¡Saludos, queridos lectores!

Sí, lo sé, un poco tarde. Esto debí subirlo la semana pasada, pero es que no noté que el último fin de semana del mes de noviembre era el pasado, y aunque tenía algunas historias, quería subir todo lo que tenía en mente y esperar un poco más.

Deseo que la espera haya valido la pena, y al final les dejaré la lista de las historias que estaré actualizando el día de hoy n.n

Sin más, los dejo con la actualización de esta historia, que espero siga siendo de su agrado y que ya tenía un tiempo sin actualizar, pero que me pareció pertinente darle un nuevo capítulo para cerrar noviembre n.n


La figura frente a Karin era una de las cosas más extrañas que había visto, pues estando en medio de aquella oscuridad que incluso se tragaba la luz que ella había intentado encender cuando llegó, aquél ser era todavía más oscuro y ella podía distinguirlo a pesar de que ni siquiera podía ver su mano frente a ella.

—De ahora en adelante, soy tu cuarto elemento —la figura respondió la pregunta de la chica.

—¿Cuarto elemento? Pero yo no…

—Hablaremos en otra ocasión. Si no sales del trance, morirás.

—Pero…

—Vuelve —indicó la figura tocando la frente de la joven que aún respiraba con dificultad y de un momento a otro, Karin despertó del trance.

Al abrir los ojos, Karin se encontraba aún en el agua, pero en los brazos de Sasuke que bebía su sangre.

—Sa… suke —murmuró la pelirroja en un intento débil por hacerlo reaccionar.

—Debes paralizarlo o te matará —Karin oyó la voz de aquel ser negro en su cabeza.

—Pero estoy deb…

—Inténtalo. ¿O prefieres morir?

Ella no estaba segura cómo era que seguía despierta a pesar de la pérdida de sangre, pero era esa misma pérdida la que no la dejaba razonar adecuadamente. Por ejemplo, no podía darse cuenta que era muy extraño oír la voz de un elemento, pues ellos no se comunicaban, y tampoco lo cuestionó demasiado. Simplemente optó por hacerle caso, y usando su magia, logró paralizar a Sasuke.

Sí, había logrado paralizar al chico, pero ambos seguían en la parte honda del río, por lo que una vez más, el cuerpo muerto e inmóvil de Sasuke que se aferraba al suyo, la estaba hundiendo.

Por fortuna para ella, ahora que el agua también era su elemento, podía respirar en ella, y aún así, necesitaba buscar la forma de salir con Sasuke de allí, principalmente porque el río no era lo suficientemente profundo para dejar a Sasuke en la oscuridad si amanecía, así que debían volver a la casa antes de que el sol saliera.

—¿Qué hago? —se preguntaba mentalmente.

—Él ya no está bebiendo tu sangre —la voz le dijo— Y eres más fuerte que antes.

Sí, Sasuke ya no estaba succionando su sangre porque estaba paralizado, y aunque sus colmillos seguían clavados en su piel, podía sentir como con sus nuevos poderes, la recuperación de sangre era más rápida, y con ella, la de sus poderes.

—Eso…

—¿Qué puedes hacer con tus nuevos poderes? ¿Sabes? ¿O sólo has pasado las pruebas por azar?

—¡Por supuesto que no fue azar! —exclamó Karin enojada.

—Demuéstralo.

Karin quedó pensativa, buscando una forma de salir de allí para demostrarle a esa voz que decía ser un elemento, aunque ella aún no sabía cuál era, que se merecía el haberse convertido en bruja.

Al poco, la pelirroja recordó dos cosas importantes: una que las cosas solían pesar menos dentro del agua, y dos, que ser bruja le permitía mejorar sus capacidades físicas con la magia.

Usando ese nuevo poder, aún si todavía estaba débil porque Sasuke había bebido de ella, pudo conseguir fuerzas para llevarlos a los dos a la superficie y después a la orilla. Sin embargo, el chico seguía aferrado a su cuerpo y le era difícil moverse. De no ser que el azabache no le había aprisionado las piernas, no habría podido nadar a la superficie.

