Tras lo ocurrido en el baño, Harry decidió regresar con sus dos mejores amigos. Miró por la ventanilla y comprobó que el paisaje campestre había cambiado a otro más rocoso, montañoso. Hogwarts estaba cerca. Tras muchos años, reconocía el camino y sabía la distancia.

Caminó hacia el compartimento que compartía con sus amigos quienes ya debían haber acabado la reunión de prefectos. Avanzó hasta el compartimento que solían compartir. Por el camino comprobó que el de Malfoy tenía las ventanillas echadas, algo bastante común pero que levantaba sospechas en su mente.

Tras llegar a su compartimento, vio a Ron, Hermione discutiendo. Ginny jugando con las lechuzas y Luna algo adormilada. La postura de la rubia dejaba ver su coño pero poco le importo en ese momento. Todos al verlo lo miraron y el pelirrojo dijo.

—Te estábamos buscando por todo el tren.

—Ya estoy aquí. ¿Qué tal la reunión en la cima? —burlándose de su amigo. Esté sonrió y dijo—Un coñazo. Lo único raro fue que Malfoy ha dimitido de prefecto.

Ginny miró a Harry y dijo—¿Malfoy dimitiendo? ¿No os parece raro? A él le encanta ir por la vida maldiciendo y creyéndose superior con una insignia puesta—la pelirroja había comprobado la crueldad del chico en años anteriores.

Hermione miró a ambos hermanos—No querrá meterse en problemas. Tras lo de su padre…

—Es Malfoy—matizó el pelirrojo.

Harry intervino defendiendo a su amigo—Ya viste a su madre…no parece tener problemas en burlarse delante nuestra. No tiene miedo de la Orden o del caos que se puede montar. En el Callejón Diagon parecía como si…

—Como si supiera lo que pasaría—indicó Ginny a duras penas. Harry sabía que no era cierto. Tras la mamada que había recibido estaba claro que la dama estaba algo alterada. No había planificado eso—No parecía preocupada por lo que Bellatrix pudiese causar.

—Es su hermana—habló Luna somnolienta—Por muy asesina sádica loca que sea…supongo que tiene algo de compasión. ¿No?

Hermione miró a la chica y le dijo—No la tuvo en el departamento de misterios con Sirius y Tonks.

Ron miró a Harry y dijo en voz alta—No estaba preocupada porque ya tenía planeado eso—al ver que las chicas se quedaban observándolos. El pelirrojo dijo—Vimos a los Malfoy junto a Bellatrix en el Callejón. Planeaban algo.

Ginny sonriendo dijo—¿Crees que el que no debe ser nombrado le encargaría algo a Malfoy? Antes envía otro libro a poseerme—rio en voz alta por su propia broma—¡Vamos! Es un idiota.

—Snape estaba con ellos—dijo Harry deteniendo la risa de la chica Weasley. Hermione acudió al rescate al decir—Dumbledore confía en Snape.

—Nosotros no—dijo Ron mirando a la morena—Snape es un imbécil…

—Puede que sea algo estricto Ronald pero es un profesor—indicó la bruja a sabiendas de que era la autoridad—Puede que este año no tengas Pociones pero aun así le tienes que guardar respeto.

El pelirrojo miró a Harry y dijo—Por fin una buena noticia…podremos entrenar quidditch, duelo, hacer deberes…pasar tiempo de chicos—Hermione se desilusionó con sus dos amigos.

—¡Conmigo nunca haces deberes, Ron! —dijo la chica apenada. El mago se recompuso, miró a su amigo pero no había ninguna respuesta. Harry decidió sacarlo del fuego diciendo—No te preocupes Herms…Snape no dará Pociones. Slughorn es el nuevo profesor. Dumbledore y yo fuimos a buscarlo. Antes he estado con él.

La bruja fijó su mirada en el niño que vivió y le dijo—¿Cómo es? ¿Dónde lo has visto?

