UN REY Y UNA DAMA
Capítulo 1: ++
En uno de los dormitorios de Gryffindor, Ron descansaba despatarrado en su cama. No pensaba en nada en particular, ni en la dulce Hermione dándole una perorata para que se quite los zapatos antes de acostarse, ni en Harry compartiendo su tiempo perdido con él.
Era un buen momento para no pensar, dejar de preocuparse de el tiempo y las obligaciones. Dejar de avanzar, dejar de retroceder, dejar incluso de acomodarse o renunciar. Simplemente quería consumir el tiempo y no pensar en nada, cerrar los ojos sin dormir, ni soñar. A Ron le gustaba momentos como ellos. Con el Cáliz de Fuego y el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, este año parecía ser que tenía que aprovechar cada uno de esos instantes de paz.
Pero alguien se acercó para hacer añicos su descanso. Era Neville.
_ ¡Ron, tu hermano te busca! ¡Urgente!
_ ¿Qué?
_ ¡Apúrate, es de vida o muerte, ven rápido!
_ ¿De qué estás hablando? ¿Cuál hermano? Tengo cinco ¿Qué pasa?
_ ¡Ven, rápido!
Neville lo guio hasta que encontraron a Fred. Estaba en su dormitorio, a solas, todo estaba a oscuras excepto la minúscula mesa con el tablero listo y las piezas en orden.
_ Eh, lo trajiste. Ahora, por favor, necesito hablar con él a solas. Gracias, Longbottom, adiós.
Neville dudó, pero terminó retirándose.
_ Ron, ven aquí.
_ Qué pasa. Para qué me buscabas.
_ Ven, ven, ven. Siéntate. Sí, está aquí. Espera. Ron, quiero jugar ajedrez contigo ¿Puedes ganarme?
_ ¿Para eso me llamaste?
_ ¿Puedes ganarme o no?
_ Te he ganado siempre.
_ Esto no es lo mismo, esta vez tienes que jugar en serio, con todo lo que tienes, con todo. Espera un minuto.
_ ¿Qué diablos te pasa?
Su hermano estaba actuando raro. Desde que llegó, no se había levantado de su asiento ni cambiado de posición. Estaba sentado con los codos sobre la diminuta mesa, apoyando su cabeza en uno de sus manos. Ni siquiera había girado a verlo.
Ron se sentó de delante de él, en la silla vacía. Las piezas ya estaban listas, pero por la expresión de su hermano había alguna especie de truco. Quizás era otra de sus tretas.
- ¿Qué esperas? ¡Empieza de una vez! Es una partida de 45 minutos.
_ ¿Qué?... ¿Dónde está el reloj?
_ ¡Qué empieces!
- Espera un rato… Diablos ¿Desde cuándo te gusta jugar ajedrez?... mmmh E4.
- E4 ¿eh? Bien… c6 - dijo Fred.
- C4.
Fred tomó aire.
- C4… Bien, ahora qué… d5.
Ron levantó la mirada.
- ¿Desde cuándo juegas así?
- Tú cállate y juega. No, es a él.
- ¿Qué?
- Cállate y juega, Ron. Esto es importante.
Las piezas de ajedrez se quedaron quietas, esperando una orden. Ron tuvo que pensarlo bien. Mejor hacerlo rápido antes que el tiempo se acabara. Pero incluso así, no podía menos que extrañarse, porque no había reloj.
_ c4 toma a d5.
_ c4 a d5… Caballo f6
Ron asintió. Esa fue una buena jugada. Pero por cada movimiento había su ventaja y desventaja. Esto era lo que le encantaba del ajedrez. Las piezas encajaban, había un orden, había una forma.
_ Caballo c3.
_ Caballo a c3… Mi jugada es Caballo come en d5.
_ Caballo f3 – dijo Ron.
_ ¿Caballo f3? Caballo come en c3.
_ Peón de b2 captura en c3
Ron empezó a juguetear con los peones caídos. Su hermano siempre perdía ante él. Así que Ron se podía permitir ciertas burlas tipo sacrificios anormales y jugadas estrambóticas. Pero esta vez tenía que ser directo y mortal, su hermano presentaba cierta genialidad desconocida hasta ahora.
"Está haciendo trampa" pensó Ron, pero eso no lo iba a detener.
La partida se extendía. Fred no se lo estaba poniendo fácil, pero Ron ya no estaba preocupado por la trampa o su método. Sólo quería ganar. Así que se dedicó a ello. Sus ataques fueron duros y rápidos, no iba a perder el tiempo con tonterías. Su hermano en cambio trató de tener una defensa sólida y más ordenada. Pero Ron tenía otros planes.
_ Torre captura en e6.
_ Torre a e6 ¿Qué?... No, espera, vas a perder tu torre.