—Sasuke, necesito que te controles al menos por unos instantes para separarte de mí. Si no lo haces, no podré ayudarte a volver a la cabaña y el sol nos ganará.

Debido a la parálisis y que sus colmillos aún estaban clavados en la piel de la pelirroja, Sasuke no pudo responder, pero principalmente, porque tenía la razón nublada por seguir bebiendo de ella.

—Él no va a reaccionar en este momento y el amanecer está cerca. Podrías sólo esperar y dejar que muera —la voz le señaló a Karin.

—¡No haré eso!

—Si lo liberas de la parálisis, beberá hasta matarte, porque aunque tengas más poder, en este momento no estás en condiciones para resistir su sed. Te ha estado drenando desde hace días —le explicaba la voz— Sin embargo, tienes suficiente poder para dejarlo paralizado hasta que el sol salga. Deja que muera por ello y serás libre de ese monstruo nocturno que podría matarte en cualquier momento.

—Es mi culpa que él esté así. No voy a abandonarlo.

—Nadie va a culparte si decides deshacerte de él. Después de todo, era lo que debías hacer desde un principio. ¿No es así?

—Era mi deber heredado, pero yo tomé una decisión —respondió Karin que no tenía dudas de su elección— Además, no voy a rendirme ahora que pude convertirme en bruja.

—¿Y qué harás para salvarlo?

—¡No lo sé! Necesito pensar y no puedo hacerlo si estás parloteando en mi cabeza.

—Sólo intento ayudarte a tomar la opción más sencilla, pero si quieres arriesgarte…

—¡Ya conozco cuál es la mejor opción, pero no es lo que quiero! —exclamó Karin enfadada— ¡Si no vas ayudarme a encontrar una solución a mi elección, cállate!

La voz dejó de hablar y Karin, echó una mirada al cielo para calcular la llegada del sol. Cuánto mucho, debía tener una hora, pero no estaba segura de cómo conseguir que Sasuke se controlara o…

Control. Si Karin lo controlaba a él, dadas las circunstancias de poder de ambos, era probable que pelearan. Si ella lograba ganar esa batalla, podría enviarlo de regreso a la casa, pero debía conseguirlo antes del amanecer.

—Una bruja debilitada por días y recién convertida, contra un vampiro débil por falta de alimento y sin autocontrol… ¿Quién ganará?

—¡Cállate! ¡Si no ayudas, entonces no me desconcentres! —exclamó la pelirroja aún pensando en opciones. Debía conseguir aunque fuese alguna ventaja sobre Sasuke para poder enviarlo a la casa.

—Sólo voy a advertirte algo: aunque lograste conseguir más de un elemento al mismo tiempo, aún no recibes todos los poderes. ¿Verdad?

—¿Por qué no los recibí? —preguntó Karin en reclamo, pues en efecto, no sentía un aumento de poder considerable. De hecho, había sentido más poder en el ritual donde hizo el cambio de elemento que en ese momento.

—Llegaste como una aprendiz debilitada y aunque hayas pasado las pruebas, tu cuerpo está tan frágil por culpa de él, que no puede asimilar los poderes como normalmente lo haría. Especialmente cuando has invocado más de un elemento —le explicaba la voz— Podría decirse que actualmente aún no eres una bruja. Sólo eres… una aprendiz con un poco más de poder de lo normal, así que por el momento no hay mucho que puedas hacer. Tu mejor opción, es dejar que él muera para poderte salvar.

—¡No! ¡No voy a desistir cuando estamos tan cerca de conseguir ese pacto!

—¿Un pacto? ¿Piensas pactar con ese hombre? —preguntó la voz, y aunque Karin no podía verlo, ella estaba segura que estaba sonriendo burlonamente. De nuevo la estaban subestimando.

—¡Sí! ¿Tienes algún problema con eso?

—No, ninguno, pero suena divertido. Fue una buena elección colarme por aquí.

—¿De qué…?

