El fin de semana llegó con una noticia muy especial para los amantes del deporte mágico. Los entrenamientos se habían acabado, había llegado el momento de ver si los equipos estaban preparados. Harry quería vencer a las serpientes pero no estaba seguro de si funcionaría bien su estrategia.

Al contrario que Wood o Angelina, no poseía talento en la planificación o en los entrenamientos físicos. De eso se encargaban Ron o Ginny principalmente, a él solo le interesaba el vuelo recreativo. Además, los golpeadores no eran tan buenos como los gemelos y Katie estaba algo oxidada tras su ataque. Todo estaba en su contra y eso solo se incrementó aún más con la reciente pelea entre sus mejores amigos.

Harry bebía zumo de calabaza mientras hablaba con Hermione sobre lo que había oído de Snape el otro día. Ron simplemente comía mientras miraba con asco a la morena, parecía enfadado de que la chica lo embrujase.

—Hicieron un juramento inquebrantable…Snape lo ha hecho…para proteger a Draco—murmuró Harry—Os dije que tramaba algo.

Ron secundó su opinión diciendo—El hurón está raro…pero no sabemos qué hace dentro de la Sala de los Menesteres—comió a duras penas ya que los nervios le estaban pudiendo.

Hermione dijo—¿Juramento inquebrantable? ¿Sabes acaso de que se trata? —a menudo lo trataba como un tonto, pero conocía bastante de semántica. Haciéndose el ignorante, le dijo.

—No se puede romper un juramento inquebrantable—pronunció el pelirrojo.

—Eso lo había deducido yo, chicos.

Ron negó bruscamente mientras decía entre mordiscos—No. No lo entiendes. Si lo rompes mueres. Fred intentó hacerme uno cuando éramos pequeños…mama lo golpeó tan fuerte que su nalga derecha nunca se recuperó—mostró miedo ante esto último. Ciertamente Molly era de temer.

La bruja morena añadió—Usualmente se dejan huecos que permiten su incumplimiento…después de todo las palabras pueden ser muy ambiguas.

—Snape no parece un gran hablador, Hermione—indicó Harry—Creo que está intentando darle a Draco un método más efectivo…lo que hizo en Hogsmeade era demasiado arbitrario.

El pelirrojo miró a su amigo—Puede que simplemente quiera salvarse el pellejo y no que sea un mortífago—miró a Hermione buscando apoyo, pero la chica lo ignoró—Snape no es tonto…huyó cuando el que no debe ser nombrado cayó la última vez.

—Tenía a Lucius y a Dumbledore para apoyar su versión… ¿Quién lo apoyará ahora? —la morena comía rápidamente sin pararse a mirar nada—Malfoy está escapado de prisión y Dumbledore parece más pachucho…

—Tiene como 120 años, Herms—dijo Harry.

Los chicos siguieron discutiendo entre ellos hasta que Luna se acercó vistiendo su tradicional sombrero con porte de león. La rubia miró a Harry y al pelirrojo, con su típica voz soñadora les dijo.

—¡Qué bien que le hayas dado vitaminas a Ron, parece nervioso! —se alejó tras eso y el pelirrojo la ignoró mientras sorbía algo de café. Hermione en cambio miró algo que sostenía Harry entre los dedos y dijo.

—¡No bebas! —el pelirrojo ignoró aquello y tras beberse todo el vaso. Murmuró más alegre que nunca—Vamos a destruir a esas serpientes—la alegría lo envolvía por dentro y por fuera. El chico agarró las dos escobas y se marchó al campo de quidditch. La bruja morena miró al niño que vivió y dijo—¿Cómo te atreves? Va en contra de la competición…has adulterado el resultado. Felix no es para eso, Slughorn te lo dijo.

Harry abrió los ojos, enseñándole la botella taponada. El Felix aún no había sido abierto, no pensaba usarlo en estas circunstancias. Miró a Hermione y le dijo—Sería mucho mejor un maleficio Confundus… ¿no crees? —la bruja se sonrojó furiosamente mientras Harry avanzaba conversando con Demelza que estaba sumamente nerviosa.

Hermione los siguió de cerca, mientras la bruja de quinto año iba murmurando cosas a las que Harry únicamente asentía sin siquiera prestar mucha atención. Se ajustaba las gafas o se tocaba el cabello nerviosamente mientras la bruja seguía con su cuestionamiento. No sabía porque pero Ginny había decidido abstenerse unos días de estar con sus amigas Gryffindor.

