Disclaimer: los personajes de Twilight son propiedad de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es anhanninen, yo solo traduzco con su permiso.


Disclaimer: The following story is not mine, it belongs to anhanninen. I'm only translating with her permission. Thank you, Ashley, for letting me share another one of your stories! :3


Capítulo 69

Ambos estamos inmovilizados mientras Emmett mira entre nosotros—una expresión de ira y confusión en su rostro. Mi corazón se acelera, y pienso en cómo explicar esto, pero no puedo hablar.

Esto no es bueno.

—¿Qué mierda están haciendo ustedes dos? —pregunta Emmett, echando humos—. Edward, ¿cómo pudiste?

—No es su culpa —digo, pero mi hermano niega con la cabeza.

—¡Ella tiene veintitrés años y es tu paciente!

—Emmett, yo… —Edward comienza antes de ser rápidamente interrumpido.

—Ella es una niña comparada contigo.

Sacudo la cabeza, ubicándome entre ellos mientras Carlisle y Jasper entran rápidamente después de escuchar gritos.

—No soy una niña, Emmett. Mira, así no es cómo queríamos que te enteraras. Planeábamos esconderlo hasta que consiguiera un corazón porque necesito que Edward me lo de.

—Oh, él jamás te volverá a tocar.

—Calmémonos todos —dice Carlisle, colocando una mano sobre el hombro de Emmett—. Bella, ¿estás bien?

Las lágrimas cubren mis mejillas mientras sacudo la cabeza.

—Emmett, por favor, comprende…

—No —dice—. No hay nada que comprender. Él se ha aprovechado de ti, Bells. Tiene diez años más que tú. Debería ser más inteligente.

—No puedo evitar cómo me siento —dice Edward—. Emmett, lamento que hayas tenido que enterarte de esta manera, pero hemos estado saliendo por más de dos meses. Ella me importa. Diablos, para ser honesto, estoy enamorado de ella.

Eso hace que Emmett pierda el control, y Jasper tiene que sostenerlo. Todo es demasiado. Mi corazón late rápidamente y mi pecho duele, y no puedo soportarlo. Estoy mareada mientras los gritos continúan, y Edward intenta defender nuestra relación. Me muevo al sofá y me caigo sobre este, cubriendo mi rostro con las manos.

Así no debía suceder, y me siento horrible.

—¡Cállate, Emmett! —Finalmente me quiebro, fulminando con la mirada a mi hermano—. Esta es mi vida, ¿recuerdas? Estoy jodidamente feliz con él. Estoy muriendo, pero soy feliz porque él me hace feliz. ¿No puedes comprender eso?

Él echa humos, negando con la cabeza.

—Él es demasiado grande para ti.

—Papá tenía diez años más que mamá, ¿recuerdas? Ella solo tenía diecinueve. ¿Lo de ellos estaba mal?

—Esto no es sobre ellos.

—Cierto. Es sobre mí. Y soy lo suficientemente grande para tomar mis propias decisiones. Ya no soy una maldita niña.

—No, pero…

No. No soy una niña. Sí, Edward es mi doctor. Sí, el momento no es el oportuno. Pero no puedo evitar lo que siento por él. Comenzó en el avión antes de que los dos siquiera supiéramos. Me cuidó, y él me gustó.

—Estoy dispuesto a arriesgar todo por ella —dice Edward—. Si el comité de trasplantes o el hospital se entera, no podría ser su doctor, pero que puedo cuidarla mejor que nadie más. Lo siento mucho, Emmett.

Mi hermano niega con la cabeza.

—No quiero escucharlo ahora mismo, Edward. Estoy tan jodidamente furioso contigo, pero… Ya no eres una niña, Bella. No puedo decirte a quién puedes ver. Simplemente no quiero perderte, y si sus emociones se interponen en el camino, podría.

—Me salvarías —digo mientras las lágrimas caen por mis mejillas—. Tú no permitirías que las emociones se interpongan. Confío en Edward con cada fibra de mi ser, y necesito que confíes en mí.

Él suspira, frotando su rostro con una mano.

—Lo hago, pero no sé cómo lidiar con esto. Has estado mintiéndome.

Asiento, sonándome la nariz mientras siento el cosquilleo familiar en mis dedos.

—No quería hacerlo, pero no sabía cómo reaccionarías. Teníamos un plan.

—Podrías habérmelo contado desde el principio. No entiendo por qué no confiaste en mí. Siempre te he apoyado.

—Porque sabía que te molestarías. Supuse que si él ya me había dado un corazón, estarías de acuerdo con esto.

—¿Lo amas?

Asiento, sonriendo tristemente.

—Así es. Por primera vez en mi vida, estoy realmente enamorada, y es tan hermoso. Sé que quizás necesites tiempo, pero ¿al menos podías intentar comprenderlo?

Se mantiene en silencio por un momento, mirando entre Edward y yo antes de asentir ligeramente.

—Si lo amas, tendré que hacerlo. Simplemente voy a necesitar tiempo.

Edward toma mi mano, dándole un gentil apretón.

—Por si sirve de algo, intenté no enamorarme de ella, Emmett.

Mi hermano sacude la cabeza.

—Realmente no quiero escuchar de ti ahora mismo. Mira, necesito… Necesito tiempo a solas. Bella, ¿alguien te puede llevar a casa?

—Sí, Edward me llevará.

Él asiente, y entonces sale de la casa en silencio. Mi corazón se rompe, sabiendo que he arruinado la Navidad. Si tan solo hubiéramos sido más cuidadosos, él no lo sabría.

Cambiará de parecer. Tiene que hacerlo.