SI ME PONES UN LUGAR
― ¿Cuánto piensas tardar? ―preguntó Kakashi con un tono serio.
El tono típico de un gobernante, pensaba Sasuke con fastidio.
―El tiempo que haya que tardar ―dijo Sasuke con su particular tono neutral y desinteresado.
Llevaban una hora negociando las condiciones de viaje de Sasuke para que pudiera partir siendo el líder de la misión y, de alguna forma, el más independiente en actuar de su equipo. Sasuke sabía que Kakashi no podía darle un seguro de inmunidad en ese mundo, pero Sasuke esperaba un poco de flexibilidad tomando en cuenta que las circunstancias a su alrededor los había orillado a crear una lista de probables aliados que sabían que no abrirían la boca. Eso significaba que necesitaban ayuda, lo vieran por donde lo vieran.
Para sorpresa de Sasuke, muchas de las personas en las que confiaba en su realidad no figuraban en la lista que Kakashi y Sakura se habían encargado de escribir. Neji estaba entre ellos, obviamente por mención de Sasuke, pero personas como lo serían Choji, Shino, Hinata, algunos agregados de los senseis como Guy y Kurenai, no entraban en la consideración de Kakashi como aliados. Y aunque quería indagar más a fondo porqué alguien como Hinata no contaría, conociendo la fuerte voluntad que posee como mujer y como ninja a pesar de no ser ese el camino de vida que ella hubiese deseado elegir, Sasuke se abstuvo de preguntar.
Gracias a Naruto, Sasuke se había enterado de que Hinata había abandonado por voluntad las fuerzas ninja. Ambos habían discutido mucho acerca de ello cuando Sasuke estaba de vuelta en la aldea por trabajo poco después de que Naruto se hubiera casado.
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FLASHBACK
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―Así que Boruto ―dijo Sasuke dando un trago al vaso con agua sin voltear a ver a Naruto a su derecha.
―En honor a Neji, Hinata creyó que sería un buen nombre ―dijo Naruto terminando la pasta de su ramen. Dejó los palillos a un lado y tomó el tazón entre sus manos mientras volteaba a ver a Sasuke―. Como Hinata se la pasa en la casa, ha tenido tiempo de pensar en los posibles nombres para cualquier género. Incluso discutimos los nombres de mis padres, pero acordamos dejar los nombres familiares fuera de la lista de opciones.
― ¿Y por qué no en honor a tus padres? ―preguntó Sasuke revolviendo lo último que le quedaba del caldo del ramen.
Sasuke escuchó el sorbo de Naruto esperando la respuesta.
Desde que Sasuke conoció quiénes eran las personas detrás de la creación del hiperactivo sujeto a su lado, siempre imaginó que cualquier cosa que Naruto quisiera hacer, tanto como héroe del mundo ninja, como probable futuro Hokage, sería honrar a sus padres en cualquier gesto que se lo permitiera: inauguraciones de estatuas para ellos, zonas celebres con sus nombres, un día especial para celebrarles su sacrificio, y en ello entraba el nombre del que sería su primogénito.
―Mis padres ya son reconocidos en la aldea y algunas partes del mundo ―explicó Naruto―. Mi madre fue la anterior portadora de Kurama, todos en el mundo saben quiénes fueron los jinchurikis de cada biju. Y mi padre fue uno de los ninjas más reconocidos. Sé que va a sonar mal, pero ―volteó su mirada hacia el tazón vacío entre sus manos. Sasuke le miró de reojo―. Ya han sido honrados por muchas cosas, yo ya los honré cumpliendo los deseos que ambos tenían para mí. Creo que es más adecuando honrar a alguien a quien muchos no recordarán por nombre ni por rostro, pero sí por sacrificio, como innumerables vidas que se perdieron en la guerra.
Sasuke enarcó ambas cejas entendiendo el punto de Naruto. No podía esperar un significado menos sentimental y lógico.
―Por eso elegimos un nombre en honor a Neji ―terminó de explicar el rubio soltándole una sonrisa radiante a su amigo.
Sasuke le miró y se recargó sobre su único brazo, entregándole toda su atención.
― ¿Y qué harán cuando nazca el bebé y tú y Hinata tengan alguna misión? ¿Con quién piensan dejarlo? ―preguntó queriendo cambiar el tema. Retomar algunas cosas de la guerra lo incomodaban.
―Oh, Hinata se quedará con él. Ella abandonará su labor de ninja apenas nazca el bebé.
Sasuke abrió los ojos sorprendido y volteó a ver a Naruto. El rubio, imaginándose que su amigo reaccionaría de esa forma, ya estaba recargado sobre su costado mirándole de frente. Sasuke era la primera persona que se enteraba de que Hinata abandonaría las fuerzas ninja, esto debido a que no querían hacerlo un tema de escándalo en Konoha.
