¡Hola a todos! Quiero agradecerles la buena aceptación que tuvo el primer capítulo de esta nueva historia y sobre todo sus reviews que los responderé en unas líneas más. Por cierto, espero y hayan tenido una excelente navidad, fiestas decembrinas y que Santa les haya traído lo que le pidieron! :D
Antes de empezar hagamos una pequeña recapitulación.
En el episodio anterior vimos a un muy borracho y agresivo Leon S. Kennedy en un bar, sumido en una profunda depresión a causa de haber perdido a la mujer que amaba. Pero, ¿Cómo era la vida de Leon antes de caer en tan profunda tristeza? Hoy veremos un poco de su vida "normal" para poder entender su situación actual. ¿Hay fans Cleon por aquí? Si los hay, este capítulo es para ustedes. ¡Disfruten!
GeishaPax: Estoy feliz que te haya gustado mi nueva historia! Sé que eres fan del Cleon pero no puedo evitar hacer el triángulo amoroso y ver arder el mundo. Este capítulo es tranquilo, pero prometo comenzar a poner tensión e intensidad en los siguientes episodios! Un abrazo fuerte!
Susara KI302: Como siempre un gusto saludarte aquí en los reviews además de los mp jaja! Tarde un poco esta vez en actualizar pero ya sabes, me tomé unas pequeñas vacaciones pero ya estoy retomando la escritura otra vez. Espero y te guste el episodio de hoy!
MISSESHARPERREDFIELD: Hola! Antes que nada muchas gracias por el review y estoy halagada que te haya gustado este fic! Es la primera vez que hago una historia "larga" sobre Claire y Leon ya que como buena escritora novata e insegura sólo hacía one shots jaja! Esta vez me demoré en actualizar pero fue por que me tomé unos días de vacaciones pero no suelo dejar abandonadas las historias porque también son fangirl y he recibido muchas veces esas puñaladas a mi corazón con mis autores favoritos que no actualizan :'( jajaja ok basta de drama! Espero y disfrutes el episodio de hoy!
Invitado: Hola! Gracias por el review y por seguir la historia, como ya lo había explicado si me demoré un poco (me disculpo por ello jejeje) pero aquí está la continuación que espero y también te agrade! Nos leemos! :D
"Lying close to you
Feeling your heart beating
And I'm wondering what you're dreaming
Wondering if it's me you're seeing
Then I kiss your eyes and
Thank God we're together
And I just want to stay with you
in this moment forever, forever and ever."
— Aerosmith, I don't want to miss a thing.
CAPÍTULO 2: MIEL SOBRE HOJUELAS
Un suave olor a vainilla proveniente de la cocina logra despertarme de mi sueño profundo. Cuando miro por la ventana veo que el día es soleado y hay mucha luz allí afuera por lo que asumo que ya debe ser bastante tarde. Sé que dormí más de la cuenta pero me relajo al saber que es sábado y hoy no tengo que presentarme en las oficinas de la D.S.O.
Estiro mis brazos perezosamente y me siento sobre la cama mirando el desastre de sábanas y almohadas que hay a mi alrededor. Sonrío para mi mismo cuando recuerdo el origen que ocasionó este caos en el dormitorio poniéndome de pie enseguida para poner un poco de orden en la habitación. Con cuidado hago la cama, acomodo las almohadas y recojo toda la ropa del suelo colocándola en un pequeño cesto de plástico para posteriormente llevarla a la lavadora. Después de que termino la breve limpieza del aposento noto que mi camisa blanca que llevaba puesta la noche anterior no está por ninguna parte.
"Mmmm seguramente Claire la guardó en algún lado" Razono para mí mismo a la vez que desisto en continuar la búsqueda de mi camisa.
Decido salir de la habitación principal vistiendo únicamente mis bóxers color negro, caminando sin hacer ruido por la casa, con la intención de sorprender a Claire.
Como si me estuviese escondiendo de una B.O.W. me escabullo hasta la cocina silenciosamente y me quedo recargado en la entrada mirando con sigilo a mi presa que estaba bastante entretenida cocinando unos hot cakes.
—Maldita sea. — Murmuró en voz inaudible a la vez que me muerdo el labio inferior cuando contemplo el bonito panorama que tenía enfrente.
