El mar está repleto de cosas tan terroríficas como misteriosas. Se dice que, incluso si llevas una vida entera navegando, las turbulentas aguas de este mundo siempre encuentran la manera de infundir miedo hasta en el más valiente. Ello convirtió al mar un sitio tan temido como respetado. Pero incluso entre todo ese misterio, existen algunas zonas especialmente prohibidas para cualquier tripulación sensata.

Aquel día el Señor de la Guerra y Amo de las Sombras, Gecko Moria, fue derrotado junto a su ejército de zombis en su propio territorio. Una gloriosa victoria para la tripulación del Sombrero de Paja, en la que, ignorantes, tendrían que haberse alejado de aquel mar maldito sin percatarse de las enormes figuras que asechaban a Thriller Bark.

En alguna otra realidad, nuestros héroes fueron afortunados de que la neblina estuviera especialmente densa. Pero aquí, muy seguramente ellos hubieran preferido ver aquel ser de horror, así hubieran tenido tiempo de evadir la enorme figura antes de ser devorados entre su oscuridad.

Nadie sabe lo que ocurre con aquel lugar, el Florian Triangle. Cada año por lo menos 100 barcos desaparecían en la espesa neblina, en los mejores de los casos aquellas embarcaciones que eran reportadas como desaparecidas sólo podrían volver a verse como barcos fantasmas, sin un solo de sus tripulantes originales abordo. Este aterrador fenómeno comenzó a ocurrir mucho tiempo antes de que el enorme navío pirata "Thriller Bark" comenzara a posarse en aquellas aguas malditas hace ya diez años.

Se trata de un profundo y antiguo misterio del cruel mar.


Todo era caos en la tripulación. Siendo tomados completamente por sorpresa, ninguno fue capaz de distinguir la figura detrás de la neblina hasta que fue demasiado tarde. Era abismalmente gigantesco, tanto que resultaba ser una cruel broma del destino el que precisamente fuese ese maldito manto blanco lo único que les hubiera evitado salvarse.

— ¡Desvíen el curso! ¡Nami! ¡Franky!

Incluso alguien como Luffy era capaz de distinguir el peligro absoluto cuando lo tenía enfrente. El pequeño mono no recordaba haber estado tan aterrado desde que vieron las enormes sombras de los Skypianos antes de su llegada a Jaya. Posteriormente se enterarían de que las figuras no eran nada más que sombras proyectadas por los habitantes del cielo, era una divertida manera de dar explicación a algo que sin duda había aterrado a los marineros por generaciones. Pero esta vez era completamente diferente… Y Luffy supo, como capitán, que estaban en peligro cuando observó aquellos ojos rojos brillando entre la oscuridad.

Esa cosa le había devuelto la mirada. Apostaría toda su carne a ello, y probablemente no fue el único en sentir los penetrantes orbes rojos amenazándolos pues de inmediato su navegante y carpintero se encontraron tomando acción para hacer hasta lo imposible por cambiar el curso antes de que la enorme figura dejara de estar lo suficientemente lejos de ellos como para no estar en extremo peligro. Pero aquellas terribles aguas no estaban de su lado aquel día, como si obedecieran al humor de la caprichosa criatura que los asechaba las anteriormente tranquilas aguas se habían convertido en una de las peores tormentas que jamás hubiera visto la tripulación incluso para los estándares de la Grand Line.

— ¡¿Q-qué pasa con el mar de repente?! ¡Es imposible dar la vuelta sin hundir el barco!.— Gritaba Nami, tratando de cambiar el curso junto al Cyborg.

El Sunny era un barco de ensueño, pero incluso el mejor de los navíos no podría contradecir a las ordenes del mar cuando este se encontraba tan furioso.

— ¡Usopp! ¡¿Qué pasa con esos barriles?! — Estando a pocos instantes de estar frente al titán, Franky gritó con desesperación mientras trataba de usar todas sus fuerzas para desviar el curso sin terminar durmiendo con los peces.

Todos gritaban, y aquellos que no estaban tan aterrados o a la defensiva como el resto incluso si no lo demostraban de la misma manera. Chopper no paró de correr en círculos cubierto de lágrimas hasta que fue traído de vuelta a la realidad por Robin, pidiéndole rápidamente que ayudara a Usopp y Sanji con los barriles de Cola. Su única esperanza de escape sería el Coup de Burst que los había salvado del Vice-Almirante Garp en Water 7. Actualmente, el mar había cambiado su humor en su contra y cuando las aguas no te favorecían sólo te quedaba encomendarte a tu buena suerte, quizá alguna deidad si eras un navegante de fe, pero Franky no había construido este barco para depender de la voluntad divina. No, él había preparado al Sunny para sobrevivir ante cualquier adversidad por su propia cuenta. — Vamos, Sunny... ¡Sé que puedes hacer más que esto!

