Cuando alguien es niño tiende a idolatrar y respetar a ciertos adultos. Adultos que te enseñan y muestran algo del mundo que desconocías o mueres por entender.
Cuando alguien es niño es fácil caer en las trampas verbales de alguien mucho más experimentado. De alguien mucho mas retorcido.
Kyle había aprendido a tocar el bajo con una maestra cuando aun era un niño. Cuando ella se mudo del pueblo sus padres se encargaron de que siguiera aprendiendo ese instrumento como parte de una simple distracción infantil.
El maestro Nicols era mayor a su anterior maestra pero enseñaba muy bien a sus alumnos y tenía un buen currículum. Ademas tocaba muy bien el bajo. Algo que siempre impresiono a Kyle.
Eran a penas las 6:30 de la tarde. Kyle estaba a la mitad de su clase terminando sus escalas. Su maestro delante de él observando. Kyle se dio cuenta de que a veces su maestro veía sus manos, meticuloso a su técnica. Otras veces solo lo miraba a él. Eso siempre lo hacía equivocarse.
Su corazón comenzó a acelerarse bajo su intensa y fría mirada. —Repite de nuevo el ejercicio Kyle. Estas fuera de tiempo.
Con algo de frustración Kyle vuelve a comenzar. Estaba tan concentrado en hacerlo bien que cuando el señor Nicols se levanta de su silla y se sienta a un lado de él lo toma desprevenido.
Suavemente toma la mano que sostenía el mástil del bajo entre las suyas.—Estas tensando tu mano. Aquí, debes relajar tu muñeca.
A Kyle no le molesta el contacto con su mano pero lo pone de nervios su repentina cercanía. Primera alerta.
Kyle traga saliva y repite el ejercicio.
—Te frustras demasiado rápido chico. Tienes mucha energía dentro de ti. — Continuó mientras lo observaba.
—Solo quiero hacer las cosas bien señor Nicols. Ser tan bueno como usted.
Una mano se poso en su pierna. Segunda alerta.
—Me alagas chico. Eres estudioso, seguramente me superarás muy pronto.
El sonido de alerta en la mente de Kyle rápidamente se apagó con el gran alago que escucho. Su rostro se iluminó. —¿De verdad? ¿Lo dice enserio? Mis manos aún son muy pequeñas. Me cuesta alcanzar todas las notas.
El señor Nicols rio entre dientes observándolo. —Tranquilo, ya crecerás.— Dijo de una forma que sonó casi condenatoria. Con mucho cuidado retiro el bajo de las manos de Kyle.— Debemos aprovechar antes de eso. ¿No crees?
Tercera alerta.
Lo siguiente que recordaba era una mezcla extraña de piel, humedad, dolor y el lente de una cámara.
Navegar en sus recuerdos se sentía como despertar entre ruido blanco. Como recordar una pesadilla borrosa, con detalles esparcidos y sensaciones frescas.
No podía echarle la culpa a la marihuana. Al menos es la primera vez que recuerda vívidamente todo lo que pasó sin vomitar. También es la primera vez que se lo dice a alguien además de a su terapeuta.
—Mierda amigo eso…apesta, como de una forma horrible.
Kyle da una larga al bong de Cartman. Cuando inició el día realmente no pensó que terminaría así aunque que ese gordo lo interceptara en la escuela tal vez era lo que necesitaba.
No podía soltar toda su mierda en los baños de la escuela y arriesgarse a otra crisis. Le dijo que lo buscaría en su casa después de clases. Al principio fue una mentira que uso solo para sacarlo de encima pero estando en la soledad de su habitación estaba al acecho de nuevos pensamientos suicidas.
Pensó en llamar a Stan, su chat estuvo abierto un buen rato dudando en hacer una llamada, pero recordó que le había comentado que estaría con Wendy después de su práctica de porrista, se detuvo de último momento.
Realmente no quería soltar toda su mierda con Stan, después de todo con lo apretada que estaba su agenda en este último año no quería que lo poco que supiera de el fuera de cómo habían abusado de él. Además conocía a Stan, no necesitaba que su mejor amigo sintiera lastima o se sintiera mal.
Tal vez por eso termino en el cuarto de Cartman fumando marihuana. Sabía que ese idiota sentiría todo menos lastima. Tal vez su perturbador humor negro es lo que necesitaba en este momento. Alguien que no lo tomara tanto enserio pero que tuviera la mente abierta para lo que quería hacer.
