Disclaimer: Danganronpa y sus personajes no me pertenecen, sólo la trama de este fanfic.
Advertencias: —AU (Universo alterno), por el momento es rated T, pero posiblemente lo cambie a M posteriormente, de todas formas intentaré no ser tan detallista con ciertos hechos, lenguaje vulgar, violencia, problemas psicológicos, situaciones sexuales, entre otros, narración de dudosa calidad, temas cliclé, pésimo sentido del humor, dramas y angustia, Ooc (fuera de personaje).
KNOW UNDER SKIN
CAPÍTULO VI . III
Llegando el momento la atrapó en su tálamo, y se ofreció a otorgarle todos sus deseos.
Tercera temporada
En el frío de la noche, ni una estrella se veía en el oscuro cielo que se encontraba sumergido entre muchas nubes que escondían hasta la luna, y empezó a nevar. El frío no era impedimento para un vampiro, mucho menos cuando se encontraba en buena compañía. La habitación muy amplia y lujosa, tenía su propia chimenea, pero ellos no necesitaban de eso para calentarse. Sus frías manos rozaron su espalda, y las cálidas manos de él acariciaron sus delgadas piernas, mientras se hundían entre sus labios. Entró dentro de ella, fuego y hielo se unieron una vez más en una mirada, rojo carmesí, azul real.
Cualquiera pensaría que la vampiresa usaba su hipnosis para estar con el heredero y la obedeciera a su merced, pero no era así. Su historia podía ser tema para varios capítulos, pero era posible resumirlo en uno solo. Se encontraban en París cuando sucesos extraños empezaron a ocurrir, se encontraron cadáveres con la marca de colmillos en sus cuellos, y en sus autopsias siempre aparecía como causa de muerte por ataque animal, pero a Togami Byakuya nunca le convenció. Mientras recordaba el día en que lo conoció, se levantó de la cama, y caminó hacia la ventana, en ése momento Togami ya se encontraba dormido.
Él empezó a investigar sobre esos casos, hasta que descubrió la existencia de los vampiros. Como reina de los vampiros en ese momento, se encontró interesada en el humano; como cazador a su presa. Ella quería en ése momento encontrar al vampiro rebelde que rondaba por París, y con ayuda de Togami lo logró; y a pesar de que él descubrió la existencia de los vampiros no lo mató ni mucho menos borró su memoria. Las viejas leyendas decían que los vampiros se enamoraban a primera vista, y sólo una vez en su vida encontraban el amor; y una vez lo hacen, no hay quien se interponga para sacarlo de tu mente. Es ésa persona que lograba hacer latir su muerto corazón, ella no creyó en esas historias hasta que lo vivió con Byakuya.
No sabía si era algo especial en su sangre, su esencia, su frío mirar y forma de actuar, su inteligencia, su sangre real, quizá simplemente porque tienen un fin en común, ganar. Sea lo que sea, allí estaba junto a él; y sin necesidad de hipnotizarlo, Togami se unió para alcanzar sus objetivos juntos. Él sería el humano más poderoso, después de todo, había logrado llegar hasta lo más alto para eliminar a los demás herederos, quedando él, como el más joven de todos sus hermanos al control de la poderosa familia Togami. Y ella la vampiresa más poderosa, que había logrado alcanzar su objetivo de ser la reina, una vez Junko fue decapitada por unos caza vampiros que lograron atraparla, hubo una lucha entre los vampiros originales que querían ejercer tal cargo, dicha lucha duró años, que para vampiros eran sólo horas, pero ella con su astucia logró eliminarlos; así ambos eran líderes emprendedores, dónde cualquiera se arrodillaría ante la presencia de ellos.