Ginny sonrió y dijo—Yo también he estado con él un rato…Neville también.

Hermione histérica miró a ambos con envidia pero fue opacada por Ron quien alegre como nunca dijo—Por fin nos hemos desecho de Snape. ¡Es el mejor viaje de mi vida!

Ninguno estaba muy seguro de eso pero se callaron. Harry sospechaba que el director no expulsaría a su mejor espía al mundo exterior tan fácilmente. Perfectamente Snape continuaría con alguna labor molestándolos en el colegio. Decidió saciar la curiosidad de su amiga y decirle.

—He estado comiendo con Slughorn…es simpático. Y hábil…sabe mucho de Pociones y maleficios. Pero solo parece interesado en personas ricas—haciendo lista se dio cuenta de que la mayoría tenían grandes patrimonios.

Ginny solucionó eso al decir—Le gusta la magia. Es…simpático. Me invitó tras ver lo que hice con la maldición moco murciélago—Ron se agarró la nariz con miedo. Hermione en cambio miró a sus dos amigos y dijo.

—Es un elitista…como Malfoy—enfadada—Le demostrare lo buena que doy en Pociones y tendrá que invitarme a sus reuniones—convencida. Ron y Harry se observaron entre sí, a lo que el pelirrojo dijo.

—Bueno…necesitas retos Herms, la biblioteca se te ha quedado pequeña. Harry y yo estaremos en el Gran Comedor…aburridos sin ti—indicó con falso pesar. Luna desvió la conversación al decir—Ginny…—la atención de la chica fue a su amiga—¿Qué me tenías que contar sobre los bancos?

La pelirroja miró a Hermione y dijo—Le comentaba a Luna lo que Bill contó en casa…—todos dieron su beneplácito sabiendo que aunque la rubia era rara, también era brillante—Bueno. Narcissa Malfoy recibe cantidades de oro mensualmente…ha pagado los daños de los mortífagos y su fortuna lejos de decrecer ha crecido…Solo hace traspasos de oro y poco más. Pronto se convertirá en la mujer de oro de la Gran Bretaña Mágica.

Luna escuchó atentamente antes de declarar—Puede que Voldemort—temblaron menos Harry—la esté usando para controlar el mundo mágico desde una posición económica. El dinero controla el mundo—Harry fue a contestar pero la rubia lo silenció diciendo—Malfoy alardeaba de que iba a controlar la bóveda Black y ser el soltero de oro…luego de que Sirius te pusiese como heredero…supongo que sus planes se han torcido. Necesitan una nueva fuente de ingresos.

El pelirrojo miró a la chica y dijo—Incluso sin aportes…la bóveda de Malfoy era enorme. No necesitaría más oro.

—No veo a Voldemort compartiendo el poder con una dama de sangre pura—dijo Harry—Narcissa únicamente está interesada en sí misma.

—¿De dónde sacaría más dinero? —preguntó Hermione—Sin la bóveda Black…que bóvedas quedan con mucho patrimonio.

Ron arrugó la mente y dijo—Lestrange. Pero está prohibido hacer cualquier negocio con esa casa desde que fueron a Azkaban. Únicamente pueden sacar dinero.

—¿No los apresan? —dijo Harry.

—Tienes que aprender más historia Harry—dijo Hermione regañándole—Los duendes tienen un convenio. El banco es neutral, por eso Sirius pudo mandarte la saeta de fuego.

—¿La bóveda de los Black no estaba censurada? —sabía que los cargos contra su padrino habían sido graves a pesar de ser falsos. Luna habló y dijo—No. La casa Black contaba con personas vivas en ese momento…y libres de cargos. Nunca se le hizo un veto económico. ¿Más?

Ginny miró a Harry y dijo—Greengrass—el chico no se lo tomó bien pero la pelirroja se explicó—Son ricos y aunque haya parte que pertenezca en herencia a Daphne…la mayor parte puede ser utilizada por la viuda. Además de otras familias menores con riquezas…

Harry cayó y dijo—¿Saquear otras familias de sangre pura? —miró a Luna y dijo—¿Sería posible? —la rubia observó el periódico y dijo—El Profeta dice que se han perdido joyas de la familia Abbott por precio de diez mil galeones.

