Bienvenidos de vuelta y feliz inicio de fiestas decembrinas, recuerden comentar y votar, pues todos los comentarios son bienvenidos, los vere abajo.

Preparatoria Reiwa, tres años antes.

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Yuu Saikawa, notas de excelencia, atractiva, elegante, atlética, galardonada, de origen humilde, sobresaliente, el orgullo de la escuela en general, dicho por el propio director.

Pese a eso, todo era solo un esfuerzo secundario, para proteger su pequeño mundo, ese mundo era el equipo femenil de baloncesto de la escuela.

Incluso siendo un "genio" había pocas cosas de las que Yuu estaba bastante segura, entre ellas, era que Michiru era autentica en todos sentidos.

Tanto como en su honesta personalidad, como en el juego.

No tenía miedo de confrontarla uno contra uno en la cancha a vista de todo el equipo, aun si ella estaba algunos pasos más delante de ella.

El marcador de Yuu doblaba el de Michiru, y aun así parecía estar pasándosela de maravilla, y el sentimiento era contagioso.

Fueron las ultimas en irse del recinto, yendo a la salida del complejo estudiantil.

"¿Te vas a graduar un año antes?" Michiru salto del susto al recibir la pequeña noticia.

"Sep, seré la más enana en un aula de medio-adultos… nadie más lo sabe en el equipo así que…" Coloco su dedo en sus labios mientras le chitaba.

La reacción de la joven pelinegra fue mixta, una gran emoción con un poco de aflicción mezclada.

"¡Es genial! Pero…" Pauso, intentando no pecar de sentimental "Te vas a ir a Shibuya..."

"Esa es la parte mala" La mayor le sonrió con calidez, de lo que más podía contar con Michiru, es que seria la mas la extrañaría… y seria mutuo.

"¿Sora se quedará como capitana?" Sora era buena en general, pero no era tan responsable como Yuu.

"no" le negó burlona "quiero que seas tu"

"¿¡Qué!? ¿¡Enserio!?" Michiru se vio aterrorizada al principio, pero rápidamente paso a la euforia.

"Si, entre Sora y una chica de año menor, confió más en ti" Bromeo con ella, haciendo que la pelinegra hiciera una mueca enfadosa, luego la abrazo "sé que lo harás genial en las nacionales" Michiru se sumió en el abrazo.

Si fuera posible, le hubiese gustado que Yuu fuera su hermana mayor.

Ambas permanecieron caminando hasta la intersección de sus hogares.

"Si necesitas que te ayude con los finales pídemelo, no quiero que vuelvan a castigarte" la amonesto juguetonamente.

"Si" Acepto encantada "también podemos ir por pastel a la cafetería"

"me apunto" Accedió anticipándose.

"Bien, llamare a Nazuna" Le anuncio al mismo tiempo que sacaba su teléfono, Yuu casi se cae para atrás de la incredulidad.

También mantuvo su expresión afable, sabía que eso iba a ocurrir, aunque secretamente esperaba que esta vez fuera la excepción.

Suponía que tenia que conformarse con ser la segunda.

Reiwa, presente.

Yuu había desaparecido hace ya dos días.

Tiempo en el que se habían activado las labores de búsqueda general (Aunque confiar en el departamento de policía de Reiwa no era nada esperanzador) sumadas a las suyas individuales y a los esfuerzos remotos de la familia de Yuu desde el extranjero.

Pero Yuu no tenía un rastro que seguir.

Así que solo quedaba agotar las opciones.

La ultima vez que presenció como sus amigos eran arrancados de su vida, Michiru solo había podido quedarse parada con la boca abierta.

Pero ahora podían hacer mucho mas…

Ayudándose de los brazos de gorila, ella y Nazuna forzaron la puerta de otro almacén en las afueras, esperando dar si quiera por accidente con el escondite.

No estaba funcionando.

Tanto la bodega como el lugar estaba desierto, así que el par de canidas tuvo que salir lo antes posible en caso de que algún tercero las viera.

Optaban por lugares abandonados o sin registro, pues eran los que mas apuntaban a ser sospechosos.

