Disclaimer: Bleach y sus personajes no me pertenecen son propiedad de Tite Kubo, pero la historia es completamente mía.

Sigo aquí, como un fantasma, como una flor, sigo por aquí xD

"¿Es usted un demonio? Soy un hombre. Y por lo tanto tengo dentro de mí todos los demonios."

–Gilbert Keith Chesterton

CAPITULO XXI – "Sombras"

Pov ¿?

Su casa emanaba una tranquilidad perpetua, mientras disfrutaba el ajedrez con delicadeza movía un caballo blanco a una posición adecuada, analizando las posibilidades. Bajo esos 64 cuadros todo estaba en su control, conocía cada posibilidad, cada movimiento y puntaje pasibles.

La chimenea encendida atenuaba el frío de la noche y del gran ó un golpe en la puerta de la gran habitación y con palabras secas permitió que su visitante ingresara al lugar.

Pov Gin

A decir verdad siempre se ponía un poco nervioso al entrar a esa estancia. No había nada más perturbador que ver un hombre completamente sereno y calculador como su jefe, también por extraño que le pareciera le atraía bastante esa actitud, el poder que emanaba era demasiado atrayente para no dejarse cobijar bajo él, además el costo era bastante accesible, su fidelidad y servicios, ¿Qué más podía pedir?

Estaba perdido en sus pensamientos hasta que le oyó dirigirse hacia su persona –Es un placer tenerte hoy conmigo Gin.

La voz de aquel hombre era seca y fría. –Sabe que no me gusta molestarle con banalidades, eso no es lo mío y esto no es la excepción, hay un hombre que me está investigando y que me sigue cual perro policía a un cadáver.

Lo vio alzar una ceja antes sus palabras. –¿Acaso tienes miedo? Nadie puede probar nada en tu contra.

Tragó grueso. –No es que nadie pueda probar algo, pero me siento bastante incomodo teniendo en cuenta que alguien sigue mis acciones. No he podido identificarlo aún.

El hombre frente al él rio ante sus palabras –Jajajaja, una serpiente temiendo de los conejos, ¿Cuándo se había visto eso? Si tanto recelo te embriaga Gin, le diré a Tousen que te proporcione un poco de apoyo. Pero dejando eso de lado, dime, ¿cómo va nuestro pequeño proyecto?

De inmediato buscó una fotografía de entre sus ropas. –Bastante bien, su hija ha estado muy ansiosa y pidió que la visitara pronto, al parecer el dinero en su cuenta ha estado en decremento. En cuanto a la pequeña piedra tenemos un visitante inesperado.

–¿Inesperado? Nada es inesperado Gin, solo son más variables del juego. Un poco de resistencia no arruina la partida, al contrario la hace más interesante.

Le mostró la imagen entre sus manos. Su jefe la miró fijamente. –Pero, me temo que esto parece ser más que una simple resistencia.

Lo sintió arrebatarle de las manos dicho objeto para mirarlo por largo rato antes de volver a dirigirse a él –¡Vaya!, con que el galante estercolero de animales de zoológico está aquí, Grimmjow Jaegerjaquez. En verdad no me esperaba que viniera desde New York por una mujer, pero esto es prueba inequívoca, querido amigo, que podemos tener más cosas a nuestro favor. Debes aprender Gin, que un hombre como él puede ser usado fácilmente.

Le extendió de nuevo la foto y la volvió a tomar. –En cuanto al Kurosaki, aun no averiguo quien fue exactamente el que consiguió dar con el paradero de su esposa, tantos años que nos costó alejarla del camino y ahora él, la hace regresar por propia voluntad. Esa maldita se debió haber quedado lejos y esperar el turno para su muerte, no sé qué haremos con ella señor.

Lo vio recargarse en la silla y mirarlo. –No hay problema Gin. Tengo una idea inequívoca de, aquel hombre que ha estado interviniendo en nuestros planes. Al parecer es un viejo amigo que sin dudas está detrás de todo y por supuesto, cuando llegue el momento de reunirnos estaré encantado de verlo, aún hay cosas que debo cobrar antes. Primero habrá que agendar en la lista a la pequeña Kuchiki, y por cierto, hablado de ellos. Dime, ¿qué sabes de Kuchiki Byakuya?

