En la mansión de la chimenea, después de la cita de Syr y Bell.

"¿En qué clase de problema me acabo de meter?, no niego que es preferible entrenar con la familia Freya a que las personas se pongan en resigo por culpa de Freya y mía, pero no esperaba este desenlace, no lo esperaba, no lo esperaba" pensaba Bell cuando se acercaba cada vez más a la puerta de su sede, hasta que la abre de repente y ve a todos reunidos en el comedor, jugando cartas y con clara ebriedad en sus rostros.

-¡Holaaaa Belll! ¿¡Cómo te fue con la chica!?-Dijo Hermes con una clara borrachera.

-¿¡Hermes-sama!?¿Qué hace aquí?-Preguntó Bell al ver a la divinidad frente a él.

-Llevo aquí todo el día Bell, por tus prisas no pudiste verme en la mañana, es sorprendente como cambia la perspectiva de una persona cuando está enamorada, vuelve a la realidad Bell-Contestó Hermes ante la pregunta del chico, como él pensaba, no se dio cuenta en ningún momento de que él estaba ahí en la mañana.

-Debes prestar mejor atención Bell, esa chica te tiene muy distraído-Dijo Welf, pareciendo el único sobrio en la mesa que conformaban Hermes, Lili, Welf y...¿¡Aisha!?.

-Por tu rostro puedo concluir que también acabas de caer en cuenta de que estoy aquí, antes de que hagas tu pregunta sólo diré que si, llevo aquí desde la mañana y pasó lo mismo que con Hermes, no te diste cuenta de que estaba aquí-Contestó Aisha a la cara incrédula del chico peliblanco.

"Ahhhhhh pensé tanto tiempo en Syr por toda la mañana que nunca me di cuenta de sus presencias, creo que Welf y Lili de verdad tienen razón, ella me hace más distraído" pensó Bell dejando de lado la sorpresa de ver a ambas personas ante el, esto permitió que dejara un momento de lado el asunto de la familia Freya que lo tenía muy preocupado y con algo de temor.

-Veo que ya llegaste Bell ¿Cómo te fue con Syr? ¿Qué tanto hicieron?-Preguntó Hestia saliendo de la cocina al integrante de su familia.

Hestia sabía de la apuesta que hicieron los cuatro en la mesa del comedor, así que ella no podía quedarse con los brazos cruzados, decidió unirse a la apuesta de igual manera antes de que fuera a hablar con Fels y Urano con lo acontecido en el calabozo y la información obtenida por los Xenos.

"Sería una sorpresa muy grande que apenas iniciando la apuesta el día de hoy, Bell hiciera que se saldara, lo dudo mucho aunque por si las dudas, yo voté a que ambos tomarían la iniciativa, pero Freya es muy impredecible ¡Más te vale no violar a mi niño!" Pensó Hestia con furia al imaginarse la escena de su pequeño Bell siendo arrastrado al mundo de la lujuria por la Diosa Freya.

-S-Solo salimos a caminar, visitamos algunos lugares, el tiempo se fue volando de esa manera, así que no pudimos hacer gran cosa, además ninguno de los dos traía consigo una cantidad de dinero alta como para ir a comer a alguien restaurante, así que solo hicimos eso, no hay mucho que resaltar a decir verdad, pero me divertí...-Bell estaba finalizando sus palabras cuando llegó a él el recuerdo de la plática que tuvo con Syr al final de su cita, en la entrada de la Señora de la Abundancia.

-Kami-Sama, hay algo que quisiera decirle, es algo importante ¿Podría acompañarme a mi habitación?-Dijo Bell cambiando el tono nervioso que tenía al principio, por uno de seriedad e imponente.

Tras las palabras del chico, todos parecían interesados en lo que quería decir el chico, ya que su actitud contrastaba con la que tenía al principio, pero el oír que solo deseaba decírselo a su Diosa cortaba toda esperanza de saciar su curiosidad.

-¿Ah? Claro Bell, vamos, debe ser algo muy importante para que lo digas de esa manera-Contestó Hestia mientras se iba con Bell.

-Disculpen, no tardamos, volvemos en seguida-Dijo Bell dando una reverencia a los presentes en el comedor.

Ambos entraron a la habitación de Bell y cerraron la puerta para tener privacidad.

-Bien Bell, por tu gesto y actitud puedo pensar que tiene algo que ver con Freya ¿Me equivoco? Y conociéndola al igual que te conozco a ti, es algo o muy bueno o muy malo-Dijo Hestia sin rodeos, comprendiendo que la actitud de su hijo debía tratarse a una situación muy conocida por ella, le guste o no le guste, Bell es un imán de problemas así como una máquina para crearlos de la nada.