Shirou se reunió con ellas en el centro de aquel baldío con seis bodegas forzadas a su alrededor, recibiendo una negatoria de ambas.

"Oigan, es el cuarto lote que asaltamos, si seguimos así, van a terminar investigándonos a nosotros" Nazuna les dijo intranquila, aunque se habían asegurado de no poder ser reconocidos, tampoco era como que tuviesen que indagar demasiado para encontrar a tres super fenómenos.

"… lo se, p-pero si no encontramos a Yuu" Michiru casi tuvo un gimoteo, pero Shirou la interrumpió poniendo su mano en su cabeza.

"La vamos a encontrar, Melody nos esta consiguiendo otra pista"

"Espera… si estas con eso ¿porque nos ayudas a allanar bodegas de equipo de construcción?" Nazuna pensó que el primero en pararles los pies sería el albino.

Claro, después del señor Kagemori.

"No me sienta bien hacer nada, y no hace daño agotar las opciones, aunque tal vez lo mejor sea parar de momento, no quedan tantos lugares como este en el que podamos buscar"

Fue hasta unas horas después…

De la nada, Shirou recibió una notificación de un conocido, aparentemente, Melody le confirmo que había logrado conseguir cierto numero de habitación en el hospital de Reiwa.

Sabían cual era la opción segura, aquel hombre que vio el secuestro de Yuu.

Claro, también tenían a un sospechoso potencial, pero este parecía haberse esfumado, solo aumentando la frustración de Shirou por no habérsele abalanzado encima en el momento sin importar que intentaran detenerlo como consecuencia.

Pero afortunadamente, aun tenían un indicio…

Hospital general de Reiwa.

En una de las habitaciones mas apartadas.

"Haha~ mi esposa dijo que llegaría al pueblo hoy durante la madrugada, no esperaba tener visitas hasta entonces" un hombre maduro de cabello azabache y bien peinado vestido con la bata celeste del hospital los esperaba postrado en una camilla en el centro de la habitación.

Habían tenido que ser precavidos, pues el primer instinto del herido oficial al verlos fue llamar a la enfermera mientras sujetaba amenazantemente un vaso de vidrio.

Nazuna se había quedado en casa, pues las últimas noches en vela no le habían sentado bien

"Lamentamos la molestia, pero nos estamos quedando sin opciones… necesitamos toda la ayuda posible" El par había tomado asiento en sillas junto a la camilla.

"Se llevaron a la hija de Saikawa, lo se, me le acerqué y crucé dos palabras con ella… no vi venir esa camioneta… todo fue ridículamente rápido" El hombre relato con desanimo y una voz apagada.

"¿Intentó hablar con ella?" Michiru pregunto de manera dócil.

"Si… tenia que, necesitaba saber en que andaba metido su papá" El hombre en la bata se quedo mirando el techo "Hace tres años, mi mujer estaba siendo acechada por ese hombre"

Michiru alzo una ceja "¿Por qué lo haría? ¿que ganaba con eso?"

"Era una beastman" Shirou lanzo sin mucho tacto y con una seguridad abrumadora.

"Bingo… es una ocelote" Daisuke le sonrió al par…

El lo sabia.

La pelinegra se quedo sin habla "¿U-usted?"

No quería sonar mas sorprendida de lo que debía, pero era… inesperado, en muchos sentidos.

Daisuke empezó a reír escandalosamente, luego dando un quejido de dolor.

"No pude evitarlo, ni siquiera lo sabia al principio, pero era una hermosura incluso cuando la descubrí" Su buen humor se esfumó "Descubrí que la molestaba siempre que se cruzaba con ella de camino al trabajo, la cateaba, revisaba sus cosas, anotaba sus movimientos, me cabree enserio cuando me enteré, así que hice lo que creí correcto sin mucho cerebro, de haber tenido mas pruebas, pude haber terminado esto hace años… nos fuimos de aquí para evitar que tomaran represalias"

La palabra "Tomaran" les llamo la atención.

"¿Qué quería de Yuu?" Michiru pregunto con apuro.

Daisuke suspiro agotado.

