La Madriguera había vuelto al bullicio habitual algo que extrañamente contentaba a Molly más de lo normal. Era su forma de evadirse de la guerra, pensar que su familia estaba al completo y que su hogar era bullicioso lleno de personas que consideraba como hijos suyos.

A los residentes habituales de la casa, se le habían sumado Harry, Susan y Daphne. Todos por diferentes razones y que curiosamente estaban dejado de lado por sus mayores. Amelia y Sirius seguían limpiando Grimmauld Place y convirtiéndola en un hogar bonito, lo que llevaría tiempo. Mientras que la madre de Daphne parecía no ser consciente de su existencia.

Harry estaba aprendiendo todo lo que podía de libros que la Señora Weasley bajaba del trastero mientras que las chicas parecían haber llegado a una especie de paz menor entre ellas. Ginny solía irse con Luna durante el día y Daphne se encerraba en la habitación la mayor parte del día. Susan convivía perfectamente y ayudaba a Molly en todo lo que podía. Parecían clones con diferente cabello.

El niño que vivió miraba noticias cada día informándose de los entresijos de la guerra que ahora se libraba en el Wizengamot. Los ataques terroristas habían disminuido gracias a los aurores y a que Voldemort no podía seguir garantizando nuevos seguidores. Ahora el debate era si aplicar la pena capital a los capturados y quedarse con sus bienes para costear el esfuerzo bélico. Algo que obviamente ninguna facción quería. Los infiltrados en el Ministerio estaban volviéndose más difíciles de enmascarar y Scrimgeour temía por su vida.

Mientras miraba las noticias, su joven amigo pelirrojo le reprendió diciendo—Pareces Hermione tío…rodeado de libros y pergaminos.

Sonriendo le dijo—Son nuevos hechizos defensivos—le enseñó la lista—necesitamos todo lo que podamos.

—¿Alguna noticia importante?

Harry negó y le preguntó—¿Cuándo volverá Hermione?

—Dentro de unos días. Bill ha ido a recogerla. Está vigilando el perímetro para evitar que la ataquen antes de que se marche. También hay que proteger a sus padres, ya sabes son muggles—mirando por la ventana dijo—¿Qué opinas de Greengrass? ¿Por qué quiere que la protejamos?

Harry trago saliva y dijo—El director quiere mantenerla como una especie de…espía. Además de evitar muchos daños…Daphne es como…

—Hermione—el pelirrojo conocía bien cómo se comportaba la rubia en clase. En Hogwarts era fría, calculadora y extremadamente talentosa en todo lo que hacía. Había llegado al punto de ser un incordio para Hermione ya que rivalizaba en muchas notas con ella y además la Slytherin disfrutaba de cabrear a la morena.

Asintió a lo que el pelirrojo tembló—Dos son demasiado para convivir en esta casa. Se matarán entre ellas…Piensas que Malfoy está marcado.

Harry negó diciendo—No. Demasiado imbécil. No creo que Voldemort se arriesgue. Aún es pronto para que necesite reclutar de forma masiva—negando con la cabeza murmuró—Creo que iré a ver cómo está Susan de su despartición—una excusa algo tonta ya que eso había sido solucionado ayer.

Salió del cuarto y el pelirrojo le dijo burlonamente—¡Acuérdate del encantamiento Silencio!

Descendió por las escaleras delgadas de la casa hasta llegar al rellano dormían ambas chicas. Abrió la puerta y se encontró con una imagen cegadora. El cuarto de Percy era sobrio y aburrido sin las características decorativas del resto del inmueble pero está vez se había transformado en un lugar diferente. Ambas chicas parecían haber modificado el cuarto cambiando colores y dejando las paredes en tonos contrarios, desde un elegante tono azul cielo hasta un tono negro. Ambos colores alternaban. Las sábanas de la litera que habían montado eran también sumamente contrarias. Una verde y otra blanca con flores.

