Btw, obviamente nosotros no somos dueños de "Yu-Gi-Oh!".
Las luces solares finalmente estaban comenzando a desaparecer del día. Los graznidos de las gaviotas se oían a lo lejos, probablemente regresando a sus nidos tras un largo día de cacería.
El dormitorio rojo estaba ya a la vista, el suelo rocoso y lleno de polvo siempre le había molestado a la chica. ¿Por qué no todos los edificios eran igual de cómodos y lujosos que los de obelisco?
Negando, ignora la pregunta anterior, de no ser por la circunstancia especial que le había estado trayendo al lugar tan horroroso, no sería una cuestión relevante.
Las escaleras tenían el mismo desgaste aparente de la cabaña que algunos perdedores llamaban hogar. Originalmente, le causaba miedo tan solo acercarse a estas; mas, era algo que ya se había acostumbrado tras visitas repetidas.
Ya cerca de la puerta de la habitación de su "mentor", un último pensamiento pasa por su mente: ¿Qué estaba haciendo ahora mismo?
Por supuesto, llevaba semanas acudiendo a estas "Clases de creación de mazo", pero no había conseguido nada de ello realmente. Las sesiones podían reducirse al slifer gritando sin sentidos sobre cartas que ella adoraba por ser lindas y opciones para cambiarlas. En todo el tiempo que habían estado trabajando juntos, el chico sólo había logrado que cambiara una carta de su mazo: Soldado de apoyo, carta que ella misma estaba a punto de reemplazar por un mucho más lindo Soldado judía.
Colocando su puño frente la madera decaída, se detiene un último momento. Ella no le debía nada, podría simplemente dar media vuelta y abandonar el nido anti-lindura.
Pero...Algo la estaba empujando a ignorar esa idea. La atención que el rojo le daba era, de alguna manera, linda. Ella siempre estaba corriendo detrás de los chicos lindos, quedándose corta siempre de su atención. George le daba algo que antes carecía: atención, aunque fuera a base de gritos. Además, le había ayudado con algunos trabajos escolares. Mantener a alguien cerca que evitara que se esforzara con sus propios deberes era prioridad desde su perspectiva.
Antes de que pudiera decidir, la puerta es repentinamente abierta, dejándola cara a cara con el descolorido estudiante.
Su apariencia decía todo lo que necesitaba saber: ojos hinchados y rojizos, pelo aún más desarreglado de lo normal, lentes asentados en su mesa de duelos, uniforme desarreglado y postura ligeramente inclinada. Parecía que el chico no llevaba muy bien los eventos de la tarde de aquel día.
Jorge se había presentado ante ella aún sin saber de su presencia, ¿Era psíquico además de iracundo?
Él llevaba casi dos horas recostado en su cama, pensando en posibles razones por su estado emocional. No era de las personas que pasaban mucho tiempo cuestionando las injusticias de la vida, por más pequeñas y estúpidas que fueran. Prefería ahogar sus penas (que eran raras para empezar) exponiéndose a sus waifus. Sí, era un hombre simple la mayoría del tiempo.
– Sentí una perturbación en la fuerza. Dime que tú no fuiste la que me describió como un simp en un diálogo interno. – Comienza el chico después de una breve competencia de miradas mientras arquea una ceja.
¿Simp? ¿Qué podría significar tal palabra? Probablemente era algo despectivo por la forma en la que la mencionó tan tóxicamente.
– Oh, no. No. Esa no fui yo. – Dice mientras niega con su palma, aún sin saber que significaba la expresión.
Jorge suelta una risita antes de volver a su expresión monótona, su mirada clavándose en el rostro de Mindy. ¿Por qué ella estaba aquí?
– Oh, las clases de creación de mazo. – Recuerda tras pensarlo un poco. – Perdón, hoy no tendremos la sesión. Puedes-
– No vine por eso. – Responde interrumpiendo al chico sin pensar en cómo seguir tras ello.
– Oh, entonces, ¿Qué podría traerte en busca de mi apoyo? Tampoco tengo ganas de hacer un proyecto final a última hora, por más bueno que sea bajo presión. – Jorge bosteza y se rasca la cabeza estando un poco somnoliento.
La luna finalmente había hecho presencia, dejando a oscuras a ambos estudiantes. Las olas marinas azotando como de costumbre contra el borde escarpado del acantilado cercano al dormitorio rojo.
– Perdiste el duelo. – Responde la chica sin darse cuenta de la pésima elección de palabras.
