Trust Me

By Misako Ishida

Ella lo recibió con la mejor de las sonrisas. Sus ojos se iluminaron con solo ver su figura. – Okaeri. – dijo alegremente. Pero a diferencia de lo que pensaba y de los días anteriores, no volvió a tener la misma intensidad. Había recibido un largo beso en la frente y nada más.

– Te extrañe. – fue su única respuesta. Una respuesta baja y delicada. Pero sigue siendo triste.

Eso la molestó. ¿Qué hubiera pasado para que se comportara así? Había algo en el trabajo, con su familia... Entre ellos. Yamato era una persona introvertida y tenía tendencia a guardarse todo para sí mismo y no abrirse. Entonces, podrían haber sucedido muchas cosas que ella quizás no sabía.

Prepararon todo para la cena en completo silencio. El rubio estaba abatida y sin decir nada. Sin siquiera mirarla.

– ¿Cómo estuvo su día? – intentó algún tipo de comunicación. Un poco torpe, un poco fuera de lugar. Pero fue un intento.

Pero ella no pudo soportarlo. – ¿Sucedió algo? Ni siquiera me estás mirando.

Dejó los cubiertos a un lado y suspiró. Pero él no dijo nada.

Sora se levantó y fue al dormitorio, tirándose sobre la cama. Ella no sabía qué había hecho para que él la tratara así. Sólo llevaban dos meses viviendo juntos y todo había sido perfecto. Ni peleas, ni discusiones, ni silencios... Hasta ese momento.

Yamato permaneció sentado un rato más, frustrado por sus acciones. Se levantó y limpió la mesa. Luego lavó los platos. Todo esto para poder ensayar qué decirle a la pelirroja. Cuando llegó a la habitación, dudó si ella estaba despierta, pero el movimiento de su pie fuera de la manta fue suficiente respuesta.

Se sentó en su lado de la cama y se inclinó sobre ella. – Gomen.

Un momento de silencio y ella sintió curiosidad por saber el motivo de la disculpa.

– ¿Doushite?

Le acarició el pelo suavemente. – Estoy siendo un idiota esta noche.

– Lo estás. – asintió ella en un susurro.

– Yo... todavía estoy aprendiendo a compartir todo contigo. Es fácil cuando todo está bien, pero cuando no todo está bien conmigo... No sé cómo lidiar con tener a alguien a mi lado. Tenerte aquí.

– ¿Qué sucedió? – preguntó con curiosidad.

– Grandes problemas en el trabajo. Nada que necesite detalles. Pero yo... simplemente no quería que eso te afectara. Y terminé actuando como un idiota.

Ella se volvió hacia él. – Tienes todo el derecho a estar molesto e incluso enojado. Pero podrías dejar claro en el futuro qué problema te hizo sentir mal.

La besó en la frente y asintió. – Yo prometo. Yo... estoy aprendiendo a estar contigo y ha sido maravilloso. Solo confía en mi. Haré todo lo posible para ser mejor para ti.

– Hai. También intentaré ser más comprensiva en el futuro.

La besó tiernamente y se acostó, abrazándola y disfrutando de no estar solo cuando algo malo sucedió en su vida.