—¿Quieres seguir platicando conmigo? Pensé que querías salvarlo y salvarte —la voz la interrumpió cuando ella iba a pedir una explicación— Sería mejor si te concentras en tu actual problema. ¿No crees?

Odiaba admitirlo, pero la voz tenía razón. De nada serviría saber quién era la voz ni por qué se había colado como había dicho, si moría en manos de Sasuke o dejaba que él muriera. Debía pensar en una forma de sortear ese lío lo antes posible o el tiempo se le seguiría escapando de las manos.

La mejor forma de ayudar a Sasuke a bajar su ansiedad, era dejarlo comer lo que necesitara o tener sexo, pero eso equivaldría a que él ganaría fuerza y ella la perdería.

Sí, había ganado bastante poder no sólo como bruja, sino una que poseía más de un elemento, pero el problema era que Sasuke había drenado mucha de su vida antes de convertirse en bruja, así que primero debía recuperarse por completo, como si aún fuera una aprendiz, para poder obtener del todo los nuevos poderes que había conseguido. Al menos eso era lo que la voz le había dado a entender.

Quizá, podría alimentar a Sasuke o tener sexo con él, de esa forma aunque ella se debilitara y él se fortaleciera, él debería poder tener mayor dominio de su consciencia y con ello, él podría irse voluntariamente del lugar. No, el sexo quedaba descartado porque el ansia que tenía seguramente era demasiada y él se lanzaría por la sangre.

La otra opción, era tratar de controlarlo y enviarlo de regreso a la casa, pero si no tenía todo el poder como bruja, lo más probable era que no fuera a funcionar.

En cualquiera de los dos casos, había un gran riesgo de que algo fallara, lo que equivaldría a que ella moriría, pero no tenía más opciones.

Pensó mucho, incluso quiso encontrar una tercera opción o al menos esperaba que aquella voz que había estado diciéndole cosas, la mayoría inútiles, que le dijera si eran buenas o malas ideas, pero desde la última explicación, no había vuelto a oírla.

Rememorando la voz, también recordó que tenía el tiempo encima, por lo que debía tomar la decisión ya, y la decisión que había tomado, lo había hecho confiando completamente en él.

—Sasuke, voy a necesitar que pongas mucho de ti para que esto funcione o uno de los dos va a morir. ¿Me oíste? Tienes que ser fuerte, ya casi conseguimos nuestro objetivo.

Tal como lo esperaba, debido a la parálisis, Sasuke no pudo responder, aunque quizá, debido al ansia, tampoco le habría podido responder de estar libre.

Karin inhaló y exhaló lentamente y justo cuando iba a soltar a Sasuke así sin más apostándole todo a él, le vino una idea a la mente.

Quizá aún no era una bruja en toda regla, pero la voz le había dicho que era algo como una aprendiz más poderosa, así que debía aprovechar esa fuerza extra para hacer algo que ayudara más, aunque si su fórmula no funcionaba, podría morir.

Cambiando un poco la fórmula de la parálisis, usó su magia para ralentizar los movimientos del azabache, y por fortuna, parecía que lo estaba logrando.

Aún con la lentitud, Sasuke luchaba contra ese poder para volver a beber de la pelirroja, pero esto facilitó a la pelirroja para empujarlo, alejarlo de su cuello y recostarlo en el pasto.

—Voy a darte de mi sangre y a aludir a tu líbido de nuevo —le dijo mientras se sentaba en las piernas del azabache dejando a su vista su cuerpo desnudo y aún mojado— Sólo será un poco porque está por amanecer, pero tienes que luchar para que cuando te suelte, vayas a refugiarte o el sol te matará —ella le advertía mientras le abría el pantalón para estimularlo— Si no te controlas, morirás mientras me comes o intentando huir.

Sasuke emitió lo que pareció un gruñido y Karin no estaba segura si había intentado hablar, o únicamente había gruñido.

No podía distraerse pensando en ello, debía enfocarse en las acciones para poder salvarlo.

