Harry observó sentado en su silla todo lo que adornaba el despacho del director. Diferentes instrumentos dorados pululaban y se movían frente a él. Multitud de retratos se extendían por las paredes, la mayoría inmóvil. Otros conversaban amablemente. Además, el profesor Dumbledore disponía de una extensa red de libros dispuestos en estanterías. Junto a su escritorio estaba la percha donde Fawkes lo miraba con tranquilidad.

Daphne en cambio miraba el pensadero y los recuerdos con aprensión. Parecía encogerse miedo y miraba un gran espejo frente a ella con terror. Dumbledore simplemente observaba a ambos con el rostro ensombrecido. Sus ojos chisporroteantes amenazaban desde detrás de las gafas.

—Señorita Greengrass espero que su verano haya sido agradable…Si quiere, podemos hablar sobre sus experiencias e intentar aventurarnos para encontrar una resolución adecuada…

Daphne se alisó la falda con nerviosismo y asintió en silencio. El director sacó su mano y habló rápidamente.

—Se encuentra en una situación peculiar…Primero su padre fallece en circunstancias extrañas…luego su hermana es comprometida con el hijo de Lucius Malfoy—miró por encima de las gafas y dijo—y por último el elfo de su familia es encontrado muerto hace días.

La rubia preocupada quiso decir algo pero su voz se cortó—¿Qué le pasó?

Dumbledore habló y dijo—No se le hace autopsia a los elfos domésticos. Pero un simple examen visual por cortesía de la ministra de magia…—sonrió internamente—me permitió deducir que su muerte no se debió al veneno que tenía dentro sino a un corte en el corazón.

Harry habló y dijo—¿Acuchillado? ¿fue algo mágico?

El director negó y dijo—Pisoteado más bien…encajaba con un instrumento antiguo usado por muchas familias. Como usted sabrá, Señorita Greengrass existen ciertos zapatos femeninos con suelas afiladas usadas para…

Daphne asintió y dijo—¿Zapatos de tacón especiales? —Dumbledore asintió. Harry confuso esperó la explicación que vino por parte de la rubia—A menudo las mujeres de sangre pura usaban tacones afilados para matar a las amantes de sus esposos…se los clavaban en el corazón.

Tragó saliva por temor mientras Dumbledore examinaba unos papeles y decía con tranquilidad—Intuyo que los conflictos con su madre la llevaron a interponerse en sus deseos y a acabar en Privet Drive…a punto de morir. Es curioso que hubiese un ataque en la parte desprotegida de la ciudad.

—Casualidad—dijo Daphne sin prestar mucha atención—Siempre ha visto matanzas de muggles.

El anciano sonrió internamente mientras murmuraba—En efecto…por desgracia me temo que pronto dejarán de hacer eso. Verás, los presos de máximo seguridad han escapado de nuevo. Voldemort contará con nuevos secuaces pronto.

Harry escuchó aquello y dijo—Aun así…Madame Bones está haciendo un buen uso del Ministerio. Hay aurores patrullando y la Orden puede encargarse de los mortífagos…no poseen tanto dinero ni influencias en el Ministerio.

El director se relajó y dijo—¿Por cuánto tiempo, Harry? La vida es limitada…—suspiró antes de declarar con serenidad—Espero que su vida con los Weasley y con Sirius fuese ejemplar…salvo por ese accidente.

—¿Accidente? —dijo la rubia alterada—Un accidente es que no logren aun cortarle el grifo a los mortífagos o que haya algún espía encubierto en el Ministerio. Esa veela se merece lo peor. Cualquier persona que hubiese visto lo que ocurrió habría asesinado a esa furcia.

El chico se silenció al ver el desprecio hacia Fleur. Dumbledore mantuvo la calma y dijo—Bueno. Ya resolvimos ese problema con Fleur. Su forma de solventar los problemas es digna de asombro. Fleur necesitaba una férrea corrección—la bruja asintió—Sin embargo no habéis venido aquí para hablar sobre la vida de Daphne. Eso es asunto suyo. No. Lo que vais a ver es mucho mejor…vamos a ver parte de los recuerdos de Lord Voldemort cuando aún era un simple estudiante.