―Hinata está cansada de ese mundo. Dice que no le desgrada, que le gusta el linaje familiar, pero ella jamás fue una partidaria de la violencia innecesaria ―explicó Naruto con seriedad mirando a un punto indefinido de la mesa―. Su padre la obligó a ser ninja, ella jamás deseó obtener tan grande papel en su vida. Hanabi trabajó en el mismo entrenamiento y siempre fue más fuerte que Hinata, pero eso debido a que ella tenía el corazón como el de su padre, endurecido por el clan.
Sasuke torció la boca entendiendo completamente lo que quería decir. Los Uchihas no fueron diferentes.
―Y como Hanabi demostró ser mejor que Hinata en la línea de batalla, ella fue elegida como la siguiente cabeza del clan. Hinata fue puesta a un lado por su padre, lo que volvía innecesario que ella siguiera entrenando para ser ninja, pero, según reglas familiares, era su obligación ―dijo Naruto con fastidio. Sasuke notó el leve ceño fruncido en él―. Hinata no deja las fuerzas ninja porque no sea su ambiente, sino porque ella siempre lo sintió como una obligación, jamás lo asimiló como su deseo. Aunque entendió que, una vez genin, era su responsabilidad responder al llamado para defender Konoha, Hinata jamás ha querido llegar a los extremos a los que muchos de nosotros hemos llegado como ninjas para proteger la aldea.
―Matar gente ―dijo Sasuke volviendo su vista a la mesa.
Naruto asintió.
―Entiendo la posición de Hinata. A diferencia de mí, ella solamente quería una vida tranquila. Hasta donde sé, su madre no fue ninja ni fue obligada a practicar el oficio ―explicó Naruto acomodándose en su banco de mejor manera y colocando los codos en la mesa. Tomó su vaso de agua y lo movió en círculos―. Hinata quiere una vida tranquila como la de su madre, alejada de tener que responder a los conflictos. No quiere que nuestro hijo pase la difícil época que cruzamos ambos.
Sasuke se enderezó en el banco y volteó a ver a Naruto, pero este se mantuvo estático en su lugar.
― ¿Y si el niño quiere ser ninja? ―preguntó curioso.
― ¡Le dejaremos serlo, claro que sí! ―contestó Naruto levantando el vaso hacia sus labios, pero se detuvo de tomar para terminar de responder― Pero no queremos que él sienta que es una responsabilidad obligada como Hinata lo sintió toda su vida.
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FIN DEL FLASHBACK
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― ¿Y un grupo más grande crees que garantizará tu victoria? ―preguntó Kakashi a Sasuke con incertidumbre.
―Si no la victoria, al menos nos dará ventaja sobre él.
Sasuke se acercó al mapa que Kakashi tenía sobre el escritorio y le señaló los puntos que, al parecer, Urayashi y Kakashi se habían encargado de marcar en el documento para indicar en dónde había posibles objetos que Urashiki querría.
―Urashiki tiene habilidades de teletransporte. ¿Cómo? No lo sé, cosa de Otsutsukis. Lo máximo que podemos hacer para identificar en dónde se encuentra ubicado, es proteger estas zonas con nuestro cuerpo ninja y que estemos en un constante monitoreo ―explicaba Sasuke con seriedad―. Reportes cada hora, que nadie baje la guardia. No podemos obtener muchos objetos, algunos pertenecen a las otras grandes naciones y no podemos irrumpir en sus territorios como si fuera nuestra casa. Por eso, lo mejor es comenzar a negociar una alianza que nos ayude a mantener vigilancia sobre los objetos. Pero esto debemos hacerlo teniendo pruebas de que Urashiki se adentró en sus territorios, de otra forma desestimarán nuestras advertencias.
― ¿Tu gran grupo se dividirá? ―preguntó Kakashi escéptico.
―Quiero comunicarme con gente de confianza. Esa lista ―señaló a la lista al lado de ambos junto al mapa―. Me ha ayudado a saber en quienes no debo confiar por ahora. Hay gente a la que consideraba, pero entiendo que por cuestiones que no me dirás, debo evitar involucrarlos en esto.
― ¿Y tú plan es separar al equipo en cada casa de vigilancia?
―Mantener un elemento que sepa sobre nuestra misión principal, ayudará a determinar elementos indispensables del comportamiento de Urashiki ―contestó Sasuke. Miró a Kakashi hacia arriba, manteniendo la mano sobre el escritorio―. Mucha gente aquí es astuta, sabemos que entre los nueve novatos siempre hubo cabezas más perceptivas que otras.
― Al menos antes de que Naruto muriera, teníamos mucha gente con los pies sobre la tierra ―comentó Kakashi con un tono frío. Cruzó sus manos debajo de la barbilla y miró a Sasuke―. Ahorita no contamos con la mitad de cabezas frías que antes.
