Capítulo 6
Siempre fui un soñador, alguien que sólo tuvo el deseo cumplir sus metas profesionales, pero éstas no eran lo más importante ya que mi principal objetivo de vida era estar al lado de mi tarzán pecoso, aunque para eso debía labrarme un futuro y tener algo digno que ofrecerle.
Hoy esa terrible plática ha matado mis esperanzas de alcanzar la felicidad….
Hoy me siento roto, sin amor, mi corazón vuelve al pasado a cuando creía que la duquesa era mi madre y me despreciaba, hoy me siento igual de vulnerable que en ese tiempo.
Retrospectiva.
- Si Terry, fui testigo de cómo se ilusionaba al leer tus cartas y de la devoción con la que escribía las respectivas respuestas, también sé tú historia con ella en el colegio y todos sus detalles, ya que ella me obsequio su diario y en él se describían las anécdotas que tú me has relatado porque entre ella y yo, no hay secretos, pero también fui testigo de cómo dejaste que ella tomará una decisión que te correspondía tomar a ti, dejaste que se fuera de Nueva York y con ello rompiste su alma y fui yo el que estuve con ella, fui yo el que curo sus heridas.
- Albert, yo le escribí, le dije que para mí nada había cambiado. Tienes que ser justo, ni Candy ni yo hubiéramos sido felices si la hubiera elegido a ella en ese maldito invierno, el recuerdo e Susana siempre hubiera ensombrecido nuestras vidas, pero hoy, hoy, Susana ya no está, hoy la pecosa y yo podemos volver a intentar, yo la sigo amando igual que el primer día, escucha Albert, no la dejaré, ella es mi vida, estoy seguro de que está hecha para mí.
- Es muy tarde Terrence, ahora ella está comprometida conmigo y me ama, formaremos una familia, algo estable que tú de ninguna forma podrás darle ¿A caso ya pensaste que pasaría en caso de que tuvieran hijos? La tendrías que dejar en una ciudad y tú te desplazaras por todo el país, dejándola sola por meses ¿Quieres esa vida para ella? No seas egoísta, además estoy seguro de que me ama.
- ¿Te lo ha dicho?
- No, pero…
- Pero nada, ella no te lo ha dicho y eso hace que yo tenga una oportunidad, soy capaz de renunciar a mi sueño y aceptar el ducado si ella me lo pide.
- Sabes bien que no lo haría y tienes que reconocer que te has portado como un patán con ella, leí como la trataste cuando según tú, la apoyaste a superar lo de Anthony.
- Yo sólo trate de ayudarle y aunque tal vez el método no fue el correcto logre que perdiera el miedo a los caballos, ¿Que esperabas de mí? Sólo era un adolescente sin experiencia, con ganas de que ella se olvidara de su primer amor y de sus miedos.
- Eso es sólo un pretexto, nunca supiste cuidarla, cuando más te necesito tu saliste corriendo, además ella no te respondió la carta, cuando se la di, ambos la leímos ¡Juntos!, Candy sólo mostró sorpresa, pero se aferró a mis brazos y me dijo que ella ya había decidido. Lo siento Terrence, pero ella será mi esposa, anunciaremos nuestro compromiso en dos meses y no hay vuelta atrás, lo lamento de verdad. Tal vez con el tiempo podamos ser amigos nuevamente, pero por ahora sólo te deseo que la olvides pronto.
Albert se levantó de la silla, pago la cuenta y se fue del lugar.
Fin de la retrospectiva
Llueve, estoy sentado en el Central Park y sólo puedo pensar en la vida feliz que ahora llevas, pecosa del demonio. Estoy completamente seguro de que nada pasará si no me vuelves a ver, que para ti este profundo amor fue sustituido por otro sentimiento que te inspira alguien más y que si bien es digno de ti, ¡Yo lo odio! Yo siento una total aberración por él, porque me ha arrebatado de tajo mis débiles esperanzas de recuperarte y es que, con cualquier otro hubiera peleado a muerte por tu amor, pero con él no: él te ha dado todo, su apellido, una casa, un hogar, amigos, educación, bueno hasta por él fue por lo que nos conocimos, no puedo luchar contra Albert, no puedo.
Pongo los codos sobre mis rodillas y agachado agarro mi cabeza, me duele tanto. Mis sueños mutilados pasan por mi cabeza una y otra vez, ¿Qué caso tiene actuar si mi musa esta con otro?, si mi corazón está hecho añicos…
Tengo que hacerme pasar por un hombre normal, sólo una persona más entre la multitud, tengo que actuar y hacer mi mejor papel para que nadie note que no puedo estar sin ti. La gente que me rodea no debe percibir la tristeza que inunda mi espíritu. ¡Oh pecosa de mi alma, me has herido!
¿Qué voy a decirle a esta inmensa ciudad de que tú ya no estarás aquí, a mi lado? ¿Qué le diré acerca de los sueños que acumule en mi mente? yo que estaba dispuesto a dejar todo por estar a tu lado.
No debo permitir que ninguno de mis compañeros note mi tristeza, que ninguno note que me han arrancado el corazón y que ahora soy un ser que no puede más, que sentir tu ausencia.
Siento que me estoy muriendo, de que me sirvió salvaguardar mi honor brindándole a Susana bienestar en su corta vida. ¡Que duro es dejar al amor de tu vida tan sólo por un absurdo agradecimiento mal concebido!
- ¡Madre! ¿Qué haces aquí? ¿A caso estas siguiéndome?
- Claro que no cariño, sólo quería saber que ha pasado.
- Pasa que él se quedará con ella, pasa que mi pecosa volvió a abrir su corazón, pasa que la promesa que nos hicimos al separarnos, ella si la cumplió, y por ello, me siento morir, porque yo jamás podré cumplirla, porque mi felicidad es ella.
No puedo evitar sollozar, veo la cara de Eleonor que refleja lastima, ¡Oh dios, no puedo controlarme, parezco un niño pequeño e indefenso! ¡Dios por favor, dame fuerza para que no me vea tan quebrado!
- Tienes que superarlo, confórmate con lo que pudiste hacer por la pobre Susana.
- ¿A caso no lo recuerdas madre? Ella fue tan infeliz a mi lado como yo lo fui con ella.
He comenzado a pensar en lo que fue de mi vida al lado de Susana: la causante de mi más grade dolor… No, tengo que aceptarlo, yo mismo me cause esto, fue mi decisión la que lleno de amargura mi alma, ahora sólo me queda fingir una sonrisa para que nadie pueda percibir el dolor que guardo en mi espíritu.
Una vez más soy ese pequeño que vive roto con el duque, deseando amor, deseando sólo una oportunidad para ser feliz.
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Gracias a los comentarios de:
Sofia Saldana
Blanca G
Australia 77
Mia Brower Graham de Andrew
Delice