No obstante, el regreso de Junko había provocado que los nervios y el miedo la atormentaran; a pesar de que estuviese en el cuerpo de una humana, la antigua reina de los vampiros era alguien peligroso, y estaba segura que habría muchos que la seguirían, y arruinaría el orden y paz que había logrado obtener. No la había matado, no porque Ouma literalmente le suplicara, ya que Enoshima había usado como recipiente a la humana que había conquistado el corazón del vampiro, otro más que había caído en el amor de una mortal; después de todo, para un vampiro, era como ser una víctima. Lo entendía, pues ella haría lo que sea por Togami, lo salvaría mil veces, así él no la necesitara; y sabía que él haría lo mismo por ella, por eso se unió a la guerra entre vampiros y cazadores, así hayan sido humanos, él estaba de su lado. Sin embargo, esa no era la razón de no acabar de una vez por todas con la amenaza, la verdad era que Kokichi la convenció al decirle que no sabíamos que pasaría si la mataban, si podía tomar otro recipiente, que aún no entendían lo suficiente sobre el conjuro que habían echo y si iban a deshacerse de ella, tenía que ser de forma definitiva.
Para eso necesitaban de una bruja, y no cualquiera, pero lastimosamente las brujas se les conocía por ser fieles a sus clanes y nunca ayudarían a un vampiro, más bien, algunas trabajaban en conjunto con los caza vampiros para exterminarlos.
Suspiró mientras veía la nieve caer por la ventana, estaba notablemente preocupada. Sus miedos fueron apaciguados al sentir como en un gentil abrazo, Togami la rodeaba con sus brazos, rozando piel contra piel, era increíble como un humano podía hacerla sentir mejor con algo tan simple. De eso se trataba el amor, algo que no esperó sentir por nadie más que no fuese ella misma.
—Todo se solucionará, nadie puede contigo —le animó con una voz suave que logró calmarla, ella llevó sus manos hasta sus brazos para juntarse más, y cuando se giró para besarlo cayeron en la pasión una vez más.
Una vez acabaron, se quedaron viéndose fijamente, lo único que se oía era el sonido de la leña ardiendo. Togami se encontraba acariciando su blanco rostro, ella llevó su mano izquierda hasta la mano de él que la acariciaba para sentirlo aún más.
—Deberíamos casarnos —propuso Byakuya. Supo enseguida que no se trataba de ninguna broma, él estaba dispuesto a eso por ella.
—¿De qué hablas? —se rió un poco aún así—. Sabes que no puedo darte hijos —le recordó. Ella sabía que lo mínimo que podía hacer para que su dinastía no muriera, sería dejar más herederos.
—Eso no me importaría, si muero, que sé que lo haré, te estaría dejando toda mi herencia y poder a ti. Tú nunca morirás, te la quedarías para siempre —declaró sin titubear, dejándola perpleja.
—¿Eso no es sólo una excusa para casarte conmigo? Puedes dejarme un testamento —le dijo con una sonrisa vacilante.
—Si muero y no tengo esposa, todo recaería a mis hermanos junto a ti, así exista un testamento —explicó Togami—. Aunque, bueno, me he informado bien, así que en principio si era sólo una excusa para proponerte matrimonio —sonrió.
Aquello logró hacerla sonrojar, ya no podía ocultar su vergüenza.
—Si nos casamos, todo sería para ti, sé que no necesitas de mí para eso, pero sólo quiero dejártelo a ti —detalló el rubio seriamente.
Quizá sus problemas se resolverían si lo transformara en vampiro, pero era un tema complicado. Cuando un vampiro se enamora de un humano, lo que menos quiere es quitarle lo más preciado que era su mortalidad, todo lo que lo hacía humano, lo que muchos vampiros deseaban recuperar o nunca haber perdido en primer lugar. Por eso ni se le pasaba por la cabeza darle aquella maldición, vivir para siempre, hasta que algún caza vampiros le asesinara, y si es que éso llegara a pasar. Ser inmortal era casi una tortura, no valorabas el tiempo ni el espacio, lo sabe muy bien porque ha vivido por siglos; y todo por el egoísmo y egocentrismo de ciertos humanos.
