Discleimer: BLEACH y sus personajes son propiedad de Tite Kubo, pero la historia es completamente mía.

Lo que puede hacer un poco de café y una lista musical inspiradora. Abemos nuevo capítulo (¡Hurra!) besos y abrazos para todos :33 gracias por su apoyo sincero, los ánimos que me dan energías para continuar. Sin más les dejo nuevo capítulo y les recomiendo que para este capítulo escuchen la canción Sparkle de la película Your Name uwu o la canción Dango Daikazoku de CLANNAD, no olviden tener unas cuantas servilletas TwT

"¡Oh!, si las flores duermen, qué dulcísimo sueño!"

- Gustavo Adolfo Bécquer

CAPITULO XXVII - "Sacrificio"

Pov Urahara

Luchó con todas sus fuerzas por intentar someter al sujeto debajo de él, jamás se imaginó que el rondín que dio en la azotea de esos departamentos, lo llevarían a detener lo que estaba seguro pudo ser un homicidio, sí hubiese tardado tan solo un segundo más en taclear a ese francotirador, la bala disparada, sin lugar a dudas le abría partido el cráneo de algún residente de la mansión Kurosaki.

Tan solo dos días atrás los informantes que contrato por orden de Ichigo le habían notificado de extraños movimientos cerca de Kei, gente merodeando y vigilando las inmediaciones de la residencia de los patriarcas Kurosaki. Fue algo tan repentino que dentro de él prendió una respuesta de alarma, tenía que ver aquello con sus propios ojos. No tardo en reconocer los patrones de acechamiento hacia el pequeño, por lo que decidió vigilar el perímetro de la gran casona unos cuantos días, solo para cerciorarse... además, cierta chica probablemente estaría molesta con él por lo del interrogatorio y eso, aun no lo quería enfrentar.

Un golpe en el estómago lo hizo quejarse con fuerza, con un puntapié fue lanzado lejos de su atacante. Su prioridad fue volver a arrinconarlo y evitar que tomara el rifle francotirador que tan solo estaba a unos cuantos centímetros de ambos. Veía con claridad que su enemigo, también dominaba la pelea cuerpo a cuerpo.

—¡Detente, esto se acabó! No tienes a donde huir, pronto llegara mi refuerzo —El hombre de pasamontañas le ignoró y se lanzó a tomar el arma, sin embargo no perdió tiempo e imitó su acción, ambos chocaron con el frió metal y esta rebotó a varios metros de ellos, salpicando a su alrededor el agua de la lluvia. Aprovecho la oportunidad, sujetó a su contrincante por el cuello intentando aplicarle una llave de lucha, sin embargo él tipo no tuvo menor esfuerzo en deshacer dicha técnica, con un rápido movimiento de manos le golpeó en la mandíbula, acción que le desoriento y lo llevo al suelo.

Lo siguiente que vio al recobrarse del golpe fue el cañón del arma a centímetros de su frente.

—Es una lástima que me interrumpieras.

Escuchó como el seguro del arma se desactivo con un sonoro click. Con que así terminaría... quizá no sería un mal final, después de todo, hizo lo que pudo en su vida, intentó enderezar un poco de su mal habido camino, de contribuir un poco de lo que había robado a tantos, quizá si merecía esa muerte, realmente lo único que le dolía era no haber podido compartir una vida al lado de Yoruichi, si las cosas hubieran sido diferentes, si él no hubiera sido un maldito, si...

El disparo fue rápido y certero, perforándole por completo su pierna derecha, sintió la sangre empezar a escurrir por su muslo y el dolor esparcirse por todo su cuerpo. Se quejó con malestar. ¿Así que ese maldito desgraciado no le quitaría la vida tan fácil?, él maldito quería jugar con él.

Lo miró recargar el arma con lentitud —Lo siento falle, pero te prometo que la siguiente munición ira en tu boca

Gruñó de impotencia, al sentir que la energía empezaba a escapársele, una nueva bala escapo del arma y esta vez penetro sin problemas en su clavícula derecha. El impacto fue tan fuerte que le llevo por completo al piso, los proyectiles le quemaban por dentro a la par que sentía como el vital líquido carmesí abandonaba su cuerpo cada vez más rápido.

Sus oídos apenas volvieron a captar el sonido del arma, cuando de nuevo esta fue recargada. —Lo lamento, soy un poco torpe con esto. Pero esta vez, de seguro que no fallare en pegarle a tu inmundo cuello, te ahogaras en tu propia sangre.