"Siempre supe que Saikawa no era el único envuelto en esta mierda, cuando lo mataron, supe que era el momento preciso para hurgar en su basura… pero no podía allanar la casa mientras Yuu estuviese ahí, así que pensé que podría convencerla de cooperar"

("Parece que nos adelantamos")

"¿Sabe a donde pudieron haberla llevado?" Michiru se acerco mas a la camilla.

"No exactamente, pero no pudieron sacarla del pueblo, si salen, terminarían bajo jurisdicción de alguien mas, sean quienes sean, están aquí… lo que quieren hacer tiene que ser aquí… tampoco creo que estén en los alrededores, deben poder actuar desde cualquier punto del pueblo… en su nucleó"

El nucleó…

… habían levantado cada piedra en las afueras, pero no pensaron que serian tan descarados, estúpidos o tan brillantes como para ocultarse a simple vista.

¿Qué pasaría si en realidad se ocultaban en el centro?

"Muchas gracias por cooperar ¿estará bien por su cuenta?" Shirou se puso de pie, dándole una señal evidente a Michiru.

"No se preocupen, si quisieran matarme lo habrían hecho durante el secuestro, solo me apuñalo porque intente detenerlos" El hombre volvio a ponerse cómodo en la camilla.

"Detendremos esto, se lo aseguro" Michiru se despidió en el marco de la puerta.

"Muchas gracias" Daisuke le dijo a la nada, realmente… queriendo creer que había alguien que podía ayudarlo a resolver esto.

"Quiero las ubicaciones de todos los edificios abandonados en el centro de Reiwa" Shirou le ordeno a su teléfono apenas salir del hospital.

Del otro lado de la línea, Melody tardo un poco en poner todas esas palabras en orden.

"Primero que nada, buenas tardes ¿Ahora que tienes en mente?"

"Estuvimos raspando los bordes del pueblo esperando encontrar una especie de campamento, pero nunca pensamos en una base oculta en el propio pueblo" Shirou se explico muy a penas.

"Eso es… muy poco especifico, pero tu mandas, si obtienes otro parámetro me gustaría saberlo" Melody empezó a movilizar a su gente con una seña.

En su habitación, Michiru y Nazuna en pijamas se habían acercado a su computadora para comunicarse por video llamada con Sawada.

No habían hablado en los últimos dos días y realmente vendría bien saber que Sawada estaba bien.

"¿Aun no puedes contactar a Nozomi?" Michiru solo quería al menos tener una charla con las dos como en los viejos tiempos…

"Le envié un mensaje, pero tampoco me responde…" Sawada le informo, en pijama, una celeste muy infantil, pero ella no era de la clase de personas que pudieran avergonzarse.

Nozomi no respondía sus mensajes, y temía que fuera por el peor motivo posible.

Inesperadamente, Rumi y Akemi solicitaron entrar a la llamada.

Dejo sonar la alerta un poco, pero termino aceptando solo por educación.

"Entonces ¿Es un lobo?" Rumi, en una playera negra tanktop y pantalones de dormir grises, aun no tenia suficiente del cotilleo en torno a Shirou, y considerando que no había habido escándalos en los últimos tres días tras su primer reencuentro, supuso que cuando menos podía darle los detalles superficiales.

Shirou le había dicho que no había problema siempre y cuando Rumi o Akemi no fueran divulgándolo por ahí.

"Si…" respondió a secas junto a una insegura Nazuna.

"Así como… ¿hombre lobo?" Quiso solo corroborar que su imagen mental era acercada.

"No tanto así…" Nazuna no quiso relacionar a Shirou con la imagen de un monstruo de película.

Pero tenia su gracia…

"¿Tienes fotos de él?" Akemi salto a la conversación, en una pijama amarilla de flores.

Cada una en su ventanilla se descolocó por la pregunta.

"A-algunas… ¿pero por qué?" Michiru imagino otro motivo distinto.

"¿Tienes sin camisa?" Akemi destrozo su buena disposición, pese a mantener una expresión tan inocente.

"… akemi" Rumi no tenia idea ni de como empezar a cuestionarla.

"Perdón, si, demasiado lejos" Akemi desistió tras pensárselo mejor.

