Hola a todos. Ésta vez la actualización demoró unos días más de lo acostumbrado, debido a que el tiempo me comió y también a ciertos problemas dentro de Fanfiction, que no sé si ya sean de su conocimiento.
Si han escuchado algunos rumores, sólo quiero confirmarles que es cierto, Fanfiction fue robado en su TOTALIDAD, siendo plagiado por páginas espejo que copian todo el contenido que vemos aquí, tanto historias como perfiles de usuario, en los cuales, los dueños de estas páginas usurpadoras, ganan dinero por anuncios publicitarios a costa de las historias. No está demás decir que efectivamente, es un problema SERIO.
Algunos autores ya realizaron las respectivas denuncias e incluso han puesto en "hiatus" sus historias, mientras todo esto se resuelve. Aquí mi postura al respecto.
Cuando inicié en Fanfiction, lo único que deseaba era pasar un rato agradable leyendo historias de mis sagas favoritas y escribir para compartir mis ideas con ustedes. No es justo que otras personas estén lucrando con algo que nosotros hacemos por simple creatividad, pero tampoco es justo para nosotros marcharnos de aquí, y creo que mucho menos es justo para ustedes que nos leen.
Por tanto, les comunico que TODAS mis historias, van a CONTINUAR con la misma normalidad de siempre. En caso de que algo más suceda con el portal de Fanfiction y la situación se vuelva insostenible, me veré obligada a tomar otras medidas, pero por el momento, les informo que me quedo y mis historias también.
Posiblemente en un futuro no muy lejano, comenzaré a retransmitir mis historias en Wattpad como una vía alternativa para que también allí puedan leerme si así lo desean. Si quieren más información sobre este último punto, por favor, dejen un mensaje privado y con gusto les cuento los detalles.
Sin más por el momento, los dejo con el capítulo 6 de esta historia que gracias a ustedes ha tenido una mejor aceptación de la que esperaba.
¡Muchas gracias por leer y por la comprensión! ¡Y adelante que de aquí no nos vamos!
Un abrazo fuerte, y sin más, ¡disfruten!
Frozenheart7: Querida, siempre me alegras el día con tus reviews ¿lo sabías? Jajaja efectivamente, tienes mucha visión para las historias, deberías de ser vidente como bien dices, creo que te daría buenas ganancias!
Leon se está portando como un imbécil y Piers está ganando puntos, ya verás en el capítulo de hoy que nuestro agente de la DSO perderá otros puntos más.
Chris y Sheva, tenía que hacerlo, ¡joder! Esos dos son mi OTP jajaja perdón no resistí.
Jaja tantas preguntas, espero y te haya bien en tu examen chica, y ahora en cuanto a lo demás, te diré que nos estamos acercando hacia el final de esto, calculo yo unos dos o tres episodios más. Mala Sangre, ¡carajo! Ya voy para dos meses prometiendo actualización pero ya casi está, sólo me falta detallar algunos detalles en cuanto a Leon y Claire que es la parte que me falta porque la parte de los villanos ya está, y también la de Chris, Sheva, Jake, Helena, Josh, Jill, Carlos Sherry, ya está… Prometo no decepcionarte con mi actualización y también con el episodio de hoy, que no por nada, pero va a estar bueno.
¡Un abrazo mexicano!
Kiss: Me alegro muchísimo que el episodio te haya gustado, creo que logré mi propósito de cargarle emoción a la historia con poner a pelear a Piers con Leon!
Y si, Piers es un chico con los pantalones bien puestos, que no teme declarar sus sentimientos por Claire delante de nadie, ni siquiera delante de Leon!
En cuando al sufrimiento de Leon, mi estimada, no has visto nada aún, hoy comprobarás que le esperan cosas peores!
Espero y esta entrega sea de tu agrado. ¡Nos estamos leyendo!