—Modesto—matizó Ginny—Solo el collar de perlas que esa zorra lleva vale eso—haciendo alusión a lo que solía llevar la Señora Malfoy.

—Dejemos eso—dijo Ron—No sacamos nada bueno. Son solo elucubraciones. Además…no podría venderlos. Todos saben lo que Lucius hizo…su apellido está muy vetado en todos los círculos mágicos.

Harry escuchó y dijo—Iré a ver a Susan—tenía un plan en mente. Agarró su capa de invisibilidad y se dispuso a averiguar más sobre Draco y sobre sus planes. La idea a la que habían llegado era plausible pero sin duda, Malfoy sabría más. Si lograba escucharlo sería fantástico. Abandonó el compartimento y salió en busca del de Malfoy.

Invisible esperó hasta que un despistado Nott lo abrió y le dejó pasar. El lugar era amplio pero estaba muy lleno por lo que Harry se acomodó cerca de las maletas intentando no hacer ruido. Observó que Malfoy estaba sentado en un asiento degustando una cerveza de mantequilla mientras llevaba ropa larga.

Pansy Parkinson estaba besándole el cuello como si fuese una putilla personal. Su entrepierna era succionada por Astoria. La hermana de Daphne únicamente chupaba el pene de Draco pero era acariciada por todos los chicos. Lo único que Draco hacía era gruñir cuando alguna tocaba su propiedad más de la cuenta. Tracey estaba a cuatro patas y los chicos se entretenían propinándole maleficios leves.

Nott sonrió y dijo—Buen tipo Slughorn…mi tío me dijo que me llevase bien con él. ¿No te acercas Draco?

El muchacho gruñó y dijo—Dejó la política para los de lengua sagaz—miró al chico de tez negra—y las putas—miró a Pansy, Astoria y observó a Zabini. Todos sabían lo que su madre hacía—. El Señor Oscuro tiene otros planes para mí…pronto seré su mano derecha.

Zabini sonrió forzadamente y dijo—Hay que darle valor a todo, Draco…El Señor Oscuro no podría mantener un mundo de paz si nuestras familias no dominasen el Ministerio.

Nott sonrió y dijo—Guerreros hay muchos y ya vimos cómo acaban—sonriendo. Sabía que casi todos los mortífagos habían sido cazados aquel día en el Ministerio. Draco miró a ambos chicos y dijo—Te equivocas Nott…vosotros sois inferiores. En pureza, en riqueza, en todo—sentenció—Debéis aprender vuestro lugar—levantó la varita y dijo—Crucio—la maldición torturó levemente a ambos. No parecía ser capaz de causar gran daño. Harry estaba seguro de que una de Voldemort les habría roto la espalda a esos dos.

Miró a los dos. Nott estaba amedrentado pero Zabini observaba todo impasible. Malfoy sonrió y dijo—Mi tía no es una guerrera cualquiera…—dijo sonriendo—Me está entrenando para mi misión. Pronto seré la mano derecha del Señor Oscuro. Gobernaremos el mundo sobre los seres inferiores—miró a Tracey que parecía temblar con algo de miedo.

—¿De qué se trata? —dijo Pansy sonriendo mientras le besaba.

Draco ciñó más a Astoria hasta atragantarla y dijo—No os lo puedo contar pero será clave para acabar con los focos de insurrección. Pronto dejaremos de escondernos y podremos gobernar el colegio con puño de hierro—observó a Nott lamiéndose los labios y sonriendo dijo—Pronto tendrás a Abbott y Bones para ti, mi buen amigo. En cuanto a ti…—Zabini observó al chico rubio—las Patil no están mal. Podrás prostituir a la que te caiga mal.

