Disclaimer: Danganronpa y sus personajes no me pertenecen, sólo la trama de este fanfic

Advertencias: —AU (Universo alterno), por el momento es rated T, pero posiblemente lo cambie a M posteriormente, de todas formas intentaré no ser tan detallista con ciertos hechos, lenguaje vulgar, violencia, problemas psicológicos, situaciones sexuales, entre otros, narración de dudosa calidad, temas cliclé, pésimo sentido del humor, dramas y angustia, Ooc (fuera de personaje).


KNOW UNDER SKIN


CAPÍTULO XIII

Un torpe baile de máscaras


Se ató la corbata con maestría, tenía tiempo sin usar un traje, no le agradaban, pero sabía atar corbatas porque no le había quedado de otra en la escuela a la que asistía cuando era humano. El motivo de su vestimenta era que Kaito estaba por ir a una fiesta de máscaras a la cual Kaede le invitó, gracias a su amiga Miu. A su novia le emocionaba, por lo que no encontró manera de negarse a asistir con ella.

Ni Kokichi ni Maki se encontraban, no le parecía raro a esa hora de la noche, seguramente estarían buscando alimento, fue lo que pensó. Kaito por el contrario, se sentía algo débil, no había tomado sangre humana desde que Ouma lo había obligado, sólo bebía de animales y eso no era suficiente para él, lo sabía, sabía que un día tendría o sería obligado a tomar sangre humana y lo odiaría.

Suspiró resignado, nada hacía pensando cosas negativas en ese momento, más cuando vería a Kaede, la única razón de su felicidad.

. . .

Había llegado en su auto Porsche 911, color rojo para buscar a Kaede, bajo del mismo y se dirigió a tocar la puerta como todo un caballero, el mismo fue avisado por un "ya voy" de parte de la chica, quien a los pocos segundos abrió la puerta, observando lo hermosa que se veía. No había ni una pizca de maldad, sólo luz y bondad que tanto amaba, el vestido que portaba la hacía ver como un ángel con alas sacrosantas.

—¡Kaito! Luces muy bien en traje —enseguida Kaito volvió a la realidad por la hermosa voz de Kaede.

—Gracias, tú… luces hermosa —alagó, pudiendo notar enseguida como las mejillas de Kaede se tornaban rojas, escuchando los hermosos latidos de su corazón que tanto le encantaban.

—Gracias —le dijo su novia con una sonrisa—. Bueno, yo estoy lista, ¿nos vamos?

. . .

—No sabía que tenías auto —manifestó Kaede intrigada.

—No me gusta mucho conducir, es para ocasiones especiales —admitió con cierta vergüenza, en realidad había sido un regalo de su creador, el cual nunca había usado.

El camino por la carretera hasta la mansión Togami fue acompañado por canciones de Queen las cuales ambos cantaban sin pena alguna a viva voz; como si no necesitaran de esa fiesta para divertirse, así como estaban, era más que perfecto.

Al llegar, Kaede se sorprendió del tamaño de la mansión Togami, incluso Kaito quedó sorprendido, puesto que era mejor que donde él vivía, nunca había visto algo así, ¿es qué acaso ese tipo era de la realeza?

Kaito estacionó su vehículo para luego entrar a la mansión, se colocaron las máscaras antes de que les abrieran la puerta, donde enseguida se encontraron con sus allegados, también con máscaras, el de cabello purpura maldijo por dentro cuando observó a Kokichi, al lado de Miu, sonriendo tal y como siempre lo hacía, como un maldito. Pero lo que más le sorprendió fue ver a Maki, al lado de un chico, para comenzar a ella no le gustaban las fiestas, menos salir con chicos, mucho menos estando enamorada de él, porque lo sabía, ella se lo había dicho hace años, pero él la había rechazado.

—¡Miu, Saihara-kun! —exclamó Kaede para acercarse a saludar junto a él.

Kaito había quedado con la mente en blanco, el chico con el que estaba Maki era el amigo del que siempre Kaede hablaba, ¿Cuándo había pasado eso?

—¿Ouma-kun? —cuestionó la humana de ojos violeta.

—Luces sorprendida, Kaede —le sonrió el chico con total confianza—, ¿no lo sabías? Miu y yo estamos saliendo.

—¿Eh? —Kaede no supo que decir en ese momento— ¿Cómo? ¿Cuándo?

—Seguramente Kaito responderá a todas esas preguntas —le dijo el más bajo del grupo. Kaito enseguida maldijo nuevamente, siempre su creador hacía lo posible por amargarle la vida—. Más me sorprende que nuestra compañera de habitación, Maki, tenga novio, pensé que te saldrían telarañas antes de poder superar a Kaito.

No, no, no.

Ouma lo estaba empeorando todo, ese hijo de puta, sólo le gustaba divertirse con el sufrimiento ajeno.

—No es mi novio y lo que haga con mi vida no te interesa —tal y como esperaba, la respuesta de Maki era fría.

El ambiente parecía empeorar cada vez más, hasta que cierta voz animada los saludó:

—¡Queridos, bienvenidos! —en ese momento, Celestia Ludenberg, una de las primeras vampiresas, y por ende muy poderosa, llegó al lugar, junto a un chico rubio, con anteojos, de porte real. Ambos juntos, parecían la propia pareja de la realeza—. Me alegra que hayan venido. Kokichi, Kaito, Maki, la hermosa pianista Kaede, y… otros —manifestó sin dejar su sonrisa, sin importarle no demostrar que le interesaban, refiriéndose a Miu y Saihara—. Él es mi socio, Togami Byakuya —presentó.

