Disclaimer: Bleach y sus personajes no me pertenecen son propiedad de Tite Kubo, pero la historia es completamente mía.

Halo, este capítulo es para que vean que si estoy trabajando en editar y actualizar. Con todo mi cariño, ya me estoy apurando, así que por favor guarden sus trinches y antorchas uwu

"Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes."

– Khalil Gibran

CAPITULO XVII – "Errores"

New York

Pov Ulquiorra

Después de la discusión que había tenido con Grimmjow por la mañana, ahora la noche le tomó por sorpresa, había tardado discutiendo tanto tiempo, o quizá simplemente ese no era su día, aun con sus cálculos tardo más de los deseado consiguiendo aquello que ahora descansaba en la gran bolsa que sostenía. Había decido comprar cámaras de vigilancia para el edificio, poner unas cuantas alrededor sería de mucha ayuda para alejar a los fisgones y a la gente no deseada. Suspiró mientras el vapor escapaba por su boca, esa noche era particularmente fría. No le sorprendería que por la época una nevada cayera sin ningún problema en cualquier momento. Sería buena idea decirle a Orihime que abrigara más de lo habitual a los niños, de lo contrario podrían pescar algún resfriado y eso no sería bueno.

Continúo caminando hasta llegar a divisar su edificio. Pudo ver desde lejos la silueta de su mujer fuera del lugar buscando con la mirada a su alrededor. Estaba sosteniendo a Akira por la mano, su pequeño hijo la sostenía con fuerza y pensó, que ambos de seguro se habían preocupado por su tardanza, sin embargo al acercase más y verla de mejor manera, distinguió la preocupación en su mirar y al hacer contacto visual se dio cuenta que aquella mirada destilaba todo menos bienestar. Akira por su parte también mostraba signos de haber llorado por largo rato. No dudo en correr hasta su lado.

La pelinaranja estaba agitada –¡Ulquiorra debes buscarlo! ¡Lo sabe todo! No sé de qué sea capaz. Fue mi culpa, debí detenerlo cuando pude. Por favor…

Su hijo se abrazó a su pierna –¡pa! Pa.. papá grande. Sai fue. Tiste amigo.

Ante las palabras de su esposa solo atino a alzar sus brazos e intentar tranquilizarla, tomó a su hijo entre sus brazos cargándolo protectoramente. –Tranquila mujer. No entiendo nada de lo que me dices, respira un poco y explícate.

Sus palabras parecieron detener un poco el estado frenético de su esposa. –¡Los escucho Ulquiorra, él los escucho!

Flash back

Pov Orihime

Dejo al pequeño Akira jugar con varios cubos en una cobija de la sala junto a Saito, mientras ella iba a preparar la cena. Ulquiorra ya había tardado mucho, pero estaba segura que en cualquier momento aparecía, después de todo su esposo había sido un militar así que podía defenderse por su cuenta y confiaba en que lograría hacer recapacitar a Grimmjow, además de que por fin traería esas cámaras para el edificio.

Todo lo que había pasado, le hacia recordar aquellos tiempos cuando se conocieron y el pelinegro se enlisto en el ejército con el único motivo de conseguir la nacionalidad americana, era algo que aún le helaba la sangre, cuando Ulquiorra regreso después de su servicio en primera línea en Vietnam, fue imposible no darse cuenta de que algo dentro de él había cambiado. Alejo esos viejos pensamientos de su cabeza y continúo cortando varias zanahorias. Un ruido seco de un golpe en la puerta la hizo reaccionar y dejar su acción inconclusa, de inmediato fue a la sala para ver los niños y se dirigió a la fuete del sonido, la cual parecía proceder de la entrada.

Se encontró con la imagen de Saito en la entrada principal, mientras sostenía entre sus manos la perilla de la puerta principal e intentaba con todas sus fuerzas abrirla. Sin embargo la cadena oculta que se encontraba por arriba de la puerta se lo impedía.

Miró al niño con curiosidad –¿Saito que estás haciendo? ¿Por qué quieres abrir la puerta?

