¡Hola a todos! Estimados lectores, estoy de vuelta con la actualización de esta pequeña historia. Muchas gracias por sus buenos comentarios, en verdad es un lindo detalle que se tomen el tiempo de comentar esta historia, gracias de verdad. Creo que todos quieren linchar a Leon por pretender engañar a Claire pero hoy veremos si resiste a la tentación.

Así que no los interrumpo más y disfruten de la lectura!


MISSESHARPERREDFIELD: Hola! Qué te puedo decir? Como Leon mismo dijo: "Ella es una parte de mí que no puedo dejar ir." Al agente de la DSO le cuesta demasiado desprenderse del fantasma de Ada, pero veamos si logra resistir la tentación. ¡Espero y el episodio de hoy te agrade!

Frozenheart7: Amiga mía, muchas gracias por tus buenos deseos! Sabes bien que es recíproco! :3 Últimamente estoy hecha un lío con actualizaciones y las nuevas historias que están en el horno, pero ya veré como me las arreglo, ahora pasemos a la historia!

Tienes muy buena intuición, aunque no tan rápido *música de suspenso* pasarán algunas cosas que mencionaste pero no precisamente en ese orden! Ya lo verás hoy! Un abrazo!

PD: No he olvidado que te debo el final de "Polos Opuestos" y la actualización de "Mala Sangre", pero como has visto, la inspiración se ha puesto muy cruel conmigo en cuanto a mis historias en curso, en cambio se desborda para redactar fics nuevos. Estoy en medio de una crisis que espero y resolver pronto, no soy de abandonar historias. Pido y doy gracias por la paciencia. D:

Kiss: Hola! Al parecer Leon va a hacerlo otra vez, pero créeme va a pagar caro sus errores, de eso puedes estar segura y algo de eso lo verás en el episodio de hoy!

Invitado: Hola! Creo que todos ya suponen lo que va a pasar con la actitud predecible de Leon, pero para eso estamos los autores! Para poner trabas en su camino, ya hoy leerás porqué. Muchas gracias por el review y por seguir la historia! :D

Susara K1302: Hola amiga, un gusto leerte! Me alegra mucho que la historia te haya atrapado considerando que eres fan Aeon y esta pareja sea "la competencia" de tu OTP. Bien Leon es un poco tonto, pero vamos, es sólo un hombre confundido aunque pronto comenzará a tener problemas. Respecto a contestar los MP tengo un jodido problema en FF, últimamente he tenido bastantes problemas técnicos con mi cuenta y es por eso que no he respondido los mensajes. Hace unos días incluso tenía problemas para visualizar reviews y hasta apenas hace 2 días ese asunto se resolvió. En cuanto termine de resolver estas broncas técnicas respondo enseguida tus mensajes, ya hace falta maldecir y platicar un rato!


I was dreaming of the past

and my heart was beating fast.

I began to lose control,

I began to lose control.

I didn't mean to hurt you

I'm sorry that I made you cry

oh no, I didn´t want to hurt you

I'm just a jealous guy.

— John Lennon, Jealous guy.

CAPÍTULO 4: UN RIVAL EN POTENCIA

No hace falta decir qué pasó después de que realicé esa llamada a Ada Wong ni siquiera suponer los detalles más morbosos.

Durante los primeros días, casi todo corría su curso normal, excepto porque tuve que sacrificar mi horario de comida con Claire para reunirme con Ada. Al principio, ese tiempo bastaba para mis encuentros casuales con la musa escarlata, pero entre más convivencia tenía con la mujer de rojo, esos momentos se volvieron insuficientes. Entonces, excusándome bajo una fingida carga excesiva de trabajo, mi compañera tuvo que empezar a conducir por sí misma para irse a Terra Save, y yo pudiera quedarme hasta tarde en la "oficina" para extender mis visitas clandestinas.

Creí que podría manejar la situación. No pensaba abandonar a Claire, eso estaba decidido. Y respecto a Ada, sólo deseaba curarme de mi amor enfermizo hacia ella, creyendo ilusamente que jugando su juego con el tiempo llegaría a aburrirme y podría superarla fácilmente. Pero lamentablemente me equivoqué. Cada día mi necesidad aumentaba en una sed insaciable como si fuese una peligrosa adicción donde no solamente yo estaba en riesgo sino también la menor de los Redfield. En este lío, Claire era la más inocente y la que resultaría más afectada si este embrollo terminaba mal. Es por ello que en la medida de mis posibilidades, trataba también de hacer feliz a la pelirroja aunque no podía evitar del todo mi desapego hacia ella. Yo era un gusano miserable, de eso no tenía duda, pero la agente de Terra Save merecía un príncipe y si eso era lo que deseaba eso de mí, ¿quién era yo para negarme?

