El festejo inició con una basta comida en el salón principal y no fue sorpresa que los Jin mostraran su gran poder económico con grandes cantidades de comida y los mejores licores y vinos de la región.

-Pasen por favor – les recibió el líder de la secta con su sonrisa encantadora y su galantería usual – Es un placer que nos acompañen- dijo Jin Guangyao mientras se paseaba por el salón saludando alegremente a todos los invitados de las demás sectas, notando rápidamente que la única secta que faltaba era la secta Lan.

-Un placer verlo líder Jiang- dijo dando un saludo con su cabeza – Me alegra que pudieran acompañarnos-

-Es el festejo de mi sobrino, no hay forma en que no esté presente – respondió el Alfa con su entrecejo fruncido, gesto que le quitaba cierto atractivo.

No era secreto que el líder Jiang era un Alfa algo problemático, ahuyentaba a los Omegas con su gesto duro y su actitud arrogante y por ello se rumoreaba que este jamás encontraría una pareja. Dicho rumor generaba más expectación hacia el joven heredero, Jin Ling.

Este joven Alfa era el legítimo heredero de la secta Jin y de no haber ningún descendiente directo del actual líder Jiang que asumiera el liderazgo en un futuro se especulaba que también sería el líder de la secta Jiang. Fusionando así dos grandes sectas.

Si ese escenario se hacía verdad era muy probable que el Alfa más poderoso en el mundo de la cultivación fuera el joven maestro Jin Ling.

Dado lo anterior, Jin Guangyao había decidido hacer un gran festejo para la presentación de su sobrino, invitando a todas las sectas para anunciar que el joven heredero Jin había alcanzado la edad necesaria para encontrar pareja.

Sin duda, todas las familias que tenían hijos e hijas Omegas o Betas habían aprovechado para presentárselo al joven Alfa con la intención de formar una alianza matrimonial y así llegar a la cima del mundo de la cultivación.

Ambos tíos temían esto y por ello estaban presentes y listos para cuidar al joven Alfa, no había forma que se enlazara con alguien menos que adecuado. Alguien que fuera un verdadero compañero y que le brindará el amor que ese pequeño niño tanto deseaba así que sin hablarlo ambos trabajaban juntos por un fin en común.

-Por supuesto líder Jiang, Jin Ling está muy feliz por su visita y espero que su estancia se alargue un poco más para pasar tiempo con nuestro sobrino – dijo el líder Jin.

-Paso tiempo con mi sobrino- contestó molesto.

Antes de que pudieran continuar con su para nada tensa conversación se anunció la llegada del clan Lan y enseguida entraron con elegancia todos los miembros del clan, encabezados por Lan Xichen que sonreía y hacía reverencias con respeto y cordialidad, seguido por su tío y su hermano a cada lado y después de ellos todos los discípulos.

-Buen día A-Yao, agradecemos tu noble invitación – saludo el líder Lan.

-Es un placer recibirte, hermano Xichen-había algo encantador en la manera en la que el líder Jin endulzaba su mirada cuando el primer jade estaba presente. Le tomó unos segundos apartar la vista y saludar con una reverencia a Lan Qiren – Maestro-

-Un placer-susurro el hombre educadamente.

-Hanguang-Jun, es un placer verlo nuevamente – susurro, no era usual que el segundo Jade visitará sus tierras y no esperaba que se presentará ya que no le gustaban ese tipo de celebraciones tan banales… a menos de que tuviera un interés propio. ¿Qué podría ser? – Tomen asiento, enseguida los atienden-dijo señalando el lugar seleccionado para el clan del receso de las nubes.

Caminaron siguiendo a su líder en completo silencio, saludando solamente con la cabeza y luciendo tan impresionantes como de costumbre, no tardaron en acomodarse y todos los discípulos esperaron a que su líder y sus maestros tomarán asiento para imitarlos.

Los discípulos Lan Sizhui y Lan Jingyin no podían evitar su enorme sonrisa, estaban haciendo todo lo posible por mantener la compostura y no soltarse a reír en medio de la comida. Impropio de un discípulo Lan.

La razón: Un bello Omega que portaba con orgullo las túnicas de la secta Lan por primera vez.

Había sido una sorpresa al ver llegar al líder Lan seguido de un animado joven Mo dando pequeños saltitos detrás vistiendo unas hermosas túnicas blancas, dichas prendas le quedaban tan largas que se veía en la necesidad de dar saltos para acomodarla mientras que con sus manos las jalaba levemente para levantarlas. Todo en conjunto le hacía tan pero tan tierno que fue inevitable que los jóvenes discípulos no se enternecieran al verlo.

La risa llegó segundos después cuando el joven Omega al ver al segundo Jade no pudo evitar correr para mostrarle su atuendo con un infantil comentario " Lan Zhan, Lan Zhan, verdad que soy todo un Lan ahora"

El gran Hanguang-jun no respondió, dio la media vuelta con sus orejas coloradas y al dar el primer paso piso su túnica, trastabillando ligeramente.

Sin poder contenerse el joven Jingyin soltó una sonora carcajada y rápidamente su boca fue aprisionada por la mano de su amigo, era de mala educación reír a carcajadas además de burlarse de un superior.

Fingiendo que nada de eso había ocurrido, toda la secta Lan se había dirigido al salón.

- ¿Por qué no le solicitaron una túnica a otro discípulo Omega? – preguntó Jingyin en voz baja.

-No quería incomodar a nadie, así que se lo pedí a mí compañero de habitación. – respondió Wuxian con una dulce sonrisa, -Pero hay una gran diferencia entre mí estatura y la de Zewu-Jun, no contemplé ese detalle-

-le hubiéramos conseguido una túnica – respondió Lan Sizhui sonriendo amablemente.

Wei ying tuvo que pelear con su instituto de acunarlo, ese pequeño Lan sacaba su lado maternal y extrañamente se preguntaba que si era su instinto Omega o algo que sólo generaba ese discípulo en particular. – Gracias, la siguiente vez lo tomaré en cuenta – dijo guiñando un ojo de forma coqueta.

Wangji apretó los puños con fuerza, haciendo que sus nudillos se pusieran blancos, no era el mejor lugar para que el Omega llamara la atención, después de todo estaban en la secta que alguna vez hecho al joven Mo y pudo notar varias miradas fijas en Wei Ying.

