Cenizas de Héroes

La fosa marina

Frente a las costas que bañan las playas californianas del Reino Caparacian, un trio de encapuchados observan las olas en aquel desolado campo de arena y mar mirando hacia el horizonte, no parece que la fresca y saludable brisa marina o el canto de las gaviotas los perturben, solamente miran fijamente el horizonte, un cangrejo ermitaño pasa junto a ellos y este es aplastado por uno, ellos tienen un objetivo en mente y sea lo que sea esta en lo profundo del océano.

Lejos, muy lejos de allí, una teraferox con un aterrador poder de hipnosis y manipulación mental llamada Persephone recibía en su casa a sus sirvientes Sabathiel y Valefar, ambos le traían una carta de alguien que la dama intentaba contactar.

- Mi señora ha llegado correo. – le decía Sabathiel.
- ¿Alguna noticia de mi contacto mis queridos siervos?
- Que le deje en paz, que ya no le pida traer a esa persona que tanto pide. – comento Valefar.
- A ver…

Persephone toma la carta y la lee en silencio, pero sus lacayos la interrumpen con preguntas.

- Por cierto, mi señora ¿Dónde se encuentra nuestra divina doncella? – preguntaba Sabathiel.
- ¿Quién? ¿Te refieres al recipiente de Lady Esperanto? Ocupada con su vida escolar, será nuestra llave para tener a los juggalo comiendo de nuestra mano, pero es mejor para ella que se haga vida, para disimular.
- ¿No cree que seria algo peligroso si llamara la atención así? – preguntaba Valefar preocupado.
- ¿Cuestionas mis métodos "Ejecutor Supremo"?
- No, por supuesto que no mi señora, perdone mi señora.
- Eso espero Valefar.

Termino de leer la carta y se la come, se levanta ante sus siervos que siguen arrodillados ante ella que saca un orbe cristalino oscuro por donde ella observa ¿Qué será esa cosa y de donde la saco? Eso nadie lo sabe.

- Valefar, Sabathiel, escuchen.
- Como usted mande y diga mi señora. – decían los dos lacayos al unisonó.
- Tenemos "visitas" en las costas caparacianas, tal y como lo había previsto.
- Disculpe mi señora ¿Qué planea hacer con esas visitas? – preguntó Sabathiel.
- Deshacerse de un payaso.
- ¿Cuál de todos? Hay más de uno. – dijo Valefar.
- Uno que se encuentra precisamente en lo mas profundo del mar.
- No se referirá a…
- GAMZEE MAKARA.
- Pero el sería útil a nuestra causa mi señora ¿Por qué matar al descendiente del Gran Altasangre?
- No es conveniente para nosotros que ese payaso psicópata este vivo, es mejor alguien mas digno.
- ¿Y quien seria aquel con una dignidad mayor que la de Gamzee?

Persephone solamente sonrió maquiavélicamente y miro tranquila a sus dos lacayos.

- Oh mis queridos siervos, tan adorables e ignorantes.
- ¿Y que tiene que ver el tipo al que intenta contactar en la carta? – le pregunto Valefar.
- Es el único que puede traerlo del vacío espacial, mas especialmente del interior de un agujero negro.
- ¿Agujero negro? ¿A pesar de lo riesgoso que es? – también pregunta Sabathiel.
- Si, solo criaturas como ángeles podrían ir y salir de el sin problemas.
- Pues quien sabe que pueda pasar ¿apoco el tipo que usted quiere fuera del agujero es aquel digno que menciona?
- Se puede decir que sí.
- ¿Y algo tienen que ver las "visitas" en las costas con todo esto?
- Ellos se encargaran de Gamzee, he logrado cifrar la ubicación del payaso y ustedes serán los guías.
- ¿Nosotros?
- Así es ¿Quién sospecharía de ustedes?
- Lo haremos con todo gusto mi señora.

