Disclaimer: Danganronpa y sus personajes no me pertenecen, sólo la trama de este fanfic.
Advertencias: —AU (Universo alterno), por el momento es rated T, pero posiblemente lo cambie a M posteriormente, de todas formas intentaré no ser tan detallista con ciertos hechos, lenguaje vulgar, violencia, problemas psicológicos, situaciones sexuales, entre otros, narración de dudosa calidad, temas cliclé, pésimo sentido del humor, dramas y angustia, Ooc (fuera de personaje).
KNOW UNDER SKIN
CAPÍTULO IV . III
Tomaré sin clemencia lo que he venido a buscar.
Tercera temporada
—Nunca he besado a nadie —la confesión de su amiga lo llenó de sorpresa, en realidad nunca esperó que le dijera eso a él, quizá a Kaede, su mejor amiga, pero no a él. En ése momento ambos se encontraban en el salón de clases, ambos se habían quedado de último porque les tocaba limpiar el salón.
—¿Qué dices? Pensé que eras toda una rompe corazones —bromeó con una sonrisa que todos definían como coqueta, pero era todo menos eso.
—¿Somos iguales, no? A ti te ven como un mujeriego y a mí como una puta, pero no lo somos —Miu lucía seria, no tomando en cuenta su broma para nada, tal parece que era un tema importante para ella.
—La diferencia es que yo niego que lo soy —respondió con la misma seriedad, pero sin disimular una pequeña sonrisa. Miu siempre se llamaba a sí misma una "experta en el sexo", lo decía tanto que empezó a pensar de que era virgen, y sus sospechas resultaron ser verdad, ya que su amiga ni siquiera había besado alguna vez, a pesar de eso, no dejaba de impresionarle.
—Amami, siempre tan sabio —dijo con sarcasmo mientras se recostaba de la silla con fastidio, con las piernas extendidas y algo abiertas, a pesar de usar falda. Desde que la conoce siempre fue así, algo marimacho, siempre pretendía alejar a todos de ella, pero la verdad era que quería ser querida y tener amigos, fue Kaede quien descubrió eso y logró unirla a su grupo.
Ahora que lo pensaba, no le parecía tan inverosímil que Iruma no haya tenido novio alguna vez, o alguien con quien se haya besado, era tan pedante con la gente que era totalmente creíble lo que le decía. Sin embargo...
—¿Por qué me dices eso? —preguntó con curiosidad, mientras apoyaba su brazos de la silla, y la miraba de frente.
—Porque quiero que me enseñes.
—¿Ah? —aquello lo dejó estupefacto, no supo que decir en el momento, nunca había pensado en besar a Iruma, ya que era la mejor amiga de quien le gustaba, así que se quedó inmóvil por unos segundos, hasta que ella habló.
—Olvídalo, es una tonta idea —al decir eso, sólo se levantó y tomó su mochila para irse.
—¿Es qué acaso si crees que soy un mujeriego con experiencia? —la detuvo sólo con su voz, ya que se había quedado sentado sobre la silla. En realidad, nunca le gustó dar esa impresión a las personas, él siempre fue alguien tranquilo, besó a alguien alguna vez, su amiga de la infancia, Tsumugi. Fueron besos torpes que se dieron por curiosidad, sólo por probar, pero enseguida se rieron por lo tonto que había sido, no lo volvieron a hacer, pero si había aprendido algo con ella.
—Obvio que no —negó sin voltearse—. Ya te lo dije, las personas creen algo que no es de nosotros, pero tienes razón, somos diferentes —suspiró agotada—. Esto que te pido no es por arruinar la amistad, podemos seguir siendo amigos, sólo... pensé que me entenderías —confesó, notó en su voz algo de vergüenza, estaba casi seguro que estaba ruborizada.
Se levantó y eso produjo que Miu se volteara.
—No tengo problemas en besarte, podemos practicar —dijo con una sonrisa—. No te mentiré, he besado antes, así que puedo ayudarte, un poco, tampoco soy un experto —bromeó—. Pero será nuestro secreto.