-Wangji, relájate – murmuró su hermano dirigiéndole una gentil mirada – Lo cuidaremos- le aseguró.

No era que desconfiara de las palabras de su hermano, después de todo el nunca le había fallado, pero… era Wei Ying. Con el no podía actuar de manera racional.

El líder Jin se colocó en su lugar y con unos fluidos movimientos llamo la atención de sus invitados, todos permanecieron en silencio a espera de lo que este quisiera decir.

-Les agradezco profundamente su presencia a este gran evento, en el clan Lanling Jin nos orgullecemos de cada miembro de su secta y por ello se celebra cuando cada joven llega a la edad correspondiente por nuestras tradiciones para ser presentado ante todos los clanes y en esta ocasión tengo el placer de presentar al próximo líder de esta humilde secta…-

Con pasos rectos y seguros entró al salón el joven Jing Ling vestido con unas finas túnicas color dorado y crema con varios adornos de oro en su pecho y en su cabello que estaba hermosamente trenzado y sujeto en un alto moño, al llegar al centro del salón hizo una profunda reverencia para cada una de las sectas y al voltear a ver al líder de su secta se colocó de rodillas.

-Cómo sabemos, los segundos géneros se presentan cuando la persona es un niño, pero no es hasta que llegan a la edad de 15 años cuando se inicia la verdadera importancia de ello. Me enorgullezco en presentar a mi sobrino, futuro heredero, Alfa de la secta Jin. – las sectas comenzaron a aplaudir en diferentes grados de emoción, siendo la secta Jin los más ruidosos y la secta Lan los más tranquilos. – Cómo dictan nuestras tradiciones, a partir de esta presentación su servidor aceptará cualquier rollo rojo en nombre de mi joven sobrino y será analizada la propuesta para crear la mejor alianza y el mejor compromiso para el y de igual manera si mi sobrino lo requiere, será mandado un rollo rojo a las manos de los tutores de la persona en cuestión. –

Wei Ying suspiro, su pequeño sobrino había llegado a esa edad, aún recuerda la ceremonia de su Shije y de Jiang Cheng. No fueron tan ostentosas como esta, pero si fueron eventos muy esperados por las sectas. Después de todo eran hijos de los líderes de secta así que había muchos interesados en sus segundos géneros para formar alianzas.

Era un gran honor para el estar presente en un día tan importante para el pequeño hijo de su Shije, casi podía ver su rostro sonriente y orgulloso al presenciar a su pequeño hijo.

Todos los presentes aplaudieron cuando el joven alfa se puso de nuevo en pie y enseguida los sirvientes comenzaron a moverse por el salón sirviendo vino y llevando platos con comida para cada una de las sectas

El festejo había dado inicio y poco a poco todos los invitados se fueron relajando, disfrutando del rico banquete que ofrecían los Jin. Casi todos, ya que en la secta Lan había un joven que apretaba sus puños con fuerza y fulminaba a cuanto Alfa se atrevía a mirar al pequeño Omega sentado detrás de el.

-Esto es delicioso- exclamó Jingyin sonriendo mientras robaba un trozo de pollo del tazón de su amigo Sizhui.

El pequeño chico sonrió comenzando a pasarle más de su plato a su compañero.

Esas acciones no pasaron desapercibidas para Wei Ying que les miraba conteniendo la risa, a veces las personas eran en verdad muy obvias, entre ese par existía un lazo muy estrecho.

La música se detuvo de pronto interrumpiendo lo que todos hacían y poco a poco el lugar comenzó a llenarse de una leve tonada creada por varios instrumentos de viento.

Era delicada y llena de misticismo, con rapidez varios jóvenes y doncellas comenzaron una bella danza moviendo sus estilizadas y pequeñas figuras con gracia y finura delatando enseguida su segundo género.

Era un lindo espectáculo que hizo que la mayoría de alfas y betas se quedarán admirándolos.

La intensidad del baile fue subiendo y los artistas daban saltos y se movían con fuerza en el escenario, mostrando su agilidad y destreza hasta que llego un punto en el que todos los bailarines dieron un salto y terminaron en el suelo al compás de la música.

Los aplausos no se hicieron esperar mientras la compañía de baile se ponía de pie y hacían una pronunciada reverencia – Gracias, maestros- dijo un joven Omega que parecía ser el líder de la compañía- Agradecemos profundamente está invitación y por ser una ocasión tan especial para el clan Lanling Jin preparamos un número especial-

Los aplausos volvieron a escucharse mientras los bailarines se acomodaban para dar inicio al espectáculo.

-Esta es la historia de un joven y prometedor maestro que perdió de vista el significado de lo bueno y lo correcto y se dejó seducir por el camino de la cultivación no ortodoxa- los ojos de Wuxian se abrieron al escucha tal introducción, no era estúpido, sabía perfectamente que estaban hablando de el, de su vida pasada. – El fundador del cultivo demoníaco, el temido patriarca de Yiling-

En el salón más de uno se tenso al escuchar ese nombre. – Verlo alzarse como el manipulador de cadáveres en la campaña contra el sol fue asombroso, pero nadie podía negar que era un espectáculo grotesco ya que mientras más utilizaba la energía resentida, más se perdía a si mismo…- el relato continuo pero su mente se desconecto por segundos.

Claro que lo recordaba y sabía que su actuar había causado desconcierto y miedo en todos, precisamente fue eso lo que llevo a su final. No podía olvidar la sensación que abrumaba su mente y su alma en ese entonces y estaba seguro que jamás podría alejar ese frío de su interior, sin importante cuántas vidas pasarán.

Evitaba pensar mucho en su vida pasada ya que no había nada que pudiera hacer al respecto, deseaba dejar ir el dolor, el resentimiento y todas las lágrimas, se sentía agradecido por tener esta segunda oportunidad.

Poder volver a ver a su hermano, a su sobrino, a la gente con la que interactuó y con la que tenía tantos recuerdos.

Volver a ver a Lan Zhan.

Su mirada se fijo en la amplia espalda del alfa, este hombre siempre fue alguien importante en su vida. Su rival, su compañero, su enemigo, su amigo, su…

…Su Lan Zhan.

Pensar que ahora ambos tenían la suficiente confianza para dejar su vida en las manos del Otro. Sabía que podía contar con el joven Lan pasará lo que pasará, se sentía tan seguro estando al lado de él que nada le preocupaba.