Miro a una mujer de rostro angelical y cuerpo sensual que se encuentra a unos pocos metros de mí. Su melena pelirroja la lleva recogida en una coleta sencilla y su piel blanca resplandece gracias a la brillante luz del día. Mi camisa blanca que tanto había buscado esta mañana ella la llevaba puesta sin abotonar los dos primeros botones superiores, dejando al descubierto una generosa parte de su pecho. Mientras continúo observándola alcanzo a distinguir sus bragas de encaje color rosado afirmando para mí mismo que era la única prenda de ropa que llevaba puesta, además de mi camisa que le quedaba gigante, pero sin duda a ella se le veía mejor que a mí. ¡Hasta recién levantada es hermosa y jodidamente sexy!
Mirarla cocinando semidesnuda enciende mi temperamento y camino decididamente hacia ella, abrazándola fuertemente por la cintura y dándole un beso suave en el cuello.
— ¡Buenos días! — Saluda ella sin sobresaltarse ante mi acto inesperado.
— Buenos días. — Contesto con voz ronca susurrando en su oído logrando que su piel del cuello se erice.
— ¿Tienes hambre? — Me pregunta con voz dulce mientras voltea un hot cake con la espátula.
— Demasiada… Pero no precisamente de comida. — Le respondo en un tono perverso haciéndola girar hacia mí.
Claire comenzó a reír en voz alta, y yo la silencie con un beso apasionado metiendo mis manos por debajo de la camisa, acariciando suavemente su espalda. La pelirroja gimió de felicidad contra mis labios y yo la levanté en brazos sin dificultad para que ella enroscara sus piernas sobre mi cintura.
Aún sosteniéndola contra mí la recargué contra la pared contigua descendiendo besos hacia su cuello, la clavícula y los hombros, cuando de repente sostiene mi rostro en sus delicadas manos y me mira fijamente a los ojos.
— Todavía no termino de cocinar el desayuno. — Me reprendió ella dulcemente pasándome los dedos sobre los labios.
— Podemos desayunar después. — Insistí con la respiración agitada.
Y entonces, acercándose a mí comenzó a besarme lentamente dando ligeros toques en mis labios y las comisuras a la vez que me acariciaba el rostro con las manos. Cuando Claire me besaba de esa manera me hacía sentir en las nubes, provocándome un leve cosquilleo en el estómago y una neblina mental muy parecida a la que provoca el alcohol, que me aturdía y enfocaba mi mente exclusivamente en ella. Mi pequeña pelirroja conocía perfectamente los efectos que tenían en mí ese tipo de besos, y los usaba en mi contra cuando quería salirse con la suya.
Se alejó un poco de mi rostro para tomar aire, y removiendo un mechón de cabello que caía en mi frente, volvió a quemarme con su mirada y me dio un beso ligero en la punta de la nariz.
— Vamos a desayunar, ¿sí?
Y como era de suponerse, después de tal petición yo no podía decir que no.
Desayunamos tranquilamente los hot cakes con miel de maple y mantequilla. Yo bebía mi café americano sin azúcar y ella jugo de naranja fresco. Mientras comíamos, Claire se levantó para ir hacia la alacena y después de buscar por unos instantes la hermana de Chris Redfield regresó con un tarro enorme de crema de avellanas.
Tomando una pequeña espátula, la pelirroja que estaba sentaba frente a mí empezó a untar en sus panecillos una muy generosa cantidad de esa crema de chocolate, casi cubriéndolos por completo.
— ¿Sabías que la diabetes es la séptima causa de muerte en los Estados Unidos? — Le comenté a mi novia sin dejar de mirar sus empalagosos hot cakes.
Claire ignoró mi dato estadístico y tomando un pedazo de pan con el tenedor lo metió en su boca, poniendo una mueca de satisfacción en su cara al probar el chocolate en sus papilas gustativas.
— Ingerir tanta azúcar elevará tus niveles de glucosa… — Insistí a la vez que le daba un sorbo a mi café americano.
La mujer frunció el ceño en cuanto me escuchó y sacando la espátula del tarro la tomó entre sus manos como si fuera un arma y embarró mi mejilla del empalagoso chocolate.
— ¡Claire! Odio la crema de chocolate. — Me quejé estirando mi mano para tomar una servilleta y limpiar mi cara.
Y antes de que pudiera hacer uso de la servilleta, Claire se levantó de su asiento y se posicionó detrás de mí dándome un beso suave en donde estaba la mancha de chocolate llevándosela entre los labios.