-Kami-Sama, eso si da miedo, a veces pienso que soy muy malo disimulando, pero si, tiene razón, es algo malo aunque depende por donde se le vea, pero por lo menos no afectará a nadie más que a mi-Contestó Bell ante la declaración de su diosa.

-Bell, no pienses que eres malo disimulando... ¡Deberías saberlo ya! No es posible que sigas poniéndolo en duda, eres fácil de leer, más fácil de leer que un libro abierto-Respondió Hestia ante las palabras de Bell.

-¿¡Ahhhhhhh!? ¿¡Tan malo soy!?-Dijo con sorpresa Bell.

-Si, lo eres, pero dejemos eso de lado, ahora lo importante es lo que me quieres contar ¿A qué te refieres con que es malo pero depende de donde se le vea? También ¿Qué es eso de que no afectará a nadie más que a ti? Dime qué hizo o planea hacer Freya-Bombardeó Hestia al pobre Bell con esas preguntas, una tras otra.

-V-Verá Kami-Sama, lo qué pasa es que... cometí el error de decirle que prefería entrenar con la familia Freya antes de que ella hiciera una locura por mi...-Contestó Bell de inicio.

-Espera, espera ¿A qué te refieres con una locura? No me da buena espina esa parte-Dijo Hestia con duda por lo que escuchó de Bell.

-Jeje verá...-Contestó nerviosamente Bell.

Después de eso, Bell prosiguió a contarle lo sucedido con Syr en la plática de ellos dos en las bancas, como él había logrado descubrir lo hecho por ella en la calle dédalo, darse cuenta de que ella fue la responsable del ataque del espalda plateada hace unos meses ya, lo que causó que Hestia se desmayara, así como lo sucedido con el minotauro, lo cual le permitió subir a nivel 2, por lo pronto eso era lo único que Bell sabía respecto a lo hecho por Freya, tras pasar en cada momento las palabras, Hestia se sorprendía aún más, pero ver que su hijo no le tenía rencor a la Diosa, le incomodaba, pensar que ella fue la causante de todo eso, de que pudieron morir muchas personas por ello en caso de que Bell no estuviera presente, o peor aún, que el mismo Bell hubiera muerto si no fuera por su coraje y valentía, Hestia se estaba enojando cada vez más, pero ese enojo se desvanecía poco a poco al oír las razones por las cuales ella lo había hecho, si bien ella no aceptaba los métodos que usó Freya, era bien sabido que los resultados para el crecimiento to de Bell habían sido más que buenos, aún así, el fin no justifica los medios, es por eso que, Bell al ver el rostro incómodo de su diosa, prosiguió a decir lo que causó su nerviosismo.

-En el momento que ella me contó todo, se disculpó y le hice prometer que no lo haría de nuevo, pero... creo que metí la pata muy gravemente-Dijo Bell, esto llamó la atención de Hestia, si bien ella entiende que lo de entrenar con la familia Freya era un supuesto para que él demostrara todo lo que estaba dispuesto a hacer por ella, aún no entendía exactamente donde había metido la pata el chico.

-Freya, tomó en serio mis palabras, así que ella está planeando que entrene con toda su familia, mañana me dirá cuándo y a qué hora lo haría...-Dijo Bell a su diosa para revelar lo sucedido.

Hestia se veía algo asustada por su hijo, ella sabía perfectamente lo celosos que podían ser los familiares de Freya y las locuras que estos harían por su diosa, lo vivió en carne propia cuando se toparon con ellos en el restaurante en el barco al que subió junto con Aiz para seguir a Bell en su cita con Freya, que en ese momento ella no sabía que era Freya.

-Bell... fue un gusto haberte tenido en mi familia, te recordaré como mi primer hijo y te prometo que tendrás un espacio muy grato en mi corazón-Dijo Hestia al poner una mano en el hombro del chico y verlo con profunda lástima.

-¡Kami-Sama!¡No es momento para bromas! Esto es algo serio, no sé qué hacer, pero algo está claro, no puedo retractarme, le dije a Freya que lo haría y lo haré, siempre cumplo mis promesas, además ella está haciendo todo esto por mi, sería una falta de respeto muy grande rechazarla cuando yo mismo sugerí todo esto, solo espero salir vivo de esto-Dijo Bell tomando con nervios su cabello en señal de miedo.

