Disclaimer Fairy Tail no me pertenece le pertenece a Hiro Mashima.
¡Por fin! Después de meses, al fin traigo el capitulo tan esperado, y bueno, En parte,está historia tendrá ciertas sorpresas.
One-shot
The Devil and The Dragon
Estaban sentados uno frente al otro,el lugar estaba cubierto de luces neón y el olor a bebida se esparcía por todo este. Jellal disfrutaba de una copa de bourbon con una sonrisa extendida en sus labios mientras miraba a su amigo copiar su acción.
Jellal Fernandes era sin lugar a dudas una amenaza para cualquier persona,era el jefe de la Mafia Rakuen no Tō, y junto a él,estaba Gray Fullbuster, líder de la Mafia,Devil Slayer. Eran hombres peligrosos con los cuales la gente se pensaba dos veces antes de meterse. Al lado de ambos hombres se encontraban unas chicas de compañía que les atendían y se ofrecían descaradamente a ambos con aquellos pequeños top que no cubrían nada más que la punta de sus pezones y su intimidad. Jellal debía admitir que le gustaban las cuatro mujeres que le rodeaban y su erección pulsaba en los pantalones por liberarse,pero esa noche,tenía un objetivo,y ese era sin lugar a dudas,The Devil.
Por su parte,Gray no estaba interesado en ninguna de las feminas que le atendían,cosa que extraño al azulado al ver que este no estaba tratando de hacer ningún movimiento con estás. Estaba curioso de su reacción.
—¿Qué pasa? Es raro que no estés frotandote contra estás conejitas.—Gray le miró y sonrió.
—Esta noche me dije a mi mismo que quería probar algo completamente fuera de lo habitual.—el azulado le miró curioso y señaló con su copa a un pelirrosa que estaba masturbando a un rubio. Su boca subía y bajaba por su erección,lamiendo y chupando todo a su paso. No negó que se sorprendía completamente por la elección fuera de lo común para su colega,pero es que realmente no había esperado que quisiera que un tipo le comiera el pene.
—Debo de decir que me sorprende,yo está noche planeaba tomar a The Devil.—la sorpresa marcó los rasgos de Gray,sabía que a esa mujer se le conocía de ese modo por ser una sádica,ella era del tipo que le gustaba follar golpeando, marcando, e incluso, había escuchado rumores de que la mujer había llegado a follarse ella misma al pagante. Miró a su amigo y definitivamente,ambos rieron,esperaban tener sexo con personas totalmente fuera de su ámbito de control.
—Asi que The Dragon, eh, Gray...me pica la curiosidad,irás tu abajo o irá el de salmón.—podía escuchar la imperceptible risa del hombre para con la situación, pero no le molestaba, esa noche Gray Fullbuster, estaba decidido a alocarse, pero obviamente, a él le gustaba mucho más penetrar a qué se la metieran. Bebió un poco más de su copa y se levantó, acercándose rápidamente a su presa. Jellal le miraba desde la distancia, totalmente extasiado con que su amigo disfrutará de modos retorcidos el placer.
Al igual que él,Jellal no sentía nada,el hecho de buscar a The Devil,se debía principalmente a su curiosidad de que se sentiría el hacerlo con una mujer tan sádica como él mismo. Dos personas muy similares en ese sentido,pero que obviamente,no sé dejaría doblegar por el pene de goma que la albina disfrutaba adentrar en el ano de sus homólogos.
O puede que le interesará disfrutar de formas retorcidas en ese instante.
Rió.
Se levantó en dirección a la albina de ojos azules. Una presencia tan angelical pero que en realidad era tan demoníaca como los seres humanos pintaban el mismo infierno. Era peor que el mismo diablo y disfrutaba ver a los hombres doblegarse ante ella. Lo sabía. Pero ese era un trato en los dos sentidos para él. Si ella quería que se doblegará,ella debía doblegarse para él después.
—Hola.—susurró con el alcohol en su boca,la mujer no compuso ninguna mueca de molestia,solo rió acercando su cuerpo al masculino.
—Hola,¿Buscas compañera para pasar la noche acaso?—preguntó con una nota sensual en su tono. Rozó sus dedos en su pectoral cubierto por el pulover negro y el chaleco que caí en sus hombros cubriéndole. Pensó en amarrar la y llevársela,pero quería ser más juguetón.
—Si. Quiero una que este dispuesta a cruzar límites esta noche. No quiero alguien normal a mi lado.—la fémina rió más atrevidamente y juguetona,bajo las manos a la entrepierna cubierta por el pantalón ajustado y tocó el bulto allí erecto. Cambió y las llevó a la mano masculina entrelazando las para llevarle a un cuarto para ellos dos solos.