"Sigh~, ese material está clasificado para Michiru" La chica de las puntas rojizas intento bromear para deshacerse de la atención rara sobre Akemi.

"Voy a colgar" Michiru anuncio sin alguna emoción.

"Oye, vamos, es una broma, nadie cree ustedes dos que ya hayan puesto monedas en la maquina" Su intento de relajar el ambiente termino con Michiru desviando la mirada mientras fruncía los labios.

"…"

"…"

"…"

"… puta madre" Rumi escupió en un jadeo, esta vez fue ella cuyo rostro se tiño de rosa.

Solo imaginárselo era… escandaloso.

"¡No dije nada!" Michiru se defendió al instante mientras sus mejillas comenzaban a quemar, Nazuna había salido de la vista de la pantalla para resistir un carcajada.

"No tiene nada malo" Una somnolienta peli azul intento pasar como aceptable lo que ella ya sospechaba.

"SA WA DA" Michiru vocifero su nombre entre dientes.

"¿… como fue?" Akemi añadió otro eslabón a la conversación.

"…"

"¡…!"

"¡…!"

"… Akemi, ve y toma una ducha" Rumi le pidió mientras se tapaba los ojos.

Pero la castaña se volvió… asertiva.

"Solo pido un adjetivo, es todo" Prácticamente le suplico a la pelinegra.

Michiru se tomo un respiro, no había una respuesta que le pusiera cómoda.

"No es algo que Shirou y yo vayamos hablando con todo el mundo" Desvió la mirada mientras hacia un puchero.

"ja"

"¡NAZUNA!"

El escandalo se reanudó en la sesión.

Un largo rato después, Shirou ahora estaba dentro de la habitación, luego de estar marginado por casi una hora.

Aunque daba igual, Minorin no había salido de su taller en toda la noche después de hacer la cena, e Ichiro ya no le dirigía la palabra… y el tampoco.

"Si querías entrar debiste decirlo, pudimos haber terminado la llamada" Michiru le dijo jocosa a un Shirou que ahora reposaba en su futon.

Ambas chicas estaban usando al mayor como almohada repitiendo un mal habito que Shirou no parecía molestarse en protestar.

"No había razón, no era importante" Shirou le bajo importancia, solo esperaba que Melody le diera la información que le había solicitado.

"También pudiste haber entrado si quisieras" Nazuna le ronroneo mientras veía su móvil, secretamente mirando comentarios de su página oficial…

Pero Michiru tembló ante la idea.

"No, si lo hubieran visto en mi cuarto no se habrían callado nunca" Aun no podía lidiar con ellas siendo tan curiosas sobre Shirou… y estaba segura de que no seria la ultima vez que Rumi le mencionara.

"… heh" Shirou rio entre dientes mientras miraba el techo.

Cosa que no paso desapercibida para el par.

"¿Qué es Heh?" Michiru le interrogo subiéndose sobre su estomago y mirándolo con represión… y de manera bastante perversa.

Incluso su mascara humana se cayó, dejando ver a la Michiru de siempre.

Era el preámbulo de la hora de atormentarlo.

"Es lindo que tengas más amigas, además de Nazuna y Flip" No tuvo reparos en decirle que rondaba en su cabeza con esa expresión tan muerta, pero Michiru no se lo tomo a la ligera (O solo buscaba una excusa para tocarlo) pues puso sus manos en su pecho y empezó a rascarlo cariñosamente.

"Primero, mira quien habla, segundo, espero que lo digas de manera sincera, considerando lo que ocurrió la primera vez que te presente a una "amiga" " Le reclamo amielada mientras pasaba sus manos a sus costados.

Antes de poder responder, salir huyendo o siquiera terminar de levantarse, Nazuna lo tomo por la espalda.

"Si Shirou, contrólate" Le metió las manos por debajo de la playera, reanudando el juego de aquel día.

"Retiro lo dicho"

Antes de que empezaran a propasarse, Shirou inicio una juguetona lucha con ellas, buscando inmovilizarlas mientras estas buscaban ponerlo lo mas incomodo posible.

En la sala, Ichiro escuchó el obvio golpeteo en la segunda planta.

