. Fue muy divertido hablar con ella y escuchar historias de cuando su papá y su mamá eran pequeños, incluso le parecían relatos de ensueño, ya que realmente no los podía imaginar siendo tan buenos amigos y llevándose bien. Pero era inevitable, a pesar de estar rodeado del amor de sus abuelos, esto no evitaba que sintiere ese horrible hueco al pensar que su mamá no estaba y que su papá lo ignoraba. Sin que nadie supiera, por las noches en la habitación donde dormía, no podía evitar que las lágrimas salieran de sus ojos constantemente, ahogando los sollozos contra la almohada hasta que por fin el sueño le vencía y se quedaba dormido.
Todo transcurrió igual hasta que la vieja bruja de Riruka apareció en la puerta de la mansión Kurosaki un día temprano por la mañana. Al verla lo primero que hizo fue aferrase con fuerza al vestido de su abuela Masaki. Su abuelo habló con él, tenía que regresar a su casa para que su papá no estuviera preocupado, sin embargo… regresar con aquella mujer le daba mucho miedo. Hubiera hecho hasta lo imposible por quedarse con sus abuelos, hasta que escucho que su madre regresaría ese mismo día a su hogar. La felicidad que le embargo fue tan grande y se dijo así mismo que tenía que ser valiente si quería volver a ver a su madre.
Riruka lo miró feo durante todo el camino en el auto. Se mantuvo callado en asiento trasero, tenía sus manitas juntas y veía al piso evitando por todos los medios las miradas que Riruka le lanzaba de cuanto en cuanto.
–Escucha bien mocoso, si le dices a Ichigo lo que paso estos días, te aseguro que no solo te asesinare a ti, sino que también asesinare a tu papá y a tu mamá. Todos morirán por tu culpa y estoy segura que no quieres que eso pase ¿verdad? ¡¿Entendiste?!
Se tensó al escuchar a la mujer hablarle. Con miedo le dirigió la mirada dudoso. –No, poo-r favor, ¡yo no diré nada! Pero no les hagas nada a mi mamá y a mi papá
La chica sonrió al verlo – Entonces tendrás que hacer todo lo que te pida de quien adelante mocoso, si no lo haces ya veraz de lo que soy capaz de hacer a tus tan queridos padres, Ginjou no se contendrá con ellos.
La angustia y tención que habían desaparecido en la estadía en casa de sus abuelos, rápidamente regresaron en los pocos minutos que llevaba junto a Riruka.
Cuando entro a su casa, lo primero que hizo fue llamar con insistencia a Kon. Fueron varios segundos los que trascurrieron antes de que el perro llegara hasta donde él estaba, respondiendo animado a su llamado agitaba la cola, alzaba sus patas con premura.
Corrió a su habitación con el can pisándole los talones, se encerró en la misma intentando alejarse lo más posible de la mujer de cabello rosado. Se subió a su cama junto a Kon. El labrador se encontraba bastante descuidado y sucio, por no decir que muy delgado. Probablemente Riruka no le había prestado atención alguna durante su ausencia. Rápidamente abrazo al perrito por el cuello con mucha fuerza, como si en cualquier instante este fuera a desaparecer. ¿Qué hubiera pasado si él hubiera regresaba mucho después? La idea de perder a Kon le dolía.
Pequeñas lagrimas empezaron a surcar su rostro –Perdóname Kon. No debí dejarte solo con esa bruja, pero… pero ahora mi papá y mi mamá van a volver y ellos nos va cuidar a ambos, veraz que todo estará bien de ahora en adelante.
Pov Ichigo
Las distancias parecían tan largas y a su vez tan cortas. Su llegada, el aeropuerto, la despedida de Urahara y la promesa de un contacto permanente. Después de mucho ajetreo, por fin estaban en casa. Frente a la imponente misión Kurosaki, Rukia se mantenía detrás suyo alejada. Le dolía ver que su esposa tenía tanta desconfianza hacia él, pero claro… no podía culparla. Él la conocía muy bien, desde hace años lo hacía, se veía tranquila, pero la realidad distaba mucho de ello, sabía que la ansiedad estaba aflorando en la piel de la pelinegra, justo cada segundo que pasaba, ella se mantenía a la defensiva. Él por su parte, de igual manera se encontraba muy nervioso, no estaba seguro de lo que pasaría de ahora en adelante cuando ambos atravesaran la puerta de su hogar.
Solo tenía una certeza, desde ese momento comenzaba su tarea por explicarse y reconquistar a su esposa, de reconstruir a su familia…
Desde ese momento desentrañaría toda la Bruma alrededor de su vida…
Noctelocusta650: Todo puede pasar, a decir verdad el final ya está más o menos dibujado y espero les sorprenda, en cuanto a una posible muerte de Rukia, pues... todo puede pasar, con eso diré todo :B Mil gracias por el apoyo :3
Inverse L. Reena: Te prometo que no dejare morir al fandom T-T en cuanto a actualizar, espero yo, ya no tarde demasiado xD me esforzare :3
Nozomi-chan: En el amor y la guerra todo se vale, me pregunto si a Ichigo le alcanzara su estrategia uwu ya veremos y también el esperado rencuentro madre e hijo :'v prometo ya no tardar tanto :3
Yuki05: Yo solo diré que cada personaje tiene un por qué y un papel importante en la historia, por que directa o indirectamente han sido los causantes de la misma, al final las sensaciones más simples suelen ser la respuesta. Ya parezco político prometiendo :'v esta vez lo juro por mi garrita, la siguiente actualización serán tres capítulos seguidos y será antes de 10 días, lo prometo :3 Mil gracias por no abandonar el barquito de mi historia :'3
¿Se sintió un poco corto? Es que así tenía el capítulo :'v pero tranquilos que ya estoy trabajando en editar los nuevos :33 SE VIENE ACTUALIZACIÓN DE 3 CAPÍTULOS SEGUIDOS. Muchas gracias por su apoyo, por sus review, por sus fav y follow, me hace muy feliz recibirlos. No olviden dejarme un bonito review con su opinión acerca del capítulo, cada uno contribuye a que mis energías de escritor no desaparezcan y mueran en el trabajo. Sin más por el momento, les mando muchos saludos, emociones positivas y un abrazo virtual. Vinsmoke fuera.