La vista empezó a fallarle, maldijo por sus adentros el no haber llevado su arma a esas alturas, pensamientos de un muerto, sonrío forzadamente y cerró los ojos esperando el tiro, sin embargo un estruendo se escuchó a la par que una sombra caía arriba de su verdugo, en el forcejeo pudo distinguir fácilmente la silueta que ahora luchaba con su potencial asesino.

—¡Yoruichi! —¡Maldita sea! ¿Cómo ella estaba ahí? Intentó levantarse lo mejor que pudo, pero no tardo en caer de nuevo al suelo. Joder estaba demasiado herido.

Pov Yoruichi.

Bajó de su patrulla con la decisión de enfrentarlo, de decirle todo lo que existía en su corazón, que estaba dispuesta a luchar a su lado los problemas de ambos, que encontrarían la solución a todos ellos, que combatirían juntos como en los viejos tiempos y que no habría nada que los detuviera o que importara, porque todo estaría bien. Llegó hasta aquellos departamentos gracias al rastreador de la señal de localización del GPS móvil de Urahara, subió hasta la azotea del lugar con una sonrisa, sin embargo el sonido de disparos la alerto, abrió los ojos con temor y corrió lo más rápido que pudo. Término por subir apresuradamente y solo encontró una escena perturbadora frente a ella.

No pensó nada, simplemente actuó y se abalanzo contra el maldito delincuente que tenía enfrente, luchó con todas sus fuerzas por arrebatarle el arma, ella en su apuró no había tomado su revólver de su patrulla y aquella lucha, era simplemente de vida y muerte. El forcejeo continuo solo unos instantes hasta que logró salir victoriosa, se apropió del arma y apunto a su enemigo, mientras el sujeto frente a ella sacaba sin problemas una pequeña arma de fuego de su chaqueta.

Se apuntaron mutuamente con tención. La lluvia no paraba. —¡Si quieres que esto termine así, nos volaremos los sesos mutuamente, desgraciado! ¡Pero de aquí no escapas!

Observó con estupefacción como aquel imbécil sonreía. —Bella dama, creí que mi misión solo necesitaría a lo mucho dos o tres balas. No hay más.

No bajó el francotirador en ningún momento, pero al comprender las palabras de aquel sujeto sintió un vacío. — ¿Esperas que te crea? Buen intento, pero no soy estúpida.

El hombre redirigió su arma al rubio malherido que les miraba con dificultad—No, pero yo no miento. Depende de ti si mi vida vale más que la de este sujeto. Si me disparas con esa bala imaginaria, él morirá y después seguirás tú.

Gruñó a la par que ambos apretaron su agarre en sus respectivas armas de fuego.

Pov Urahara

Joder, tanto por protegerla y ahora que más necesitaba hacerlo estaba igual de inútil que un inválido, se arrastró de a poco, sin embargo la escena se completó cuando le apuntaron de nueva cuenta. Sabía exactamente qué hacer.

—¡Dispárale Yoruichi, está jugando con tu mente, después podrás aprenderlo!

Notó como a la chica le empezaban a temblar las manos. —¡No digas tonterías idiota! No dejare que te lastime más.

Rio con amargura —Déjalo, mi vida no vale nada, este es el final de mi camino.

La chica negó con la cabeza —Tu vida vale demasiado. Si te perdemos ¿Quién terminara el caso? ¿Quién encerrara a estos malditos? ¿Quién ayudara a Kurosaki y Kuchiki?, ¡ellos te necesitan!, ¡yo te necesito!, no hay precio que me haga venderte. Prefiero morir.

El hombre de pasamontañas preparó su arma apuntándole —Tu deseo es concedido. —Escuchó la explosión de la pistola y cerró los ojos, pero el dolor nunca llego. Al abrirlos se dio cuenta que la mujer que amaba le abrazaba protectoramente, protegiéndole de un impacto inminente. La rodeó con sus brazos, sosteniéndola de una manera parsimoniosa cuando esta cayó al piso, una creciente preocupación nació en su ser.

Percibió la cálida humedad en la espalda de la chica, aquello no era producto de la lluvia —¡Estúpida! ¡¿Qué has hecho?! —Yoruichi había soltado el rifle, en lugar de disparar se había lanzado para protegerle con su propio cuerpo, tal como si se tratase de un escudo humano.

Notó en la mujer, una delgada línea de sangre escurriendo por la comisura de su boca —¿Soy una estúpida, verdad? —Miró con atención en dirección de la herida de la morena, ahora su ropa estaba completamente de rojo carmesí. El perdigón le había perforado por la espalda, justo a la altura del pecho.

Las lágrimas se acumularon en sus ojos. — No traes chaleco anti balas...

