TEMBLAR
Sasuke observó desde el otro lado de la cascada como el agua caía con fuerza sobre el río que desembocaba hacia la izquierda a una bajada en piedras que se perdía dentro del bosque. Tenían aproximadamente media hora que habían llegado a la cueva de la que Sai hablo, pero era de noche, y no querían entrar a investigar en ese momento.
¿Por qué? Simple. Sasuke había detectado cerca de ellos a Urashiki.
Hasta donde entendía, según sus propias conjeturas, el haber alterado el futuro se desligaba completamente de cualquier efecto sobre el rumbo de los Otsutsuki. Siendo estos conocedores de qué pasaba si se usaba a Karasuki, aunque el futuro involucrara que los Otsutsuki aún no aparecían en esa realidad, ellos seguían en su propia línea temporal enterados de que algo había alterado la historia, lo que no les quitaba ni les daba ventaja en sus movimientos futuros, pero eso podría hacer más difícil que Sasuke los encontrara.
Así que, en una realidad donde la probabilidad de encontrar a los bijus era completamente del cincuenta por ciento a su favor y el otro a favor de los Otsutsuki, Sasuke quería tomar partido consiguiendo todo objeto que les permitiera encerrar y usar a los bijus de cualquier forma dañina, y eso empezaba por encontrar a Karasuki.
Al llegar a la cueva y percibir pronto la presencia de Urashiki, Sasuke había llevado a todos detrás de una barrera que él creaba con genjutsu y su rinnegan. Esta barrera ilusoria cubría todo rastro de chakra y energía de otro tipo que estuviera por sus cuerpos, logrando que Urashiki los detectara como un ser del bosque. En cualquier caso, él creía que eran animales, así que no corrían riesgo alguno.
Urashiki apareció ante ellos pasando sobre el río. Kakashi, Sakura y Sai observaron asombrados hacia el susodicho mientras miles de preguntas se comenzaban a formular en sus mentes. Sasuke, por su lado, detectó que Urashiki no se encontraba en ese lugar buscando lo mismo que ellos, dándose cuenta de cuán desinteresado estaba de la cueva al pasar sobre esta y seguir su vuelo hacia un lugar incierto. Afortunadamente su dirección no era hacia la aldea, pero esto no le decía nada, así que Sasuke trató de tomar su rastro de chakra para seguirle próximamente.
Los demás supieron que Urashiki se había ido cuando Sasuke se puso de pie de su posición de ataque y quitó la barreta. Sasuke dio media vuelta y miró hacia los tres con seriedad.
―Ese es Urashiki, el enemigo al que Boruto y yo nos enfrentamos ―explicó―. Urashiki usa una caña para enterrarla en nosotros y quitar el chakra. Cada que esté cerca deben evitar que él les alcance.
―Peleas a distancia ―dijo Sakura.
―No ―respondió Sasuke con fuerza. Sakura le miró sorprendida―. No quiero que ninguno de ustedes se enfrente a él. No saben quiénes son los Otsutsuki, no los han enfrentado tantas veces como yo. Si nos cruzamos en una batalla con ellos, quiero que todos se alejen y me dejen pelear solo.
Luego de esta orden, Sasuke se dio la vuelta y echó carrera hacia la fuente, dejando atrás a sus tres compañeros confundidos.
No quería sonar duro ni grosero, pero lo último que quería era que alguien en esa realidad muriera. Necesitaba que todos estuvieran vivos y fuertes en caso de que se viniera algo peor. Sí, la experiencia contra un Otsutsuki les serviría para cualquier peligro venidero, pero consideraba que, en cuanto a conocimientos, todos se habían quedado en la fase de la guerra y no había experimentado más, y Sasuke podía asegurar una experiencia creciente desde la guerra hasta la llegada de Urashiki, experiencia que habían tomado todos a lo largo de los años, no de un día para otro. Le iba a costar pero debía encontrar la forma de lograr que todos aprendieran a pelear contra Urashiki.