Dió un suspiro mientras frotaba el miembro masculino con la mano, al mismo tiempo que buscaba la forma de que esa área reaccionara en tiempo real y no de forma lenta por el hechizo de lentitud.

Él volvió a gruñir.

—Relájate —ella le dijo inclinándose a él para repartirle algunos besos en el rostro sin dejar de frotar su miembro que se endurecía.

Cuando ella lo sintió listo, podía sentir que él se ponía más ansioso por alcanzarla, y ella, en un intento que sabía que era más un capricho suyo que una acción que realmente podría ayudar, lo besó en los labios.

Fue un beso dulce y muy cálido, y no porque ella pensara que él podría entrar en razón con eso, sino porque si fallaba, quería tener un último buen recuerdo de él… aunque no era el ideal, tomando en cuenta que no podía ser correspondida, aunque tampoco podía decir que lo sería si él no estuviese loco por su sangre.

Poco a poco, el beso dulce lo transformó en uno fogoso que la dejó conducirse a la intención que tenía de aludir al líbido del varón, por lo que pronto, ella ya se encontraba encima de él subiendo y bajando al ritmo que su cuerpo le indicaba para alcanzar el mejor de los placeres.

Al finalizar el segundo éxtasis, pues el tiempo no daba para más, Karin respiraba agitadamente.

—No creo que esto sea suficiente para que te controles, pero quiero confiar en que puedes lograrlo —le decía aún agitada, pues hacía apenas unos segundos que la faena había terminado— Voy a darte de mi sangre ahora que he podido recuperar algo de energía, y espero que ello te ayude —buscó cómo hacerse una cortada para poder alimentarlo— Sólo concéntrate en la venganza contra tu hermano y en que debes ir a la tumba de tus padres. ¿Si?

Karin volvió a recordar que tenía un poco más de magia cuando no encontró qué usar para cortarse, y haciendo otro pequeño hechizo, hizo crecer una de sus uñas de forma afilada y con ella pudo abrirse la muñeca.

Tan pronto como empezó a emanar sangre de su cuerpo, la joven se concentró para ayudar a que los movimientos de Sasuke fueran sólo un poco menos lentos y colocó su muñeca cerca de la boca del chico, quien pese a la velocidad, no dudó en beber de ella.

—Si le das demasiada no podrás defenderte cuando lo sueltes —la voz que había estado hablándole a Karin volvió a resonar en su cabeza después de un largo silencio.

—Y si no bebe suficiente, le será más difícil controlarse —respondió la pelirroja.

—¿Sabes? Eres muy divertida. Espero que no mueras.

—¡Cállate! —exclamó Karin y dejó que Sasuke succionara su sangre.

Cuando volvió a sentir debilidad, que fue bastante más pronto de lo que esperaba, alejó su muñeca de su boca y aunque lento, se curó a sí misma con su magia.

Tuvo que darse un respiro antes de intentar su siguiente paso. Sin embargo, aprovechó el momento para tratar de centrar la mente del chico. Quería valerse de todo aquello que pudiera ayudarle al autocontrol.

—T…e…n…g…o…s…e…d…

El joven gruñía y las letras que articulaba, eran ligeramente más claras, al mismo tiempo que ya se notaba más movimiento en su cuerpo.

—En cuánto recupere un poco el aliento, voy a quitarte el hechizo de lentitud —le dijo levantándose de encima de él— Concéntrate en lo que harás cuando logremos hacer el pacto y el poder que vamos a conseguir. Te prometo que tendremos mucha fuerza porque cuento con más de un elemento —le decía aún con cierta agitación y la pelirroja notó que seguía desnuda y buscó su ropa para cubrirse y evitar tentarlo— Además, cuando logres tu objetivo, deberías ir a la tumba de tus padres.

Aún cuando el avance era lento, Karin podía notar que Sasuke intentaba ir hacia ella.

Era angustioso ver que a pesar de todo, no parecía dar resistencia al instinto, incluso, pensó que aquella voz se lo señalaría o se burlaría por haber confiado en Sasuke, pero más allá del ruido del río y algunos animales nocturnos, hubo silencio.

