Hola a todos! Primeramente agradecer la buena acogida que ha tenido este fic. Gracias de verdad a todos los que habias comentado y añadido como favoritos o alertas esta historia. Sólo pido que al leer este ultimo cap, gastéis un minuto de vuestro tiempo dejandome una opinión para saber si os ha gustado el desenlace, es la única motivación que tenemos los escritores de fanfiction, saber vuestra opinión e intentar que disfruteis de las historias. Ya sabeis que no hay intereses de lucro ni nada por el estilo, asi que despues de estar un par de horas escribiendo este capitulo y con varios miles de lecturas, pediría a cada lector un review lanzándome tomates o flores. XDD
Os invito a que os paseis por mi perfil y leais un hot fic kakasaku que estoy escribiendo. Os digo lo mismo dejad review please!
Bueno ya me cayo, disfrutad de la historia. Y aviso: CONTENIDO PARA ADULTOS. Disfrutad! Nos leemos abajo!
-Naruto, súbete los pantalones y vete a tu casa. No tiene porqué saber esto nadie, me olvidaré de esto y todo seguirá como siempre.
-Sakura, Sakura, Sakura…..te acabo de ver gimiendo mi nombre, ¿crees que voy a renunciar a esta oportunidad? – le dijo socarronamente Naruto, quien se acercaba a ella como un depredador. – No sabes lo que provocas en mí Sakura-chan-. Y a continuación, se quedó completamente desnudo mostrándole su miembro duro y erguido.
A pesar del enfado y de sostener fuertemente el kunai hacia su dirección, los ojos de Sakura no pudieron evitar recorrer el miembro del que había considerado su amigo. Era grande, con vello rubio, y se mostraba poderoso ante ella. No puedo evitar compararlo con el de Sasuke, a pesar de que no había prácticamente diferencia en cuanto al tamaño, el miembro de Naruto le imponía mucho más, comparándolo con la primera vez que vio el de su marido y añadiendo que aquella vez carecía de absoluta experiencia. Y ese poder que emanaba la entrepierna de su actual Hokage, provocaba en ella una curiosidad y deseo de someterlo que la nubló por momentos. La nubló de tal manera, que no supo como Naruto había alejado el kunai y ahora se encontraba debajo de él, completamente a su merced.
-¿Tienes curiosidad Sakura? ¿Quieres saber qué se siente el que te folle un Hokage?- le susurró Naruto mordiéndole el lóbulo de la oreja.
-Naruto, sino lo haces por mí, hazlo por Sasuke, es tu mejor amigo o por Hinata quien siempre te ha querido, o por nuestros hijos, por favor- gimió Sakura cuando Naruto comenzó a mordisquear su cuello.
-¿Sabes cuál es el problema? Que estoy harto de hacer lo que todo el mundo espera que haga. Por una jodida vez en mi vida, quiero dejarme llevar por mis instintos y sé perfectamente que tú deseas lo mismo que yo. Así que déjame follarte- y tras decirle eso, Naruto la besó.
Sakura sólo había besado a un hombre en su vida, su marido, y aquellos besos eran románticos y pasionales, que le hacían estar en una continua nube. Sin embargo, besar a Naruto era algo totalmente diferente. Era hambriento, con necesidad, puro deseo. Pero había algo más, algo, que su mente había rechazado y callado durante mucho tiempo, el sonido del corazón, del corazón de ambos y una adrenalina que jamás había experimentado. En ese instante, el corazón de Sakura se impuso al raciocinio y continuó el beso, respondiendo a Naruto con la misma intensidad. En ese instante, ya no había maridos, ni mujeres, ni hijos, ni obligaciones morales. Eran sólo ellos dos. Naruto sonrío contra su boca y rompió el beso, volviendo a lamer su oído.
-Voy a hacerte gemir mi nombre, Sakura. Y a partir de esta noche, aunque te folle Sasuke, desearás que el que te haga suya sea yo, sólo yo-. A continuación, le arrancó el sujetador y comenzó a mamarle los pechos.
Sakura gimió fuertemente, y agarró del pelo a Naruto invitándole a que continuara y no parase la atención que estaba recibiendo. Dios, estaba mojándose y esto no había hecho más que comenzar.
-Tienes unos pechos perfectos, no sabes cuánto he soñado en tenerlos entre mis manos y mi boca-. Mientras le decía esto comenzó a estrujárselos y a morderle los rosados pezones.- Son míos, sólo míos-. Y volvió a meterse parte del montículo en su boca, emborrachándose de ellos.
-Dios, Naruto, Dios- gimió Sakura frotándose contra su miembro erguido y desnudo.
De repente Naruto se irguió mostrándole su total desnudez y observando a la que había sido su amor adolescente, vestida sólo con un tanga, sudorosa y deseosa de él. Era una visión que jamás, en toda su vida, iba a olvidar. De repente, se fijó que Sakura no podía apartar la mirada de su entrepierna, por lo que una sonrisa maliciosa apareció en su cara.