Respondió rápido –Contrató a un nuevo personal. Es un asesino a sueldo.

Lo miró sonreír y cerrar los ojos mientras se relajaba. –Que más podría esperar de un Kuchiki, en definitiva ese hombre trabaja rápido, no hay lugar a dudas.

Asintió mientras lo escuchaba –Eso sería todo mi informe, en cuanto a su hija y su…

Fue interrumpido cuando el hombre frente a él le extendió el brazo con un cheque, callándole en el acto –Dale el dinero que necesita, la visitare después. Vigila su embarazo y asegúrate de que se cuide como es debido, ese niño es demasiado valioso para nuestros planes. También hazle saber que puede actuar cuando quiera, pero que es imprescindible que se mueva de una vez.

Tomó el papel y sonrió –La pequeña Riruka estará encantada con esto. ¿Hay algo que quiere que haga?

Vio como una sonrisa se formaba en su rostro antes de responderle –Creo que ha llegado la hora de que tengamos un único heredero. ¿No crees?

Asintió mientras sentía su ansiedad crecía, como un depredador a punto de atrapar a su presa. – De lo por hecho, señor Aizen.

–Entonces cuento contigo Gin.


Pov Grimmjow

Ingresó a su departamento con la noche como fiel testigo. Su apariencia no era la mejor, ahuyentó a la mayoría de las personas que se cruzaron en su camino aquella noche, pero realmente no le importaba. Estaba inquieto, de verdad esperaba que la pulga hubiera llegado bien a su destino. Si de él dependiera la acompañaría hasta el fin del mundo, pero por el momento sabía que debía mantener la cabeza lo más baja posible, al menos hasta que supiera que quería hacer Rukia con respecto a la situación. No quería precipitarse y cometer un error que perjudicara a la pelinegra e hiciera que la situación empeorara.

Sin animo, se dirigió directamente a su cocina, realmente eran pocas cosas las que había comprado a su regreso y para él era lo básico que necesitaba en ese momento. En su despensa seis paquetes de latas de cerveza y bastante polvo le daban la bienvenida. Cogió dos paquetes, se recostó en su viejo sofá mientras los dejaba de lado, tomo una cerveza y la abrió dándole un largo sorbo. El sabor agrio y fuerte le hizo sentirse inhibido, una lata llevo a otra, un paquete llevo a otro y cuando se dio cuenta solo un pack de cervezas quedaba intacto. Algo mareado analizó su departamento, ese puto lugar era viejo, pobre y estaba bastante dañado. ¿Siempre había estaba tan vacío aquello? Los ojos le empezaban a pesar, se sentía jodidamente cazado… muy cansado. Con dificultad tomo una cerveza más y al abrirla, el frío metal término cortándole en el dedo, gruño una blasfemia y miró la herida, eso no era un buen augurio. Ya en ese punto, no sentía dolor corporal, ojala pudiera decir lo mismo de su interior… parecía que algo lo ahorcaba desde adentro.

Se terminó las cervezas y se mantuvo recostado en el sofá aun con incomoda sensación en el pecho. Debía verse patético y lastimero, un imbécil borracho e inservible. Sonrió al pensar en el poco dinero que disponía y que a pesar de ello, había terminado gastando para comprar varios packs de bebida. Muchas veces había oído que el alcohol ayudaba a olvidar lo irreparable, las derrotas y las penas. Él bebía por gusto, pocas veces lo hacía para "olvidar", pero cuando lo hacía siempre terminaba con la misma conclusión, no importa cuántas cervezas tomaras, cuando algo calaba jodidamente hondo, no había nada que lo pudiera sacar de tu interior.

¡Mierda! se sentía tan enjaulado y a la vez tan libre, que deseaba dejarse llevar por sus deseos y permitirse saber a dónde lo llevaba todo aquello, necesitaba tenerla entre sus brazos, la deseaba, su voz, su sonrisa, su actitud, todo lo que ella implicaba.


Pov Urahara.

La noche fría le hacía sentirse apesadumbrado, no perdió más tiempo e ingreso al edificio con un café entre sus manos. Las personas se movían presurosas de un lugar a otro, podía distinguir entre el alboroto como los policías paseaban con informes entre sus manos, mientras otros llevaban criminales esposados. Pasó a un lado de algunos de ellos y se acercó a una oficina en particular siendo detenido por un gran hombre.