El pequeño la volteo a ver sorprendido, junto sus manos con nerviosismo y miró al suelo. –Yo solo… quería abrir la puerta.

Le sonrió maternalmente. –Ya me di cuenta corazón. Pero aun no me respondes, ¿Por qué quieres abrirla puerta? Es peligroso.

El niño se mantenía tan mudo, que decidió cambiar de técnica. –Ágamos un trato, ¿te parece? Yo abro la puerta y tú me dices la verdadera razón por la cual la querías abrir.

Saito asintió lentamente aun mirando el suelo y ella sin pensarlo dos veces le quito el seguro a la puerta y la abrió de par en par.

–Bien y ahora porque no me cuentas.

La voz del infante era baja pero audible. –Nadie me quiere –El pequeño sorbió con fuerza y fue cuando lo observo mejor, estaba llorando –Mi mamá se fue y mi papá no quiere ser mi papá, yo sabía que nadie podía querer a alguien como yo. Los otros chicos de la calle siempre me lo decían, que jamás habría nadie en su sano juicio quien me quisiera. No hay lugar para nosotros. ¡Nunca debimos haber nacido! –Las pequeñas manos de Saito empezaron a limpiar su lagrimar que no cesaba.

Su corazón dolía al verlo así. –No sé quién te dijo eso cariño, pero te está mintiendo, te aseguro que Rukia te quiere un montón pero tuvo que marcharse de repente y Grimmjow…

El fuerte grito de Saito la interrumpió. –¡No me mienta! Usted ha sido una de las pocas personas que ha sido amable conmigo, pero… ¡Yo escuche a mi papá platicar con el señor Ulquiorra por la mañana! Cuando escuche que el señor Ulquiorra iría a buscar a mi papá para hacerlo entrar en razón, pensé que se refería a que armarían un plan para buscar a mi mamá, pero lo que lo seguí aprovechando que había dejado la puerta abierta, quería ayudar pero… –un pequeño hipar acompañaba cada palabra de Saito –Lo único que oí fue decir a mi papá que no quería ser mi papá y estoy seguro que fue por mí, porque no soy un niño bonito y brillante, porque me comía los dulces de papá, porque por las noches me quedaba despierto jugando con mis juguetes cuando mamá decía que durmiera, por no obedecer siempre ¡todo es mi culpa! también mi mamá se debió de haber ido por mi culpa, si ella de verdad me quisiera al menos ya me habría llamado, pero no me quiere… nadie… yo estoy solo, siempre he estado solo… solo.

Se sentía con las manos atadas, así que intento abrazar al niño pero este aprovecho el momento en el que se agacho y entonces la empujo tirándola al suelo, rápidamente el pequeño salió corriendo por la puerta abierta mientras ella apenas y reaccionaba. Trató de alcanzarlo, pero en sus condiciones solo pudo ver como Saito se perdía entre las calles de New York.

Fin del flash back.

Pov Ulquiorra

Tiró la bolsa que aun sostenía, mientras examinaba a su esposa. –¿Cómo no me di cuenta en el momento? Parece que últimamente solo atraemos mala fortuna.

La pelinaranja le tomó por el brazo mientras lo jalaba buscando seguridad. –¿Qué vamos a hacer Ulquiorra?

–No te preocupes, debes tranquilizarte. Lo buscaremos. Primero que nada hay que pedirle ayuda a todos en el edifico. Debemos de encontrar a Saito antes de que alguna pandilla lo haga o que comenta alguna imprudez. Llama a cada puerta y asegúrate de que se armen equipos de búsqueda con todos aquellos que quieran ayudar, empezar por donde viste correr a Saito es buena idea.

La chica lo apretó con mayor fuerza –¿Y qué hay de ti?

La miró tranquilamente –Iré a buscar a Grimmjow, él debe enterarse de esto.


Japón.

