Disclaimer: los personajes de Twilight son propiedad de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es anhanninen, yo solo traduzco con su permiso.
Disclaimer: The following story is not mine, it belongs to anhanninen. I'm only translating with her permission. Thank you, Ashley, for letting me share another one of your stories! :3
Capítulo 70
Con el humor arruinado, Edward y yo nos vamos juntos poco después que Emmett. No estoy lista para ir a casa aún, así que nos dirigimos hacia su cabaña por un rato. Él sostiene mi mano durante el trayecto, preguntando si me encuentro bien, y realmente no sé cómo responder. Jamás quise lastimar a Emmett, pero tiene que darse cuenta que no soy una niña.
—Lo superará —dice Edward mientras nos sentamos juntos en su sofá y miramos una película navideña sin prestar atención—. Él puede odiarme, pero te ama más que a nada.
Asiento, sabiendo que tiene razón pero odiando la idea de un distanciamiento entre ellos.
—Solo deseo que no se hubiera enterado de esta manera, pero creo que él hubiera reaccionado mal sin importar qué. Sabía que la diferencia de edad le molestaría.
—¿Se siente mal para ti?
Niego con la cabeza rápidamente.
—¡Por supuesto que no! No me importa cuántos años tienes. Estoy enamorada de ti.
Él sonríe gentilmente y me besa suavemente.
—También estoy enamorado de ti, hermosa. Pero probablemente debería llevarte a casa pronto.
Echo un vistazo al reloj, viendo que son pasadas las nueve y asiento con un suspiro.
—Sí, tengo que enfrentarlo en algún momento.
Nos ponemos de pie después de un beso profundo, y entonces tomo mi abrigo y me lo coloco con su ayuda. Conduce lentamente, aferrando mi mano mientras saboreamos los minutos juntos.
—Ya no tenemos que escondernos —digo.
Me mira, sonriendo suavemente.
—Eso es verdad, pero aún así necesitamos ser cuidadosos. El hospital no puede enterarse, así que aún tengo que actuar como si fuera solo tu doctor cuando estás allí.
Eso lo supuse, pero al menos, mi familia ahora lo sabe—no cómo quise que lo supieran, pero el resultado final es el mismo. Puedo dejar de esconder una de las mejores cosas que me ha sucedido jamás.
Por supuesto, tengo que enfrentar a Emmett primero.
Sola.
Edward se detiene en la entrada, y no puedo atreverme a abrir la puerta aún.
—¿Y si sigue furioso?
Edward le da un apretón a mi mano y sacude la cabeza.
—No está furioso contigo. Como dije antes, te ama más que a nada. Está molesto porque mentimos y… mi edad va a ser un problema, pero lo superará. Él quiere que seas feliz.
Asiento, esperando que él tenga razón mientras miro a la puerta de la entrada.
—Voy a entrar.
Él se inclina, besándome una vez más antes de que finalmente me baje de la camioneta y marche hacia los escalones del frente. La casa está en silencio cuando entro, y me pregunto si Emmett se encuentra en su cuarto antes de echar un vistazo a la sala y encontrarlo en el sofá.
Él rápidamente levanta la mirada hacia mí y suspira.
—Estaba preocupado de que no vinieras a casa —dice, parándose y acercándose para envolverme en sus brazos—. Lo siento mucho, Bells.
Me aparto, arqueando una ceja.
—¿Tú lo sientes? Em, yo soy la que debería sentirlo. Te mentí.
Él sacude la cabeza.
—Entiendo por qué. No debería haber explotado así. Simplemente… todo en lo que podía pensar era lo mucho más grande que él es, y para ser honesto, eso será algo difícil de aceptar, pero no es mi lugar juzgar. Y entonces me di cuenta que él no podía cuidarte, y me volví loco cuando dijo que te amaba. Necesito que te salve. Amarte detiene eso.
—No tiene que hacerlo. Nuestro plan es que él me de un corazón, y entonces dar un paso atrás. Él está seguro que puede lidiar con ello, y confío en él. No puedo imaginar tratar de confiar en alguien más ahora.
—No voy a reportarlo, pero no estoy seguro de que pueda estar en un cuarto con él ahora mismo. Me ha estado mintiendo a la cara.
—Yo también he estado mintiéndote.
Él sonríe con desánimo.
—Pero eres mi hermana. Siempre te perdonaré. Solo espero que puedas perdonarme por cómo actué. Arruiné la Navidad.
—No deberíamos haber estado besándonos allí, así que es mi culpa también. Pero necesito que perdones a Edward también. No es su culpa que me haya enamorado de él. Literalmente tenía un enamoramiento desde el vuelo, e intentamos resistirlo, pero fue imposible.
Él asiente.
—Trabajaré en eso. Por ahora, solo necesito que nosotros estemos bien. No necesitas el estrés de más peleas.
—Estamos bien, Em.
Me abraza de nuevo, diciendo me ama antes de separarnos. Estoy absolutamente exhausta por el día y decido subir las escaleras y dar por terminada la noche. Hamilton necesita ser alimentado de todos modos, y quiero llamar a Edward—ahora que puedo hacerlo, en vez de llamar.
Hammy está esperando pacientemente junto a su plato de comida cuando entro a mi cuarto, y sonrío, rascando bajo su barbilla.
—Feliz Navidad, amigo.
Él maúlla, y abro su comida antes de dejarme caer sobre la cama y sacar mi teléfono. Tengo un mensaje no visto de Edward, preguntando si las cosas están bien, así que lo llamo.
—Hola, hermosa —contesta.
—Hola. Las cosas están bien. Al menos, para mí. Él tratará de trabajar para perdonarte por mentir, pero parece comprender que estamos juntos, y eso no va a cambiar.
—Bien. Estaba preocupado por ti. ¿Cómo te sientes?
—Exhausta, de hecho. Creo que voy a dar por terminada la noche, pero quería escuchar tu voz primero. Al menos, podemos hablar por teléfono cuando queramos ahora.
—Eso es verdad. Descansa un poco, cariño. Hablaré contigo mañana.
—Buenas noches. Te amo.
—Te amo —dice antes de terminar la llamada.
Mientras todo esto apesta un poco, tengo que ver el lado positivo. Podemos dejar de escondernos y realmente estar juntos, y jamás tengo que preocuparme de que alguien se entere de nuevo.
Me siento libre al fin.