No era más que una esclava cuando conoció a Junko, su gemela Mukuro y un montón de niños huérfanos más, que fueron tomados por una secta satánica para sus exorcismos, por mucho tiempo se estuvieron apoyando mutuamente, era lo único que la mantenía con un poco de esperanza, por años estuvieron en malos tratos hasta cumplir los 18 años, aún su nombre era Yasuhiro Taeko en ése entonces. El objetivo de la secta era convocar a Satanás sacrificándolos a ellos, pero en vez de eso, nacieron los vampiros originales que acabaron con aquella secta. Eran incontrolables, aún recordaba la sed de sangre humana en aquél entonces de los sucesos antes de cristo.
Recordó como Junko tomó el mando de todos, los llevó a la desesperación al querer buscar venganza del pueblo que los humilló y los esclavizó, los hizo asesinar a todos y cada uno de los aldeanos, y luego huir en busca de otra aldea, dónde se escondían en la oscuridad de la noche, ya que el sol los aniquilaba, pudo ver como uno de ellos murió al intentar correr de día, pronto las llamas se esparcieron por todo su cuerpo hasta morir.
No podía negar que había disfrutado todo aquello, la sangre, los gritos, la muerte; pero luego de un tiempo, Junko se volvió cada vez más perversa. Cuando descubrió que podía transformar personas en vampiros, empezó a crear multitudes de ellos, y ellos a su vez la seguían y multiplicaban más vampiros, creando descendencia, hasta que pronto una nueva especie nació, los Ghoul, que no eran más que un ser "deforme" de los vampiros, que no podían hipnotizar, pero se alimentaban de carne humana, y que los mismos podían salir a la luz del sol, y eran totalmente fieles a los vampiros, los mismos eran usados para esparcir más desesperación a la luz del día.
Enoshima decía que era por el bien de ellos mismos, su clan vampírico, y por mucho tiempo le creyó y fue fiel a sus "ideales", hasta que empezó a provocar el suicidio de varias de sus creaciones, traicionando a su propia hermana, clavándole una estaca de madera en el pecho que provocó su muerte, para así sentir la desesperación. La Junko que tanta benevolencia le aclamaban, era sólo una arpía que pensaba en ella y en la desesperación, según ella, eso era bondad. Incluso llegó a matar a uno de los chicos de los que se había enamorado en todos esos años que estuvieron juntos, Yasuke Matsuda, que también fue uno de los vampiros originales, no quería entrar en detalles, pero sólo lo había echo para sentir mucha más desesperación, porque eso era ella.
Y así fue asechando por décadas, convenciendo a humanos que habían sufrido un trágico trauma de convertirlos y esparcir desesperación en su nombre, porque como su creadora, no tenían opción a negarse, y llegaban a sentir satisfacción de hacerlo. Ouma había sido una de sus víctimas, por eso le resultaba un poco irónico que Enoshima se hubiese adueñado del cuerpo de su amada humana.
¿Qué era lo que quería Enoshima Junko? ¿Cuál era su objetivo? Sea lo que sea, siempre habrá algo incluido en eso: desesperación.
Por más que esos recuerdos le siguieran y atormentaran, ella decidió ser feliz y aceptar la propuesta de Byakuya. Había sido una boda privada, en su propia capilla. Sonaba irónico que un ser sobrenatural, provenientes del propio satanás, se haya casado por la iglesia, pero fue así como se convirtió en Celestia Togami.
Notas de autora: ¡Hola! Saben que hago todo lo posible por actualizar, debido a que ésto es un fanfic muy largo, y que mientras más pasa el tiempo más ideas se me ocurren, cosa que no debería pasar si quiero terminar esto este año jajajaja. Bueno, espero les haya gustado, ésta es la primera vez que escribo sobre Celestia, pero así entienden un poco más sobre su posición, y como llegó hasta Togami, además, se deja en claro que ambos están en una relación cofcofespososahoracofcof, como también entienden un poco más de como nacieron los vampiros originales.
Espero les haya gustado, ¡nos leemos luego!