Sin entender nada, Harry preguntó—¿Por qué?

—Porque Harry amigo mío…Voldemort consiguió regresar, consiguió recuperar su cuerpo… ¿Cómo lo hizo? Un misterio escondido en las ramas más oscuras de la magia negra…una magia que no se puede buscar a escondidas. Para ello necesito vuestra ayuda. Ahora presenciaremos varios recuerdos… ¿Está de acuerdo, Señorita Greengrass en acompañarnos en esta misión?

La rubia se encogió de hombros mientras murmuraba—Supongo que es importante entender la mente de nuestro enemigo.

—Bien dicho querida…Ahora sumerjámonos en el primero de muchos. La primera vez que conocí a Tom Riddle. ¿Qué podéis sacar de este? —puso un recuerdo sobre el pensadero y todos observaron lo que ocurría. Está vez, Dumbledore había manipulado el pensadero para que no tuviesen que meterse dentro.

—Le advierto que Tom es un chico algo extraño. No habla y casi no sale de su cuarto. Además ha visto varios problemas con él. Varios niños están traumatizados, dijeron que Tom les hizo algo horrible.

Un rejuvenecido Dumbledore asentía a la mujer mientras subía las escaleras de un orfanato. El hombre simplemente dijo—Estoy seguro de que Tom será admitido en el colegio al que representó.

La mujer masculló—Supongo será un manicomio—Dumbledore ignoró aquello y entró en la habitación donde un niño de aspecto triste miraba por la ventana mientras contaba cantos rodados. El aura era muy triste.

—Tom…Soy el profesor Dumbledore…vengo a hablarte sobre Hogwarts. Un hogar para niños como tú.

El niño no volvió la mirada y con ira dijo—Ella quiere que me lleven…No iré a ningún lado. No iré a un hospital.

—No es ningún hospital…Hogwarts es un colegio de magia.

El chico se volvió dubitativo y dijo—¿Es magia lo que puedo hacer?

Dumbledore le habló y dijo—¿Qué puedes hacer?

—Puedo hacer que las cosas se muevan sin tocarlas, puedo hacer levitar objetos, puedo hacer que le ocurran cosas malas a la gente que me hace daño. Puedo hacerles sufrir si quiero. ¿Es usted un mago también?

Dumbledore asintió pero el chico no se lo creyó. Con ira dijo—¿Demuéstrelo? —el director giró la mirada y el armario comenzó a arder. Tom fue a intentar socorrer las pocas pertenencias pero se detuvo al ver como algo parecía querer salir de ese lugar. Dumbledore pronunció fríamente—El robo no es legal en Hogwarts. Te enseñaran sobre magia pero también a controlarla Tom.

El chico con inusitada alegría dijo—¿Dónde puedo comprar lo necesario?

—Callejón Diagon…debes buscar un lugar llamado el Caldero Chorreante en Londres. Solo tú podrás verlo. Yo puedo acompañarte hoy…—el chico negó con la mirada y dijo—¿Por quién preguntó?

—Pregunta por Tom, di que vas de mi parte—Dumbledore fue a marcharse pero observó cómo la mirada del chico se volvía negra. En ese momento dijo—Puedo hablar con serpientes. Me susurran cosas. ¿Es eso normal?

Dumbledore se mantuvo quieto y dijo—No. No es normal pero tampoco es algo raro, Tom. Nos veremos en Hogwarts.

La imagen se disolvió en un blanco monótono. Daphne se quedó pensativa mientras que Harry observó a su mentor y le dijo con algo de temor en la voz.

—¿Sabía usted que…? —fue cortado a mitad de camino por la voz del anciano. Una voz cansada de que le hiciesen la misma pregunta, de que le echasen la culpa del monstruo en el que Tom Riddle se había convertido.