— ¡¿Q-qué es ese monstruo?!.— Brook estaba tan aterrado como el resto. Incluso para alguien que llevaba décadas navegando por estas aguas sin rumbo era increíblemente raro encontrarse con una bestia así.

Luffy, Zoro y Robin se mantuvieron en cubierta, ayudando y atendiendo a las órdenes de la navegante y el carpintero para preparar todo antes de salir disparados o tener, en el peor de los casos, que enfrentar al monstruo que ahora los observaba desde el cielo. Para este punto, la tripulación había enfrentado peligros a los que pocos se atreverían a enfrentar e incluso salieron victoriosos. Desmantelaron a la organización de Crocodile en Alabasta, burlaron a un dios en la isla del cielo, derrotaron a la organización secreta de asesinos expertos y recientemente le patearon el trasero a su segundo Señor de la Guerra, Moria. Pero todos lo sabían, casi como un instinto primitivo: Enfrentar a esa cosa era una muerte segura. Todo estaba ocurriendo tan rápido, se sintieron como horas pero desde que el capitán ordenó cambiar el curso hasta que la mano del gigante estuvo a segundos de aplastarlos, no pasaron ni quince segundos.

— ¡Está cargado!

El grito de Sanji fueron grandes noticias, ahora podían hacer algo. A Franky no le gustaba la idea de usar en cada isla el cañón de ráfaga de aire que había ideado como un método alternativo de escape en caso de que las cosas se pusieran demasiado feas, pero si era necesario entonces lo emplearían cada vez que fuera necesaria. El Sunny podría resistir ese castigo y mucho más sin duda alguna, la madera del Tesoro Adam volvía esto posible, pero no siempre iban a saber en dónde caerían, aunque ahora mismo eso era lo de menos.

"Confío en ti, Sunny…" Con una sonrisa, Franky recordó a Tom y su promesa de siempre entregar corazón y alma en cada una de sus creaciones. — ¡COUP DE… —La enorme mano estaba a punto de aplastarlos.

— ¡… BURST! — Toda la tripulación gritó al unísono, aferrándose a lo que podían.

En menos de un segundo, una gran luz comenzó a irradiar desde la parte trasera del barco para luego impulsar al barco hacia el cielo.

— ¡Vuela, Sunny! — El grito triunfal de Luffy llegó muy rápido.

Todos estaban tan felices mirando hacia atrás el intento fallido del monstruo por hundirlos, que tardaron en ver lo que tenían delante. Sin embargo y siendo justos, poco podrían haber hecho de cualquier manera. Pues ante la falta de visión la tripulación cometió un terrible error al dispararse en aquella dirección, habían comenzado a dirigirse directamente hacia las fauces de otra de esas criaturas. Para cuando se percataron de su situación todos se paralizaron, si alguno tuvo algo que gritar fue irrelevante, pues no hubo ni tiempo de ello cuando la oscuridad los envolvió.


Capítulo 1: "A New World…"


La tripulación pronto se vio rodeada de una enorme y profunda oscuridad. No era la clase de manto negro que cubriría tu habitación al apagar las luces, no, era una oscuridad increíblemente profunda y densa en dónde el barco siguió adentrándose impulsado por la ráfaga de aire de su método de escape definitivo. Aunque esta vez las cosas no terminaron resultando como ellos lo hubieran esperado.

— ¡Chicos! ¡¿Pueden oírme?!

Luffy fue el primero en hablar, preocupado por sus camaradas y deseando comprobar el estado de todos mediante sus voces.

— ¡Y-yo sigo aquí!.— Esa fue la voz de Sanji. — ¡Nami-chwan! ¡Robin-swan! ¡¿Están bien?!

— ¡T-también sigo aquí! — La amante de las mandarinas se hizo escuchar.

— ¡Ah! ¡Algo me está jalando! — Gritó Chopper.

— Descuide Doctor, soy yo.— Le calmó la arqueóloga, era notablemente (y relativamente hablando) la más tranquila de todos aquí.

— Espero esto ilumine las cosas un poco… — Pronto todos pudieron ver a Franky, quien encendió unas linternas para que todos pudieran ver.

— ¡Suéltame Usopp! — Aquel grito era de Zoro, de quien se encontraba colgado el mentiroso del grupo con lágrimas en los ojos.

— ¡No quiero! ¡¿Vieron el tamaño de esas cosas?! ¡Y una nos tragó, vamos directo a su estómago!