Pov Ichigo

Un instante se convertía en una eternidad, su respiración lenta y entrecortada era completamente contraria al latir de su corazón, frenético y desbocado. El rostro de Rukia se mantenía sin expresión alguna, indescifrable como sus mismos pensamientos. Solo sus ojos violentas se mantenían fijos en su persona, taladrando con intensidad su alma. Tal vez en la capa más superficial del muro que había levantado su esposa podía distinguir incertidumbre, pero mentiría si digiriera que podía asegurarlo. Ese instante se volvió tortuoso cuando el silencio reino cual muerte a la vida. No lo soportaba más, necesitaba que ella le reclamara, que le insultara, que golpeara, que le dijera sus verdades y que cada palabra fuera un flagelo que ayudara a reivindicar su conciencia.

Rompió el contacto visual y aprovechando la situación tomó con delicadeza las manos de su esposa, rodeándolas entre las suyas. –Rukia… yo estaba equivocado, no sabes cuánto me odio por no haber confiado en ti, prometí protegerte por siempre y yo…

Mantuvo su agarre mientras su mirada viajo a los ojos de su esposa, esperaba una señal, una respuesta. –Lo siento tanto Rukia, yo aún te amo y nunca he dejado de hacerlo. Si tan solo pudieras darme una oportunidad te prometo que…

Sus palabras murieron en su boca en cuanto escucho a Rukia hablar. –Te perdono Ichigo – No pudo evitar que una sonrisa se instalara en su rostro en cuando aquellas palabras.

–Gracias Rukia, yo… cambiare desde ahora, seré el esposo y el padre que tanto tú como Kei se merecen, me dedicare por completo a ustedes y hare todo de forma correcta, desde hoy yo…

La euforia que le estaba invadiendo y amenazaba con tragarlo vivo se perdió por completo en cuanto se levantó con la intención de rodear entre sus brazos a la pelinegra y esta se alejó rápidamente, deteniendo su acción. –¿Qu-qué sucede…?¿Rukia?

Pov Rukia

La historia de pelinaranja la había descolocado por completo, todos estos años de sufrimiento y humillación sin razón alguna por fin los podía ver claramente Ichigo, tanto tiempo esperando a que sucediera y sin embargo… el daño causado era demasiado, los recuerdos dolorosos no dudaron en atacarla, era demasiado dolor y rencor. No solo por parte de su esposo, sino también por todo el odio que indirectamente Kei cargo sobre sus jóvenes hombros, el más que nadie, no merecía haber presenciado aquel escenario tan triste. No podía odiar a Ichigo por más que quisiera, eso simplemente no entraba en su corazón, habían pasado tantas cosas juntos desde su infancia que no podía. Tampoco quería que su hijo percibiera odio a su alrededor, por lo que decidió perdonar a Ichigo, pero todo aquel sufrimiento que como cicatrices profundas quemaban su cuerpo, no pudo ser ignorado. No podía querer al látigo con el cual había sido herida, podía perdonar la acción, más no podía olvidar de la nada la amargura causada. Así que cuando Ichigo se acercó para abrazarla no dudo en retroceder. Muchas cosas cambiarían.

Dejó que todo dentro de ella saliera. –¡Eres un imbécil con pelo de zanahoria y un dedo de inteligencia!, ¡¿sabes cuánto tiempo estuve esperando a que me escucharas?! – La lagrimas empezaron a escurrir por su rostro lentamente, sin embargo aquellas no fueron impedimento para que siguiera – ¡Eres un idiota, te tomo más de 7 años ver la verdad! – Su voz bajo cansada –pero… lo siento Ichigo, no creo poder seguir con esto… –su estómago empezó a doler irremediablemente y a esto le siguió el mareo, el malestar y la sensación de ahogo, las energías le abandonaron y se temió lo peor. Hizo el mayor esfuerzo para no derrumbarse frente al hombre que estaba enfrente de ella. Esa sería la última vez que mostraría debilidad frente a él.

Lo vio inmóvil y con una expresión de angustia en su rostro –Rukia… por favor… estoy… estoy seguro que podremos arreglarlo juntos, no puedes rendirte así de fácil.

Sonrió con ironía. – No me rendí los últimos siete años Ichigo, ya estoy cansada. No has hecho otra cosa más que causarme dolor.