Fuese quien fuese esa voz, no era nada útil.

—Si no te resistes y corres a la casa, vas a matarme y si el sol te gana, tu también morirás —ella se acercó a él ya con la ropa puesta, aunque mal arreglada— Por favor, al menos mantente a salvo tu —lo abrazó y le dió un beso rápido para poder separarse antes de que él la sujetara— Me habría gustado que esta despedida fuera más parecida a la anterior. Al menos habríamos podido hablar.

La pelirroja sonrió y quitó el hechizo de lentitud del joven, quién enseguida, se arrojó sobre ella para morder su cuello y volver a beber de su sangre.

—Te… am…

—Es una lástima, pensé que podría divertirme un poco con ustedes —la voz desconocida fue lo último que Karin oyó antes de desmayarse por la debilidad, pero también había alcanzado a ver un extraño movimiento entre los árboles.

Dolía, su cuerpo dolía muchísimo, pero lo peor era el mareo y la sed aguda con la que Karin estaba despertando. Sin embargo, aún si lo intentaba, sentía el cuerpo muy pesado.

¿Qué había ocurrido? ¿Por qué estaba así? ¿Acaso así se sentía la muerte?

No, se oían pájaros cerca, y podía sentir que estaba en una superficie suave y que tenía una cobija encima de ella.

Abrió lentamente los ojos y todo fue muy familiar, pues ella estaba en su casa, recostada en su cama y ya era de día.

Quiso levantarse de inmediato a buscar a Sasuke en el armario, pero aún si lo intentó varias veces, no pudo.

Le angustiaba muchísimo que Sasuke no hubiese logrado resguardarse del sol, si le pasaba algo… ¡Alto! ¿Y qué había de ella? ¿Cómo es que estaba en casa?

Al remontar su memoria al momento de su desmayo, pudo recordar haber visto algo entre los árboles no muy lejos de ellos. Y justo antes de cerrar los ojos y perder el conocimiento, le pareció haber visto a Itachi allí.

¡¿Y si ese hombre le hizo algo a Sasuke y fue quien la llevó a casa?!

Exaltada, hizo un nuevo esfuerzo para levantarse de la cama y correr al armario buscando a Sasuke, pero la debilidad la tiró casi de inmediato.

—Necesito saber que Sasuke está bien —dijo débilmente debido a su estado, y recordó aquella voz en su cabeza. Quizá esa voz sabía algo— ¿Estás ahí? ¿Sabes lo que ocurrió?

Silencio.

Karin intentó llamar a la voz un par de veces más, pero siguió sin recibir ninguna respuesta, por lo que volvió a intentar levantarse, así lo hiciera lentamente.

Con mucha dificultad, se pudo sentar en la orilla de la cama y cuando iba a intentar ponerse de pie, recargándose en la mesita de noche, notó algunos duraznos, de los cuales dos o tres habían sido mal partidos a prisa.

Por supuesto, podría pensar que Sasuke había intentado ayudarla a recuperar su sangre con los duraznos como ya había hecho anteriormente, pero tampoco podría descartar que la acción fuera de Itachi.

—Esto debería ayudarme a averiguarlo —se dijo, y decidió comer los duraznos para recuperar fuerzas y así poder buscar a Sasuke.

Al estirar la mano izquierda hacia una fruta más mientras sostenía un pedazo con la otra, Karin notó que llevaba nuevamente el anillo de bodas de la madre de Sasuke.

Ver aquello, le despertó la esperanza de que en realidad Sasuke había logrado detenerse en el último momento y la llevó a la casa antes de refugiarse.

Sí, debía ser así. No podía ser coincidencia que los duraznos y el anillo estuviesen a su alcance por segunda vez, y justo después de la ansiedad de Sasuke. Seguramente, Itachi se había hecho presente y con sólo su presencia Sasuke había logrado aferrarse al sentimiento de odio que tenía por él para recobrar parte de su razón.

