RinMakoto. Maho y Makoto lo hicieron bien, aunque esto fue un paso más para que su relación se hiciera más fuerte.
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Sin más, comencemos…
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Los finales de octubre son conocidos por ser algo macabros, así como muy celebrados en varias zonas del planeta, siendo este la fecha de Halloween, así como el Día de Muertos.
El Día de Muertos es una tradición mexicana celebrada e de noviembre en la que se honra la memoria de los muertos. Se originó como un sincretismo entre las celebraciones católicas, especialmente el Día de los Fieles Difuntos y de Todos los Santos, así como las diversas costumbres de los indígenas de México. Se lo suele asociar comúnmente con otras celebraciones como el Día de Brujas o Halloween, aunque en realidad difiere mucho de esta.
Es una festividad que se celebra principalmente en México y en países latinoamericanos como Bolivia, Ecuador, y, en menor grado, en países de América Central y en la región andina de América del Sur. Desde el noroeste de Argentina hasta México, en zonas donde existe una gran población indígena.
Con eso sabido, nos trasladamos a la residencia Aimoto en donde la vocalista y líder de Happy Around, Rinku, se preparaba para dormir. Había charlado un poco con su novio y justo surgió la charla sobre cosas sobrenaturales, aun así, esto quedó un poco en la mente de la rubia.
- Me pregunto si el más allá es tan aterrador como se dice… creo que sí jeje – con eso, la rubia durmió pacíficamente, no obstante, su cerebro se encargaría de darle un sueño algo peculiar.
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- Rinku…
- Zzzz….
- Rinku-san…
- Zzzz…
- ¡Rinku!
- No mamá… ese mono me robó mi banana.
- ¡RINKUUUUUUUUUUUUUUUUUUU! – ese grito despertó de golpe a la oji rosa.
- ¡¿Qué pasó?!
- Hasta que despiertas – Maho le dijo, estaba también Rei y Muni ahí presentes.
- ¿Qué fue lo que pasó? ¿Dónde estamos?
- Pues creo que estamos muertas – la mención de Rei dejó a la rubia con la mente volando.
- ¿C-Como que muertas?
- No sé cómo, pero morimos – Muni decía abrazando a Nyochiyo – ¡¿Cómo demonios morí?! ¡Ya no podré comer mis patatas fritas!
- ¿Por qué demonios estamos aquí? – la DJ del grupo decía – mis hermanos se quedaron sin mí.
- Los chicos también, extrañaré a Shin-san.
- N-No puede ser – Rinku estaba en shock, no solo ella, las demás estaban en el mismo estado, pero antes de que siguieran lamentándose por sus muertes, una persona con unas alas como de ángel llegó a ellas.
- Bienvenidas Happy Around, esta es la entrada hacia el Mictlán.
- ¿Mictlán?
- ¿Qué es eso?
- Es el inframundo, las personas que vienen aquí han muerto de forma natural, no importando la situación económica o de estatus, por lo que tendrán que pasar por una serie de…
- Espera, antes de que nos digas eso, ¿de qué morimos? – Maho preguntó.
- A mi también me gustaría saber cómo es que morimos.
- A las 4 les dio un infarto fulminante mientras dormían, así que por eso están juntas.
- Como que es mucha coincidencia que nos muriéramos al mismo tiempo ¿no?
- Da igual eso chicas, deberán pasar por las regiones antes de llegar al Mictlán, así que suerte con ustedes.
- ¡Espera! ¿Por qué…? – antes de que los reclamos de Muni siguieran, una fuerza invisible empujó a las chicas hacia adelante llegando primero a un río.
Estas miraron el afluente de agua el cual era bastante grande y de causal ancho, no solo eso, también notaron la presencia de perros.
- Que raro esos perros.
- ¡Que lindos! – Rinku estaba acariciando los caninos – aunque si se miran raros, se ven juguetones.
- ¡Guau!
- Estos perros son Xoloitzcuintles, solo ellos pueden cruzar el río, por eso si encuentran que son buenas personas podrán cruzar – el ser que las recogió en la entrada les decía.
- ¿Buenas personas? – Rei fue con uno de estos perros el cual la ayudó llevándola en su espalda para cruzar el río.
- Creo que no tenemos opción – Maho y Muni hicieron lo mismo siendo cruzadas por los perros, Rinku fue la última, más perros la ayudaron.