Un repentino estallido de risas le devolvió a la realidad. El joven seguía hablando sobre el y como este se había ensimismado en crear su propia secta, separándose de todas las demás, la forma aniñada y caprichosa en la que un actor bailaba y actuaba fue lo que hizo reír a la multitud.

No entendía que de eso podría ser risible. Recordar esa época era volver a la desesperación, se recordaba solo, enojado y ebrio casi todo el tiempo.

-Sus ansias de grandeza le llevaron a perder la cordura- en realidad lo que le hizo perder la cordura fue la energía resentida y las ambiciones de las demás personas.

Aún no tenía claro como todos pensaron que el quería el poder para apoderarse de las demás sectas. Nunca pretendió aquello, solo quería justicia para los remanentes Wen y tranquilidad para el mundo de la cultivación. Pero eso fue simplemente imposible, le creyeron un demente y malagradecido Beta que había perdido todo control, una amenaza que debía ser erradicada.

-Inventando rumores para poner a las grandes sectas en desacuerdo, haciéndolas dudar una de la otra. -

No, el no invento nada, no era un rumor que los Jin habían capturado, torturado y asesinado a los remanentes Wen. Era un hecho.

Vio como los esclavizaron, como los que no podían trabajar eran acecinados, perdió a su mejor amigo en ese lugar y con el perdió parte de su corazón aquel día.

Escuchaba claramente el grito de Wen Qing al encontrar el cuerpo inerte de su hermano menor, sentía el frío de la lluvia que se colaba hasta sus huesos y podía ver claramente una figura blanca en medio de la tormenta. La figura de una persona que le dejo irse con los pocos Wen que aún seguían con vida.

-Un día como hoy, lleno de felicidad se ensombreció por un ataque organizado por el Patriarca y ejecutado por el General Fantasma, un ataque que nos quitó a un gran hombre, el líder Jin Zixuan. -

No fue su culpa, el no planeo ningún ataque de hecho, fue a ellos a los que emboscaron. El no peleó aquel día, él y Wen Ning solo querían llegar a la Torre Koi para el festejo al que había sido invitado, cosa que no ocurrió.

Alguien había controlado a Wen Ning para que atacará a los Jin y lo de Zixuan fue un terrible accidente, uno que costó el odio de todas las sectas y las lágrimas y dolor de su Shije.

-Las sectas decidieron que un hombre con tan descontrolados poderes debería ser puesto bajo custodia pero antes de esperárselo una vez más la secta Jin se vio atacada por los pocos Wen que quedaban y está vez fue posible capturarlos-

-MENTIRAS-

Ellos se entregaron para protegerlo, la abuela, el tío, Wen Ning, Wen Qing, todos.

No fue un ataque fue una rendición para salvar la vida de su nuevo líder en agradecimiento por ayudarles, si al menos no hubiera estado inconsciente por las agujas de la mayor de los hermano Wen, habría llegado a ayudarles, se hubiera entregado para salvar las vidas de simples médicos y campesinos. Inocentes.

La historia estaba en la última parte de su vida.

Sus últimos días fueron desaladores, solo quería que todo acabará, quería poder cerrar los ojos y descansar de una vez por todas, pero el destino aún le deparaba más dolor.

-Esa noche, la joven Madame Jin falleció…-

Y con ella la última luz que tenía se extinguió. Sus ojos comenzaron arder y apretó sus puños con fuerza en un último intento para impedir que sus lágrimas corrieran.

Aunque había pasado hace trece años aún lo sentía tan cercano, a carne viva.

Los aplausos llegaron y levanto la vista solo para ver qué en el centro del escenario estaba un joven vestido de negro en el suelo, representándolo a él, en su caída y otros omegas con sus espadas apuntándole, cada uno con las diferentes vestimentas de las sectas.

La multitud aplaudía alegrándose de su final, festejando su muerte como si toda su vida no hubiera sido más que un error que al fin estaba corrigiéndose.

Sonrió con amargura, que ingenuo, todo era igual a hace trece años, todos eran igual, no había lugar para alguien como el. Poco importaba si era un Beta o un Omega, era Wei Wuxian.

Se puso de pie cuando todos los demás estaban aplaudiendo e intentando ser lo más rápido y discreto posible se fue alejando poco a poco para salir del salón.

Necesitaba irse lo más pronto posible, sentía que le faltaba el aire y entre tantos aromas comenzó a marearse ligeramente.

En ningún momento paso desapercibido ante los dorado ojos de Lan Wangji el malestar del Omega, pudo captar como su rica fragancia pasaba a ensombrecerse con un toque agrio.

Apretó los nudillos hasta volverlos blancos, desde el momento en que comenzó la historia la rabia comenzó a bullir en su interior.

No era la primera vez que escuchaba esas historias, rumores que se esparcieron y de los cuales el difundo Patriarca de Yiling no pudo defenderse.

Detestaba que hablaran de Wei Ying, nadie sabía lo que en realidad había sucedido. Solo de imaginar lo que debía sentir su joven amigo al ver representada su vida de esa manera le encogió el corazón. Hizo el intento de levantarse para ir a ver al causante de esto, el líder Jin, pero su brazo fue sujetado por la mano de su hermano.

-Ve con él- le murmuró – Déjame lo demás a mi-

Respiro profundamente y con agilidad se puso en pie para seguir a Wei Wuxian, dejaría que su hermano se encargará de expresar su molestia por el espectáculo de mal gusto.

No podía expresar lo molesto que estaba con palabras pero su aroma mostraba un grado de picor que hacía que varios alfas le mirarán mientras que los omegas se estremecían al verlo pasar, poco le importaba , intentaba controlarse lo más posible mientras apresuraba sus pasos, deseaba estar al lado del pequeño Omega y acunarlo en sus brazos.

El joven Wuxian caminaba con velocidad, ya había dejado atrás el salón donde se estaba llevando acabo la celebración, necesitaba un par de minutos a solas para calmar su mente. Lo que menos quería era hacer un escándalo en la fiesta de su sobrino, no había nada que pudiera hacer para cambiar la manera de pensar de los demás cultivadores.

