Después de que Syr y yo hiciéramos la promesa de estar juntos cuando yo tenga la capacidad de protegerla, nos separamos del abrazo, ni ella ni yo queríamos hacerlo pero nos encontrábamos en medio de la calle y podríamos estorbar a las personas que venían avanzando.

-Bell, esperaré ansiosa el momento en el que podamos estar juntos- dijo Syr dibujando una hermosa sonrisa en su rostro aún sonrojado.

-Y yo trabajaré y me esforzaré mucho para que esa espera no sea tan larga- agregó el joven peliblanco a lo dicho con anterioridad por la camarera, devolviéndole la sonrisa.

-Pero por el momento, comprendo que deberíamos seguir comportándonos como siempre para evitar problemas ¿Cierto?- dijo Syr con una mirada triste.

-Si, lamento que tenga que ser de esa manera pero así deben ser las cosas para evitar más problemas, aunque, si somos sinceros, la actitud que tomas hacia mí normalmente, ya parece la de una pareja- Dijo Bell con una sonrisa nerviosa.

-Error mío, pero no puedo contener mis ganas de mimarte y tratarte bien Bell, así que no me pidas que deje de hacerlo, si lo haces me molestaré- agregó la camarera de La señora de la abundancia, mientras esta inflaba sus mejillas fingiendo enojo.

-Q-Que linda...- Dijo Bell al verla hacer esa especie de puchero

-Está bien, nunca te pediría algo como eso, solo deseo que te contengas un poco, no estoy muy acostumbrado a las muestras de afecto, mucho menos en público-Mencionó el joven conejo.

-Por cierto, hay algo que me gustaría hablar contigo en privado, pero después del día que tuvimos ayer y lo difícil que ha sido este día, creo que sería mejor postergarlo Jeje-Dijo Bell rascando su blanco cabello.

-Fufufu ¿De qué querrás hablar Bell?- Dijo Syr con una mirada pícara y desafiante, esa mirada que ella acostumbra a poner cuando nota nervioso a Bell y así molestarlo en forma de broma.

Bell solo posó su mano encima de su cabeza, Syr por instinto alzó la mirada.

-En nuestra siguiente cita lo hablaremos solos ¿Te parece bien?- Dijo Bell con una sonrisa y un claro rubor en sus mejillas que hacían similitud con sus ojos.

Syr solo pudo asentir y sonreírle

-Entonces creo que debemos ir regresando a las sedes de nuestras familias, te acompañaría pero no pueden vernos juntos ni por error- Mencionó el albino con una clara preocupación en su rostro.

-Tienes razón, no pueden vernos juntos, no de la manera en la que estamos-Dijo Syr aceptando que Bell tenía razón.

-Bueno, entonces nos vemos mañana en La Señora de la Abundancia, esperaré con ansias ese bento qué día con día haces para mi con tanto cariño y así poder esforzarme en el calabozo-Dijo Bell de forma cálida hacia quien, se volvería su amada en el futuro, a quien si quería ver, debía ser rodeados de mucha gente, se sentía como un Romeo y Julieta, con el único detalle de que él no permitiría que sucediera el final trágico.

Al escuchar esas palabras Syr, se alegró mucho más, nunca había esperado el mañana de manera tan intensa, en eso, Syr se puso de puntillas y le regaló un beso a Bell.

-Cuando por fin podamos estar juntos, habrá más de donde vino eso, por el momento, será la única libertad en este instante solamente que me tomaré hasta que el día prometido llegue.

Bell se quedó pasmado mientras veía como Syr se iba corriendo de una manera tan linda, con sus manos a la altura de su cintura mientras tarareaba una canción.

-C-Creo que es momento de que yo igual regrese-dijo en voz baja para sí mismo.

Mientras se alejaba el recordó "¡Esperen! ¿¡No se estaba desarrollando una batalla detrás mío!?". Al cruzar ese pensamiento por su cabeza, Bell salió disparado hacia el lugar por el cual había pasado y donde se había desarrollado la pelea entre las 3 camareras de La Señora de la Abundancia.

Al llegar, vió que la batalla ya había cesado, Ryuu y el resto se encontraban con algunos golpes pero estaban bien, se encontraban con Aiz y Hestia las cuales las estaban ayudando a caminar, al mismo tiempo que estaba acercándome a ellas, Welf, Lili, Mikoto, Haruhime junto con Asfi y Hermes llegaron.

-¡Bell! ¿¡Qué fue lo qué pasó!?-Dijeron todos al unísono.

-Les explicaré lo sucedido llegados a la mansión de la chimenea, lo único que puedo decirles es que Syr se encuentra a salvo y así será siempre-Dijo Bell respondiendo con prontitud a la pregunta de todos los que lo rodeaban.

Bell se acercó a Ryuu, Aiz y el resto de las camareras y se inclinó ante ellas.

-¡Lamentó haberlas hecho pasar por esto! ¡Por mi culpa se vieron envueltas en todo este problema con la Familia Freya, en serio, lo lamento!-Dijo Bell con claro arrepentimiento en sus palabras.

-Cranel-San, no hay motivo para disculparse, comparado con lo que ha hecho por mí y por el resto de nosotras, esto sólo era un pequeño deslice-Dijo Ryuu regalándole una sonrisa a Bell.

-No podía quedarme viendo como los problemas te consumían Bell, somos amigos después de todo-Dijo Aiz haciendo lo mismo que Ryuu, sonriéndole.

-¡Veo que nuestra presencia no fue necesaria Asfi!, lamento haber interrumpido tu día libre-Dijo Hermes sobreactuando como ya era costumbre en él.

-No se preocupe Hermes-Sama, ya me lo pagará y será pronto-Dijo Asfi con una mirada seria pero imponente.

Hermes solo pudo asustarse y abrir los ojos con terror.

-Entonces nos retiramos Bell-Dijo Asfi mientras arrastraba a Hermes.

-Bell, me vas a tener que explicar muchas cosas sobre esa muchacha, no creo que no te hayas dado cuenta que ella no es normal-Le susurró Hestia a Bell en el oído

"Así que Kami-Sama se dió cuenta solo con verla por unos momentos, bueno, creo que eso haría más fácil la platica que pronto tendremos en la mansión, me pregunto ¿cómo reaccionarán tanto Hestia como Lili, como el resto de la familia cuando sepan que me había enamorado de una Diosa?" Dijo Bell en su mente mientras temblaba por dentro al pensar en lo problemático que sería su futuro a partir de ahora, es curioso lo mucho que puede cambiar una historia con una sola decisión, una decisión muy importante, pero una solamente al fin y al cabo.

Bell se despidió de Aiz y Ryuu, las otras 2 camareras ya habían regresado a La Señora de la Abundancia a penas fueron curadas con algunas posiciones que traían Hermes y Lili.

Toda mi familia y yo llegamos a la mansión después de una mañana tan intensa, todos se sentaron en la sala, mientras que yo me encontraba en medio de la misma.

Antes de empezar a hablar, me acerqué a Kami-Sama y le dije que el tema sobre lo que es Syr, lo tendríamos que hablar ella y yo en privado, ya que es un tema delicado. Después me acerqué a Welf para decirle si podía hablar con él después, el asintió y me regaló una sonrisa.

-Bien Bell, esperamos una explicación sobre lo sucedido hoy y espero que sea convincente-Dijo Hestia al mismo tiempo que Lili.

" ¡Solo cuando los regaños se dirigen a mí ellas 2 se ponen de acuerdo!" Pensó Bell al ver la escena frente a sus ojos.

-B-Bien, comenzaremos por...-Dijo Bell tragando saliva.