Flufftober 2023 Yuuram

Día 31: Una noche de Halloween

Era un poco extraño, ahora que el evento del día había terminado y se encontraban cenando en el enorme comedor como todas las noches, intentó recordar acerca de lo que vio en esa extraña visión del futuro, pero no lo logró, sin embargo, le había dicho a Wolf, que Greta lo llamaría otou-san y él sería daddy, pero Wolfram no recordaba esa plática, ¿eso había sido parte de lo que vio?

—¿Otou-san y daddy? —siguió reflexionando ya en su enorme cama. Sonaba bien, ya no estaba en contra de criar a Greta juntos en un sistema de dos padres, de todas formas, él era su prometido, todo el país lo aprobaba y allí no había ninguna ley o norma social que impidiera su matrimonio. Pensando en ello, cerró los ojos y se durmió.

Estaba en su casa en Saitama, la sala se veía con un toque diferente al que le dio su madre, pero seguía siendo la misma casa con un aire hogareño como siempre. Estaba sentado en la mesa con Greta como de aproximadamente 12 años y con Wolf, notó que los dos llevaban un anillo en el dedo anular, así que de seguro ya estaban casados. Comían un desayuno típico japonés, mientras platicaban. Al terminar, ambos compartieron un beso, antes de ponerse de pie y recoger los platos.

Yuuri despertó con una sonrisa en la cara. ¿Una vida japonesa casado con Wolf y criando juntos a Greta? Tampoco estaba mal, pero ¿y Shin Makoku? Si lo ponían en una situación en donde tuviera que elegir vivir una vida normal en Japón o como el Maou en Shin Makoku, no sabría que elegir. Pero, si de algo estaba seguro era que aceptaría ese destino, siempre y cuando Wolfram y Greta estuvieran a su lado, aunque tendría que encontrar la manera de que su matrimonio con Wolf fuera legal en la Tierra.

Lo que Yuuri no sabía, era que, aunque no fuera en Japón ni en Shin Makoku, sí podría lograrlo.