Si deseaban creer que el era lo peor que le había sucedido al mundo de la cultivación, entonces que lo hicieran. No estaba ahí para convencer a la gente de su inocencia y la verdad ya está cansado de intentarlo. Murió intentándolo y no pensaba desperdiciar su segunda vida en un caso perdido.

Dio un largo suspiro estirándose y giro sobre sus talones para volver con los invitados o al menos esa era su intención.

-Tienes agallas por enseñar la cara en la secta – dijo un joven con la vestimenta de la secta Jin, cruzo los brazos frente a su pecho y soltó una risa burlona – ¿O no pudiste resistir estar lejos de los bellos alfas del clan-

Wuxian le miro inclinando levemente su cabeza, no tenía ni la más mínima idea de quién era ese sujeto, pero por su aroma fue fácil decir que era un alfa, su extraño aroma a tierra con azufre le hizo arrugar su nariz.

A ese alfa le acompañaban otro Alfa y dos betas, le superaban en número y el hecho de que había dos personas del género Alfa lo ponía en desventaja

-En realidad, los Alfas más bellos que he visto son los de Gusu, por eso no puede resistir ir con ellos- dijo sonriendo, no se dejaría intimidar tan fácilmente.

La sonrisa en los labios del alfa Jin no desapareció, pero se podía notar su clara molestia por sus comentarios – Sigues igual que siempre Mo Xuanyu, solo pensando en hombre a los cueles servirles-

-Cambie un poco, he refinado mis gustos- respondió mirando de arriba abajo al Alfa, era más que obvio que este sujeto tenía dobles intenciones con el joven Mo, tal vez era una de las personas que había torturado al pequeño Omega en el pasado – No me meto con Alfas de baja categoría-

La sonrisa se borró y una fuerte mano agarro sus cabellos – No te creas tanto pequeña puta, tienes suerte que seas buena con la boca y con las piernas, solo para eso sirves– con sus palabras le jalo su cabello obligando al Omega a ponerse de rodillas.

A pesar del dolor en su cuero cabelludo Wuxian siguió sonriendo con burla – Esta es la única manera en la que puedes estar con un Omega -

No importaba que perdiera en fuerza física, su mente continuaba teniendo la misma agilidad que antes por lo que su ingenio con las palabras seguía intacto.

Cómo beta le habían disgustado las personas que se sentían superiores a los demás por su género, ahora como Omega los odiaba.

- ¿Quién te crees para hablarme de esa forma? - le dijo entre dientes apretando su nuca. - ¡DE RODILLAS! -

Su cuerpo se estremeció por completo y un horrible frío se coló a sus huesos, el Omega dentro de el tembló y comenzó a hincarse en sumisión. No pudo evitar obedecer, su instinto estaba doblegándolo frente a las órdenes del Alfa Jin - ¿Lo ves? Cuando obedeces eres tan buen chico – tocó con suavidad su mejilla – Se un buen niño y todos cuidaremos de ti pequeño Mo- dijo con una sádica sonrisa que le hizo estremecer.

¿Quién diablos era este sujeto? ¿Por qué trataba de esa manera a Xuanyu? Wuxian se sintió mal por el joven Omega, tener que aguantar a estos imbéciles sin poder resistirse era una maldición. Ser un Omega en verdad era terrible.

El aire se impregnó de un aroma fuerte y amaderado opacando por completo el aroma del otro Alfa. La varonil esencia estaba cargada de fuerza y superioridad, lista para someter a todos los presentes.

La vista borrosa de Wei Wuxian no lograba enfocar, aquella fragancia hizo temblar a sus piernas y agradeció ya estar de rodillas por qué sin lugar a dudas se habría desplomado en el suelo de solo olerla

-Han...guang… Jun – murmuró trabajosamente el alfa Jin.

Un leve gruñido les hizo retroceder a todos con excepción del Omega que no podía apartar su mirada, ver a Lan Wangji en su papel de Alfa le dejo anonadado.

Era un espectáculo hermoso y a la vez amenazante, sus ojos brillaban de una forma fiera y casi podía jurar que sus colmillos sobresalían ligeramente de sus delgados labios. Su aroma, ¡Oh! Una delicia para sus sentidos, sándalo, gardenias y un aroma que no podía identificar.

Su Omega ronroneo complacido al poder percibir el aroma del Alfa, lo sentía frotándose en su piel orgulloso y necesitado.

-Nuestro alfa-

Repetía una y otra vez la voz en su cabeza.

-Nosotros no…- intento excusarse uno de los Betas, pero rápidamente sus labios fueron sellados por un hechizo del alfa Lan.

-El maestro Mo pertenece a la secta Lan- dijo sin apartar sus dorados ojos de los Jin, intimidándolos - Respétenlo- ordenó

Todos los discípulos estaban sin palabras, si bien todos sabían que el segundo jade era un hombre justo y de fuertes principios jamás le habían visto actuar de aquel modo. Ser tan agresivo al punto de intimidar con su aroma e incluso mostrar sus largos colmillos mientras les gruñía era sin duda una rareza.

-Largo- les ordenó está vez usando su voz alfa haciendo que volvieran a estremecerse sin poder negarse a obedecer, el grupo de discípulos Jin se dispersó rápidamente.

Sin perder tiempo Wangji se giró y extendió su mano derecha, ofreciéndole ayuda para ponerse de pie – Wei Ying-

Sin embargo, el Omega seguía perdido, viendo al hermoso hombre frente a el, con el corazón a mil y sin poder evitarlo su dulce aroma comenzó a intensificarse.

Lan Zhan se incoó al lado del Omega y con delicadeza le acaricio la mejilla con su dedo índice -¿Wei Ying?- murmuró preocupado.

Le tomo un minuto y parpadear varias veces seguidas al joven Wei para poder reaccionar - ¿Lan…Lan Zhan? - respondió tartamudeando cautivado por los dorados ojos del alfa, el aroma se había desvanecido y se encontró añorándolo, era ridículo, esa esencia era algo que había extrañado toda su vida aún sin haberla olido nunca.

-Le necesitamos-

Dejándose llevar por su instinto se abrazo al Alfa colocando la cabeza bajo su mentón, frotándose mimosamente contra el cuello del Lan, soltando leves suspiros y haciendo que el Alfa tensara su postura a cada segundo.