Diaraguila: Asjakdasdak me da tanto gusto verte por aquí! Soy una vergüenza en deviantart, casi no me da tiempo de estar por allí y es por eso que he tenido abandonado el sitio, creo que ya notaste que paso más tiempo por aquí. ME da gusto que una crack en el arte de fans me esté visitando aquí en Fanfiction. Espero y el capítulo de hoy te guste. ¡Gracias por la visita!
GeishaPax: Querida, me estoy preguntando seriamente si ganas dinero por dejar reviews jajajaja Es un gusto saber que sigues la historia incluso cuando te encuentras lejos, me harás llorar de la emoción y eso no es bueno, yo soy un ser del mal y los seres oscuros no lloramos jajaja Leon es endemoniadamente sexy, no lo discuto, pero se está pasando de listo y va a pagarlo!
Algo curioso es que tú eres la única que ha notado ese detalle, sobre el futuro de Piers en RE6, y creo que por eso mereces el adelanto exclusivo. Es probable que realice una secuela de esta historia, planteando esa posibilidad, usando la trama de RE6 pero relatada al igual que aquí desde la perspectiva de Leon. Aún no es seguro que la haga, pero de ser así, ahí veremos más sobre el joven Nivans.
Por lo pronto, sólo puedo dejarte con este capítulo en donde espero, no quieran terminar linchando al pobre Leon. ¡Nos leemos!
Susara K1302: Amiga, me da gusto que estés sintiendo algo por Claire aunque suene feo jajajaja El creva era un detalle inevitable, ya sabes que es mi pareja favorita! Ahora sólo te adelanto que especialmente a ti, va a gustarte el capítulo de hoy. Ya sabrás por qué… ¡Nos estamos leyendo!
xIfYouSaySox: Bienvenido(a) a mi historia! Me da mucho gusto que haya sido de tu agrado y agradezco también tu review. En esta historia trato de relatar a un Leon con cierto encanto y cinismo a la vez, que espero y lograr una combinación adecuada que al final, los deje con la boca abierta! Espero y el capítulo de hoy te guste!
Guest: Hola! Vaya, creo que por decisión unánime todos quieren ver sufrir a Leon, y tal vez hoy nuestro rubio tendrá su dosis de dolor. Si te gustó el episodio anterior, estoy segura que el de hoy también va a gustarte. ¡Gracias por leer y también por el review!
Shyzu-Jyo: ¡Hola! Gracias por seguir mi historia y también por dejar un review. Normalmente actualizo con más frecuencia, pero por las circunstancias que ya había explicado, se me había complicado un poco subir el nuevo capítulo. Espero y eso no sea un problema :D Ojalá y el episodio de hoy te guste!
Rose: Hola! Muchas gracias por seguir mi historia y gracias también por dejar aquí tu opinión, es muy importante para mí. Y bueno hoy también voy a hacer arder al mundo jaja espero no me odies demasiado! ¡Nos estamos leyendo!
Guest: Hola! Perdona la demora jejeje, pero por la razones que ya explique antes, fue que demoré en actualizar, pero agradeciendo la paciencia, aquí dejo la nueva entrega que espero te guste!
"Late at night I close my eyes
and think of how things could have been.
And when I look back
I remember some words you had said to me;
It's better to have lost at love
Then never to have loved at all."
— Poison, I won't forget you.
CAPÍTULO 6: IN YAAKUMECH
Acomodaba en el maletero del auto el equipaje de Claire, colocando con cuidado las valijas y procurando que todo ocupara el menor espacio posible.
No me agradaba en lo absoluto este viaje de la pelirroja. A pesar de que ella argumentara que esa ausencia serviría para despejarse y olvidarse un poco de lo que había sucedido los últimos días, yo seguía renuente a que la Redfield se alejara de mí en estos momentos. Este no era un viaje de placer sin duda, pero un congreso por parte de Terra Save en el Caribe mexicano seguramente le daría unas buenas horas de descanso en las que podría pensar libremente sobre lo que estaba pasando en nuestras vidas, y eso me preocupaba.