El plan era simple, viviría una doble vida para satisfacer mi necesidad de Ada, pero también me esforzaría por mantener contenta a Claire. Complicado de realizar, pero era lo mejor para todos, o al menos, era lo que erróneamente creía. Una solución utilitarista a un problema sin remedio. Aunque nunca imaginé que muy pronto todo se me escaparía de las manos.

Una tarde de un miércoles cualquiera y por alguna estúpida excusa de la que no presté atención, no pude tener mi cita con la espía asiática, razón por la cual pude volver más temprano a casa y me tenía de mal humor.

Estacioné el auto en el garaje y cuando entré en el departamento noté que Claire no había vuelto todavía del trabajo. Encendí el televisor para matar el tiempo y permanecí mirando un partido de futbol soccer que prometía bastante. Después de varios minutos caminé hacia la cocina para calentar la cena que estaba en el horno, debido a que mi novia ya no me esperaba para cenar pero siempre se tomaba el detalle de guardarme comida para que yo únicamente me dedicara a calentarla. Sin duda la menor de los Redfield era una mujer más que excepcional que yo no me merecía.

Durante el medio tiempo, fui a preparar mi cena para después llevarme un plato de lasaña caliente y una cerveza hacia la sala para continuar mirando el partido de futbol. Mientras me mantenía concentrado viendo la televisión un ruido proveniente del exterior captó mi atención y decidí echar un vistazo por la ventana.

Un vehículo pesado se estacionó afuera de la casa. Al mirar el automóvil me di cuenta que era un Jeep de la BSAA. Perdí el interés cuando miré el imponente furgón de la organización antiterrorista, suponiendo que pertenecía a Chris Redfield y que quizá venía a buscar a su hermana, pero enseguida abandoné esa idea para llevarme una sorpresa para nada agradable.

Bajando del Jeep, distinguí a un hombre joven que estaba abriendo la puerta a su acompañante. Alto, corpulento y de tez clara. De expresión seria y ojos verde pálido se notaba a leguas que era un soldado de la BSAA, además de que su corte estilo militar en su cabello castaño también lo delataba. El sujeto abrió la puerta del copiloto y vi bajar a Claire apoyándose de la mano de este, sonriendo de oreja a oreja mientras él bromeaba amenamente.

¿Qué mierda acababa de ver? Una oleada de calor invadió mi cuerpo y comencé a sentir un nudo en el estomago que me impidió seguir comiendo mi lasaña. Sin poder creer lo que veía, presté más atención a mi espionaje por la ventana y registraba en mi mente cada detalle de esa desagradable escena. ¿Qué hacia mi novia con ese imbécil?

Cuando la pelirroja estuvo de pie en la acera, el militar se quedó frente a ella para continuar una conversación que yo no lograba escuchar pero que no me gustaba nada. La menor de los Redfield sonreía con lo que fuera que ese individuo le estuviese diciendo y de vez en cuando soltaba una risita tímida. Cuanto más pasaban los minutos de esa charla que no conocía, mi rabia iba aumentando poco a poco a la vez que observaba la manera en que ese sujeto miraba a Claire. Le di un buen trago a mi cerveza mientras seguía contemplando todo aquello.

En ese momento, cuando ella estuvo a punto de despedirse, el osado desconocido se agachó para darle un beso atrevido en la mejilla. Entonces, estallé. ¡Hijo de mil putas!

Una explosión de cólera comenzó a carcomerme las entrañas cuando vi que ese bastardo se había atrevido a robarle un beso a mi novia. Comencé a hiperventilar violentamente en un débil intento por tranquilizarme pero definitivamente mi estrategia no estaba funcionando. Nunca había sido un hombre posesivo ni mucho menos, de hecho me gustaba considerarme en la categoría de "sujetos tranquilos", pero por primera vez, estaba experimentando un fuerte ataque de celos. La sangre me estaba hirviendo y era una molesta sensación que no podía ignorar.

Observé que Claire se dirigía hacia la puerta de la casa, y me senté enfurruñado en el sillón, fingiendo que miraba la televisión, aunque mi expresión furiosa me delatara.

La pelirroja entró en la casa y se sorprendió de descubrirme sentado en la sala, pero inmediatamente su expresión se tornó a una de felicidad por verme a temprana hora en el departamento.