-Bell, haz sobrevivido a sin fin de problemas, tú puedes llamarlo suerte pero todos sabemos que fue tu propia valentía y ganas de vivir, no debes tener miedo, lo que en verdad debes hacer es demostrarle a toda esa familia que estás dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias con tal de estar con su Diosa, es lo que un hombre de verdad haría Bell y tú eres uno, ve, entrena, crece y enséñales el motivo por el cual Freya te quiere tanto, en pocas palabras ¡Ve a patearles el trasero hasta que te ganes el respeto de ellos!-Dijo Hestia levantando el estado de ánimo de Bell, ella no lo decía únicamente por eso, si bien la prueba no era sencilla, ella creía firmemente en que el chico podría lograrlo, tanto verlo crecer, ver cómo superaba todos los problemas y adversidades que se le presentaban, le daba a entender que ese chico no moriría hasta cumplir sus sueños y metas, aunque le pese a Hestia, él estar junto a Freya, protegerla y hacerla feliz, ya era uno de los sueños de Bell, así que sabía perfectamente que el chico lo cumpliría, así se tuviera que enfrentar a todo Orario para lograrlo.

-Kami-Sama...-dijo Bell con sorpresa ante la confianza que Hestia tenía en el.

-Ya le prometiste hacerla feliz y a nosotros nos prometiste que no morirás sin importar los problemas, así que debes cumplirlo-Contestó Hestia.

-Así que, sigue tu camino, sea cual sea, nosotros estaremos ahí para estar junto a ti-Agregó la diosa a su comentario anterior.

Bell solo pudo soltar algunas lágrimas y abrazar a su diosa, él se sentía feliz, feliz de saber que una diosa como ella lo había acogido, saber que tenía una familia que lo quería y seguiría siempre, no sentía tanta felicidad y tanta comodidad con otras personas desde que viva con su abuelo, él sentía día con día, en la mansión, que pertenecía a una familia.

Después de llorar, él decidió ir al baño para prepararse para lo que le esperaba mañana, tomó un baño y fue a dormirse.

Mientras tanto, Hestia regresó a donde estaban todos los de la familia y los visitantes, siguieron con su pequeña reunión, Hermes estaba demasiado borracho y Aisha no estaba muy diferente a él, el Dios comenzó a hablar muchos sinsentido, cosas como "El último Héroe de Orario" o "Nieto de Zeus" pero cuando le preguntaban por detalles, éste caía dormido o cambiaba rápidamente de tema, así que decidieron ignorarlo y pensar que eran delirios de un borracho, así siguió todo hasta que entró a la mansión otro integrante de la familia Hermes.

-Hermes-Sama, más le vale que nos vayamos ya, mañana tenemos que salir de Orario y usted está aquí perdiendo el tiempo-Dijo la recién llegada Asfi Andromeda con claro enojo por las acciones e irresponsabilidad de su Dios.

-Ya, ya Asfi, no te molestes, solo estoy pasando el momento con amigos, no te enojes, luego te salen arrugas y espantas a los hombres-Dijo Hermes en respuesta a las palabras de Asfi, lo que él no sabía era lo que le causaría haber dicho eso.

-¿Qué acaba de decir Hermes-Sama?-Dijo con un tonto frío y serio la chica peliazul pero con un claro enojo aunque se notaba que lo estaba resistiendo.

-L-Lo lamento Asfi...-Dijo Hermes pero antes de poder disculparse correctamente, sintió un golpe en su cabeza.

-¡Hermes!-Gritó Welf al ver como Her es recibía un golpe con un bastón y esto lo dejaba fuera de combate.

-Ahora si, gracias por haber mantenido aquí a Hermes, si nos permite y disculpa, nos retiramos-Dijo Andromeda mientras levantaba a un noqueado Hermes aunque mantenía la sonrisa en su rostro.

-¿Vienes Aisha?-Preguntó a la amazona.

-Ya voy, ya voy, no deseo ser noqueada y dudo que puedas cargarnos a ambos, nos vemos familia Hestia-Dijo Aisha levantándose de su lugar y siguiendo a la capitana de la familia Hermes.

-A-Adiós-Dijeron todos ante la escena que había pasado ante sus ojos.

-Ella es aterradora, no entiendo como Hermes se la pasa haciéndola enojar, tampoco entiendo el motivo por el cual Asfi no lo ha mandado por un tubo-Dijo Welf incrédulo por el temperamento de Andromeda.

-Creo que por él mismo motivo por el cual van a ver a sus Dioses-Dijo Hestia ante la declaración del pelirrojo.

-¿A qué se refiere Hestia?-Preguntó Mikoto ante lo dicho por la Diosa.

-Amor, tú por Takemikazuchi, Welf por Hefesto, ella por Hermes y...-Antes de que Hestia terminara su frase recordó que ellos no sabían lo de Freya.

-¿y?-Preguntó la hobbit Lili.

-Y... es por eso que ella actúa así por él, también es ese el motivo por el cual lo soporta-Agregó Hestia, arreglando el error que estaba apunto de cometer.

