- ¡Kagome! - regresó a su lado, arrodillándose - ¡¿Qué ocurre?!
Su rostro se contrajo en una notable expresión de pánico, al observar como la joven comenzaba a retorcerse, con sus ojos apretados y unos sonoros gemidos de dolor
- ¡Kagome! - la tomó por sus brazos, intentando detenerla, antes de que sus heridas se abrieran - ¡Kagome! ¡¿Te duele?! ¡¿Qué sucede?!
- ¡Kiyomeru! - gritó, al ver como la mujer comenzaba a tomarse el pecho - ¡¿Estas bien?!
- Ha comenzado - respondió, frunciendo el entrecejo
- ¡¿De que hablas?!
- Esto... es demasiado - sus ojos se llenaron de lágrimas, al volver a sentir aquel dolor punzante, el cual había atravesado su corazón más de 20 años atrás
Cayó de rodillas
- ¡Abuela! - se arrodilló a su lado - ¡No logro comprenderte!
- Jinsei y Gekko - abrió sus ojos, mientras unas lágrima rodaban por sus mejillas - Kagome - la miró - Él... no dudará en usar a tu hermana, para vengarse de Jinsei
- ¿Qué? - murmuró, abriendo ampliamente sus ojos
¿Gekko no dudará en obligar a Rin a que intente destruir a Tenseiga?
Pensó, al mismo tiempo en que sus ojos temblaban
- ¿Qué puedo hacer?
- Estas demasiado débil para luchar por tu cuenta... ni siquiera eres capaz de abrir tus ojos - hizo una pausa - Lo siento... prometo, que no morirás
¡¿HE?!
La tomó del cuello, intentando doblegarla
- ¡¿Qué... estas...?!
- Tranquila, te protegeré
- ¿Qué? - miró por sobre su hombro, al sentir aquella energía - ¿Es la espada?
Sakura había comenzado a temblar, sin embargo, no era la única que estaba reaccionando
- ¿Tessaiga? - la espada se elevó de repente, dirigiéndose directamente a su mano - ¿Qué...? - la tomó, mirando a Kagome, quién se había detenido
Tienes que protegerla
- ¡¿Qué?! - miraba a su alrededor - ¡¿Quién dijo esto?!
Aquella voz era similar a la de su padre, sólo que mucho más profunda, su tono bajo, provocaba que los pelos de sus brazos se erizarán de manera inquietante
No dejes que se repita la tragedia
- ¡¿De que demonios hablas?! - gruñó - ¡Da la cara de una maldita vez!
Por el rabillo de su ojo pudo ver como la empuñadura de diamantes de Sakura se acercaba. Se hizo un lado, al mismo tiempo en que sus orbes dorados se dilataron ante aquella imagen que tenía al frente
- Kagome - susurró, al ver a la mujer, con sus ojos completamente rojos, recibiendo su arma
La venganza del amor
La espada, la ha poseído
Pensó el youkai, sin apartar sus ojos dorados de la mujer, mientras sentía como una intensa energía, intentaba salir de la Tenseiga
- Te dije, que no podrás conmigo - murmuró, apretando el agarre en su empuñadura
- ¿Qué sucede Jinsei? - la voz dulce de Rin se había transformado en una gruesa y ronca melodía - ¿No logras controlar a ese insignificante Yokai?
- No me interesa quién seas, pero a mi nadie me subestima
Ambos se lanzaron hacia el otro, chocando espadas nuevamente
- Eres débil, maldita traidora - sonrió cínicamente - Tendré que enviarlos a los dos, al infierno
Por un segundo, la imagen de la mujer, se intercaló con el del joven de cabello negro lacio, con sus orbes castaños y su desafiante mirada
- Hm, insignificante muerto resentido - empujó a Tsuki, alejándose unos metros - No vas a usarme para tus sucias intenciones
- No me interesa quién seas - sonrió - Pero eres descendiente de esa perra - agitó su arma - ¡Y tendrás el mismo destino!
Unas diminutas estrellas se desprendieron del arma, en dirección al peliplata, el cuál se elevó al instante, sin embargo, eso no le impidió ser alcanzado por una de ellas, la cual, le cortó la mejilla derecha
- ¿Por qué no contrarrestas mi ataque? -voló en su dirección - Ya comprendo... ¡aun no sabes usar a Tenseiga!
El youkai frunció el entrecejo ante aquel comentario y agitó el arma, tratando de lastimar la mano de la mujer, con la finalidad de quitarle a Tsuki
No debo hacerle daño, sin embargo...
Pensó, al mismo tiempo en que las hojas volvían a chocar nuevamente
- Que mal Jinsei - rio - Elegiste mal a tu sucesor - lo empujó, volando lo más rápido posible - ¡Muere!
Sesshomaru agitó el arma, lanzando una especie de energía azul, la cual impactó en Rin, lanzándola nuevamente e dirección al cielo
- ¿Qué demonios fue eso? - murmuró, mirando su arma
Mientras tanto, el gran perro demonio, miró hacia arriba, notando los primeros rayos de sol, asomarse
- ¡Si no quieres estar involucrado, lanza tu Tenseiga! ¡Para que pueda destruirla! - se estabilizó, regresando en dirección del peliplata, rompiendo la armadura que cubría parte de su pecho
- Continuas subestimándome - pronunció, alejándose - Jinsei, ¿acaso no querías vengarte?
¡¿Qué demonios estas haciendo Sesshomaru?!
El youkai frunció el entrecejo, ante las palabras de su hijo
- No es necesario que gastes tus fuerzas, tratando de poseerme, ¡hazlo tu misma! - lanzó su espada contra la mujer, la cual sonrió, volando en su dirección
- ¡Por fin te destruiré Jinsei!
- ¡Sesshomaru! - gritó su padre
La sonrisa de la morena se borró, al sentir como era lanzada violentamente al suelo, al mismo tiempo en que la espada se clavaba en unas de las paredes del castillo
- ¡¿Quien fue?! - gritó, poniéndose de pie - ¡Kiyomeru! - gruñó
¡Kagome!
Pensaron ambos demonios, al unísono, al ver a la morena, con su cuerpo vendado, su falda manchada de sangre, sus ojos rojos y una expresión de molestia en su rostro, con Sakura en sus manos, preparada para enfrentar a Gekko
- Sorpresa, hermano - sonrió