Los dos lacayos salen de la habitación, mientras tanto una figura trajeada y cuyos ojos son ocultados tras gafas de sol observa silencioso, ella le mira, pero no hace nada… el es parte de todo esto.

Los dos siervos de Persephone abordan una nave pequeña y se dirigen a toda velocidad, las preguntas les invadían su cabeza ¿Qué tanto trama su señora con todo esto?

- No lo sé Saba… ¿Qué querría lograr nuestra señora con todo esto? – preguntaba Valefar.
- Solo ella lo sabe Val, debemos seguir su voluntad.
- Tengo un mal presentimiento de todo eso.
- Mi señora ha sido precavida en todo esto.
- Le tienes mucha fe.
- Mi vida le pertenece y he de morir por ella ¿acaso tu no?
- Por supuesto que sí, hasta la muerte, pero incluso hay veces en las que me hace cuestionar si sus decisiones y previsiones con acertadas.
- Esa falta de fe puede costarte muy caro Valefar.
- Lo se Sabathiel.
- Ella sabe bien lo que hace, estoy segura de ello.

Los dos llegan a la playa y ven a los encapuchados mirando aun el mar, ambos se acercan lentamente, pero en un abrir y cerrar de ojos una flecha cae justo enfrente de los pies de Sabathiel, uno de ellos mira al par y mira desafiante.

- ¿Y ustedes que hacen aquí? – preguntaba uno de los encapuchados.
- Nos han dicho que ustedes estaban aquí, tenemos algo que podría interesarles. – dijo Sabathiel.
- Nosotros no queremos nada de ustedes. – amenazo uno que tenía voz femenina.
- En serio, es algo que ustedes quieren. – les dijo Valefar.
- Ya te dijimos que no queremos nada.
- ¿Ni siquiera la ubicación del cuerpo de Gamzee Makara?
- Espera… ¿sabes dónde está?

Valefar saca un mapa donde revela la ubicación de Gamzee, los tipos miran y se alejan.

- Ahí está, más sin embargo no podemos acercarnos. – comento uno de los encapuchados
- ¿Por qué? – preguntaba Sabathiel.
- Hay patrullas que vigilan el lugar.
- Si sabían dónde estaba ¿Por qué no actuaron? – cuestiono Valefar.
- No seria prudente revelarnos ante el mundo.
- ¿Revelarse? ¿Acaso son alguna especie de ser supremo o algo así?
- Ni tanto, mas bien algo que aun no deben ver los mortales.
- ¿Cómo qué?

Los tres encapuchados dudosos en un principio terminaron por quitarse las capuchas y mostrarse, Valefar y Sabathiel no se podían creer lo que veían, eran ángeles ¿Qué demonios hacían ángeles en Tierra C?

- ¿Quiénes son? – preguntaba Valefar extrañado.
- Somos los ángeles divinos, el es Denetor, ella Amira y yo soy Mikelus. – dijo uno de ellos que vestía armadura.
- ¿Qué hacen aquí los ángeles? – también pregunto Sabathiel.
- Hemos visto el peligro que corre este mundo, y ese tal Gamzee Makara es uno de muchos.
- Con razón quieren acabar con él, pero el problema es que quieren evitar llamar la atención.
- En efecto.
- Podemos ayudar con eso.
- ¿Ayudarnos?
- He querido luchar siempre contra los guardias de La Roca, nunca imagine tener la oportunidad en mis manos ahora mismo.
- ¿La Roca?
- Es la prisión que hay en Tierra C, los presos más peligrosos residen allí y montaron guardia justo donde esta Gamzee.
- Y ustedes quieren ayudarnos.
- Encárguense ustedes de Gamzee, nosotros de la patrulla de La Roca.

Valefar y Sabathiel se suben a la nave en dirección a la tumba de Gamzee mientras los tres ángeles solo miraban irse al bólido.