—¿Si me placan qué hago? —indicó con temor—Recuerdo los antiguos juegos…a Angelina le metían unos placajes…—el muchacho simplemente dijo en broma—Angie tenía suficiente nalga como para caer sin romperse un hueso…en tú caso—la miró y sonriendo dijo—yo pediría ayuda a los golpeadores o golpearía antes…

—¿Si Gin no me la pasa? —en un intento de no ser demasiado brusco, le dijo—Os matáis entre vosotras…Si ves un Slytherin con balón atacá…yo me encargaré de atrapar la snitch antes de que nos revienten—sospechaba que la casa de las serpiente tendría jugadores fornidos y atléticos como siempre. Confiaban en el físico y no en la habilidad.

Al llegar a los vestuarios, entró junto a la chica dejando a Hermione fuera. La bruja morena entró como si nada, acostumbrada a ese privilegio. Los golpeadores la miraron de arriba abajo con deseo mientras que Katie y Demelza convertían. La bruja rubia se había convertido en una maestra para la joven. Harry agarró su escoba y mientras se ponía la túnica murmuró.

—Deberías irte Hermione…Luna te espera en las gradas—dijo tanto Harry como Ginny. La muchacha rubia excéntrica era su amiga aunque Hermione particularmente no la soportaba demasiado. La morena estaba algo insoportable. Una vez se fue, todos se fueron preparando. Ron parecía más confiado que nunca y alardeaba de sus bíceps frente a Demelza que reía sin parar.

Harry se preparó mentalmente mientras Ginny con voz quebrada, le dijo—¿Susan te pidió que dejarás de verme? —la chica nunca había dicho eso, aunque estaba seguro de que lo pensaba. Simplemente no soportaba los intentos de coqueteo tan banales.

—No.

—Entonces—esperanzada dijo—¿Podemos hacerlo otra vez? El conejito de Demelza quiere leche…—negó y murmuró—Prefiero la leche de vaca—la comparación hizo que Ginny se sonrojase furiosamente. Podía recordar perfectamente a Bones dando gotas de leche en aquel baño.

La pelirroja dijo—¡Vamos! Sabes que yo aguantaría más que esa…

Harry matizó eso—Quizás…

—¡Lo único que tiene son esas enormes ubres! No puedes ser conquistado por algo tan banal…esa chica únicamente te quiere para que la preñes y poder así cotorrear con Abbot mientras tú escalas en la sociedad. Solo sería un perrito al que dar caricias esperando hasta que tenga múltiples bebes…—sospechaba que Susan y su Madre compartían una gran fertilidad.

—¿Y eso no es lo que quiero? —cuestionó sonriendo el mago.

La pelirroja bufó y manteniéndola la mirada insistió—Puede que no sobrevivamos a esto…en ese caso poco importa. Pero si lo hacemos…serás el mago más famoso en siglos…el próximo Dumbledore. Acabarás de ministro o de director…no necesitas una mujer tímida que te de problemas y que sea una mantenida. Necesitas damas fuertes.

Pensativo, miró a la pelirroja hasta que sonriendo con sorna decidió enfadarla más. Ginny parecía cambiar de personalidad continuamente y eso le agobiaba. Ya tenía suficientes cosas en las que pensar, no necesitaba a una admiradora celosa corriendo tras él.

—Tranquila Gin…en caso de que lo que tenemos Susie y yo no funcioné…tengo otras candidatas en mente—la sonrisa en su rostro hizo que la bruja herida, mirase hacia abajo con furia y llanto.

—¿Cuáles? —intentó la bruja mediar y buscar a sus posibles enemigas.

Harry pensativo, no escuchó aquello y simplemente se preparó para el encuentro deportivo. En el aire, le dijo—Uso tu imaginación Gin…—tras eso comenzó el partido.

En el aire todo se sentía distinto. Sus ojos se encargaron de perseguir la pelota dorada mientras esquivaba a los golpeadores de la casa rival. Mientras estaban haciendo eso, comenzó a llover y agradeció al excelente trabajo de Hermione. El encantamiento que puso en sus gafas seguía todavía y las mantenía secas. Observó a Ron y vio que el chico estaba en su máximo momento.

Las gradas gritaban su nombre y el sombrero encantado de Luna animaba a todos con sus rugidos de león. El pelirrojo impedía que todo entrase e incluso desviaba bludgers con sus propias manos, algo que seguramente dolía mucho. No caía de su escoba ni haciendo piruetas.

Sonrió ante eso y se dispuso a esquivar todo para continuar buscando la snitch. Las cazadoras parecían sufrir más del acoso de los Slytherin pero continuaban marcando y teniendo superioridad. La más fanática era Ginny que visiblemente enfadada, parecía golpear la pelota con mucha ira acumulada. En un momento su lanzamiento tiró a uno de los cazadores rivales de su escoba.