Desde aquél incidente en la cena de la BSAA, no es difícil imaginar lo que pasó. Cuando llegué a casa, Claire ya estaba dormida o por lo menos eso fingía. Me recosté a su lado e inmediatamente sentí su renuencia a acercarse a mí, señal que indicaba que no sólo estaba enfadada conmigo, sino que estaba cabreada, demasiado cabreada. Decidí no tentar al destino y no despertar a ese demonio iracundo característico de los Redfield cuando se tocaba el límite de su paciencia. Preferí limitarme a dormir.
Al día siguiente, para cuando me levanté ella ya no estaba a pesar de que aún era muy temprano. La busqué por toda la casa y sólo encontré un plato con un par de huevos fritos con tocino y un café americano, que supuse era mi desayuno. Esa mujer era generosa incluso cuando perdía los estribos.
Durante todo el día no me llamó, ni dejó algún mensaje con mi asistente ni nada por el estilo. Ni siquiera me buscó para ir a comer. Esa situación me estaba desquiciando de sobremanera considerando que aún no habíamos hablado de nada de lo que había sucedido al respecto y para colmo de mis males, la chica de la melena rojiza me estaba evadiendo.
Volví a casa antes que la Redfield y para cuando regresó, continuó ignorándome, hasta que armándome de valor la tomé por el brazo y la detuve antes de que se retirara a dormir.
— Claire, tenemos que hablar sobre lo que pasó anoche. No me comporté como debía. — Dije reflexionando un poco, ya que no estaba del todo arrepentido de haberle dejado un ojo morado a Nivans.
— Tienes razón, Leon. No te comportaste como debías. ¡Te comportaste como un verdadero idiota! Tanto tú como Piers actuaron como un par de niños peleando por un juguete nuevo. — Me reprochó la pelirroja zafándose de mi agarre.
— Cielo, por favor. — Insistí mirando el enfado de la chica.
La menor me fulminó con la mirada, viendo como sus ojos azules ardían con la más profunda indignación.
— ¿Pero qué diablos pensaban, Leon? ¿Qué yo soy un premio, un trofeo sin voluntad al que pueden disputarse como si mi opinión no importara? —Me reprochó la niña de ojos azules, mientras la ira se dibujaba en sus finas facciones.
Me quedé en silencio esperando la larga lista de reproches, pero inexplicablemente se calmó rápidamente y relajó de nuevo su postura, borrando su arranque tan rápido como llegó.
— Hablé con Piers hoy. Le reproché su comportamiento de anoche y también le pedí que no volviera a buscarme. Le dije que lo mejor era terminar nuestra amistad.
Abrí los ojos sorprendido. No me esperaba que la chica de piel porcelana le pusiera un punto final a su relación con Nivans. De verdad estaba muy enfadada aunque debo decir que me alegraba demasiado que haya mandado muy lejos a ese zoquete de la BSAA.
— Pero el que haya decidido finalizar mi amistad con Piers, no quiere decir que las cosas estén mucho mejor contigo.
¡Mierda! Ahora iba mi parte del castigo.
— ¿Qué quieres decir? —Pregunté con desconfianza, presintiendo que algo malo estaba por venir.
— Lo que sucedió anoche me hizo pensar muchas cosas y hay algunas decisiones que tengo que tomar al respecto, pero no ahora, ni aquí. Me iré al congreso de Terra Save para tomarme unos días de descanso y meditar acerca de todo esto.
¿Qué rayos significaba eso? ¿Me estaba pidiendo un tiempo? ¿Qué decisiones necesitaba pensar? ¿Eran acerca de nuestra relación? ¿O era acaso que el estúpido de Piers Nivans con sus amenazas había sembrado la duda en el corazón de la pelirroja?
Todos esos cuestionamientos por poco y provocan un corto circuito dentro de mi cabeza pero por experiencia, sabía que importunar a Claire en estas circunstancias en las que estaba realmente enojada no me llevarían a ningún lado, y que intentar convencerla de lo contrario cuando ella ya había tomado una decisión era como intentar persuadir a una piedra.