Al entrar a la cueva tras pasar el chorro de agua que logró alejar de su cuerpo con chakra, Sasuke vislumbro una serie de dibujos que expandían por las paredes. La piedra del piso estaba tallada, claramente fue hecha para simular un camino hacia un altar que se elevaba al fondo donde los dibujos terminaban unidos a un gran dibujo de una luna y un sol. Lo más impresionante era que los dibujos brillaban entre el color amarillo y un azul verdoso, dándole visión a quien entrara a la cueva. Alrededor de altar, muchas flores rosadas y de aspecto tropical se enredaban en pequeños deformes arbustos, Sasuke imaginaba que los Hyuga procuraban tener esa cueva cuidada hasta que decidieron abandonarla.
Mientras admiraba el lugar, escuchó como detrás de él sus compañeros eran salpicados por el agua cuando cruzaban la cascada y se detenían a poca distancia de él, imaginaba que también estaban atraídos por el diseño de la cueva.
―Vaya, los Hyuga siempre se han lucido pero este es otro nivel ―dijo Kakashi como comentario aleatorio, atrayendo la atención de Sasuke quien le miró con escepticismo.
― ¿Cómo sacaremos al ser misterioso? ―preguntó Sakura volteando a ver a Sasuke de reojo.
Sasuke se encogió de hombros.
―Fue idea de Sai, así que seguiré su plan ―contestó Sasuke volteándose hacia el nombrado. Le observó atento.
Sai se paseaba por la cueva mirando los dibujos con atención y asombro. Parecía que quería fusionarse con ellos y que la misma luz que viajaba por las paredes pasara por sus venas. Claro, un artista no podía estar menos impresionado con esa peculiaridad de cueva.
―Sai ―llamó Sasuke. Este apenas le prestó atención sin dejar de ver los trazos.
― ¿Mm?
Sasuke rodó los ojos y arqueó una ceja ante la respuesta.
― ¿Qué hacemos? ―preguntó Sakura a Sai.
―Como el ser divino de los Hyuga aparece… hemm… ―Sai miró con duda hacia un lado mientras cruzaba los brazos―… un doctor, creo que solo aparecerá si hay alguien herido.
Sasuke frunció el ceño pensando en las palabras de Sai. Necesitaban a alguien herido, y evidentemente el ser divino contaba con que iba a detectar sangre Hyuga para aparecer. Eso significaba una cosa.
― ¿Por qué no dijiste eso antes? ―preguntó Sasuke molesto.
―Porque hubiesen traído a Neji ―dijo Sai señalando a Sakura y Kakashi―, y sé que no querías que él viniera.
Sasuke asintió. Sakura y Kakashi se acercaron a Sai curiosos de su plan de acción.
―Recuerdo que hace muchos años, Sakura ayudó a tratar un envenenamiento que Kankuro-san tuvo cuando los Akatsuki cazaban al Kazekage ―contaba Sai―. Me dijeron que tuviste que sacar el veneno del cuerpo de Kankuro y lo hiciste a través de su piel ―Sakura asintió―. Bueno, pensando en ello, se me ocurrió que podríamos inyectar la sangre en la persona que hará de carnada en esta misión y luego podrías sacarla con rapidez ―le explicó Sai a Sakura― o mantenerla de alguna forma separada de la sangre del elegido. Esto, claro, solo mientras llega el ser divino. Como será tardado, podríamos necesitar un vínculo que te mantenga unida a la persona que será la carnada para mantener la sangre separada lo mejor que se pueda.
―No necesitaremos ningún vínculo si yo soy la carnada ―dijo Sakura con una sonrisa de confianza.
Sasuke de inmediato se volteó a verla queriendo que ella percibiera su disgusto por la idea. No quería opinar, estaba seguro de que si lo hacía, ella se enojaría y podrían no llegar a tener una buena relación en la misión, y entendía que la comunicación era lo más importante en ese tipo de trabajo.
―Y si-
―Y si nada ―interrumpió Sakura a Sasuke volteando a verlo―. Escucha, sé que en tu mundo estamos casados, pero esta no es tu realidad y aquí no soy nada de ti.
―Uy ―murmuró Sai mirando nervioso entre la pelirrosa y el azabache.
―Sai ―llamó Sakura y Sai se enderezó de golpe―. Me ayudarás con esto. Pongámonos a trabajar.