―Y por eso mismo estoy preocupado. Actualmente se me conoce como el primo de Sakura Haruno, no como Sasuke Uchiha. Hemos tenido la mala fortuna de que Neji y Sai lograron ver a través de mi genjutsu, y no dudo que habrá más gente que se dé cuenta de él ―dijo Sasuke. Se alejó del escritorio y miró al piso haciendo una mueca con la boca―. Aquí hay dos problemas que quiero resolver de la forma más simple. Evitaremos que se genere caos de mi presencia manteniendo a los mejores al tanto de mi persona en esta realidad. Muchos reaccionarán como Sai y Konohamaru cuando me vieron, no nos darán oportunidad de explicar nada. Irán directo a los puntos débiles para detenerme, y no creerán nada de lo que yo les diga por mucho que sea la verdad.
―Para ti, el mantenerlos informados de tu persona real hará que ellos nos presten su ayuda para protegerte en el mundo ninja ―asimiló Kakashi.
―Es una forma de verlo. Confío en que, al menos, si no me protegerán, te ayudarán si les impones que es tú objetivo, ir tras Urashiki para sacarme de aquí.
Kakashi enarcó una ceja con confusión. Hasta donde llevaban hablado, él entendía que quería que todos confiaran en Sasuke, y según sus palabras, él era el único vínculo entre el azabache y sus ninjas que podría unificarlos como un equipo leal.
― ¿Mi objetivo? ―preguntó curioso.
―Vamos, tú lo sabes y yo ya me he dado cuenta. Todos con los que me he relacionado aquí como Sasuke Uchiha, a excepción de Neji, exponen en su forma de hablar el rechazo que sienten por mí aunque no sea el Sasuke de esta realidad. Sakura y Sai, por muy abiertos que se muestren a convivir con la idea de quién soy, realmente han sido poco generosos en ocultar el desagrado que genero. Y no dudo que los demás tendrán esa misma reacción ―colocó su mano en la cadera y sonrió de lado―. Tomando eso en cuenta, si apelas a su rechazo hacia mi persona, haciéndoles creer que lo mejor es enviarme lo más pronto posible a mi realidad, ellos estarán más que dispuestos a cooperar y seguir mis órdenes en el campo.
― ¿Por qué seguirían tus órdenes? ―preguntó un tanto dubitativo de sus propias respuestas.
―Porque les dirás que soy el único que sabe cómo detener a Urashiki, sólo así querrán mantener a salvo a su única oportunidad de ganar ―dio un paso al frente―. A mí.
Bueno, fallas no había. Kakashi quería encontrar un error en cualquier zona del plan para poder detener a Sasuke, pero ambos lo sabían perfectamente: entre genios no se podían contrariar tan fácilmente. Además de que sería una pérdida de tiempo poner primero sus emociones negativas por sobre el objetivo de ese Sasuke. Se tenía que recordar constantemente que no era el de su realidad para que esos deseos maliciosos no salieran a la luz, y estaba dejándose ganar por ellos desde que ese Sasuke Uchiha llegó a su realidad. Porque, para desventaja de Sasuke, su persona les había entregado a todos la posibilidad de decir y desquitarse cuanto quisieran antes de tener de frente al Sasuke que asesinó a Naruto. El Sasuke de la otra realidad era como un round eliminatorio para determinar quién podría enfrentarse al de ellos. Pero, hasta ahora, Sasuke llevaba todas las de ganar.
―Tengo una duda ―comentó Kakashi. Sasuke le prestó atención―. ¿Cuál es el segundo problema que quieres resolver?
El breve movimiento del cuerpo de Sasuke atrajo la curiosidad de Kakashi. Algo le había perturbado, pero aun lo mantenía estable.
―Urayashi… ha dicho que desapareceré, por lo que asumo que hasta que llegue ese momento, me iré debilitando ―dijo Sasuke con amargura―, y no sólo me debilitaré como el niño dijo. Mis habilidades irán yéndose, perderé capacidades, puede que hasta motoras, no sabemos cómo será ese final. Pero estoy seguro de que poco a poco no podré mantener más el genjutsu en mí, y te lo digo porque ya he sentido algunos de esos síntomas.
Kakashi se preocupó. Esto era un riesgo dentro del plan.
― ¿Cuándo lo sentiste? ―preguntó.
―La batalla contra Urashiki, luego de que encontraran a Urayashi. No aguanté técnicamente nada en comparación con mi desarrollo en combate ―explicó Sasuke―. No estoy alardeando, Kakashi, soy una persona muy poderosa. Naruto y yo equiparamos mucho poder, obviamente él está a otro nivel, pero yo tengo una forma diferente de hacer frente y uso de mis habilidades. Eso nos ha dado el nombre de los dos ninjas más fuertes del mundo ninja en nuestra propia actualidad. Y por eso me preocupó lo poco que resistí en esa batalla ―volteó la vista a un lado y miró por la ventana hacia la ciudad―. Y si Urashiki se da cuenta de esto, va a aprovecharse, así que por eso debo apresurar todo este problema. No tendré oportunidad de enfrentarme a él si me encuentra en mis últimos momentos en caso de que siga aquí por mucho tiempo, así que hay que actuar ya. Por eso he venido a pedirte ayuda.