— Bien. —Me limité a asentir sin atreverme a preguntar nada más y dejando que mi novia se fuera al dormitorio, mientras yo me quedaba ahí, hecho una estatua de sal en medio de la sala.
Desde ese día el comportamiento de la Redfield para conmigo comenzó a tornarse frío y distante, aunque no de manera tan notoria, pero acostumbrado a su calidez y dulzura usual, era difícil verla seria y calculadora rondar por la casa.
Cuando terminé de acomodar el equipaje, Claire ya estaba adentro del auto para que la llevara al aeropuerto. Durante el trayecto la hermana de Chris Redfield no pronunció palabra alguna y sólo se quedó mirando fijamente por la ventanilla, como si estuviera grabando en su memoria todos los edificios y casas de la ciudad.
Al llegar al aeropuerto la ayudé con su par de maletas mientras ella caminaba por los andenes y sacaba el boleto de avión de su bolso. Después de un rato nos sentamos juntos a esperar su vuelo junto con los demás pasajeros y ella para no entablar una conversación conmigo, se puso a leer un tríptico de las costas de Quintana Roo, fingiendo interés por conocer un poco más sobre su destino turístico.
Cuando al fin llegó el momento de que la pelirroja partiera hacia su avión, la pelirroja se puso de pie tomando su bolsa de mano y colocándose sus gafas de sol sobre sus ojos de zafiro.
— Regresaré en una semana. —Afirmó la niña cabello de hoguera con aún notoria frialdad.
— Te-Te… Te echaré de menos. — Tartamudeé atropellando las palabras, sin poder disimular más mi ansiedad.
Al parecer, mi sincera torpeza logró doblegar un poco la firmeza de mi compañera. Se retiró los lentes de sol, y me dedicó una mirada amorosa, de esas que podían iluminar el día más nublado y derretir el hielo. Se acercó lentamente hacia a mí y con sus manos delicadas, tomó con delicadeza mi rostro para darme un beso de despedida, al que recibí gustoso, lleno de zozobra con mi boca reclamando los labios de la pelirroja
— Te veo en unos días.
Y separándose de mi agarre, se dio la vuelta, perdiéndose entre los demás pasajeros.
Me fui a casa pensando seriamente en ese último signo de afecto por parte de Claire. No era un beso de reconciliación, ni de despedida. Era más bien una especie de tregua. Por alguna razón, ese beso no me tranquilizaba.
Los días siguientes se tornaron largos y aburridos, extrañaba demasiado a mi pelirroja. En la oficina me encontraba ansioso y bebiendo café más de la cuenta, mientras recababa en mi mente todos los acontecimientos de mi relación con la Redfield. Esos momentos felices, agradables, inolvidables al lado de Claire, se repetían en mi memoria con la misma nitidez como en el momento que sucedieron. Ahora que ella no estaba cerca, podía apreciar con mayor certeza cuánto la necesitaba en mi vida, y sobre todo lo mucho que arriesgaba al jugar a la doble vida en mi aventura simultánea con Ada Wong.
Al quinto día de soledad, tomé una decisión; ya había elegido a una compañera para pasar mi vida, y era Claire Redfield. Cambiaría mi estilo de vida por ella aunque eso conllevara confesarle mi comportamiento desleal. Si después de todo esto, la menor de los Redfield me perdonaba, daría el siguiente paso en mi relación, ya no tenía ninguna duda de ello; le pediría a la pelirroja que se casara conmigo. Aunque ella nunca me lo había dicho, conocía la ilusión que tenía con caminar por el altar, vestida de blanco, tomada de la mano de su hermano. Personalmente, nunca me había entusiasmado la idea del matrimonio, pero el pensar el hecho de que Claire sería mía para toda la vida, me emocionaba y me hacía sentir feliz, dispuesto a cambiar para siempre mi naturaleza de Casanova.