-Tal vez tenga razón Hestia, a lo mejor Asfi es algo así como una Tsundere-Contestó Welf.

-P-Pero yo no siento nada parecido como amor por Takemikazuchi-Sama, del resto tal vez pero yo no...-Dijo Mikoto sonrojada por lo dicho.

"Otra Tsundere" pensaron Welf, Lili, Hestia y Haruhime que seguía callada.

-Como sea, debemos descansar, por lo que me dijo Bell, va tener una clase de entrenamiento con un conocido suyo, así que es posible que ustedes vayan únicamente al calabozo mañana, por lo tanto, creo que deberían hablar con el gremio sobre las zonas en que es seguro ir-Dijo Hestia ante los presentes.

-Vaya, comprendo, Bell a de estar ocupado, no queremos retrasarlo, de todas maneras nosotros igual ya estamos apunto de subir 3, sólo necesitamos algo de Excelia más, para evitar problemas con nuestra fuerza-Dijo Welf ante la declaración del chico.

-Si, no nos quedaremos atrás, no siempre podemos depender de Bell, debemos seguir demostrando nuestra fuerza-Agregó Mikoto.

-Debemos ser agradecidos con Bell, la única forma es dejar de esperar que nos recate y ser fuertes-Dijo Haruhime ante las declaraciones de todos los presentes.

-Es cierto, no podemos estar estancados ¡Cuídate Bell que no serás el único en crecer!-Dijo con esperanza la pequeña Hobbit.

-Me alegra saber que todos quieren seguir creciendo, por lo pronto, a dormir, creo que es lo mejor-Dijo Hestia sonriéndole a su familia, ella estaba agradecida de lo feliz que se había vuelto su vida desde que Bell llegó a su vida pero sabía perfectamente que esa felicidad no era únicamente por Bell, era por todos y cada uno de los presentes en la mansión.

Después de que todos vayan a sus habitaciones, Hestia estaba en la suya, pensando en lo feliz que era.

-Bajar al mundo inferior ha sido la mejor decisión que he tomado en mi inmortal vida- dijo con una sonrisa y muy agradecida.

-A ver que hará Urano con lo del calabozo-Concluyó Hestia.

Esa misma noche, en la Torre de Babel.

Entrando a la sede de la familia Freya, se podían ver dos figuras, la primera era el apodado "El rey", aunque su nombre era Ottar, el aventurero más fuerte de todo Orario y el único aventurero que posee el nivel 7 en la actualidad, a su costado, se encontraba la diosa de la familia, la mismísima Freya, que caminaba junto a él con su forma de Diosa, no como la camarera Syr.

-Ottar, llama a la familia, mejor dicho, solo a Allen,Hogni y a Hedin, que se reúnan conmigo, hay algo que deseo comunicarles, tanto a ellos como a ti-Dijo Freya a su dependiente más fiel.

-Como ordene Freya-Sama-Contestó seriamente Ottar como ya era costumbre en él.

"Quiero ver como tomarán la noticia del entrenamiento con Bell, tengo que dejar claro que si le hacen algo a mi conejito, recibirán mi ira, de todas maneras, dudo que mi Bell llegue a perecer, él siempre me sorprende y soca fuerza cuando menos pensarías que podría hacerlo" pensó Freya con una sonrisa en su rostro.

Dirigiéndose a donde estaba la Diosa, una chica de nombre Helun se acercó para saludarla.

-Buenas noches, Freya-sama-Dijo la chica en cuestión ante su diosa. (Ignoren la hoja que tiene en la imagen, es muy difícil encontrar imágenes de Helun).

-Ara, buenas noches Helun-Contestó Freya ante la bienvenida de la chica.

-Veo que pasó un día agradable con Bell, me alegra que sea así-Agregó la chica a su saludo.

-Así que nos estuviste vigilando ¿Y bien?¿Qué piensas de él?-Preguntó Freya, evitando los rodeos, ella sabía que Helun tenía la intención de asesinar a Bell, pero no sabía si ese sentimiento aún existía.

-Lo qué yo piense sale sobrando Freya-Sama, pero si pide mi opinión, solo puedo decir que si usted es feliz, yo lo estoy también por usted-Contestó con tono serio la chica, ella sabía que no había manera en la cual aceptara esa relación pero... eso poco a poco fue cambiando, si bien el sentir que Freya se rebajaba al nivel de un humano la incomodaba, nunca había visto a su Diosa tan feliz como ahora, además, tras lo sucedido con ella, Freya y el joven en cuestión, Helun pudo comprender que él haría todo lo posible para proteger a la divinidad, por ese motivo se ganó el respeto de muchos en Orario y el de ella, de todas maneras, si se encontraba en contra de la relación, no había nada que pudiera hacer, ya se encontraba condicionada por la Familia tras sus acciones anteriores.