El slifer vuelve a soltar una risita, esta vez por la manera en la que su visita decidió empezar su explicación. Mindy se da cuenta un poco tarde de esto, mostrándose apenada antes de cruzar sus brazos tras su espalda.
– Vaya, no me había dado cuenta. Gracias por la aclaración. – Responde sarcástico Jorge mientras ve el suelo.
– Digo, hmm, quería ver como estabas. – Dice intentando reparar el error.
Jorge se sorprende al oír esto. ¿Un personaje secundario conocido por su poca consideración por los demás y poca inteligencia en general preocupándose por alguien más? ¿La enfermedad de estar fuera de personaje se estaba extendiendo más allá de él?
– Bueno, aquí estoy. Toy un poquito golpeado emocionalmente, pero hey, tengo salud, supongo. – Responde mientras se encoge de hombros en las últimas palabras.
– ¡Genial! – Mindy sonríe cálidamente al mismo tiempo que cierra sus ojos, intentando verse lo más linda posible.
El joven cambia a una expresión seria y entrecierra sus ojos, viendo extrañado las acciones de su pupila.
Ambos mantienen estas posiciones por lo que parece una eternidad, sin saber como mover la trama de su fugaz conversación. Incómodo.
Finalmente, Jorge decide romper el silencio después de un suspiro profundo, la sonrisa de la chica volviéndose nerviosa tras darse cuenta del tiempo que llevaban callados.
– Mira, sé que probablemente solo viniste para evitar que te deje de ayudar con lo que sea que necesites. No te preocupes, – Oh, ya se estaba volviendo muy repetitivo decir esas tres palabras juntas. – mientras no tengas una baraja jugable, no detendré mis esfuerzos en vano. – Termina, dando otra sonrisa fingida para hacer que se vaya la chica.
Mindy vuelve a un rostro neutral, un poco sorprendida por lo fácil que fue para ella devolverle los ánimos a George. Esta sonríe nuevamente antes de asentir alegremente, ignorando el hecho obvio de que no ha logrado nada.
– ¡Así se habla! ¿Mañana seguimos con la evaluación de lindura? – Pregunta la chica.
– Creación de mazo, por favor. – Dice Jorge mientras rueda sus ojos.
Asintiendo una última vez, la obelisco se despide una última vez antes de retirarse corriendo lo más rápido que puede como siempre.
El slifer la observa hasta que ella desaparece de la vista. Suspirando cansado, Jorge se devuelve a su cuarto oscuro, acostándose en su cama nuevamente para sumirse en sus pensamientos.
– Ja, parece que ella fué la que salió contenta. – La curiosa interacción que acababa de tener le había parecido tan aleatoria que había conseguido indirectamente mejorarle ligeramente el ánimo.
Tomando su mazo brevemente, el chico observa la primera carta de este.
– Perrito, ¿Por qué no fuiste mi espíritu? – Pregunta antes de asentarlo en la cama e intentar conciliar el sueño.
O eso hubiera ocurrido, de no ser por un último detalle inesperado.
– ¡Lionheart, abrele la puerta a tu nuevo compañero de cuarto! – La voz de Chazz resuena al otro lado de su puerta, sacándolo de sus pensamientos.
– Oh no, ¿¡Por qué!? – Grita internamente Jorge.
Esa noche, el chico parecía estar disfrutando de un placentero sueño profundo. Cero ideas, cero preocupaciones. Los pensamientos invasivos no le podían seguir en su subconsciente.
Penetrando más en la tela onírica, Jorge acaba acostado en un mar de colores siempre cambiantes, como si de una onda de sonido con altos y bajos regulares combinado con un arcoíris se tratase.
En algún punto del sueño, parece conseguir lucidez, observando de lado a lado el lugar, pronto se da cuenta de que no puede moverse.
– Yep, sueño lúcido. – Piensa mientras intenta relajarse para no romper su sueño.
A lo lejos, parece ver una silueta que se le acerca lentamente, rodeada de líneas rectas de color morado.
– Esa persona…¿La conozco? – Intentando recordar, el chico parece no lograr encontrar el recuerdo de tal apariencia.
Eventualmente, el avance de este ser no identificado parece detenerse, dejándolos a muchísima distancia de separación. Jorge se limita a observarla, viéndose aún incapaz de moverse.
– ¡Me gusta la manera en la que piensas!
Una voz que ahora recuerda como aquella que le habló después de desmayarse durante la presentación de sus oponentes resuena en sus oídos, siendo ambigua como era de esperarse de una visión.