Lan Wangji era una persona con un gran control, pero el tener a su bello Omega frotándose de esa manera, pidiendo su protección y buscando su calor era demasiado para el, luchaba contra su alfa interior que le rasguñaba la piel queriendo acercarse más al Omega y comenzar a llenarle de besos, lamidas y mordiscos.

-Tranquilo- murmuró con la voz ligeramente ronca mientras recorría la espalda de Wei Ying para darle confort sintiendo como el chico entre sus brazos continuaba frotándose ligeramente pero repentinamente se detuvo y se alejó de él - ¿Wei Ying? -

-Lo siento Lan Zhan- dijo con una risa nerviosa – No sé qué paso por mi cabeza para hacer eso jaja… supongo que aún no me acostumbro a esto de ser Omega y tú aroma me golpeó tan fuerte que me aceleró el corazón y me hizo desear meterme en tus brazos…- seguía hablando y hablando sin poder detenerse y sin filtro alguno, era algo que solía pasarle cuando estaba nervioso y ahora estaba sumamente nervioso.

Lan Wangji sentía sus orejas calientes mientras seguía escuchando todo lo que el joven le decía, al parecer no podía detenerse y seguía diciendo cosas cada vez más vergonzosas.

¿Acaso no se daba cuenta de lo que implicaba lo que estaba diciendo? Sus palabras hacían que se le acelerar el pulso y que un calor le recorriera el cuerpo. Siempre fue así, desde el momento en el que sus ojos se cruzaron supo que ese chico inquieto sería importante para el.

-Se que no debería meterme en ningún problema pero ellos fueron los que vinieron a buscarme…bueno a Mo Xuanyu- se calló unos segundos para soltar un suspiro – Esos odiosos alfas lo molestaban y trataban como si fuera una diversión. Siendo un Omega no hay nada que puedas hacer contra un Alfa, me pusieron de rodillas solo con sus palabras y yo… la voz Alfa solo sirve para doblegar a los demás - Le costaba expresar lo humillado que se sentía ante el hecho de que alguien pudiera dominarlo de aquella manera, haciéndoles sentir tan pequeño e indefenso cómo jamás se había sentido antes.

-Esa no es su función- respondió Lan Wangji haciendo que levantará la mirada y se fijara en la del alfa. – La voz Alfa no fue creada para intimidar o doblegar a otros- Wei Ying le miraba con incredulidad así que continuo antes de que el Omega dijera algo – Nos fue dada para proteger-

- ¿Proteger?- murmuró incrédulo – Imposible, no hay forma en que eso de la voz Alfa sirva para algo más que para doblegar la voluntad de un Omega o un Beta-

El Lan negó con sutileza – Muchos la utilizan así, pero esa no es su función – susurro – Es cierto que sirve para mostrar poder y autoridad, pero solo para proteger lo que un alfa más quiere-

- ¿Lo que un alfa más quiere? - salió una pregunta retórica, pensando en los Alfas que conocía. Madame Yu, Tío Fengmian, Jiang Cheng, Los hermanos Wen, Wen Chao, Wen Ruohan…esos no eran un buen ejemplo de Alfa, no si quería creer en las palabras de Lan Wangji.

Lan Zhan… su siempre serio y justo Lan Zhan, a él si podía verlo usando su voz para proteger a los débiles…o para proteger a sus personas amadas.

Ahí otro pensamiento le llegó que le hizo hervir la sangre, la imagen del segundo Jade, abrazando con amor a una joven Omega, una belleza que cautivo el corazón de tan noble hombre, una Omega que llenaría de calidez y amor la vida del joven Lan, una Omega que le daría cachorros.

- ¡No!¡solo nosotros tendremos los cachorros de nuestro alfa!-grito el Omega en su interior.

-Nosotros no somos su Omega, el tiene derecho a tener una hermosa familia con una Omega honorable que sea aceptada por todo su clan, solo felicidad, eso merece un hombre como Lan Zhan- respondió en su cabeza, teniendo por primera vez una conversación seria con su parte Omega. Solía bromear y molestarla un poco pero ahora…en verdad estaban teniendo una conversación seria y difícil.

-¡No! ¡Es nuestro, nuestro Alfa! Tu y yo podemos hacerlo feliz- gruñó.

-Sabes que eso es mentira- le respondió.

-Tranquilo, respira profundo- le murmuró una grave voz que le hizo estremecer -Wei Ying- ¿En qué momento se acerco tanto como para susurrarle al oído?

Está vez la voz de mando no sonó igual ni le hizo sentir de la misma manera. No había angustia, ni temor, vergüenza o humillación. Se llenó de tranquilidad, sintiendo su cuerpo ligero mientras inhalaba y exhalaba con calma y profundidad.

Era una cálida sensación recorriéndole- Cierra los ojos, concéntrate en tu respiración- a pesar de usar la voz Alfa no lo sentía como una imposición , sabía que Lan Zhan quería calmarlo y ayudarle a sentirse seguro. Protegido.

Sus ojos se abrieron y luchando contra el impulso de quedarse cerca del alfa se giro sobre si mismo, encarando al Jade regalándole una molesta mirada – No por qué ahora sea un Omega me consideres débil, puedo protegerme perfectamente por mi cuenta –

Sus palabras descolocaron un poco al Alfa que le miro ladeando levemente la cabeza – Nunca he considerado débiles a los Omegas- respondió -La persona más fuerte que conozco es uno -

La imagen del sonriente líder Lan llegó a la mente Wei Wuxian y enseguida su gesto se suavizó -Zewu-Jun es en verdad impresionante- dijo.

-mm…- respondió Lan Wangji con una leve sonrisa -Tu también lo eres- dijo sin apartar su dorada mirada del otro joven.

-¿Ehhh?- exclamó Wuxian

- Beta u Omega, eras la segunda persona más fuerte que conozco- al escuchar aquello le fue imposible controlar la sorpresa así que sonrió apenado el Omega.

-Ahhyoo no digas esas cosas Lan Zhan- murmuró de manera bromista – Si alguien te escucha podría pensar que estás cortejando a este indefenso Omega-

Su sonrisa poco a paco fue haciéndose más grande al ver cómo las orejas de Lan Wangji adquirían un color rojizo. Siempre tuvo lo extraña urgencia de molestarlo y aún muriendo y volviendo a nacer esa urgencia no se quitó.