Entusiasmado por mi nueva elección, llegué a casa temprano, dándome el lujo de sólo trabajar unas horas. En cuanto estuve en el departamento, cambié mi ropa y me arreglé usando unos jeans oscuros, una camisa azul celeste y zapatos casuales, para dar una visita al centro comercial y buscar esa sortija de compromiso que sería un símbolo de todo el amor que sentía por la niña de cabellos fuego.
Cuando estuve a punto de salir del departamento, escuché que alguien llamaba a la puerta. No esperaba visitas ni nada por el estilo, así que supuse que quizás se trataba del cartero o algún maldito bromista de esos que gustan de tocar las puertas y después echarse a correr.
Caminé en dirección a la entrada y al dar la vuelta a la perilla, me encontré con un visitante que no me esperaba.
— ¿Vas a salir, guapo?
Me quedé con los ojos como platos al mirar a la mujer que me saludaba con su voz de sirena.
— Ada… ¿Qué haces aquí? —Pregunté con sorpresa, al mirar a la mujer que vestía una camisa roja ceñida al cuerpo y pantalones oscuros.
— En vista de que no has venido a visitarme, decidí hacerlo yo. ¿Puedo pasar?
Asentí en silencio mientras la dama escarlata se adentraba en mi departamento y yo cerraba la puerta detrás de ella.
Ada dio una mirada retrospectiva a su alrededor, mirando la casa de arriba abajo.
—Linda decoración, Leon. Veo que también tienes buen gusto para los diseños de interiores.
— Gracias. —Respondí secamente a la felicitación de la espía.
—Ada, ¿A qué has venido? —Pregunté nuevamente sintiéndome poco cómodo con la presencia de la musa de rojo en la casa que compartía con Claire.
— Pero qué poco elegante, oficial Kennedy. ¿Eres así de descortés con todas tus visitas? — Cuestionó la mujer enarcando una ceja.
— Voy de salida y no tengo mucho tiempo para visitas. —Respondí con apremio con intención de no darle más explicaciones.
— ¿Y a dónde vas con tanta prisa? —Volvió a preguntar la chica asiática, sentándose en el sofá y cruzando una de sus piernas.
— ¿Estás segura que quieres saberlo?
— Solo si tú deseas contármelo.
— Voy a buscar un anillo de compromiso para Claire, he decidido pedirle que sea mi esposa.
La mujer pareció no inmutarse ni incomodarse por la noticia. Supongo que le importaba un bledo mi estado civil.
— ¿Y…? —Objetó ella cruzándose de brazos.
— Y significa que lo nuestro ya no puede continuar, Ada. He decidido quedarme únicamente con Claire. —Dije sin restricciones, ya que con una mujer como la espía asiática no hacían falta las sutilezas
—No veo porque lo nuestro deba de terminar. —Contestó ella sin explicarse mi actitud.
— Es sencillo, Ada; quiero estar con Claire y deseo serle fiel.
— ¡Vaya! Esto sí que es nuevo. Leon S. Kennedy volviéndose un hombre de una sola mujer. No creí que viviría lo suficiente para ver eso. —Exclamó la musa escarlata, poniéndose de pie.
— Ahora lo sabes. —Afirmé mirándola a los ojos.
—Muy bien, Leon. Yo no soy de las que ruegan ni se inclinan ante un hombre, así que respetaré tu decisión y te deseo éxito en tu futuro matrimonio con Claire Redfield. Debo decir que fue "divertido" mientras duró; no obstante…
La dama de carmesí se interrumpió para acercarse más a mí, lentamente, acechándome como una fiera a su presa. Se colocó justo a unos centímetros de mis labios y se abrazó a mi cuello, posando sus ojos en los míos, quemándome con su mirada.
— No vas a negarme una despedida, ¿o sí? —Propuso seductoramente, acariciando mi cabello y sintiendo su aliento contra mi cuello.