Jellal la siguió de buen agrado, sabía lo que quería,quería jugar, quería una noche loca y sin deshinibiciones,quería tener su polla envuelta de las más feroces formas mientras follaba. Quería atar y que le ataran, simplemente...
Lo quería todo.
El cuarto que la albina abrió era todo lo que imaginaba de una habitación roja,ella le dejó curiosear un rato para que se acostumbrará a lo que tenía para él. Le llamaron la atención las esposas,le gustaba usarla mucho en mujeres,pero está vez,sería él el que las llevará. Las fustas y diversos tipos de penes como dildos le llamaron la atención. Esa mujer si que era bastante atrevida. Bandas para tapar los ojos,sin dudas,una gran muestra de confianza. Los collares sin dudas eran los que más le atrajeron.
—¿Comenzamos?—dijo aquella cantarina voz que le puso aún más duro. Sintió los dedos calientes femeninos recorrer su piel y subir el pullover ya que se había desechó del chaleco con anterioridad, mostrando poco a poco cada uno de los músculos de los cuales era dueño aquel poderoso hombre. Una vez libero su torso,sus dedos se engancharon en la pretina de su pantalón y la soltó, tiró tanto de estos como de los boxers que se encontró en su camino dejando al aire la pulsante erección,se sintió tan malditamente bien de verse libre al fin que no pudo evitar sonreír.
—¿Ahora qué?—la pico y ella rió en voz baja,lo llevó cerca de la cama pero le hizo detenerse antes de acercarse. La miró curioso de lo que haría y vio como colocaba sus brazos en sus hombros forzandolo hacia abajo. Se dejó hacer y quedó arrodillado en el suelo. Por primera vez,se percató de las vestimentas de ella. Llevaba una simple ropa interior de seda por la cual se marcaba todo y un par de medias largas hasta la mitad del muslo con un par de tacones de aguja que eran una tentación.
—Cierra los ojos.—nada funcionaría con la desconfianza,así que cerró los ojos, sintió como algo frío era apretado en su cuello y supo que le había colocado un collar. —Puedes abrirlos.—siguió con la alegre voz que tenían. Pudo apreciar la fusta que tenía en una de sus manos y como en otra de sus manos caía una cuerda para el collar que seguramente tendría en el cuello. —Solo me puedes llamar ama y te prohíbo cualquier otra orden desdeñosa,cada que me irrespetes,te apretare más duro el pene.—la miró por un instante y sintió al siguiente como su punta era aplastada por la parte delantera del tacón. El dolor fue una maldición pero trató de no doblarse,sabiendo a la perfección que a esa mujer le gustaba doblegar a los hombres que follaba.
—Veremos,ama.—dijo a la par que sentía otro pisotón en su miembro, trató,pero no lo logró la mujer rió a la par que soltaba,se levantó de la cama dejándole arrodillado. Se retiró las bragas con parsimonia y dejó a la vista una perfecta intimidad sin pelo púbico. Se acercó y colocó una de sus piernas en su hombro para tener mejor movilidad y que su boca acabará sobre su entrepierna. Sin embargo,su otro pie no se movió de su pene apretando hacia abajo.
—Chupame,lameme,y tragaté todos mis jugos perro.—ordenó,y casi rió ante eso pero sin ninguna compasión empezó a comerle el coño,era tan deliciosa que no quería parar,chuparla era el mismo cielo pero el dolor que aquejaba a su pene era un caso aparte,se estaba perdiendo en el sabor y el dolor,una sensación completamente extraña y fuera de lo común para él,no, en realidad no era tan fuera de lo común.
Dolor y placer.
Que bien reconocía esas emociones.
La chupó más fuerte cuando está empezó un vaivén sobre su cara, montandolo, le encantaba la sensación de esa mujer,su sabor era deseable a más no poder,jugo hasta que pudo introducir su lengua en su raja y las notas de los gemidos de esta fueron su recompensa. Le estaba gustando,pero el golpe de la fusta contra sus nalgas le hizo perder la concentración por un instante,ya que siguió comiéndole esa zona sin prestar nada de atención a como ella le zurraba. Apretó de nuevo en su pene y le mordió el clítoris como venganza,el fuerte gemido que escapó de los labios de la mujer,le hicieron sonreír,pero no duró mucho tiempo ya que ella se bajó de su hombro evitando que siguiera chupando de su dulce abertura.