—¿Por qué nunca se lo dijiste a nadie?—Cartman pidió el bong de regreso para darle otra calada. —Es decir. Hasta hace unas semanas estabas bien ¿No?
—Al parecer fue un recuerdo que bloque. No sé cómo explicarlo, no es que lo haya olvidado solo es como si en mi cabeza no tuviera el peso que debió tener y lo "olvide" como cuando olvidas que desayunaste ayer pero sabes que desayunaste algo. —Se frotó la cabeza con frustración — Es muy complicado, pero al parecer siempre lo tuve cargando conmigo. Cómo sea, desde hace unos meses lo he estado recordando más y más. Por eso decidí ir con una terapeuta. Hasta que por fin lo recordé todo.
—Mierda… ¿Por eso estabas en el lago esa tarde? ¿Lo recordaste todo y explotaste?
—Mas o menos. Fue mucho para procesar.
Un silencio se apoderó de ellos. Cartman se puso nervioso y miro con detenimiento el bong en sus manos, dudando.
—No te culpo , sabes. Si los peores recuerdos de mi vida se hubieran escondido en mi cabeza todos estos años y de pronto un día salen también hubiera perdido la cordura.
—¡No perdí la cordura! Solo, ya te dije. Eran muchas cosas al mismo tiempo.
—¿No me estás escuchando? No te culpo, idiota. Esa mierda es asquerosa. Pero si te sirve de consuelo creo que fue lo mejor. Que lo olvidarás.
—Pff si claro, mírame estoy de maravilla. Estoy fumando marihuana contigo encerrados en tu habitación en lugar de hablar esto con alguien de confianza. Sumado al hecho de que bueno soy un suicida pésimo que no tiene las pelotas para hacer nada.
—Lo digo enserio Kahl. Tu cabeza te salvó la vida. A veces es mejor olvidar esa mierda que llevarla cargando contigo todos los días de tu vida.
Kyle miro la ventana por lo que se sintió mucho tiempo hasta que por fin se atrevió a decir lo que por muchos años tuvo en su cabeza. —Lo dices como si llevaras ese tipo de mierda cargando Cartman.
Se miraron por varios segundos. La declaración aún sonando en el aire.
—¿Importa?
—Dímelo tú. Solo se que dejaste de hablarme hace años y ahora mi salud mental parece ser tu principal preocupación.
—Mira quien está siendo una perra vanidosa. No es preocupación Kahl es empatía.
—¿Empatía? ¿Tú? ¿Las drogas te quemaron la cabeza?
—¡Hey! No fumo más que tú.
—Como sea, no me digas si no quieres. No tienes que decirme.
Kyle le quitó el bong nuevamente a Cartman y le dio una larga calada. Cartman lo vio toser un par de veces, meditando.
Un constante "No lo digas, no lo digas" sonaba en su cabeza. Pero su cerebro estaba demasiado nublado como para hacerle caso.
—Solo te diré que…no eres el único niño abusado en esta habitación.
Aunque siempre había tenido sospechas, aunque tenía sentido, aunque había salido de su misma boca, para Kyle aún fue una revelación.
Eric Cartman estaba confesando aquí ser la víctima de un acto como ese. Lo más raro de todo es que no se declaró como una víctima para obtener algo a cambio, para sacar provecho en una situación. No, lo hizo por en efecto pura empatía.
Kyle lo vio a la cara por varios segundos. Aún con el paso del tiempo era tan raro ver a Cartman tan vulnerable. Se veía casi melancólico. Cómo alguien que había pensando mucho en lo pasado y aún se esforzará por dejarlo ir.
—Mierda, lo siento.
—Esta bien, paso hace años. Pero a diferencia de ti mi jodido cerebro no lo olvido, solo se quedó ahí e hizo una mierda con mi cabeza.
—¿Por eso fuiste al centro psiquiátrico?
Cartman medito por varios segundos su responsabilidad. —Mas o menos.
—¿Tu madre sabe?
Cartman solo se encogió de hombros. —Creo que en algún momento lo sospecho. Uno de los abusadores fue uno de sus novios. Después de estar con ella se escabullía a mi habitación y…—No pudo evitar el escalofrío que le recorrió.—…Y bueno, hacia su mierda. Carajo esta basura ya se acabó. —hizo a un lado el bong una vez que se aseguró que no tenía nada.