Parecía que Daphne quería desvincularse de todo el fanatismo Gryffindor que había en la casa y había decorado de forma contradictoria todo. Nada más entrar contempló que en efecto la persona a la que buscaba no se encontraba. La rubia estaba sentada en la cama sosteniendo un espejo simplemente. Harry observó cómo la chica se peinaba sin siquiera percatarse de que alguien la estaba viendo.

La joven estaba con sujetador y pantalón tumbada en la cama. Harry alzó la vista intentando captar el tamaño de su busto. No tenía quejas en ese aspecto. Susan estaba bien dotada pero Daphne no era nada menor tampoco. Sus pechos poseían un buen tamaño, suficiente como para hacer cubanas.

Se quedo mirándola de incognito hasta que Daphne se dio la vuelta horrorizada tapándose con una sábana y ordenándole—Suficiente, Potter. Puedo soportar vivir en esta casa con los Weasley…compartir habitación con tu "novia" o estar aislada de mi familia y mi estatus pero esto…—señalándolo a él—esto es muy fuerte. ¡Qué opinara Bones de esto! ¡Su novio mirándome a mí! ¡A otra mujer!

La silenció diciendo—Susan estaría de acuerdo en lo hermosa que eres…No veo que eso sea una ofensa—indicó brevemente—Y también estaría de acuerdo con que salieses de este cuarto más que para asearte y comer—dijo al verla sonrojarse—Puede que la habitación no huela tan bien si permaneces aquí tanto tiempo.

—¿Me estás llamando apestosa? —dijo con aire de superioridad mientras agarraba su varita—Sal de aquí antes de que haga a Susan viuda—lo apuntó y dijo—Largo.

Harry agarró el marco de la puerta y dijo con gracia—Sudas…como el resto de los mortales. No es un insulto—afirmó valiente mientras observaba como la chica ofendida levantaba la varita con fuerza y lo miraba a los ojos. Apenas podía romper el frío iris de la chica.

La chica ahora furiosa de verdad desempuñó el arma y dijo—No querrás enfrentarte a duelo conmigo Potter…Sería yo quien te mate y el Señor Tenebroso no toleraría eso—dijo riéndose mientras sujetaba firmemente su arma como si esperase un ataque inminente.

Relajó la mirada y dijo—Matar a una chica tan guapa…no es mi estilo—dijo riéndose al ver que la chica se sonrojaba no acostumbrada a piropos directos—Por cierto, ¿es verdad que tu hermana pequeña está casada con Malfoy?

Daphne se paró en la cama y su rostro perdió el sonrojo y la felicidad momentánea y se sumergió en la desesperanza. Con tristeza en los ojos miró a Harry y le dijo irritada.

—Se qué piensas que Draco es un imbécil—afirmó la chica—Pero es mejor para Astoria que esté con él…así al menos alguna podrá sobrevivir si la guerra continua. Es peligroso poner todas las esperanzas en uno solo. Es algo que los Weasley hicieron bien—dijo con gracia mientras seguía observándolo.

—Hay mejores magos que Malfoy—con claro odio, sabiendo que el hurón no era para nada una buena persona y su familia aún menos.

Daphne dijo riéndose—Te equivocas…Malfoy puede ser un imbécil y un bruto pero tiene dinero. Podrá darle a Astoria la vida que merece.

—Neville también tiene dinero.

—Longbottom puede haberos ayudado en el Ministerio pero claramente no está capacitado ni para ser amante. Apenas sabe sostener una varita, no dejaré que Astoria acabe con un inepto en la magia—declaró rabiosa.

Ofendido, Harry le dijo—Neville es un gran mago y podría vencerte en un duelo fácilmente—la rubia rápidamente bajó su varita y dijo con gracia—Veamos si es verdad…propongo un duelo.

—No quiero hacerte daño.

—No lo harás. Yo contra vosotros.

—¿Vosotros?

—Weasley, Bones et toi—chuleándose en un perfecto francés—Si gano me llevas a un lugar menos…—se planteó que decir—vulgar.