Me quedé mirando con fingido enfado a lo que ella respondió con una mirada altiva, poniéndose de pie frente a mí, acomodándose ambas manos en las caderas y manteniendo el mentón en alto, retándome.
— No sabes con quién te estás enfrentando, Redfield. — La amenacé con una sonrisa macabra y levantándome despacio de la silla.
— Muéstrame de qué estás hecho, Kennedy. — Me contestó ella enseguida relamiéndose los labios.
Y poniéndome totalmente de pie flexioné mis piernas para lanzarme directamente hacia Claire, pero anticipando mi ataque ella se echó a correr por toda la casa, saltando encima de los muebles y burlándose de mí porque no había logrado alcanzarla.
Después de algunos minutos de persecución logré acorralarla en la sala y lanzándome sobre ella logré tumbarla en el sillón principal apresándola con mi cuerpo, dejándola totalmente inmóvil de brazos y piernas.
— ¿Creíste que podrías derrotar al mejor agente de la D.S.O.? — Le susurré despacio mientras fijaba mis ojos en los suyos.
Entonces, estirando su cuello hacia mí posó sus labios sobre los míos besándome con suavidad logrando que yo relajara la postura liberando sus extremidades, haciendo que ella se inclinara un poco más para profundizar el beso y con sus pequeñas manos comenzó a acariciar mis bíceps, dibujando cada trazo de mi cuerpo con sus dedos.
Comencé a respirar pesadamente cuando Claire se separó de mí para mirarme con expresión divertida, burlándose de mi mirada perdida a causa de su tacto con mi piel.
— ¿Y tú creíste que podrías resistir a los encantos de una Redfield? — Contraatacó la pelirroja a la vez que me daba un beso húmedo en un pectoral.
— Tú ganas… — Dije con voz ronca, encendido por la sensualidad de la mujer debajo de mí y continué: — Ahora, quiero mi premio de consolación.
Diciendo esto, uní mis labios con los suyos en un beso hambriento, invadiendo su boca con mi lengua y mordisqueando sus labios como si mi vida dependiera de ello.
Con desesperación comencé a desatar mi camisa de su cuello y exasperado por no poder ir más rápido la tomé por ambas partes arrancándole los botones de un solo tirón.
— Acabas de romper tu camisa favorita. — Me reprendió Claire mientras acariciaba mis hombros anchos.
— Ya no me gustaba… tanto. — Mentí en afán de no interrumpir más nuestro momento.
Contemplándola semidesnuda, mi pequeña pelirroja se sonrojó y se cubrió los pechos con los restos de mi camisa, ocultándose de mi mirada descarada. Esa mujer me hacía perder la cabeza. Era tierna, dulce, incluso infantil, pero su cuerpo era el de toda una mujer, apasionada, provocativa, llena de fuego. Me sentía tan afortunado de tener a alguien como ella a mi lado.
— No te ocultes de mí, cielo. — Le susurré despacio en el oído, sintiendo como se estremecía en mi pecho.
— Tenemos que terminar hoy nuestros deberes pendientes, Leon. — Me dijo con la respiración pesada.
— Claire, por favor. — Le rogué tratando de contener el fuego que me estaba invadiendo.
— No. Es nuestro único día libre y tenemos que aprovecharlo. — Respondió dulcemente dándome un beso suave en los labios para aplacarme.
Puse mala cara por no haber obtenido nada de lo que deseaba esa mañana y ella soltando una risita traviesa se colgó de mi cuello para darme un abrazo cálido.
— Eres como un niño caprichoso, lo sabes. Prometo que esta noche haremos lo que tú quieras, ¿de acuerdo?
— ¿Lo que yo quiera? — Repliqué en tono perverso y acechándola con la mirada.
— Si eres bueno, por supuesto. Ahora vámonos, tenemos cosas que hacer. — Respondió poniéndose de pie, apremiándome dándome un beso rápido en la frente.
Después de nuestra pequeña lucha en la sala, Claire y yo nos dispusimos a realizar nuestras respectivas tareas domesticas. Desde el día en que comenzamos a vivir juntos, la pelirroja y yo habíamos dejado reglas muy claras, una de ellas era la división de los quehaceres de la casa repartidos equitativamente siendo lo más democráticos posibles y estableciendo para ello los días sábado. Con el tiempo este acuerdo resultó mejor de lo que esperábamos y al final yo no tenía problemas con aspirar toda la casa o Claire en arreglar alguna falla mecánica del auto.