La Señora Hooch intervino riñendo a la pelirroja pero esta ni se inmutó. Los Slytherin se volvieron más agresivos y noquearon a los golpeadores escarlata. Llegado el momento, supo que tendría que agarrar la snitch antes de tiempo. Los Slytherin estaban usando las mismas tácticas que años atrás. Pronto todo el equipo estaría lesionado. Con un gesto acercó a Gin y Demelza.

—Id a golpear…yo me encargó—despegó hacia las capas altas del campo y pronto comenzó a dar vueltas. Las cazadoras parecían haber captado la indirecta ya que en vez de golpear el aro, intentaban bombardear con fuerza a sus rivales. Ron continuaba parando los pocos balones que llegaban hasta que ávido de espectáculo, se quitó de los aros y agarrando un bate de golpeador embistió una bludger. La pelota fue hacia el guardián rival que acabó en el suelo.

El cántico comenzó a expandirse por todo el estadio y Harry a varios metros de altura pudo escuchar claramente el espectacular sonido—¡A Weasley vamos a coronar! ¡Weasley es nuestro rey! —la canción parodia de los Slytherin se estaba volviendo en su contra.

Mientras todo esto sucedía, Harry se lanzó de cara contra uno de los palcos y a punto de estrellarse agarró la snitch. Miró al palco y vio que Dumbledore y McGonagall lo aplaudían mientras el partido finalizaba. Miró más y contempló que además de cargos ministeriales y otras personas, estaba Snape junto a Narcissa Malfoy. No era sospechoso ya que su esposo, solía disfrutar de los enfrentamientos a menudo. Snape miraba el espectáculo con odio y vanidad, Narcissa en cambio impresionada por su habilidad como buscador alzó la mano a modo de respeto.

Tras descender de su escoba, se encaminó a los vestuarios. Mientras Katie, Gin y Robbins se desnudaban y vestían de nuevo, Harry decidió ir a ver a Ron. El pelirrojo estaba en el vestuario de chicos sentado y gimiendo de placer. El espectáculo era digno del héroe del partido, el chico se lo merecía.

Ron estaba sentado en el banco con las piernas abiertas y desnudo. A su lado, Lavender le besaba mientras el chico cataba uno de sus pechos y se adentraba en su escote con ímpetu. El chico era un obsesionado de los pechos y parecía tener habilidad tras disfrutar múltiples veces de Hermione. Mientras tanto su polla gruesa estaba libre y pulsaba deseando que alguien se hiciese cargo. La mano blanquecina de Lav se deslizaba por ella pero no era suficiente.

Harry se escondió en las sombras mientras escuchaba pasos acercándose. Ensimismado por la acción vio a las gemelas Patil acercándose nerviosamente al lugar. Tras ver el pollón del pelirrojo, Parvati sonrió con deseo y Padma cerró las piernas. El pelirrojo sonrió al ver que ambas habían venido a verle.

Lavender incentivo eso con una voz seductora y juguetona—Son para ti Ro Ro…—el chico sonrió ante eso mientras que las gemelas poniéndose a su lado comenzaron algún tipo de juego. Ron era a mundo muy imaginativo y disfrutaba de esas cosas tan extravagantes.

Con voz seria, Padma dijo—Nos han informado de que eres el jugador más viril del equipo…—Harry dudó de eso. Sin duda el pelirrojo era musculoso y un verdadero hombre mientras que su complexión era más bien escuálida. Aun así, Ron no era un macho de telenovela. Sus modales, organización y sentimentalismo eran bastante limitados.

Parvati añadió—El mejor follador de este castillo…me tocaba múltiples veces cuando escuchaba como Herms gozaba…Parecía un animal, retorciéndose por tus embestidas—de eso no tenía duda. Harry había observado y escuchado de primera mano los gemidos de todas las hembras que pasaban por la polla del pelirrojo. Ron tenía muchos defectos pero sin duda sabía cómo embestir a las hembras hasta volverlas adictas. Si bien él mismo se consideraba bueno, en parte debido a su pene de mayor longitud, tenía que admitir que todas las brujas que el pelirrojo follaba parecían adictas a él.