Su primer instinto fue saltar del sillón… pero realmente le aterraba lo que podría ver de entrar de improvisto.

El estaba ahí, ellos no intentarían algo así con el debajo de ellos verdad.

"Michiru ¿todo en orden allá arriba?" La llamo en voz alta, solo para cerciorarse.

"Siii" Recibió de vuelta de su hija, junto con una risas de ella y Nazuna.

Claro, ella también estaba arriba… no sabia que estaban haciendo, pero con Nazuna ahí, no seria nada anormal.

"Es tarde, no se queden despiertos" volvió a vocearla.

"Okaay"

También parecía buen momento para ir a su habitación…

Al pasar junto a la puerta de Michiru, otras risas le dieron un escalofrío, junto con el impulso de abrir la puerta de golpe.

No, no ahora.

Un sonido repentino los interrumpió por un momento, en uno donde Shirou estaba acorralado contra el borde de la cama mientras el par parecía prepararse para saltarle encima, pero al reconocerlo como el timbre de mensajería de Facelook, creyó que sería todo menos apremiante.

Antes de volver a su juego, el teléfono repitió el timbre, luego otra vez, y otra.

Michiru tomo el teléfono extrañada.

"¿Quien se esta muriendo?" Nazuna se sentó junto a Shirou antes de picarle un costado, dándole un temblor.

"No se esta muriendo… pero es Kubo" La mención los alebresto al instante.

"¿Qué? ¿Qué quiere?" Shirou pregunto en automático.

Michiru dudo enormemente, pero tampoco era algo que quisiese guardarse.

"Dice que necesita verme" Miro a los dos insegura, quienes reaccionaron justo como esperaba.

"¡Ew, dile que no!" Nazuna le incito enfadosa.

"… Dice que es MUY importante, de hecho, quiere verme ahora…" Continuó leyendo la fila de mensajes de su antiguo compañero de clase.

"De nuevo ¡EW! son las once ¿finalmente paso a rarito de fase cuatro?" Nazuna salto en el regazo de un inquisitivo Shirou, quien la sostuvo por la cintura para evitar que se cayera.

"Dice que es de vida o muerte…" Añadió, finalmente logrando que el par se lo tomara enserio.

Pero con una fuerte renuencia aún.

"Si tiene que ver con "ese" asunto, entonces hay que escuchar lo que tenga que decir" Shirou termino cediendo a su sentido común, muy para su pesar.

Nazuna los miro incrédula y una enorme oposición a la sola idea de dejar salir a Michiru.

"Están locos…"

Kubo había citado a Michiru en una tienda de servicio, particularmente, un punto medio entre ambas casas.

El antiguo compañero de aula se había abrigado los suficiente como para tolerar la extensa espera por Michiru en el frio.

Finalmente, entre la tenue nevada, la pelinegra llegó, con aquel abrigo rojo que la había visto usar aquel día en el centro comercial, una bufanda blanca, pantaloncillos hasta antes de la rodilla, acompañados de medias negras gruesas hasta el muslo y finalizando con botas cafés para la nieve.

Involuntariamente, no pudo evitar suspirar.

"… e-enserio me alegra que accedieras a venir" Kubo empezó una vez que compraron café y algunas cosas en la tienda, incluso lo hizo sentir extrañamente pleno de que se reunieran como viejos amigos "es solo que…" había un detalle.

"¿Qué, querías que Michiru viniera sola?" Nazuna, abrigada a tope con su abrigo blanco, una bufanda rosa, falda gris, medias negras y con un panque de nuez en la mano se presento también.

El castaño volvio su atención a Michiru, quien empezó a coincidir con las sospecha de su amiga.

"¡E-era la idea, pero no por lo que creen!" Kubo se altero, pero luego se recompuso victima de la frustración "Además ¿Por qué vino él?" este señalo acusador a la figura alta, peliblanca, solo abrigado por su cazadora café y una bufanda roja.

Shirou reunió sus estribos, pasando de alguna respuesta innecesariamente afilada, en cambio, puso sus manos sobre los hombros de Michiru, haciendo que el castaño se erizara como un gato.

"A donde ella vaya, voy yo" Le canturreo, logrando que Kubo sintiera un apretón en el pecho y retrocediera varios pasos.

