Los chicos atravesaron la gárgola de piedra y observaron que Dumbledore parecía cada vez más alicaído. Jugueteaba con su varita mientras estudiaba un gran mapa con múltiples puntos dorados. Los lugares de los ataques de Voldemort.
El director simplemente dijo—Está será nuestra última reunión por el momento…necesito que trabajen juntos para obtener una cosa. Una cosa que ahora verán con sus propios ojos.
—¿Qué veremos hoy, Señor? —declaró Harry. Había llegado hasta a envidiar a Malfoy, al menos él aprendía a luchar con su tía. El director únicamente les mostraba imágenes de la vida de su enemigo. Cosas curiosas pero que de poco servirían.
Daphne se adelantó diciendo—Señor…eso que usted tiene me preocupa—mirando el mapa. Pocos lugares mágicos faltan sin marcar.
—Sin duda es algo de temer—declaró Dumbledore rápidamente—Sin embargo Hogwarts sigue siendo un lugar seguro…y quiero que recordéis que Hogwarts siempre brindará ayuda a quien la merezca.
Con misterio declaró—¿El colegio nos ayudará? ¿A cualquier?
Dumbledore observó a la chica y dijo—Hogwarts ayudará a cualquiera que posea una intención buena, Señorita Greengrass.
—¿Esa intención puede ser moralmente reprobable? —Harry y Dumbledore prestaron atención a la bruja—Por ejemplo…si Voldemort jurá no matar a nadie a cambio del poder político… ¿esa intención sería suficiente?
—Pronuncias su nombre—eso dejó aturdido a Harry.
—Solo es un nombre, Harry—Dumbledore añadió—Sin embargo nadie se atreve a llamarlo Tom—eso hizo reír a todos excepto al director que sonrió parcialmente—La respuesta a su pregunta es interesante. La magia ambiental es un campo sumamente profundo…Hogwarts no brindará su ayuda a nadie que no encuentre digno…al igual que los anillos de las casas reconocen a su futuro dueño.
Daphne asintió mientras murmuraba—¿Dignidad? Un anillo de casa escoge a su futuro dueño en función de la ideología de la casa, los lazos sanguíneos…
—En efecto pero un anillo no indica la cuantía fiscal que el heredero posee. Solo le da control sobre el apellido. Como Harry sabe…aunque Sirius le nombrase heredero no posee el apellido Black. Puede que posea parte de la fortuna o la propiedad de los elfos y la casa pero si el anillo no lo encuentra digno entonces…me temo que nunca tendrá el control total.
—¿Necesitaría casarme? —declaró Harry habiendo escuchado eso antes. Dumbledore asintió diciendo—Sí en efecto. Aunque la casa Black siempre fue difícil de heredar…hubo varios conflictos a lo largo de la historia. Se necesitaban condiciones precisas…
Harry quiso preguntar pero Daphne murmuró—Las típicas de las grandes familias…casarse con un sangre pura…y otras cosas. Hacerlo en la cama de Lord Black, perder allí la virginidad…cosas—matizó sin importancia aparente.
Quiso intervenir y dialogar sobre su posible futuro pero Dumbledore cesó la discusión moviendo el pensadero al centro de su mesa de roble. Los objetos se apartaron ante el nuevo integrante y Fawkes tronó su melodía calmando a todos los presentes.
El director acarició al ave mientras metía su cabeza en el recipiente de cristal. Los chicos siguieron al anciano y quedaron extrañados al ver un retroceso de la escala de tiempo. Está vez, un adolescente Riddle estaba sentado conversando con algunos compañeros. Llevaba puesto el anillo, un colgante y portaba un librito pequeño en la mano. El diario que Harry había destruido años antes.
El joven Tom Riddle no parecía en lo absoluto preocupado, intercambiaba mensajes con sus acompañantes, un sequito extenso de magos y brujas jóvenes pero todos pertenecientes a Slytherin. Parecía feliz de sentirse adulado, e incluso gozaba de ese privilegio sonriendo a cualquier chica.
—Avery, Lestrange…vosotros no sois prefectos deberíais iros a la sala común. Después de lo del año pasado está todo un poco revuelto—instó una voz que todos reconocieron. Slughorn, mucho más joven y sin bigote instaba a sus alumnos a que saliesen de su reunión.
Un tono de voz grueso, que Harry no reconoció murmuró—Era una sangre sucia profesor…no es para tanto.