-Dime, ¿te gusta lo que ves? ¿Quieres tocarme la polla, Sakura-chan?
Y en ese instante gimió como un animal. Una mano femenina con uñas largas y rosadas, estaba estrujándole la polla, y pudo ver, con absoluta fascinación como un ligero líquido blanquecino y espeso salía de su punta gruesa. Perdió totalmente el juicio cuando una boca caliente lamió la punta tragándose lo que había expulsado.
-Esto te va a gustar Naruto- y uno de los shinobis más poderosos de todos los tiempos grabó a fuego en su mente como Sakura, la mujer que deseaba, se tragó casi toda su polla.
Y gimió, no una, sino varias veces, sosteniendo la cabeza femenina fuertemente para que continuase con ese perfecto ritmo, sistemático, que le estaba haciendo perder el control. Y él aún no quería perderlo. Así que la cogió de los hombros tumbándola de nuevo y besándola, mordiéndole los labios, una y otra vez. Cuando se sintió satisfecho, volvió a bajar por todo ese perfecto cuerpo femenino, parándose en las zonas estratégicas, hasta que llegó a ese rincón, donde quería perderse. Le quitó el tanga y se quedó embelesado, lamiendo sus propios labios, viendo el manjar que tenía enfrente.
-Voy a hacer que se te olvide tu nombre Sakura-chan- y antes de que Sakura le contestase, le metió un dedo.
-D-i-o-s, ah….continúa por el amor de Dios, no pares.
Naruto continuó un mete-saca rápido y rítmico, no sólo con uno sino con varios dedos.
-¿Te gusta lo que te hago?
-Sí, no pares- gimió Sakura.
-Creo que si lo haré, nena-. Y Naruto envolvió toda esa zona caliente con su boca y lengua.
-Oh!...Oh!- gimió fuertemente Sakura.
Sakura sabía mejor incluso de lo que había imaginado en sus sueños. Era una continua droga, verla retorciéndose de placer como un animal en celo, mientras le lamía arriba y abajo toda su intimidad. Quería volverla loca, loca por él, y al mismo tiempo quería degustar todo lo que ella podría ofrecerle.
-P-por favor, te necesito ahora.
-Dime que necesitas, cariño.
-Tu polla, ya- gimió desesperada.
-A cuatro patas, ahora- ordenó Naruto.
Sakura se colocó en la posición que Naruto le ordenó y no pudo evitar volver a gemir cuando Naruto comenzó a amasarle las nalgas.
-Todos sabíamos que tenías el mejor culo de Konoha, pero ahora teniéndolo entre mis manos, estoy seguro de que es el mejor de todo el País del Fuego-. Dicho eso, la penetró fuertemente.
Lo que paso a continuación era la viva imagen de la lujuria y desesperación. Los movimientos tan compenetrados, eran jodidamente perfectos para ambos cuerpos, haciendo que perdieran el juicio y sólo pudieran suspirar, gemir, besarse y morderse.
-Di que eres mía, dilo- ordenó Naruto embistiéndola salvajemente y estrujándole los pechos.
-N-naruto.
-Dilo, ya.
-¡Soy tuya, sólo tuya!- sollozó desesperada, y tras esas palabras y una embestida más ambos llegaron al orgasmo, cayendo rendidos en la cama.
Naruto salió del cuerpo de Sakura y se acomodó para observarla, todo sudoroso, no puedo evitar volver besarla, con la misma locura de momentos atrás. Y ella, le respondió gustosa gimiendo su nombre y agarrándole de los rubios cabellos queriendo fundirse con él.
-¿Y ahora qué Naruto? – le preguntó Sakura tímidamente rompiendo el beso.
-Ahora, voy a hacerte el amor Sakura-chan- le respondió acariciándole los pezones.
Tras esa noche de lujuria y amor, ambos acordaron que esa aventura comenzó y acabó cuando Naruto salió de casa de Sakura. Tenían obligaciones que atender, habían saciado el deseo que habían guardado durante años, y ahora todo tenía que volver a la normalidad. Tenía que ser sencillo, pero desgraciadamente para ellos, no volvió a serlo.
Los besos con Sasuke, no provocaban ya nada en ella. Y como bien predijo Naruto, deseó en todo momento que quien le hacía el amor por las noches fuese él y no su marido. Además, no podría evitar sentir unos celos ardientes cuando veía a Hinata por la aldea. ¿Naruto le haría todo lo que ella había experimentado esa noche? ¿Le haría ella gemir a él y hacerle perder el control?
En cuanto Naruto, estaba en una situación similar o peor que la de Sakura. No se le levantaba con Hinata. Así tal cual. Su mujer no despertaba en él, ni la cuarta parte que Sakura le había hecho sentir y su miembro desechaba la idea de funcionar con su esposa. Para colmo, ver a Sakura sonriendo, tan guapa con todos los vestidos reveladores con los que aparecía últimamente, solo provocaban en él un deseo de posesión incontrolable.