—Espero la fiesta sea de su agrado —manifestó Byakuya antes de que la música de baile empezara a sonar.

El cómo se encontraban uno al lado del otro, como se miraban, como Togami tomó la mano de Celestia para bailar, le hizo concluir a Kaito que ellos eran más que unos simples socios, posiblemente Celestia lo hipnotizaba para beneficiarse de sus riquezas y tener más empleados a quienes pagar para que consiguieran al vampiro rebelde.

—¡Bueno, es hora de ir a bailar también! —Ouma muy animado, tomó la mano de Miu y se la llevó al gran salón donde ya todos los enmascarados se encontraban bailando.

Saihara sonrió incómodo ante toda la situación, pero también tomó la mano de su acompañante, Maki, y la dirigió al salón de baile. Kaito, como pudo, nervioso, intentó tomar la mano de Kaede, pero ella empezó a caminar antes de poder hacerlo.

Estaba molesta.

Pero al encontrarse cara a cara, no les quedó de otra más que bailar.

—Lo siento… —le dijo.

—¿Qué sientes? ¿El no decirme que mi mejor amiga salía con tu amigo? ¿Qué vivieras con otra chica que de paso está enamorada de ti? Si es que aún lo sigue —notaba el descontento en su mirada.

—Ambas. Me enteré de lo de Ouma con Iruma, pero pensé que era decisión de ella decírtelo —se excusó. En realidad, sólo esperaba arreglar eso antes de que Kaede se enterase, porque sabía que su creador no estaba con Miu por algo bueno, pero él siempre iba muchos pasos por delante de él—. Maki es… una gran amiga, se me confesó hace años y la rechacé, no creo que… siga enamorada de mí, no estoy seguro, pero salir con alguien es un gran paso, no sabía que sería tu amigo…

—Saihara-kun me dijo que vendría con una compañera de trabajo —explicó Kaede, a lo que le sorprendió a Kaito, ¿qué estaría planeando Maki?—. Sabes que es detective, trabajan juntos para investigar los homicidios recientes… —Todo tenía sentido, la vampiresa sólo quería adelantar el arduo trabajo de conseguir al vampiro rebelde para Celestia—. Escucha, comprendo que no me lo dijeras, pero sigue siendo frustrante que me hayas ocultado algo tan importante, no puedo decir que estoy contenta porque ella tampoco me lo dijese, pero quizá sólo quería sorprenderme, lo logró.

—Igual, lo lamento, no volveré a ocultarte algo así —dijo, a sabiendas de que seguiría ocultándole muchas otras cosas que no podía saber.

—Estamos bien —sonrió Kaede.

El baile siguió su curso, ambos parecía ya haberse arreglado, en ese momento que era sólo de ellos, parados en el tiempo, Kaito sólo observaba su hermoso rostro. Kaito, que odiaba los bailes, quería que ese momento durase para siempre, bailar con el amor de su vida en ese torpe baile de máscaras, la ama, la necesita más que a nadie.

En ese momento, el baile que tan bien conocía Kaito (gracias a las fiestas a dónde era obligado a asistir con Ouma), llegó la hora del cambio de pareja, a Kaede le sorprendió, no conocía el baile, pudo ver que ella había terminado con Ouma como pareja. Mal, mal, mal, eso terminaría de cualquier forma menos bien.

Mientras que él, había terminado con Maki como pareja.

—Entonces… ¿Tú y Saihara…?

—Sólo negocios, lo uso para conseguir más rápido al vampiro mata mujeres. Me dijo que en esta fiesta conseguiríamos alguna pista —Kaito sonrió un poco incrédulo, Maki no sabía las tácticas que podrían usar algunos hombres para acercarse a una mujer—. Ese vampiro asesinó a su pareja, está dolido.

Kaito se quedó pensando, si ese vampiro se acercase a Kaede… no tendría la fuerza necesaria para vencerlo, él no era un vampiro que se alimentase como debería, ¿cómo la protegería?

El cambio llegó una vez más, y ahora Miu era su pareja de baile.

—¿Fuiste hipnotizada no es así? —Le preguntó Kaito, a lo que Miu afirmó tímida— ¿Qué tanto sabes?

—Sé que son vampiros —dijo—, él me dijo que los invitara a esta fiesta, no sé que planea.

—Más bien, fuiste obligada a no decírnoslo —Miu afirmó una vez más, Kaito no era capaz de hipnotizarla para hacerla recordar, puesto que los efectos de la sangre humana se desvanecían a las semanas, él no podría en ese estado, y Ouma lo sabía, por eso le hacía eso, quería que supiera que Miu lo sabía todo, pero que no podría hacer nada al respecto.

Le preocupaba el hecho de que Ouma planeaba algo en esa fiesta.

—Tú… ¿no le harás daño a Kaede, verdad? —esta vez fue Miu quien preguntó.

—Jamás le haría daño.

Una vez más, el cambio surgió y esta vez le había tocado con una desconocida, ya quería regresar a Kaede, se supone sólo eran cuatro cambios, más un quinto en donde regresabas con tu pareja original, pero Kaede nunca llegó a él.

Kaito giró por todos lados, sólo para darse cuenta que no estaba por ningún lado.


Notas de autora: ¡Hola! Me alegra tener tiempo e inspiración para este fic, al menos no me he perdido mucho tiempo, tengo demasiadas cosas planeadas aquí y no quiero que se quede estancado, ¿qué le habrá pasado a Kaede? Espero no tardar mucho en escribirlo xD espero les haya gustado, nos leemos luego!