Aquello era verdad, todos lo habían alcanzado a ver a último momento. Justo cuando parecía que iban a escapar del enorme monstruo se terminaron encontrando con otro a mitad del vuelo, desde luego el Sunny era un barco magnífico y, en opinión de su mismo creador, un barco perfecto cuando se hablaba de ingeniería y carpintería. Pero el mero hecho de hacer que el barco de ensueño volara por un kilómetro ya era un milagro en sí mismo, maniobrar en el aire era directamente imposible.

— Eso es verdad… ¿Esteremos muertos?

— ¡No digas esas cosas, Zoro! — Chilló Chopper ante la aterradora observación del espadachín.

— No lo creo… Antes hubiéramos sido consumidos por los ácidos gástricos de forma lenta y dolorosa. O tal vez nos hubieramos asfixiado por la falta de oxígeno. — Señaló Robin.

— ¡Tú no lo empeores! — Nami le reclamó, tan aterrada como su doctor y tirador. El trio de cobardes no había tardado en reunirse mientras que el resto, como era de costumbre, se comportaban como los monstruos que eran, como si esto pudiera ser tratado de forma normal

— ¡Shishishi! ¡Que interesante! Lo bueno es que ya pasó todo. — Exclamó Luffy alegremente.

— ¡Aún no se acaba! — Gritaron furiosos y llenos de lágrimas el trio cobarde.

La conversación continuó, con la tripulación tratando de encontrar algo de lógica a lo que acababa de suceder. Nada parecía tener sentido, en un momento habían estado partiendo muy cómodamente de Thriller Bark y al siguiente se encontraron luchando por sus vidas ante la visión de una enorme figura entre la neblina. Algunos se centraron en tratar de comprender qué era esa criatura del Florian Triangle, algunos descartaron aquello cuando Robin señaló un hecho importante. — Sé lo que vimos, pero dudo que hayamos sido tragados. El Sunnny lleva volando demasiado tiempo, si de verdad estuviéramos en el estómago de alguna criatura dudo que duremos tanto en el aire antes de chocar con su boca o garganta.

— Es cierto, y… Ahora que lo mencionas… me dio más la impresión de que lo traspasamos más que de ser engullidos. — El espadachín, aún herido tras su enfrentamiento contra Kuma, se mantenía a la defensiva como si algún enemigo fuera a aparecer en cualquier momento. Era un reflejo casi instintivo luego de cientos de peleas a muerte.

— De cualquier forma… Creo ya no necesitaremos tu lámpara, Franky… — El rubio se había apartado de la conversación sin que nadie lo notara. Encontrándose ahora en la zona del timón mientras el resto se había reunido en la cubierta de césped.

— ¿Por qué? ¿Viste algo?

— Veo una luz al final…

De pronto un gran silencio se hizo presente en el barco. — Si entramos por la boca… ¿No será qué…? — Infortunadamente, terminó siendo Usopp quien rompió los breves segundos de silencio incómodo que se había formado. La idea fue tan desagradable que ninguno quería considerarla a pesar de que anteriormente habían estado hablando sobre el dudoso hecho de estar en el interior de una criatura.

— ¡FRANKY, DESVÍA EL CURSO OTRA VEZ!

Consciente o no de que aquello era una petición imposible, el capitán ordenó lo que todos querían hacer en aquel instante. Pero poco hubo que hacer.

Una vez el Sunny salió de la inmensa oscuridad, la tripulación no sólo pudo observar (para su gran alivio) que detrás de ellos no había ninguna cosa bizarra, sino que ahora estaban rodeados de un día perfectamente soleado y sin una sola señal de nubes o neblina en kilómetros. Era como si nunca hubieran estado en el Florian Triangle en primer lugar. Claro que aún estaba el hecho de que se encontraban a varios cientos de metros en el aire y pronto comenzaron a descender.

— ¡Hurra! ¡Les dije que todo había terminado!.— Claramente habiendo superado el terror que sintió cuando se encontró con los enormes monstruos de las aguas malditas, Luffy se mostró tan divertido como la primera vez que había visto al Sunny volar.

Finalmente, el barco volvió a tocar aguas tranquilas, cayendo con fuerza y salpicando una gran cantidad de agua tanto en la cubierta como en los mismos alrededores. La situación les había recordado el momento en el que descendieron de la isla del cielo y terminaron cayendo con muy poca suerte en medio de una base de la marina. También cabía destacar la gala de resistencia que el Sunny hacía todo el tiempo, un sistema de propulsión que los mandara volando a decenas o cientos de metros en el cielo hasta recorrer más de un kilómetro hubiera sido impensable para el Going Merry. La tripulación siempre guardaría un lugar especial en su corazón para su camarada, pero en esta clase de situaciones era mejor para todos contar con un barco hecho para las grandes ligas.