Kakashi asintió.
―Entiendo las posibilidades abiertas de victoria, así como también lo escasas que son ―dijo Kakashi mirando al mapa. Se enderezó en su asiento y recargó la espalda en la silla analizando todos los documentos en la mesa―. Haré un llamado a todos los que están en la lista. Nos reuniremos en una zona especial y protegida para evitar intrusos, espías o cualquier atención innecesaria. Hay que mantenerte a salvo mientras te revelamos al público más peligroso: nuestras fuerzas ninja.
―Seguiré las ordenes que me indiques si eso me permitirá trabajar como te lo he pedido ―declaró Sasuke con calma.
Kakashi percibió la genuina verdad detrás de sus palabras.
―Una cosa más, Sasuke ―ambos se miraron―. Tienes que tomar en cuenta que si hago este llamado, Neji también estará involucrado de forma laboral. No puedo sacar del campo a uno de mis mejores elementos de recolección de información y batalla.
Sasuke torció la boca y arrugó la nariz. Quería evitar a Neji.
―Sé que te preocupa la participación de Neji por Naoki. Pero ambos son ninjas, y es su responsabilidad-
"…Responder al llamado para defender Konoha…"
Sasuke abrió los ojos con sorpresa cuando la voz de Naruto retumbó en su cabeza terminando la oración de Kakashi. Y lo entendió. Entendió el mensaje. Realidad que fuera, el mundo ninja estaba conectado por la responsabilidad del oficio.
Y Neji siempre se había inclinado por el mejor lado de ese trabajo.
Sai se cruzó de brazos indiscutiblemente molesto. Sakura, a su derecha, no le quería dirigir la mirada.
― ¿Eres tonta aparte de fea? ―preguntó Sai con enojo.
Sakura frunció el ceño pero no se dignaba a devolverle la mirada.
― ¡Respóndeme, Sakura! ¡¿Cómo se te ocurre hacer semejante estupidez?! ―cuestionaba a gritos.
― ¡¿Quieres callarte?! ¡Te van a oír! ―reclamó la pelirrosa intranquila.
― ¡Oh, de eso no te preocupes, estoy seguro que se escucharon más fuertes los gritos de Konohamaru que los míos! ―dijo Sai con sarcasmo llevándose una mano a la sien. Masajeó con fuerza con su dedo índice y medio, queriendo apaciguar el creciente dolor de cabeza que nacía por sus emociones―. ¿Ahorita en dónde está el niño?
―Encerrado en observación. No le han curado todas las heridas, queremos tenerlo bajo tortura para que se doblegue ―contestó ella.
Sai la miró impactado pero ella se encogió en su asiento.
―Sakura ―le llamó con voz baja. Ella le miró de reojo―, ¿cuándo te volviste un monstruo?
Sakura dio un golpe en sus piernas con las palmas abiertas y se puso de pie, dando vueltas por la habitación y claramente estresada.
―Escucha Sai, creí que serías comprensible porque fuiste de anbu y ustedes también aplicaban métodos de tortura ―dijo ella con indignación sin voltear a verlo.
― ¡Tú lo has dicho, fui de anbu, y eso jamás fue precisamente un motivo de orgullo! ―reclamó Sai.
―Como sea, no esperaba esa reacción de ti ―dijo ella en un susurro. Se cruzó de brazos.
Sai cerró los ojos y rememoro letra por letra cada libro sobre empatía y amistad profunda que había repasado desde su juventud. Aunque actualmente no tenía problemas (no del todo) para expresarse, aun se sentaba a meditar sus emociones y sentimientos para entender qué estaba correcto en él y qué no.
Quería a Sakura, eran mejores amigos desde la muerte de Naruto. Ambos, sin saberlo, fueron un apoyo moral muy pesado en el otro, pues una persona inestable por sus emociones y una persona que desconocía estas, sentían la misma tristeza por la pérdida del amigo en común. Sakura jamás estuvo en calma, y Sai aprendió a expresar su propio dolor de formas diferentes a las de los demás. Sí, le lloró a Naruto tanto como sus emociones le dejaron, dio rienda suelta a su tristeza, pero jamás pudo equiparar lo que él pasaba con lo de Sakura, por lo que el proceso de conocerla y entenderla los llevó a volverse cercanos. Y por eso ahora le sorprendía que Sakura comandara una serie de acciones inhumanas contra un antiguo camarada tomando en cuenta que ella debía entender, mejor que nadie, el dolor que Konohamaru pasaba.