Harry movió una maleta con furia ante la mención de su novia por parte de esos imbéciles. Draco sonrió mientras gemía levemente—Es una lástima que tu hermana se haya escondido con esa chusma—miró a Astoria—Más aun que te utilice como una vulgar cartera para Potter. Deberías estar avergonzada—le dijo con tristeza mientras levantaba la varita y le lanzaba un conjuro que salpicó sangre.

—Daphne es hermosa—dijo Zabini sonriendo. Miró a Astoria con deseo pero se contuvo de tocarla más de la cuenta—Una lástima que no se haya unido a nosotros.

Draco sonrió—Se hace la dura. Se cree que su apellido y su pureza la hacen superior…Una entrevista directa con el Señor Oscuro le quitaría la tontería. Una lástima que no haya pasado—dijo con tristeza.

—¿Estuviste con él? —dijo Zabini.

El mago sonrió mientras los sonidos de la mamada se volvían agónicos. Incluso Harry que era dotado no llegaba a ese extremo para no provocar problemas. Parecía que la pequeña Astoria era una diosa en esos asuntos.

—Sí. Da miedo pero soy un Malfoy…—dijo sonriendo—Sabe con quién trata—la superioridad hizo que Harry nublase los ojos. Más le gustaría a ese idiota ser superior a Voldemort—Me trata con respeto. Me necesita.

—¿Es tan poderoso como dicen? —dijo Nott sonriendo.

—No viste lo de la casa de esa perra Bones—dijo Malfoy sonriendo—Casi asesina a todo el cuerpo de aurores…destruyó la casa de esa zorra. Incluso escondida tras innumerables protecciones no pudo salvarse del Señor Oscuro—Los ojos del chico se desviaron a las maletas sospechando que había alguien no invitado.

El tren se detuvo en la estación por lo que todos debían de salir. Malfoy indicó vagamente a todos que se largasen. Solo él y Astoria se quedaron en el lugar. La morena practicaba una garganta profunda extrema al chico. Malfoy observó cómo todos iban abandonando el lugar y rápidamente mirando a su chica dijo.

—Eres increíble…—le indicó a la chica con una leve caricia—Pronto tendrás que enseñarle a tu hermana—sonrió mientras le rellenaba la boca a costa de la pobre muchacha. Mientras se corría levantó la varita cerrando las ventanas y la puerta con cortinas. Luego dijo.

—Eres estúpido Potter para venir aquí tú solo—apuntó al lugar y dijo—Petrificus totales. Ventus —el maleficio le petrifico y un soplo de viento hizo que la cabeza del mago pudiera verse. Sonriendo para sí mismo dijo—Tal vez no estabas espiando y solo eres un voyeur. Una lástima…cuando mueras Bones será violada. Te prometo que no la dejaré morir…será la próxima Señora Weasley. Ahora si me lo permites—le rompió las gafas de una patada. Su nariz también comenzó a sangrar—Esto es por mí padre. Incarcerous—gruesas sogas lo sujetaron a la vez que el chico agarraba a Astoria y le decía—Marchémonos. Hasta luego Potter…Londres te espera. Desmaius.

La luz roja centelleó dejando a Harry inconsciente, atado y petrificado en un compartimento de un tren. Un tren vacío que dentro de escasos minutos iría a Londres. Tras despertarse, escuchó la voz histérica de Hermione decir chillando.

—¡Susan, has visto a Harry!

—Debe de estar ya en un carruaje Herms—le indicó el pelirrojo a sabiendas de que Harry debía de haberse marchado ya.

—Pensé que estaba con vosotros—dijo la pelirroja a lo lejos. Harry abrió los ojos pero era incapaz de moverse. Esperó su destino hasta que alguien abrió el compartimento. Pensó que sería algún mortífago para liquidarlo por orden de Malfoy pero la voz de Tonks lo sacó de su mente.

—¿Qué haces aquí? ¡El tren parte en tres minutos!