—¿Si sabía que sería un asesino en ese momento? No. —suspiró sentándose en su silla y dijo—Tom era similar a ti. Un chico que vivía en un hogar algo desestructurado…muy dotado en la magia incluso a temprana edad…Sin figura paterna visible. Siempre lo consideré alguien para tener en cuenta y lo vigilé desde entonces.

Daphne escuchó aquello. Miró al director y le dijo—No es lo mismo, director. Riddle estaba solo…excluido…sin habilidades sociales. Los mismos compañeros de ese orfanato le temían—ella había captado desdén en la voz de la mujer que acompañaba a Tom—Harry es más abierto. Hizo amigos en el primer viaje.

Sonriente, el anciano dijo—No son nuestras habilidades las que muestran cómo somos, sino nuestras elecciones…—Harry sonrió ante esa frase que ya había escuchado—En efecto, Tom Riddle no tiene amigos, nunca los tuvo y no los necesita. Cuando llegó a Hogwarts fue clasificado en Slytherin y allí conoció a muchos patriarcas de viejas familias. Pronto se vio rodeado por chicos mayores, muchachas de sangre pura encandiladas por el poder o el físico…pero Tom permanecía solo. Quizás hubiese gente alrededor pero siempre estaba solo. Y esa es una gran diferencia con sus acólitos.

La muchacha rubia meditó aquello y dijo—En el orfanato robaba cosas… ¿Los sangre pura permitieron que estuviese un ladrón criado en el mundo muggle con ellos?

—Ah mi buena amiga—el director sonreía—Tom sentía una necesidad intrínseca por apoderarse de cosas sentimentales…trofeos por así llamarlos. En ese entonces, únicamente poseía una vieja armónica que había robado a un niño bajo amenazas y una pata de conejo obtenida tras ahorcar a la mascota de una chica—ambos chicos temblaron de miedo ante eso—Durante sus años en el colegio hubo sucesos extraños, muchos de ellos vinculados a su pandilla…torturas, maleficios extraños e incluso una muerte…Sin embargo, Tom sabía cuándo detenerse. Salió de aquí con notas extraordinarias…Ningún sangre pura dudó alguna vez de su sangre, Señorita Greengrass, ni de sus hábitos.

—¿Por qué? —indicó la bruja sin adivinar aún. Harry en cambio dijo—Parsel. Hablaba parsel…Probablemente asustase a otros o simplemente lo vieron como el heredero de Slytherin.

El director sonrió mientras murmuraba—En efecto, Harry. Tom hablaba parsel, eso y su poder fueron suficientes pruebas de que de hecho se trataba del heredero. Familias como los Avery, Mulciber o Lestrange no tardaron mucho en darle su apoyo incondicional. Se dedicó a cumplir sus objetivos y regalaba migajas a sus compañeros. Nunca se preocupó de ellos.

—¿Su familia? —indicó Daphne rápidamente—Puede que los demás creyesen que era el heredero pero… ¿debió de buscar algo? Después de todo no conoció a sus padres, vivía en un orfanato muggle.

El anciano guiñó un ojo a la mientras acercaba otro recuerdo—Sí. En efecto, la primera gran investigación de Tom en la escuela fueron sus ancestros. Se obsesionó por ello hasta lograr encontrar su pasado y la cámara de los secretos. Para ello investigó en los archivos el nombre de su padre y el de su abuelo. Obtuvo información de que procedía del linaje decaído de los Gaunt—Daphne arrugó el ceño con disgusto—Si prefiere explicárselo usted…

La chica agitó su varita con disgusto sin lanzar ningún hechizo. Tras eso, encaró a Potter y le dijo—Los Gaunt eran una familia de sangre pura descendientes de Slytherin. Poseían su sangre y algunas reliquias familiares extrañas…pero eran endógamos. En pocas generaciones su sangre acabo deteriorándose…hasta el punto de ser deformes, locos o squib. Por ello es importante que no se casen entre hermanos…

—Se llama genética—indicó Dumbledore sonriendo—Familias como los Gaunt o los Black optaron por casarse entre ellos y condujeron a efectos dramáticos en sus líneas sanguíneas—silenció a la chica que quiso protestar y dijo—Ahora me acompañareis a ver un nuevo recuerdo. Un joven Tom de quince años, decide…ir a ver a su tío y abuelo.