―Escucha, Sakura ―comenzó Sai con voz tranquila y lento―. Sí, te estoy juzgando. Sí, estoy mal. Pero creo que tú eres quien mejor debería entender qué inunda el corazón y los pensamientos de Konohamaru para actuar como lo ha hecho hasta ahora, así que considero que el camino que estas tomando es malo.
― ¿Malo para quién? ―preguntó Sakura con disgusto. Volteó a ver a Sai―. El niño ya no tiene familia que le reciba como sus padres, su abuelo o su tío habrían hecho. Todos se fueron. La única familia que tiene decidió unirse a él como criminal, así que creo que no hay problema en el procedimiento que tome.
― ¿Y qué hay de Kurenai?
Sakura soltó una risa burlona. Sai se molestó.
―Ella se fue, sabiendo que su hija y su sobrino estaban metidos en problemas graves con la aldea ―movió una mano restándole importancia―. Nada más claro para dejarme hacer lo que se me antoje para sacarles la información a esos dos niños, así que deja de hacer tanto drama por esto, Sai. Te lo conté para que me dijeras si ves algo en la declaración de Konohamaru que yo haya pasado por alto.
Sai negó con un gesto de cabeza insatisfecho con la resolución de Sakura, pero no era momento para ponerla en su lugar. Tampoco quería andar con emociones negativas encima cuando estaba en estado de recuperación, y sus huesos dolían como el infierno, así que tensarse o hacer corajes sólo le daría más días de espera para salir del hospital.
Se acomodó como pudo sobre la cama estirando un poco los brazos a los lados, pensando en las palabras de Konohamaru que Sakura le había transmitido tal cual.
―El niño no es el líder de su movimiento ―dijo con calma. Cerró los ojos.
Sakura se volvió en su lugar y miró a Sai confundida. Sus palabras fáciles eran lo más difícil de entender. Siempre lo habían sido.
― ¿Qué quieres decir? ―preguntó Sakura curiosa. Se acercó a su lado contrario a donde había estado sentada y colocó las manos sobre el colchón de la cama.
―El niño habla con tanta potencia de cómo pretende proceder que se olvida de lo que dice ―dijo Sai sin abrir los ojos ni moverse. A su criterio, estaba hermosamente cómodo en esa posición. Se podría dormir de no ser porque atendía a Sakura―. Si le pones atención, está diciendo "son ordenes que seguimos sin importarnos los límites". Ordenes que seguimos. Si fuera el líder diría que él da las órdenes a seguir. Obviamente no de forma tan evidente, pero esta tan desesperado porque sueltes a sus amigas y no las lastimes más, que se ha olvidado que el punto principal de toda organización ―abrió un ojo y miró a Sakura―, como anbu ―lo volvió a cerrar―, es esconder los verdaderos motivos de la verdadera persona sentada a la cabeza de la mesa. Anbu funcionaba así, y estoy seguro de que el sistema del grupo de Konohamaru fue fundado con alguna clase de inspiración en el sistema interno de anbu.
―Así que debo sacarle quién está detrás ―murmuró Sakura mirando a la sabana.
―Pero ante todo, Sakura ―ambos se miraron. Sai examinó el rostro de su amiga, que después de sus palabras, él sabía se desarmaría en disgusto―. Si su sistema es similar a anbu, entonces toma en cuenta que Konohamaru está en la posición en la que estuve yo alguna vez. Desinformado, subestimado, despreciado. Para él, su valor es nada en comparación con la misión. Es el peón que yo fui en el pasado. Eso quiere decir que no le da valor a su vida, y cree que todos consideran lo mismo. Tienes que hacerle ver lo contrario. Eso lo destruirá y te dirá todo lo que necesitas saber.
― ¿Arroz? ―preguntó con muchas ganas.
Neji enarcó una ceja pensativo, torciendo la boca a un lado.
―Creo que es buena guarnición ―opinó. Volteó a ver a su hijo recostado de lado en el tatami frente a él, mirando divertido al niño entre ambos―. ¿Qué piensas?
―Yo pensaba más en verduras ―opinó Naoki. Miró a Urayashi―. Digo, la carne tiene un sabor muy fuerte. Podríamos darle algo como un "calmante" con verduras hervidas.
― ¡OYE OYE! ―llamó Naoki curioso acercándose gateando a Naoki. Él abrió los ojos atento―. ¿Qué es el pollo frito que dices que compraste ayer?
― ¡Oh, sobró mucho! ¿No quieres un poco? ―preguntó Naoki con una sonrisa radiante señalando a sus espaldas al pasillo que daba a la cocina.
― ¡SÍ! ―exclamó Urayashi emocionado.
―Él no come poco, ten en cuenta eso y compartan el pollo en partes iguales ―dijo Sasuke entrando a la sala con un cambio de ropa que Neji le había prestado. Ambos niños corrieron a la cocina con el hambre inundando sus sentidos.