-jaja es broma Lan Zhan- murmuró carcajeándose – No te enfades- sonrió mostrando su bella dentadura. Siempre se comportaba así con el apuesto Lan, descarado y coqueto, pero había algo que había cambiado, aquella parte animal que poseía se mostraba más receptiva y voluminosa, como si quisiera hacerse notar frente aquel Alfa, esa parte nueva y desconocida deseaba tener su competa atención y cuando lograba que Wangji le mirara ronroneaba de gusto. Esa parte…su Omega.

-Gracias por tu ayuda- dijo bajando la mirada avergonzado al pensar en ese Omega descarado en su interior.

-Entre nosotros no es necesario decir gracias- respondió Lan Zhan sin apartar sus ojos ambarinos del hermoso hombre frente a él.

Carraspeo nervioso al sentir la apasionada mirada del Lan en su persona – Me ocultaste que eras un Alfa, ¿Por qué nunca me lo dijiste?- pregunto para cambiar el tema.

-No es un secreto- respondió sin desviar su mirada.

En el clan Lan no se estaba acostumbrado pregonar el segundo género por qué no era muy importante por sus principios, "Igualdad", aunque esto no aplicaba para las demás sectas.

Debido a sus principios era que pocos conocían la verdadera naturaleza de los discípulos Lan , solo los más allegados o los que se veían en alguna situación que les llevaba a percibir los aromas.

Por lo regular siempre era lo segundo, ahora varios Jin sabían que Hanguang-Jun era un Alfa. Seguramente esa noticia se iba a extender y habría muchos Omegas interesados, más de los que ya había.

-¡Es nuestro!-

Por mucho que refunfuñara su Omega, Lan Zhan no les pertenecía y ese pensamiento no salía de su mente, aunque le hiciera sentir triste a él y a su parte Omega.

-Ahora ya no lo será, tendrás una fila de lindo Omegas intentando llamar tu atención- dijo Wuxian intentando sonar despreocupado. Nada más lejos de la realidad -Tendrás tantos Omegas para elegir-

-Ridículo- respondió el Alfa girando la cabeza en claro disgusto.

- ¿Por qué? ¿No te gusta ser popular, Hanguang-Jun? - continuo su juego intentando bromear para aligerar el ambiente.

-Totalmente ridículo- respondió pero sin mostrar molestia alguna en su rostro. No podía interesarle menos los Omegas que deseaban estar cerca de el, solo le interesaba un Omega de ojos plateados que antes era un hermoso Beta.

-Solo Wei Ying- murmuró el Alfa en su cabeza.

No podía estar más de acuerdo con su parte animal, no existía nadie más que el joven Wei Wuxian.

-jaja no has cambiado en nada Lan Zhan- dijo Wei Ying sonriendo – Puede ser que el ha cambiado sea yo, después de todo ahora soy un Omega – soltó un suspiro de cansancio – Aunque tiene sus ventajas…ahora…- se giro para ver al joven Lan. – ahora puedo olerte, no sabía que tenías un aroma tan delicioso –

Al escuchar eso su corazón se aceleró y sus orejas se tiñeron de color rojizo. Tan descarado como de costumbre y aún así era la única persona en todo el mundo capaz de hacerle vibrar.

Con Wei Wuxian se sentía vivo, todo en el mundo adquiría un color y una belleza única. Todo por el hermoso chico que le robo el corazón y le acaricio el alma.

-Lamento si dije algo que te molestará, a veces olvidó que esos temas son un tanto privados, jaja, perdona a este pobre Omega Lan Zhan- dijo sonriente – Recuerda que soy primerizo-

Claro que Lan Wangji recordaba que Wuxian era nuevo en esto de ser Omega y como Beta no se le educó en los temas de los que se podía o no hablar abiertamente con un Alfa o con un Omega.

No se solía mencionar si encuentras un aroma agradable ya que esto se considera una insinuación y por lo regular solo se habla de ello entre parejas casadas.

Saber que le parecía delicioso su aroma le hacía sonrojarse y comenzar en pensar en cosas impuras por las cuales sería seguramente reprendido, pero eso no impedía que se sintiera profundamente halagado.

Llevo su mano a la mejilla del Omega y con delicadeza paso el dorso de su mano, dando una apenas perceptible caricia – Wei Ying también huele muy bien-

Los ojos grises se abrieron de asombro - ¿Enserio?- llevo su muñeca a su nariz - No huelo nada…-

-No podemos percibir nuestro propio aroma- respondió Hanguang-Jun.

Haciendo un adorable puchero y frunciendo las cejas dijo – Eso es injusto – se cruzó de brazos y enseguida sonrió -Entonces no puedes captar tu rico aroma, ¿No sabes a qué hueles? –

-hmm- asintió con la cabeza – No puedo captar mi aroma, pero mi hermano me menciono a qué se asemeja-

-Hueles a Sándalo…- inhaló profundamente para poder apreciar el aroma con más nitidez – bueno…ahora no hueles a nada, ¿Por qué controlas tu aroma? ¡Déjalo salir Lan Zhan! - dijo mientras hacia un puchero.

La cercanía de Wuxian le causó varios dilemas.

Primero; llego a su nariz el exquisito aroma del Omega haciéndole temblar. Una exquisita mezcla de grosellas negras, orquídeas y pimienta que le despertaban sus instintos alfas, cómo deseaba poder tenerlo entre sus brazos y perder su nariz cerca de sus glándulas aromáticas para saciar su necesidad, de solo pensar en olerle el cuello y la nuca sus colmillos comenzaban a picarle, urgiéndolo a morder.

Segundo; Su calor, desde que era un Beta le fascinó lo cálido y cómodo que era estar cerca de Wei Ying, cuando esté se acercaba podía sentir su calidez, la temperatura de su piel era más alta que la de los demás, cosa que no entendía del todo ya que biológicamente hablando la temperatura corporal de un Omega es más alta que la de los Betas o los Alfas pero Wei Ying tenía algo, la calidez exacta para hacerle sentir calientito por dentro. Deseando acurrucarse junto a su pequeño cuerpo.

Tercero. Su belleza… describirlo era complicado para Lan Wangji ya que no había ser en la tierra que pudiera opacarle ante sus ojos. Su nuevo cuerpo era más pequeño y delicado que su cuerpo anterior, muchos dirían que era un bello Omega, deseable.