Y sin más, tomó mis labios con los suyos, juntándolos en un beso hambriento, empujándome con su cuerpo hasta caer sobre el sillón de la sala principal, sentándose a horcajadas sobre mi regazo, desabrochando ágilmente mi camisa, mientras continuaba besándome con urgencia.
En un santiamén terminó de despojarme de mi camisa, y comenzó a tocar con sus manos delicadas mi abdomen, separándose de mí un instante para tomar aire, y yo recuperaba el aliento con la respiración pesada.
Totalmente enloquecido por sus caricias me aferré a su cintura cuando ella volvió a besarme con pasión, ambos embriagados en una atmósfera de lujuria.
Y en medio de esta danza de mimos y afectos, no imaginé jamás lo que estaba a punto de suceder.
Me encontraba ocupado desabrochando la blusa de Ada, cuando escuché el ruido de un jarrón estrellarse contra el suelo. ¿Qué demonios era eso?
Volteé enseguida hacia la dirección de donde se había producido el sonido y entonces sentí como si me hubiesen arrojado un balde de agua fría.
Miré a unos metros de distancia, recargada en uno de los pilares de la entrada de la casa, a la chica pelirroja de ojos azules, sosteniéndose firmemente de la pared, como si estuviera a punto de caer desfallecida. Miré a sus pies los trozos de un jarrón colorido que supuse era una especia de artesanía que había traído de su viaje a México, y me encontré con sus ojos marinos ya bañados en lágrimas. Cuando di un vistazo a aquella mirada, fue como una estocada al corazón.
Había tantas emociones reflejadas en aquellos ojos inocentes, como la tristeza, decepción, ira y sobre todo dolor, mucho dolor. En ese momento me sentí el ser más repulsivo y desagradable sobre la faz de la tierra pues había provocado lo peor que se le puede hacer a un ser humano; destrozar un corazón. Y lo peor de todo, acababa de destruir a la persona que irónicamente, más me importaba en este mundo.
No supe cuanto tiempo llevaba Claire allí parada viendo la escena que protagonicé junto con mi amante, ni siquiera sabía porque había vuelto tan pronto cuando se suponía que aún restaban dos días para su regreso. Esas cuestiones carecieron de importancia en ese instante en que el mal ya estaba hecho y no había vuelta de hoja.
Me puse de pie, importándome poco la presencia de Ada, con intenciones de correr hacia Claire y ella como reacción retrocedió tomando con ambas manos sus maletas.
— Claire, pu-puedo explicártelo todo. —Tartamudeé nervioso mientras me acercaba hacia la puerta.
— Perdonen, no quería interrumpir.
Y diciendo esto, la pelirroja echó a correr junto con sus maletas en dirección hacia la esquina de la calle, mientras las lágrimas espesas le escurrían por las mejillas. Agitando sus manos detuvo un taxi y subió rápidamente al asiento trasero con todo y sus valijas, mientras yo corría tras ella con el torso desnudo gritando su nombre repetidas veces para que se detuviera.
— ¡Claire, espera! ¡Por favor, detente! — Gritaba frenéticamente esperando que detuviera su travesía.
El taxi comenzó a avanzar y yo corrí tras él con toda la fuerza y velocidad que mis piernas me permitían. Cuando estuve cerca de alcanzarlo comencé a silbar para que el conductor se detuviera, y al hacer caso omiso de mis súplicas, corrí con más fuerza hasta que llegué a la ventanilla trasera en donde viajaba la pelirroja.
— ¡Claire, te lo ruego, tenemos que hablar!— Supliqué golpeando el cristal de la ventanilla, mientras ella bajaba los seguros para que yo no pudiera abrir la puerta.
La hermana de Chris Redfield se negaba a mirarme y desvió su vista hacia el otro lado.
— ¡Maldita sea! ¡He dicho que se detenga! —Le grité furioso al conductor que parecía no importarle que yo estuviera desesperado.
El chófer, —al parecer guiado por petición de mi aún novia— aceleró el vehículo y sin que yo pudiera impedirlo, se alejó rápidamente por la alameda principal, mientras veía como poco a poco desaparecían de mi vista, quedándome paralizado a mitad de la calle.
