VAN A PARES
Sasuke chistó cuando la siguiente apertura se mostró delante de él. Urashiki había vuelto a salir, y él y Kakashi se habían puesto de nuevo en camino, pero el hombre había decidido aparecer de nuevo cerca del amanecer, y Kakashi y Sasuke estaban poco descansados. Otra gran desventaja era que el sol les alumbraba del lado izquierdo, lo que les cegaba un poco y en ocasiones les hacía perder de vista a Urashiki. Sasuke agradecía fuertemente poder percibir a Urashiki por el chakra y tener sus habilidades oculares, de lo contrario el sol le habría creado dos agujeros negros en donde estaban sus ojos.
― ¿Qué hay de Sakura? ¿Alguna actualización? ―preguntó Sasuke sobre el sonido del fuerte viento que les pegaba del lado derecho.
―No. Sigue dentro de la cueva pero sabemos que está bien ―dijo el clon de Kakashi desde atrás de Sasuke―. Ha enviado un clon diciendo que encontró al ser.
―Bien, que consigan el objeto y nos alcancen ya ―dijo Sasuke.
―Al menos es lo que Kakashi quiere creer ―dijo Sakura finalizando su relato.
Urayashi, sentado frente a ella, la miraba expectante. El niño le había preguntado la historia detrás de que fueran a buscarlo, alegando que no le ayudaría a Sakura en nada hasta tener una buena razón para tenderle la mano. Y vaya que le había dado una razón justificable, el Uchiha era un problema grande viajando entre tiempos.
―Bueno, entonces lo odias ―dijo el pequeño niño.
―No es eso ―murmuró Sakura llevando la mirada a su izquierda al piso.
Su herida estaba completamente curada, y la sangre de Neji se había secado sobre la piedra tras que la desechó de su cuerpo. Ambos estaban sentados en el piso uno frente al otro, solo que Urayashi tenía su cabeza apoyada en sus manos mientras veía a Sakura, y ella tenía sus manos unidas en el centro de sus piernas cruzadas.
―Entonces, ¿por qué lo tratas tan mal? ―preguntó el niño con extrema curiosidad.
―No lo trato mal, solo pongo mi distancia ―dijo Sakura con molestia.
―Sí claro, y yo tengo cinco años ―dijo el niño imitando su tono.
Sakura volvió su vista al pequeño y su expresión cambió.
―Hablando de eso, ¿qué edad tienes? ―preguntó curiosa.
―De existir tengo ciento cuatro años. De nacer tengo como veinticinco ―respondió el niño haciendo muecas mientras calculaba mentalmente.
―Espera espera espera, no entiendo eso ―dijo Sakura levantando las manos y mostrándose confundida―. ¿Cómo puedes tener dos edades?
― ¿Uh? ―Urayashi la miró como si estuviera hablando con una persona recién nacida que no sabía nada del mundo―. Los Otsutsuki existimos primero como energía, somos parte de chakra que recorre el mundo y el cuerpo de todo ser existente. Nacemos cuando nos dan una razón de existir, lo que es que crean en divinidades, curanderos santos, santos, dioses o seres poderosos. Existimos de que los humanos nos crean posibles ―levantó los brazos a los lados y mostró una amplia sonrisa―. A mí me creó la fe de un Hyuga que no quería morir aquí, el que deseara con toda su alma y voluntad volver a casa con su familia y a su clan donde se sentía resguardado. ¡Así nació Urayashi!
Sakura le miraba perpleja. Jamás creyó que los Otsutsuki nacieran de esa forma, erróneamente ligando que cualquier forma de creación en el mundo era obligatoriamente similar a la reproducción humana. Pero, ahora que lo pensaba, ¿los animales y las plantas no eran la clara muestra de que eso no era cierto? Pero ahora tenía más dudas. Hasta donde sabía, Kaguya tenía una familia nacida de la forma de reproducción humana, y nadie había corregido a los creyentes de que Kaguya había nacido de la misma forma. La información que Urayashi le daba era increíblemente valiosa.
―Entiendo ―contestó Sakura. Pensativa comenzó a ponerse de pie y colocó sus manos en su cadera―. Disculpa que te taladre tanto con esto, pero aun sabiéndolo, necesito que nos ayudes.
Urayashi se puso de pie y colocó sus manos imitando la posición de ella con una sonrisa burlona.