—No pienso decirle a nadie —prometió—. Por eso te elegí, creo que eres de confianza y una persona que no vería raro lo que le estoy pidiendo, Poiichi seguro se hubiese negado, y no me besaré con Kaede —ambos se rieron por éso, aunque él sinceramente si quería besar a Kaede, desde que la conoció en su primer año de preparatoria se había adueñado de su corazón, aquella sonrisa, agallas y positivismo ante la vida lo atrajeron como mariposa hacia la flor.
—Está bien, porque quiero seguir ocultando que soy un mujeriego —bromeó para crear un ambiente más cómodo, no le molestaba besar a Miu, era una amiga y ella estaba totalmente clara con ello. No necesitaban hablar más, él sólo la ayudaría a aprender a besar, olvidarían ése tema, sería entre ellos, sus sentimientos seguirían fieles a Akamatsu.
Entonces, ¿por qué se sintió tan culpable cuando la besó? Más aún cuando pensó que le gustó el sabor a sandía de sus labios.
. . .
El tiempo era lento para un vampiro, por eso siempre tenían tiempo de pensar y recordar. La memoria de un vampiro era muy buena, por más que su humanidad la desaparecieran, las memorias siempre estaban allí. En ése momento, que ahora pasaba más tiempo con "el cuerpo de Iruma", por no decir Junko Enoshima, recordaba aquéllos momentos en que le enseñó a besar, en que su amistad y confianza se reforzó un poco más, pero nunca fue más que eso.
Siempre fue Kaede, no importaba cuantas mujeres u hombres pasaran por su vida, su único amor era esa humana que le había robado el corazón, y todo lo que hacía era para estar con ella. Había confiado en las palabras de Shirogane, y ahora que se dio cuenta de que lo había utilizado, dudaba. Estaba allí pero a la vez no lo estaba.
Se sentía intranquilo, inseguro, y para mantener un poco la calma, siempre iba a ver a Kaede, desde las sombras, viendo como estaba intentando lidiar con todo lo que pasaba, los vampiros, y Miu... Mientras estaba en una relación romántica con un vampiro, y de nuevo la ira llegaba a él.
Kaito le había ganado, se había ganado el corazón de su amor, de la única mujer que alguna vez amaría. Y él se la había arrebatado, su plan de convertirla en una vampiresa y vivir eternamente juntos estaba marchando a la perfección hasta que Momota apareció.
No sabía si seguía con Tsumugi porque su plan de estar con Kaede había fracasado, y sólo quería estar del lado contrario para asesinar a Momota, hipnotizar a Kaede y volverla suya, así no pudiera convertirla. Pero se sentía traicionado, ya que el verdadero plan de Shirogane era usar cuerpo de Kaede como recipiente de Junko, cosa que al fracasar, terminó usando a Miu.
Así que realmente no sabía lo que hacía en ése momento, sólo sabía que seguía amando a Kaede con una locura increíble, pero no quería que Miu saliera herida, ¿acaso seguía allí por su preocupación por ella?
—Eres muy silencioso, Amami-kun —escuchó la voz de Miu, pero no era ella, ya que jamás utilizaría el "kun". Aquella forma de hablar tan molesta se trataba de Enoshima Junko, la reina de los vampiros en el cuerpo de una humana, de su antigua amiga de la preparatoria.
—No tengo nada que decir, sólo espero órdenes. Después de todo, sólo me necesitas por mis poderes de vampiro, ¿no? —respondió sin interés ya que a ese punto le daba un poco igual que lo utilizaran, si siempre había sido así. Además, tenía un revoltijo en su cabeza que no lo dejaba pensar bien.
¿Qué era lo que realmente quería?
