Escocia vuelve como a las tres de la mañana y se mete a la cama. Bélgica entreabre los ojos al sentir movimiento en la cama soltando la almohada que estaba abrazando y girándose a ver
—Mmmmm...
—Soy yo.
—Alba... —le abraza. Asiente y la abraza de vuelta. Bélgica se acomoda, entrecruzando un poco sus piernas con las de él como suelen hacer, cerrando los ojos y durmiéndose casi instantáneamente, mucho más tranquila.
Él respira profundamente intentando dormirse también y Bélgica siente que han pasado sólo cinco minutos cuando es la luz que se cuela un poco por las cortinas la que la despierta, pero no a Escocia porque ha dormido poco
Bélgica le mira, y sonríe un poco, acurrucándose contra él y él la abraza más.
—I love you... —le susurra dándole un besito en el cuello. Él susurra algo en sueños y Bélgica sonríe con eso—. ¿De verdad?
Susurra de nuevo algo.
—Quiero ver tus sueños...
Cambia de postura como respuesta y ella le da un besito otra vez, así que suspira complacido con eso. Bélgica se va a volver a quedar dormida eternamente, no van a despertarse hasta tarde.
Así que es a las buenas doce del medio día que Bélgica entreabre los ojos de nuevo
Escocia está leyendo en el teléfono porque no ha querido despertarla probablemente jugando con su pelo distraídamente. Bélgica, que... no acostumbra despertarse tan tarde, paladea un poco descolocada sin saber dónde están ni qué hora es.
—Mmmm...
—'morning...
—Hey... ... ra es? —se le acurruca un poco.
—Las doce —sigue jugando con su pelo.
—Ugh...—besito en el cuello —. Qué bueno que estás aquí.
Se sonroja un poco. Ella se mueve un poquito y le muerde el lóbulo de la oreja con suavidad mientras deja el teléfono por ahí apagándolo.
—Guapo... —le susurra al oído sonriendo un poquito. Él se sonroja y se gira a ella, que sonríe separándose un poco de su oreja para mirarle.
—¿Tienes hambre?
—Mmm... también —sonríe un poco... con ESA sonrisa, levantando una mano y poniéndosela en el pecho—. ¿Tú tienes hambre?
Asiente.
—¿Pedimos algo? —besito en los labios.
—Luego.
Bélgica sonríe un poco más y es que... estás aquí, con ella. Y volviste. Él la besa otra vez y ella le responde el beso, cerrando los ojos y abrazándole.
Escocia se acomoda con ella porque en realidad esto le hace sentir mejor que todo lo que sea que bebió ayer.
Ya lo nota Bélgica con el aliento. Igualmente, Bélgica le acaricia la espalda con cariño, besándole a la intensidad que el ponga.
—Mmmm... —sonríe.
—¿Te he dicho que me gustas? —Bélgica sonríe también.
Niega.
—Me gustas —se ríe un poco —. Mucho, muchísimo.
—Y tú a mi... Ayer tuve que...
—¿Irte a respirar un poco? —susurra y cierra los ojos —. Lo manejé todo muy mal, perdona.
Asiente porque... sí respirar. Exacto.
—Debí decirte otras cosas... no sé cuáles, algo que... te sirviera para sentirte mejor.
—Este es como el peor bloody tema de todos los que existen
—Lo imagino... no pensé que... no sé qué pensé. Que sería otra cosa.
—Ugh
—¿Quieres que nunca más volvamos a hablar de esto como si no hubiera pasado? —le mira, y... no piensa que sea una solución óptima, sinceramente.
—Como si eso fuera posible.
—Aún así... Alba, esto... —Bélgica suspira, él la mira—. Tú sigues siendo... el mismo tú qué hace dos días. Con tu carga emocional y tus cosas, lo único que hace es explicarme ciertas cosas, pero sigues siendo tú.
—Prefiero cuando ser yo no implica... esta parte de mi —Aprieta los ojos.
—Ya... —le acaricia la cara—. Pero esta parte de ti existe igual y... la respeto y la quiero y aprendemos a vivir con ella.
—Llevo unos dos mil años ignorándola.
—Esa es una forma de vivir con ella —susurra Bélgica suspirando.
—No me ha ido mal.
