Narcissa aterrizó algo dolorida sobre un lecho de hierba. Observó su alrededor y comprobó que en efecto habían llegado a su destino, el valle de Godric. El lugar de donde provenía el mago que fundó la casa de la valentía. A diferencia de sus homólogos, Godric era un mago presumido, orgulloso y fuerte. Eso había provocado que su legado fuese más recordado que el resto.

A ese orgullo se le sumó, ser el lugar donde nació el director de Hogwarts. La luz que derrotó a Grindelwand, el mago más poderoso desde Merlín. Albus Dumbledore había vivió aquí por muchos años, sin embargo nadie sabía si era oriundo de ese lugar. El hombre nunca revelaba sus secretos oscuros. Por último, el valle de Godric era el lugar de la caída del Señor Oscuro. El lugar de la leyenda, la única persona en sobrevivir a la muerte.

Miró alrededor y comprobó que ya se hacía de noche y comenzaba a nevar un poco. El frío atenazó sus huesos brevemente antes de que un conjuro la alcanzase. Levantó la varita con miedo, sospechando de algún auror, pero era su hermana. Andy parecía mirarlas como antaño e incluso se había preocupado vehementemente de ellas durante la huida de su casa.

Ella misma había asesinado a su esposo por propia iniciativa. Había recuperado a su hermana mayor y estaba feliz por ello, pero aguardaba el momento en el que Andy volviese en sí. Narcissa sabía que el amor de una madre estaba por encima de cualquier magia. Observó el lugar que era testigo de ello. La casa de los Potter.

El lugar se había convertido en una especie de monumento y había sido preservado meticulosamente. Ramos de flores estaban por todas partes, incluso los muggles los dejaban. Se levantó de la hierba y cuestionó a su hermana.

—¿Qué me hiciste?

—Encantamiento de calefacción…hace frío aquí—matizó Andrómeda mientras observaba el lugar—¿Qué hacemos en el valle de Godric? ¿La tía Dorea está viva?

Narcissa se estremeció ante ese nombre. Dorea Black se había casado con un Potter y habían vivido en el valle de Godric. Por suerte, pereció antes de que viese como la familia Black estaba en la ruina. Su tía tenía un lugar prominente en la sociedad, era una Black y se había conectado con los Potter. Ella mandaba en la familia a pesar de no ser la línea principal.

—No. Hemos venido a hacer una cosa Andy. No te separes de mí—le dijo con cuidado. Sospechaba que Bella habría aterrizado cerca pero no lo sabía con certeza. Ambas mujeres avanzaron hacía el cementerio donde encontraron dos tumbas llenas de flores. Narcissa retiró la escarcha con la mano y visualizó los nombres que buscaba. James Potter y Lily Evans.

Observó el nombre de aquella sangre sucia pelirroja. Hoy estaba muerta pero eso no libraba su mente de enormes sentimientos de odio por haberla condenado en vida a un matrimonio de sangre pura insuficiente para ella. Lucius no estaba mal, pero ella no había deseado quedarse con lo mediocre pudiendo tener lo mejor.

Adelantó su varita mientras murmuraba algo. Andrómeda observó cómo la tumba de la izquierda comenzaba a llenarse de agua. Las grietas del mármol se rellenaron y luego se congelaron. En pocos movimientos, todo el mármol se agrietó hasta romperse en mil pedazos. Ahora necesitaban la ayuda de un inepto para la siguiente tarea.

Cansada de esperar, preguntó a Andrómeda—¿Puedes llamar a Bella por patronus?

La mujer asintió mientras levantaba la varita y lanzaba un encantamiento. Una paloma algo apagada surgió de su varita y voló por todo el lugar hasta revolotear cerca de ellas. Bella avanzaba por la nieve mientras apuntaba con la varita a un pequeño hombrecillo llorón. Asqueada por tan patético ser, Narcissa preguntó.

—¿Dónde estaba? No lo vi antes.

Bella sonrió mientras decía—Estaba por allá—señalando un lugar alejado—En cuanto llegué fui a por él. No me fiaba de está rata—sentenció mientras lo hacía caminar bajo amenazas—Estuvo bien lo de las cadenas Andy…

La bruja miró a su hermana y dijo—Siempre tengo trucos bajo la manga Bella…

Observó a sus dos hermanas y al patético idiota. Señalando la tumba le dijo—Encargate de sacar el cuerpo sin dañarlo—el hombre tragó saliva y con temor dijo—P…pero está enterrado de forma muggle…no está embalsamado…ni preservado…han pasado quince años…Serán huesos.