Para el era diferente, no era que no le atrajera su bello cuerpo, claro que lo hacía, pero para el, lo que le hacía desear a ese joven era el saber quién era, el reconocer su gentileza en sus ojos grises, su sentido del humor, sus palabras en esos labios besables, su picardía y su enorme corazón. Le volvía loco el ver de nuevo a su bello amigo, su único amor.

Quería tomarlo entre sus brazos y no soltarlo jamás y sabía que le daría todo lo que deseaba, jamás podría negarle algo, vivía para protegerlo y complacerlo.

-¡Vamos Lan Zhan! Quiero olerte- le pidió con sus enormes y brillantes ojos grises.

Reprimiendo un suspiro soltó un poco su usual control dejando que su aroma fuera perceptible para el Omega.

Por su hermano sabía que su esencia era agradable y tranquilizadora pero jamás pensó que fuera muy especial o diferente, había fragancias de alfa mucho más fuertes y mucho más exóticas.

Para él eso no tenía importancia.

Hasta ahora.

Temía que Wei Ying encontrará otro aroma más atrayente y así, dejándose llevar por su instinto Omega decidiera irse con otro Alfa, su inseguridad aumentaba con ese pensamiento haciendo que su Alfa se arrinconara y soltara lastimosos quejidos de angustia.

Dio un brinco de sorpresa al sentirse apresado por unos delgados brazos y por un segundo pensó que estaba teniendo uno de los tantos sueños que solía tener. Uno en el que su amado chico y el compartían más que palabras calidad y amables gestos.

-…Ahyioo… hueles tan rico Lan Zhan- exclamó abrazándose al otro con más ímpetu.

-…- las acciones del ojigris le dejaron sin palabras, pero con un cosquilleo en la boca del estómago, un agradable cosquilleo que le impulsaba a corresponder ese abrazo con urgencia así que llevo su mano derecha a la cabeza del Omega, acariciando levemente sus sedosos cabellos.

A lo lejos, el líder Lan miraba la inconfundible silueta de su hermano menor y sonriendo con complicidad decidió volver al salón para evitar que otro curioso quisiera ir en esa dirección. Esos dos merecían tener momentos privados como aquel, después de todo su hermano espero demasiados años en soledad, con el corazón roto y el alma quebrada tras la perdida del Patriarca de Yiling.

Esperaba que estaba vez Wangji no perdiera el tiempo y logrará confesar sus sentimientos con éxito, también le rogaba a los dioses que fuera correspondido para que ese par al fin sintieran lo que era el amor incondicional.

Tenía la ligera sospecha que su hermano no sería rechazado y eso le aligeraba el alma.

-Que tengas suerte, Wangji- susurro en voz baja antes de cruzar el umbral del salón y volver a la celebración.

Habían pasado los minutos tan rápido que no estaba seguro cuánto tiempo llevaban en esa posición, pero por nada del universo deseaba ponerle fin a ese contacto tan cálido e íntimo.

No fue hasta que el ojigris se removió un poco que aligero su agarre – Jaja lo siento Lan Zhan, es que eres demasiado cómodo que no puedo separarme de ti. - exclamó rascándose levemente la nuca.

-Esta bien- murmuró – Ya es tarde-

-Cierto, debemos ir a dormir…- por su expresión parecía que no le agradaba nada esa idea. Seguramente Wuxian aún seguía alterado por su encuentro con los Jin y su Omega debía estar algo temeroso por qué usaron la voz Alfa en el.

Pensar en ello hizo que su Alfa gruñera con ganas de vengarse, no le gustaba nada que amedrentaran a su Omega.

-Té – dijo el jade llamando la atención del otro - ¿Quieres tomar un poco? - ofreció temiendo ser rechazado.

Enseguida los ojos de Wuxian volvieron a brillar cuál plata pura - ¡Claro que sí! ¡Vamos, vamos! - exclamó.

-hmm- asiento Lan Wangji comenzando su caminata seguido por un emocionado Omega que había comenzado a hablar del festejo sin tocar el tema del entretenimiento especial que tuvo que presenciar.

Pasaron la entrada al salón lo que le hizo a Wuxion soltar una exclamación de sorpresa -¿Dónde vamos, Lan Zhan- El aludido ni siquiera se molestó en detenerse o girarse – Si no vamos al salón principal entonces supongo que iremos a tu habitación, ¿No es así?- pregunto

-hmm- le respondió.

- Que desvergonzado Lan Zhan, llevando a este Omega a tu habitación. ¿Qué dirían de tu tío y tu hermano? – por su tono era más que obvio que el joven estaba bromeando, pero aún sabiendo eso sintió como el calor se agrupaba en sus orejas, seguramente estaban rojizas.

A pesar de sus burlas llegaron hasta la habitación del segundo Jade y este procedió a preparar el té teniendo especial cuidado en no hacerlo amargo ya que sabía que eso era algo que no le gustaba a su compañero mientras que Wuxian se dejó caer en un cojín dorado frente a la pequeña mesa de madera.

Recorría el lugar en total atención, todo estaba pulcramente recogido y si ni fuera por la presencia de Hanguang-Jun ahí, diría que era una alcoba deshabitada. - ¿No tienes compañero de cuarto? Solo hay una cama-

No recibió ninguna respuesta y no la esperaba en realidad, todos sabían que el joven maestro Lan prefería su privacidad así que seguramente le habían dado una habitación personal para hacerlo sentir cómodo en la visita a otra secta.

Le agradaba la idea de que Wangji estuviera solo en la habitación, sabía que disfrutaba de su soledad y que no compartía su espacio con casi nadie, a excepción de su hermano, su tío y con él.

Le gustaba ser parte de tan selecto grupo. El hecho de que Lan Zhan le dejara estár en su habitación le hacía sentir rebosante de alegría. -Tan ordenado como siempre – hablo al ver al Lan regresar con una bandeja dorada, se arrodilló a su lado y con una gracia etérea se dio a la tarea de servir el té, dándole su taza primero y posteriormente sirvió la suya.

La habitación silenciosa paso a ser una llena de risas, bromas y algunas carcajadas todo gracias a un joven escandaloso que no podía dejar de hablar y bromear. En verdad Lan Wangji adoraba estos momentos, a pesar de que sus respuestas eran cortas o a veces inexistentes eso no desanimaba al Omega, es más le hacía reír aún más fuerte.