Se mantuvo quieto mientras el tipo lo mirada de mala manera. –¿Se le perdió algo? No puede pasar, es un área exclusiva para oficiales. Si tiene alguna denuncia, la oficina social está en el otro extremo.

Pasó la mano por su nuca y la rasco tranquilo. –Siento molestarlo… en verdad, pero no he venido a hacer una denuncia estaba buscando…

El corpulento hombre le tomó por el hombro jalándole – Estas buscando problemas, eso es lo que buscas y tampoco eres muy listo para buscarlos en una estación de policías, así que si no quieres ganarte una noche en una celda es mejor que te vayas de una vez.

Creía que lo sacarían a patadas del lugar de no ser por una voz que los detuvo –¡Basta Omoeda!

Fácilmente reconocible, la voz de su amiga y colega le salvaba de nuevo el trasero. –¡Capitana Yoruichi! Estaba deshaciéndome de este vagabundo.

La chica le hizo una seña para que le soltara. –Déjalo es conocido mío. Mi turno ha acabado y le pedí que me esperara aquí. Ahora porque no mejor te vas a patrullar de una buena vez en lugar de estar sentado sin hacer nada.

El oficial atemorizado asintió y se fue rápidamente, mientras el veía con agrado a la mujer frente a él. –Querida Yoruichi, no sabes cuánto adoro verte y más aún escuchar tu voz.

La chica le sonrió y posteriormente le golpeo con discreción y fuerza en el estómago. –Siempre que te veo Kisuke las cosas no terminan bien. Llegas tarde.

Se incorporó con dolor, mientras con voz dulce y temblorosa intentaba contestar. –Lo siento, pero en el café tardaron mucho haciendo tu capuchino.

Yoruichi le arrebato el recipiente de la mano mientras le daba un sorbo. –Al menos valió la pena, aunque para mi gusto hubiera preferido que tuviera más leche, pero que le puedes pedir a los inútiles que trabajan ahí, son como tú, una bola de gorrones pervertidos. Aunque dejemos de irnos por las cuerdas, ya tengo lo que me pediste, así que mejor vamos a mi oficina.

Asintió mientras la siguió hasta una pequeña oficina con papeles por todos lados, ella tomó asiento y él le imitó mientras su voz cambiaba a una más seria. –No sabes cuánto te agradezco por ayudarme Yoruichi.

La pelinegra saco varios papeles y se los extendió. –Me lo puedes agradecer después, siendo sincera hiciste que me naciera un interés por el caso. Hay demasiadas inconsistencias en el mismo, no puedo creer como un juez pudo dejar pasar esto. Con lo que tienes es más que suficiente para apelar en cualquier corte.

Cogió los papeles y los ojeo rápidamente. –Lo sé, pero quiero saber más del caso, hay algo que me inquieta mucho. –Observó una parte en específico de los documentos, ¿aquello era…? –¿Qué es esto?

La chica rápidamente miró donde señalaba. –Ya veo, eso se trata de un resumen financiero y de inmobiliaria de las empresas Kuchiki.

Aun con la explicación seguía sin entender. –No entiendo, aquí dice que la empresa tuvo tres quiebras. Sin embargo solo estaba enterado de una.

La pelinegra le respondió segura –Al parecer la empresa de los Kuchiki parece muy firme por fuera, pero hace algunos años se tambaleaba con fuerza por todos lados. Primero sus acciones cayeron, el dinero faltaba y se declaró por un tiempo en quiebra, sin embargo continuo trabajando, se recuperó y pasados solo 1 año terminó cayendo de nuevo, esta vez por una mala administración de fondos de los inversionistas de la misma, ese fue un golpe muy fuerte del que lograron recuperarse de alguna manera, pero el remate final fue el escándalo de fraude de Byakuya Kuchiki, eso fue realmente lo que hundió la empresa al final, legalmente solo se declaró una bancarrota, pero realmente fueron tres.

Solo podía imaginar que aquello era para encubrir algo. –Esto es lo que faltaba.