— ¡Hola, cielo! — Saludó alegremente dándome un beso rápido en los labios. — Debiste haberme avisado que hoy volvías temprano para cenar contigo. — Me reprendió dulcemente al ver mi plato de comida en la sala.

— Supuse que ya estarías aquí. — Dije con voz monótona tratando de disimular mi enfado.

— Hoy me retrasé un poco. El Porsche se averió y llamé a Chris que se ofreció para llevarlo a reparación. Iba a pedir un taxi para volver a tiempo a casa pero mi hermano me invitó a cenar junto con uno de sus subordinados y como no tenía mi auto, el amigo de Chris amablemente me trajo hasta aquí…

— ¿Quién es el sujeto que te trajo hasta aquí? — Pregunté interrumpiendo su relato.

— Es el francotirador del equipo Alpha en el que Chris es el capitán, su nombre es Piers Nivans. — Respondió Claire con naturalidad.

Piers Nivans, así que ese era el nombre del bastardo.

— ¿Por qué no me llamaste para que yo mismo te ayudara con la reparación de tu auto? — Pregunté lentamente en afán de que mi tono de voz no sonara agresivo.

— Porque supuse que estarías ocupado y no quería interrumpirte. — Se defendió la pelirroja de mis tenues acusaciones.

No contesté. Lejos de parecer una conversación de pareja, esto era más similar a un interrogatorio de los que solía realizar en la D.S.O.

Claire se dio cuenta de mi expresión malhumorada y enarcando una ceja preguntó con diversión:

— Leon, ¿estás celoso?

Continué sin responder quedándome enfadado en el sillón, mientras ella estalló en una explosión de sonoras carcajadas, burlándose de mi enojo.

No le encontré lo divertido por ningún lado. Estaba cabreado y a ella le parecía gracioso. Me molestaba demasiado que no se tomaran en serio mis emociones y la pelirroja parecía importarle poco que yo estuviera hirviendo en celos.

Después de unos instantes dejó de reírse y se sentó a horcajadas encima de mí, tomando mi rostro entre sus manos.

— Leon… — Pronunció nuevamente mi nombre con voz musical mientras me miraba fijamente a los ojos, — Piers Nivans es sólo un amigo, no tienes porque sentir celos de él. Yo te amo a ti.

Enseguida, apartó un mechó de cabello que me caía en la frente y se acercó tiernamente a mí, posando sus labios en los míos con dulzura. Sus caricias aunadas a esa declaración de amor, ablandaron de inmediato mi corazón y mi enfado desapareció tan rápido como llegó. Mi respiración se tornó pesada y decidí continuar con lo que Claire había iniciado. La tomé en brazos y me la llevé hasta el dormitorio para hacer con ella lo que me viniera en gana.

Ya había pasado una buena temporada desde la última vez que había hecho el amor con mi pareja, tomándome mi tiempo para besarla y acariciarla. Confieso que ya había olvidado lo fantástico que era compartir las sábanas con la pelirroja. Por un momento era como si nada hubiera pasado y sólo existiéramos ella y yo.

Mientras mi hermosa niña dormía en mi pecho, yo jugueteaba con su cabello acomodándolo entre mis manos. Era tan delicada, tan tierna, tan apasionada… Claire no se merecía lo que yo estaba haciendo, jugar a la doble vida era una infamia de mi parte y sabía que si yo deseaba seguir quedándome a su lado, algún día se lo tendría que confesar. Pero dentro de mi miserable existencia, yo no quería perderla. Perder a mi compañera de Raccoon City me aterraba y sabía que si le contaba lo que estaba sucediendo con Ada, difícilmente me perdonaría y sería con justa razón. Pero ahora, tenía un nuevo problema; el tal Piers Nivans.

Aunque Claire se aferrara a la idea de que sólo eran amigos y tal vez para ella así lo fuera, me quedó bien claro que para él no era así. La manera en como la miraba, sus atenciones, su evidente galantería… Yo también fui amigo de Claire y hacía exactamente lo mismo, y por experiencia sé que ese sujeto no busca amistad. Él quería algo más y yo lo sabía muy bien, pero mi novia parecía no percibirlo. Ella era muy dulce y amable con todo el mundo como para que esos pensamientos y cortesías malintencionadas pudieran afectarla. La menor de los Redfield me amaba, doy fe de ello, pero si llegaba a enterarse de mi engaño y con ese tal Nivans rondándola tan cerca, ese amor estaba en peligro y no deseaba arriesgarme. Tenía que conservar el amor de Claire a como diera lugar, y no iba a rendirme fácilmente.