_ Mi jugada es torre captura en e6.
_ Mierda, Ron. Torre a e6… Peón de f come en e6 ¡Te lo dije!
Ron ignoró a su hermano. Y siguió atacando.
_ Alfil c4.
Entre jugada y jugada, tenía que pensar todo muy detalladamente. Fred tenía movimientos bien calculados, metódicos, precisos. Pero no iba a caer en procedimientos inútiles. Debía atacar con todo. Era su juego. Un hermano tramposo no se lo iba a quitar.
Las jugadas iban y venían. Al parecer Fred no entendía bien las jugadas tan concisas que hacía. También estaba el detalle que con cada jugada que hacía Ron, Fred tenía la necesidad de repetirlas en voz alta. Ron movía todas sus piezas tratando de tenerlas listas para un ataque masivo. Fue en un momento de reflexión que empezó a vislumbrar el final de aquella partida.
_ Ron, se acaba el tiempo.
_ ¿Eh?
_ ¡Ron, se acaba el tiempo!
Pero ni siquiera había un reloj. Ron se mordió el labio inferior. Tenía que continuar y finalmente dijo:
_ Caballo g3
_ Caballo g3-dijo Fred-… ¿Qué? Eso quiere decir que vamos a perder tu otra torre ¡Ron, me voy a comer tu torre!
_ Pues captúrala, y mira cómo te va.
_ No, has otra jugada ¿Por qué vas dejar que te coman tus dos torres?
_ No voy a hacer otra jugada. ¡Así no es como funciona!
Su hermano parecía dudar pero Ron no se dejó intimidar
_ Caballo g3… La jugada es caballo g3… Es lo que dijo… ¡Lo sé! ¡Dama captura Torre! ¡Te lo dije, Ron!
_ ¿Con quién hablas?... Rey H2. A ti también se te acaba el tiempo.
_ Peón h6.
Ron sonrió.
_ Te tengo, hermanito. Eso fue un error. Alfil captura en h6.
Fred no dijo nada. Pero entonces algo ocurrió, Fred de pronto estaba desesperado y se movía nervioso.
_ George, George ¿Me escuchas? ¡¿Por qué gritas?!
_ ¿George?
Ron lo buscó en la oscuridad de la habitación pero no encontró a nadie. Fred se desesperó aún más, movió la mano y cambió de posición. Ron notó que un hilo estaba enrollado en su oreja izquierda. El hilo colgaba libremente y aunque no podía distinguirlo en la penumbra, Ron estaba seguro que llegaba hasta el suelo. Fred seguía llamando a su gemelo.
Iba a preguntar qué diablos estaba pasando, cuando la puerta se abrió de un golpe. Ron no tuvo tiempo de reaccionar. Fred se levantó de un salto. De sopetón, George entró mitad volando y mitad cayendo sobre su hermano, y ambos gemelos quedaron despatarrados en el suelo, uno sobre otro, con todo y la silla para complicar el embrollo.
En la marco de la puerta se dibujaba una silueta alta y esbelta. Ron pudo escuchar los tacones resonar sobre el suelo y hacer eco en su alma. La espectacular figura se aproximaba hacia él. Arrollaba en su mano el largo hilo que iba recogiendo del suelo con su varita. Un último jalón le quitó la hebra de la oreja de su hermano mayor.
Puso el hilo en la mesa, junto a la varita con la que noqueó a los gemelos. Apoyó sus manos en la madera, e inclinó su perfecto cuerpo hacía adelante, para ver el tablero con los perfectos ojos de su perfecto rostro.
Era Fleur Delacour.
Sus pechos sobresalían sobre el escote de su vestido y para Ron fue una experiencia tan abrumadoramente fantástica que sintió un loco dese de ponerse a volar. Fue la voz de aquella belleza la que le impidió hacerlo.
_ Rey g8 - fue lo que dijo.
Luego ella lo miró a los ojos, con una mirada tan hermosa como aterradora. La pieza en el tablero obedeció la orden. Y pese a la sorpresa, la fascinación y al miedo, en medio de su estupor y la sensación de estar cayendo en un precipicio eterno, Ron Weasley abrió la boca, y sin quitar la mirada de la de ella, contestó:
_ Alfil captura g7.
Las palabras le salieron casi automáticamente. Ya lo sabía. Había estado varios minutos pensando en todas las posibilidades. Lo supo en el momento anterior en que su torre iba directo hacia su perdición.
_ Torre captura en F2- dijo ella.
_ Dama h7, jaque.
_ Rey F7.
_ Reina G6, jaque.
Y eso era todo. Cualquier persona que hubiera llegado hasta ahí, lo demás era inevitable. Pero la voz de Fleur salió firme y clara cuando dijo:
_ Rey G8.