Una vez que cruzaron el río y despidiéndose de los perros, estas llegaron a una región la cual poseía dos montañas enormes las cuales chocaban entre ellas.
-¿Y-Y qué hacemos?
- Tienen que cruzar el momento indicado para pasar en medio de estas – las 4 tragaron saliva.
- S-Supongo que tenemos que buscar el momento idóneo para hacerlo – las demás asintieron y esperaron a órdenes de Maho para cruzar de golpe que fue justo cuando las dos montañas se separaron bastante – ¡ahora!
Con todas sus fuerzas, cruzaron rápidamente en medio de los dos cuerpos rocosos, llegando justo a tiempo al otro lado antes de que estas chocaran de golpe.
Happy Around celebró un poco, pero debían seguir caminando para continuar su recorrido llegando a una montaña la cual comenzaron a subir por unas gradas de piedra llegando justo a la cima en donde parecía fácil.
- Creo que esto no es nada, sigamos…
- ¡Muni! – Maho notó como varias piedras cortaron algunas partes del cuerpo de la VJ.
- ¡AAAAAAAH! ¡¿Qué demonios?!
- M-Miren chicas – Rei señaló hacia donde estaban una cantidad innombrable de piedras filosas.
- Bienvenidas sean al Itztepetl, las piedras filosas tienen que pasarlas para cruzar al otro lado, aunque eso sí, sus cuerpos quedarán rasgados.
- ¡¿Cómo que rasgados?!
A pesar de los intentos de las chicas de cruzar el camino de forma intacta, no fue así y una vez que llegaron al otro día, sus cuerpos estaban casi en los huesos, con pocas partes de sus cuerpos con piel.
-¡Ya no soy linda! ¡Ahora soy un jodido esqueleto!
- Esto se ve muy mal – las 4 siguieron su camino llegando a un campo helado el cual se miraba seguro, salvo por la nieve que les llegaba a la zona del pecho.
- P-Por lo menos no siento el frio.
- Es porque ya no tenemos piel ni nervios.
- Sigan así chicas, ahora se encuentran en el Itzehecayan, este sitio posee nieve y también… más piedras afiladas.
- ¡Ay no jodas! – así como dijo el sujeto dijo, las chicas tuvieron que soportar más piedras afiladas las cuales arrancaron las últimas piezas de piel que poseían, quedando en los puros huesos, siendo reconocidas por sus cabellos que seguían intactos.
Con eso ya, estas siguieron caminando hasta llegaron a lo que parecía ser un desierto inmenso en donde nada más entrar, Rinku notó algo.
- Oigan, como que no siento el suelo.
- Tienes razón, es como si yo… - Rei miró hacia abajo notando que ninguna caminaba por la arena – ¡estamos volando!
- ¿Qué? – estas estaban en shock por eso.
- Esta es la región de Pancuetlacaloyan, el enorme desierto en donde no existe la gravedad como sí, deben buscar la forma de cómo salir de este sitio o se las llevarán los fuertes vientos del desierto.
- Ay mierda, ¿Qué hacemos aquí?
- Dejemos que nos lleve el viento – Rinku decía la cual sin más, comenzó a tratar de volar con el viento.
Rei, Muni y Maho se dieron cuenta de lo que hacía su amiga, esta iba por las corrientes las cuales parecían ir hacia adelante, por lo que optaron por seguirla.
La decisión de Rinku fue la correcta ya que los vientos iban hacia adelante y fue hasta que estaban por llegar al final del desierto en donde nada más salir del sitio, estas cayeran pesadamente al suelo.
Una vez recuperadas, estas siguieron su camino hasta encontrar un valle extenso, no parecía haber nada, pero las chicas estaban atentas a lo que fuera a aparecer ya que no entendían que iba a pasar.
- Esta paz no me gusta para nada.
- De tanto que hemos pasado, realmente me espero que salga algún animal o empecemos a ser atacadas por algo.
- Pero no miro algo que nos ataque – Muni dijo, justo al decir eso, miraron como una flecha llegó hacia caer frente a ellas, dándole por poco a la castaña peli rosa.
- ¿Decías?
- Miren eso – unas manos invisibles emplearon arcos y flechas los cuales iban dirigidas hacia las integrantes de Happy Around.