Perdiendo la concentración, el sueño comienza a desmoronarse, dejando la duda del dueño de la silueta.
Como premio por ganar el interescolar, el rector Sheppard decidió dar dos días libres, para recuperar energías, Aarón se encontraba con Chazz en uno de los salones de clases, pasando el tiempo ya que los antiguos compañeros de Chazz lo habían abandonado tras volverse slifer.
– Entonces ¿Tú y Chi son compañeros? – Pregunta Aarón al vestido de negro.
– ¿Te refieres a George?... si, si lo somos, pero no lo seremos por mucho tiempo, si tengo algo que decir al respecto. – Responde Chazz con molestia.
A lo largo de los pocos días que Chazz tenía en la academia, él y Aarón habían entablado las bases de una amistad, muy probablemente porque este último era un obelisco o tal vez por haber ayudado a Chazz en contra de sus hermanos, como sea, eran algo parecido a amigos.
– Como sea, estoy algo preocupado por el…
No había pasado mucho tiempo desde el evento especial entre academias, pero los efectos de la derrota aplastante que había sufrido su amigo eran claros. El slifer había estado evitando interactuar con sus amigos, por más insistentes que hubieran sido sus intentos. De vez en cuando, incluso les veía feo, como si estuviera resentido por algo que ellos hubieran hecho.
– Me imagino que haber perdido en un turno, en directo fue duro, pero ya se le pasará. – Responde Chazz un tanto apático.
– No creo que sea solo eso. – El joven se queda pensativo unos segundos, en ese tiempo Chazz recuerda algo que le había dado curiosidad desde el duelo interescolar.
– Por cierto ¿Ustedes ya conocían a Lustur? – Pregunta el chico de gabardina oscura, cambiando por un momento el tema de conversación.
– Sí, fuimos juntos a la misma secundaria, y nos hicimos amigos desde ese momento, aunque me sorprendió que jugara tan bien, él nunca intentó aprender el juego. – El joven piensa un poco sus palabras antes de continuar. – Chi era el mejor de los tres y era el que intentaba mejorar sus mazos con nuevas cartas, Lustur y yo solo coleccionamos las cartas que nos gustaban, aunque yo sí sabía las reglas y jugaba con Chi de vez en cuando.
– Entonces, George seguramente está procesando que un novato le haya ganado.
– Estoy seguro que hay algo más, Chi no es de los que se deprimen por perder… Normalmente se molesta.
Aarón comienza a pensar en formas de apoyar a su amigo, en ese momento se le ocurre algo, se levanta y empieza a salir del salón de clases.
– Creo que tengo una idea, Chazz, si lo ves dile que lo estoy buscando.
Chazz solo se limita a mover su cabeza en señal de haber recibido el mensaje.
El joven usuario de Amazoness empieza a caminar por los pasillos de la academia, después de unos minutos finalmente llega a su destino, una puerta de madera ornamentada con una placa de platino en el centro, la cual tenía un nombre en ella: "Dr. Vellian Crowler."
– Dr. Crowler ¿Está ocupado? – Pregunta Aarón mientras toca la puerta.
Después de una charla con Crowler, Aarón se encuentra de camino al dormitorio rojo, específicamente al cuarto de Chazz y Jorge, llegando a su destino Aarón abre la puerta.
– ¡Chi, Chi, Chi, deja de estar llorando y hazme caso!
El slifer se encontraba tranquilamente observando el poster que no llevaba como imagen una carta, siendo violentamente sacado de sus sueños despiertos por la intervención de su amigo.
– ¡Sal por un carajo de mi cuarto, estoy viendo a mi waifu! – Grita molesto en respuesta mientras apunta al poster de la espadachina peliazul.
– ¡No te pregunté! El caso es que Crowler me dio permiso de ir a visitar a Belowski de vez en cuando. – Responde Aarón con una sonrisa.
– De acuerdo, ¿Y eso en que me importa? – Pregunta ahora levantándose de su cama, mirando fastidiado a Aarón.
– Tu estuviste diciendo que te gustaría quedar con Belowski más a menudo, porque, y cito: "El Mok es lo mejor". – Responde el joven pálido con algo de molestia al desinterés de su amigo. – Tal vez te drogas con él y se te pasa tu depresión.
Jorge se soba la barbilla mientras piensa sobre la oferta. Un poco de meditación profunda probablemente le ayudaría con estos pensamientos fuera de lugar que había estado teniendo, además de tal vez contactar con la entidad de aquel sueño raro que había tenido la noche anterior.