―Ahora que sabes cuán importante es que Sasuke vuelva a su realidad, ¿podrás ayudarnos dándonos lo que Urayashi podría querer aquí? ―preguntó Sakura con voz suave.
Urayashi inclinó la cabeza a un lado y torció la boca en una sonrisa.
― ¡Claro que voy a ayudarlos! Pero tienes que enseñarme todos los demás colores que hay afuera ―dijo Urayashi.
―Condiciones, ¿eh? ―dijo Sakura divertida.
Urayashi soltó otra risa infantil y asintió.
―Bien, te enseñaré los colores ―Sakura sonrió y señaló detrás de ella―. Acompáñame afuera.
Ver al niño correr entre el bosque les pareció extrañamente entretenido, especialmente por su parecido familiar a los Otsutsuki. Sakura caminaba más adelantada de ellos para ir vigilando al infante mientras le decía los colores de cosas que veía alrededor, colores que variaban desde el rosa pálido hasta el gris carbón. Sakura era muy específica, y eso encendía más la curiosidad de Urayashi cuando este descubría que había más gamas del mismo color.
Sakura les había resumido la historia de Urayashi y la descripción de su persona para no hacerlo tan cansado, y eso al menos los mantenía informados. Sai estaba siguiéndolo por todos lados igual que Sakura, pero él se mantenía más alejado del pequeño, más alerta. Kakashi, por su lado, hilaba muchos de sus conocimientos como Hokage a la existencia de Urayashi y cómo esta involucraba la deformación, actualización y destrucción de muchos datos recopilados por la inteligencia ninja de Konoha. Su existencia abría un nuevo panorama del mundo ninja.
― ¿Cuál es el objeto que proteges, pequeño? ―preguntó Kakashi al niño desde lejos.
Urayashi miraba una piedra de color crema con curiosidad, dándole vueltas en su mano y tallándola con las uñas. No volteó a Kakashi.
―No resguardo nada ―contestó con voz cantarina―. No necesito cuidar de nada más que de mí mismo.
Sai frunció el ceño confundido.
― ¿Quieres decir que tu eres el propio objeto que se resguarda en esa cueva? ―preguntó el joven pálido.
Urayashi giró hacia él y le miró con los ojos muy abiertos.
―No soy un objeto, soy una persona. Y sí, yo soy lo que se protege en esa cueva ―contestó. Se volteó a ver a Kakashi―. Probablemente Urashiki me está buscando a mí. ¿Para qué? Lo desconozco, pero no hay nada más en este lugar que él quiera, a menos que él desee tomar un baño en la cascada. Mucha gente hace eso cuando pasan por aquí.
El comentario inocente del niño no despistó a Kakashi de que tuviera un lenguaje amplio para expresarse, lo que le daba a entender que Urayashi podría saber más de lo que necesitaban e inclusive cosas que no necesitaban pero podrían usar.
―Bien, entonces Urashiki podría volver por ti ―dijo Kakashi con seriedad. Urayashi asintió mientras hundía su cabeza en los hombros con duda―. En ese caso tendré que pedirte que nos acompañes a Konoha y nos ayudes ahí con esta misión que tenemos ahora.
Urayashi bajó la cabeza y puso un puchero pensativo. Pero, antes de que pudiera dar una respuesta, sus ojos se abrieron de golpe y una expresión horrorizada inundó su rostro. Cuando levantó la cabeza de golpe al aire, sus ojos tenían unas líneas similares a las del rinnegan. Kakashi y Sakura le miraron espantados, pero el grito de Sai les hizo voltear.
― ¡Urashiki está aquí!
―Mierda, mierda ―susurraba Sasuke mirando a su alrededor muy confundido.
Miles de señales de chakra de Urashiki se percibían a su alrededor, todas titilantes y cambiando una detrás de otra. No había ningún patrón, era completamente aleatorio, lo había confirmado. Y por más que buscaba cuál era la señal más confiable, exacta, o la que podía darle una ubicación en común cada que la señal podría aparecer en el mismo lugar, Sasuke no podía decir en dónde verdaderamente estaba Urashiki.