Neji giró en su lugar en el sillón y le miró. La camisa era una simple camisa de botones, casi para traje de vestir, pero era más casual y de tela resistente porque era para ninjas. Un chaleco ninja color negro y delgado que le llegaba poco más debajo de la cadera, con dos bolsas en el pecho. Un pantalón blanco que le llegaba hasta los talones, tapando las sandalias ninja negras, y por último, Sasuke no había descartado los guantes que siempre traía.
―Es lo más de tu estilo que encontré en mi guardarropa. No uso camisas tan ajustadas ni pantalones tan entubados ―dijo Neji con una mano en la barbilla―. Espero no te moleste.
―Para nada, me estas echando una mano muy grande prestándome esta ropa ―dijo Sasuke caminando hacia el sillón contrario que le daba la espalda a la cocina y quedaba hacia el cancel del patio. Se sentó echándose sobre su único brazo y miró al jardín―. Espero que estés consciente de que dañaré la ropa.
―Te di la ropa que no uso porque sé a dónde irá a parar ―comentó Neji con calma―. Como sea, la tenía guardada de hace ya un año. Pensaba regalarla pronto a algún orfanato o alguna persona que lo necesitara. Está bien si te la quedas.
―Gracias.
Ambos se mantuvieron en silencio con el sonido de los trastes de la cocina y la televisión de la sala de fondo. Neji miraba las noticias sin gran interés, y Sasuke se concentraba en sus propios pensamientos mirando al jardín.
―Interesante niño ―comentó Neji de la nada. Sasuke le miró de reojo―. A noche se quedó dormido apenas se acostó en la cama.
― ¿Lo acostaste? ―preguntó Sasuke con una sonrisa.
―Íbamos platicando. Es muy curioso, estuvo preguntando mucho acerca de los Hyuga y, pues, le fui contando historias y todo eso mientras lo acompañaba a su cuarto ―dijo Neji encogiéndose de hombros―. Pero apenas se acostó en la cama, bostezó como cuatro veces y se durmió aunque yo seguía hablando.
Sasuke soltó una leve risa.
―Le cansó el ser interrogado, me imagino. Kakashi le sacó mucha información ―explicó Sasuke.
Sasuke se recargó sobre su mano con aburrimiento. Estaba cansado, y tenía sueño, lo que lo extrañaba porque caminar grandes distancias jamás fue un punto débil en él, y parecía que haber vuelto de la mansión Hokage a la casa de Neji le había cobrado doble cuenta.
― ¡Shin!
Sasuke abrió los ojos de golpe y trató de buscar a Neji frente a él, pero sólo sintió una presión sobre sus hombros y captó que Neji estaba ahora a su espalda. Levantó la mirada sobre él y miró interrogante al Hyuga. Neji se agachó un poco y susurró.
―Tu genjutsu.
Sasuke volvió su mirada al cancel aprovechando el reflejo para verse, y captó cómo su genjutsu parpadeaba de forma intermitente. No podía controlarlo, no sabía que ocurría. Con el sharingan activado en las tres aspas, Sasuke puso más fuerza sobre su control de chakra obteniendo un escaso poder sobre su imagen, pero pronto el aire abandonaba sus pulmones. Con un jadeo, Sasuke se dejó ir al frente, pero Neji le sostuvo con fuerza.
―Ne-ji ―susurró con dificultad.
Neji miró a su espalda captando que Naoki y Urayashi estaban muy distraídos en la comida como para ponerles atención. Rodeó el sillón rápidamente y se hincó frente a Sasuke observando cómo este sudaba de forma leve.
― ¿Qué-
―Llévame con Kakashi. Y… Y trae a Urayashi ―dijo reteniendo aire y enfocando su vista en el piso lo mejor que pudo.
―Tendrás que poner un poco de fuerza. Naoki aún no sabe quién eres. Resiste en lo que aviso a los niños.
Sasuke asintió. Neji se puso de pie y fue hacia la cocina.
― ¡Eh niños! Voy a acompañar a Urayashi y a Shin a la mansión Hokage. Debo pasar a hablar con el Hokage también, así que aprovechar el viaje-
Sasuke le escuchó hablar desde su lugar. Los pies le pesaban, mucho. Estaba sintiendo como cuando el chakra le afianzaba sobre el agua. Parpadeó.
― ¿Puedo ir? ―fue Naoki, o eso escuchó Sasuke.
―No, necesito que te quedes aquí. Recibiré un paquete, así que tu-
Sasuke volvió a sentir pesadez ahora en sus hombros, y de la nada mucho sueño. No podría ejercer mucha fuerza sobre el sharingan por mucho más tiempo.
¡¿Por qué?!, se quejaba mentalmente, ¡Es mi sharingan! ¡Debería funcionar a como deseo aunque esté al límite!