La observó reír como si el dolor no llegara a su cuerpo. —Lo olvide... necesitaba verte pronto y yo... —la voz de su compañera se hizo débil y cada vez más pausada, le faltaba aire — estoy cansada Kisuke... quizá necesito dormitar un poco —la morena empezó a cerrar con lentitud sus ojos, mientras él no sabía qué hacer.

La agitó entre sus brazos intentando reanimarla —¡No debes dormir, Yoruichi! ¡Despierta! —El maldito frío de la lluvia ya estaba permeando, se llevaba el calor de su compañera.

Su atención se vio interrumpida cuando su verdugo tomó de nuevo su rifle—Lamento despedirme, pero tus amigos no deben de tardar. Te dejare un presente, me has divertido después de todo.—El desgraciado camino a la salida de la azotea, se detuvo unos segundos, abrió el francotirador y tiró sus balas al suelo. El rifle aún tenía munición.


Pov Ichigo

La incertidumbre se reflejaba en su rostro, temía que a Rukia le hubiera pasado algo. Busco varias horas bajo la lluvia, sin embargo no obtuvo ningún resultado. Pensó en sus adentros que lo mejor era esperar a que la pelinegra regresara a su hogar, quizá ella volvería ahí después de todo. Le deprimió darse cuenta que era probable que no sucediera, si a la chica se le daba a escoger, posiblemente no regresaría ahí. Suspiró agotado, física y mentalmente. Por la mañana iría a buscar a Kei a casa de sus padres, en lo único que creía que no podía equivocarse es que Rukia no faltaría a ello. Por qué frente a todo, frente a todos para ella primero estaba su pequeño hijo. Si ella no aparecía ahí, entonces si habría razón para alarmarse.

Frustrado se masajeo la sien, el asesinato de Kaien, la separación con su esposa, el enfado de Kei, el embarazo de Riruka, aquellos problemas le atiborraban la cabeza y sentía que en cualquier momento le explotaría. ¿Cómo es que el día en el que se suponía daría un gran paso para recuperar a la pelinegra, terminaría tan mal? Debía hablar por la mañana con Urahara, decirle que necesitaba apresurar las cosas y demostrar la inocencia de su compañera, exhibir a los verdaderos asesinos y refundirlos en prisión. Necesitaba quitarse un problema de encima.

Cerró los ojos mientras se sentaba en la gran cama del cuarto. Frunció el ceño al recordar la infidelidad que nació en aquella habitación tiempo atrás. Era un bastardo, por haber llevado a otra mujer al hogar que compartió con Rukia. Se quejó con dolor. ¿Cómo era posible que Riruka estuviera encinta? Agitó la cabeza bruscamente. ¡Qué imbécil Ichigo! Cualquier adulto sabe cómo una mujer queda preñada. ¡Malditos preservativos con 99.9 porciento de eficacia! No... no tenía caso, los malditos condones no tenían la culpa de sus problemas, fue su propia voluntad la que lo orillo a ponerse entre las piernas de Riruka. ¿Qué haría ahora? ¿Cómo se lo diría a sus padres, a Kei, a Rukia?

Se llevó las manos al rostro apretándolo fuertemente, gritó con fuerzas, sintiendo como su mundo se desmoronaba a su alrededor. No lo soportó más, el nudo en su garganta era demasiado grande, lloró como si alguien le hubiera extraído el alma. Se hacía a la idea, que su próximo hijo no tendría por madre al amor de su vida, si no que su madre sería una mujer interesada, que parecía carecer de amor real. Rukia en verdad no merecía aquello y a pesar de todo, no podía concebir estar lejos de ella, era su mundo, su compañera, su amor. ¿Ella podría perdonar aquello? O quizá... lo mejor era liberarla de las cadenas que él suponía al tenerla a su lado, porque él era el rey de los idiotas.


Pov Urahara

Quizá fueron segundos, quizá minutos u horas, no lo sabía, no lo sentía, no le importaba. Cuando llegaron sus refuerzos, le separaron rápidamente de la comandante de la policía, le repetían "¡tenemos que atender sus heridas!" "¡señor no sabemos si ella sobreviva!" "¡lo llevaremos al hospital!", palabras más, palabras menos, él no dejaba de pensar en Yoruichi y su lesión. La pérdida de sangre le debilitaba, pero hizo el mayor esfuerzo por mantenerse consiente, a pesar de sus protestas lo subieron a un auto lejos de la morena.

Se jaloneó intentado salir. —¡¿Qué hacen?! Yoruichi necesita que le atiendan antes que a mí, ¡llévenla a ella!