Mirajane, inclinó al hombre haciendo que su espalda acabará recostada contra la cama y ella sonriera,en el suelo de su habitación,era la mejor vista del mundo. Ató sus brazos con un par de esposas por detrás de su cabeza exponiendo perfectamente todo su pecho tonificado y su miembro erecto y doloroso por enterrarse en la intimidad de la mujer que le sometía. La fémina se alejó y agarró una tira con candado colocándolo en el miembro del hombre impidiendo que se pudiera correr con facilidad y se dejó caer un poco sobre él. Sus pechos grandes y llenos,acabaron sobre el rostro de este que empezó a mamarlos con deseo,no podía mover las manos y tocarla lo que presentaba un reto a su situación y más el hecho de que su muslo era retenido en el suelo por uno de los pies entaconados de la mujer que le seducía. Otra golpe de la fusta llegó a su pecho,rozando sus tetillas con una sonrisa siniestra. Sabía que no se había doblegado,pero quería ver hasta dónde llegaría su arrogancia porque le follara.
Se movió de arriba a abajo sobre su erección con lentos movimientos, quería que sintiera como sus paredes le apretaban y le soltaban,como su cuerpo se retorcía bajo sus órdenes,ella misma estaba disfrutando de la sensación del miembro de este en su interior, pero no era el momento. Aumentó las subidas y bajadas de su feminidad sobre la erección de este y golpeó su trasero con la fusta continuamente.
No sé detendría,sus uñas se enterraron en el cuero cabelludo del peliazul para ayudarla moverse con mayor velocidad hasta que su cuerpo no resistió más y llegó al clímax. Su cuerpo sudado por la intensa situación a la que lo estaba dirigiendo la hizo sonreír. La cara de satisfacción del hombre la hizo molestarse bastante a pesar de que aún seguía embotada por la dulce satisfacción que habia obtenido.
Pero sin poder hacer nada, Jellal se soltó de las cadenas lanzando la a la cama y colocándose a horcajadas de ella. La sonrisa diabólica se asomó en sus labios y se dispuso a devolverle todo lo que le hizo.
Sin nada de contemplaciones y obligándola a ponerse en cuatro, la penetró duro haciéndola estremecer completamente y perder su apoyo en los brazos dejando su cabeza contra la cama. El vaivén empezó duro y fuerte, no la dejaría libre por nada del mundo ahora que la tenía bajo su yugo.
Era increíble, si bien anteriormente había sido increíble, no tenía dudas de que lo mejor era ser él el que mandaba en la acción. Su miembro tocaba todas las terminaciones internas de este al punto que la tenía suplicando en cuestión de segundos, y sabía, perfectamente, que eso no era algo que esa mujer aceptará.
Pero lo hacía por el placer.
Ese al cual él la estaba sometiendo.
Mirajane podía ver estrellas de lo duras que eran las estocadas. Había sido tan divertido burlarse de él que ahora la estuviera sometiendo de ese modo era casi una broma para ella. Pero se lo tragó todo, a excepción, de los malditos gemidos que escupían sus labios y su cuerpo a cada arremetida de este. Estaba decidida a que la próxima vez, ella le dominaría.
Cómo que se llamaba Mirajane Strauss.
The Devil.
Pero en ese instante, acabó rendida al placer de ese hombre. Y a pesar de que ella llegó al clímax antes que él, Jellal siguió tomándola rápido y duro hasta que el mismo se complació con ella saliendo en el último instante.
Se levantó de la cama y empezó a vestirse para irse de allí. Sabiendo perfectamente que tenía que irse por asuntos de trabajo.
—Hasta la próxima, Devil.—rio a la par que dejaba a la mujer en la cama allí tirada revolcándose en su molestía.
Sin dudas, lo mejor.
—0—
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Gray se había acercado al chico de cabellos salmón en cuanto había terminado su trabajo. No era tan increíble a la vista ya que para Gray Fullbuster, no había nadie más bueno que él. Así que, mirándolo fijo, agarró la muñeca masculina y le hizo mirarle a los ojos que casi traspasaron el alma del dragón.
—Vendrás conmigo y no tienes otra opción.—el hombre tragó saliva y asintió siguiendo a Gray a uno de los cuartos VIP de la instalación. Solo para que una vez dentro empezara a besar con desespero la boca del contrario.
Tenía la ventaja que este era más bajo que el y lo hacía sentirse en una posición privilegiada como siempre contra otros hombres. Así que, sin mucha traba de por medio, se empezó a desnudar sin soltar sus labios de la boca ajena. Disfrutando de lo extraño que era hacerlo con otro hombre cuando siempre había sido un hombre de mujeres.