Aterrado por la idea de que el Otsutsuki podría haberlo detectado y le había jugado una trampa para alejarlo de sus compañeros, Sasuke hizo que el clon de Kakashi le llevara de vuelta a donde se encontraban, echando la carrera más rápida que jamás había emprendido desde que había llevado a Sakura a dar a luz a Sarada.
Sai desplegó su pergamino y pintó con velocidad tantas aves como pudo. Estas rápidamente salieron volando hacia Urashiki y explotaron cerca de él pero arriba, haciendo que la tinta cayera en su dirección. Urashiki, con su sonrisa burlona, dejó que la tinta le cayera encima, disfrutando de esta como si agua bendita fuese.
―Divertido. Inclusive en otras realidades, Sasuke Uchiha puede hacerse de amigo de unos payasos ―dijo Urashiki para sí mismo―. Esto será muy divertido.
La risa maniática que soltó Urashiki estremeció a Sakura. Ella, inclinada a un lado del niño, estaba preparada para ser el escudo entre él y Urashiki, quien en pocos segundos había enfocado su vista sobre el niño.
―Así que un Otsutsuki ―comentó Urashiki. Colocó una mano en su cadera y con la otra tomó su caña―. Veo que ya nos estamos exponiendo cada vez más. Antes solo mandábamos a los más fuertes a enfrentar las invasiones, ¿ahora mandan a los niños?
La forma de decirlo fue seria, casi enojada. Esto confundió a Kakashi.
― ¡¿Qué haces aquí, niño?! ―preguntó Urashiki con arrebato.
Urayashi se acercó más a Sakura y se puso delante de ella.
― ¡A ti no te incumbe! ―contestó Urayashi en un grito furioso.
Urashiki chistó y se lanzó en vuelo hacia Sakura y Urayashi. Sakura se colocó delante de Urayashi levantando ambos puños lista para recibir el primer golpe, pero Kakashi fue más rápido y saltó entre ambos en medio del camino que Urashiki seguía. Con el chidori en su mano, Kakashi lanzó un ataque hacia Urashiki haciéndole inclinarse y frenar hacia un lado, lo que lo desvió de su objetivo y se re-enfocó en Kakashi.
―Si vas a pelear con alguien, que sea conmigo ―dijo Kakashi con calma.
Manteniéndose la mirada, ambos cayeron sobre la copa de los árboles preparados para el ataque del otro. Sai, desde abajo, se apresuró a llegar junto a Sakura y cubrirlos a los tres con un gran pergamino que desplegó a un ave que los cubrió con sus alas.
―No tengo tiempo para juegos de niños ―dijo Urashiki a Kakashi.
Kakashi se encogió de hombros.
―Entonces no entiendo porque insistes en quedarte pudiendo dejarnos en paz ―contestó Kakashi―. Anda, sigue tu camino.
―Inútil ―murmuró Urashiki con asco.
― ¡No te enfrentes a él, no lo hagas, huyan de ahí! ―ordenó Sasuke al clon de Kakashi.
―Es muy formidable en batalla, apenas hemos empezado y hay muchas cosas que no entiendo ―contestó el clon a Sasuke.
― ¡Escucha, no intentes anticiparte a nada que él haga, no puedes, él es-
Antes de que pudiera seguir dando cualquier instrucción, el clon desapareció cayendo al piso y esfumándose en una nube de humo. Sasuke no detuvo su paso suponiendo lo que ocurría, así que apretó los labios con fuerza tratando de controlar sus nervios.
Sai mantenía sus manos sobre el pergamino que aún tenía medio cuerpo del ave en él. El cuerpo expuesto y las alas temblaban por los golpes que recibían cuando Urashiki intentaba atinarles un ataque que seguramente era frenado o disminuido por Kakashi.
Urayashi estaba agarrado a la pierna de Sakura con una mano mientras con la otra seguía sujetando la piedra que encontró y no había soltado aun cuando apareció Urashiki. Sakura le tomaba la espalda con una mano mientras mantenía en alto el otro puño.
―Escucha, Sakura. Los ayudaré a escapar a ti y al niño, tenemos que protegerlo y deben alejarse lo más que puedan ―dijo Sai volteando sobre su hombro para mirarlos―. No vayas a civilizaciones. Por lo que Sasuke nos dijo, este hombre puede hacer daño masivo, así que será mejor que vayas a otra zona.