Tom había crecido en esos años. Era similar a la imagen que Harry había visto en la cámara secreta. Un joven apuesto finamente peinado y que llevaba una túnica muggle. Llevaba su varita al descubierto a pesar de encontrarse en una zona muggle.

El chico ascendía por una colina hasta toparse con una choza algo destruida. Se paró frente a la construcción y tras una respiración pausada entró en ella. Allí rápidamente esquivó una luz roja con facilidad. La voz quejumbrosa de un anciano sacó al joven Riddle de su mente.

—Tú…Primero violas a mi hermana y ahora vienes a matarnos…—dijo el hombre con asco y desdén—Muggle…Puede que el Ministerio esté molestando a mi familia pero no permitiré esto. Prometí en el lecho de muerto de Merope que te mataría Riddle.

El chico miró al anciano y dijo—Yo no soy aquel…yo soy su hijo. ¿Qué ocurrió con mi madre? —la pregunta sonó a una amenaza y el anciano simplemente gruñó y tocándose un grueso anillo dijo.

—Tú madre se enamoró de ese muggle que vive en el otro lado de la colina. Le dio pociones de amor…cuando pensó que era suficiente decidió dejarlas…El muggle asustado y con odio le dio una paliza y luego la violó. Volvió al pueblo y se casó con otra muggle ricachona. Merope murió tras dar a luz. Vendió todo lo que poseíamos para sobrevivir.

El joven Tom escuchó aquello y dijo—¿Mi madre murió? —era una pregunta que se repetía a sí mismo—Violada por un muggle… ¿Dónde vive? —sentenció. El anciano no dijo nada y se lo repitió en parsel. Tras esto Tom optó por la vía diplomática. Sacó su varita y señaló—Avada Kedavra—la luz verde terminó con la vida del anciano.

Su hijo, de aspecto deforme salió a confrontar a Tom pero esté rápidamente lo aturdió. Agarró la varita del anciano fallecido y se dispuso a acabar con toda su familia paterna. Un corte en el recuerdo mostraba a Tom modificando hábilmente los recuerdos de su tío mientras agarraba la varita.

Una simple orden fue suficiente—Entregate al Ministerio…Has asesinado a todos los ocupantes de la mansión Riddle—el joven Tom fue a marcharse pero antes observó un grueso anillo con una piedra negra en el dedo del hombre. Lo cortó e incineró al muerto con un maleficio. Tras eso se colocó el anillo y se marchó.

Harry tragó saliva y dijo asqueado—Mató a su familia…

Dumbledore recalcó—Todos muertos y el pobre Morfin fue sentenciado a Azkaban por la masacre. A pesar de su inocencia, nunca fue perdonado. Si bien los Gaunt no eran personas inocentes no merecían ese destino…como veis Tom Riddle actuó solo…optó por no asumir el mismo la culpa de los asesinatos.

—¿Por qué? —dijo el niño que vivió—Nunca le importó eso.

—Tenía quince años…era un estudiante—Daphne dijo eso y preguntó—¿El detector? ¿Cómo esquivó el detector?

—El detector Harry es un hechizo de monitoreó que se les pone a todos los estudiantes cuando entran al colegio, también se les pone a los niños mágicos cuando nacen. Tom mató a su familia con la varita de su tío y la magia producida fue en una zona donde en efecto habitaban magos…sería similar a vosotros usando magia en la casa de los Weasley. Indetectable—miró a ambos y dijo—Pero no es eso lo que quiero que veas de ese recuerdo.