—Supongo que no... quieres contarme un poco más sobre ello entonces.
—Pues así como... querer...
—Ya, ya... Ugh. Es que no quiero presionarte, pero sí... quisiera un poco más de información porque me hago ideas...
Suspira un poco.
—Solo si te sientes... aceptablemente "cómodo" contándome —le sonríe un poquito.
Ojos en blanco, porque ya está tenso de nuevo. Bélgica aprieta los ojos y decide echarse al frente y besarle.
Levanta las cejas sin esperarse eso, ella le acaricia un poco la mejilla intentando que se relaje un poco y él le devuelve el beso, calmándose un poco.
Bélgica se separa después de un poquito, poniéndole la mano en la barbilla y mirándole a los ojos, que la mira a ella, tan nervioso.
—I love you.
—Y yo a ti.
—Todo está bien...
—¿Seguro?
Bélgica asiente.
Toma aire sin saber ni como empezar, ella le mira, paciente, esperando un poquito av er si se anima a empezar el solo.
—¿Como cuantos años tenías? —pregunta intentando ayudarle
—No lo sé... es... difícil decirlo. Ya sabes. Ya era adolescente, eso sí.
—Sí sabías lo que ocurría.
—Sí. Sí que lo sabía.
—No me... nunca pensé que fuera su estilo —Bélgica frunce el ceño.
—¿El qué?
—Forzar a un... adolescente. ¿Había muerto tu madre recientemente?
—Yes... o sea... hacía un poco. No muy poco, pero tampoco lo bastante.
—O sea... no conforme con matar a tu madre —es que aprieta los labios, indignada—. Decidió aprovechar que ya ni siquiera ella estaba para protegerte, para...
—Quería el norte. Le planté cara como un adulto y así fue como me trató.
—Y-Y... es que era más grande que tú, más fuerte que tu... me dan ganas de vomitar — Bélgica aprieta los ojos con eso.
—No era más fuerte que yo —frunce el ceño.
—Bueno considerando que tenía a todo un maldito imperio detrás... igualmente, nunca obtuvo el norte —responde rápidamente al verle la cara con el ceño fruncido. Traga saliva porque... es que este tema, es complicado.
—No... porque lo hizo mal. Vino corriendo, intento hacerme lo que a mi madre, pero era torpe y estúpido y no caí... así que lo llevó hasta las últimas consecuencias.
Bélgica parpadea
—Intentó... enamorarte y seducirte y no caíste... entonces forzó a que pasara lo que tenía que pasar... y fue aún peor.
Asiente.
—¿C-Cómo es que no se dio cuenta de que no te estaba seduciendo… ?
—No sé si lo sabía o no.
—No te enfades otra vez... pero igual y un día decide que quiere a Vati... y...
—Vati ni siquiera tiene tierra. Hasta donde sé ya no jugamos al estúpido gran imperio.
—Ni el mata gente... ni viola por conquista —suspira, entendiendo el razonamiento —. ¿Intentaste matarle después de que pasó eso?
—No.
—Yo... no sé. No sé qué habría hecho.
—Se... murió pronto. Antes casi de que yo pudiera reaccionar.
—Y luego tener que verle la cara... ugh. La cantidad de veces que te insistí yo que fueras conmigo a su casa... perdona.
—No había forma en que supieras.
—No me extraña que detestes verle. Ahora lo sé... y no tienes que verle nunca más en ningún lugar al que te invite yo.
—No es tan... ugh. Belgium…
—Lo siento, lo siento... es que además te estarás imaginando que ahora estaré yo rara. Y es que... ugh. No sé. No sé reaccionar a esto aún. Quiero yo matarle.
—Bollocks.
—N-No voy a hacer nada, ¿vale?... nada especial. No se siquiera si voy a dejar de hablarle para siempre... solo, perdona... quizás no debería reaccionar en lo absoluto —sigue, pensando en voz alta.
—No quiero que se lo digas a nadie, no quiero que nadie venga a... consolarme o a tener pena de mi o condescendencia.
—No voy a decirle a nadie. Nunca. Si no quieres. De hecho, puedo no decirle a él que lo sé si no quieres.
—No soy... no soy un pobrecito. No soy una víctima. No necesito consuelo. ¿Vale? Esto... esto ya pasó.