Me llevé una mano a la nuca, tratando de memorizar la matrícula del automóvil en el que Claire viajaba, para llamar más tarde a la agencia de taxis y preguntar sobre el posible paradero de la pelirroja.
Di la vuelta para tratar regresar a casa y supuse que por el escándalo que acababa de armar, los vecinos salieron de sus casas y los más discretos miraban a través de las ventanas el espectáculo. Supuse que además de los gritos, llamaría demasiado la atención que estaba semidesnudo en plena vía pública, mostrando mi abdomen en todo su esplendor. Pareciera que ya se me estaba haciendo costumbre protagonizar aquelarres ante la sociedad.
Volví al departamento importándome bien poco la gente que me miraba y murmuraban a mis espaldas. Cuando llegué a la entrada azoté la puerta sintiéndome frustrado y furioso conmigo mismo. Para cuando regresé, Ada ya no estaba en la casa y supuse que era lo mejor, ya que no estaba de humor para los comentarios sarcásticos que seguramente la dama escarlata haría acorde con la situación. Fui por mi camisa que estaba tirada en el suelo de la sala y la coloqué de nuevo en mi torso.
Miré de nuevo hacia el suelo y vi el jarrón de barro que estaba hecho trizas en el frío linóleo del piso. De entre los pedazos pude distinguir un pequeño objeto que brillaba en el suelo. Me arrodillé para levantarlo y noté que se trataba de una especie de collar masculino hecho con un grueso cordel negro y una caracola en forma de espiral, que tenía unas palabras finamente grabadas en su interior; In Yaakumech.
Supuse que se trataba de un pequeño suvenir que Claire había traído para mí de su viaje al Caribe mexicano. A pesar de ser un detalle aparentemente sencillo, podía sentirse la riqueza artesanal en su tacto, notando que era una pieza muy fina que llevaba detrás un largo historial de fabricación hecho por manos humanas y no por máquinas. Intrigado por la pequeña leyenda del interior de la caracola, fui a mi ordenador con interés de saber qué era lo que significaba, — no porque no tuviera algo mejor qué hacer como arreglar las cosas con la Redfield, pero sabía que no era el momento oportuno para hacer nada, y necesitaba mantener mi mente distraída, — y abriendo el navegador, escribí en el buscador cibernético esas dos palabras, esperando obtener resultados.
"Proveniente del dialecto indígena maya, "In Yaakumech" es una manera de decir "Te amo" en dicha lengua propia del Estado de Quintana Roo, México…"
Nunca me había dolido escuchar un "te amo" destinado para mí. Ahora comprobaba que en ese viaje, Claire se había decidido por mí; ella me amaba. Me estrujé el tabique de la nariz con mi mano derecha, maldiciéndome internamente una y otra vez, por haber causado lo que tanto quería evitar. Irónicamente, cuando había decidido apostar por mi relación con la pelirroja, todo se va al carajo por mi estupidez. ¿Qué debía hacer ahora? ¿Dónde estaba Claire? ¿Me perdonaría? No sabía qué debía hacer, o mejor dicho, qué debía hacer primero cuando sentía que mi mundo se había destruido a pedazos. Mi gran farsa se había caído y no tenía un plan para solucionarlo.
Esto era, sin duda alguna, el principio del fin.
A/N: Creo que ya notaron que me gusta ver arder el mundo. Ahora ya se le cayó todo el teatro a Leon y veremos si podrá arreglarlo, antes de que sea demasiado tarde. ¿Qué pasará con Claire? ¿Piers aprovechará esta oportunidad?
En el siguiente capítulo, veremos que sucederá con nuestro estimado ex policía novato y como pagará el precio de sus acciones.
Ya saben, su opinión para mí es importante así que siéntanse libres de expresarse en los reviews o si prefieren por mensaje privado.
¡Muchas gracias por leer y por seguir esta historia!