—Los huesos de tu amigo—dijo Narcissa—Cava.

—Siempre puedes elegir la muerte—sentenció Bella jugueteando con su varita—O quizás entregarte a Sirius.

El hombre tragó saliva antes de mover la varita y comenzar a desbaratar todo el montaje rápidamente. La tumba se fue moviendo y poco a poco las piezas de mármol fueron desencajándose lentamente. Parecía un trabajo arduo y aburrido. Colagusano se tomó el tiempo necesario para hacerlo perfecto…Una vez estuvo el ataúd al descubierto, miró a su izquierda y con dolor en la voz preguntó.

—¿Qué le ha pasado a la tumba de Lily?

Bella observó el destrozo y dijo—La fulana pelirroja…Supongo que hicieron la suya de arena…Era una sangre sucia después de todo.

Andrómeda asqueada dijo—¿Deberíamos prenderle fuego al cadáver? —Bella sonrió pero negó con la cabeza—Está ya muerta querida.

Cissa observó lo que le había hecho y encogiéndose de hombros dijo—Gelifracción. Es algo muggle. El agua se congela y la presión parte la roca—explicándolo como si fuese tonto. Peter se mordió el labio mientras decía.

—Las tumbas estaban imbuidas de magia para evitar que se rompieran. Aunque haya pasado quince años…nada natural habría afectado eso—apuntó con su varita a Narcissa, pero fue interceptado por un maleficio que le hizo retorcerse. La bruja rubia indicó—Abre la tapa, Colagusano

El hombre se recompuso y abrió la tapa de la caja de muerto. Allí, acurrucado estaba James Potter o al menos lo que quedaba de él. Sus túnicas estaban ajadas y rotas, tan solo quedaban los huesos y el pelo. Lo demás era un cóctel de putrefacción y el olor las hizo retroceder.

—¿Podemos empezar sin toda esa basura? —cuestionó Narcissa asqueada por el olor.

Bella asintió mientras desaparecía con cuidado todo lo demás hasta dejar huesos y cabello. Luego, las tres hermanas agarraron el ataúd y se desaparecieron fácilmente. Peter derramó una lágrima mientras arreglaba todo lo que había causado. Antes de nada, murmuró—Reparo—la tumba de Lily aunque fracturado volvió a recomponerse. Un conjunto de flores fue depositado en ambas tumbas y Peter dijo de nuevo—No sabéis cuanto lo lamento…—se desapareció de nuevo a la mansión Malfoy solo para ver cómo Narcissa colocaba los huesos de su amigo en una mesa.

Amedrentado cuestionó—¿Qué es eso? —señalando la mesa. Cissa sonrió y dijo—Es un artilugio de castigo. Los Malfoy los usaban para que sus esposas y criadas fueran dóciles. Lucius lo usó a menudo con sangre sucias…

—¿Qué pensáis hacer? —cuestionó el hombre bajando la mirada ante el brillo azulado de Narcissa. Está sonrió y dijo—Devolver a la vida a tu antiguo amigo…—el hombre estaba horrorizado—Deberías estar feliz Peter…puede que vuelva…igual que Andrómeda—señaló a la bruja quien estaba murmurando cosas junto a Bellatrix.

Colagusano observó el cuerpo de la bruja y murmuró—Andrómeda está viva…J…James está muerto—lo dijo con frialdad sabiendo que lo que iban a hacer era claramente antinatural y que no regresaría a su mejor amigo.

Un jadeo hizo que Peter retrocediese asustado. Bella se acercó y dijo—La poción que tú y Snape elaborasteis funciona a la perfección. Andy está mágicamente igual que cuando se fugó con ese asqueroso sangre sucia…odia a su hija y está dispuesta a matarla. Junto a lo que yo le hice en la mente…ahora es nuestra hermana perfecta. Si padre levantase la cabeza—dijo con añoranza.

Asustado intentó razonar acercándose a la hermana Black mayor y decirle—Andr…Andy…me me recuerdas… ¿Soy yo? El amigo gordito de S…Sirius. Debes recordar—lo dijo con imperativo mientras Bella reía y Narcissa dudaba—Esas dos son malas, Andy. Tú lo sabías. Me lo dijiste la última vez que te vi junto a Sirius. Estabas decepcionada de tus hermanas. Llorabas por ellas.