Michiru pellizco a Shirou en el trasero como regaño, luego volteo hacia el chico en la chaqueta azul.

"Kubo, dijiste que alguien se podía morir, ¿que tenias que decirme…?" Michiru se acerco al tambaleante joven, logrando que se recompusiera.

Le tomo un momento encontrar las palabras apropiadas.

Pero solo encontró una sola frase que encajara.

"Tienen que salir de Reiwa"

"…"

No era en absoluto lo que esperaban, sus alrededores se llenaron de tensión, incluso Shirou empezó a desprender un aura espesa.

"¿Qué?" Nazuna desdeño, como si la amenaza hubiese venido de él.

"O al menos no salir de casa mañana a partir de las once, si pueden quedarse en un hotel de camino seria lo mejor" Añadió sin explicarse por completo.

"Kubo ¿De que hablas?" Michiru intento suavizar su voz y no asustarlo.

El joven cambio su expresión, volviéndose renuente a seguir hablando, pero ante la mirada impaciente de Michiru, parecía abrirse por momentos.

"… mira, vine a decirte porque enserio me importas" De nuevo, dos miradas pesadas le decían que fuera al punto "como sea… hoy, hable con un amigo del antiguo equipo de judo, su hermano le dijo que no saliera por el mismo motivo, es algo que ya los chicos sabíamos entonces, desde hace dos años, el hermano de Taro se involucro con gente extraña... y estamos seguros de que van a hacer algo grande" Kubo explico sin dejar de mirar en todas las direcciones.

"¿Qué tan grande?" Shirou salió al frente y le pregunto con una aspereza aplastante.

"Todo le pueblo" Confesó, prácticamente quedando sin aliento.

Eran ellos, de todas las personas, habían golpeado el clavo por fin.

"Kubo…" La chica del abrigo rojo lo llamo con apuro "Necesito que me digas todo lo que sabes de Taro o su hermano"

La petición descolocó por completo al joven, Michiru se veía mortalmente segura, como si mas que una advertencia, fuera una incitación…

No sabia que tenia en mente, pero tras pensarlo un poco, volvio a cerrarse, esta vez por decisión propia.

"No" La negatoria sorprendió a Michiru, quien tenia una mirada de interrogante enorme "Michiru, no quiero involucrarte mas de lo que ya lo hice, solo tengan cuidado, diles a tus padres que salgan por unos días… y cuídate" Kubo intento darse la vuelta…

Antes de que Michiru lo atrapara por el cuello de su chaqueta y lo jalara hacia atrás derribándolo en la nieve, dándole un buen susto.

Ahora ella lo miraba desde arriba sin una pizca de gracia.

"Kubo, si no me lo dices, alguien se va a morir de verdad" La voz de Michiru… no solía ser tan aterradora.

En una casa en otro punto del pueblo, alguien fue despertado por un timbre de llamada.

Un chico rechoncho, cabello negro y con pecas se coloco unos anteojos redondos antes de responder.

"Okubo, es casi media noche ¿que pasa?" Le reclamo a su amigo aun medio dormido.

"Lo se, lo siento, pero es importante, Taro ¿sabes donde trabaja tu hermano?" Kubo fue directo al punto, casi terminando de despertarlo.

Taro tardo en responder después de dar un suspiro melancólico.

"¿Huuuuh? bueno… nadie lo sabe, Suke solo vuelve con el dinero cada semana, pero se enoja si mamá o papá preguntan al respecto"

"¿…Pero sabes que edificio es?" La nueva pregunta lo hizo levantar sospechas.

"Kubo ¿que se te metió?" Taro actuó como si fuese una de las ocurrencias de su amigo.

El castaño pareció pensárselo un momento, luego volvio a hablar.

"Solo necesito saber que edificio es… quiero asegurarme de que no es cerca del trabajo de mi mamá o mi hermana" No fue la mentira mas brillante, pero logro que Taro se lo pensara de nuevo.

"… es el edificio gris junto al emporio de muebles Jumpei, no sabemos que es… pero entran y salen camiones a veces por una cortinilla eléctrica gigante" Explicó tan bien como podía, solo había visto el lugar de lejos, y le daba escalofríos.