—Dijiste uno de ellos. ¿Hubo más?
—Mira Broflovski me encantaría seguir describiéndote cada uno de mis mas terribles traumas pero el tema del día aquí eres tu. Así que dime ¿Qué vas a hacer al respecto?
—¿Qué? ¿Yo? Nada solo, seguir yendo a terapia.
—No eso idiota. Hablo de lo qué vas a hacer con el degenerado que anda suelto.
—¿Crees que debería hacer algo?
—Creo que tú sin duda harías algo. Saca a tu abogado interior y llévalo a la cárcel o mejor aun, saca tu lado jersey y muele a golpes a esa perra.
El ánimo de Cartman se levantó un poco cuando se dio cuenta que logro sacarle a Kyle una ligera sonrisa por su comentario. Hace mucho que no le sonreía. Había olvidado que sus sonrisas eran más gratificantes que sus gritos.
Kyle estaría mintiendo si dijera que no pensó en ambos escenarios. El problema es que las cosas no terminaban bien para el en ninguno de los. Si lo llevaba a la cárcel tendría que confesar lo que le hizo y esa verdad aún no se sentía bien sacándola a la luz. Y molerlo a golpes se sentiría fenomenal pero dudaba que pudiera salir bien de eso.
—Debo admitir que ambas opciones suenan bien, pero no puedo hacerlo. No quiero que nadie se entere nunca. —Su sonrisa cayo. —Aunque si, no sé cómo pero voy a hacer que ese mal nacido vaya a la cárcel.
Ver el fuego en los ojos de Kyle definitivamente encendió algo en Cartman. Sus sonrisas eran increíbles pero su fuego no podía compararse con nada.
Se encontró diciendo. —¿Necesitas ayuda?
—¿Se te ocurre algo? — A Kyle no le decepcionó que Cartman fuera el primero en anotarse a un plan. De hecho contaba con ello. Una de las motivaciones de venir era que estaba seguro de que si le proponía hacer algo a él se le ocurriría que hacer.
Cartman cruzo las piernas y se puso erguido. Junto ambas manos emocionado rápidamente poniendo su cerebro en drogas a trabajar.
—Muy bien, primero que nada Kahl, no te lo tomes personal pero estoy seguro que no fuiste el único niño de nueve años en la vida de ese degenerado.
Asqueado Kyle solo lo ignoro girando su mano. —Solo ve al punto gordo.
—Apuesto que podemos conseguir evidencia de algún otro chico más y denunciarlo sin meterte a ti en todo eso.
—Eso he pensado pero han pasado años. Ese bastardo sigue dando clases. Si ningún otro chico ha denunciado dudo que vayan a hacerlo pronto. Además, desconozco quienes han sido sus demás alumnos y no voy a meter a niños pequeños en esto.
—No tienen que testificar en si. Esos idiotas por lo general tienen algún tipo de evidencia súper incriminatoria de sus victimas. Objetos, videos, fotos. Ese tipo de basura.
Kyle se estremeció por un momento. Sin darse cuenta comenzó a temblar cuando un recuerdo llego a su mente.
El roce de manos frías en su cuerpo y el flash de una cámara.
—Fotografías. El me fotografió. —Susurro Kyle mirando a la nada.
La culpa se instalo en el cuerpo de Cartman de forma inmediata. Miro con cuidado entre Kyle y una caja que estaba debajo de su cama. Su más grande tesoro. No necesitaba ser un genio para deducir que probablemente todo ese tiempo que fotografíaba a Kyle a sus "espaldas" lo estuvo haciendo revivir un trauma horrible.
A veces extrañaba la sensación de no sentir nada de culpa. Malditos medicamentos.
—Bueno ahí lo tienes. Estoy seguro que si te fotografió a ti también lo hizo con otros niños. Vamos a su casa, lo molemos a golpes, robamos toda la evidencia, vamos a la policía y nos convertimos en héroes.
Kyle no pudo evitar reírse antes el tono emocionado de Cartman. —Ese parece un gran plan de no ser porque esta lleno de huecos.
—Obviamente judío. Es solo mi borrador. Te buscaré mañana y te contaré mi plan maestro.