Nunca se esperó que Ichigo se arrodillara frente a ella y de nuevo tomara una de sus manos entre las suyas. –Tenemos una familia Rukia, sabes que yo te amo desde que éramos jóvenes. Puedo ofrecerte una estabilidad económica, nada te faltara a ti ni a mi hijo. Porque estoy completamente seguro, que por sus venas corre mi sangre, sabes que jamás lo volveré a dudar. Sé que he errado pero tampoco creo que sea posible que olvides todo el amor y los buenos momentos que hemos tenido. Por favor… dame otra oportunidad Rukia. Hazlo por nosotros, por Kei…

Un dolor en la cabeza le taladro como mil cuchillos y el pecho le dolió. ¿Aquello que sentía era pena, dolor o malestar? Por mucho que fuera aquello, no soportaba ver a Ichigo de esa manera. Lo tocó en un hombro y lo hizo levantarse lentamente. –No puedo asegurarte que yo aún te amé o que lo vuelva a hacer, el dinero no me importa mientras le des a Kei lo que le corresponde, pero yo… ni siquiera sé cómo me siento ahora que he llagado, pero sé… y estoy segura que debemos llevarnos bien, por el bien de nuestro hijo y eso es algo que debe quedarnos claro a los dos.

Lo vio tragar lento. –Eso significa, ¿significa que me darás otra oportunidad? –Eran ideas suyas o cada instante le costaba cada vez más trabajo respirar, le dolía un poco el deglutir. Intento no desequilibrarse cuando el dolor en su estómago se hizo más intenso. No había comido nada aun en todo el día y al parecer su cuerpo ya lo resentía. Demasiadas emociones no eran algo bueno.

Negó con la cabeza lentamente –Creo que en este momento no puedo hacerlo Ichigo, lo único que te pido es que me des libertad, sin cadenas que me aten podre pensarlo mejor acerca de lo nuestro.

El pelinaranja entrecerró los ojos lentamente –¿A qué te refieres? No puedes hablar en serio Rukia.

Suspiró lentamente –No lo hagas más difícil de lo que ya es. Yo solo… quiero el divorcio Ichigo.


New York. Zoológico de Central Park.

Pov Grimmjow

Había sido agotador llegar al zoológico, no tanto por tratarse de un trabajo manual, ya que si solo fuera eso no tendría problema alguno, pero en cuanto a tramites, él los aborrecía. Aunque tal vez debería agradecerlo de cierta manera, ya que trabajar tan constantemente hacia que los plazos en que recordaba a Rukia y Saito fueran cada vez más cortos, el alcohol ayudaba pero en este punto. Ya debía de dejarlo de lado de un maldita vez, después de todo ya no sabría nunca más de ellos, entre más rápido los olvidara mejor.

Se masajeo con una mano su frente, la tención era demasiada. Todo el papeleo debía estar en orden cuando Nibelungo abandonara el zoológico, tenía que arreglar quienes serían los que anestesiarían al felino, que veterinario lo apoyaría en el trayecto y quienes se encargarían tanto de la logística del transporte que los llevaría al aeropuerto, como de aquellos que se encargarían de llevarlos a la reserva en China.

–Te vez cansado pequeño imbécil, tal vez deberías tomarte una ducha y dormir de una buena vez, como el gato gordo y perezoso que eres, sin olvidar claro que también es un maldito gato que apesta a alcohol.

Miró a Barragan acercarse y sentarse en una de las sillas de la habitación. Ahora que se había mudado, compartía habitación con su viejo y arrugado amigo. Muchos trabajadores en el zoológico se quedaban ahí por cualquier emergencia, pero debido a su carácter la mayoría prefería mantenerse alejado del anciano y de él –Ese no es asunto tuyo vejestorio, porque no dejas de molestar de una buena vez y te mueres. –Por un momento pensó en salir por unas cuantas cervezas, sin embargo al no escuchar responder a su amigo como característicamente lo hacía, se preocupó.

Miró discretamente al viejo sentado en silla. Entrecerrando los ojos y respirando lentamente –¡Ey viejo! ¡¿Qué sucede?!