— Esto… Es extraño…

Nico Robin fue la primera en hablar, inspeccionando sus alrededores con mayor detenimiento. El rubio y Zoro fueron los siguientes en percatarse de un hecho inquietante. Mientras su capitán celebraba junto al trío cobarde por una gran victoria y Brook se ofrecía a componer una sonata que conmemorara para recuerdos posteriores la heroica "retirada estratégica" de la tripulación ante un ser de las profundades, el resto de la tripulación consiguió calmarse al notar un par de hechos extraños, pero que parecían alarmantes considerando lo que acababa de suceder.

— ¿Eh? ¿Qué pasa chicos? ¡Anímense, nos hemos alejado de esas aguas malditas!. — Usopp exclamó alegremente, se encontraba aliviado de saber que no iban a terminar su aventura como uno más de esos "cien" barcos desaparecidos. — ¿No les alegra?

— No, mi Tigresa Robin tiene razón… ¿No notan que algo no anda bien?

— O mejor dicho, que algo anda demasiado bien.— Franky apuntó, observando sus alrededores con unos binoculares.

— Precisamente, estas aguas están demasiado tranquilas.— Zoro apuntó.

Nami normalmente hubiera sido la primera en percatarse, pero siendo consciente de que era uno de los miembros de la tripulación más vulnerables y encima de eso, era también de las que más aterrada estaba de las leyendas que rodeaban al Florian Triangle. No tuvo tiempo de calmarse antes de examinar los alrededores, sólo estaba feliz de que habían salido con vidas. — ¡E-es verdad, el Log Pose no funciona! — Señaló, alarmada y separándose repentinamente del abrazo que hasta entonces mantenía con Usopp, Chopper y Brook.

— ¿Nos habremos salido de alguna manera del Paraíso? — Cuestionó el esqueleto tan extrañado como el resto.

— ¡No juegues! ¡El Sunny no puede volar tan lejos! — Vociferó el narizotas. — ¿Segura que no está roto, Nami? ¡Volamos muy alto y la caída fue bastante dura!

— No, miren. — Extendió su brazo, mostrando a todos el artefacto en perfecto estado. De hecho, cualquiera diría que funcionaba perfectamente de no ser porque la aguja no apuntaba hacia ningún sitio, sino que se encontraba dando vueltas aleatoriamente. Como si estuvieran en medio de la nada.

Lo que siguió fue una larga discusión entre la tripulación. Se barajeó la posibilidad de que el Cup de Burst los hubiera llevado de vuelta a alguno de los mares cardinales, pero tanto Franky como Usopp rechazaron la idea de inmediato, el Sunny tenía una gran potencia, pero de ninguna manera sería capaz de regresarlos tan lejos. Y, en cualquier caso, la dirección a la que salieron disparados no apuntaba a ninguno de aquellos mares. Sin embargo, tanto las observaciones de Nami como de Robin fueron tan concisas como las del resto, llevaban al menos media hora discutiendo y no se veía ninguna nube de tormenta, tampoco pudieron observar alguna corriente marina en forma de serpientes o algún enorme rey marino. Esta clase de calma no era propia de la Grand Line de ninguna manera. Incluso Luffy tuvo que estar a favor de eso.

— Y encima de todo, no se ve ningún rastro del Florian Triangle por ningún lado. Aún con el Cup de Burst, deberíamos poder ver la niebla en la lejanía.— Señaló Nami.

— Todo esto es tan complicado… — Se quejó Luffy, como capitán era consciente de las implicaciones de no tener rumbo. Incluso sin ser el más brillante, hasta él comprendía eso. — Franky, ¿Ves algo más?

— Veo… ¿Una isla en forma de ballena?


¡Bueno! Y ese sería básicamente el inicio de esta historia (?

He estado haciendo rewatch a ambas series y la verdad no me he podido resistir a publicar esto. Ha pasado mucho desde la última vez que escribí un fanfic, y si bien esto irá siendo creado un poco sobre la marcha, sé qué es lo que quiero que pase en la historia y tengo ideas para hacer que sucedan sin alterar la naturaleza del mundo Hunter.

Eché un ojo a varios crossovers antes de escribir este primer prologo/capitulo, y la verdad no soy muy fan de sólo hacer que la tripulación aparezca en mundo nuevo y ya (? O utilizar un elemento ajeno al canon de ambas series. Claro, sé que habrán casos en donde no hay una idea muy clara, pero me sorprende que nadie haya usado el concepto del Florian Triangle antes. Quiero decir, me pega mucho a lo que es el Continente Oscuro en sí! En fin, espero disfruten leyendo tanto como yo escribiendo esto.