Harry estudio su rostro brevemente dándose cuenta de que no iba de farol. Sin embargo él tenía otros planes, según Dumbledore debía acercarse a aquella joven y no lo estaba consiguiendo. La actitud fría de Greengrass dificultaba un acercamiento constructivo. Decidiendo que aquella era su única opción dijo.

—Pasado mañana…le diré a la Señora Weasley que levanté alguna barrera y supervisé los duelos. No quiero que por tus tonterías haya problemas—se levantó para irse pero la rubia añadió—¿No ibas a esperar a tú "bomboncito"? —riéndose por la comparación tan melosa.

Arrastrando los pies dijo—Ciertamente. Me quedaré a esperarla—se sentó parsimoniosamente en una cama y observó por el rabillo del ojo como la bruja rubia seguía con su espejo sin siquiera mirarlo. El silencio incomodó duró porque Harry le preguntó.

—¿Sabes que quiere Dumbledore?

Se encogió de hombros y dejó su espejo en un tocador para luego mirarlo fijamente. Con algo de cautela dijo.

—El director piensa que puedo ser una espía para su causa. Con Draco Malfoy como cuñado y mi madre siendo amiga íntima de Narcissa y…—estudió el rostro de Harry— y de Bellatrix. Pues podría ser una gran espía, sin embargo eso es traición.

—Por una buena causa—matizó—¿No es eso lo que los Slytherin hacéis?

—Te equivocas Potter…Autopreservación, eso me incluye a mí y a lo que queda de mí familia—haciendo hincapié en la propiedad—Además, no me iría mal bajo el mandato del Señor Tenebroso.

Harry la miró brevemente y ella dijo—Sería rica. Quizás me permitiese ser ministra…—soñando despierta—Me enseñaría magias increíbles…Soy mucho mejor que sus súbditos locos. Sin lugar a duda.

El niño que vivió cerró los ojos con fuerza. El discurso de Daphne le recordó tristemente a las frases que Bellatrix le había dicho en el Departamento de Misterios. Por momentos, concluyó lo inevitable. Dumbledore podía tener razón, Daphne era lo que Voldemort buscaba. Una mujer inteligente, agraciada y astuta…una nueva comandante o quizás pensaba sustituir a Bellatrix. Era algo de lo que sentía curiosidad. Hizo lo que el director le había dicho. Intentó acercarse a la rubia.

—Te iría mejor sin ellos—concluyó—Puedes hacer que tu hermana y madre no estén involucradas y no vayan a Azkaban. Y tras eso, casarte y formar una familia…de sangre pura.

—No quedarán muchos varones libres cuando acabe la guerra y los que queden no se acercarán a una serpiente—lo dijo con seriedad pero se intuía tristeza en su voz. Harry curioso por ver sus respuestas le dijo abiertamente.

—No te faltaran pretendientes, creeme. Eres guapa, lista y de sangre pura…quizás encuentres vampiros dispuestos—dijo riéndose. La chica torció los labios pero se contuvo de nuevo—Es cachondeo…estaré dispuesto a interceder por vosotras si fuese necesario. Piensa la propuesta del director al menos y…sal de aquí. A la Señora Weasley no le gustará que estés tanto tiempo encerrada.

Daphne miró al chico y dijo—No dude nunca en acudir a la cita del director. A diferencia de Malfoy, yo considero al director como el mago más poderoso del momento…pero está mayor—supo que era verdad. Había presenciado el duelo entre ambos en el Ministerio y visto como a pesar de ser un gran guerrero, Dumbledore comenzaba a caminar y mover las manos con dificultad— Aun así cualquier querría aprender de él. Y con respecto a lo otro…creo que acercaré posturas con Bones…al fin y al cabo te has ofrecido como esposo para mí.

Harry tosió asustado y dijo—¡Como! ¡Nunca dije eso!

—Dijiste que intercederías por mí ante el Wizengamot si pasase algo…eso en el lenguaje de los puristas se llama contrato de matrimonio, Potter.

—Me retracto—dijo inmediatamente—Ayudaré en lo que pueda pero no pienso casarme con Voldemort vivo y menos con una Slytherin.