Kyle probablemente debió tomarlo con más cuidado, pero su cerebro seguía demasiado drogado para poner atención a lo serio que estaba siendo Cartman con todo ese asunto.
—Si claro, búscame mañana y hablaremos de tu gran plan.
El sonido de una puerta abriéndose y cerrándose los distrajo. —Eric, regrese amor traje la cena.
—Mierda ¿Que hora es? No se suponía que me quedaría tan tarde.
Cartman miro con atención como Kyle se ponía de pie y guardaba todas sus cosas con rapidez. De pronto la realidad lo golpeó. Había sido brutalmente honesto con Kyle y el lo había sido con el. Entonces ¿Ahora que? ¿Volvían a no hablarse o significaba que ahora estaban "reconciliados"? ¿Le hablaría mañana en los pasillos de la escuela? Cartman deseaba que si.
—Si quieres puedes quedarte a cenar. Después de todo no querrás llegar a tu casa medio drogado. Mi mamá no dirá nada de tus ojos rojos.—Dijo Cartman algo tímido tratando de hacer como si fuera un comentario casual.
Kyle lo miro, tanteando el terreno. Si, había sido un largo tiempo desde que su "amistad" se había quebrado y si fuera honesto con el mismo había extrañado un poco su mierda. Estaba a punto de aceptar cuando un revoloteo en su estómago lo detuvo. El mismo que había tenido la última vez que hablo con Cartman cuando eran más niños.
—No gracias. Tal vez otro día. Voy a caminar un rato antes de ir a mi casa. A quitarme el olor y despejarme un poco.
—Tsk… como quieras.
El desanimo de Cartman no pasó desapercibido y por alguna razón sintió el deseo de hacerlo sentir mejor. Tal vez porque la última hora Cartman había escuchado el desastre que era su cabeza. —Oye, nos vemos mañana en la escuela.
El rostro de Cartman se iluminó por un segundo y después regreso a su cínica sonrisa. —Sabia que me habías extrañado judío. —Kyle giro los ojos. —Nos vemos mañana Kahl.
—Adiós gordo.
Y con eso Kyle se fue dejando a Cartman solo en su habitación. Solo de nuevo como lo había estado casi siempre. Solo en una habitación llena de traumas, recuerdos y fotografías que nunca verían la luz del día.
La mañana siguiente las cosas casi continúan con normalidad, casi. A mitad del día escolar tuvieron biología juntos y el profesor los nombró para hacer equipo en una futura exposición. Eso no era raro, de vez en cuando por golpe de suerte les tocaba juntos en algún equipo. Lo extraño era que está vez Cartman no hablo con el profesor para pedir cambiar de compañero. Kyle no podría decir si eso le gustó o no pero tampoco pidió un cambio.
Aún así siguieron sin hablarse el resto del día.
Ya era hora de salida, Kyle estaba junto a Tolkien después de su última clase listos para salir cuando Stan llegó corriendo por detrás.
—¡Chicos esperen! —No era la primera vez que Stan llegaba tarde para la salida por quedarse un tiempo más hablando con Wendy o discutiendo con ella. Lo que probablemente era lo segundo ya que después de varias semanas Stan volvía a oler a alcohol. —¿Tienen algo que hacer más tarde? Creí que podríamos salir hoy.
—¿Por qué? ¿Wendy cancelo los planes que tenían? —Tolkien estaba claramente molesto con Stan.
—¡Hey! Yo no les haría eso.
—Claro Stan— Comento sarcástico Tolkien. —Lo siento pero ya hice planes con Craig y los chicos. Tal vez otro día.
Stan miro entre Kyle y Tolkien esperando un cambio de ideas.—¿Qué dices Kyle? Lamento que no he estado últimamente, mi vida ha sido un desastre.
—Me imagino.
Su intención no era sonar condescendiente, pero no lo logro. No quería ser un maldito con su mejor amigo. Pero Stan había atravesado problemas de adicción al alcohol el último año y desencadenó muchos problemas con Wendy. Para Kyle tenía solución. Deja el alcohol y habla con tu novia. Pero Stan parecía sumergirse en un círculo vicioso en el que Kyle ni siquiera estaba dentro.
Aun así Stan no quería hablar del problema. Tal vez por eso Kyle no le contó la razón por la que va a terapia. Ninguno de los dos quería embarrar al otro con su mierda.