_ A… Alfil h6… jaque
_ Rey H8
_ Dama H7 - dijo Ron finalmente. Era la jugada final.
Después no se atrevió a hablar, pero nuevamente la voz de aquella belleza habría de perturbarlo al momento de decir:
_ Jaque mate.
Aquella frase se habría de quedar grabada con fuego en la mente de Ron por el resto de su vida. Fleur pasó su mano sobre la mesita. Era como una caricia con la punta de sus dedos sobre el tablero de ajedrez, pero era una caricia fría y cruel. Las piezas sobrevivientes de ambas facciones caían irremediablemente ante el paso de sus delicados dedos, hasta que no quedó ninguna en pie.
En ningún momento lo había dejado de mirar. Y si las miradas quemaran, Ron hubiera muerto en las llamas; aunque lo más probable es que hubiera muerto con una sonrisa estúpida en su rostro.
Entonces, Fleur tomó a Ron de los hombros, de un tirón lo levantó y le plantó un beso en los labios.
Apenas fue el tiempo suficiente para que el cerebro de Ron procesara lo que estaba pasando cuando el beso terminó. Entonces ella lo empujó, y el gryffindor cayó sobre su silla con tal fuerza que estuvo a punto de volcarse hacia atrás.
Fleur recogió su varita, apuntó hacia el suelo y la tortura a los gemelos Weasley empezó entre fuertes exclamaciones.
Ron no hizo nada para detenerla.
==1. f3 e5 2. g4==
Cuando entró en el Gran Salón, había un alboroto. Muchos rumores, muchos reclamos; Harry Potter había sido nombrado como campeón del Torneo de los Tres Magos.
Caminó tambaleándose entre la gente, al parecer Harry había estado hablando con el director. Pronto llegó ansioso. Se alegró de encontrar a su amigo. Tenía que dejarle las cosas en claro.
_ Ron, Ron. Escúchame, no he sido yo.
_ Si tú no has sido tú ¿Quién has sido hasta ahora?
_ No. Quiero decir que no puse mi nombre en el Cáliz de Fuego.
_ Está bien, Harry. Yo tampoco puse mi nombre en el Cáliz de Fuego.
_ No, pero soltó mi nombre para el Torneo.
_ Está bien, Harry. Cuando ganes el torneo nos invitarás a comer cabra al horno.
_ No, no está bien. Me han puesto una trampa, estoy seguro, alguien quiere involucrarme en esto. He preguntado, el torneo puede ser mortal; puede ser un mortífago, alguien quiere matarme ¿Entiendes? ¡Me quieren matar!... ¿Cabra al horno?
_ Está bien, Harry. Eso quiere decir que alguien te tienen en alta estima.
_ ¿Qué?
_ Todo está bien. Ven, dame un abrazo.
_ ¿Qué? ¡No! ¡Ron, sabes que odio que me abracen! ¡Suéltame, carajo! ¡Hermione, ayúdame! ¡Hermione!
_ Harry… ¿Cómo hiciste para poner tu nombre en el Cáliz de Fuego?
_ ¡No fui yo, Hermione! ¡Dile a Ron que me suelte!
_ Se necesita magia negra avanzada para manipular el Cáliz de Fuego ¡¿Cuándo aprendiste magia negra?!
_ ¡Que no fui yo! ¡Ayúdame!
_ Ron, ya deja de hacer bromas, esto es serio.
_ Todo está bien, Hermione. Harry lo va a hacer bien. Cuando gane el torneo le van a dar el premio al mejor cadáver, y vamos a llevarlo a festejar en Hogsmeade. Habrá cabra.
_ ¿De qué estás hablando? ¿Qué diablos te pasa?
_ Fleur me besó.
_ ¿Qué?
_ Fleur me besó. Ella, ella, tiene el pelo rubio y va de azul. Fred y George tenían hilos en la oreja y cuando la torre recibió un sillazo en la cabeza, ella apareció y me dio un beso. Todo está bien, Hermione. Todo va a estar bien siempre. Ven, abracémonos todos.
_ ¡Qué haces! ¡Suéltame! ¡Qué diablos te pasa, Ron!
_ ¡Es lo que te estoy diciendo! ¡Está borracho o drogado o algo! ¡Y no quiere soltarme!
_ ¡Ron, ya basta! ¡Ron!... ¡Desmaius!
_ ¡Oye, no era para tanto!... ¿Está bien?
_ Sí, no dejé que se golpeara en el suelo… Míralo, hasta inconsciente sigue sonriendo. Ayúdame, hay que llevarlo a algún lugar seguro para ver qué pasa.
_ ¿A la enfermería?
_ Después. No quiero meterlo en líos si es que se emborrachó de verdad. Buscaré a Ginny, de seguro que está con la chica tan rara con la que se junta ahora.