No hablaban de algo serio, pero si importante, cada momento con Wei Wuxian era valioso e importante para el Jade, poder escuchar cada vocal y consonante saliendo con ese tono alegre y cantarín era un obsequio del que se sentía extremadamente agradecido.

El paso de las horas no se sintió hasta que ya era tarde – Lan Zhan… aún no quiero irme- murmuró haciendo un puchero.

-No lo hagas- respondió poniéndose de pie y llevándose el juego de te que habían ocupado y el cual ya no tenía ni una sola gota.

- ahh ¿Estás diciendo que puedo dormir aquí? - pregunto sonriendo con su mentón apoyado en la palma de su mano sin dejar de ver al Jade - ¡Que atrevido! - agrando su sonrisa.

- Lo hemos hecho antes- refuto volviendo sus pasos hasta llegar al lado de Wei Ying extendiéndole su mano -Dormir juntos-

Tomo su mano sin poder apartar la vista de ese hermoso hombre. La luz de la luna le daba la perfecta iluminación para hacerlo parecer una creatura inmortal, se veía tan apuesto, su corazón aceleró su ritmo y su boca se abrió ligeramente en asombro.

Lan Zhan era sin lugar a dudas la persona más hermosa que había visto en sus dos vidas.

Soltó una carcajada -jajaja cualquiera que nos escuchará pensaría que somos un par de amantes, Lan Zhan –

Sus orejas se colorearon de carmín y rápidamente bajo la mirada. Cómo le gustaría que fuera la realidad y que el ojigris fuera su pareja.

-¿En verdad puedo dormir aquí?...- pregunto mirando sus manos -¿Contigo?- algo dentro de sus ojos parecía una silenciosa súplica.

Wei ying no deseaba volver a su habitación en el pabellón omega de los Lan. Quería quedarse ahí, con la única persona con la que se sentía el mismo, sin tener que esconder nada ni preocuparse por fingir. Quería quedarse.

Con Lan Zhan.

-Si es lo que Wei Ying quiere- respondió sin poder dejar de ver al joven esperando a que alzará su rostro y pudiera ver esos bellos ojos grises, cosa que no tardo mucho en suceder seguido de una linda sonrisa que le alteró el pulso.

-Gracias Lan Zhan –

Se puso de pie de un brinco y procedió a despojarse de las túnicas exteriores que portaba en ese momento, las túnicas blancas del clan Lan. Dónde había sido acogido y aceptado, al menos por algunos miembros.

Todo hubiera sido mucho peor al no tener el apoyo del hombre a su lado, siempre deseo poder ser amigo del joven Lan Wangji y ahora al poder estar así, tan cercano, se sentía afortunad, sin lugar a dudas Wei Wuxian era una persona con mucha suerte.

Rápidamente deshizo la alta coleta, dejando caer su sedoso cabello. Ya listo para pasar la noche en la habitación ajena.

Lan Wangji por otro lado termino de acomodar las cosas y procedió a despojarse de sus túnicas, retiro los adornos de su cabellera y la dejó caer, solo dejándose la cinta de su clan.

-Ya es algo tarde para ti- dijo el más pequeño intentando no parecer nervioso, viendo al otro mientras se sentaba en la cama.

Wangji se acercó para sentarse también, hace horas había pasado su hora de dormir y se sentía ya lo suficientemente agotado para caer en la inconciencia en cuanto su cabeza tocará las almohadas.

Rápidamente el joven Wuxian se recorrió dándole espacio al Alfa para que se recostara.

Se acomodaron en la enorme cama, uno frente al otro, pero el Omega rápidamente se acerco aún más al otro invadiendo su espacio personal -Gracias Lan Zhan- dijo mirando fijamente los dos soles frente a el – Por todo-

-Wei Ying no tiene nada que agradecer – respondió el jade casi sin parpadear, no queriendo perderse de vista ni un solo brillo grisáceo – Descansa- murmuró

-ahh…Lan Zhan… ¿Podrías …? - la pregunta no fue terminada, no hubo necesidad de más palabras ya que el Alfa entendió lo que el otro quería.

El ambiente se comenzó a llenar de un ligero aroma a Sándalo. Enseguida Wuxian soltó un suspiro -Tan rico- acercándose un poco más, buscando el aroma, sintiendo un cosquilleo en la nariz. Era una comodidad difícil de explicar, la paz que lo invadió lo mando enseguida a un estado somnoliento, se acomodo subiendo su mano y colocándola cerca de sus labios y de forma instintiva separo su dedo meñique, alzándolo hacía Lan Wangji.

El alfa imitó el movimiento y rápidamente su dedo rozo el del Omega ganándose una leve risa.

No paso mucho tiempo para que ambos cayeran en un apacible sueño, manteniéndose unidos por sus dedos meñiques. La estancia se llenó de una mezcla perfecta de grosella y sándalo que mostraba la afinidad de sus portadores haciendo que una paz se desbordara.

Ninguno tuvo pesadillas esa noche, solo sueños de un frondoso bosque y una pareja montando un burro perdiéndose entre sus verdes caminos.

-TOC TOC TOC- -TOC TOC TOC—

Fuertes golpees arremetieron las puertas haciendo que Lan Wangji se levantará de golpe, saliendo de su ensoñación. Miro confundido su alrededor y su mirada se detuvo en el joven que continuaba dormido a su lado.

Con cejas fruncidas y un gesto de incomodidad en su rostro, Wei Ying despertó, malhumorado - ¿Qué sucede? -

TOC TOC TOC TOC-TOC TOC TOC—

La luna seguía en el cielo y la penumbra de la noche les indicaba que aún faltaba tiempo para que amaneciera.

Era demasiado temprano y por ello al volver a escuchar los repetidos golpees en la puerta ambos se pusieron de pie algo preocupados.

Lan Wangji acomodo su ropa y le hizo una seña al Omega para que se quedara ahí, no era propio que el hubiera dormido en el pabellón de Alfas.

Camino con prisa a la puerta interrumpiendo los golpes. Frente a el se encontraba su tío, con el cabello suelto y las túnicas mal puestas. Impropio de el.

-Shufu- saludo -…¿Qué…?-

- Wangji- interrumpió con su rostro pálido y desencajado de angustia – Atacaron a Xichen –

CONTINUARA …


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