—Que respuesta tan aburrida, y yo que te tenía una sorpresa para animarte —dijo con un dedo en sus labios, simulando inocencia mientras se acercaba a él, quien estaba sentado en el sofá, y ella se sentó sobre él. Su falda era mucho más corta de lo que Miu solía usar, y con un escote más abierto, no podía negar que Miu siempre fue de buen cuerpo; en pinturas antiguas pudo ver que el verdadero cuerpo de Junko tenía casi su misma forma, incluso lo rubia. Pero Enoshima tenía una cara menos inocente que Miu, y se notaba mucho más hipócrita, falsa y difícil de leer. No sabía lo que quería, además de ocasionar caos y desesperación en el mundo.
No le agradaba, pero admitía que en ésa posición era irresistible. A pesar de ello, él se separó y se levantó, no caería en su trampa, mucho menos estando en el cuerpo de su amiga, -si es que aún podía llamarla así-, y a quien prometió así mismo no tocar más, no sabía como podía seguir siendo fiel a esa promesa que se hizo años atrás, porque desde que se convirtió en vampiro, el sexo sólo era algo para desahogarse, no le importaba si fuese hombre o mujer, era sólo algo carnal, no era para nada comparado a lo que sentía por Kaede.
—¿De qué sorpresa hablas? —Interrogó algo curioso, provocando que una risa perturbadora saliera de la reina.
—Pupupu —ella colocó su mano sobre su boca mientras se reía—. Acompáñame —ordenó mientras caminaba fuera de la sala. El vampiro obedeció y la siguió hasta el sótano.
Sus ojos se abrieron de par en par cuando entraron a la habitación del sótano, ya que ahí se encontraba Shuichi Saihara, su otro amigo de la preparatoria y antiguo rival en el amor, siempre supieron entre ambos que gustaban de Kaede, pero él fue el único que se le confesó. Supuso que después de su rechazo, él había sentido cobardía de pasar por lo mismo. Supo que había tenido una relación seria con una colega del trabajo, que había muerto a manos de Shinguji, pero estaba seguro que seguía sintiendo algo por Kaede, alguien como ella era difícil de sacar una vez entraba.
Saihara estaba en una silla, amarrado y con su boca tapada, sólo podía ver sus ojos llenos de desesperación, se notaba que estaba intentando entender la situación, después de todo, era la primera vez que lo veía luego de "morir".
—¿Qué planeas? —preguntó a Enoshima, aunque ya sabía la respuesta.
—Quiero que lo hipnotices —respondió la rubia con una sonrisa amplia—. Será nuestro pequeño espía.
Lo que decía tenía sentido, Saihara era detective, tenía la respuesta a muchas cosas, estaba cerca de Kaede y podía seguir acercándose, obteniendo información directamente. No obstante, había algo entre él que todos sabían.
—¿No habrá problemas con Harukawa? —La observó. Él sabía que la vampiresa tenía cierta cercanía con el raptado, a pesar de que pertenecía a una cuarta línea de sangre, no podía considerarse tan poderosa, pero la misma tenía una buena alimentación y como humana fue una gran asesina, matar para ella era como un talento, un don natural, por eso nunca la descartó como un problema en la misión.
—Pupupu. Es incluso mejor de lo que crees —manifestó mostrando emoción y confianza—. La desesperación de todo esto será hilarante —dijo con cierta cara pervertida, y algo de baba en su boca— Vamos, Shuichi, habla con tu amigo —tras eso, Junko le quitó el paño de la boca.
—¡Amami-kun! —gritó el detective desesperadamente— ¡¿Eres un vampiro, cierto?! —no era de su sorpresa para él que el detective ya lo hubiese descubierto, era muy bueno en ello, y siempre fue cuestión de tiempo hasta que uniera las piezas del rompecabezas. Podía notar el enojo en sus ojos, y cierto temor combinado—, ¿no te avergüenza mostrarte así ante ella? —sabía que se refería a Kaede, no había otra mujer a la que pudiera aludir—. Desde el día en que te suicidaste su sonrisa era siempre forzada, no era real, siempre quedó un sentimiento vacío en nosotros desde que te fuiste, pero para ella fue peor, me dijiste que le dirías, te rechazó y tu cobardía te llevó a tener que ahorcarte, ¿y resulta que ahora estás "vivo"? —se notaba la rabia en sus ojos, casi podía ver fuego en ellos— ¡¿Qué le has hecho a Iruma?! ¡¿La convertiste también?!