Daphne suspiró mientras hacía memoria y dijo—Se llevó ese anillo tras matar a su familia. Un trofeo.

—En efecto, Señorita Greengrass. ¿Algo más?

—Actuó solo—dijo Harry—Esa matanza la podría haber realizado cualquier idiota. Pero fue solo. ¿Por qué?

Dumbledore se atusó la barba y dijo—Si bien muchos podrían haber matado a esos muggles o a los Gaunt. Los más confiables como los Lestranges habrían indagado más y habrían sabido que su supuesto líder era un hijo de muggles. Pero también se debe a lo que te dije…Voldemort no tiene amigos, actúa solo…y sobre todo toma trofeos de sus víctimas.

Harry escuchó aquello y dijo—¿Pensé que era Bellatrix la que jugaba con su comida? —la rubia tragó saliva con temor mientras el director arrugaba la nariz y señalaba con curiosidad—Hay algo que diferencia al Señor Tenebroso del peor de sus acólitos…algo que ya hemos deducido. Tom Riddle era independiente, seguro de sí mismo, cruel, poderoso…tenía carisma y belleza. Era la persona perfecta. Pero le faltaba algo importante…Señorita Greengrass, ¿alguna idea?

La rubia dijo—Familia. Personas queridas…Él vivía en un orfanato. No conocía a sus padres. Los sangre pura basan toda su herencia en ese valor. Es algo que V…que él no tiene y no tendrá jamás.

Dumbledore alisó sus túnicas y dijo—En efecto…Puede que personas tan detestables como Bellatrix, Lucius Malfoy o los Lestrange sean mortífagos convencidos…que hayan hecho cosas horribles pero anteponen sus familias a todo. Lord Voldemort no se preocupa por nadie, por eso es tan efectivo. Entiende el sufrimiento pero no puede sentirlo. No puede sentir el dolor de perder a alguien…—dijo mientras Daphne arrugaba la nariz y miraba al suelo con horror—Y eso creedme es algo que incluso el peor mortífago siente…aunque solo sea por una persona. El amor que sienten por su familia…es un indicativo de que aún hay bondad en su interior. De que aún hay esperanza.

—No creo que Bellatrix sienta mucho amor por su familia…casi mata a Sirius

El hombre miró a Daphne y dijo—Pues tengo que contradecirte Harry…ayer la casa de la familia Tonks fue asaltada. Durante la confrontación Ted falleció…Alastor informó que Bellatrix protegió a su hermana. Una hermana con la que llevaba casi treinta años sin hablarse. Una persona a la que odiaba por su traición. Ambas se protegieron por así decirlo.

Horrorizado dijo—¿Los Tonks? —sospechaba que Tonks estaría aún más devastada por ello.

Decidida a desviar la atención de ese tema, Daphne amagó—¿Qué hizo Tom durante sus últimos años en el colegio?

Dumbledore la miró y sonriendo añadió—Estudió todas las ramas de la magia conocidas, se volvió poderoso. Pero sobre todo siguió instruyéndose en las artes oscuras. A la vez que complementaba una obsesión enfermiza…una obsesión que sigue persiguiendo.

—La muerte—dijo Daphne—Ya consiguió su objetivo, ¿verdad? Es inmortal.

El director miró a la bruja y negó—Lord Voldemort hoy en día es inmortal—la desesperanza inundó a Harry—No conocemos el método ni cómo evitarlo pero tengo mis propias conclusiones…Conclusiones que les serán comunicadas a Harry a su debido tiempo. Lord Voldemort regresó una voz de los muertos…podría volver a hacerlo. Solo tenemos que averiguar cómo matarlo definitivamente.

Harry tartamudeó brevemente antes de sentir la mano de Daphne sobre su rodilla intentando calmarlo.