– No estoy deprimido, pero, supongo que una visita al maestro del Mok no me lastimaría. – Acepta ahora cruzado de brazos con una expresión neutra.
– Naisu, pues vamos… solo una pregunta ¿Eres bueno con las gallinas?
– ¡Pero solo la intenté acariciar! ¡No le pegué con mi espada!
Ambos amigos se encontraban ya en el gallinero de la academia, origen de los muchos huevos que el slifer utilizaba para sus desayunos exquisitos y exclusivos.
Aunque, esta vez no se trataba sobre ello, sino del hecho de que Jorge accidentalmente había tratado de acariciar a una de las aves no voladoras, causando que esta se asuste y llamará refuerzos.
– ¡Corre Chi, corre, si te atrapan, no volveremos a saber de ti! – Dice Aarón mientras corre de una horda de gallinas, extrañamente decididas a acabar con ellos, Ixchel tiene lágrimas en los ojos mientras se agarra con fuerza del uniforme de Aarón.
Eventualmente ambos logran llegar al pasaje secreto que lleva al "dormitorio" de Belowski, Jorge es el último en entrar y cierra la escotilla del lugar, ambos deteniéndose un momento a recuperar aire.
– Como dice Gohan en el capítulo especial de Garlic: "¡Bien hecho!". – Festeja Jorge, estirando sus brazos tras su pequeña victoria contra los destructores de mundos alados.
– Te culpo a ti Chi, seguramente olieron la sangre de sus hijos no nacidos en tus manos. – Dice Aarón mientras da bocanadas de aire.
– Son infértiles, nunca iban a nacer de todas formas. – Explica en un tono serio y sin pizca de remordimiento mientras avanza por el pasillo.
– Solo intentare olvidar que eso paso… ya llegamos. – Dice el joven pálido mientras se detiene frente a una esfera, con una puerta que aparentemente se abre con un código. El chico se limita a escribir en el panel numérico: 244466666, lo que les da acceso al dormitorio de Belowski.
Jorge se limita a asentir y seguir al obelisco hacia la gran esfera de contención. La estructura está soportada con varios cables gruesos metálicos, recordando al joven la visión que tuvo en sus sueños. ¿Estarían conectados de alguna forma?
Ya dentro de esta, los dos se encuentran en una pequeña isla en medio de la nada, con una gran, pero simple, cabaña de madera, bajo la sombra de una de las palmeras de la isla se encuentra recostado Belowski. Al ver la aparición de los dos estudiantes, el aislado ex-duelista estrella los saluda con una amplia sonrisa y ojos somnolientos característicos.
– ¡Amiiiiigos! Qué bonita sorpresa tirarse un momento por mi isliiiiita del amor. – Les da la bienvenida mientras se levanta de su silla de madera.
– ¡Belowski! Amigo, es bueno verte aún con todo tu mok en forma. – Jorge le devuelve el saludo antes de comenzar a caminar sobre el holograma de agua artificial que les separaba.
– ¡Mira Chi! Soy el mesia, camino en agua. – Dice Aarón mientras intenta caminar de forma "seria" hacia la isla.
– Y vaaaaaya, veo que traen consigo a esa lindura de nuevo. ¡Hola, Ixchelín! – Saluda el filósofo al espíritu.
La Señoroscura saluda con una sonrisa al "emisario del Mok" mientras está en la cabeza de Aarón, aunque Belowski ve a Ixchel en su forma verdadera sentada en los hombros del chico.
Finalmente abordando el pequeño pedazo de tierra adentro de la esfera, Jorge va directo al grano.
– Bro, verás, hace poco, tuve un sueño extraño. Además, he estado teniendo estos pensamientos raros que salen de la nada. Es como si fueran de otra persona. Me gustaría que me ayudaras con una sesión de liberación de Mok avanzada. – Explica el slifer, un tanto avergonzado por lo extraño que acabó sonando su situación.
El experto analista de vida se le queda viendo fijamente por un minuto, observando aparentemente el estado de su Mok.
– Tienes algo de razón. Antes, tu Mok estaba simplemente distorsionado por la relación que llevas con la chica enojada detrás tuyo. – Belowski se acerca a susurrarle algo antes de continuar. – Y deberías arreglarlo lo más pronto posible. – Jorge asiente. Tal vez eso era parte del problema.
– Inconveniente, inútil. – Un pensamiento intrusivo le invade. Aunque, esta vez parecían ser repeticiones de palabras que Jorge había mencionado conscientemente a su "espíritu acompañante".