—Ella ya no es la Miu Iruma que conoces —respondió manteniendo la calma, pero por dentro sentía el mismo enojo que Saihara, pues lo había llamado cobarde—. Su nombre es Junko Enoshima, reina de los vampiros.
—¿Qué? ¿Desde cuándo? —se notaba la confusión en su mirada— ¿Es qué piensas hacerle lo mismo a Akamatsu-san? Eres un maldito cobarde, no sólo te suicidas al ser rechazado, sino que vuelves con poderes sobrenaturales a intentar que esté a tu lado forzosamente.
—¡Cállate! —perdió la paciencia, Shuichi lo había llamado cobarde más de una vez mientras le sacaba los platos insolentemente—. ¡Soy un superviviente! Tú por el contrario, eres un cobarde que nunca le dijo lo que sentía, por miedo al rechazo, preferiste ocultarte bajo la falda de otras mujeres, a mí me dieron otra oportunidad, me dieron poder, y aún así la decisión siempre sería de ella, pero apareció ése maldito a interrumpir mis planes, ¿crees que se saldrá con la suya? ¿es que acaso no te enoja que tu querido amor esté con alguien más, peor aún, con un vampiro?
—Ahora entiendo que no es el villano —dijo más calmado—. Momota nunca le ha hecho daño. Akamatsu-san es feliz, y es todo lo que me importa, que su verdadera sonrisa permanezca —sonrió levemente con su rostro mirando hacia el suelo—. Tú por el contrario —levantó su mirada nuevamente hacia él, enojado—. Sólo actúas por envidia, egoísmo y egocentrismo.
En ese momento estaba apunto de ir hacia él dispuesto a matarlo, sin importarle esos años de amistad que tuvieron. Pensó en lo que le había dicho, y no eran iguales, la forma en la que él pensaba era diferente, no se ocultó bajo otras personas, sólo las usaba como desahogo, el sexo era lo de menos, sus sentimientos seguían fieles a los de Kaede. Saihara por el contrario, nunca hizo nada para intentar ser fiel a eso, sino que intentó seguir con su vida, quiso meter a otras personas en su corazón, ¿por eso se creía más fuerte? ¿Creía que podía decirle todas esas cosas? No lo entendería jamás, no entendería su propósito, estuvo a punto de dejarse llevar por la rabia y matarlo, pero Junko lo detuvo.
—¡Bueno esto ha sido un lindo reencuentro! —dijo mientras sonreía divertida por la situación desesperante entre ellos—. Pero no podemos matarlo, no aún —ella lo miró de forma más perversa—. Debes hipnotizarlo —su voz... a pesar de no tener poderes vampíricos, de que no podía hacerle daño, ocasionaba mucho temor, como si su castigo si desobedecía lo persiguiera para siempre. Ése era el poder de una fundadora, de la reina de los vampiros.
Se sintió insignificante en ése momento.
—Está bien —se calmó automáticamente. Y empezó a acercarse a Saihara, quien intentaba forzar las cuerdas que lo amarraban, pero era inútil, sería hipnotizado por él.
Y así conseguiría lo que tanto deseaba. Así es, no debía desviarse, no importaban sus antiguos amigos, sólo lo que ha venido a buscar, el porqué volvió de entre los muertos. Kaede sería suya, y Kaito pagaría por interferir entre ellos.
Notas de autora: ¡Buenas, buenas! Me siento inspirada, he tenido algo de tiempo a pesar de las fechas, y eso me alegra mucho, espero seguir así y poder traerles más capítulos, esta temporada viene con mucho más problemas jejeje. Espero les haya gustado y nos leamos luego!