—Profesor, en realidad…nunca falleció. Cuando infectó a Quirrell…era un espíritu muy tenue pero conservaba su personalidad original. Conservaba la capacidad de poseer cuerpos como hizo conmigo en el Ministerio.

El anciano observó a Daphne disimuladamente mientras murmuraba—Como he dicho Harry. Lord Voldemort hizo cumplir la profecía al intentar evitarla. Te marcó y luego se llenó de tu sangre. La protección de Lily corre por sus venas, debilitándolo más conforme pasa el tiempo. Puede que su magia no se vea afectada pero su físico sí. Las medidas que tomó para sobrevivir a vuestro primer enfrentamiento están sumidas en la oscuridad. Sin embargo, Lord Voldemort siempre se creyó superior a todos y su incompetencia arroja luz si estás…lo suficientemente atento—sonrió mientras sacaba de un cajón un antiguo libro roto.

En el centro de aquel diario había una gran marca punzante, en los márgenes de las páginas aún se veía sangre humana seca. Daphne observó aquello con curiosidad mientras Harry miraba el diario de Riddle con aprensión. Había visto en primera mano cómo de esas páginas surgía Tom vivo y como había desaparecido tras destruirlo.

—¿Un diario? —preguntó la bruja—Destrozado.

Albus se ajustó las gafas y dijo—Un diario perteneciente a Tom…hecho de tal manera que todo lo que algún día escribió en él permanece ilegible, incluso para mí. Aquí…se hallaba el secreto que Voldemort oculta…en sus investigaciones. Por desgracia—miró a Harry—este objeto tenebroso fue destruido.

Tras observarlo más de cerca, la chica masculló—Sangre humana…dentro—lo pensó por momentos y luego afectada dijo—Estaba vivo…vivía…la sangre sale de esa marca punzante. Como si…como si fuese un corazón apuñalado.

Dumbledore estudió el rostro conmocionado de Harry antes de hablar. El chico permanecía estoico recordando el momento en el que había apuñalado aquella cosa. No parecía muy contento de que Daphne estuviese siendo informada sobre eso.

—En efecto, Señorita Greengrass. Ese libro estaba vivo…de alguna forma le dio vida. No como si fuese un inferi…no. Esa cosa se comunicaba, tenía vida y según Harry conservaba la memoria y la personalidad del Tom Riddle de dieciséis años—Harry miró al director y dijo.

—No hay magia así. La muerte es inevitable director—el viejo sonrió y dijo—Hay métodos para garantizar una mayor longevidad pero en efecto mi buen amigo…la muerte es el último enemigo a batir—sonrió a ambos y le dijo—Harry tendrás clases conmigo durante meses. Estudiaremos minuciosamente la memoria de Lord Voldemort…entenderemos su forma de pensar y todo lo que pudo hacer. Necesitamos encontrar la forma de solucionar el problema de su inmortalidad. Puedes marcharte.

Harry se fue caminando pensativamente mientras observaba de reojo como Greengrass permanecía en la sala. El director una vez se hubo asegurado de que el chico estaba fuera, miró a la joven y fijando su mirada pronunció asombrado.

—Increíble. En todos mis años de enseñanza no he visto escudos de oclumancia tan desarrollados en una adolescente sentimental—sonreía mientras observaba como Daphne lo miraba extrañada—Quizás debería haber contratado a la Señora Lestrange en vez de al profesor Snape para dar Defensa.

Daphne se sobresaltó y amagó—¿Cómo se atreve a insinuar eso? —la ira inundó sus ojos zafiros mientras miraba al director que parecía tranquilo. Se marchó corriendo mientras Albus apesadumbrado indicó—Dele recuerdos a la Señorita Lestrange de mi parte…—suspiró para sus adentros y mirando un retrato le indicó—Asegúrate de espiar lo que ocurre en su cuarto. Debemos tenerla vigilada.

Mientras la figura desaparecía, el director jugueteó con un anillo quebrado. Mirándolo con repulsión, suspiró y dijo—Que hiciste Tom…que hiciste.