Lo escucho reír de repente y sonreírle altanero. –Es cierto Grimmjow, ya soy un decrepito viejo arrugado que puede morir en cualquier instante, pero tú sigues siendo un imbécil gatito. La realidad es que estoy un poco triste porque pensé que pronto traerías para que conociera a la bella mujer con la paseabas por el zoológico y el mocoso enclenque que les acompañaba. Quería conocerlos antes de que me convierta en polvo como tú dices.

Era la primera vez que escuchaba a Barragan pedirle algo como eso y no pudo evitar hacer una mueca de desagrado. –Eres una mala hierba así que dudo que mueras tan fácilmente como te imaginas o como a mí me gustaría que pasara, además olvídalo de una vez viejo, ellos no vendrán nunca más por aquí. Han sido un error.

Barragan pasó una de sus manos por su barba. –¿Ahora qué hiciste chiquillo estúpido? ¿Ya arruinaste lo único bueno en relaciones que has tenido los últimos años? Dime qué tontería hiciste esta vez.

Tensó su cuerpo y saco los colmillos. Casi escupió sus palabras. –Yo no hice nada.

–Lo veo en tus ojos hijo, no sientes odio sino una pena muy grande. Habla de una jodida vez.

La mirada del viejo era más demandante que solo esas pocas palabras. Eran pocas personas con las que se abría, pero Barragan siempre se había comportado como un padre con él y más aún cuando su verdadero progenitor falleció, el anciano siempre había estado con él, apoyándolo en las buenas y en las malas, cuidándolo desde la distancia, dándole consejos… ¿Acaso Saito se sentía con la misma confianza cuando estaba con él? Al final, termino cediendo a su petición y le contó todo aquello que había pasado con Rukia y con Saito.

El viejo se mantuvo pensativo mientras relataba. –Ya veo… con que eso fue lo que sucedió muchacho. Supongo que no me he equivocado en cuanto te dije que habías cometido una estupidez.

–¡¿Qué dices viejo?! Ella fue quien se largó por su puta cuenta, no tengo culpa de nada.

–Imagínate lo asustada que estaba de lo que fueran a hacerles a ti o al niño, que prefirió huir de ti y de Saito, a pesar de que mostraba un claro afecto por ustedes. Píeselo adecuadamente y dime que esa chica era una mujerzuela que solo buscaba aprovecharse de ti. ¡Vamos! Te reto, di que ella es una puta, rastrera y escoria rata de alcantarilla. Una mierda andante. ¡Vamos dilo de una vez!.

Sus ojos ardieron en rabia al escuchar que el viejo decir palabras tan bajas para con Rukia. No lo pensó dos veces antes de lanzar un puñetazo y golpear justo a la pared al lado de Barragan. –¡Cállate de una maldita vez! Ella no es así.

El viejo a pesar de su acción, no se perturbo en lo absoluto. –La quieres de verdad… sé que debes sentirte lastimado y traicionado, pero eso es parte de una relación, no todo es bueno, el apoyarte en las buenas y en las malas, cuando haces las cosas bien y cuando haces las cosas mal… pedir perdón y dejar de lado el orgullo es cosa de todos los días. Porque para el amor no hay obstáculo. Ya estoy viejo, esperaba que vieras mis errores y no los cometieras. ¿Cuánto más necesitas para apreciarlo? No dejes que se te acabe el tiempo, no pierdas a esa mujer ni al pequeño que te quiere con tanto empeño.

Bajo sus puños y miró al anciano –Barragan…

–Disculpen que los interrumpa pero este hombre se empañaba en encontrarte Grimmjow.

Al escuchar la voz de uno de los veladores del zoológico, volteo para encontrarse al trabajador y a Ulquiorra en la puerta de la habitación. ¿Qué hacia él ahí? Casi era la una de la mañana.

El ojiverde lo miraba fijamente –Es una emergencia Grimmjow, Saito ha desaparecido.

Dejó de escuchar y las palabras pronunciadas por Ulquiorra taladraron su cabeza. "Saito ha desaparecido" "desaparecido…" eso… ¡eso debía ser un error! –¡¿Qué acabas de decir desgraciado?!