La chica llamó su atención con su voz. –Al igual que yo Kisuke, debes estar consiente que una empresa no puede tener tantos desastres financiero en tan corto tiempo. Alguien tuvo que estar muy implicado en ello. Sin embargo en el informe que investigue, si hubo un culpable de tales desastres, aunque el hombre solo fue encarcelado por la difamación de Byakuya, su nombre Ikkaku Madarame, accionista en tercer término, aunque si te soy sincera es muy fácil dudar su culpabilidad.

Se mantuvo estático mientras las ideas cruzaban por su mente. –Lo sé, es fácil pensar que aquello fue un chivo expiatorio y si estos papeles son ciertos. El hecho de que Ikkaku se "suicidara" en prisión no ayuda mucho.

–Si… es muy curioso que después de ello se calmaran las aguas hasta el asesinato de Kaien.

Llevó su mano a su barbilla –Aun así me sigo preguntando, ¿Por qué los Kurosaki? Más allá de la amistad con los Kuchiki, si ellos fueron blanco prioritario o secundario ¿Por qué Kaien? ¿Por qué tomarlo a él? ¿Por qué inculpar a Kuchiki Rukia?

Muchas preguntas pasaban por su mente intentando hilar las cosas, todo parecía tan perdido y sin embargo estaba seguro que ya tenía todo el fondo descubierto, solo que no podía verlo. Pronto enfrentaría de cara la verdad, su siguiente paso sería visitar a dos hombres en específico. Gin Ichimaru y Mayuri Kurotsuchi.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar a su compañera hablar –Si no te molesta Kisuke, toda la información que has obtenido de mi parte es propiedad de la academia de policías. Así que dado esto, me veré en la necesidad de acompañarte desde ahora en el caso.

Sonrió al escucharla. –Ya veo Yoruichi, si tanto querías estar a mi lado, solo debiste decirlo. Recuerda que salgo por el pan todas las noches.

Se ganó un golpe en la cara antes de que la mujer le contestara. –La justicia en teoría debería ser la identidad de un oficial, sin embargo la injusticia haya afuera realmente no se ve atendida como debe de ser y si las cosas se ocultan, yo me veré en la necesidad de desenterrarlas y traer la verdad a flote. Por eso estudie esto, por eso me entre en esto. Por eso nos entrenamos juntos en esto Kisuke.

Su sonrisa desapareció al escucharla. Mientras bajaba la mirada y le contestaba con voz fría. –Cada quien hace justicia a su manera y esta es la mía.

La chica le miró fijamente –Lo sé.


Pov Rukia

Aquello había sido tan repentino y sin embargo mentiría si afirmara que algo dentro de ella no sabía que Ichigo se traía algo entre manos, después de todo, como el pelinaranja lo había afirmado, en cierta manera era verdad que ambos se conocían y algunas cosas parecían no cambiar.

A pesar de la acción impulsiva de Ichigo, ella terminó por inmutarse sin responderle en aquel momento, aunque tampoco supo porque… si bien no le correspondió, tampoco pudo alejarlo. Aquel beso se sentía tan distinto, una mezcla de nostalgia y anhelo pasado. Algo dentro de ella sentía que aquel gesto había cambiado algo en su interior, como si una gran tormenta se hubiera calmado después de mucho tiempo, como si un gran fuego se hubiera apagado, como si la espada dejara de cortar la herida. Definitivamente algo era distinto, muy distinto.

Aun con el constante contacto del pelinaranja solo reacciono de nuevo cuando lo sintió alejarse y cuando un viejo vacío apareció, lo miró a los ojos y mientras ambos compartían el momento, esta vez ella se encargó de volver a juntar sus labios, esta vez respondiéndole con el mismo ímpetu y empeño. Necesitaba saber que significaba aquello…

Pov Ichigo

Al inicio del beso pensó que Rukia no tardaría en corresponderle y seguirle el juego, así como en las pocas y contadas ocasiones en las que se habían besado desde su matrimonio, aquellas pocas veces que sus instintos le controlaban y terminaba cediendo a los impulsos de su cuerpo, después de todo en aquel momento aunque intentaba negarlo, seguía amando y deseando a Rukia. Siempre que unían sus labios en esos pocos momentos, terminaban siendo gestos de pasión fuerte y pura, sin embargo en esta ocasión no pudo evitar que naciera en él un gran temor al sentir que la pelinegra no le correspondía y aun a pesar de saber que ella no respondía, no quiso terminar con el contacto, el en verdad la necesitaba tanto y extrañaba en demasía su presencia, su mirada, su cuerpo, sus labios…