De vuelta a su puesto original, Belowski continua, tomando un tono serio.
– Ahora, observo que estás ejerciendo algo de Mok negativo.
– ¿Negativo? Pero, ¿Cómo pudo haber cambiado tanto desde la última vez que nos vimos? – Pregunta confundido.
En ese momento Aarón recuerda lo que su espíritu acompañante le dijo después del duelo por parejas, por todo lo que había pasado con Blair y el duelo interescolar, el joven olvidó por completo esa charla con su compañera.
– Chi, perdón por no habertelo dicho antes, pero la Reina Amazoness me dijo que vio "oscuridad en tu corazón" y además, que una chica te mandó un mensaje.
– Traidor. – Otro pensamiento. Jorge se ve un poco ofendido por el hecho de que Aarón le haya mantenido un secreto de tal calibre. Por supuesto que algo tan ridículo como lo que había mencionado le hubiera hecho reír antes y decirle algo como: "Ja, cómo si la oscuridad pudiera controlarme, es cosa del anime"; mas, esta vez podría tener sentido, aunque sea para explicar su situación.
Pero, aún mantuvo aquel secreto.
– ¿Oscuridad? ¿Qué, ahora yo soy el villano? – Pregunta entre un tono de broma y ofensa.
– Momento Aqua… Am I right? – Responde Aarón con una sonrisa incómoda, mientras le da pequeños codazos a su amigo, intentando disuadir la situación que su descuido había ocasionado.
De acuerdo, eso sí le había causado gracia.
– Ok, ¿Y el mensaje? – Pregunta ahora sonriendo levemente.
– "Te demostraré nuestro verdadero valor". – Termina el chico, avergonzado por olvidar algo tan importante.
Ahora se estaba poniendo interesante el asunto. Aprovechando que su mente parecía no estar conjurando nuevos pensamientos invasivos, prosigue con la cuestión, Belowski acostándose en el suelo esperando a que acaben.
– ¿Y de qué chica hablas?
Al recordar que nuevamente olvido preguntar un detalle tan importante, Aarón se limita a intentar cambiar la atención.
– Excelente pregunta. – Responde Aarón mientras evita mirar a los dos presentes.
– Momento Aqua en serio. – Dice Jorge, ahora un poco decepcionado por la falta de interés en un tema tan delicado.
– ¡Bueno, como sea! ¿Puedes ayudar a Chi, Belowski? – Pregunta rápidamente Aarón, cambiando el tema de conversación
El experto en meditación asiente aun recostado, apuntando en dirección de la entrada.
– ¡Claro! – Responde inmediatamente. – Pero tendrás que dejarnos solos durante nuestro viaje. Es para evitar las rupturas cósmicas, ya sabes, cosas del día a día cuando se trata con un Mok delicado. – Dice en su tono casual de siempre, invitando al obelisco a retirarse.
– Está bien, no hay que tirar indirectas… se cuando no soy bienvenido en algún lugar. – Dice el obelisco haciendo un dramita para alivianar la tensión. – Se donde esta la puerta ¡Gracias! – Con esto el chico hace su mejor imitación de un cachorro pateado y sale de la esfera de contención.
Ya estando solos, ambos chicos se quedan en silencio, Belowski cerrando los ojos sin decir nada más.
Jorge entiende sin necesidad de palabras. Hora de liberar el Mok.
Recostandose dentro del piso de madera, el slifer prepara su rutina mental para entrar en el trance del Mok.
Primero, respirar profundamente, mantener, exhalar, con ritmo y armonía. Adentro, atrapado, liberado. Come, degusta y excre-, saca. Sí, saca.
– Como el Árbol Naturia…
Entonces, una sensación familiar invade su mente. El viento de verano pasando por su rostro. Una luz de tarde en la secundaria.
La tarde ya había caído en un pequeño bachiller. Los estudiantes retirándose a sus casas después de otro día de clases estresante y probablemente aburrido.
Jorge se encontraba sentado en una silla de piedra rústica, una mesa del mismo material frente a él al igual que otro estudiante, sus facciones irreconocibles para el slifer.
En la mesa se encontraba una caja dorada con adornos egipcios, la palabra "Yu–Gi–Oh!" presente en esta.
– Entonces, ¿Siempre quieres los paquetes? – Pregunta la misteriosa silueta.
Jorge asiente alegremente, como si por fin uno de sus sueños se estuviera cumpliendo.