El día se pasó bastante rápido entre el arreglo del jardín, limpieza general del departamento y el acomodo de unos cuantos cuadros de pinturas surrealistas de los que mi compañera no se decidía en qué sitio de la pared debían ocupar un lugar.
Al finalizar todos nuestros pendientes la pelirroja y yo nos dejamos caer exhaustos sobre la alfombra suave de la sala principal.
— El cuidado de una casa es casi tan desgastante como luchar contra hordas de zombis. — Comenté sosteniendo la mano pequeña de la mujer que estaba a mi lado.
— ¿Quién dijo que vivir como personas normales era fácil? — Dijo ella apretando un poco más mi mano.
Levantando mi mano libre, miré la hora en mi reloj de pulsera y vi que aún era relativamente temprano.
— ¿Quieres ir al cine? — Le pregunté a mi novia mirándola a los ojos.
— ¿El agente Kennedy quiere tener una cita conmigo? — Replicó ella enarcando una ceja.
— Sería un honor para mí. — Dije en tono seductor besando su mano.
La pelirroja comenzó a carcajearse en voz alta y rápidamente se incorporó del suelo para ir al dormitorio a vestirse.
Claire era una mujer única en todos los sentidos. Pero la única cosa en común que compartía con todas las mujeres, era la demora que utilizaba para arreglar su imagen.
— ¿Ya casi estás? — Pregunté en voz alta mientras la esperaba sentado en el sillón de la sala.
— Dame un minuto, cielo.
Un minuto. Creo que en ese minuto de espera puedo terminar de ver el partido de futbol soccer que va comenzando, incluso si hubiera tiempos extras. Mujeres…
Después de algunos momentos más de espera, mi novia salió de la habitación vistiendo unos jeans ajustados, una chaqueta oscura y un par de botas altas que le llegaban hasta las rodillas. Su peinado era su típica coleta de caballo y en su cara llevaba un poco de maquillaje ligero. Sin duda Claire era una mujer que con un atuendo sencillo podía verse particularmente hermosa.
— Te ves preciosa. — La halagué mirándola de pies a cabeza.
— Gracias, tú siempre te ves guapo. — Me dijo cariñosamente mientras se abrazaba a mi cintura. — ¿Nos vamos?
Asentí con la cabeza y tomando las llaves de mi auto caminé hasta la entrada de la casa para ir directamente hasta el lugar de nuestra cita.
En el camino de la casa al cine ya era una tradición que siempre que viajábamos en coche Claire pusiera en el estéreo música de Queen su banda favorita, en donde siempre cantaba a todo pulmón sus canciones favoritas como "Bohemian Rhapsody", "I want to break free" o "Don't stop me now".
Dejé el vehículo aparcado en el estacionamiento de la plaza comercial y caminando hacia la entrada tomé de la mano a mi novia para ir a buscar la cartelera y elegir alguna película, aunque a decir verdad no había mucha variedad; algunas comedias románticas, dibujos animados, acción, humor y una cinta de terror que al parecer prometía bastante.
— ¿Cuál quieres ver? — Pregunté suponiendo que elegiría alguna de las comedias románticas.
— Esa.
Y mirando la cartelera, me di cuenta que señaló la película de terror. Claire siempre había sido de gustos exóticos así que no me sorprendía que eligiera ese cortometraje, ya que dentro de sus aficiones excéntricas yo estaba incluido.
Me acerqué a comprar los boletos dándome cuenta que la mujer que me atendía era una chica muy joven y bonita que al parecer intentaba coquetearme mostrándose sumamente amable conmigo. Mi pelirroja se dio cuenta de esto y antes de que yo pudiera escoger nuestros asientos ella se adelantó a contestar:
— Quiero dos asientos en la fila "F" por favor, uno para mí y otro para mi novio…
No hace falta decir el especial énfasis que ella hizo en la palabra "novio" fulminando con la mirada a la pobre chica. La empleada se quedó seria y en silencio le dio a Claire los dos boletos, a lo que ella los tomó con una de sus manos para que con la otra me apretara por las muñecas.
— Gracias. — Agradeció secamente dándose media vuelta.
— ¿Estás celosa? — Pregunté divertido ante la pequeña arruga que se marcaba en su frente.
— Esa tipa no dejaba de mirarte. — Comentó molesta arrastrándome con ella hacia la tienda de dulces.
