Lamento de antemano si este capítulo no tiene la suficiente coherencia que las últimas entradas, lo hice hace 3hrs jajaja.

VII. Acercamiento

— Supongo que era cuestión de tiempo para que el equipo Siete volviera a estar activo.

Kakashi se encontraba frente a sus ex alumnos, las bolsas bajo sus ojos eran notables debido al estrés de los últimos días pues la alianza había estado presionando fuertemente para que Konoha y Sunagakure se encargaran cuanto antes de los estragos producidos durante los exámenes Chunnin.

— Iré al grano ya que no tenemos tiempo. Su misión es simple: los tres investigarán los ataques que se están llevando a cabo en la aldea. Debido a que ni Naruto puede tener misiones por su prótesis, Sakura está en el hospital y Sasuke ha sido retirado de la investigación; esta misión no existe. — Kakashi tenía un aspecto serio e impenetrable. — No existe, pero no puedo darme el lujo de hacer lo que las otras aldeas quieren. Estoy poniendo la reputación de la Hoja en esto así que espero recuerden eso.

Los tres rostros asintieron de forma seria.

Apenas habían dejado la oficina Hokage cuando Naruto ya mostraba su desagrado por la situación.

— No entiendo por qué atacar si la guerra ya terminó.

— Lo que terminó fue la guerra, no el rencor entre las aldeas. Aunque la Alianza esté dando frutos, no a todos les parece. — Señaló Sakura mientras caminaba a su lado.

— Cómo sea, había civiles y niños durante el ataque y eso es inperdonable. — Naruto tenía una mirada determinada. — Y bien Sasuke, ¿cuál es el plan?

El pelinegro había permanecido en silencio desde que Kakashi les había llamado, y por el ceño fruncido, Sakura sabía que él más que nadie estaba pensando en la situación sin cesar.

— ¿Sasuke…?

El Uchiha levantó el rostro ante la voz de su compañera de equipo.

— Lo primero es ponerlos al tanto de lo que he investigado y luego decidiremos qué hacer.

Sasuke se sentía extrañamente molesto por la situación y eso le disgustaba más de lo que aceptaría. No sabía si era porque su libertad había sido reducida o porque Konoha había sido atacada frente a sus narices o simplemente porque ahora estaba siendo orillado a relacionarse con sus compañeros de equipo por milésima vez en esa semana.

— Apuesto a que con un plato de ramen pensaríamos mejor…. — Naruto aprovechó la oportunidad de convertir la misión en una reunión fraternal.

— …No creo que ese sea el perfil bajo del que hablaba nuestro Sensei, sabes. — La pelirosa lo vio de soslayo.

— Kakashi-sensei dijo que nadie debía enterarse de nuestro encargo, no que no podíamos ir a comer juntos.

— Naruto tiene razón, de todas formas necesitamos reunirnos para intercambiar información. No sería raro que nos vieran juntos a partir de ahora ya que somos equipo.

¿Equipo?

La pelirosa se preguntó si había escuchado bien pues la actitud del Uchiha en los últimos días había sido la opuesta . Se había mantenido tan cerrado con ellos dos desde que dejó la prisión que le parecía irónico que ahora el pelinegro usara esa palabra. Todavía estaba un tanto confundida por su actitud en la enfermería la vez que intercambiaron palabras.

— Shooo… entonces, ¿ramen? — Naruto preguntó posando el brazo alrededor del cuello de sus dos amigos y atrayéndoles hacia sí.

Mientras el pelinegro se preguntaba si había cavado su propia tumba, el ANBU que le observaba se alejó. Kakashi debía estar feliz de que el Uchiha estuviera disfrutando pasar tiempo con sus compañeros.


Los tres habían dejado Ichiraku Ramen hace unos momentos para dirigirse al departamento del Uchiha. Necesitaban un lugar donde reunirse para discutir la misión y ni en casa de Sakura ni en el hospital podían hacerlo, y el departamento de Naruto estaba bajo condiciones insalubres; además toda la investigación que Sasuke había hecho durante su espionaje la tenía ahí. Al parecer el Uzumaki ya conocía su departamento, pero para Sakura era la primera vez que visitaba el lugar.

Al ver las habitaciones limpias podía decirse sin dudas que la disciplina en el portador del Mangekyo seguía siendo la misma que durante su época gennin. Sakura se preguntó al ver el futon perfectamente doblado en una esquina si había pasado sus noches en prisión en el piso.