—Depulso-dijo Daphne enviándolo a volar—Hasta luego Potter…dile a la Señora Weasley que pronto bajaré a comer—sin embargo Harry no se iba a dejar amedrentar por aquella bruja y rápidamente avanzó hasta la puerta ganándose un golpe en la cara cuando se cerró en el último momento.

—¡Se supone que no podemos usar magia fuera de Hogwarts! —intentó darle una reprimenda a la chica pero fue contestado por una voz risueña femenina—¡Vives en un hogar mágico, Potter! Si dejas de ser tan estúpido igual serías un buen mago y no un niñato con ínfulas de grandeza.

Harry no supo que decir así que se quedó estoico mirando la puerta hasta que hastiado decidió dejar eso y conversar de verdad con Susan. Las misiones de Dumbledore solían ser complejas y no pretendía llevarse bien con ningún Slytherin, aunque aquella joven fuese algo así como una excepción.

Bajó las escaleras para ver cómo la Señora Weasley enseñaba encantamientos a Susan. La joven parecía ávida por aprender y su profesora sabía bastante del tema. Molly dominaba los encantamientos caseros y podía mantenerlos a distancia sin problemas algo que no todos podían hacer. Harry al principio había pensado que esto era normal cuando lo vio durante su segundo año pero poco a poco comprobó lo difícil que era mantener un encantamiento de movilidad durante tanto tiempo y sin estar supervisándolo.

—Se te da bien fregar—dijo observando como con sutiles movimientos de varita, la pelirroja activaba el grifo y movía un trapo. Se desconcentró causando que algo de agua cayese en su canalillo causando que Harry lo observase con cautela.

—¡Tonto! ¡Mirá lo que has hecho! —observando la mancha de agua que dejaba entrever su sujetador.

Riendo le dijo—Puedo secártelo—mientras le guiñaba un ojo. La chica sonrió pero Molly rápidamente dijo—No te preocupes por eso—movió la varita y aire cálido salió secando a la jovencita—Harry querido. ¿Qué querías? Nos has pillado limpiando platos…Susan es una gran alumna—el chico miró de reojo el canalillo caído de la madura y claramente veía la comparativa. Ambas pelirrojas parecían madre e hija.

Intentando pensar algo y disimular sus miradas dijo—He estado con Daphne antes…me ha dicho que pronto bajará a comer.

La Señora Weasley dijo alterada—Esa chica debe de alimentarse bien…está casi como tú. No come bien…—claramente tener poco apetito era algo que Molly no comprendía aun—Le prepararé algo en cuanto pueda. ¿Susan, como está pasándolo Daphne?

La pelirroja se excusó diciendo—Hablamos a veces…pregunta por cosas que está haciendo mi tía en el Ministerio. Arrestos y ataques. Parece intranquila. Se pasa el día mirando su espejo.

—Supongo que querrá estar informada.

Molly dijo en cambio—No. Preocupación por su familia seguramente. Los Greengrass no eligieron bando la otra vez. A pesar de su pureza de sangre y de ser un poco…clasistas—buscó la palabra sabiamente—No torturaban a nadie y despreciaban actos brutales. Está vez parece que no hay tanta suerte. Con la pequeña casada con un Malfoy…

Susan añadió—Si Daphne no creyese en los ideales de su familia podría explicar porque estaba en medio del ataque aquel día.

La madura respiró moviendo sus pechos y dijo con seriedad—El director cree lo mismo que tú Susan…pero no está claro. Podría ser una espía y tener al enemigo en nuestra casa. O estar bajo Imperius. O quizás estar envueltas en peligros grandes…un sinfín de problemas.

Harry intercedió diciendo—¿Deberíamos devolverla con sus padres? —ciertamente no quería que nadie sufriese algún peligro por su culpa.

—No—sentenció la bruja—Es solo una adolescente. Cumple diecisiete este año...En ese momento podrá elegir.