Al pasar de los días todo parecía volver a la normalidad, incluso reduje mi tiempo a las visitas con Ada para pasar nuevamente más tiempo con Claire, hecho que alegró profundamente a la segunda, pero molestó a la primera. Como quiera que fuera, la musa escarlata sabía que entre ella y yo no había algo serio, por tanto no tenía ningún derecho de reprocharme nada, lo cual era un punto a mi favor. En cambio, Claire sí era una prioridad.

A pesar de que trataba de equiparar todo el tiempo de la pelirroja, ese Piers Nivans parecía que tampoco deseaba rendirse y con el paso de los días, se fue convirtiendo en una verdadera molestia para mí.

Una tarde mientras yo volvía a casa, encontré a la Redfield menor sentada en la sala, mientras sostenía su pequeño ordenador portátil en las piernas. Al juzgar por su expresión, había algo bastante divertido en la pantalla de la computadora ya que ella mantenía una mueca permanente de felicidad.

En cuanto me vio llegar, me recibió amorosamente como todos los días dejando la computadora encendida sobre la mesita central. Ella tenía un antojo terrible por pizza hawaiana, y yo accedí de buena gana a esa sugerencia para la cena. Mientras yo hacía el pedido de la pizza que llegaría en 30 minutos, Claire aprovecharía ese tiempo para ducharse y yo esperaría al repartidor para recibir la comida.

En cuanto mi novia se metió en la regadera, me acomodé en el sillón para esperar la cena, y entonces miré sobre la mesa la laptop de la pelirroja. Siempre había sido respetuoso de la privacidad de la Redfield menor, pero en los últimos días dudaba incluso de mi propia sombra, y muy en contra de mis principios, tomé la computadora de mi compañera, dispuesto a averiguar qué era lo que la mantenía tan feliz unos momentos antes.

Cuando fisgoneaba en su ordenador, noté que en una de las pestañas estaba abierta su bandeja de entrada del correo electrónico, y dando un click en la página principal, comencé a revisar sus mensajes.

Tenía la bandeja saturada. Mensajería inútil sobre publicidad, redes sociales y recibos de compras por internet abundaban en el buzón virtual, hasta que encontré un correo que llamó mi atención. Era un mensaje privado de un remitente que no tenía agregado en sus contactos de Hotmail e invadido por la curiosidad abrí la nota que ya había sido revisada anteriormente y me puse a leer el contenido.

Querida Claire.

En nombre de nuestra unidad, yo sólo quería decirte que fue realmente agradable verte el otro día. Gracias por tomarte el tiempo para hablar con todos. Los chicos realmente te aprecian.

Sé que te sorprendió la reacción de los hombres cuando te vieron. Me explico. Cuando nos enteramos de que Terra Save estaría en el lugar, los chicos sabían que vendrías y se sintieron un poco emocionados por la idea. Ellos ya habían escuchado historias sobre ti y sabiendo que eres la hermana del capitán, bueno… Digamos que estaban esperando a alguien más parecido a su línea estructural. He tratado de decirles lo contrario, pero su imaginación es mejor que ellos.

Entonces cuando llegaste… Bueno, aparte de no ser lo que esperaban, nosotros no llegamos a interactuar con muchas mujeres bonitas en nuestra línea de trabajo, por eso tuvieron esa reacción. Entonces tuvieron que recordar que eres la hermana del capitán, y eso los volvió torpes. Me disculpo por eso, señora.

Probablemente te diste cuenta por ti misma, pero todos tenemos mucha admiración y respeto por el capitán. Además de ser un líder muy capaz, él nos trata como una familia. Él es una inspiración para todos nosotros.

Hablando de hombres, todos esperamos la oportunidad de trabajar contigo otra vez. Nuestros caminos no se pueden cruzar a menudo, y sé que estás muy ocupada, pero sería bueno hablar de vez en cuando, incluso a través de correo electrónico. Sólo entre tú y yo, si tienes una fotografía del capitán cuando era más joven, ¡me encantaría verla! Escuché que en aquél entonces él era muy diferente, pero él no nos muestra nada.

Hay mucho más que me gustaría decirte, pero es tiempo de que esté listo para el siguiente registro. Estas misiones no son fáciles, pero es bueno saber que tenemos aliados como la organización que nos respalda. Sigamos luchando buenas batallas.

Piers Nivans.