-Ese chico cada día nos demuestra el por qué lo eligió como pareja, acepto que mis acciones fueron precipitadas, así que tiene mi apoyo y lealtad ante lo que usted decida Freya-Sama-Concluyó la joven.

-Gracias Helun, es bueno saberlo, espero que eso no cambie-Respondió Freya ante las palabras de aliento de su hija.

-Así será-Contestó Helun.

Freya se alejó de Helun y se dirigió a donde Hedin, Hogni, Allen y Ottar se encontraban reunidos, ella estaba apunto de darles una noticia que algunos tomarían con indiferencia(Caso de Hogni, Hedin y Ottar) pero una persona en específico tomaría como una oportunidad única(Caso de Allen).

-Buenas noches hijos míos, gracias por venir-Dijo Freya ante su familia que yacía inclinada a sus pies.

-Buenas noches Freya-Sama, el placer es nuestro por poder recibirla y verla en este día-Respondieron todos al unísono.

-No tienen por qué ser tan formales, levántense-Dijo Freya muy calmada y feliz.

-Como ordene Freya-Sama-Dijeron todos al unísono nuevamente.

-No era una orden, eran una sugerencia...-Susurró Freya para sí misma, algo divertida.

-Bien, los reuní en este lugar y a esta hora por un motivo en específico, Bell a sugerido que le sería un gusto poder entrenar en combate con alguno de ustedes, no puedo mandar a los 4 ya que sería centrar toda nuestra fuerza únicamente en un entrenamiento, a pesar de que por motivos externos se enteraron de mi relación con él, cosa que me hizo enojar porque dejé claro que no me debían seguir, aunque ya sufrieron su castigo, no puedo ponerlo encima de la familia y las responsabilidades de la misma, así que, quien desee ser voluntario para entrenarlo, está en todo su derecho de dar un paso al frente-Dijo Freya a sus hijos mientras estos miraban incrédulos, no podían creer que ese pequeño idiota hubiera sugerido algo así, sabiendo que todos tenían si acaso, odio o algo parecido hacia él.

"Ese pequeño imbécil, todos mis esfuerzos para evitar contacto entre otros integrantes de la familia y tú, para que me vengas con esto, parece que no entiende la gravedad de la situación, cualquiera de aquí, buen excepto Hogni que tiene un problema en el cerebro por lo idiota e ignorante que es, quieren matarlo, yo no puedo decir que no quiero, es cierto que me desagrada pero si no fuera por el tiempo que lo conocí y vi, yo estaría con una ira insaciable como Allen, debo dar el paso al frente, odio admitirlo pero es la única forma de mantenerlo seguro de todos los demás, adiós a mi querido tiempo libre" pensó Hedin algo enojado por saber lo que Bell había hecho y dicho.

Hedin iba a dar un paso para ser candidato a maestro del joven peliblanco, pero sin previo aviso, contrario a lo que todos podían imaginarse, alguien se le adelantó.

-Yo me ofrezco para entrenar al chico, Freya-Sama-Dijo Allen de forma estoica y sería, esto provocó la sorpresa en los presentes en la sala.

"Demonios, esto es malo, la peor persona que podía ofrecerse era él, ni Ottar causaría tantos problemas como los haría Allen, debo hacer algo, no es posible que ese humano me cause tantos problemas, pero todo sea por la felicidad de Freya-Sama" pensó desesperado el elfo por el giro de los acontecimientos.

-Si me permite Freya-Sama, a mi me gustaría entrenarlo igual-Dijo Hedin.

-No esperaba dos voluntarios, eso es sorpresivo ¿Puedo saber el motivo Hedin? Yo pienso que Allen sería una buena opción, al fin y al cabo tanto Bell como Allen son combatientes cuerpo a cuerpo-Dijo Freya ante la sorpresiva pero no inesperada petición.

Hedin quedó helado, no tenía una respuesta clara para darle a su diosa, él sabía que Allen era mejor para ser maestro del joven.

-Es más por motivos personales Freya-Sama, he tenido el gusto de estar en contacto con él y pienso que puedo ayudarlo de buena manera-Respondió el elfo, él sabe que es casi imposible que Freya acepte eso.

-Así que en contacto, perdón Hedin pero no son motivos suficientes para confiarte esta tarea-Contestó Freya ante el pedido de su hijo.

-Como usted diga Freya-Sama-Dijo Hedin, él sabía que seguir intentándolo o insistir no le daría resultado y levantaría más sospechas de la familia sobre la relación que tiene con Bell.

-De acuerdo Allen, te encargo a Bell, mañana a primera hora lo traeré para que entrenen-Dijo Freya al Hombre-gato.