– Podrías comprar directamente las cartas, ¿Neta vas a pagar por una oportunidad tan baja?
De nuevo, el chico parece no importarle lo mencionado. Simplemente quiere las cartas.
Después de entregar el pago, el otro estudiante le hace entrega de cinco paquetes de cartas.
– Buena suerte.
Tomándolos en sus manos, Jorge no puede evitar sentir un tibio sentimiento en su corazón. Finalmente podría tenerla.
Primer paquete. Globos maravillosos, Artistamigo sapo traidor, nada…
Segundo. Más de lo mismo.
Desesperado por no encontrar su objetivo, Jorge comienza a abrir de prisa el resto de los paquetes. Solamente le quedaba uno después de un rato.
– Por favor. – Ruega internamente mientras revela las cartas del último sobre.
Entonces, el contrato se había cumplido: Gemas formadas en un vórtice oscuro, rodeando a dos seres de sombras.
Acabando el recuerdo, el slifer se encontraba de vuelta con luces de neón azul, lentamente volviéndose mayores al recuerdo que le invadió.
Viéndose de vuelta en la dimensión del Mok, o lo que sea que fuera aquel lugar fantástico, Jorge mira de lado a lado en busca de algo o alguien con que interactuar.
Vacío. Ni siquiera Belowsky estaba presente en esta ocasión.
– ¿Qué hice mal? – Se pregunta internamente, pensando que tal vez se había saltado algún paso en el proceso de relajación.
– Tal vez faltarle al respeto constantemente a una amable chica que solo quería tu ayuda.
La voz familiar de la Coronada por el Cáliz Mundial sorprende al chico, dejándolo paralizado en el momento.
Buscando las palabras correctas para empezar una conversación civilizada, Jorge se voltea lentamente para tenerla cara a cara.
– Hmm, ¿Meow? – El joven no encontró las palabras.
La pelimorada le mira con una mirada de fastidio. Un avance, ya no lo quería muerto aparentemente.
– ¡No te hagas el chistoso! Llevas semanas insultándonos. Cuando tienes la oportunidad de usarnos, ¡Nos ignoras! ¿Qué hemos hecho para merecer este trato? – Pregunta después de reprimir la actitud de su dueño, acabando con una mirada triste.
Las siguiente palabras decidirían el rumbo de la relación entre duelista y mazo, era de vital importancia que fuera lo más respetuoso posible.
– ¡Por qué ustedes son monstruos normales sin efecto, en resumen, inútiles! – Responde con total descaro el slifer.
Tomada por sorpresa por la respuesta directa y grosera del slifer, el espíritu muestra un rostro de dolor profundo. Antes se había visto ofendida por el disgusto de su "elegido", pero, esta vez era algo mucho más doloroso: odio completo.
– Realmente soy una estúpida...por eso debimos haber perdido a los demás antes… – Susurra la chica entre sollozos. – De acuerdo, ya he entendido. ¿Hay alguna forma de cambiar tu punto de vista? – Pregunta completamente seria en un último intento.
Jorge le devuelve la mirada, pensando brevemente sobre qué podría hacerle dar un giro por completo a su cosmovisión sobre los duelos. Soltando una breve risa, responde medio serio y en broma.
– Si me derrotan en un duelo usando sólo monstruos normales, tal vez me hagan cambiar de opinión.
La coronada asiente, parece que ya esperaba tal oferta.
– Entonces está decidido. Te demostraré nuestro verdadero valor. Hasta entonces.
Dicho esto, el espíritu desaparece, dejando solo nuevamente a Jorge.
– ¿Hasta cuándo?
Después de evadir a las ahora denominadas: "Gallinas de la Muerte Mortal… que matan", Aarón estaba fuera del gallinero y de vuelta en la entrada de la academia de duelos, en ese momento se da cuenta de que no tiene nada que hacer.
– Pues supongo que iré a mi cuarto. – Piensa el chico, pero justo en ese momento se encuentra con el grupo de Jaden, Syrus, Chumley y Alexis. – Gracias a dios, algo que hacer.
– ¡Bienvenidos jóvenes aspirantes! ¿Qué tal fue su día de ver rocas y recolectar moho? – Saluda el chico mientras camina hacia el grupo.
– ¡Aarón, no vas a creer esto! Fui transportado a una dimensión alterna y tuve un duelo con unos tipos super extraños… y me gané esto. – Dice Jaden entusiasmado mientras le muestra a Aarón un extraño colgante roto.