―Pero las zonas solas no son seguras tampoco. No podré proteger sola a Urayashi ―dijo Sakura en tono bajo―. Me alejaré tanto como pueda, pero tienen que encontrarnos rápido.
―No te preocupes, seré el primero en seguirlos de cerca ―dijo Sai con una sonrisa.
Ambos asintieron y se prepararon para el siguiente paso.
Cuando las alas del ave comenzaron a abrirse poco a poco, Urashiki retrocedió en su lugar preparando el siguiente ataque para detener a Kakashi. No le había dado una pelea interesante, en su lugar fue una distracción innecesaria que ahora se preocuparía por eliminar.
―Estos sujetos no actúan como sus actuales en la otra realidad ―dijo Urashiki para sí mismo al ver a Kakashi prepararse para otro ataque sin premeditar el suyo.
En su actualidad, o al menos la que consideraba suya en ese momento, las batallas que había tenido con los ninjas habían sido extremadamente calculadas y distanciadas. Ellos evitaban sus ataques y él evitaba los de ellos, porque todos, a excepción del niño al que llamaban Boruto, tomaban pensamiento en sus propias acciones para definir con qué le frenarían. Eso hacía las peleas memorables e inclusive él las buscaba, era un pasatiempo con resultados casi remunerables para ambas partes. Pero ahora era como si todos perdieran, en especial él. Los otros tenían ventaja de conocimiento por Sasuke, pero él no sabía nada de estos nuevos seres. Técnicamente sus conocimientos en batalla habían cambiado por los acontecimientos que él había alterado desde el pasado, así que él no podía saber hasta dónde esta gente sabía pelear contra los Otsutsuki. Sabía que los Otsutsuki no habían intervenido aun en esta tierra, lo que no les había llevado a tantos avances de conocimiento, pero entre los humanos toda sabiduría era peligrosa y expansible.
El ave voló a su izquierda y visualizó como la pelirrosa corría con Urayashi en sus brazos alejándose del lugar, ambos protegidos por la cabeza y a los lados por más dibujos que el pálido había generado. Se burló mentalmente al ver como el niño le miraba por sobre el hombro de Sakura. La admiración y el odio con el que ese niño quería atravesarle el cuerpo con esa vista eran impresionantes, y le era curioso. No se conocían de nada.
Por otro lado, un clon de la pelirrosa corría alejándose del camino con un clon de Urayashi en sus brazos, de igual forma protegidos por más dibujos de Sai. Pronto más clones con la misma temática se hicieron visibles, todos en distintas direcciones.
Urashiki sonrió cuando detectó al que definitivamente no era el clon. La táctica era ridícula, y se carcajeó entretenido al ver al pálido mirarle desde su lugar con confusión.
Sai pintó rápidamente unos gigantes sapos en el pergamino y estos salieron hasta elevarse poco más arriba de los árboles a la altura de la cadera de Kakashi. Los sapos comenzaron a golpear la tierra con fuerza haciéndola temblar, y los árboles se tambalearon en distintos lados conforme las ondas se expandían. Urashiki flotó sobre su lugar evitando el golpe entre los árboles, mirando a Kakashi balancearse de un lado a otro intentando mantenerse en su lugar.
―Sus métodos de distracción son muy vagos ―comentó Urashiki con aire de despreocupado―. Haremos esto rápido.
¡HOLA A TODOS! Espero se encuentren muy bien :3
Aquí les traigo un nuevo capítulo. Y, oigan, el último capítulo de Boruto, no inventen. Yo no vi un capítulo, yo vi una película xD . Animaron precioso, me encantó, pero me ha dejado tantas dudas y muchas emociones. Tengo miedo del siguiente.
He de aclarar que los sucesos ocurridos en los capítulos que empezaron a transmitirse después del inicio de este fanfic, no tendrán ninguna relevancia para la trama de esta historia. Aunque este fanfic contiene elementos que explican en el anime y son necesarios para el desarrollo del mismo, no deben confundirse por lo que ya pasó en el anime. Este es un "AU" por así decirlo XD Sasuke esta preocupado porque regresemos al canon oficial, don't worry. Yo sólo les estoy publicando sus choco aventuras, jajaja (.W.)y
Espero les esté gustando el fanfic, muchas gracias por el apoyo, sus comentarios, y sobre todo por leer.
¡Nos vemos en el siguiente capítulo!
Ana Kogane Holt