— Bien, este es el pergamino que Kakashi encontró y este es el pergamino que yo rescaté del último ataque. — El Uchiha comenzó a poner las pruebas en la única mesa que tenía en su sala. — Además descubrí que no trabajan sólos: pudieron enterarse que Suna asistiría a los exámenes.

— Dices que el ataque fue en esta zona, ¿cierto? — Sakura marcó un punto en el mapa que el joven Sasuke había tenido colgado en su habitación. — Y según lo que me contó Sai… Aquí fue donde Kiba y él encontraron el otro cuerpo.

Marcó otro punto.

— Y según la información que le saqué a Shizune-san, los otros dos cuerpos estaban cerca de la prisión. — Sakura unió los puntos formando un triángulo. — Shanaroo, supongo que algo encontraremos en esa zona.

— Ohhhh. Apenas comenzamos y ya encontraste por dónde iniciar. Tenía razón Maru cuando dijo que somos bendecidos por tenerte en nuestro equipo.

La Haruno se sonrojó un poco por el entusiasmo del Uzumaki.

El pelinegro se acercó al mapa, en verdad Sakura había dado con la primera parada de la investigación.

— Mañana Naruto y yo iremos a investigar esa área entonces.

— ¿Y qué haré yo?

Sasuke dudo en un momento al ver esos ojos inquisitivos, así que simplemente enrolló el mapa y dijo:

— Por ahora permanece en el hospital haciendo tu trabajo.

A Sakura se le marcó una vena en el entrecejo.

— ¿Disculpa? —

Oh, no. Pensó Naruto.

— Necesito a alguien que investigue entre los aldeanos.

— ¿De casualidad lo que pasa es que no me quieres en esta misión?

A Sasuke le tomó por sorpresa la pregunta tan directa. La verdad era que efectivamente el Uchiha no quería que la Haruno estuviera en la misión, pero no porque dudara de sus habilidades, sino porque cuando estaba cerca, él no podía hacer nada sin sentirse juzgado por esos ojos. Si quería terminar con el asunto, debía actuar con su lado perverso. A final de cuentas así era como trabajaba.

— Si la misión requiere lucha, lo mejor sería que nosotros nos encarguemos.

— Oh, ciertamente sabes cómo empeorar lo que dices. Sé luchar cuerpo a cuerpo por si lo olvidas. — Dijo la pelirosa claramente ofendida por la subestimación de sus destrezas.

Sasuke mantuvo la calma, ¿por qué era siempre tan complicado hablar con ella?

— Perdón, lo olvidaba: al gran Uchiha le gusta estar sólo.

Sakura se arrepintió en cuanto se dio cuenta de lo que había dicho. Perfecto, ahora era ella la que se estaba comportando como estúpida al no percatarse del filo de sus palabras, las cuales había dicho en el departamento del último descendiente Uchiha, cuyo clan había sido destruído hace 10 años; así que no, a Uchiha Sasuke nunca le había gustado estar solo. Es más, ni siquiera había tenido elección.

Sasuke no dijo nada, simplemente dejó las cosas que tenía en manos en la mesa y se apartó de ella con un semblante claramente dolido.

— … Supongo que podría investigar entre los aldeanos ya que tengo más contacto con ellos. — Trató ella de arreglar con voz avergonzada.

Naruto se percató del silencio de la habitación así que dijo un chiste malo sobre las cortinas de Sasuke, pero ni él ni Sakura se rieron. Incluso Naruto se dio cuenta del error de elección de las palabras de la pelirosa, y derrotado por mejorar los ánimos, simplemente dijo:

— …Ok. Entonces …mañana Sasuke y yo iremos a esa zona, ¿cierto? Bien. Vamos, Sakura; te acompaño a tu casa.

La pelirosa se dejó dirigir por el Jinchuriki y dejaron la sala.

Antes de dejar el departamento de Sasuke, el rubio regresó a donde su amigo estaba guardando los últimos pergaminos y dijo en voz baja:

Ella jamás podría decirlo en serio, lo sabes.


Sakura daba vueltas en su habitación sin poder dormir; se sentía tan mal por lo que había dicho que la culpa la privaba del sueño. Había sido la primera vez en mucho tiempo desde que ella y sus compañeros habían compartido un día como un verdadero equipo, aun si está vez las condiciones no eran las idóneas, y a ella se le ocurría decir tremenda insensatez. Culpaba su recelo y el resentimiento con el pelinegro por hacerla decir cosas tan fuera de lugar.