Ninguno supo que decir pero Harry tenía una duda. Una duda bastante seria que había nacido cuando Daphne había malinterpretado sus palabras y básicamente había hablado de matrimonios.

—Señora Weasley…si un mago se une a una bruja íntimamente o declara a su favor en un tribunal—dijo intentando no usar palabras que quizás fuesen demasiado violentas para la bruja—¿es como si le propusiese matrimonio? —Susan se rio a carcajadas mientras que Molly mitigó la risa y dijo por momentos—Para de reír, él no vive en nuestro mundo.

—Por supuesto que no, Harry. ¿De dónde has sacado eso?

—Cuando hablé con Daphne. Yo le…le dije que podría hablar por ella en el Wizengamot. Y ella lo malinterpretó y dijo que le estaba proponiendo matrimonio o algo por el estilo—sin saber muy bien que decirle a ambas mujeres.

Molly simplemente dijo—Eso es falso, Harry. Ningún acto salvo algunos rituales de sangre puede producir el tipo de vinculo mágico que implica un casamiento. Lo que Daphne quiso decir, es que, un acto como ese…interceder a favor de alguien o simplemente sexo puede entenderse como un acto de amor…y por tanto unir a las personas. Al igual que el perdón crea lazos, otros actos también lo hacen. Pero eso no significa que tengas que casarte con cualquier persona. El casamiento es algo íntimo y personal, meditado, no un acto consecuencia de una noche fugaz.

Harry lo entendió brevemente antes de escuchar la voz de Susan con algo de risa—Tendré que defenderte de esa serpiente…Se quiere quedar con lo que es mío—no tuvo que hablar mucho pues Daphne rápidamente bajando las escaleras dijo—¿Quieres un duelo? Puedo venceros a todos los de vuestro estúpido ejército de Dumbledore…

—¿Quieres apostar? —dijo Bones sonriendo—El patio es lo suficientemente grande como para poder hacer duelo sin problemas.

Intentó contener a ambas mujeres pero parecían no estar dispuestas a esas cosas. Molly acostumbrada a tratar con peleas decidió dejarlas y simplemente anunció con gracia.

—Cuando venga Hermione está noche podemos comenzar un torneo de duelo—ambas chicas sonrieron vagamente—Y acordar el premio entre los participantes.

Susan simplemente dijo—Cerrarle la boca a esta serpiente será suficiente—sonrió y dijo—Es hora de que deje de provocar a Harry con su apariencia angelical.

—¿Provocar? —Daphne dijo—Es normal que se fije en mí…soy hermosa. Además hay demasiado pelirrojo junto…le gustará ver algo rubio también. Yo no tengo la culpa de eso.

—Lo único claro que Harry quiere ver es su lechuza—dijo Susan cabreada de que la otra chica fuese tan egocéntrica—Le gustan con color—indicando que la piel de la bruja era demasiado pálida y su cabello de un tono rubio chillón—Y con pecho—mientras respiraba con descaro haciendo que los suyos se moviesen demasiado.

Daphne movió los ojos y dijo—Me parece que a tu novio le da un poco igual eso…mientras sea buena en la cama se follaría hasta un elfo doméstico. —Harry se asustó ya que la bruja había podido ver sus recuerdos con Legeremancia el año pasado—Si gano a todos los que estén dispuestos a enfrentarme podré hacer lo que quiera contigo.

Harry se atragantó y preguntó—¿Conmigo? ¿No es muy infantil? —había sido esclavo una vez, no deseaba serlo de nuevo.

—Con ella…pienso enseñarle modales a esa yegua—Susan abrió los ojos y dijo—Si gano…Harry y yo disfrutaremos de ti todo el tiempo que queramos…Te prometo que tendrás agujetas—riéndose.

El niño que vivió siguió a su novia escaleras arriba mientras que le decía a Daphne—Espero que esté de broma…yo de verdad que no…quiero esto.

Mientras abandonaban, Daphne miró el espejo y guiñó un ojo mientras decía—No sé cuál de las dos apuestas es mejor.