Aunque le dolía la idea, sabía que era lo más probable, después de todo, como su antepasada había descrito en su grimorio, él se volvería loco por ella, y aunque anteriormente Karin había querido creer que por ser un original, Sasuke podría controlarse mejor, la evidencia era contundente.

Por desgracia, si Sasuke no podía controlarse por sí sólo, sería muy difícil conseguir hacer el pacto, y Karin tampoco veía viable atraer a los enemigos para conseguir la razón de Sasuke, porque evidentemente, ellos no permitirían que el pacto se cumpliera.

—Esto lo tengo que tomar en mis manos —se dijo Karin a sí misma. Además, no olvidaba que aquel brujo le había dado hasta que ella pasara su examen para tomar una decisión sobre darle la joya.

Karin se comió todos los duraznos, y enseguida de ello, caminó hacia el armario colocando sus palmas en la puerta. No podía abrirla o lastimaría a Sasuke, pero usando su poder, aún si seguía débil, comprobó que era él y no Itachi quien estaba allí. Sí, una pizca de duda la estaba molestando y necesitaba verificarlo, pero al comprobarlo, soltó un suspiro de alivio.

—Necesito recuperarme por completo para que los poderes de bruja vengan a mí —le habló a Sasuke en el clóset— Estamos a muy poco de conseguirlo, y te aseguro que tendré suficiente poder para enfrentar a ese brujo.

Karin dedicó el día a comer y beber para recuperar fuerzas. Por supuesto, había que hacer pausas, no sólo porque su estómago no podía contener tanto, sino porque también necesitaba preparar las cosas para el pacto.

Hacer un pacto, no era difícil, pero debido a la ansiedad de Sasuke, ella necesitaba planear algo que pudiera hacer con su magia para ayudar al chico a mantener la mente centrada durante el proceso, sin mencionar que necesitaban cómo defenderse cuando el brujo y su compañero aparecieran.

Leyó y releyó el grimorio de su antepasada. También buscó pistas en otros más, pero no había nada que le diera una pista de cómo ayudar a Sasuke, y no era para menos cuando su familia se dedicaba a erradicar a los vampiros y no a ayudarlos.

Como ayuda, Karin también buscó hablar con aquella voz y de paso, que le aclarara aquello de que ella tenía un elemento más del que había ritualizado, pero en todo el día permaneció ausente… o en silencio.

Al oscurecer, Karin se acercó al armario, y aunque sabía que aún no lograba recuperarse del todo, y por ende, aún no tenía sus poderes de bruja, abrió las puertas para dejar salir a Sasuke. Podía sentir que le faltaba muy poco para recuperarse, y aunque sabía que era una apuesta arriesgada, prefería hacer salir a Sasuke que dejar que él saliera y la atacara.


¿Cómo reaccionará Sasuke al salir del armario? ¿Podrá controlarse para poder hacer el pacto? ¿Karin logrará obtener su poder de bruja antes de que Sasuke vuelva a comer de ella? ¿El plan de Karin funcionará o le faltará poder para conseguir que Sasuke se controle? ¿Qué elemento es el le habla a Karin? ¿Por qué sólo ese elemento le habla? ¿Qué otras preguntas les surgieron al leer el capítulo?

Me encantará leer sus teorías y dudas en los comentarios n.n

No sé cuándo retomaré la historia, pero espero hacerlo pronto, porque me agradó el momento en que quedó la historia. Me entusiasma poder escribir el siguiente capítulo y mientras se mantenga esa emoción, es muy probable que actualice rápidamente n.n

Las historias que estaré actualizando hoy, son: Inexperiencia, Apuesta XL, Placeres compartidos y La maldición de los Uchiha.

"Un día como gato" estuve por subirlo en esta ronda de historias, pero no quedé satisfecha con el párrafo final, así que quiero darle una revisión. Sin embargo, les prometo que la espera valdrá la pena, pues será un capítulo largo.

De antemano, les agradezco mucho su paciencia, y estaré esforzándome mucho para seguir actualizando tantas historias como me sean posible n.n

Sin más, me despido por ahora n.n

¡Hasta la próxima actualización!