-Si Freya-Sama, yo me encargo del chico, verá lo mucho que avanzará-Dijo seriamente Allen pero con una mirada que dejaba clara su verdadera intención al prestarse para esto.

Todos tomaron sus caminos lejos del lugar, no sin antes Freya darle un aviso a Allen.

-Espero que no hagas algo que me haga enojar, algo de lo que te puedas arrepentir, Allen-Dijo Freya con un tono amenazante hacia Allen.

Esto hizo sentir algo incómodo al hombre-gato.

-Lo prometo Freya-Sama-Dijo seriamente.

Al día siguiente, en la mansión de la chimenea.

-Bell, ten cuidado, no creo que un entrenamiento con alguien de la familia Freya sea algo que debas tomar a la ligera, confío en ti pero debes estar alerta-Dijo Hestia al chico mientras éste se preparaba para irse.

-Haré lo mejor que pueda Kami-Sama, lo bueno es que Welf ya tenía lista mi armadura así que no voy desprotegido, llevo conmigo mi daga Hestia así como la daga de unicornio aunque dudo que sea de utilidad en lo que a combate se refiere-Dijo Bell haciendo un recuento de lo que llevaba para su entrenamiento, él sabía que no iba a ser fácil, enfrentarse a alguien de la familia Freya, sea quien sea, no era tarea sencilla.

-Demuéstrales que el apodo de "Héroe del Destello Blanco" no es una exageración, Bell-Dijo la Diosa con una sonrisa, no había nadie en la mansión, todos ya se habían ido al calabozo para su jornada diaria así que podían hablar libremente sin temor a soltar algo.

-Eso haré Kami-Sama, daré lo mejor de mi-Dijo Bell sonriéndole a su Diosa.

-Bien, pues ya vete, no creo que debas hacer esperar a Freya y a quien sea que te vaya a entrenar-Agregó Hestia mientras empujaba hacia afuera a su muchacho.

-Me voy yendo Kami-Sama, tenga buen día-Contestó Bell mientras empezaba a irse.

-Mándale saludos a Freya de mi parte-Mencionó Hestia mientras el chico se iba.

En la Señora de la Abundancia.

A la distancia se encontraba la linda camarera viendo en la dirección por la cual su joven pareja siempre iba al lugar.

-Bell ya tardó, dudo que se haya acobardado, al fin y al cabo él no es un cobarde-Fue lo que dijo la chica mientras esperaba a Bell.

-¡Buenos Días Syr! Perdón la tardanza, tuve que prepararme para el día de hoy, por cierto, Kami-Sama te manda saludos-Dijo Bell acercándose a Syr mientras le sonreía amablemente.

-Buenos días Bell, no te preocupes, no llevo mucho tiempo esperando-Dijo Syr ante lo dicho por él peliblanco.

-Me alegra saberlo-Respondió el joven.

-Bien, creo que debemos apresurarnos, te acompañaré hasta la Torre de Babel, no podré estar presente en el entrenamiento, tengo trabajo y ya me lo he saltado mucho tiempo-Dijo Syr algo triste por no poder ver la pelea entre su amado y el segundo miembro más fuerte de su familia.

-De acuerdo Syr, no quiero que me veas ser humillado por el miembro de tu familia jeje-Dijo nerviosamente Bell.

-Dudo que sea así Bell, tú siempre sacas un As bajo la manga, siempre me sorprendes, por eso te amo-Dijo Syr sonriéndole a su pareja para levantarle el ánimo.

-Cumpliré tus expectativas, Syr-Dijo Bell mientras correspondía al abrazo.

Ambos se dirigían a la Torre de Babel para el entrenamiento, sobre decir que, como siempre cada vez que salían, todo el trayecto estuvieron acaramelados y tomados de la mano, algo común en ellos pero aún así despertaban miradas.

Llegados al lugar, ambos se despidieron con un beso y Bell fue guiado a la sala donde su entrenamiento iba ser llevado acabo.

-Veo que no te acobardaste-Dijo Hedin dándole la bienvenida al joven y llevándolo a donde se llevaría a cabo el entrenamiento.

-Yo me metí en esto y yo debo arreglarlo, no tengo el derecho de huir cuando Freya-Sama está haciendo esto por mi-Contestó Bell, despertando una ligera sonrisa en Hedin.

-Al parecer te enseñé bien, pero no será sencillo esto, traté de evitarlo pero, no puedo ir en contra de los deseos de mi diosa, ve con todo desde el principio, tú rival no será sencillo-Dijo seriamente el elfo a su ex-estudiante.

Bell solo tragó salina al oír eso.

-¿Quién será mi rival? Maestro-Dijo Bell tratando de sonar lo más serio posible.