Slughorn indeciso pero enfadado dijo—¡Hablamos de una vida humana, Lestrange! ¿Acaso eso no es suficiente? Puede que desconozcan nuestro mundo pero tienen magia en ellos…
El chico decidió irse acompañado por otros compañeros. Tan solo Tom se quedó allí, mirando lentamente al profesor. Slughorn para nada irritado murmuró.
—No sé cómo puedes ser amigo de esos chicos, Tom…eres demasiado educado.
—¿Le gustó mi regalo? —preguntó el chico.
—Piña, sí. ¿Cómo supiste que era mi favorita, Tom?
El chico sonrió vagamente antes de murmurar—Intuición, señor…—Slughorn hizo un gesto extraño como si en el fondo estuviese asustado de la inteligencia del joven. Ese dato parecía helarle la sangre hasta cierto punto—¿Puedo preguntarle algo?
—Adelante Tom…intentaré responderte como cualquier otro profesor.
Tom agarró un reloj de arena y lo agitó con precisión. Parecía no entender el mecanismo de aquella cosa que simplemente soltaba arena a cantidades equidistantes, no era un flujo fijo y eso asustaba mucho a Riddle.
—Los otros profesores no son como usted, señor. Podrían malinterpretarme. Estaba en la Biblioteca, en la sección prohibida…y encontré un término inusual…—el recuerdo sufrió un corte como le ocurría a los discos rayados muggles. Slughorn se mostró alucinado y enfadado.
—¡No sé de lo que hablas Tom! ¡Largo o el viejo Dippet se enterará de esto!
Harry extrañado dijo—¿Eso no es natural? ¿Verdad?
Dumbledore sonrió al ver como la cara de Daphne se contraía debido a la estupidez que el chico había soltado.
—Por supuesto que no, Potter…está manipulado…por alguien ¿El que no debe ser nombrado? —Dumbledore negó y dijo—El profesor Slughorn fuente y al vez manipulador de este precioso recuerdo…clave en mí investigación.
Harry murmuró—Le dijo algo a Voldemort sobre un término inusual…No parece demasiado extraño.
—¿Sección Prohibida Potter? —esgrimió la rubia—Algo oscuro. Magia oscura.
Dumbledore matizó y dijo—Algo lo suficientemente oscuro como para que Voldemort regresase a la vida…para que se mantuviese como un espíritu etéreo…me temo que Slughorn tiene las respuestas en su mente. Necesitáis sacárselo…solo así conseguiremos vencer a Voldemort.
La rubia poniendo los brazos en hornos dijo—¿No es esa la misión del elegido?
Dumbledore dijo—Harry debe vencer a Voldemort en duelo, algo difícil más no imposible. Ya se ha logrado antes…tus padres, yo mismo. Lograr retener al Señor Oscuro no es imposible…acabar con él, me temo que sí. Necesito que los dos intentéis sacarle al profesor Slughorn ese recuerdo. Solo así conseguiremos unir las piezas.
Daphne se marchó a su cuarto planteándose ideas en voz alta. Harry se dirigió a la Torre de Gryffindor pensando en cómo lograría convencer al anciano hombre, sabía que le gustaba la fama pero una foto con él no funcionaría. Necesitaba apelar a él y conseguir ese recuerdo. Antes de llegar a la Torre, vio a Ron junto a Lavender en una escalera. La rubia parecía esmerarse de más en quitar una mancha en el pantalón del chico.
Desde el ángulo que veía no había dudas de lo que hacían. Avanzó sin pararse a mirar más mientras escuchaba los ruidos provenientes del placer que recibía el pelirrojo, Lavender parecía ser una increíble mamadora.
Más arriba, Hermione sollozaba amargamente mientras sostenía una oreja de la tienda de los gemelos. Al verle, la bruja añadió.
—Solo quería ver que hacía…es…es…es
—Un imbécil—sentenció Harry—Los dos lo sois. ¿Por qué cortaste si no estás preparada para dejarlo?
La bruja sollozó más profundamente hasta que escuchó la voz de Ron más atontado que nunca.
—Vamos Lav…Hermione aun estará en la cena de Slughorn…voy a enseñarte lo que puedo hacer con mi varita.
—Sí, Ro Ro.
Ambos vieron a Harry y Hermione. El pelirrojo observó a la chica impresionado por verla llorando. La bruja en cambio murmuró con dolor visible—Oppugno—pequeñas piedras se elevaron y clavaron en el pelirrojo produciéndole gran dolor.
El chico vio a la morena huir y cuestionó—¿Qué le pasa ahora?
Harry murmuró—Tú sabrás…
