Todos los personajes que aparecen en este fanfic son propiedad exclusiva de Rumiko Takahashi, pero teniendo en cuenta que no voy a sacar ningún bien económico con esto solo lo hago pura diversión.

El especial de Navidad del Mundo Fanfics Inuyaha y Ranma.

Y

Ranma Fanfics Por Siempre, diciembre sin fin.

Navidad en Julio.

Gracias por sus buenos deseos por la salud de mí mamá cada vez mí mamá está mucho mejor ya puedo respirar más tranquilo todo va estar bien.

Entonces por ahora los dejó.

¡Feliz lectura!

¡Y al final cuéntame qué te parece!

Nabiki entra el rescate.


Seguramente el idiota de mi padre ha tenido a bien ocultarme el tema, centrándose exclusivamente en el factor "hombría" que, según él, va mal con este tipo de sentimientos.

Para alguien que ha apostado toda la vida de su hijo a un matrimonio arreglado, eso es el colmo.

Pero ya basta. Si seguimos así, me arriesgo a perderla para siempre. Tal vez aún estoy a tiempo de cambiar las cosas entre nosotros.

De hacer evolucionar nuestra relación formalmente.

Ella siempre está ahí, frente a mí, en silencio.

Mientras yo, iluminado por mis propios pensamientos, me preparo para poner en práctica mis propias conclusiones. Intento acercarme, pero la veo retroceder y luego pasar a mi lado más rápido que nunca, a pesar de las heladas baldosas cubiertas por una fina capa de nieve.

Por un momento me siento desconcertado por el gesto, luego me encuentro apretando el puño, notando de pasada la expresión de su rostro y esa lágrima traviesa que probablemente había estado intentando contener durante tanto tiempo.

Tal vez comprendí entonces la razón de su huida.

Conozco bien a mí Akane... y ante este pensamiento no puedo evitar esbozar una breve sonrisa, pronto sustituida por una opresión en mi pecho.

Imaginarla en su habitación llorando por mi culpa.

"¡De verdad eres un tonto! ¿Vas a quedarte ahí toda la noche? ¡¿O de verdad quieres enfermarte?! Querido cuñado". -ahí estaba Nabiki abrigada con su bonito abrigo de invierno, y veo a Nabiki justo debajo de mí y por la expresión burlona de su cara, tengo que suponer que fue testigo de una parte de la conversación, si no de toda.

En realidad no había pensado que estábamos justo en la terracita de madera cuando subí al tejado para unirme con Akane.

Y qué podía esperar de mi astuta cuñada sino esto.

"¿Cuánto tiempo llevas ahí, Nabiki?". -le digo mientras con un rápido y ágil salto la alcanzo, parándome frente a ella.

"El tiempo suficiente para saber que realmente eres un tonto sin remedio".

"¡Eh! Mira yo". -intento explicarle, pero ella no me da tiempo y además, qué demonios estoy haciendo, desde luego no tengo por qué darle explicaciones a ella.

"¡Shhhh! Ya que en una semana es navidad, me siento generosa y te ayudaré con mí hermanita menor, todo lo que pueda pero tú tendrás que encargarte del resto tú sólo ¿te consideras capaz de hacerlo, Ranma?".

"¿De qué demonios estás hablando Nabiki? Si es sólo una forma de sacarme más dinero, bruja estafadora que eres, te informo de que no tengo ni un céntimo yen, así que". -la evito sin ser demasiado brusco su mano, bruscamente, gritándole decepcionado.

"Vaya si eres demasiado lento, ¿no me digas que te olvidaste de la Navidad? ¿De los regalos? ¿Del regalo de Akane? Además, no vengo a pedirte dinero sino a ayudarte ofreciéndote un préstamo ¡creo que haciéndole el regalo adecuado puedes solucionar la extraña situación en la que te has metido con mi hermanita eh!".

Lo dice como si fuera obvio y con una sonrisa tan grande y brillante que podría deslumbrar a la totalidad de Tokyo.

Sin embargo ¡tiene razón! También es cierto que los préstamos de Nabiki no son ninguna broma, y muchos de aquí de Nerima saben algo de eso.

Aprieto el espacio entre mis ojos con tres dedos.

En clara referencia a mi extraña cuñada.

"Y dime una cosa ¿que ganas con eso?". -trato de exponerla, pero obviamente fallando.

"Es obvio, ¡¿no?! La felicidad de mi hermana pequeña. Por supuesto. ¡Sí no confías en tú generosa cuñada, entonces ¡BUENA SUERTE! ¡Ranma! Creo que la vas a necesitar mucho". -odio cuando hace eso, tiene la habilidad de hacer que todos se rindan a su voluntad con unas simples palabras.