Tenía la suficiente experiencia con una mujer como para saberse a si mismo como el mejor. Pero no tenía idea de en el campo con otro tipo. Pero si aplicaba las mismas cosas que le gustaban a él, ya tenía parte de la partida ganada.
Sin más, arrancó las prendas del pelirrosa que no había pasado de jadear desde que lo estaban besando y arrasando con el poco oxígeno que lograba recuperar entre respiradas. Natsu estaba sorprendido. Desde que había visto al oji gris llegar, no le había quitado la mirada. Incluso cuando tuvo que mamar diligentemente a su cliente, no había podido dejar de mirar a ese hombre.
Así había sido todas las noches.
Pero por fin, después de tanto tiempo, tenía la oportunidad de que ese increíble hombre, lo tomará.
Y eso le encantaba.
Gray sonrió sadicamente y moviéndose hasta la cama se dejó caer. Su miembro palpitante se erguía cuan largo era atrayendo la mirada de Natsu a este lugar específicamente causando que se relamiera los labios deseoso de seguir.
—Natsu, ¡ven y montame!—levantandose dispuesto a hacer lo que le ordenaron, el pelirrosa se acercó y se colocó a horcajadas de Gray que le miraba intensamente. Poco a poco, se dejó caer poco a poco, pero este, insatisfecho por el lento proceder del chico, lo agarró de la cintura y lo obligó a bajar rápido y duro.
La boca de este colgó abierta ante la abrupta penetración. Se sentía tan llenó que podía sentir como nunca todas las malditas terminaciones que estaban allí interconectadas a todo su sistema. Sin embargo, el Fullbuster no lo dejo acostumbrarse ya que procedió a mover las caderas prontamente obligando a Natsu a recibirlo sin contemplaciones en su interior.
Era duro y fuerte, Gray no le dejaba acostumbrarse para nada, aumentando el ritmo y jadeando del placer ante la forma increíble que lo apretaba el recto del pelirrosa. Cada fibra de su ser estaba enfocada en su propio placer mientras que el miembro de Natsu se frotaba contra los tonificados abdominales de su amante.
Más duro.
Más fuerte.
Sin compasión.
Gray decidió consolar un poco al chico que lo estaba haciendo sentir muy bien de la increíble forma en que le apretaba. Así que, agarró el miembro descuidado del pelirrosa y empezó a tocarlo un poco causando la explosión inminente del chico.
Gray empezó a moverse aún más duro levantándose de su posición sentada en la cama y empotrado al dragón contra la pared haciendo que su miembro se adentrara aún más profundo en su anal. No podía dejar de sentirse tan bien, pero con unas cuantas embestidas más, acabo corriendo se en el interior del Dragneel con tanta fuerza que este gimió a la par que enterraba sus cortas uñas en los hombros del Fullbuster.
Gray se sintió extasiado, sin duda, había sido uno de los mejores orgasmos de su vida a parte de que no tenía que preocuparse por usar condón. Sin duda, la mejor sección de sexo que había tenido en mucho tiempo.
—Descansa, tómate el tiempo que necesites para recuperarte.—Gray sabía que ya no tenía nada más que tratar con este, así que empezó a vestirse bajo la atenta y cansada mirada del pelirrosa.
—¿Cuándo volverás?—preguntó mientras se acomodaba en la cama por el pulsante dolor que estaba en sus partes tan maltrechas, pero no le importaba, había disfrutado el pináculo del placer.
—Quién sabe.—soltó simplemente y salió de la habitación.
Sus ojos se posaron sobre su colega que también parecía haber terminado su sección y le saludaba con esa sonrisa tan arrogante que siempre tenía.
—No hay nada mejor que follar, ¿Eh? Jellal.—el peliazul no respondió pero solo le miró.
—Sin dudas.—declaró.
Ambos se fueron de allí.
Posiblemente, regresarían en el futuro.
De eso no había dudas.
Hola, espero que les haya gustado, ¿Comentarios? ¿Les gustó el Gratsu? Quería adicionarlo porque había pensado hacerlo hace un tiempo y puede que escriba de otras parejas de fondo más adelante. En fin, disfruten la próxima lectura que ya estoy trabajando en esta nwn
Respondiendo reviews:
mr fic:espero que esté haya cumplido tus expectativas nwn, bueno, esa parte ya es consideración del autor, así que no puedo decir mucho, entre mis personajes shippeables, definitivamente no están ellos dos, los veo con una excelente relación de amigos casi hermanos.
Manu Teorías: Espero que las siguientes historias te sorprendan nwn