Kakashi miró a Sasuke a su izquierda, recargado de espaldas al tronco de un árbol y con la mirada en el piso. Callado, nada extraño. Alicaído, ahí sí se preocupó. Habían salido de la cueva quince minutos atrás y se habían ido hacia el bosque cubriéndose tras la primera fila de árboles de la luz de la luna mientras Sakura y Sai preparaban su plan dentro de la cueva.
Kakashi estaba dubitativo entre preguntar o no sobre qué le pasaba. Había quedado con su Sasuke a una relación de odio estudiante-maestro, y jamás había imaginado pasar sobre aquellos sentimientos de odio e intentar perdonar al joven por el rencor que le ardía en el pecho. Ahora que tenía a una versión "estable" de Sasuke, y simpáticamente más social, Kakashi quería indagar más y más en él para descubrir qué era un Sasuke al estilo Uzumaki.
― ¿Deprimido? ―preguntó.
―Molesto ―contestó Sasuke.
Kakashi levantó la cabeza a la copa de los árboles y observó el panorama.
―Porque no puedes influir en las decisiones de Sakura ―dijo Kakashi. Sasuke chistó con fuerza y eso causó gracia en el peliplata―. Tendrás que acostumbrarte a esto. Al menos hasta que te vayas.
―No sabes cuánto anhelo ese momento ―dijo Sasuke. Miró de reojo a Kakashi―. No me importa si te molesta.
―Tampoco dije algo, ¿o sí? ―dijo Kakashi―. También quiero que te vayas porque eso significará un cambio para bien en la realidad.
Sasuke enarcó ambas cejas por un segundo y apretó la boca. Se enderezó de su posición y giró hacia Kakashi.
―La dirección en la que fue Urashiki fue hacia la Aldea Oculta entre las Nubes. ¿Qué me puedes contar de esa aldea en esta realidad? ―preguntó Sasuke a Kakashi, quien se volteó a verlo.
―La aldea está gobernada por el Raikage Darui. El Raikage anterior se ha retirado de todo, inclusive de la vida pública luego de que su hermano fuera encerrado en la cárcel de la aldea por romper reglas mundiales ―explicaba Kakashi―. La aldea desgraciadamente no ha tenido una perfecta relación con Konoha. Hemos tenido algunos problemas de negociación, pero nada que el Raikage no ha podido arreglar. Gracias a que Darui es quien tiene el gobierno actual, hemos podido mantener una relación. El Raikage anterior estaba reacio a estrechar lazos.
―Por la muerte de Naruto ―confirmó Sasuke.
―Por la muerte de Naruto ―repitió Kakashi―. La aldea está cerrada para todos los extranjeros. Pueden salir de ella sus habitantes sin problema y volver a entrar, pero el resto necesita no solo un permiso, sino aprobación directa del Raikage, y eso no pasa ―se cruzó de brazos―. Se han aislado. Dicen que no abrirán sus puertas hasta que Konoha haya caído con todos sus ninjas y habitantes.
Sasuke se preocupó por esto. Las relaciones de todo tipo entre ambas aldeas siempre dependieron de cabezas frías para concretar acuerdos, y desgraciadamente siempre estuvieron colgando en la cuerda floja cuando se trataba de respuestas definitivas. Desde tiempos pasados a los primeros gobernantes de Konoha, el corto gobierno de Minato como Hokage pero su largo historial como el famoso Destello Amarillo de Konoha, la posterior intromisión de Sasuke como un problema para la Aldea de las Nubes, y que estos fueran extrañamente aliados ajenos en la guerra, dieron armas a la Aldea de la Roca para tratar de jamás involucrarse con Konoha de formas amistosas, y Sasuke podía decir que cualquier problema generado de ello era dinamita con la mecha encendida. Cuando Naruto se volvió Hokage, todos los problemas entre Konoha y cualquier aldea se arreglaron como si Naruto hubiese chasqueado los dedos y automáticamente el mundo hubiese borrado todos los problemas y se hubieran tomado las manos en paz.
Una actualidad en la que esos lazos no existían perjudicaba a Sasuke de una forma inimaginable. En su realidad todo era calma para él si quería viajar. Podía tomar decisiones dentro de otras aldeas sin problema a entrar en disputas con el gobierno o poner en peligro las negociaciones de Konoha con cualquier aliado. Era libre de pasar como representante directo del Hokage a cualquier lugar y demandar información.