Antes de que Aarón pueda procesar lo que el slifer estrella le dijo, el profesor Banner aclara:
– Si con eso te refieres a que tuvimos un golpe de calor y encontraste eso de camino aquí, pues si, es exactamente lo que pasó. – El profesor dice mientras entra en la academia.
– Veo que su día fue interesante ¿Quieren ir a comer algo a la cafetería?
– Gracias, pero yo paso, necesito ducharme.
– Yo solo quiero dormir…
– Yo la verdad si estoy de humor para comer algo. – Responde Alexis a la oferta del chico.
– Perfecto, pues los veo después amigos slifers. – Se despide Aarón dirigiéndose a la cafetería con Alexis.
Ya en la cafetería, los dos jóvenes estaban sentados en una mesa, con platos de comida, Alexis lo acompañaba con un jugo y Aarón con una gaseosa, los dos parecían encontrarse en medio de una divertida conversación, por las risas mutuas de ambos.
– ¡Entonces le respondió: "Ya vez porque no tienes ni amigos ni novia, we". – Termina Aarón riendo. Alexis, que estaba tomando su jugo, casi lo escupe por la carcajada que intentaba contener.
Después de calmarse un poco, Alexis comienza un nuevo tema de conversación
– Sabes Aarón, quisiera preguntarte algo.
– Dispara. – Responde el chico mientras toma su refresco.
– Es inusual que un chico use un arquetipo de cartas "femeninas", así que quisiera saber ¿Por qué decidiste usar un mazo Amazoness?
Ante esta pregunta la Reina Amazoness comienza a prestar atención desde su posición detrás de su compañero, a ella también le interesaba ¿Por qué decidió usar las cartas de su tribu y no sus "amados" dragones que tanto mencionaba?
Aarón se quedó de piedra al escuchar esa pregunta… Aunque quisiera ser honesto (lo cual no quería hacer) era imposible explicarle a Alexis que lo hizo por los videos en Youtube de las "Tyler Sisters" (Spunk yes). Tenía que pensar en una excusa y rápido. Una verdad a medias funcionaria.
– Bueno… es que… unas duelistas, vamos a decir "populares" de donde vengo las usaban y me inspiraron a hacerme el mazo. – Responde el chico un poco más rápido de lo normal, pero ninguna de las dos presentes parecen tomarle importancia.
– Oh, interesante. Siempre pensé que era por alguna inseguridad tuya, ya sabes, para sentirte protegido. Sin ofender, claro. – Dice Alexis amablemente, soltando una risita.
– Oye tranquila Lex, si mal no recuerdo aquí los que necesitaron protección fueron tú y Jorge ¿Acaso no recuerdas lo que pasó en el dormitorio abandonado? – Se defiende el joven al comentario de la chica, que tal vez, pegó un poquito cerca de su verdad.
– Eso no cuenta, ese tipo me tomó por sorpresa, pero no te preocupes si algo llega a pasar y necesitas de una "mujer fuerte" para protegerte, yo me apunto. – Dice con tono burlón Alexis mientras flexiona sus brazos, aunque con algo de determinación para que no vuelva a perder a un ser querido.
– Como sea, Alexis ¿Alguna pista sobre tu hermano? – Pregunta Aarón cambiando el tema de conversación.
– No, nada… – Al decir esto el entusiasmo de Alexis se va y comienza a tener una mirada melancólica. Aarón considera por un momento dejarlo así o dar un poco de la información que tenía, finalmente decide por un curso de acción.
– Alexis… creo que tengo una pista, ven con Zane al faro esta noche. – Con eso Aarón comienza a irse de la cafetería.
Regresando a su estado consciente, Jorge se encontraba dando vueltas pensativo, aún en la isla artificial de Belowski.
Este último se le acerca aún con su sonrisa clásica.
– Hermaaaaano, ¡Lo lograste! Es increíble cómo eliminaste una gran parte de tu Mok negativo en un solo viaje. – Felicita el chico bajo.
Jorge se sorprende al oír esto.
– ¿La mayoría? Lo único que hice durante el trance fue… – Se detiene al recordar el reto. – No le veo conexión, pero no me quejo.
– ¿Todavía tienes pensamientos intrusivos? – Pregunta el gurú después de recostarse en su silla.
– No estoy seguro. Por el momento, no, aunque, algo me dice que no estoy libre de ellos todavía. – Explica un tanto decepcionado.