-Allen Fromel o Vana Freya, vice-capitán de la familia Freya, no es un rival que puedas subestimar, te tiene un odio muy fuerte, no te ha hecho nada por pedido de Freya-Sama, pero este entrenamiento es una excusa perfecta para tenerte a su Merced, él se ofreció y sabemos perfectamente el motivo-Contestó Hedin ante la pregunta del chico.

-Allen...-Dijo Bell perdiendo su máscara de tranquilidad y sintiéndose inquieto.

-Llegamos, mucha suerte chico-Agregó Hedin.

Bell entró al campo de pelea, en el se encontraba únicamente una persona, el anteriormente nombrado Allen, que lo estaba esperando, sin armadura, sin su característica lanza, únicamente con ropa ligera y una pequeña daga, aún así, no se podía subestimar, a la distancia, Bell podía sentir las miradas alrededor del lugar, no quiso voltear a ver quienes eran los que observaban, sabía perfectamente quienes eran, no era necesario hacerlo.

-Espero que lo que tienes de valor para venir aquí, lo tengas de fuerza para poder evitar la paliza que te daré pequeño imbécil-Dijo Allen rompiendo el hielo y la tensión que se formaba en el chico.

Bell no contestó, únicamente se puso en posición defensiva y desenfundó sus dagas.

-Pocas palabras eh ¿O es el miedo de enfrentarte a mi pequeña basura?-Dijo Allen con una soberbia propia de un primera clase.

Bell seguía sin decir ni una palabra, no podía caer en provocaciones, si hacía algo imprudente, podía ser su fin.

-¡Ven por mi, demuestra que el interés de Freya-Sama por ti es justificado!-Gritó Allen para empezar la batalla.

Bell seguía sin moverse, él tenía clara una cosa, él no sería quien empezaría la pelea, no deseaba ser quien se lanzara primero, sería un suicidio hacerlo.

Pasaron los segundos y Bell no se movía.

-De acuerdo cobarde, si tú no vienes... ¡Yo iré por ti!-Gritó Allen encarrerandose hacia el pequeño albino.

Bell solo podía observar como Allen se dirigía hacia él a toda velocidad, pero de pronto, Allen se esfumó sin dejar rastro.

*PUUUUUUUUUUM*

Sonó en la sala ese ruido ensordecedor ¿Qué lo había provocado?, todos sabían la respuesta, Allen había dado un golpe seco en él estó algo del chico, él no pudo ver en ningún momento cuando Allen lo atacó, su velocidad era monstruosa, si bien Bell era conocido por esa misma característica, Allen lo superaba y con creces.

*PUUUUUUUUM*

Otro golpe fue directo al rostro de Bell, luego otro, luego otro, luego otro, sin detenerse fue atacado el pobre chico, no tenía ninguna forma de defenderse de los ataques, sentía sus huesos crujir, sus músculos romperse, su sangre hervir y salir de su cuerpo, sus órganos apunto de reventar por la presión de los golpes que recibía, no podía hacer nada, no podía atacar, no podía ni verlo, Allen lo estaba apaleando, Bell sentía como perdía su conciencia golpe tras golpe, no podía reaccionar, no podía hacer nada.

"No puedo reaccionar, no puedo hacer nada contra esta abrumadora fuerza ¿Tanta es la diferencia de un solo nivel? No, esto es fuerza bruta, talento natural, no puedo desmeritar a Allen, se notaba que él había entrenado toda su vida para llegar a ese nivel, pero... pero... si tan solo pudiera darle un golpe, solo un golpe..." pensó Bell mientras que de un golpe lo mandó a volar.

-No puedo creer que esta basura sea la pareja de Freya-Sama, solo sirves como saco de boxeo, no tienes la fuerza ni la capacidad de proteger a Freya-Sama, ni siquiera de hablarle o dirigirle una mirada, ríndete-Dijo Allen al ver que Bell no se levantaba, mientras éste lo pateaba.

-Ya no tiene sentido esto, no duraste ni 10 minutos, te reconozco que aguantaste más de lo que esperaba-Agregó Vana Freya.

Allen se retiraba del cuerpo moribundo de Bell, a paso lento, Bell había caído, no tenía sentido hacer algo más, parte de su furia había sido saldada, no toda, pero golpear a alguien inconsciente no tenía sentido, no sentiría los golpes, no sentiría el agobio de no poder hacer nada, pero... algo sorpresivo para él sucedió.

-N-No me he rendido...-Dijo Bell levantándose en contra de todo pronóstico.

-Seguías consciente eh, creo que no te golpee con la suficiente fuerza, a pesar de que fui con todo-Decía Allen con una sonrisa en su rostro.