Los días pasaron, y afortunadamente para Naruto, el trabajo de Hokage le hacía pasar horas en su despacho sin tener que enfrentarse a la situación insostenible que había en su familia. Porque o pensaba en el trabajo o pensaba en Sakura, y cuando pensaba en ésta última y veía su mujer con los ojos llorosos se sentía todo un bastardo. De repente una llamada en la puerta interrumpió sus pensamientos.
-Adelante.
-Hola Naruto, traigo los informes del hospital que pediste-. Y ahí estaba, la mujer que había hecho en una semana su vida patas arriba, enfundada en un vestido blanco de tirantes que permitía que apreciase la curva de sus perfectos pechos. Aquellos que había besado una y otra vez aquella noche.
-Se los pedí a Shizune, no a ti. – dijo bruscamente Naruto.
-Quería hablar contigo, Naruto.
-¿Ah sí? Déjame adivinar, vienes a recordarme la cena que tenemos pasado mañana, ¿verdad? No te preocupes, mi adorada esposa y yo estaremos en vuestra casa, como cada domingo. Ahora vete.– le hervía la sangre poder ver un beso entre Sasuke y ella. Sasuke. Hijo de Puta.
En ese momento, observó como Sakura se dio la vuelta bruscamente hacia la puerta. Pensó que tal vez había sido un tanto duro con ella, pero que esperaba ¿qué volviesen a ser amigos como si nada hubiera pasado? Era imposible, así que mejor mantener las distancias, tal vez eso les ayudaría a seguir con sus vidas. Sin embargo, se sorprendió cuando en lugar de largarse y dar un portazo, Sakura cerró la puerta con cerrojo y se volvió a él.
-No vuelvas a decirme nunca, en toda tu vida, lo perfecta que es tu esposa.
-Tengo el mismo derecho que tú a disfrutar de mis placeres conyugales- continuó picándola. Sin embargo se bloqueó al ver lo que estaba haciendo- ¿Qué estás haciendo?
-Lo que llevo deseando durante toda la semana- respondió mientras se desabrochó el vestido y se quedó completamente desnuda. Se dirigió hacia él, quien estaba sentado en su escritorio, y se arrodilló en el suelo en el hueco entre sus piernas-. Vas a hacerme el amor, y luego vamos a hablar, ¿te queda claro?- le dijo mientras metía sus manos en los pantalones del Hokage.
-Clarísimo- gimió Naruto, rindiéndose ante ella.
Sakura terminaba por arreglarse cuando Sasuke le avisó desde la cocina que estaban llamando a la puerta. Sakura se dirigió rápidamente y allí vio a la familia al completo del Hokage.
-Buenas noches, bienvenidos. – les sonrió Sakura-. Himawari, cada día estás más bonita, ¿y esas flores?
-Son para ti, mamá y yo las hemos cogido del jardín especialmente para ti.
-Eres toda una señorita, gracias cariño. Pasad por favor, y poneos cómodos. ¡ Sarada cielo! Bolt ya está aquí.
Todos pasaron directamente al salón, era una rutina, todos los domingos los matrimonios quedaban en una casa u otra para cenar, charlar y recordar los buenos momentos. Mientras los niños jugaban y reían. Sin embargo, este domingo era diferente y lo serían todos los siguientes a partir de ese momento, sobre todo, Sakura se dio cuenta de eso cuando observó los ojos de Naruto fijos en ella.
Esos ojos azules, le recordaron lo que habían acordado. Seguir con el papel de perfecto esposo y esposa en sus respectivos matrimonios, pero con una noche cada semana para ellos como amantes, hasta que sus hijos crecieran y ellos pudieran darse la oportunidad que dejaron pasar. No había culpables, sino malas decisiones y ahora tenían que hacerles frente a sus hijos, a sus parejas o a lo que viniese, aunque la gente les juzgara.
Pero podrían hacer frente a eso y mucho más, siempre que las miradas que se cruzasen entre ellos estuviesen llenas de puro deseo y puro amor.Y al igual que siempre lo hubo, siempre lo habrá.
FIN
Espero con todo mi corazón haberos hecho disfrutar con la historia. He querido ambientarla con el manga y hacerla lo mas realista posible. ¿ Por qué? Porque por mucho que kishi me haya vendido una mierda de final, esto es lo que mi mente piensa que pasará. Asi que viva el kakasaku ( pareja perfecta segun mi mente pervert) y pareja narusaku ( pareja perfecta segun el manga)
soy repetitiva, pero me lo merezco no? Dejadme reviews! No cuesta nada tras horas pensando y redactando! Ya sabeis que el contenido erotico es aun mas dificil.
Besos y abrazos!