Aquí hacía eso, y su libertad valía un kunai contra Madara en medio de la guerra ninja. NADA.
―El hermano del Raikage. El jinchuriki del ocho colas ―comentó Sasuke. Volvió su vista del piso a Kakashi―. ¿Qué pasó con él? Dices que rompió reglas. ¿Qué reglas afectan mundialmente en un mundo en el que la muerte de otro Kage es la victoria del resto de las aldeas?
Kakashi se alejó del árbol en el que se recargaba y metió sus manos a los bolsillos de sus pantalones cerrando los ojos y volteando el rostro al suelo.
―En este mundo tenemos reglas establecidas para tu búsqueda. Hay tres que son las más importantes. Primera ―sacó la mano derecha y levantó un dedo―: Jamás ir detrás de Sasuke Uchiha solo. Siempre esperar por un grupo organizado de, mínimo, cien ninjas. Viaje siempre aprobado por los Cinco Hokages y el mediador que lleva la Reunión de los Kages cada que se lleva a cabo.
Sasuke abrió los ojos sorprendido.
―Segunda: Jamás enfrentar a Sasuke Uchiha en un combate sin control previo del área ―levantó otro dedo―. Esto incluye alejarlo de cielo, espacio, tierra y fuego. Bloquear áreas de crecimiento de poderes como Susanno y Chidori. Poco espacio para estabilidad, piso. Especificaciones posteriores vendrían en medio de la batalla por orden del líder de la persecución.
―Aun con todo eso tengo mucha ventaja en más áreas ―dijo Sasuke.
―Lo sé, por eso limité a órdenes de quien llevara el liderazgo de la misión―contestó Kakashi―. Y tercera ―levantó el último dedo―: Jamás provocar a Sasuke Uchiha. No hablar de los Uchiha, no hablar de Naruto, no hablar de su aldea, no hablar de nada que involucrara su vida y desarrollo personal, ni provocaciones del tipo retador.
Sasuke enarcó una ceja con curiosidad. Era una regla muy pensada.
―Esa regla me dice que en esta realidad aún me descontrolo emocionalmente ―afirmó Sasuke―. Eso podría ser una ventaja o desventaja para ustedes si no lo saben abordar.
―Y ahora que te tengo aquí quiero aprovechar esa última ―dijo Kakashi. Sasuke le miró desconfiado―. Tú eres un Sasuke notablemente más maduro y experimentado. Haz cambiado tanto como mí Sasuke jamás lo hará, y sé que tienes curiosidad por encontrarte en este mundo.
Sasuke asintió firme.
―Siendo así, creo que sabrás mejor que nadie como detenerte de una vez por todas. Y lamento tener que ponerte en esta situación, pero nadie más tiene como derrotarte ―explicó Kakashi. Se enderezó de nuevo con seguridad e inclinó la cabeza―. Volviendo con Killer B, él desobedeció todas esas reglas y fue a buscarte. Por años, luego de lo ocurrido con Naruto y tú, intentamos mantener en calma a B porque estaba muy alterado. Furioso es poco por decir, Killer B se descontroló muchas veces y el biju que lleva dentro salió. Tenemos suerte de que el Ocho Colas sea un biju muy tranquilo. Él podía controlar a Killer sus emociones, e intentó detenerle muchas veces de ir detrás de ti. La última falló, por desgracia.
― ¿Killer B me encontró? ―preguntó Sasuke enganchado al relato.
―Sí, y creó un desastre ―contestó Kakashi con un suspiro―. Te persiguió, pelearon de una forma increíblemente agresiva, pero finalmente dejaste al hombre fuera del juego. Donde combatieron fue cerca de un pequeño pueblo del país del agua. Todos los habitantes murieron.
Sasuke cerró los ojos golpeado por la noticia. Jamás se consideró una persona que fuera detrás de gente sin justificación, siempre basó sus asesinatos en hechos meramente crediticios para llevarlos a cabo, hechos no solo comprobables sino justificables, al menos dentro de lo que se creía justificable en tiempos de conflicto o guerra, jamás por placer o deseo. Inclusive evitó lo más que pudo esa clase de eventos y ayudó a muchos, protegió a gente de esa clase de ninjas que buscaban únicamente diversión y entretenimiento en el sufrimiento de los demás. Aun con los tornillos fuera, Sasuke podía diferenciar entre lo que realmente era correcto e incorrecto con la sociedad fuera de su historia y su propio problema. Lo que vino después con su hundimiento de poder era tema aparte.