—Lo siento Stan, hoy no. Tengo mucha tarea que hacer y mis padres quieren que los ayude con algo.
Casi se doblego cuando vio el rostro deprimido de su mejor amigo pero no tenía ánimos de escuchar la nueva pelea de Stan y Wendy. Hoy no. Tenía pensando fundirse en su habitación el resto del día.
La culpa duró poco cuando el teléfono de Stan comenzó a sonar con un ringtone bastante conocido por los demás.
—¿Es Wendy? —Tolkien pregunto volteando los ojos.
—Tsk… no.
—Entonces rechaza la llamada.— Desafió Kyle.
Pasaron unos cuantos segundos de fuerza de voluntad para Stan cuando al fin contesto el teléfono.
—¿Wendy? Si, sigo aquí…de acuerdo te veré ahí… —colgó la llamada.—Chicos…
—Solo ve Stan, nos haces perder el tiempo a los cuatro.—De nuevo la intención de Kyle no era sonar molesto pero comenzaba a estarlo.
Stan salió corriendo en la dirección contraria a la salida se despidió con un rápido hasta luego y desapareció entre los pasillos. Claramente desesperado por volver a reconciliarse con Wendy.
—Lo tiene totalmente agarrado de las pelotas. — Dijo Tolkien mientras continuaban su camino fuera de la escuela.
—¿El alcohol o Wendy?
—Ambos, ¿notaste que volvió a apestar a esa mierda en la escuela?—Tolkien giro y sigo su camino fuera de la escuela con Kyle siguiéndolo.
—Posiblemente una recaída, me sorprende más que los maestros no le hayan dicho nada.
Tolkien comenzó a patear una piedra del suelo y Kyle comenzó a imitarlo.—Han sido muy condescendientes con el después del divorcio de sus padres. Cambiando de tema ¿Iras a la fiesta de Clyde mañana?
—No lo creo, no tengo ánimos para una fiesta. Tal vez vea una película o algo.
—¿Estas seguro? Escuché que Rebecca estaría ahí.
El ojo de Kyle se crispo. No era la primera vez que uno de sus amigos usaba el nombre de Rebecca para convencerlo de ir a algún lugar. Después de todo nunca les contó la razón del porque terminaron y como Kyle se deprimió casi inmediatamente después de su ruptura todos creyeron que había sido por la misma causa.
La verdad es que Rebecca había sido buena novia los primeros años pero cuando comenzó a querer tener relaciones sexuales algo en Kyle se asustó. La cercanía sexual despertó traumas en el que no estaba listo para afrontar. Eso y la latente posibilidad de su bisexualidad empezaron a hacer un agujero en su relación.
No podría culparla de todo pero aún sentía una furia dentro de el cada que recordaba cuando Rebecca le confesó su infidelidad. Por respeto a su relación y a ella nunca le contó a nadie, desgraciadamente sus amigos nunca supieron el motivo de su rompimiento y seguían tratando de juntarlos de vez en cuando.
—Amigo, que ella esté es mayor razón para no ir. Además tengo cita con mi terapeuta más temprano.
—A todo esto ¿como va la terapia Kyle?
Kyle estaba a punto de responder cuando una camioneta se detiene bruscamente a lado de ellos. Sus neumáticos chillan tan fuerte que probablemente se quedaron grabados en el suelo.
Cartman baja el volumen estrepitoso que tenía de Poker Face para hablar.—¿Hola perras cómo están? —Baja sus gafas de sol y le da una mirada a Kyle. —Súbete idiota vamos a hacer la tarea.
—¿A quien carajos le hablas Cartman?
Kyle da un suspiro y un paso adelante. —Es a mi. —Tolkien lo mira alzando las cejas estupefacto. — El maestro de biología nos puso juntos para la presentación de fin de mes.
—Y ustedes trabajan juntos desde…
—Desde ayer cara de estiércol. —Cartman se impaciente y golpea la puerta de su camioneta. —Sube Kahl no tenemos todo el día. Ya quiero mostrarte mi investigación.
Soltando un gran suspiro Kyle se acerca a la camioneta. —Te veré después viejo.
Tolkien se queda callado viendo como Kyle se sube a la camioneta de Cartman y los dos desaparecen girando la calle.
—Esos dos…¿Se reconciliaron?
