"En otras noticias, hoy se reporto la muerte de... en un intento de atrapar a un integrante de una banda de narcotraficantes, el joven al parecer..."

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-¡Espera un momento! aún soy un novato en esto, dame un respiro- exclamó el peliverde, bloqueando un ataque de su compañera la cual mira al héroe en busca de la aprobación a esa petición, siendo negada y volviendo a atacar, todo esto mientras eran observados los otros dos integrantes, uno riendo como loco y el otro con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Ustedes dos de que se ríen? Ustedes van a entrenar conmigo- sentenció viendo como la sonrisa de ambos se borraba.

-¡Noooo, piedad, todo menos eso!- gritaba el peliteñido siendo arrastrado por el héroe junto al albino quien solo tenia una cara de aterrado.

-Y Midoriya,Buki-chan ahora usen estas- dice señalando unas espadas cortas que reposaban en una mesa cerca a la entrada.

Una vez que sale a la otra sala los don adolescentes se miran uno a otro.

-¿No es demasiado para el primer día?- pregunto la chica.

-Pareciera que si, pero como tenemos el tiempo medido tenemos que apresurarnos- contestó el peliverde acercándose a la mesa y alzando una de las espadas- ¿No tomarás una?- pregunta a lo cual la chica niega y alza su mano sacando de una especie de ventana luminosa una espada de diferente diseño pero del mismo tamaño.

-¡Ese es tu quirk!¡es genial!¡¿Cómo funciona!?¡¿tienes un limite de armas que puedes usar!?- inundó el peliverde con preguntas de las cuales la chica solo entendió las primeras dos.

-B-bueno puedo sacar armas de esta ventana, pero no de armas de fuego y solo puedo usar una a la vez- respondió un poco nerviosa.

-¡Eso increible!¿entonces buki-kun puede hacer lo mismo?- sigue con su interrogatorio.

-Si pero de una manera distinta, y él si puede usar armas de fuego- responde- bueno ¿proseguimos?

Lugo de esa pequeña charla ambos siguen con su entrenamiento unas horas mas.

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Estaba agotado, entrenaron hasta tarde por suerte hoy no tenia que ir a la comisión, ya que ayer Buki-kun y Tsuno-kun habían vuelto desmayados y hoy se recuperarian.

-Estas aqui- escuchó una voz a sus espaldas, y al voltear vió al pelinegro.

-Es que este lugar es muy tranquilo- responde.

-En eso te apoyo- contestó- y ¿como te va con tu asunto?

-Bien- fue lo único que dijo.

-Ya te dije que eres pésimo mintiendo- dijo viéndolo analiticamente.

-¡Bueno te lo contaré pero no se lo digas a nadie!- dice con un puchero.

Posteriormente le cuenta todo exceptuando un detalle.

-¿En serio eres un vigilante?-pregunta al finalizar.

-Algo así- responde avergonzado.

-¿No deberías saber algo de defensa al menos?-

-¡Es que recién empiezo!-

-Ya veo- dijo saliendo del lugar- te esperare luego de clases en el parque cerca de aqui- dijo y salio.

Si el peliverde estaba entrenando para eso el le sacaría provecho a eso, después de todo entrenar sólo no es divertido y ambos serían beneficiados.

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Luego de clases el peliverde se fue a cambiar y fue al lugar de encuentro.

Al llegar vio al pelinegro calentando.

-Ya llegaste, bien empecemos- dice lanzándose hacia el peliverde.

-¡Espera!¿Que haces?- dice esquivandolo por poco.

-Entrenemos- dice recuperando el equilibrio.

-¡¿Que!? ¡¿por que!?¡¿no me digas que quieres entrar al programa!?- dice asustado de que esa sea la intención de su amigo.

-Claro que no, no quiero esa vida- contesta- mira, tu tienes que saber defenderte para final de este mes y el examen de admisión de Shiketsu es en ocho meses y no creo poder entrar viéndome como un fideo- contesta recibiendo una mirada de duda del peliverde- escucha, si entrenamos los dos, ambos podremos avanzar rápidamente para el momento indicado, ambos saldremos beneficiados-

El peliverde lo pensó unos momentos hasta que levanto la mirada.

-¿Estas seguro? Es que yo no se nada de entrenamiento hacia que no creo ser de ayuda- respondió dudoso.

-Yo tampoco, pero cerca de mi casa hay una playa llena de basura, seria un buen comienzo-

El peliverde comienza a murmurar pero responde a los pocos segundos.

-¡Hagamoslo!- respondió emocionado, era cierto ambos ganarían y era mejor aprovechar esta oportunidad.

-¡Muy bien vamos!- dice acercándose al pelinegro.

-¿Pero no entrenaremos en defensa personal?- dijo dudoso.

-Aún no, ninguno sabe de eso, pero me lo enseñarán en la comisión y yo te lo enseñaré a ti- dice alegre- entonces empecemos con la playa-

Lugo de eso se fueron a esa playa a limpiarla, aunque para Izuku fue una sorpresa lo sucia que estaba, no se esperaba ese nivel de suciedad. Estuvieron moviendo la basura unas cuantas horas Hasta que decidieron retirarse por el dolor que sentían en el cuerpo.

Al llegar a sus respectivas casas ambos tomaron una ducha helada para aliviar el dolor en su cuerpo y yéndose a dormir.

-Supongo que esto nos hace amigos- susurraron ambos para luego quedar dormidos.