Pasó los dedos de su mano por el puente de su nariz y apretó con fuerza tratando de despejar su mente.
―Continúa.
―Luego de que ocurrió el incidente, Killer B fue detenido por la Alianza Ninja. Lo juzgamos, le encerramos en una prisión para jinchirikis en la Aldea de la Niebla, donde reclamaron el derecho sobre el criminal, y usamos a Killer B como ejemplo para toda la población sobre lo que pasaría si alguien iba detrás de ti ―contó Kakashi. Miró a Sasuke con atención―. Lo lastimaste mucho, fuiste participe de una masacre. Había consecuencias. Konoha no estuvo exenta, tuvimos problemas con las otras aldeas y terminamos por establecer lazos muy tensos con los demás kages.
Sasuke caminó un par de pasos alrededor del árbol en el que se recargó y se acercó al pequeño lago que formaba la cascada y desde el cual el río empezaba a formarse, colocando su mano en su barbilla y mostrando concentración extrema. Kakashi se mantuvo observándole esperando su siguiente aportación.
Sabía que algo le había encendido las alarmas, así que quería estar lo más atento posible a sus indicaciones. Después de todo, Sasuke sabía más que él en este momento.
―Dices que el Hachibi y Killer B están en la Aldea de la Niebla ―dijo Sasuke.
―Así es ―dijo Kakashi.
―Pero Urashiki se dirigía a la Aldea de las Nubes ―dijo Sasuke en un murmuro.
―Ssssssííííí ―dijo Kakashi sin seguridad.
Sasuke se volteó de golpe a Kakashi con una mirada de susto que lo preocupó. Su cuerpo estaba tenso y se movía con rigidez, parecía que cualquier cosa que saliera de su cabeza, ideas locas que fueran confirmadas, lo desmoronarían.
― ¿Dónde están los demás bijus? ―preguntó con rapidez.
―Nadie sabe. Luego de tu pelea con Naruto, ellos lograron escapar cuando Naruto los liberó de tu control. El Ocho Colas fue el único que volvió con su jinchuriki ―explicó Kakashi.
―Eso quiere decir que Killer B y el Ocho Colas tienen una conexión fuerte ―dijo Sasuke. Kakashi asintió―. ¿Quién encontró a Killer B cuando se enfrentó conmigo?
―El Cuarto Raikage lo encontró. Él fue quien dio con el rastro de Killer B. Al tener mucha convivencia con un jinchuriki y su biju, el Raikage nos explicó que gracias a ello podía distinguir cualquier chakra fuese de un biju, un animal o una persona ―contestó Kakashi―. Así encontró a Killer B.
― ¡Tcht! ―exclamó Sasuke dándose la vuelta y caminando hacia donde vio a Urashiki volar―. Entonces creo que estoy en lo correcto.
A Kakashi no le gustó eso. Se acercó a él a paso rápido y le siguió camino arriba de la montaña.
― ¿Qué ocurre? ―preguntó serio.
―Si el Cuarto Raikage puede encontrar a los bijus, entonces, lo último por lo que Urashiki irá será por algún objeto místico que detecte a las bestias ―explicó Sasuke―. Va a aprovechar el cambio de la historia, va tras el Cuarto Raikage.
¡Hola a todos! Muchas gracias por esperar por este nuevo capítulo :3
Por fin pude publicar. Me encontraba en un shock de escritor cuando me di cuenta que en el anime están pasando cosas que son similares a las que fueron la raíz de la historia en este fanfic y me empecé a preocupar de que fueran por ese rumbo, JAJAJA. Espero que no sea nada importante lo que Sakura haya encontrado en el papel que se le cayó a Sasuke D:
Muchas gracias por sus comentarios, por el tiempo que le dedican a esta historia, y por seguirla :)
Espero siga gustándoles, y espero leernos pronto en otro capítulo (nwn)
¡Nos Vemos!
Ana Kogane Holt