Ron alardeó mientras agarraba las trenzas rubias de Lavender y le ordenaba que besase su pecho y fuese bajando en dirección a su mástil. La rubia siguió el mandato plantando besos húmedos en los pezones y en los marcados abdominales del mago, pronto llegó al falo y comenzó a besar la punta mientras lo enjabonaba con gruesas cantidades de saliva. Su mano se dedicó a embadurnarlo mientras el mago se deleitaba tocando las mamas de la bruja y agarrándole la cabeza. A pesar de todo, la atención no estaba en Lavender sino en las exóticas brujas frente a él.

El chico añadió—Sí…la verdad que no estuvo mal—recordó a Hermione e incluso su miembro perdió algo de vigor momentáneamente. Antes de que el mago mirase a ambas gemelas. Parvati sonriendo mientras se quitaba la corbata dijo—A mi hermana y a mí nos gustaría una demostración…Después de todo tenemos que continuar lo que quedo a medias Ron…—la bruja sonrió y Padma hizo lo mismo. Ron tenía cuentas pendientes con ambas chicas y pensaba pagarlas con creces.

—¿Con que una demostración? —dijo pensando mientras las succiones de Lavender se escuchaban bastante—Os lo vais a tener que ganar chicas…—Parvati sonrió mientras moviendo su trasero fue desnudándose sexualmente. Harry desde su escondite, se planteó porque no había catado a la india en su cuarto año.

Parvati era por mucho la bruja más completa de Gryffindor. Tenía un físico espectacular, toda la carne en su sitio, pechos promedios pero algo más llenos que chicas como Ginny o Luna. Su mejor característica era sus nalgas llenas en su trasero. Nalgas naturales no ejercitadas. Un culo prieto que debía de ser explotado duramente. Si bien Harry prefería nalgas a las que agarrarse y coger más potencia, no despreciable semejante manjar. La india además tenía cabello y piel decolorado.

Padma algo más atrasada miró expectante el espectáculo ante ella. Lavender cataba todo esa polla mientras su hermana se desnudaba y movía el trasero frente al chico. El pelirrojo incluso dio un sonoro azote en una de las nalgas de la bruja. Parvati gimió rápidamente ante eso mientras abría las piernas para que el chico tuviese acceso libre a su coño y su trasero.

Weasley hizo un gesto y la chica Ravenclaw se acercó al pelirrojo. Ron una vez teniéndola cerca, comenzó a quitarla los zapatos, las medias, calcetines y falda. Ambas hermanas intercambiaron besos mientras Parvati y Ron desnudaban a la chica tímida. Con ambos cuerpos desnudos, Ron aspiró el perfume vaginal de Padma, agarró una de las nalgas y tras azotar ambos traseros indicó.

—Me encanta este culo…parece un melocotón tiene como vello y todo…—agarró ambas nalgas cerrándolas para que se asemejase más a la fruta. Las hizo rebotar y luego las situó en el lugar indicado para comenzar el espectáculo.

Padma se sonrojó al notar como su cadera iba situándose sobre el miembro del chico. Sus piernas se abrieron momentáneamente, Parvati le hizo un gesto para que descendiese y así lo hizo. La chica se topó con algo grueso pero que entró sin dificultad. Gracias a la saliva de la rubia no hubo problemas en esto. Una vez, su pene estuvo dentro y Padma consiguió apoyarse totalmente, Ron indicó las posiciones.

—No tenemos prisa…Lav aquí—le indicó a la bruja. La chica rápidamente se agarró a su hombre y comenzó a besarlo con devoción. Parvati por el contrario se insertó dos dedos, pero el pelirrojo abrió hábilmente las piernas de su hermana y la chica comenzó a devorarle el clítoris mientras él martilleaba a su hermanita.

Harry permaneció excitado hasta que decidió irse de allí. Ciertamente no deseaba experimentar aquello, más aún cuando él podía hacer bacanales peores con Susan u otras interesadas en el castillo. Se giró para irse cuando vio que Hermione estaba agazapada unos metros por detrás. Había escuchado los gemidos de Lavender, Ron y Padma. Y parecía sumamente entristecida.

—¿Es…ta con esa? ¿Verdad? —sentenció la morena sollozante. Hermione amaba a Ron y se había equivocado al dejarlo marchar. Ahora había comprendido cuan estúpido fue su error. Ambos estaban enfadados pero Hermione sufría mucho más.

La abrazó sintiendo sus enormes pechos y le dijo—Sí. Recapacitará Herm…tranquila—Harry sabía que Ron podía ser así de insensible y duro pero al final siempre regresaba. El chico era demasiado leal como para alejar a su mejor amiga y primer chocho.