- ¿Crees que sea buena idea confiar en ellos? – preguntaba Amira.
- Por el momento, al más mínimo índice de traición los matamos.
- ¿Y qué hay de Gamzee? – dijo Denetor.
- El es prioridad, aun así, habrá que ver que hace ese par.

Alrededor del corazón de la Fosa de las Marianas (donde yace el enorme bloque de concreto que encierra la nevera donde Gamzee esta aprisionado) una enorme flota custodia el lugar, uno de los marinos divisa en el radar la nave de los lacayos de Persephone y avisa a la alcaidesa de La Roca: Dalila Keanne.

- Su señoría, tenemos visitantes no autorizados en el perímetro de la tumba. – aviso el guarda marítimo.
- Ya sabe que hacer guarda, proceda con la persuasión, si siguen avanzando tienen permiso de derribarlos. – dijo Dalila
- A la orden mi señora.

Una de las fragatas se pone frente a la trayectoria de la nave, el altavoz empieza a sonar.

"Los tripulantes de la pequeña nave de pasajeros, se les ordena inmediatamente por mandato de la Suprema Alcaidesa de los Cazadores de la Oscuridad se retiren de inmediato, este no es un lugar para que embarcaciones civiles de ningún tipo puedan transitar…"

Pero la nave no hizo caso, siguió directo y las advertencias siguieron.

"De no retirarse procederemos desafortunadamente a abrir fuego de persuasión, si continúan no tendremos más opción que derribarlos, absténganse a las consecuencias…"

Las demás embarcaciones apuntaron sus cañones hacia la nave, pero una escotilla se abrió de la misma y de ella salió Valefar que dando un poderoso salto aterrizo en una de las fragatas, los guardias quedaron sorprendidos, pero se prepararon para el combate.

- En el nombre de La Roca deténgase, no nos obligue a usar la fuerza letal para detenerle.
- No saben con quien se meten, insensatos, ciegos, estúpidos.

Los guardias sin mucha paciencia dispararon a Valefar que a la velocidad del sonido se movía esquivando los tiros, saco su guadaña maldita y con la hoja de aquella arma empezó a despedazar cuerpos de los guardas, armados con solo macanas eléctricas y escudos de energía poco pudieron hacer ante Valefar, no eran rivales para él y prueba de ello eran los cuerpos que eran arrojados al agua, las demás naves dispararon a la fragata que Valefar había ocupado pero este se dio cuenta y salto hacia otra viendo como los morteros hundían aquel navío, al llegar a otra la tripulación paso por el mismo destino que la anterior. En otra fragata Sabathiel apareció y usando su espejo de mano mágico disparo ráfagas de energía con las cuales pulverizo a sus rivales que poco pudieron hacer incluso con escudos, los disparos eran reflejados gracias a la barrera mágica que ella invocaba y disparando magia corrosiva desde su espejo aniquilaba a tanto guardia encontró, uno de ellos llego a los controles y aviso de la situación.

- Mi señora… estamos bajo ataque… bajas numerosas. – informo el agonizante marinero.
- ¿Pero como es eso posible?... no importa, Demian va en camino.
- Bórrate perro de agua salada. – dijo Sabathiel.
- No… NO… ¡AYUDA!

Varias de las fragatas habían sido hundidas, solo quedando una donde se juntaron Sabathiel y Valefar, con la magia de ella lograron hacer que la guadaña de Valefar hiciera un reflejo que acabo con todos los guardias de la última fragata, habían limpiado el lugar hasta que apareció Demian Keanne.

- ¿No les da vergüenza atacar a unos simples grumetes? – les pregunto Demian.
- Eso no te incumbe. – le respondió Valefar.
- Me temo que sí, van a tener que pagar por eso.

En eso Demian invocaba clones de sombra, el dúo enemigo quedo rodeado y sin saber quien era el verdadero, las sombras lanzaron kunais y shurikens a los dos, pero Valefar y Sabathiel los esquivaban, Demian no se lo podía creer y saco una enorme shuriken casi de su tamaño, con el intento hacer frente a Valefar, pero este sujetando el orificio central del shuriken con su guadaña lo arrojo casi por la borda, pero Demian se ríe para luego mirar.

