Disclaimer: Daria es creación de Susie Lewis Lynn y Glenn Eichler

Nota de Autora: espero disfruten el capítulo y dejen un Review


El arte de salir en una cita en la ciudad de Nueva York.

Por: Chaotic Girl

Crappy date 4: El Niño de mamá

Current mood: francamente asustada

Music: Mama's Boy / Theresa Rex.

Después de los fracasos que tuve con las citas que mi hermana, mi jefa y un café derramado me consiguieron, bajé un par de app de citas, pues era lo que me faltaba por probar. No es que no lo hubiera considerado es solo que no les tenía fe…

Pero armé mi perfil, hice match con varios tipos y sucedió lo clásico, algunos ni siquiera contestaron otros se dieron su taco y otros más de inmediato

mandaban dick pics, un par iniciaron la conversación y de esos dos solo hice click con uno, hablamos un buen rato hasta que nos pasamos a mensajes de texto, concretamos una cita y todo parecía seguir el curso normal de un par de adultos conociéndose.

Quedamos de vernos en un restaurante de carnes con ambiente informal, no muy lejos de mi casa y como no era elegante ni nada me vestí de manera casual y cómoda, esperaba tener una buena cita pero si no al menos disfrutaría de un buen filete con papas.

Llegué al punto de encuentro, mi cita estaba ya allí, fue muy puntual, pero… no estaba solo. Mi cita estaba ahí esperando mi llegada acompañado de su mamá. Si; han leído bien, su madre estaba sentada con él esperando por mi.

Dude un poco pero me acerqué y de inmediato fui presentada a la matriarca, la señora iba vestida con un severo vestido negro, peinado de señora copetona, un collar de perlas con aretes a juego y unos zapatos de tacón bajo que costaban más que mi laptop, desentonando de una manera contrastante con el ambiente relajado y familiar del lugar. Su hijo iba vestido con pantalones de vestir caqui y una camiseta polo azul claro que combinaba con sus ojos. Su vestimenta era apropiada para veranear en los Hamptons y me hizo sentir como una palurda fachosa pues iba vestida con pantalones de mezclilla y una sencilla blusa de gasa y así me lo hizo saber mamá cuando me barrió sin sutileza de pies a cabeza.

No debí quedarme, todo en mi me instaba a marcharme pero ya estaba ahí y él Niño de mamá fue un caballero que me abrió la silla y me invitó a sentarme.

Tome asiento y su madre de inmediato le llamó la atención diciendo que donde estaban sus modales, mi cita se abochornó y de inmediato llamó al mesero para pedirme una bebida.

Solo pedí una cola de dieta haciendo que mamita hiciera un ruidoso desdeñoso y ella pidió un long Island, nos dejaron la carta y mientras ordenaba mi filete traté de entablar una conversación, mi cita contestaba pero pude notar como buscaba la aprobación de su madre y los ojos le brillaban cuando esta asentía ligeramente.

La comida llegó y disfrutamos del agradable silencio mientras comíamos, casi me fui para atrás cuando vi a la señora cortarle la carne y quitarle los gorditos al filete de un hombre adulto y funcional y que este encontrara esa acción perfectamente normal. La señora se ofreció a hacer lo mismo con la mía pero me negué, ella solo se encogió de hombros y continuó comiendo su ensalada y su pechuga de pollo a la plancha.

Ordenamos una botella de vino y la charla volvió a fluir, estábamos hablando de una obra de Broadway muy popular pero resultó que a la señora no le gustó y eso dio por zanjado el tema.

El hijo obediente cambió el tema por uno que si le gustará a mami y entonces estuvimos hablando de los trabajos, mi cita es contador en un despacho muy importante, gana lo suficiente como para tener una cabaña de playa en South Hamptons y vivir en una colonia elegante de la ciudad en una casa de 2 pisos… con su mamá. Según él porque su madre era una mujer que quedó viuda muy joven y la tenía que cuidar. Ojo no estoy en contra de un hijo que cuida de su madre, amo a mis padres tanto como cualquiera pero la señora se encargaba de la limpieza, de la ropa, de las compras, en fin de todo lo que se supone debería realizar un adulto en su vida diaria, al parecer mi cita no tenía ni idea de como hacer el súper o de como usar su lavadora de última generación, él solo se dedicaba a su trabajo y con una risita nerviosa me confesó que el único electrodoméstico que sabe utilizar era el Xbox y no tenía que preocuparse de nada más, pues su madre se encargaba de esos pequeños inconvenientes, se mostró sumamente interesado de mis "actividades cotidianas"

El postre llegó pero doña mami no lo dejó comerse más que la mitad "ya que los postres le caían pesado tan tarde" además tenían boletos para la ópera e iban a llegar tarde, mi cita se despidió, pagó la cena y me dijo que él y su madre habían pasado una velada encantadora y le encantaría repetir, se acercó a darme un beso en la mejilla y en un susurro me dijo que le había parecido la indicada a su mamá. Me quedé en shock, no dije nada más y se marcharon.

En retrospectiva no fue una mala cita, educado, generoso, buen conversador, atractivo el único problema era que ya estaba tomado, si estuviera en un relación con él siempre sería la tercera en discordia, jamás podría ganarle a mamá, además de que fuera del ámbito laboral era básicamente un bebé en pañales, inútil como una tortuga boca abajo. Es la clase de hombre que esperaría que relevara a su mami cuando esta pasara a mejor vida y no gracias. Puedo comprar cuando quiera mis propios filetes, se hacer mi comida, mis compras y conozco más electrodomésticos y sus usos que un play station 5.

Estoy empezando a cansarme, un tipo decente en la ciudad es tan mitológico como Big foot, un críptido del que todo mundo ha oído hablar pero nadie ha visto.

Seguiré un tiempo más explorando las app de citas quizás en alguno de esos perfiles encuentre a ese mítico unicornio.