Esto ya era demasiado para mí. ¡Grandísimo hijo de puta! Sabía que ese cabrón no se rendiría tan fácil. Ese bastardo le coqueteaba a mi novia ¡en mis narices!

Conforme iba leyendo el patético intento del soldado por ser agradable con mi dulce pelirroja, sentía que la sangre me estaba hirviendo y en cualquier momento iba a explotar. Estaba consciente que al tal Nivans le gustaba la hermana menor de su capitán, lo había notado desde el primer momento, pero ahora había confirmado mis sospechas, ese imbécil pretendía robarme a Claire.

Sentí que de repente todo se tiñó de color rojo frente a mi vista, pero traté de tranquilizarme para procesar de una manera más adecuada esa ridícula carta. Juro que si en ese momento hubiese tenido enfrente a Piers Nivans lo hubiera molido a golpes.

Me sentía tan enfadado, tan lleno de rabia... Me imaginaba a todos esos militares de la BSAA mirando como lobos hambrientos a mi novia cuando su hermano no estaba lo suficientemente cerca para intimidarlos. Ese solo pensamiento me enfermaba. Estaba enfermo de celos.

Dentro de mi fuero interno quería pedirle a Claire una explicación de esto y exigirle que se alejara de ese estúpido soldado cuanto antes. Pero muy a pesar de mi cólera, no me atrevía a reprocharle nada a la Redfield. Era un cínico lo sé, pero no me atrevía a reclamarle a la pelirroja mis propios defectos. ¿Con qué cara iba a recriminarle a mi pareja la amistad que tenía con ese sujeto? Además de que no tenía pruebas suficientes de nada, ella en ningún momento me estaba engañando y en cambio yo sí estaba siéndole infiel. Echarle en cara algo a mi compañera era un acto sinvergüenza incluso para mí, así que aunque me estuviera revolcando en el piso por los celos no le mencionaría ni una palabra a la hermana menor de Chris y me tragaría mi enfado en silencio.

En ese momento, el repartidor de pizzas tocó la puerta y sin decir una palabra me limité a recibir el paquete y pagar. Enseguida Claire salió hacia el comedor vistiendo una camiseta y unos pantalones cortos sin aún secar totalmente su cabello húmedo. La pelirroja estaba muy hambrienta pero después del mal rato que acababa de pasar me excusé con ella para no probar bocado y retirarme a la habitación para recostarme en la cama e intentar dormir. No quería que me viera afectado y comenzara a sospechar algo.

Estando ya en el dormitorio, me dejé caer pesadamente sobre la cama y me coloqué una almohada en la cara para poder obstruir la visión de mi rostro. Maldita sea. Necesitaba pensar en algo para controlar mis celos o estos acabarían conmigo. Estaba muy celoso, demasiado. Otra característica de los cínicos como yo es que tenemos la firme creencia de pensar que todos los demás son iguales a nosotros, por tanto no podemos evitar desconfiar de todo. No podía apelar a hacerme el ofendido con ella por su amistad con el subordinado de Chris, ya que dentro de mi consciencia sabía que era el menos indicado para hablar de fidelidad y lealtad a una pareja. Así que en ese sentido, estaba atado de pies y manos. Sólo me quedaba ponerle un alto a Nivans, dejarle bien en claro que la Redfield me pertenecía, que era mía y de nadie más, pero la pregunta era; ¿cómo?

Pensé en cuál sería el momento idóneo para actuar y una idea brillante cruzó mi mente.

Dentro de una semana, sería el evento anual de la lucha contra el bioterrorismo y para congratular a las personas que han dedicado su vida a ello, la BSAA y Terra Save harían una cena de gala en un hotel de lujo, donde se harían las condecoraciones a los agentes más destacados de dichas alineaciones y al ser un evento de ambas organizaciones era muy probable que ahí pudiera conocer en persona al famoso Piers Nivans.

Perfecto. Una semana era el tiempo que tenía para marcar mi territorio ante ese soldado idiota. No iba a permitir que nadie se acercara a Claire, ni él, ni nadie.


A/N: Leon es un pillo! Creo que está comenzando a comprender que Claire es una mujer bella y valiosa y hay alguien muy interesado en ella, hoy el pobre sí que ardió en celos. Veamos que escena arma en esa fiesta en donde se topará frente a frente con Piers Nivans. Creo que sacarán chispas!

Como ya saben, su opinión para mí es valiosa así que les agradecería demasiado me la hicieran saber, ya sea por review o MP.

¡Muchas gracias por leer!

¡Nos leemos pronto!