- Chicos, ¡los tengo!.- Fleamont abanicó en su mano los boletos de la Gala del Quidditch.

- Los conseguiste.- James gritó efusivamente.

- Señorita Malfoy.

Hermione se levantó.- Señor Potter.

- Ven aquí, que bueno que nos visitas.

Hermione fue envuelta en los brazos fuertes de Fleamont.

- Nosotros la trajimos, paps.- Sirius dijo orgulloso.

- Nos costó un poco.- Remus aclaró.

Fleamont sonrió.- es una chica única.

- ¿Verdad que si?.- James preguntó.

Euphemia rió.- Ohh ¿mi James tiene ojos para otra chica que no sea Lily?

- No.- Hermione respondió en automático.

- Tal vez.- James respondió al mismo tiempo.

- Oye.- Sirius declaró.

- Lo siento.- Hermione se levantó temblando.- debo volver. No puedo quedarme mucho tiempo.

- ¿Te vas tan pronto?.- Fleamont frunció el ceño.- ¿o es que mi hijo te incomodó?

- Yo no... Avisé. Mi hermano puede estar buscándome.

- Si quieres puedo enviarle una lechuza.- Euphemia declaró buscando algo en un cajón.

- No, no, ya me quedé bastante tiempo, es tarde y preferiría ir a casa.

- Claro, chicos, asegúrense que llegue con bien a casa.

Hermione iba a protestar.

- Seguro.- Sirius se levantó rápidamente y tomó su mano.

...

- Gracias por traerme a casa.- Hermione se desprendió del agarre de Sirius.

- Oye, ¿así agradeces?

Hermione frunció el ceño.- dije gracias.

- ¿Y mi beso?

Hermione se sonrojó y se giró.

- Oh no, te llevamos a cenar a casa y ¿ni siquiera un beso nos quieres dar?.- James se acercó a ella.

- Les dí las gracias. Debe ser suficiente, además yo no les pedí llevarme.

- Me siento ofendido, te abrimos las puertas de nuestra casa y te alimentamos.- Sirius declaró en tono ofendido.

- Ya, trió de descerebrados.- Hermione besó rápidamente la mejilla de Sirius, luego de James y terminó algo reticente en la de Remus.- adios.

James tomó su mano y Hermione sintió una pequeña descarga electrica.

- Hasta mañana, Señorita Malfoy.

Ella vió un brillo en los ojos de James parecido al de Harry.

Apretó los labios inconscientemente y su garganta se cerró.

Esos lentes, esos ojos y esa mirada le recordaba a un joven dulce de ojos verdes que fue importante para ella.

Se giró y abrió la reja.

Remus olfateó, casi era luna llena y Moony estaba casi en el borde.

Consuelala.

Remus gruñó. La voz de Moony en su mente resonaba con claridad cuando estaba cerca de ella.

Podía oler cada fibra de su ser, ahora incluso olía el dolor.

Ansiaba tanto estrecharla en sus brazos y dejar su olor en ella.

- Ama, no debería estar aquí, Milly es descuidada.

- Oh no Milly, solo saludaba, ya regresaré.

La Elfina tomó la mano de Hermione y los miró una última vez.

Al entrar en la Mansión, tanto Rodolphus como Lucius se giraron.

- Hermione, ¿Dónde...

- Salí a pasear por los jardines.

- Buenas noches, Señorita Malfoy.- Rodolphus saludó.

- Buenas noches, Señor Lestrange, Lucius, me iré a dormir.

Lucius asintió.- es buena idea.

- Hasta mañana.- Hermione besó su mejilla.

- Hasta mañana.- Lucius acarició su mejilla derecha.- descansa.

Ella se giró y recordó a Rodolphus.- que tenga buena noche, Señor Lestrange.