― ¡Nos vamos Shin! ¿Estás listo?
Sasuke se puso de pie de un salto y retuvo la ilusión. Ante Urayashi, Neji y Naoki, era Shin Haruno, sonriente y radiante.
―Claro.
Kakashi miró a los ninjas delante de él poniendo atención en sus expresiones. Entendía que la historia era mucho para asimilar de una sola sentada, pero creía que dos horas de explicación eran más que suficientes para que entendieran la gravedad de la situación actual.
―Sasuke ―susurró Shikamaru mirando con impacto al suelo―. ¿Habla? ¿Habla en serio, Kakashi-sensei?
Kakashi suspiró y unió sus manos sobre el escritorio frente a él.
―Sí, Shikamaru. Sasuke Uchiha, pero no el de nuestra realidad.
Temari, sentada junto a su esposo que estaba de pie a su izquierda, estaba cruzada de brazos entendiendo que era más difícil de entender para su esposo la información por el impacto emocional detrás. Ella, como quiera, podía verlo de una forma más externa al no ser tan cercana al círculo de los amigos de Konoha.
Kakashi pasó la vista sobre cada uno contándolos y haciendo sus consideraciones en silencio: Sakura, Shikamaru, Temari, Rock Lee, Kiba, Choza Akimichi, Hiashi Hyuga, Shizune, Tsunade, Yamato e Ibiki Morino. Estaba seguro de que cada uno estaba asimilando de maneras muy diferentes todo lo que ocurría, pero también confiaba en que tenían la mente y el corazón frío para comprender la diferencia entre ambos Sasukes.
―Él y yo consideramos que ustedes son las personas de confianza con las que podemos contar ―dijo Kakashi―. También consideramos a Sai, pero él está en recuperación en el hospital. Sin embargo, él ya está al tanto de todo lo que pasa, envié a Sakura a informarle por la tarde ―señaló con un gesto a la pelirrosa―. Otro miembro vital es Ino Yamanaka. No está en la aldea, y no podemos contactarla, así que esperaremos a su siguiente visita y le será informado que necesitamos su ayuda.
― ¿En dónde está ahora? ―preguntó Hiashi. Kakashi le prestó atención― El Uchiha.
―Probablemente con Neji ―dijo Kakashi con calma―. Fue de los primeros en enterarse de su verdadera identidad.
― ¿Se ha estado ocultando? ―preguntó Choza Akimichi con mucha calma. Eso sorprendió a Kakashi.
―Tiene el sharingan, ha usado genjutsu y se presenta como Shin Haruno, primo de Sakura. Fue una orden que les di para no generar pánico ―explicó Kakashi―. Hasta ahora, Sasuke se ha mostrado muy entregado a ayudar en lo que pueda para cumplir la misión.
― ¿Y el niño fantasma? ―preguntó Temari. Todos la miraron―. ¿Está de nuestro lado? Después de todo, es un Otsutsuki como ese tal Urashiki.
―Urayashi está completamente de nuestro lado. Se encariñó rápidamente a Sasuke y Sakura ―dijo Kakashi con una sonrisa detrás de la máscara.
Pero aun así la calma no reinaba dentro de la oficina. Lo presentía. Empezando porque Tsunade se había mantenido callada, y el silencio de la antigua Hokage jamás representó nada bueno. Era cuando más percibía que ella ideaba algo que decir, algo que expresara todo lo que sentía y pensaba rayando la honestidad más dolorosa.
―Kakashi ―llamó la rubia rompiendo su hilo de pensamientos. Este la miró―. Estamos hablando de un viaje en el tiempo y espacio demasiado grave. Si ese chico hubiese ido al pasado o futuro, no habría consecuencias de tiempo siempre y cuando no se involucrara con la gente de su vida diaria. Pero en esta realidad es él enteramente en edad y presencia, ¿entiendes lo que significa?
―Lo sé, Lady Tsunade. Estamos al tanto de los riesgos que conlleva que Sasuke se quede aquí por mucho tiempo ―contestó Kakashi―. Sin embargo, Sasuke cree que-
La puerta se abrió abruptamente y en ella apareció Neji cargando a un débil Sasuke por su único brazo.
En cuando todos lo identificaron, cuerpos tensos se presenciaron moverse hacia las paredes abriendo camino mientras Neji soltaba a Sasuke sobre el piso frente a Kakashi.
Shikamaru siguió con la mirada cómo Kakashi, Sakura y Neji rodeaban al azabache tirado en el piso. Estaba jadeando de una forma violenta, tenía el rostro rojo, la respiración era una difícil tarea para su cuerpo. La clavícula se le marcaba demasiado, como si estuviera apretando todo el cuerpo. No se movía, sólo estaba deshaciéndose en el piso. Una mata de cabello rosada cambiaba entre el azabache, señalándole el genjutsu del que Kakashi hablaba. Su rostro era diferente, su estatura era más grande, sus rasgos se veían más vivos y nobles a pesar de demostrar dolor en ese momento.