Se alejó lentamente de Rukia sin dejar de mirarla, su corazón latía fuerte y rápido. Rukia no le había correspondido. Pensó en alejarse por completo y terminar la cena de la "mejor manera" aun con el fuerte dolor en el pecho que empezaba a nacer dentro de él, con la sanción vacío, no obstante la pelinegra volvió a unir sus labios en un nuevo beso y esta vez ambos correspondieron de la misma manera. Solo entonces, aquello le pareció durar la nada y la eternidad, fue tan corto y sin embargo tan infinito que no estaba seguro en que momento inicio y en qué momento termino, al final solo fue consiente cuando ambos se alejaron por la falta de aire.

Sus ojos violetas brillaban y él se sentía tan hechizado. –Enana… no sabes cuánto te extrañaba.

La chica le desvió la mirada y observo las estrellas. –Yo… creo que deberíamos terminar de comer antes de que el curry se enfríe.

Su respuesta fuera de lugar lo tomó por sorpresa. ¿Qué había sido aquello? –Supongo que tienes razón, a mi madre no le gustaría saber que desperdiciamos su comida. ¿Recuerdas cuando nos hizo comer un plato extra de verduras al vapor? Todo porque escondíamos las calabazas. Jamás podré olvidar la expresión del viejo, de un momento a otro parecía que su alma abandonaba su cuerpo…

Su relato se vio interrumpido cuando la chica le tomó la palabra –Si no mal recuerdo Ichigo, aquella vez fue tu culpa. Eras el único que escondía la comida por que no te gustaba, todos tuvimos que pagar las consecuencias de tus actos. Solo porque no te agradaban las calabazas.

Río un poco al escucharla. –No te quejes enana, al final si termine por comer esas estúpidas calabazas, el viejo no se quedó sin venganza y casi me atraganta haciendo que las comiera, de verdad aquello era un fastidio.

La chica levanto la ceja y cruzo los brazos. –Desde que recuerdo para ti todo era un fastidio Ichigo, comer calabazas, hacer los deberes en el colegio, bailar en las fiestas, usar traje, ponerte corbata, entre otras cosas y sin embargo ahora mírate. Tú guarda ropa está lleno de trajes finos con sus corbatas, también te he visto comer comida de restaurantes con calabazas y…

Un silencio se formó entre ambos. –Las calabazas aun las odio, creo firmemente que los trajes son incomodos, las corbatas me ahorcan y sin embargo las uso Rukia. Sabes… tal vez quería dejar a mi viejo yo atrás, usando los trajes por muy tonto que suene…Pero hay algo en todo esto, en lo que te equivocas enana, yo no odio bailar, yo odio bailar con cualquier otra persona que no seas tú.

La cogió por el brazo y la guio rápidamente al jardín. –¿Qué haces Ichigo?

Soltó a la chica y miró el lugar –Solo recordaba la vez que te propuse matrimonio. Era una noche como esta, en la que bailamos hasta que desfallecimos.

Rukia lo miraba decidida –Esa es una noche que está en el pasado Ichigo, debes dejarla atrás de una vez.

Gruñó al escucharla, no quería que esos momentos solo quedaran como "su pasado" en la memoria de la pelinegra –Podrán estar en el "pasado" Rukia, pero esta noche es nuestra y no pienso desperdiciarla. –Estiró su brazo ofreciéndolo en una clara invitación –¿Bailas enana?


KassfromVenus: Gracias por seguir con ese apoyo :'v estamos a escasos 4 capítulos para ponernos al corriente y tener capítulos nuevos! Y si mis cálculos son buenos, eso será antes de que acabe el año :33

celiia.04: Ichigo no solo debe ver sus errores, debe pagar por ellos u-u en cuento a Rukia, pronto tendrá paz, eso lo prometo.

Muchísimas gracias por apoyarme todo este tiempo con la historia, sus opiniones ayudan un montón a nutrirme de ideas y a darme ánimos de continuar escribiendo la historia, además de que me presionan para apurarme xD Les mando muchas emociones positivas y nos leemos pronto. Vinsmoke fuera.