Resignada a no poder dormir, salió de casa y comenzó a caminar por la noche. Sin darse cuenta sus pies la llevaron al departamento de Sasuke, ¿es que su subconsciente quería disculparse por ella? Su culpa no la dejó hacerlo así que sin terminar de cruzar la última cuadra y con un suspiro de derrota entre sus labios, se giró y regresó a sus pasos.

— Pensé que Naruto te había llevado a casa.

La voz profunda proveniente de la garganta de Sasuke hizo que Sakura se sorprendiera y se girara. El pelinegro no dijo nada más, sólo pasó de largo a su lado y comenzó a caminar calle abajo.

El anhelo de que se detuviera fue más fuerte que su vergüenza.

— Espera.

La ninja reunió valor.

— ¿A dónde vas? — El pelinegro la volteó a ver y levantó una ceja en gesto de obviedad por la pregunta pero aun así le contestó.

— A llevarte a casa. Es más de media noche.

Sakura dudó un momento, pero alcanzó a Sasuke quien ya volvía a andar.

Ambos se sumieron en un silencio mientras cruzaban las calles vacías de Konoha. El pelinegro al parecer recordaba donde vivía.

— …Debió ser difícil la prisión… — preguntó por fin.

— Hmp… cómo una prisión debe ser para los criminales.

Sakura se sintió mal nuevamente por lo que dijo hace unas horas así que decidió arreglarlo antes que esa actitud separara más la brecha entre ellos dos.

— Sasuke… yo… quería disculparme por lo que dije hace un rato.

— Soy un criminal. Es normal que esté solo. No deberías disculparte por mis acciones.

— Te equivocas, Sasuke, no es eso lo que pienso.

— Pues deberías. Esta misión es prueba de ello; estoy obligado a realizarla con ustedes de la misma forma que tú lo estás, así que haces bien en no querer hacerla a mi modo.

La medic nin se detuvo.

— Sasuke. — La pelirosa volvió a llamar. Él detuvo su andar.

— No es lo que pienso de ti.

Sakura quería que el pelinegro entendiera que jamás lo vería así como él se esforzaba en pintarse así mismo: un hombre solitario que no merecía la cortesía del mundo. Él había sido una víctima más de la situación, reducirlo a un simple criminal sería injusto.

Después del instante en donde ambos intercambiaron un mensaje no dicho, el pelinegro asintió y siguió caminando. Ella lo imitó.

Después de unos momentos, ambos llegaron a la casa de la pelirosa.

— Gracias. — Se despidió ella antes de entrar.

— Hmp.

El Uchiha simplemente se fue en silencio.


Naruto y Sasuke comenzaron a investigar la zona que Sakura había marcado el día anterior, y cuando se encontraron con Shikamaru y Chouji y les preguntaron qué hacían tan alejados de la aldea, ambos pretendieron que estaban buscando un lugar donde entrenar en silencio. Mientras tanto, Sakura aprovechaba cualquier momento con sus pacientes para reunir información que pudiera serles útil.

— Sakura-san, ¿sueles tener insomnio?

Maru observaba a la chica mientras ésta anotaba los resultados de la valoración que recién le había hecho.

— ¿Se notan mis ojeras? — La pelirosa se tocó el rostro. — Últimamente no he dormido bien, hemos tenido mucho trabajo. — una sonrisa trató de restarle importancia.

— Ya veo, la situación de la aldea empeora cada día a pesar de que la guerra ha terminado, ¿cierto?

Haruno terminó de escribir y regresó a su escritorio.

— La aldea se repondrá… Sólo necesita tiempo. Y yo también, para dormir. Así estas ojeras se irán.

— Me alegra que tu seas quien lo diga; entre los aldeanos corre el rumor de que hay un asesino suelto y que eso ha puesto en aprietos al Hokage. Varios estamos intranquilos.

Sakura se tensó, pero trató de indagar más.

— ¿un asesino? — preguntó desinteresadamente mientras fingía ver su monitor.

— Últimamente la gente de la villa no parece contenta con las reformas y han creado rumores sobre conspiraciones a mitad de la noche, algunos incluso opinan que Kakashi debería ser destituido. — Sakura volteó más interesada en sus palabras. — Pero Hokage-sama está haciendo un buen trabajo, así que espero que él y él puedan descansar pronto.

Sakura le regaló una sonrisa.

— Hablando de descansar… ya no tendrás que hacerlo. Tu ninjutsu ha vuelto y ya puedes realizar técnicas como antes.

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La pelirosa alcanzó a escabullirse del entrenamiento de Tsunade para volver al departamento de Sasuke en donde él y el Jinchuriki ya le esperaban.