"… Gracias, perdón por molestar tan tarde" Kubo sonó aliviado, parcialmente.

"Descuida, solo ten cuidado, y no te acerques a mi hermano, no esta bien de la cabeza" Le advirtió intentando pasarlo como una broma.

"No lo hare, descansa" Se despidió de su amigo antes de colgar, devolviendo su vista ante el trio, quien no perdió un solo detalle de la llamada.

Se habían trasladado a la van de la cooperativa para no ser molestados.

"Michiru ¿Qué van a hacer?" Ya estaban llegando a su casa, un aventón era lo menos que podían hacer tras toda la información que recibieron.

"Estaremos bien" La chica del abrigo rojo le aseguró con tranquilidad, intentando contrastar con lo severa que se había puesto hace unos minutos "Sigue tu consejo e intenta que nadie en tu casa salga de noche" Shirou quito los seguros, invitándolo a bajar.

"Espera, Michiru" Quiso evitar de nuevo que se metiera en algo peligroso.

"Kubo, tenemos que irnos, muchas gracias" Era una indirecta, el chico mostro bastante preocupación, que luego se convirtió en molestia antes de abrir la puerta corrediza del vehiculó.

"Muy bien, adiós Michiru" Frustrado, se dirigió a la entrada mientras la van arrancaba, llevándose a Michiru lejos.

Tras entrar en la casa sin hacer ruido, esquivando las dos habitaciones cerradas y llegar a su cuarto, Kubo tomo su almohada y empezó a golpear su frente contra ella.

Repitiendo el mismo mantra que hizo el día que Michiru lo rechazó de manera amable.

[No fue así, fue brutal]

En el vehículo de la cooperativa, los tres sabían que había muchas tareas de por medio, pues parecía que esta operación era mucho mas grande que algunos asaltos y un secuestro.

"¿Llamaras a Melody?" Nazuna se anticipo con algo de temor, esto iba para algo grande, algo que podrían no ser capaces controlar los tres solos.

"También voy a llamar a Bárbara, necesitamos toda la ayuda que se pueda conseguir"

Shirou observo la compilación de todo el asunto… había algunas cosas que quería replantear.

A un kilometro de ahí.

En un edificio gris, junto al enorme emporio de muebles Jumpei, un hombre entro por la puerta lateral de aquel edificio cerrado a cal y canto.

Apenas entrar, los dos vigilantes en el interior se alarmaron… sacando armas largas.

"¡Mierda Henzou! ¡No entres como si nada! ¡Me sacaste un buen susto!" Vestidos con overoles y botas industriales, los dos hombres bajaron las armas ante un despreocupado rubio.

El hombre enorme de la coleta tenía un hot-dog bien decorado en la mano.

"Si, si, perdón, hacia hambre y lo que tenemos en el almacén sabe a mierda, las tiendas de servicio tienen de lo mejor" Paso con desinterés mientras seguía comiendo.

"No tienes remedio, avisa la próxima, podríamos pedir pizza para todos"

"Vayan cuando quieran, mañana será un día ocupado" Les respondió adentrándose mas en el edificio mientras seguía comiendo.

Paso por la rampa de salida, bajando a los niveles inferiores.

En cada habitación que pasaba, había pequeños grupos de hombres y mujeres, que parecía prepararse a conciencia.

En otras, había suficientes armas para hacer una guerra a pequeña escala.

Finalmente llegó a una habitación cerrada a consciencia con un seguro magnético, en ella…

Encontró a una chica peli azul, en ropa de invierno, esposada de espalda a un tubo de agua.

"¿Qué demonios van a hacerme?" Yuu casi solloza, pero manteniendo su integridad en general.

"…"

"…"

"¿Quien eres…?" Henzou solo suspiro eso, logrando que Yuu pasara del miedo… a una ridícula confusión.

"Es Yuu Saikawa, la trajimos antier, bobo…" Una mujer extranjera, pelinegra corto, vestida en un traje ajustado negro y sentada en un escritorio de la habitación le informó.

Solo la conocía como Xie, cada uno solo debía saber un nombre.