Narcissa bajó la varita mientras que Andrómeda levantó la varita con furia—Crucio—el terror de Peter se volvió realidad cuando la maldición le impactó y comenzó a sufrir una agonía completa—Ellas son mis hermanas. Daría mi vida por ellas—fue la única frase que dijo mientras quitaba la maldición bajo la orden de Bella.

—¿Por qué la obedeces si eres la mayor? —cuestionó Peter entre sollozos de dolor.

Andy suspiró y amenazándole indicó—Ella es mi hermana. Tenía razón en todo. Ese sangre sucia me usó como si solo fuese una vagina personal. Me deshonró y me hizo dar a luz a una mestiza…poderosa sí…pero con sangre de ese abusador. No contentó con una, quiso follar a mis hermanas—la furia era evidente en su voz—Debo obedecerla, sabe lo que es mejor para mí y yo sé lo que es mejor para ellas.

—Sí. Y ahora te necesitamos Andy—dijo Narcissa sonriendo—Puedes irte Colagusano a menos que…quieras observar el espectáculo.

El hombre se quedó quieto brevemente, paralizado en el sitio mientras Bella traía sin delicadeza a varias muchachas jóvenes. Por los atuendos parecían muggles. Andy y ella comenzaron a cantar una tonalidad en alguna lengua muerta que hizo que al pobre se le helase la sangre. Tras ese cántico…las muchachas fueron asesinadas rápidamente. Los resplandores verde hicieron que Peter se sobrecogiese mientras rezaba para que ninguna se le fuese la mano.

Narcissa murmuró en una lengua muerta y el procedimiento comenzó tal cual, Colagusano lo había vivido con Voldemort años antes. Huesos de James, carne de sus vasallos y sangre…la sangre fue puesta en común por Bella y Narcissa. Eso lo sorprendió. Más aún por saber cuál sería el efecto en un cuerpo muerto. Con Voldemort había regresado a su antigua apariencia o casi. James en cambio comenzó a nutrir sus tejidos putrefactos de los de las chicas. Su cabello, piel y órganos comenzaron a reorganizarse y crecer de nuevo. Pronto, lo que habían sido huesos, se convirtió en casi un cadáver recién muerto. Extrañamente le faltaban varias partes importantes. La cabeza seguía casi intacta, así como otras partes del cuerpo.

Peter anonadado murmuró—¿No sabía que os gustaba la necrofilia?

—Para eso se necesita un pene, inculto—sentenció Bella. Peter se dio cuenta que en efecto tampoco disponía de rabo—Sigue muerto e incompleto.

Narcissa sonrió al ver el efecto deseado—Pronto, mi querido amigo. Pronto…esperas demasiado de una primera vez, Peter.

Andrómeda murmuró—Estoy agotada…está magia cansa mucho…—Bella sonrió mientras peinaba a su hermana mayor y la trataba como una muñeca personal—Ven. Vamos a visitar al Señor Oscuro.

—¿Quién?

—Recuerdas a ese chico apuesto que venía algunas veces…Tom

—Como me mojaba las bragas…una pena que fuese maricón—dijo Andy sonriendo a su hermana—Vamos a adorar su pene—le dijo Bella sonriendo.

Narcissa en cambió miró el cuerpo de James y le hincó una uña. Comprobó que no tenía sangre dentro. Lanzó un encantamiento de éxtasis para preservar el cuerpo y luego desapareció los cadáveres de aquellas chicas. Luego miró a Peter y le dijo.

—Si tocas algo…te prometo que desearás haber ido con Sirius—sonrió mientras se marchaba alegre. Colagusano murmuró en silencio como solía hacer.

—Siempre fuiste una envidiosa y una ganadora de oro…Nunca lo quisiste. Solo querías unas monedas a cambio de ofrecer tu cuerpo.

Narcissa escuchó eso y girando su varita rompió las costillas del pobre mago. Peter gimió de dolor mientras se arrastraba tosiendo sangre. Le sonrió dulcemente mientras le decía—Tú qué sabes sobre el amor, Colagusano. Traicionaste a tus amigos…a él—indicó al cuerpo muerto—No vayas de moralista. No te queda bien—lanzó otra encantamiento que soldó sus huesos rotos pero aun así el dolor no cesó.

Tirado en el suelo, recordó su primer encuentro con Andrómeda y con James, preguntándose como había cambiado tanto su vida. Como había echado todo a perder para ser convertido en un esclavo a los pies de un genocida y en un vulgar ayudante de dos puristas de sangre.