-Hagamos algo niño, si logras por lo menos conectarme un golpe o hacerme un corte en la piel, me contendré y entrenaremos como es debido, pero si te desmayas o mueres antes de eso, porque te lo aseguro, iré con todo, te alejas de Freya-Sama-Dijo Allen amenazando al joven.

Bell no dijo nada, no estaba del todo bien, su fuerza de voluntad hacia que siguiera de pie pero él sabía que no sería así por mucho tiempo.

-Acepto...-Logró balbucear el chico.

-Tienes pelotas, te lo reconozco, pero hay una línea muy delgada entre valor y locura, espero que lo tuyo no sea lo segundo-Dijo Allen algo sorprendido por el chico.

En el momento que terminó de decir eso, pudo ver como un brillo blanco emanaba del cuerpo de Bell, aumentaba con fuerza y Allen no sabía a qué se debía, él Uc a había peleado con él, ni tenía el interés de verlo haciéndolo, pero algo le decía que era peligroso, es por eso que Allen golpeó con fuerza el rostro del chico, esto hizo que saliera volando pero el brillo no desapareció, seguía ahí, seguía creciendo, Allen golpeó y golpeó pero no veía que Bell cayera desfallecido o noqueado como mínimo, Bell no quería perder, no quería perder a Freya, no quería perder este combate, quería demostrar que él era digno de estar con ella, así tuviera que romperse todos los huesos y quemarse todo el cuerpo, si eso aseguraba darle como mínimo un rasguño a su rival, era una victoria para él.

Pasaban los segundos, Bell aún herido aguantó 50 segundos con Allen a todo lo que da, esto empezaba a preocupar al hombre-gato, no podía creer que Bell estuviera aguantando esta paliza, no era común, cualquiera ya hubiera muerto desde que inició el combate, el no se detenía, no dejaba de golpearlo, lo mandaba a volar, él se ponía de nuevo de pie y se quedaba quieto con el brillo en todo su cuerpo, él sabía que debía detener eso como de lugar así que con toda su fuerza y velocidad se acercó para darle el golpe final.

Paso a paso se acercaba al chico.

-58 segundos-

Cada vez más cerca de acabar esto, de acabar con Bell.

-59 segundos-

Comenzó a enterrar su puño en el pecho del chico.

"Tengo que demuestras que soy digno de ella, quiero estar a su lado, aunque cada parte de mi cuerpo se canse y rompa... yo protegeré esa sonrisa" pensó Bell mientras una imagen de Syr/Freya pasaba por su mente.

-60 segundos-

"¡AHORA!" Pensó Bell.

-¡THUNDERBOOOOOOOOOOLT-Gritó Bell.

Un rayo blanco con bordes azules estalló entre ambos haciéndolos volar.

El rayo había estallado y la explosión golpeó a ambos, Bell se estrelló en una de las paredes, con todo su cuerpo quemado.

Por su parte Allen...

-Tch ¡Ese maldito!-Dijo Allen bajando la mirada al brazo con el que había golpeado al chico.

Su brazo había sido quemado, se sentía el olor a carne chamuscada y el color rojizo lo cubrió, se podía ver el músculo moverse temblorosamente por el ardor de que el viento y polvo del lugar se pasarán por él al desnudo.

-Lo logró...-Dijo Hedin incrédulo por lo que veía, no podía creer que le hiciera eso al vice-capitán de la familia Freya.

De un momento a otro, se pudo ver a Ottar bajando de las gradas y dirigirse hacia el chico, estaba muy herido pero aún estaba vivo, era difícil saber si era un desmayo o Mind Cero lo que hacía que se quedara inmóvil, probablemente ambas, solo optó por tirarle 3 pociones de salud de alta calidad y así, el chico fue recuperándose de los golpes y quemaduras de su cuerpo, Ottar le lanzó una de las pociones a Allen para que la usara.

-Nada mal, niño-Se escuchó por parte del Boas

-Tch, debo aceptarlo, no estuvo nada mal-Agregó Allen.

El capitán de la familia Freya levantó a Bell y lo llevó a descansar.

-Veo que Freya-Sama no se equivocó, el chico es especial-Dijo Hogni aún sin creer lo que había presenciado.

"Sabía que valía la pena haberte entrenado chico, ahora yo también quiero ver cuánto creces" pensó Hedin.

"No puedo creerlo, él sobre todas las personas pudo hacerle daño a Allen" pensó Helun, asustada por la pelea que había visto, no podía creer que se estaba preocupando por el chico que hace poco intentó asesinar.

-Vales la pena chico, pero eso no significa que te reconozca ni mucho menos te considere digno de estar con Freya-Sama-Finalizó Allen mientras dejaba la sala.