"Ahhhh, si, se me había olvidado… también había olvidado que la trajeron sin que se los ordenara" Le replico con simplicidad.

"Iba a decirle al otro oficial baboso sobre su papá" Desafortunadamente, la falta de coordinación había terminado con Daisuke Somori sobreviviendo al altercado y con ellos con una invitada indeseada, pero de soltarla o matarla, ambas cosas serian un problema.

"¿Que mas da? Ya le soltó toda la sopa a Ogami" Le recordó el reporte tardío que llego de la casa Saikawa.

Yuu tembló en su sitio, pero era mejor dejarlos hablar lo mas posible.

"¿Y te parece poco? ¿Qué haremos sobre ese?" La mujer le cuestiono malhumorada.

Apenas había visto los reportes que tenían sobre el peliblanco en las ultimas décadas.

Y daban miedo.

Henzou le dio el ultimo bocado a su comida.

"… Nada" Tiro el envoltorio del hot-dog a una papelera cerca.

"¿Disculpa?" Alzo la ceja hasta el borde de su frente con obvia consternación.

Pero Henzou le pidió un segundo para explicarse.

"Ogami es como un huracán, sin importar lo que hagamos o cuanto nos preparemos, no podemos detenerlo, si enfocamos nuestros recursos en enfrentarlo, solo destruirán la operación sin que hayamos hecho nada"

"¿Entonces?" Pregunto de nuevo con los ánimos abajo.

El rubio se río por lo bajo.

"El plan sigue igual, hacer tanto daño como podamos y caer de la manera mas ruidosa posible ¿es una misión suicida lo olvidas? Solo que con Ogami en el campo, será mas difícil"

Xie suspiro derrotada.

"Esperaba… mucha mas determinación al respecto" Se cruzó de brazos con desanimo.

"Esperas mucho de mi, solo soy una persona" Se excuso con desanimo.

La mujer se aproximo a la salida de la habitación.

"Hare los últimos arreglos, intenta no salir mas de lo necesario" Salió del cuarto sin prisa, con la intención de dejarlo a solas con la chica.

"Tu mandas… ah, no es cierto" Se burlo una vez estuvo fuera.

"Oye" Yuu lo llamo en voz baja.

"¿Hmmm?" Le dio su atención, mirándola en su posición indefensa.

"¿Porque mi papá se involucró con ustedes?" Era una respuesta que necesitaba, incluso estando al limite.

Henzou se lo pensó bastante, incluso tuvo que sentarse en la silla antes ocupada por Xie, pues francamente, todo sobre Saikawa le parecía distante.

"… nada en especial, solo lo llamamos un día y accedió a cooperar después de ofrecerle algo de dinero, después de todo, se iba a quedar sin trabajo, pidió suficiente como para retirarse" Le relato con simpleza.

"¿Nada mas?" La expresión de Yuu se llenó de desilusión.

"Nada más…" Le confirmo sin exaltarse.

"Es su culpa"

"¿Nuestra? Nosotros le ofrecimos el trato, pero no se lo pensó ni un poquito para aceptar ¿Por qué es nuestra culpa?"

"Ustedes son basura" La frase escapó entre sus dientes, temiendo que lograra hacer enfadar al estoico hombre.

Pero Henzou ni siquiera pestañeo.

"Igual que tu papá… y tu eres su hija" Le replico sin hostilidad, pero logrando cortarla en el alma.

Yuu ya estaba devastada, eso solo fue un pisotón.

"Puede parecer raro que un criminal lo diga… pero es vergonzoso que un país como Japón le diera una placa a alguien así, y peor aun… dejarle reproducirse" siguió presionando aquella herida.

Yuu se quedó mirando el suelo con una mirada descorazonada.

"Pero eso ya no es tu culpa, anímate, te traje un pan de yakisoba" Henzou coloco dicho objeto en la mesa en un envoltorio color verde y blanco, luego la dejo en soledad.

Permitiendo que la peli azul rompiera en un silencioso llanto.

Estamos en la recta final, como ya se imaginaran, tengo que terminar esto antes de navidad, los vere en estos días con capítulos próximos.