La bruja sollozó brevemente antes de murmurar—Gracias Harry…iré a investigar a más sobre…—la morena se marchó con lágrimas en los ojos sin sospechar que había sido observada por otras chicas. Sobre todo por una pelirroja que miraba la escena del abrazo con ira, la misma ira que antes había sentido por Weasley.

Harry abandonó los vestuarios y se topó de frente con una Susan seria pero que lo saludo igual que siempre. Junto a ella pero visiblemente más simpática, Greengrass lo observaba con paciencia y sonriendo.

—¿Conseguiste algún avance de Slughorn? —la rubia preguntó pero el chico lo negó visiblemente—Todo lo tengo que hacer yo Potter…

Susan simplemente dijo—Quizás haya algún premio para mí campeón de quidditch…—Harry sonrió descaradamente pero la bruja supo mantenerlo a raya a decirle—Aun no eres campeón…Si Ravenclaw derrota a Slytherin y Huffelpluff os gana… ¿Habría un empate de puntos entre vosotros y Ravenclaw?

Daphne vaciló y dijo—Sois un poco malos en esto, Bones…—Harry estuvo de acuerdo. Huffelpluff nunca había sido bueno en el deporte. Su bondad y lealtad les impedía jugar técnicamente o con artimañas. La lucha limpia era difícil de mantener en este deporte. Únicamente ganaron partidos con Cedric debido a su destreza.

La bruja tetona alardeó—Uno de los míos fue campeón del Torneo de los Tres Magos—Harry ensombreció la mirada pero Greengrass ridiculizó más a la casa rival al decir—Si. Harry…porque el otro… ¿transformar una roca en un labrador? ¿En serio?

El mago ignoró a la otra chica y murmuró—Si…consigo la copa podremos hacer eso—la pelirroja asintió aunque no con demasiada seguridad. Harry se marchó rápidamente mientras su entrepierna comenzaba a hincharse, con un grito le dijo—¡Avisa a Megan! Pienso derrotarla.

Una vez el mago abandonó el lugar, Susan se apoyó en una de las columnas de piedra que sujetaban uno de los pórticos del castillo. Visiblemente enfadada, murmuró—No era Weasley…era Granger. Siempre a su lado como un perrito faldero…siempre yendo de bueno cuando es una sabelotodo insufrible…

—Suenas como Snape—indicó la rubia visiblemente alegre por ver a la pelirroja de esa manera—Granger puede ser un incordio para el mundo pero…sigue siendo una sangre sucia inferior. Cuando llegue el momento quedará relegada como todos los de su clase. ¿Crees que hubo algún ministro de magia nacido de muggle?

Pensativa asintió, pero Daphne murmuró—¿Cuánto duro en el cargo? ¡Vamos Susan! No estes celosa de esa perra…es un ser inferior…una sangre sucia. No es para tanto, podrías aplastarla con solo un mensaje de lechuza.

—Está contra mí…quiere quitarme lo que es mío—dijo la pelirroja sollozando mientras apretaba los puños con furia. Uno de los arrebatos provocó que un antiguo árbol se astillase. Daphne miró fijamente el pecho de la bruja antes de decir—Sí…ahora que no está Weasley quiere a Potter o peor aún a Longbottom… ¿Qué pensaría la pobre Hannah?

Susan sollozó mientras agarraba la varita y dijo—La mataré…Crucio—el maleficio acertó contra una pared de piedra dejando una marca de quemadura visible. Daphne simplemente dijo—No hace falta usar la fuerza letal…es una simple muggle—el desprecio era evidente—Granger nunca aceptó su lugar a mis pies…quizás debamos de enseñárselo…

—Sí, Daphne…te ayudaré—instigó la pelirroja—Podrás disfrutar de Granger a tu placer…solo dejame castigarla como se merece. Harry necesita ver las diferencias…igual que con Weasley—la rubia asintió mientras observaba como el color volvía a Susan. El collar que aún llevaba en el cuello había dejado una marca algo extraña y se acercaba peligrosamente al corazón. Parecía anclado a él con algo de magia.

—Deberías quitarte el collar…—al ver que Susan la apuntaba con la varita dijo—Harry no querrá verte desnuda con eso colgando…muy antiguo—sentenció. A lo que la pelirroja amagó diciendo—No me verá desnuda…está vez no. Weasley necesitaba ver que yo era superior, Granger solo necesita una corrección leve. Un buen polvo será suficiente para demostrarle la verdad…

Daphne se mordió el labio mientras murmuraba—Pero antes nos encargaremos de ella nosotras… ¿vale? —la bruja asintió. A lo que la rubia indicó—Ya tengo un plan contra ella…siempre he querido vencer a esa zorra en un juego limpio.