Antes de que el niño que venía con ellos se cruzara en su vista, Shikamaru observó cómo Sasuke volteaba la cabeza y le dirigía la mirada, pero quien se congeló fue el Nara.
Un sharingan activo, la siguiente fase a las tres aspas y que no recordaba bien, le devolvía la mirada con impacto, como si reconociera de quién se trataba mientras le hacía un análisis completo. Sasuke volvió la cabeza a Sakura.
Temari se puso de pie y caminó hacia su esposo tomándole de la mano, mirando hacia Sasuke con la misma sorpresa que los demás. Sintió que Shikamaru no le devolvía el apretón de la mano, entendiendo lo anonadado que estaba, pero debía sacarlo de su trance o volvería a comportarse como lo había hecho luego de la muerte de Naruto. Shikamaru era errático, y podría hacer una locura sólo por bloquearse mentalmente. Ino se lo advirtió luego de que le contó de la muerte de Asuma y las consecuencias sobre el equipo diez.
― ¡Está pasando! ―gritaba Urayashi.
El niño se metió entre los brazos de Kakashi, quien sólo atino a echarse hacia atrás y soltar a Sasuke. Urayashi puso sus palmas sobre los ojos de Sasuke, apretando con fuerza y transmitiendo chakra. Sasuke elevó su mano y apretó las manos del niño con fuerza queriendo retirarlas, pero Sakura usó una mano para detenerle con fuerza y alejarlo del niño.
Tsunade miró atenta a su alumna.
―Sasuke, aprieta mi mano tanto como quieras ―dijo Sakura con firmeza. Sasuke soltó un alarido de dolor cuando el chakra se distribuyó hacia sus oídos. Sakura miró a Urayashi―. ¿Qué haces?
―Papá Sasuke se está debilitando, y un problema de los Uchiha siempre ha sido que al llevar su sharingan a un uso excesivo les consume mucha energía ―explicaba Urayashi como si estuviera leyendo algún archivo médico―. Papá Sasuke tiene un sharingan muy poderoso, pocos Uchihas lo tuvieron, y él lo ha llevado a un control especial que no sólo le consume chakra, sino vida. El sharingan es como cualquier técnica: úsala de formas poco adecuadas y te garantizará riesgos más altos. Eso está pasando.
Sasuke dejó de apretar la mano de Sakura pero no la soltó. Sakura puso su atención sobre él. Neji sostenía el torso de Sasuke y notó cómo su pecho ralentizaba poco a poco el ritmo de las respiraciones. Fue alejando con lentitud sus manos para no lastimarle o quitarle la presión de golpe.
―Estoy distribuyendo el chakra en su cuerpo para que deje de estar concentrado sobre el sharingan ―dijo Urayashi. Sonrió moviendo sus manos a las sienes de Sasuke, dejando el rostro descubierto―. Ha usado mucho la energía para ocultarse. Me imagino que necesita evitarlo por un tiempo. Si vamos a ir a esta misión, debe estar en plenas condiciones.
―Evitará su uso en campo ―afirmó Kakashi sosteniendo al niño entre sus piernas.
Sasuke abrió lentamente los ojos, aun manteniéndolos entrecerrados mientras se acostumbraba a la calma dentro de su cabeza y al cansancio de su cuerpo. Ya no sentía la pesadez, pero el puro esfuerzo le llevó a no querer levantarse del piso por ningún motivo. Lograba ver la cabellera de Sakura a un lado y a Neji del otro, apenas notando el pelo puntiagudo de Kakashi detrás del rostro del niño que le curaba.
Estaba tan calmado que se quedaba lentamente inconsciente. Urayashi retiró sus manos curioso porque Sasuke mostraba signos de perder la consciencia, y él no quería llegar a ese punto.
Mientras Sasuke trataba de volver nítidas las manchas y borrones que se posaban a su alrededor, e intentaba captar los ruidos que estaban volviéndose exagerados para su oído, observó a un rostro familiar posarse frente a su cara. La persona se hincó a su altura y colocó su mano sobre su frente con firmeza. Sasuke tambaleó su rostro.
― ¿Shikamaru? ―susurró con duda.
―Vamos hombre, despiértate. Tienes mucho que aclarar.
¡Hola a todos! ¿Cómo se encuentran? Espero que muy bien.
Muchas gracias por sus comentarios tan lindos cuando estuve enferma. Afortunadamente me recuperé rápido, gracias por los buenos deseos.
Aquí les traigo la continuación y espero que de verdad estén disfrutando esta historia. También les agradezco por votar, leer la historia y sus buenos comentarios.
Que tengan un lindo fin de semana :3
Nos Vemos :D
Ana Kogane Holt