Un hombre de cabello negro le sostuvo para evitar que saliera del vehículo. —¡Por favor, deje de moverse! Se lastimara más de lo que ya esta

Ante la confusión, no pudo seguir luchando y se dejó someter —Ella... ella me necesita...

El hombre le miró con tristeza —Lo siento... la capitana debe esperar una ambulancia, si nosotros la llevamos puede que no sobreviva.

La mirada se le nublaba cada vez más, sin embargó entendía a la perfección aquellas palabras. —¡Déjenme con ella...! no puedo volver a dejarla sola... ¡se lo prometí!

Con sus últimas fuerzas intento de nuevo abrir el auto que ya se encontraba en marcha, después todo fue negro y silencio.

Sus padres le criaron con dureza y amabilidad. Kisuke tú serás sin dudarlo un gran hombre, le había dicho su madre. Su padre alagaba su inteligencia y terquedad. Con entrañas de bestias serás fuerte, con miel serás dulce y amable. Creció con felicidad, nunca le falto nada. A la edad de 16 años sus padres fueron de misión a África, iban a ayudar a una comisión de la ONU, junto con un grupo de investigadores de la vida silvestre, se haría un monitoreo de gorilas en plena selva negra. Jamás volvieron... cazadores furtivos había dicho las autoridades. Soló y confundido, el ejército termino por hacerse cargo de él hasta que terminara sus estudios, era por la pensión de sus padres. Jamás se quejó, luchó con todas sus fuerzas por salir adelante, no quería unirse al mismo ejército que le había quitado a sus padres, por lo que emprendió el desarrollo de una carrera policiaca donde pudiera poner sus habilidades al servicio de la comunidad más necesitada. Darle ayuda a quien no tenía, seguridad y la calma. No fue entusiasta en su tarea, pero jamás claudico... hasta que la conoció a ella. Una hermosa flor en medio de un árido desierto, su sonrisa le tranquilizaba, su picardía le hacía sentir vivo, su carácter le embrujaba, era la mujer de esos sueños que escribían los poetas. Si Goethe decía que "Un hombre de noble corazón irá muy lejos, guiado por la palabra gentil de una mujer", entonces sin duda el iría al infierno por ella. Emprendió así una larga temporada de paz y tranquilidad, por fin todas las heridas habían cicatrizado, ahora solo tenía que vivir y a lado de aquella mujer, no sería difícil.

Ser hombre de familia no le pareció mala idea, sería el padre de los hijos de Yoruichi y si para eso había que enfrentar a los arrogantes ancianos de la familia de esta, bien valía el sacrificio, esperaba que pronto se diera la oportunidad para pedir su mano en matrimonio.

Llegó a su departamento después de una dura sesión de entrenamiento de la academia, no se esperó que alguien le estaría esperando fuera de su puerta.

Un hombre corpulento de gabardina le observo antes de hablarle —¿Eres Urahara Kisuke?

Desconfiado se puso alerta —Depende quien lo pregunte. ¿Qué es lo que quiere?

Lo miró pasar un mano por su cuello de manera cruda. —Soy un mensajero del alto general de la brigada 15 a la que pertenecían tus padres. Creemos prudente que te quedes con esto, es algo que te pertenece.

Le estiró una pequeña bolsa de papel y una carta. Con dudas las tomó y examino. —¿Qué es esto?

En la bolsa están las argollas de matrimonio de tus padres. Fue lo único que pudimos recuperar y la carta es un regalo del general. Son los nombres de los asesinos.

Como un pez fuera del agua, dio una gran bocanada de aire junto con un gemido de dolor. Apenas abrió los ojos, fue consiente del lugar. Una habitación blanca con olor a desinfectante, era presagio claro de un hospital. Los recuerdos llegaron como rayos e intento ponerse de pie lo antes posible, pero el malestar en su cuerpo lo impidió, tenía un suero incrustado en su brazo izquierdo y vendajes en su brazo y pierna heridos.

—Debería descansar sus heridas no comprometen su vida, son de cuidar si quiere recuperar la movilidad de sus miembros de manera óptima. Su pierna y brazo están bastante lastimados.

La voz del desconocido llamó su atención. —Usted... debe ayudarme... —Suplicó con sus palabras —Una mujer venía conmigo y yo...

El hombre negó con la cabeza y posó una mano en su hombro tratando de tranquilizarlo. —Fui informado y lo entiendo. Ya hemos llamado a la estación de policía. Escuche, sé que no estará quieto hasta saberlo y como su médico debo ser sincero, al final no puedo ocultárselo. Supongo que es amigo de la capitana Shihōin, ella acaba de salir de cirugía, la bala le perforo el pulmón derecho, tuvo filtración de líquido pulmonar y el ventrículo derecho del corazón quedo dañado, durante la cirugía tuvo un paro cardiaco y apenas logramos regresarla, la estabilizamos lo mejor que pudimos. Quizá a consideración un diagnóstico realista, lamentablemente no sobreviva más allá de las siguientes 24 horas.