Bélgica traga saliva con eso, mirándole a los ojos.
—No soy débil.
—No... pensé que esto te hubiera hecho débil... si algo, seguramente... fue lo contrario.
Aprieta los ojos porque es que... no debió ni saberlo
—No es a ti a quien veo distinto a partir de hoy... —Bélgica suspira.
Escocia la mira sin creerla del todo.
—Hace mucho de esto... no se si sería distinto de haber sido ayer... pero por qué podría verte diferente a ti por algo feo que te hicieron hace cientos de años. Maldita sea, él... no sé. Tengo un remolino de cosas que pensar de él. Perdona... no sé si... quisieras que te dijera otras cosas distintas. Estoy... mucho más en shock con él que contigo, quizás no debería... y es horrible lo que te pasó.
—Solo... sigo pensando que no debí decirte —Suspira.
—¿Por? —le mira otra vez.
—Porque no debí. No... no había bloody necesidad de meterte en esto. No sé porque tuvo que volver a la bloody vida.
—No me extraña que pienses eso... aunque si no hubiera vuelto el seguro no habría vuelto tu madre...
—Casi lo preferiría.
Bélgica traga saliva con eso porque es una declaración bastante seria de Escocia.
—¿Algún día has pensado encararle? O... ¿hacer algo al respecto? No sé...
—Lo hago. Cada vez.
—¿Encararle? Te ha al menos... es un poco imbécil lo que voy a decir, pero te ha pedido disculpas o... ¿ALGO?
—No.
—¿Y quisieras? ¿O le romperías la cara? Creo que yo se la rompería. Si... hasta quiero rompérsela. No sé cómo voy a volver a hablarle en mi vida.
Escocia aprieta los ojos respirando rápido porque esto de verdad no es fácil. Bélgica le da un beso en los labios, suavecito
—Lo siento... solo quiero entender que sientes cuando le ves...
—Es que... ugh con este tema.
—Es que ya sé que... ya lo sé. Me callo.
—No, no, es que... todo... es... olvídalo, ¿vale? Es mentira, me lo he inventado para joderle.
Bélgica suspira.
—¿Quieres que actúe como si... lo fuera? ¿Lo que te preocupa es mi reacción con él?
—No. Lo que me preocupa es que... es... no quiero que nadie lo sepa. No quiero que tú lo sepas.
—¿T-Te da vergüenza?
—Sí... no. No lo sé. No. Sí... de algún modo. Aunque no es solo eso.
—Y... ¿Y si él se lo dice a todos? Ugh... ¿Qué más te preocupa?
—Si él se lo dice a todos... ¿Quién admitiría algo así?
—No me imagino cómo reaccionaría tu madre...
—Me da un poco igual lo que a él le pase, la verdad —aprieta los ojos. Bélgica suspira, no pensando en él, pensando en ella.
—Me da igual si tú vas a ir a partirle la cara, si mi madre quisiera seguir acostándose con él o si France le defendería y gritaría hasta quedarse sin voz.
—Lo que te importa es como todos te... vemos a ti.
—¿Pues porque iba a importarme él en lo más mínimo?
—No, a mí me preocupa que es lo que piensas tú que puede... Pensar la gente. O yo.
—Pues yo qué sé, por eso no quiero...
—Yo te quiero, todo está bien conmigo.
—No... no estoy seguro.
—Va a estar bien todo... esto es solo saber algo más de ti. Algo serio e importante, pero algo que no nos afecta ya —le acaricia la cara mientras él aun hiperventila un poco—. De verdad... aquí estoy, eres tú, soy yo... y quiero que me hagas el amor.
—N-No... —susurra, sonrojándose igualmente. Bélgica traga saliva.
—O-Oh... b-bueno... Ya me lo haces estando aquí, y hablando de esto conmigo... y diciéndome que me quieres y que te casarás conmigo —agrega después de un par de segundos.
—No quiero... no quiero hacer eso después de hablar de esto y de estar pensando en eso.
—Está bien, en realidad me parece lo más sensato. Tomate tu tiempo... tenemos literalmente la vida entera por delante —le asegura, dándole igual un besito en la mejilla.
C Frunce el ceño y va a... poner todo lo que pueda para sí hacerlo.
