Capítulo 8
Mi padre ha llegado nuevamente a mi departamento.
- Hola Hijo ¿Cómo has estado?
Me arrojo a sus brazos sin pensar, el Terrence pequeño resurge y la necesidad de afecto paterno vuelve a crecer, comienzo a pensar en cómo fue nuestra reconciliación después de ese horrible invierno que marco mi vida para siempre.
Retrospectiva
El invierno estaba por terminar, regresaba de visitar a Susana, entre a mi departamento y comencé a preparar un poco de té, en ese momento escuche la puerta y fui a abrir, ante mis ojos estaba el más alto noble Ingles: mi padre, yo le guardaba un profundo rencor porque no quiso ayudar a mi tarzán pecoso a no ser expulsada del Real Colegio San Pablo, por lo que le hable con rudeza.
- ¿Qué hace aquí Duque? ¿A caso está huyendo de la guerra?
Reí socarronamente, y comencé a hacerlo padecer, era la oportunidad perfecta para desquitar mi profundo dolor causado por la pérdida de Candy y por otra parte también podría descargar los rencores que fueron acumulados en mi corazón desde que era un niño.
Mi padre hizo una mueca de inconformidad por mi comportamiento y con toda la calma y temple que lo caracterizaba se introdujo en mi departamento y se sentó en el sofá más cercano.
- Veo que al menos guardas orden en tu hogar, y huelo que también preparas té, por favor sírveme una taza, sabes cómo me gusta, ¿No tengo que decírtelo o sí?
Creo que en ese momento hice una cara que le pareció cómica ya que sonrió de medio lado,
- ¿Y quién crees que soy? ¿Uno de tus empleados?, soy tu hijo carajo.
- Muy bien, al menos no has olvidado que soy tu padre y como tal debo ser tratado. Ven y siéntate, conversemos.
Por primera vez en la vida el me solicito que me sentará a su lado, su cara reflejaba amor y paciencia, debo confesar que me desarmo por completo. Creo que también mi apertura a sus palabras era causada por el dolor que sentía por la reciente perdida de mi gran amor.
Fue así como nos confesamos: lloramos, nos abrazamos, nos reclamamos y al final platicamos de nuestro gran cariño mutuo.
- Pasemos a otro tema Terrence, ¿Por qué dejaste ir a la señorita Ardley?
- ¿Me has estado vigilando todo este tiempo? - exprese con sorpresa y desgrado.
- ¿Qué esperabas? Soy tu padre y además eres el heredero del ducado, si te deje libre fue para que alcanzaras los sueños que tenías acerca del teatro, de todo eso que me hablo la señorita Ardley que tu querías hacer.
¡No puedo creerlo! Candy fue a ver a mi padre, pero ¿cómo? ¿Cuándo?, supongo que mi cara denota sorpresa…
- ¿Ella fue a buscarte?
- Por supuesto, ¿Sabes? Fue muy intrépida e insistente, te defendió como toda una fiera, me hizo ver que no podía truncar tus anhelos y finalmente me di cuenta de que no podía encerrarte y decidí darte libertad, pero siempre siguiendo tus pasos, porque para mí tu eres mi principal heredero. Debo decirte que me sorprendió la forma en la que me hablo una chica de tan corta edad, se arriesgó a subir a mi carruaje en movimiento y además me percate que realmente se interesaba en tu bienestar.
Mi quijada cayo hasta el suelo, no puedo creer que a esa traviesa también le debo la libertad que he tenido para perseguir mis metas profesionales.
- Me gustaba esa niña para ti, pero no me explico porque la dejaste ir, ¿Porque decidiste quedarte con la señorita Marlowe? No la amas, estoy seguro de eso, los informes indican que no la quieres.
Agacho la cabeza y comienzo a platicarle todo lo que ha pasado, le explico que es por honor por lo que me he quedado con ella, pero también porque conozco a mi pecosa y sé que nunca será feliz conmigo si edificamos nuestra relación en el sufrimiento de la persona que se sacrificó por mí y que estuvo a punto de suicidarse para que yo fuera feliz con quien realmente amaba.
- No, Terrence, no te equivoques, te ofrezco todo mi apoyo para "Arreglar" este problema, indemnizaremos a esta chica como nunca lo imagino y serás libre para ser feliz, si aceptas te dejaré vivir en América por tus propios medios hasta que decidas a regresar a Inglaterra a tomar el ducado.
- No padre no hay marcha atrás, tengo que responderle a Susana.
- No vengo a obligarte a nada, ya le prometí a la señorita Ardley y a tu madre que te dejare decidir, pero aun así quiero que sepas que cuentas con mi apoyo y que estaré aquí al primer telegrama que me envíes, partiré mañana pero ya lo sabes.
Abrace a mi padre, en verdad que esta reunión ha causado un verdadero shock en mí. Hoy por fin cuento con el padre que siempre desee y mi Candy es la responsable nuevamente de este milagro.
Ella se fue, pero en su huida me ha devuelto a un padre que esta por entero, no como cuando fui un niño, no sé exactamente que lo ha hecho cambiar, pero eso ya no importa, ahora él está conmigo.
El duque partió del departamento de Terry y a lo lejos dijo en voz baja:
- Aun tenemos un movimiento en este ajedrez hijo y "Podemos ganar la partida" pero todo dependerá de tus deseos, serás tú quién decida, esta vez no te fallaré.
Posterior a ese encuentro las cartas y visitas no cesaron, inclusive, comimos o cenamos en algunas ocasiones con "Ely" (Así le llamaba el duque a mi madre)
Fin de la retrospectiva.
- Hijo, he venido porque es tiempo que rehagas tu vida y vengo a ayudarte, quiero que sepas que después de la conversación que tuve con Candy quede prendado de esa señorita de ojos verdes y decidí aceptarla como mi futura nuera.
En ese momento sentí una ráfaga de frio recorrer mi espalda y mis ojos se abrieron más de lo normal.
- Unos meses después de que Candy escapo del colegio, hable con la matriarca de los Ardley y acordamos un futuro compromiso entre ustedes, para Elroy fue un alivio que acordáramos los términos de su enlace después del escándalo que se desato por encontrarlos juntos en el establo, es por eso que he venido hoy hasta América, Sir William Ardley me ha pedido re- negociar la libertad de su protegida porque dice que está enamorada de alguien más.
Gracias por sus comentarios:
Mia Brower Graham de Andrew
Australia 77
ELYER G
Ely Alvarez