- Está en posición.
- ¿Qué? – pregunto Valefar.
- Disparen el "Cañón Orbital".

Desde el espacio un satélite armado con un potente cañón laser apunta hacia la posición de Valefar y Sabathiel, luego de cargar el cañón este se dispara y una potente ráfaga de laser se dirige hacia ellos, Demian logra huir en una stormbird que llego justo para sacarlo de ahí en lo que observaba la destrucción, justo antes de que el laser les impactara Sabathiel puso su espejo en la mira del láser y este increíblemente es absorbido por el espejo, Demian lo ve y no se lo puede creer.

- ¿Cómo carajos hicieron eso? – pregunto un aterrado Demian.
- Piérdete engreído. – dijo Sabathiel.

La hechicera puso su espejo en dirección hacia la nave de Demian e hizo que el láser que había atrapado saliera disparado de ahí, la energía impacto un costado del stormbird y esta dañada aterrizó de emergencia, Demian quedo inconsciente por el impacto mientras escuchaba los llamados de Dalila, los ángeles ven todo desde la costa, pero no se sorprenden.

- Lo hicieron. – dijo Amira.
- Ahora nos toca a nosotros. – le dijo Mikelus.

Los ángeles viajan a una velocidad supersónica hacia donde estaban Valefar y Sabathiel, estos los vieron y observaron todo desde la fragata que quedaba entera, los tres ángeles entran al agua y sabiendo de su condición logran llegar más allá de los once mil kilómetros de profundidad de aquella fosa donde contemplan el enorme mausoleo de hormigón, Mikelus y Denetor toman el pesadísimo montón de concreto y lo levantan como si se tratara de una caja vacía, logran sacar aquel sarcófago del agua y con un golpe de la "Lanza del Destino" de Amira se rompe el concreto que sellaba a dichosa nevera cubierta de cadenas, Denetor y Amira sujetan la nevera y Mikelus mira en ella a un demacrado Gamzee Makara aun con vida, lo primero que escucha de él es un "honk".

- Gracias bro, ya extrañaba la luz solar, este es un jodido milagro. – agradeció Gamzee.
- Milagro será el fin de tu miserable vida.

Ante la sorpresa de Gamzee, Mikelus desenfundó una de las armas más poderosas jamás concebidas: la Espada Ardiente, un arma tan brutal que de tocar a su víctima también destruirá su alma desapareciéndole de la existencia, con ella Mikelus atravesó la cabeza de Gamzee que empezó a arder en llamas, el payaso agonizante solo pudo decir entre gritos:

"¡HONK!"

Luego todo su cuerpo se consumió y lo poco que quedo de el (unas cuantas cenizas) cayeron al agua, los otros dos ángeles tiraron la nevera vacía al agua mientras los tres ponían sus miradas al par que les echo la mano.

- Supongo que debemos agradecerles la ayuda. – dijo Mikelus.
- Fue un placer. – le dijo Sabathiel.
- Ahora debemos partir.

Los ángeles desaparecieron y los dos siervos de Persephone tomaron aquella fragata para regresar, al volver con su señora les tenia una cosa que decir.

- Hemos vuelto mi señora, Gamzee Makara es historia. – informo Sabathiel.
- Excelente mis seguidores, les tengo otra noticia que darles, hay alguien que quiero presentarles.
- ¿A quien mi señora? – preguntaba Valefar.
- ¿Por qué no vienes para acá?... Kurloz Makara.

Los dos siervos quedaron estupefactos cuando aparecieron tres personas: Damara Megido, Meulin Leijon y sobre todo Kurloz Makara, Persephone sonrió mientras sus lacayos guardaron silencio y se arrodillaron, la mirada aterradora de Kurloz lo decía todo.