— Yo sólo te quiero a ti. — Le susurré en su oído para después darle un beso suave en la mejilla.
— Ya lo sé. Pero yo soy la única que puede mirarte el trasero. ¿Entendido?
Y haciendo este comentario me dio una pequeña palmada en uno de mis glúteos reafirmándole a la empleada que no invadiera su territorio.
"Mujeres" pensé para mí mismo por la cómica escena de celos que acababa de presenciar.
Después de comprar palomitas, bebidas y los chocolates para Claire, entramos a ocupar nuestros asientos en la sala de cine y al terminar algunos anuncios comerciales, la película comenzó.
La cinta no era nada del otro mundo o algo por lo que valiera la pena asustarse. Mi trabajo y el de mi novia consistían en sobrevivir a pesadillas que parecían ser sacadas del mismísimo infierno así que sobresaltarnos por una película de terror era simplemente absurdo.
De repente en una de las escenas una abominación de enormes dientes y ojos saltones comenzó a comerse a una de las personas que eran perseguidas, destazándola lentamente y mordiéndola por partes de una manera bastante explícita.
Todos los presentes se mantuvieron tensos y perturbados ante ese acto tan grotesco, e incluso las chicas que estaban allí soltaban alguno que otro grito o se aferraban al brazo de sus acompañantes. Todas excepto una.
Cuando esa parte de la película transcurría, mi compañera comenzó a reír escandalosamente atrayendo las miradas de las demás personas que nos veían como si la pelirroja hubiese enloquecido.
— Bebé, baja la voz o van a sacarnos de la sala. — Murmuré en voz baja intentando silenciar a Claire.
— ¡Es que, por favor! ¡Allí hay por lo menos 7 litros de sangre derramada, el cuerpo humano sólo tiene 3 litros! — Me indicó la hermana de Chris Redfield señalando a la pantalla por lo ilógico de la cinta. — Además eso no da miedo, es una botarga con efectos especiales.
— Lo sé cariño, pero baja la voz. Estas personas no se enfrentan a situaciones verídicas con mutaciones reales como para notarlo. — Dije tratando de contener la risa ante su comentario ocurrente.
La chica hizo un puchero y continuó mirando la película comiendo palomitas y chocolates.
Cuando salimos del cine, fuimos a cenar sushi en un restaurante japonés que estaba en la misma plaza comercial para después dirigirnos de regreso a casa.
Nunca me expliqué como es que jamás me cansaba de hacerle el amor a esa mujer. Besar todo su cuerpo, sentir su piel contra la mía, mantenerme dentro de ella mientras clavaba sus uñas en mi espalda. Toda esa mezcla de sensaciones nublaba mi mente y me hacían sentir que jamás tendría suficiente de Claire. No se trataba sólo de sexo y la pasión que existía entre ambos, había algo más, algo que no lograba detectar pero que mi corazón sentía.
Dormía plácidamente en mi pecho, abrazándose a mi torso acurrucada a mi lado. Correspondía a su abrazo peinando su cabello alborotado acomodando con cuidado los mechones que caían en frente.
— Te amo, Leon… — Susurró entre sueños mientras suspiraba pesadamente para aferrarse más a mí.
Sonreí ante sus palabras, besando cálidamente su frente y dejando mis labios durante un buen rato plasmados en su piel cuando ella continuaba durmiendo. Lo que sentía por Claire era algo bastante fuerte y en cierto punto indescriptible, pero aún no me sentía listo para contestarle un "Te amo, también." No sé si fue por cobarde, por vanidad, o simplemente por imbécil que estas palabras no podían fluir de mis labios, pero sosteniéndola entre mis brazos la percibía tan segura que nunca pasó por mi mente la posibilidad de que algún día pudiera alejarse.
Jamás pensé que llegaría a arrepentirme de todos los "te amo" que no le dije y que ella ya no desearía escucharlo…
A/N: En el capítulo de hoy tal parece que Claire y Leon eran la pareja perfecta, algo muy fuerte debió de haber pasado entre ellos para que se separaran después de ver una relación tan estrecha... Y la pregunta es, ¿Qué fue lo que sucedió?
Como ya saben, su opinión para mí siempre será importante así que cualquier duda o crítica que tengan sobre la historia no duden en comentarla en los reviews o si así lo prefieren también respondo mensajes privados.
¡Muchas gracias por leer! ¡Nos leemos pronto!