¿Cómo? Pero si le ha dicho que... está bien.
Ya, pero no. La va a besar para hacerlo porque esto no le afecta y no va a impedírselo. Bélgica parpadea porque... no entiende del todo, dejando que le bese, un poco descolocada.
—E-Espera...
Él se detiene aun mirándola con el ceño fruncido y ella trata de entender su línea de pensamiento de algún modo, más aún viendo el ceño fruncido.
—Prefiero que... lo hagamos en el jacuzzi.
—What? —pregunta, agresivo y bufa un poco, vale.
Bélgica barajea las opciones que tiene, agobiada porque no entiende cómo es que ha dicho primero que no, y luego... ha reaccionado así cuando ella ha dicho que se tomara su tiempo, como si fuera pobrecitoquenopuede. Escocia se va al baño, enfadado, desnudándose violentamente.
Bélgica se muerde el labio... porque esto va a salir mal. Va tras él, hacia el baño, poniéndose encima la bata de baño que se ha quitado para dormir.
Escocia está intentando poner agua caliente en el jacuzzi.
—¿Te ayudo? —Bélgica se le acerca
—No —le gruñe un poco.
I Bélgica suspira sentándose junto a él, de espaldas al jacuzzi. Él la ignora un poco, descargando la rabia y la frustración contra el jacuzzi. Bélgica le deja hacer un poco más, sin tocarle ni impedirle.
—Mírame.
Él lo hace un instante solo.
—No vamos a hacer esto así. No quiero. No quiero yo hacer esto... mal y de malas y luego tener recuerdos feos de eso y hacer el problema peor.
—What? —la mira.
—Esto no es hacer el amor, es probar un punto...
—¡Pues no sé qué quieres! —le grita—. ¡Yo tampoco sé qué quieres! O qué hacer o qué decir o qué pensar o como...
—Lo sé, lo sé... —le intenta poner una mano en el pecho con suavidad y él le aparta la mano de un manotazo—. Vale, vale — Bélgica levanta las dos manos en señal de rendición—. Ya sé que no sabes que hacer ni que decir ni cómo comportarte tampoco. Y la estás tomando conmigo por frustración, porque la situación es una mierda y no hay forma de arreglarlo.
—No debí decírtelo.
—No, sí que debiste decírmelo porque tú y yo... hablamos estas cosas. Y vivimos estas mierdas, no importa lo feas o raras o malas que sean y al final es mejor compartirlas.
La mira con eso.
—Así que no importa lo difícil que sea, lo cansado que sea. No importa si no digo exactamente lo que necesitas oír o si tú no te comportas como yo quiero... Daremos vueltas y lo intentaremos de nuevo hasta que ambos estemos en paz con ello y podamos superarlo como un equipo.
Traga saliva y asiente. Bélgica le mira a los ojos y suelta el aire como si hubiera alcanzado la cima de una montaña.
—También creo que... esto abruma a ratos, así que vamos a tener que hacer pausas.
—Yo estoy súper abrumado —susurra.
—Yo también... y no sé cómo poner pausa y... respirar otra vez. Quizás sólo deberíamos pedirlo.
—Y qué... ¿qué hacemos?
Se humedece los labios y... se va a la taza de baño, levantando la tapa para mear porque... se está meando, de verdad.
—Voy a... llamar a Cymru. Es un cambio de tema. Y a mum, a ver si Galia les ha dicho. ¿Quieres?
—Eso... suena muy bien. Quizás también podemos bajar y buscar dónde comer —Bélgica le sonríe y Escocia asiente.
—Ese tatuaje solo se hace más bonito con los años... —Le mira un poquito de arriba a abajo. Se sonroja con eso y se gira un poco para medio esconderlo—. Está el cargador del teléfono en la mesita de noche, por si quieres conectarlo.
—¿Quieres que te espere para oír? —Ahí va.
—Sí, sí, ¡solo dame un segundo!
Va a ponerse él un albornoz y a pasarse una mano por el pelo. Se mira al espejo. Otro que seguro se ve sumamente puteado por la vida como Gales ayer que se veía en plan... joder.
Ah, sí, bueno, porque además sigue con la ceja partida y todo eso.
Exacto.