— La zona parece estar vacía, pero el Teme y yo encontramos explosivos.

— Kakashi le ha pedido a Sai y a su equipo que se encarguen de ello bajo el pretexto de que fueron restos de la guerra. — Agregó el Uchiha.

— Maru hoy me ha dado información interesante.

— ¿Maru?

— El chico con el que Naruto y yo fuimos a comer hace dos semanas.

Sasuke recordaba vagamente de quien se trataba, en especial el honorífico que había usado con él.

— Al parecer en la aldea están conspirando para destituir a Kakashi-sensei.

— Por alguna extraña razón me suena a que está relacionado con el ataque reciente y los asesinatos. — Naruto no estaba felíz. — Como sea, esto me abrió el apetito, ¿no tienes nada en el congelador? — El rubio ya comenzaba a robar la comida de su amigo.

— No hay duda de que esto pueda estar pasando también en Sunagakure. Rebeliones en ambos países. — La pelirosa frunció el entrecejo.

— ¡Perfecto! Aún hay ramen de la última vez que traje. — El rubio murmulló del otro lado de la habitación.

— De cualquier manera debemos investigar ambos casos y evitar que las demás aldeas se enteren de la reputación de Kakashi en la Hoja. — El pelinegro mencionó.

Si Konoha no podía resolver este caso y no lograban apagar las rebeliones que estaban surgiendo en el territorio, entonces su participación en la Guerra no serviría de nada y quedaría menospreciada por la Alianza que apenas estaba dando sus primeros pasos. No sólo el prestigio del Hokage pendía de un hilo, sino de todo el país.

— Podríamos investigar entre los aldeanos, y encontrar dónde se están llevando las conspiraciones. — Naruto añadió mientras les ofrecía el plato de ramen que había logrado calentar en el microondas de la cocina vacía de su camarada.

— Y podríamos encontrar el común divisor de esta ecuación. — Sakura comenzó a despejar la mesa para comenzar a comer.

Los tres se sentaron en la sala y comenzaron a servirse del ramen mientras unían puntos y re leían la información que hasta el momento tenían recabada. Al final Naruto fue el primero en quedarse dormido.

A Sakura también le estaban comenzando a pesar los ojos; últimamente las jornadas en el hospital eran exhaustivas y además de ello y el entrenamiento con Tsunade, ahora gastaba sus tardes investigando la encomienda de Kakashi.

— Creo que me iré ya. Mañana debo ir al hospital temprano. — Dijo dejando las cosas y empezando a tomar sus cosas.

El pelinegro se levantó también

— Iré a comprar unas cosas.

— ¿Y Naruto?

— El piso le queda bien.

Ambos dejaron la casa del Uchiha cuesta abajo. Sasuke había notado el cansancio en la pelirosa y se había unido a ella como pretexto de comprar víveres para evitar que la chica tuviera cualquier percance camino a casa. El cansancio de la pelirosa había estado presente durante sus jornadas en el hospital, pero en los últimos días las marcas bajo sus ojos se habían hecho más prominentes y eso no había pasado desapercibido para el Uchiha

— ¿El hospital … va bien? — Preguntó.

Sakura volteó a verle un tanto sorprendida por haber sido él quien iniciara la conversación.

— ….Sí, ¿tan mal me veo? Supongo que por eso no querías que participara en la misión…. lo siento.

— Lo digo porque no creo que necesites esforzarte demasiado. Eres más que suficiente en tu área.

Él lo decía en serio, Sakura siempre había sido alguien quien haría su mejor esfuerzo y a diferencia de Naruto, jamás alardearía de ello. De cierta forma, jamás esperaría el reconocimiento de los demás al hacerlo. Eso era algo por lo cual Sasuke también se sentía avergonzado de sí mismo; ella era demasiado comparado con él o con Naruto.

— Es que veo esforzándose a todos que yo también debo hacerlo.

— Hmp, está bien si te lo tomas con calma.

— ¿Tu también te lo tomas así?

El pelinegro la volteó a ver de soslayo mientras cruzaban otra calle,

— Me refiero a tu brazo. Tsunade-sama también podría ayudarte con eso.

El uchiha siguió caminando.

— No creo que merezca volver a tener un brazo.

— Entiendo… si cambias de opinión, podría apoyarte con eso con Lady Tsunade. No creo que se niegue a la petición de su alumna favorita.

Sasuke se alegró de equivocarse, Sakura sabía perfectamente lo capaz que era.