- Alístense para correr muchachas, esta es la región de Temiminaloyan, en este sitio ustedes tienen que huir de esas flechas las cuales las dejarán muy mal paradas en caso de que sean golpeadas por una de estas.
- P-Pero ¿Cómo nos vamos a sentir golpeadas si ya no tenemos piel ni nada?
- Bueno, tú lo dirás Muni Ohnaruto, pero si yo fuera tú, empezaría a correr – justo ahí, las manos comenzaron la lluvia de flechas.
- ¡Corran!
Las chicas esquivaban como podían las flechas, había algunas que casi les daban, justo Muni estuvo cerca de ser alcanzada rozándole una de sus coletas, sin embargo, una de esas le dio sin querer a su reproductor musical.
- ¡Nyochiyo!
- ¡No podemos volver por él Muni!
- ¡No, Nyochiyo! – aunque la VJ quería volver por su gato, este ya había sido destruido por una de las flechas que lanzaron.
A pesar de todos los inconvenientes que hubo, al final el cuarteto logró salir con vida de ese sitio, sin ningún rasguño.
- M-Mi Nyochiyo… te fuiste para siempre.
- Muni, al menos agradece que salimos bien de esta – Maho decía, pero eso solo molestó más a su amiga.
- ¡¿Salimos bien?! ¡Pude regresarme a salvar a Nyochiyo! Después de todo ya estamos muertas, ¿Qué me iba a matar?
- ¡Pero estás bien que es lo importante! ¡¿Para que necesitas a tu gato musical ese si ya iremos a descansar en el Mictlán?!
- ¡Porque ese gato como tú le dices fue mi única compañía por mucho tiempo! ¡Lo quería como no tienes idea!
- P-Por favor no peleen chicas – Rei quiso hacer de la voz de la razón, aunque no logró su objetivo.
- ¡No te metas Rei!
- ¡No le grites a Rei!
- ¡Roar!
- ¡No rujas Rinku!
- P-Pero si yo no dije nada.
- Roar – de nuevo el rugido se escuchó, estas al voltear lentamente, notaron a 4 jaguares los cuales miraban fijamente a las chicas.
- Este es el Teyollocualoyan, aquí habitan jaguares los cuales se encargan de devorar los corazones de los muertos que vienen aquí, antes de eso, les abren el pecho con sus filosas garras.
- ¿Qué nos qué? – antes de que se dieran cuenta, los jaguares atacaron de golpe, las primeras en ser tomadas fueron Rei y Rinku quienes les fue arrebatado el corazón para ser comidos por estos felinos.
Muni y Maho huyeron a otro lado, pero de nuevo salió el tema de Nyochiyo por lo que su habladuría solo atrajo a las bestias quienes sin dudarlo, hicieron lo mismo que con sus dos amigas.
Una vez pasado ese sendero, Happy Around llegó a un gran río de color negro el cual se dividía en 9 ríos.
- Ya es hora de que descansemos ¿no creen?
- Sí, ha sido un viaje muy largo – Maho fue la primera en sumergirse en las aguas nagras.
- Es hora de descansar – Rei la siguió.
- Ya para qué – Muni fue la siguiente.
- Chicas… vamos – con la inclusión de Rinku, el cuarteto pasó por los ríos, reflexionando sobre sus vidas y lo que habían hecho en vida.
A medida que iban avanzando, estas llegaron a una zona del río en donde se llenó de niebla, tanta que no podían ver nada, pero las 4 se tomaron de la mano para no perderse y seguir juntas en esto.
- Lo han conseguido… bienvenidas al Mictlán.
- Lo conseguimos… lo hemos hecho.
- Ahora a descansar.
- Volvernos uno con el Universo – al decir eso, los esqueletos de las 4 se disolvieron hasta que fueron comidas por lo que parecía ser un dios esqueléticos con ropas aztecas adornando sus cuerpos.
- El Mictlán…
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- ¡Llegamos al Mictlán! – Rinku exclamó de golpe levantándose de su cama, le tomó algunos segundos darse cuenta de que estaba en su habitación – ¿acaso todo fue un sueño?
Al verificar que no había nada de malo, esta se dio cuenta que solo fue producto de su imaginación por lo que solo decidió cambiarse para ir a la academia, no sin antes comentarles a sus amigas sobre su sueño.
Un sueño en el Día de los Muertos.
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Continuará…