Con desesperación intento levantarse de nuevo, pero el médico le detuvo y recostó mientras le aplicaba una inyección de lo que supuso se trataría de algún tipo de droga tranquilizante. —Por favor déjeme ir con ella... ¿no puede hacer más...?

Lo miró negar con la cabeza —Esta en cuidados intensivos, en este punto todo depende de ella... lo siento.


Pov Grimmjow

Al poco rato sintió removerse a la chica, aún seguía dormitando pero pudo distinguir claramente como la chica se levantaba de la cama y se sentaba en la misma.

El apenas se levantó para observarla —¿Qué sucede Rukia?

La chica se movió levemente mientras miraba el reloj de su cómoda —¿Son las cinco de la mañana?

La imitó y observó el pequeño instrumento —Aproximadamente serán como las 5:20 am, el reloj está retrasado por algunos minutos.

La vio suspirar —Debo ir por Kei a casa de los padres de Ichigo, pasó la velada con ellos. Quedamos en pasar por él a eso de las 7:30 am.

Terminó por despertarse ante tales palabras —Ya veo... ¿Por qué no intentas descansar un poco más? Te despertare justo cuando sea hora, para que nos dé tiempo de arreglarnos un poco.

Miró como la pelinegra le veía de manera sorprendida. —¿Iras conmigo? No tienes por qué hacerlo Grimmjow, si Ichigo te ve ahí puede que...

Detuvo aquel monologó con una señal de su mano —Es tu hijo, me interesa empezar a conocerlo, además no "iras" a recogerlo "iremos" a recogerlo. El estúpido de tu exmarido, debe empezar a hacerse a la idea que ahora estaré ahí para ti. No hay de que temer, ya que si quiere hacer algo le romperé las piernas.

La chica bajó la mirada. —No puedes hacer eso, es el padre de mi hijo.

—Recuerdo haberte dicho antes, que yo también lo soy. Saito debe estar ansioso por volver a verte Rukia.

Rukia sonrió al verlo —Y yo lo extraño a él.

Con el corazón tranquilo tomó a su compañera por la espalda abrazándola cálidamente y besando su cuello. —Ahora que si no quieres dormir, quizá nos dé tiempo para otra ronda.

La pequeña mujer tembló ante su contacto. —Grimmjow...


celiia.04: Más rápido que el promedio que me tardo en actualizar xD espero disfrutaras del capítulo uwu

Noctelocusta650: ¡Mil gracias! Espero que también estés disfrutando del año. El GrimmRuki es amor, es vida uwu vaya te tuve esperando mucho, lo lamento, espero no volver a tardar tanto en actualizar. Rukia brillaba por su propia estrella, protagonista y heroína como pocas en los shonen, si te soy sincera, me pregunto si en algún momento otro mangaka podrá crear otro personaje femenino como ella. El estandarte quedo muy alto a mi parecer (ojala me equivoque, nos urgen muchos personajes como ella). Quiza alguno vaya a morir, pero eso lo contestara el tiempo uwu ¿Quién? Y ¿Cómo? Te mando muchos abrazos virtuales y emociones positivas desde la hermosa y caótica ciudad de México xD

Eclair: Mi historia es su historia, que la disfruten me hace muy feliz uwu espero que este capítulo te haya gustado tanto como el anterior, ahora vemos más de la relación de Urahara y Yoruichi, que como se ve tampoco es un lecho de rosas :'v La historia está por terminar de desenredarse, solo espero no estarlos traumando de más. Saludos y abrazos.

Cass: ¡Viva! Ahora no me sentiré tan mal, me iré pensando en agregar más lemons xD Grimmjow es un personaje que me ha costado desarrollar, pero creo que al final se desenvolvió de una manera tan realista que simplemente tomó vida propia y reacciono ante las situaciones de unos maneras relacionadas al "humanismo puro". No se, quizá solo sea yo uwu

Quizá es un capitulo con contraste de muchas emociones, es difícil plasmar tantos puntos de vista con tantos sentimientos encontrados, frustración, dolor, miedo, felicidad, resignación, perdida, paz, amor... en fin, creo que cada uno de ellos es muy importante, mientras que un sentimiento sea real, no importa cuál sea su naturaleza, es igual de valioso porque ha calado algo en nuestro corazón.