El pelinegro no se movió –Saito se ha evaporado y debemos de buscarlo de inmediato.

Abrió los ojos más de la cuenta y se olvidó como respirar ¿Por qué ahora? Ya había perdido a Rukia, no podía perder ahora a Saito también… no… no más. Iría a buscar a su hijo y lo protegería a cualquier costo.

Todo sucedió de un momento a otro de una manera tan rápida que apenas y cayó en cuanta en lo que había pasado. No perdió más tiempo y se unió a la búsqueda del niño, no podían llamar a la policía dado que el pequeño era de la calle y no tenían papeles que corroboraran un parentesco, si ellos le encontraban de inmediato lo canalizarían a un orfanato y lo alejarían de él, algo que no estaba dispuesto a permitir. Barragan y algunos más del zoológico se unieron a la búsqueda, pero pasadas las cuatro de la mañana nada era seguro, era imposible que con tanta gente aún no lo encontraran. El frió aumentaba y eso no le agrado para nada, según las palabras de la mujer de Ulquiorra el niño no había salido más que con una camisa y un pantalón, debía estar congelándose. Pasó una vez más recorriendo todo central park y se detuvo en uno de los puentes del lago principal, recordaba que cuando niño le encantaba ese lugar y esconderse sobre todo en los pilares en forma de canoa debajo del puente, fue una idea tan fugaz y sin embargo le dio una idea no tan alocada, bajo a los cimientos del puente no importándole llenarse de lodo y entonces busco en los pilares y en último de ellos pudo distinguir la figura de un niño pequeño. Saito… ¡Saito estaba ahí! y por fin algo de su alma regreso a su cuerpo.

Antes de subir por él, le hablo lentamente. –¡Saito con que aquí estabas! Me tenías preocupado campeón.

El niño se sorprendió al verlo y se alejó rápidamente de su alcance, tambaleándose peligrosamente de la edificación –¡No te acerques! ¡Eres un mentiroso! Creí que me querían pero ya me di cuenta que no era verdad, que tu no deseabas ser mi papá. Si tanto les estorbaba debieron haberme corrido o haber llamado a los policías, ¡no quiero verte! ¡Vete!

Las palabras de Saito le llegaron, asiéndole retroceder un segundo y entre la confusión el pequeño se alejó más de la cuenta de la pequeña saliente del puente, cayendo desde el pilar directo al lago. No lo pensó más de dos veces antes de saltar de lleno al agua helada y nadar rápidamente para alcanzar al pequeño que luchaba por no hundirse. Justo a tiempo logro tomarlo entre sus brazos y arrastrarlo rápidamente a la superficie, lo tenía abrazado contra su pecho, tenía los ojos cerrados y lo sentía temblar con fuerza. Rápidamente salieron a la orilla. Debía secarlo y hacerlo entrar en calor de inmediato. Corrió hacia el zoológico y mientras lo hacía no dejaba de pensar en lo mal que se sentiría si a Saito le sucedía algo.

Gruño con fuerza. Quería matar a alguien, para ser más exacto quería matarse así mismo por su estupidez, si él no hubiera actuado tan imbécilmente, Saito no estaría en esas condiciones.

–No sé si me escuchas Saito, pero te prometo que no te volveré a dejar solo, eres mi hijo y te juro por mi vida que traeré a tu madre de vuelta.


Notas:

Solo para aclarar dado que no lo he hecho en los capítulos anteriores xD, el hijo de Orihime y Ulquiorra se llama Akira y cuando Rukia lo conoció rondaba por los dos años y unos cuantos meses, pero ahora en este punto de la historia ya tiene tres años.


Seguimos de pie luchando contra el mundo, yo y mi legión de galletas imaginarias xD vamos que la navidad se acerca y es una excelente época para sentarse con un café/chocolate con los amigos o la familia, discutir un poco y tener tiempo de calidad. Recordad que la vida solo es una uwu bien mis queridos lectores (fantasmones) no olviden dejar un review con su opinión de la historia, porque "sin lectores no hay historias" muchos abrazotes y nos leemos pronto. Vinsmoke fuera.