Terminaron en un salón sin gente, con Ginny buscando en un libro enorme, Hermione y Harry tratando de controlarlo junto la amiga de Ginny, Luna Lovegood.
_ ¡Ron, ya basta! ¡No te quites la ropa! ¡Suelta ese tintero, lo vas a romper! ¡No te lo pongas en la boca!
La rubia ravenclaw, se acercó al gryffindor para hablar con él.
_ Hola. Yo soy Luna ¿Y tú?
_ No, yo no soy Luna.
_ Qué interesante. ¿Entonces quién eres?
_ No estoy muy seguro, pero todos me llaman Ron ¿Quieres un abrazo?
_ No estoy muy seguro de eso. Creo que los nargles te han afectado demasiado.
_ Está bien, es el ciclo natural de la vida. Yo después voy a ir a cazar una bicharrejo imaginario.
Luna parpadeó dos veces antes de hablar.
_ ¿Por qué dicen que está loco? A mí me parece la persona más lúcida que encontré en el castillo.
_ ¡Aquí está! – exclamó Ginny señalando el libro-. Escuchen... El efecto veela. Ajem. El efecto veela es una reacción mágica que experimentan los magos y algunas brujas al contemplar en persona a una veela o veela mestiza. Se caracteriza por arrebato romántico, euforia, aumento del ritmo cardiaco, salivación, aumento del libido, etcétera… bla, bla, bla… Contacto físico. Una variación del efecto veela se produce al tener contacto físico íntimo con la criatura. Ejemplo ósculo, abrazos, coito, dedos entrelazados, etcétera. En este caso, el afectado o afectada puede entrar en un trance de estado placentero. Los síntomas pueden ser; perdida de apetito, desconexión con la realidad, optimismo agudo, risa.
_ ¡Jajajajajaja!
_ El efecto veela por contacto físico puede durar segundos hasta algunos minutos. Sin embargo, si la experiencia tiene significativa carga emocional para el afectado o afectada, como por ejemplo, ser un ósculo muy intenso, el efecto puede extenderse por horas o hasta días… ¿Qué significa ósculo?
_ Significa beso.
_ Oh… Bueno, qué palabra tan decepcionante. Creo que es eso. Ron no estaba mintiendo. La francesita es medio veela, le dio su primer beso y se puso así.
_ ¡No!
_ ¿Por qué no, Hermione? Él dijo que esa francesa lo besó y los síntomas parecen ser los correctos.
_ ¡No puede ser eso, Harry! ¡¿Por qué habría de besar a Ron?! ¡No vas por ahí besuqueando gente sin más! ¡Además, ella ya tiene diecisiete años y él es menor de edad!
_ Bueno – dijo Harry-, quizás sea una cuestión cultural.
_ ¿Sí? ¡Quizás Beauxbatons sea un prostíbulo gigante y eso no cambiaría nada, seguiría siendo una cochinada! ¡Ron ni siquiera tiene dinero para pagarle!
_ Tranquila, Hermione. Mira, él mencionó a los gemelos. Los voy a buscar a ver si saben algo.
Los gemelos llegaron más tarde. Iban juntos; quizás demasiado, con las mejillas una contra la otra, y abrazados por los hombros.
Ginny fue la primera en preguntar.
_ Estamos pegados por la oreja – respondieron al mismo tiempo.
_ ¿Quién les hizo eso?
Ambos se sentaron en el suelo.
_ Fleur Delacour. El primor francés al que nombraron campeona del Torneo.
_ Aunque de primor no tiene nada. Cuando se enoja es terrible.
_ Ron está raro – dijo Hermione-, y creemos que tiene que ver con ella… ¿Saben algo al respecto?
_ No, no, no ¿Tú sabes algo, Fred?
_ Nada, George, no sé nada.
Hermione se aproximó a ellos y jaló las orejas libres de ambos gemelos hacia lados opuestos. Ambos se quejaron, pero Hermione no se ablandó.
_ ¡Francesa, Ron, beso! ¡Hablen ahora!
_ ¡Está bien, está bien!
Bajaron la cabeza al mismo tiempo, estaban muy incómodos. Finalmente George habló.
_ Es posible que Fleur haya besado a Ron.
_ Y hay una posibilidad de que haya sido cosa nuestra- dijo Fred.
Ambos suspiraron. Ahora tenían que confesar.
==1. f3 e5 2. g4==
Notas del autor: Gracias a todos por leer. Agradecería cualquiera de sus comentarios y críticas. No sé mucho de ajedrez, y no sé si tengo que describir las jugadas de las partidas o no. Cualquier sugerencia al respecto es bienvenida. Este fic está también en AO3.
Nos vemos.