– Para eso estoy aquí. Cuándo quieras el apoyo de mis habilidaaaaades, ¡No dudes en acudir a mí! – Ofrece antes de despedirse con su palma, esperando ya que se retire su nuevo amigo.
Jorge asiente y se despide, satisfecho con lo logrado por ahora.
– Así que, ¿El Ojama Amarillo y dragones armados?
Otra noche había comenzado en el cuarto de los slifers frustrados. Los compañeros de cuarto obligados estaban en sus propios temas, el ex-obelisco usando su D-PAD para simular sus estrategias en busca de mejorar, mientras que, Jorge estaba acostado en su cama viendo el techo para pasar el rato.
Después de su viaje espiritual en la esfera de contención de Belowski, una nueva preocupación se había sembrado en él. ¿Cuándo sería su duelo con la Coronada? Se había pasado todo el camino de vuelta a su habitación pensando en ello. Era como estar esperando a que un oso mecánico antropomórfico saliera de la nada y lo asustara.
En un intento de sacarse esa cuestión de la cabeza y hacer buenas migas, el joven trata de iniciar una conversación con Chazz.
– Sí, ¿¡Tienes algún problema con eso!? – Responde el chico de pelo picudo, ofendido por alguna razón que Jorge no identifica.
– Hey, tranquilo viejo. Yo igual uso cartas que no tienen sinergia aparente. En lo personal, creo que eso nos separa de los otros duelistas, ¿No crees? – Jorge se levanta de su cama, dirigiéndose a la ventana del cuarto para distraerse viendo las gaviotas.
Chazz observa a su compañero de cuarto, sin entender a qué podría referirse su compañero de cuarto.
– ¿Diferentes en qué sentido?
– Es muy simple: nosotros nos ponemos en desventaja por usar cartas que nos agradan o que son buenas para burlarse de nuestros oponentes. No nos importa mucho ganar, sino lucirnos. – Le aclara Jorge.
Al decir esto, el mimo Jorge se da cuenta de algo. Él sí tenía aquellos monstruos normales inútiles en su mazo, mas, había pasado mucho tiempo sin usarlos. Eran prácticamente solo cartas en blanco sin uso.
– Ja, puede que no seamos tan diferentes después de todo. Pero, yo si juego para ganar. – Chazz asiente al escuchar la explicación mientras sonríe con su expresión clásica smug, sintiéndose un poco identificado, por más que le costara aceptarlo.
Jugar para ganar. Como odiaba esa idea, aunque, parecía ser lo que él quería más estos días.
Después de pensarlo un poco, el chico voltea a ver a Chazz. Siempre había una forma de conocer a alguien mejor sin hablar.
– ¿Qué tal un duelo de práctica?
Aarón se encontraba en el faro de la academia de noche, después de pasar la tarde pensando en como dar información para ayudar con su paz mental a Zane y Alexis, sin parecer que sabía más de lo que debería. Alexis y Zane llegan al faro.
– Bienvenidos a la grieta del invocador.
– Aarón… ¿En serio encontraste una pista? – Pregunta Alexis con su voz temblorosa.
– Eso creo ¿Recuerdas cuando fuimos al dormitorio abandonado? – Ante la pregunta del chico Alexis asiente, Zane solo mira sin decir nada. – Bueno dentro del dormitorio abandonado había unos extraños símbolos.
– ¿Símbolos?
– Si, investigue un poco sobre ellos y son muy parecidos a símbolos utilizados por antiguas civilizaciones en rituales. – Zane y Alexis procesan la información un momento. – Estos rituales, al parecer, servían para invocar a una entidad oscura de gran poder.
– El nombre de esta entidad es Velo Nocturno, Zane tu y el hermano de Alexis eran del mismo año ¿No recuerdas a alguien que mencionara ese nombre?
Después de pensar un momento Zane responde.
– No recuerdo escuchar ese nombre para nada, pero con esta información, investigaré por mi cuenta… siento que estamos un paso más cerca de encontrar a Atticus. – Esto último se lo dice a Alexis con una mirada llena de esperanza.
Después de que los dos estudiantes van a continuar su investigación, Aarón se queda unos minutos en el faro. Ixchel se materializa en su hombro, mientras ambos miran la luna.
– Si todo sale bien, pronto tendremos una reunión familiar. – Piensa Aarón cambiando su mirada al volcán de la isla.
Nota de autor: ¡Feliz año nuevo! Gracias a todos por leer hasta este punto, de verdad, su apoyo nos mantiene inspirados. Esperamos que sigan disfrutando de este Fic. :3