"Muy bien, ¡me has convencido! Cuál es el plan". -cruzo los brazos sobre el pecho esperando una aclaración.

"¿Por casualidad eres sordo? Te dije que te daría un préstamo generoso, pero el resto depende de tí". -contraataca llevándose las manos a los costados, visiblemente molesta.

Bien, bien". -resoplo también estoy, pensando que tal vez me arrepienta después.

Entonces la veo sonreír satisfecha y sacar su preciada billetera del bolsillo de su abrigo, agitando luego un fajo de billetes ante mis ojos.

"Aquí tienes 20.000 yenes. ¡haz buen uso de ellos!". -después de lanzarme un guiño, se da la vuelta y vuelve a entrar en la casa.

Me deja allí de pie, con todo ese dinero en las manos.

Volviendo en mí, miro al cielo aún tachonado de esos pequeños copos blancos, como haciendo un juramento, mientras aprieto con fuerza esos billetes que, según Nabiki, me ayudarán a arreglar la desastrosa situación con Akane.

Quizá sea un poco atrevido por mi parte pensar que la situación puede cambiar sólo por un regalo, pero tal vez mi querida cuñadita sólo quería darme el pretexto para poder explicarle a mi prometida lo que siento por ella.

Me lo tomaré como un reto... sí, tengo que ir por ello sin falta.


Al entrar por la puerta, me tiro literalmente sobre la cama.

No quería llorar, pero no podía contenerse.

De pronto aparecen cálidas lágrimas, que humedecen incluso su almohada donde por sus instinto hunde su rostro, tratando de disimular los sollozos del llanto. Por más que lo intento, no podía evitar llorar, y eso le pone realmente enferma.

"No aguanto más, no soporto tener que sentirme mal por un "tonto" como él"

"¡Sí, Ranma! ¡Tú, no eres más que un tonto!"

"¡¿Cómo no puedes entenderlo?!"

Abro los ojos al instante, ante la sola idea de su mirada preocupada y el gesto que... tal vez estaba a punto de hacer... sintiendo entonces que se me salta un latido de su corazón. Me llevo una mano al pecho, pensando cuidadosamente... ¿estaba a punto de abrazarme? No lo sé, pero una cosa es segura, con el carácter que tengo y esa timidez endemoniada para negar que un pensamiento mío pudiera hacerse realidad, por enésima vez salí corriendo, sin encontrar el valor para estar allí con él y prefiriendo marcharme, sin querer enfrentarme a la circunstancia creada entre ellos.

Sin embargo, eso era exactamente lo que quería.

Estar a solas con él, darle sentido a todo, darle sentido a... nosotros.

Levantándome lentamente y secándome los ojos con la manga de la blusa que llevo puesta, una sonrisa irónica aparece en mi rostro mientras escucho a mi conciencia.

"Akane, debes madurar, ya no eres una niña, debes asumir responsabilidades y sobre todo no debes ser cobarde. Encuentra el valor dentro de ti, encuentra la fuerza de voluntad, encuentra el valor para expresar tus sentimientos antes de que sea demasiado tarde, antes de que alguien te lo arrebate para siempre"

Entonces, observando la nada, también pienso que no respondí a su pregunta.

Pero, ¿cómo debería haberle respondido?

Que ante la sola idea de tener que pasar otra Navidad luchando con esas tres locas novias que tiene, ¡me sube la sangre al cerebro!

¡Me gustaría pasar una Navidad en paz con él, sin tener que preocuparme de que me espíe alguna cámara oculta o de que me ataquen esas locas que nos buscan todo el tiempo!

¡¿Que no tengo intención de compartir a mi prometido con nadie más?!

¡¿Que... simplemente deseo estar con el chico que amo?!

Doy un suspiro ante este último pensamiento y siento que mis mejillas se ponen increíblemente rojas.

¡Nunca encontraré el valor para decirle ninguna de estas hipotéticas respuestas!

Resoplo, llevándome las manos a la frente, sabiendo ya, con actitud resignada, que, por desgracia, también estas Navidades tendré que pasarlas como todos los años.

Continuará.


Queridos lectores, ¡estamos de vuelta!

La llamada de la Navidad nos ha despertado de nuestra larga hibernación y a pesar estamos en verano y contagiando un poco por el aire festivo todo el año y otro poco por las ganas de volver a escribir sobre nuestros queridos tontos favoritos, ¡ya estamos listos para ofrecerles una nueva y esperemos que emocionante historia! Protagonistas indiscutibles, por supuesto, Ranma, Akane y sus sentimientos... todo ello rodeado del mágico telón de fondo de la Navidad en Julio. Lo dicho, nos hemos dejado llevar demasiado, quizás, pero, a riesgo de sonar triviales, esto es lo que nuestras diabólicas mentes han imaginado.

Nos vemos en la próxima actualización.